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Dolores distintos, pero igual de letales. por Narrastin

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Notas del capitulo:

LOOOOO SIENTOOOOOOO!!!!! T.T

Siento mucho la demora!!! QnQ!! No saben lo complicado que es el asunto del colegio, exámenes, etc u.u...

Ya ha pasado más de una semana desde que subí el capi tres y nuevamente me disculpo por eso ><! Y lo peor es que está algo cortito u.u

Bueno tenía que apresurarme en actualizar ¿no? ^^U... Sin otra cosa que decir, excepto disculparme nuevamente por el atraso, les dejo el CAPÍTULO 4!!!! *w*

.....

Estaba la rubia sentada plácidamente en uno de esos cómodos sofás del espacioso apartamento donde residía temporalmente junto con su ausente hermano menor. Tenía sus ojos cerrados con su rostro completamente relajado mientras su cabeza se inclinaba hacia atrás, sus brazos se extendían agotadamente afirmándose del respaldo restante del suave mobiliario junto con su nuca, dejando su pecho y cuello totalmente expuesto. Estaba agotada, no había podido descansar desde el rescate de ese Rock Lee ni siquiera cuando llegaron a Konoha, pues lo primero que tuvieron que hacer fue ir a visitar a la Hokage. Ahora que lo pensaba, ¿cómo podría estar Gaara?. Él había ido a atender “asuntos” justo después de aquella visita sin perder nada de tiempo, y eso que fue él quien se encargó de todo el rescate de ese Shinobi. De verdad, si alguien debería quejarse, sin duda era su hermano.

 

 

Considerando este hecho, Temari decidió concluir su efímero descanso con unos leves estiramientos acompañados de un insatisfecho gruñido para ponerse de pie y echarle un vistazo a la cocina, teniendo la esperanza de que la Hokage se haya encargado de asegurar la presencia de la comida suficiente para el tiempo que duraría su residencia en Konoha, así que se dispuso a revisar cada mueble y caja de la pequeña sala. Para su sorpresa, había mucho más de lo que se esperaba. Fue mayor su sorpresa cuando vio la variedad de vegetales y refrescos que en su aldea probablemente nunca podría ver.

 

“¿Acaso esa mujer piensa que nos quedaremos un año?” Pensó sonriendo la rubia mientras analizaba un pequeño saco de arroz para abrirlo. Pensaba que su hermano menor llegaría hambriento después de tanto tiempo estando ocupado, así que decidió preparar unas bolitas de arroz.

 

Estaba sacando ciertos ingredientes más antes de cocer el arroz cuando sintió un lejano sonido de unas llaves desde la puerta, la que se abrió al momento. Era Gaara, la verdad es que se había demorado muy poco, o al menos lo suficiente como para hacer dudar a su hermana.

 

-. ¡G-Gaara! Has vuelto muy pronto... .- Dijo un tanto nerviosa la rubia de la arena.

 

-. ¿Acaso está mal?

 

-. ¡No! E-es decir... Yo estaba preparando la cena pero pensé que llegarías más tarde, así que aún no está lista... De hecho, acabo de empezar a hacerla... .- Esto último lo dijo con un tono de voz muy inaudible.

 

-. No importa Temari, ahora mismo tengo cosas que hacer.

 

-. ¿Ah si? ¿Pero no dijiste eso cuando estábamos con la Hokage?

 

-. Así es, ahora quiero revisar una vez más ese informe de la investigación.

 

-. Ya veo, es sólo eso ¿verdad?. Si necesitas ayuda por favor dímelo ¿si?. Odiaría tener que verte trabajar en la noche.

 

-. Bien .- Dijo mientras su hermana se dirigía a preparar la pendiente cena.

 

La verdad es que Temari se encontraba bastante extrañada con la actitud de su hermano, pues generalmente Gaara terminaba de atender los asuntos de Kazekage en ciertas horas específicas. Y eran generalmente en esa misma hora en que estaba él y su hermana en el apartamento. Quien sabe, tal vez se debía al ser una misión bastante inusual para el pelirrojo ¿no?, tal vez preferiría prepararse bien para las próximas tareas. Si, eso debía ser.

 

Gaara había sacado el famoso informe que tantos problemas le dio al Equipo Gai junto con otros papeles relacionados con el caso, obtenidos por la Hokage unas horas antes. Estaba revisando dichos papeles sentado en la silla junto a la mesa del espacioso comedor de madera mientras su hermana se encargaba de la cena, intentando romper el silencio de vez en cuando con breves y distanciadas palabras o dudas relacionadas con sucesos sin demasiada importancia, pero trató de no interrumpir mucho al pelirrojo.

Luego de una hora más o menos, Temari se sentó en la misma mesa en la que Gaara revisaba el papeleo, trayendo una linda bandeja de madera donde venían unas cuantas bolitas de arroz perfectamente redonditas. La rubia se sentó frente al pelirrojo mientras veía que este se encontraba totalmente absorto en los papeles, ni siquiera parecía haber notado su presencia.

 

-. Eh... Gaara.. La cena .- Dijo un tanto extrañada mientras veía en su hermano un ligero cambio de rostro que indicaba que en realidad estaba muy concentrado en esas hojas.

 

-. Lo siento .- Dijo con su característica forma de hablar.

 

-. No importa, ¿qué es lo que leías? ¿trata de lo que haremos mañana?

 

-. Algo así, la verdad es una breve introducción al orden de nuestras tareas principales que haremos los primeros días. Se supone que mañana haremos... .- Hablaba Gaara mientras agarraba una de las bolitas de arroz que había cocinado su hermana mientras ella comía uno, atenta a lo que le hablaba. La verdad es que al pelirrojo se le veía muy concentrado, mucho más de lo que solía aparentar. Era como si ser el Kazekage fuese la mayor pasión, sentido y trabajo que tenía en su vida. Otro punto extraño era que Gaara se mostraba casi motivado con lo que decía, bueno, motivado a su modo. Pero ¿de donde había salido tanta motivación?. Era como si algo hubiera impulsado al pelirrojo a valorar su cargo para tomárselo muy positivamente en serio, cosa que siempre hacia pero esta vez, era totalmente diferente. Aún así, Temari se alegraba de ver como su hermanito parecía acomodarse con sus tareas, y esperaba que no fuese la última vez.


.........


La mañana del día siguiente era suavizada con los múltiples cantos de las avecillas que reposaban en las ramas de los árboles. Una de ellas se posó en la rama del árbol mismo que era totalmente visible para cierto peli negro que contemplaba por la ventana del hospital aquel pequeño animal de dos patitas cuyo canto no se hizo esperar. Los agudos y a la vez suaves sonidos del ave eran lo único en lo que su mente y mirada se podían fijar. Estaba tan aburrido, ni siquiera había ni una sola revista o libro para ojear un rato. Y Sakura le había prohibido cualquier tipo de movimiento bruto o uno que le haga salir de la cama o forzar su cuerpo, en pocas palabras, entrenar. Dios, si su mente en esos minutos de la noche en que estaba con su equipo no hubiera estado tan concentrado en lo que había pasado momentos antes con el pelirrojo, hubiese sido lo bastante perspicaz como para notar que era completamente fácil aburrirse en esa habitación sin compañía de nadie y tal vez le hubiese pedido a Neji o a Ten Ten que le trajeran algún libro o cualquier otra cosa que evitara que termine viendo un pájaro moviendo su pequeño pico en cada tono al cantar.

Bueno, lo hecho hecho está. En cama o no, debería existir alguna forma de poder contribuir a su mayor sueño, ser un gran Ninja sólo con Taijutsu, ahora también la mayor promesa que en su vida había hecho. Pero ¿cómo podría entrenar en esas condiciones?. No era la primera vez que descansaba en un hospital, y siempre que lo hacía se saltaba cualquier regla que le imponían las enfermeras y se ponía a entrenar sin importarle los distintos riesgos. De hecho era una buena idea ahora que lo pensaba, aunque había un inconveniente, y era esa peli rosa. No hace falta decir que Haruno Sakura es el amor de la vida de Lee, por ella él haría cualquier cosa, eso todos lo saben, cualquier aldeano se daría cuenta fácilmente por los múltiples y ruidosos intentos de Lee por confesársele, invitarla a salir o quien sabe, terminando siempre con un dramático corazón roto que no tardaba en repararse para volver a intentar las mismas estupideces. Y al ser la primera vez en ser atendido por ella se encontraba obligado a obedecer todo lo que su amor platónico le diga, y el NO ENTRENAR estaba en esas normas. Por fortuna no tardó en encontrar una “brillante” idea entre su cabeza, esto al recordar una parte de una clase dada años atrás por su Sensei Gai. Recordó cuando le explicó la importancia de meditar. Que meditar un buen rato favorecía a la concentración, a los reflejos, al espíritu, y otros beneficios. La verdad es que Lee pocas veces meditaba con este fin y era justo eso la razón por la que lo haría. No importa si no era físicamente, entrenar es entrenar. Y ahora que le había hecho al Kazekage cierta promesa, debía complementarse en todo lo que podía y la espiritualidad de la que siempre habla Gai es un factor clave.

 

-. Bien, entonces intentémoslo. .- Se dijo mientras se incorporaba para sentarse con las piernas cruzadas mientras se disponía a tomar aire y cerrar los ojos. Era algo inusual en él pero para todos era lo mejor que podía hacer mientras, de hecho era lo único que podía hacer.

 

En medio de su paz, sintió la puerta abrirse, aunque sorpresivamente no se molestó en abrir los ojos, lo que llamó la atención de la persona que pasaba a la habitación.

 

-. ¿Qué haces? .- Preguntó una muy familiar voz masculina. Lo que hizo al peli negro abrir rápidamente sus ojos para encontrarse con la mirada del otro.

 

-. ¡¡Neji!! ¡¡Que bueno que estás aquí!! .- Dijo Lee entusiasmado mientras sonreía -. No sabes lo aburrido que es este hospital.

 

-. Ya lo noté .- Dijo mientras se sentaba en la silla blanca al lado de la cama de Lee. .- Como si meditar fuera algo natural en ti. -. Lee soltó una risita de nervios ante ese comentario que estaba lejos del verdadero motivo de lo que estaba haciendo recién. -. Yo sabía que te ibas a aburrir con facilidad así que te traje unos libros que encontré en casa.

 

-.¿¡En serio!? ¡Neji eres genial! ¿Y de qué tratan?

 

-. No tengo idea .- Dijo el Hyuga mientras sacaba dichos libros y los ojeaba antes de pasárselos a Lee -. Creo que trata de... ¿Gastronomía?

 

-. ¿Qué....? ¿Gastronomía? .- Dijo algo decepcionado -. Bueno, saber de cocina nunca viene mal ¿no? .- Decía tomando los libros uno por uno.

 

-. Oye Lee, yo vine a verte por un asunto específico, y es sobre aquel día en el rescate.

 

-. Ah... Si.... ¿Qué pasa con eso? .- Dijo mientras le echaba un vistazo a los libros de cocina intentando evitar mirar a Neji.

 

-. Seré directo, ¿porqué estabas llorando?

Con un dedo repasaba las hojas de los libros y esta se detuvo al escuchar esa interrogante. Lo había tomado totalmente por sorpresa. ¿Debería contarle la verdad? En realidad Neji nunca fue otra cosa que el compañero y rival de Lee, y decirle sobre sus asuntos personales o secretos... era algo que no solía hacer con él. ¿Debería decirle la verdad o...

-. ¿Estaba llorando? ¿Yo? ¡No digas eso Neji! ¿Cuándo eh llorado yo?...

-. Siempre que estas con Gai .- Dijo al instante -. Pero esta vez parecía un asunto serio, ¿seguro que no sabes el porqué? .- Preguntó mientras le lanzaba esa mirada algo autoritaria.

-. S-Seguro, Neji. Ni siquiera sabia que estaba llorando.

-. Está bien. Te creeré. Por cierto, Ten Ten te envía estos dulces, no pudo venir por un llamado de la Hokage, ahora mismo debería ir a ver qué le habrán dicho. .- Dijo el Hyuga mientras le entregaba una bolsa con pasteles a Lee y se ponía de pie hasta la puerta.

-. Gracias Neji, dile a Ten Ten que se lo agradezco ¿si?. Nos vemos luego. .- Dijo sonriendo.

-. Nos vemos. .- Dijo Neji con su forma característica e indiferente de interactuar con los demás antes de cerrar la puerta.

.........

-. ¿No vas a desayunar? .- Preguntaba una rubia que veía a un pelirrojo acercarse a la puerta.

-. En un rato, voy a dar una vuelta.

-. Ya veo, te esperaré.

-. Bien .- Dijo Gaara mientras salía camino al exterior.

Él quería aprovechar su estancia en Konoha y dar un pequeño paseo era una muy buena opción. Era increíble la diferencia entre la Aldea de Suna con Konoha, tanto física como interna. De pronto empezó a buscar algún factor del lugar que le pueda recordar a Suna y la verdad es que era muy difícil, pues como anteriormente se mencionó, ambas aldeas eran muy diferentes entre ellas.

Había recorrido varias calles ya. Iba dando pequeños pasos en su deambulo cuando escuchó una familiar y confiada voz que le llamó.

-. ¡Gaara! .- El pelirrojo se volteó extrañado por esa voz que lo llamaba con tanta confianza y no era de su hermana. Pero su sorpresa no fue mucha cuando supo de quien se trataba. -. ¡Cuánto tiempo! ¿Qué te trae a Konoha?.

-. Naruto...

-. ¡Te juro que no esperaba verte aquí! ¿Como has estado? ¿En qué momento llegaste? .- Aquel ruidoso rubio era Uzumaki Naruto, el Shinobi de Konoha denominado como un Jinchuuriki, al igual que Gaara en el pasado. Actualmente ambos son muy amigos y aliados pese a los conflictos del pasado. Ambos vivían entendiendo los dolores pasados del otro perfectamente, lo que los semejaba en ciertos aspectos y fortalecía su amistad.

-. Ha pasado tiempo, Naruto .- Le dijo amistosamente Gaara a su amigo mientras este le sonreía poniendo sus brazos detrás de su cabeza.

-. Menuda sorpresa. No has cambiado tanto .- Sonrió mientras veía a Gaara de pies a cabeza -. En un rato más tendré que reunirme con Sakura-chan y ese Sai .- Menciono a ese último con un ligero desprecio -. Aunque antes me gustaría ir a comer a Ichikaru. ¡Oye! ¿Por qué no me acompañas? ¿O estás muy ocupado?

-. No lo estoy .- Le dijo Gaara con una muy pequeña sonrisa -. Me gustaría ir.

Entonces Naruto sólo sonrió y tomó de la ropa al Kazekage, tirándolo en la dirección a la tienda de ramen. -. ¡Genial! Podrás contarme como te ha ido como Kazekage. Y yo te contaré mis geniales misiones .- Sonreía mientras Gaara solo le seguía el juego, tratando de acostumbrarse a los pasos del entusiasmado rubio. Era un buen momento para un encuentro así, había tiempo y ningún apuro, seguro Temari lo comprendería.


........

-. ¡Wooow! ¿¡En verdad eso pasó!? .- Decía incrédulo el rubio mientras comía su segundo bol de ramen, con la vista pegada al pelirrojo, a quien veía sin dejar de ingerir esos fideos que tanto amaba.

-. Ya te dije que si. Es la primera vez que surgen tantos problemas sólo por tomar el camino hasta aquí. .- Le dijo Gaara quien le había estado contando el viaje que tuvo desde Suna hasta Konoha, incluyendo todos los líos en los que se involucró. Cosa en la que Naruto ahora mismo centraba toda su atención.

-. Vaya, quien lo diría .- Dijo Naruto algo reflexivo, haciendo una pausa a su festín -. Ese Gejimayu (Cejas pobladas)... En verdad es un lunático. Pero aún así lo admiro, si no fuera por él Ten Ten no estaría aquí ¿no?

-. Tu y él son amigos ¿verdad? .- Le preguntó Gaara.

-. ¡Por supuesto! Aunque a veces lo encuentro muy exagerado para todo .- Dijo Naruto mientras buscaba en sus recuerdos -. Siempre lo veo llorando con Gejimayu Sensei (Gai xD) de una forma dramáticamente ridícula. Jaja ambos son unos dementes... Aunque el entrenamiento que hacen es extraordinario, incluso a veces le tengo mucha envidia a Gejimayu por cómo lleva a cabo sus forzadas ejercitaciones. De hecho un día les pedí si yo podría ser parte de aquel entrenamiento por unos días y apenas les pude seguir el paso uno solo. .- Esto último lo dijo haciendo un puchero.

-. Él se esfuerza demasiado ¿Eh? .- Dijo Gaara mientras su mirada se perdía.

-. Así siempre lo veo, entrenando como un lunático sin parar. Es en verdad admirable. .- Decía Naruto con una sonrisa mientras miraba hacia arriba, pero de pronto algo en sus pensamientos lo exaltó .- ¡Ah! ¿¡Pero qué estoy diciendo!? ¡Se supone que nosotros competimos por el amor de Sakura-chan! .- Esto último llamó la atención del pelirrojo más que a nada. -. Aunque... ¿De qué me preocupo? Él siempre ha sido rechazado por ella de las formas más penosas ¡Jaja!.

Gaara quedó reflexivo un momento al escuchar tal comentario. ¿Lee estaba enamorado de Sakura?. La verdad era una cosa que no esperaba de él porque entre ellos no había nada en común ¿no?. Ni siquiera están en el mismo equipo. Y... ¿Que siempre es rechazado? Nadie en su sano juicio se enamoraría de alguien que te manda a la mierda
cada vez que intentas acercártele ¿verdad?.

-. Ehh... ¿Gaara? .- Lo sacó el rubio del laberinto de sus pensamientos conformados por las dudas respecto a esa peli rosa. .- ¿Estás bien?.

 

-. Estoy bien, disculpa.

 

-. ¿En verdad lo estás? No dije nada malo, ¿o si? .- Naruto quedó pensativo un breve momento hasta que... .- ¡Ah! ¡Ahora lo entiendo! ¡TE GUSTA SAKURA-CHAN! .- Dijo mientras se ponía rápidamente de pie y le apuntaba con el dedo con una mezcla de sorpresa y enfado.

 

-. No, yo no...

 

-. ¡Así que era eso! ¡Jajaja! .- Dijo el rubio mientras soltaba una fuerte y breve carcajada tomándose la barriga. -. ¡Sólo espero que no te moleste que el cejón y yo seamos tus rivales en el amor! .- Decía riendo el rubio mientras Gaara intentaba arreglar aquel malentendido que había sido originado estúpidamente por el rubio.

 

-. Pero Naruto, yo no...

 

-. ¡Y tenías que ser precisamente tu! ¡El Kazekage de la Aldea de la Arena!

 

-. A mi no me gusta Sa...

 

-. ¡Pero no te molestes tanto ¿si?! .- Decía interrumpiendo a Gaara con cada estúpido comentario riendo cada vez con más ganas. -. Recuerda que Gejimayu y yo sólo somos unos Shinobis enamorados ¡Jaja!

 

-. Naruto... .- Dijo Gaara con una fuerte y molesta voz que casi puro haber llamado la atención del rubio. .- Yo no...

 

-. No importa si eres el Kazekage, ¡en el amor se juega limpio! ¡Ese es el lema entre Gejimayu y yo! ¡Oye! ¿¡Que tal si lo vamos a ver!?.

 

-. ¿A quién? .- Dijo totalmente cabreado Gaara quien infirió que no había caso con ese personaje, rindiéndose ante la estupidez.

 

-. A Gejimayu, no lo eh visto desde hace días y me gustaría saber cómo se encuentra. Sobretodo después de la historia que me contaste, Gaara.

Gaara pensaba que no tenía ningún inconveniente en visitar a Lee otra vez, aunque si había uno, y es que la misma noche anterior ya lo había ido a visitar, aunque... Lee no se haría problema por eso ¿no?. Él era de los chicos más comprensibles que el pelirrojo conocía y el confiar en su cálida personalidad era lo único que lo motivaba a ir a verlo en menos de veinticuatro horas. Por supuesto, Lee es esa persona que acoge con mucho gusto a su compañía sin importar la frecuencia con la que se vea con esta, no había problema alguno.

 

-. Es buena idea Naruto, yo...

 

-. ¡Entonces vamos! .- Interrumpió una vez más al Kazekage mientras se disponía a terminar su bol de ramen para después levantarse junto al molesto pelirrojo que no había podido completar ni una oración en todo ese rato por culpa del entusiasmo del rubio.

-. Por cierto, Gaara...

 

-. ¿Qué?

 

-. ¿Ibas a decir algo?

 

-. Olvídalo...

 

 


Continuará...

Notas finales:

Lo sé, ha sido horriblemente corto u.u

Lo más probable es que tenga el próximo cap listo el Miércoles, aún me quedan cosas por hacer xDU!

Muchas gracias por leer y nos vemos en el siguiente cap!! ^-^!!


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