MIENTRAS TANTO, EN EL HOSPITAL
-. Veamos... .- Susurraba un peli negro absorto en aquellas imágenes de distintos platillos tipo japoneses de aquel libro. ¿Qué más podía hacer? Al fin y al cabo, cualquier artículo relacionado con la cocina podría ser más interesante que hacer nada. Y era también un tema muy tentador como para dejar a un lado la idea de meditar. La verdad es que le estaba pareciendo muy entretenido el mundo de la cocina, algo poco relacionado con él. .- ¡Ah! ¡Esto se hecha a freír durante unos diez... cinco minutos...
De pronto se escucharon unas silenciosas risas en aquella habitación del hospital, lo que hizo al peli negro alzar rápidamente la vista para encontrarse con las figuras de sus compañeros Neji y Ten Ten que lo habían estado viendo unos cuantos segundos para esperar una típica y graciosa reacción del Shinobi al llegar alguna parte que le haya parecido interesante, sin que él se diera cuenta.
-. ¡Ustedes! .- Gritó enojado con un buen sonrojo .- ¿¡Desde cuándo están aquí!?. Gritaba avergonzado mientras escondía debajo de las blancas sabanas que lo tapaban ese libro de cocina que le había traído Neji hace apenas unas horas.
-. ¡No te podías ver más concentrado! ¡Jajaja! .- Decía Ten Ten mientras soltaba incontenibles risitas que no hacían más que ofender al sonrojado Shinobi de Taijutsu. -. ¡Ni siquiera notaste cuando habíamos entrado!
-. ¡E-E-Eso es p-porque me estaba quedando dormido! .- Se excusaba Lee mientras giraba su rostro a un lado aún más ruborizado al notar que era una justificación bastante ilógica y absurda.
-. ¿Ah si? .- Dijo burlonamente Neji .- ¿A punto de dormir mientras lees?
-. ...... .- No tenía nada más que decir ante ese burlesco comentario, claro si no quería seguir quedando como un grandísimo idiota.
-. No te preocupes, Lee .- Decía la Kunoichi mientras se acercaba a la cama donde el mencionado se encontraba acostado con la agachada vista mirando al otro lado mientras fruncía el ceño a causa de la pena. .- No tiene nada de malo aprender algo tan importante como la cocina. .- Intentaba consolarlo Ten Ten mientras era seguida de Neji, ambos parados cerca de Lee.
-. Ya lo sé .- Dijo con un leve suspiro para mirar a sus compañeros. .- ¿Ten Ten, qué fue lo que te dijo Hokage-sama?
-. ¡Oh! ¡Casi lo olvido! Tsunade-sama quiere que nos presentemos en su oficina el día de mañana. Probablemente para una misión, no dijo más que eso.
-. ¿¡En serio!? .- Gritó de repente Lee, alterando a sus compañeros .- ¡Es perfecto! ¡Podré salir de aquí mucho antes! .- Gritaba ilusionado el Shinobi, esperando de inmediato con ansias el día de mañana para poder salir de ese aburrido hospital y poder llevar a cabo nuevamente sus forzados y amados entrenamientos.
-. Eh... Lee... .- Dijo Ten Ten con un tono de voz muy bajo y algo triste. .- Tsunade-sama sólo nos llamó a Neji y a mí... Tu tienes que recuperarte.
-. Eh... ¿¡QUEEEEEEÉ!?
-. ¡E-es que aún estas muy grave Lee! Sólo mírate... Tu rostro aún está muy pálido y tienes unas enormes ojeras. .- Dijo la Kunoichi mientras posaba una de sus manos en la frente de Lee .- Y tu temperatura es lo suficientemente alta como para aumentar tu resfrío si sales de acá.
-. ¿O sea que ustedes el día de mañana estarán realizando misiones mientras yo aprendo a cocinar moshis y esas cosas? .- Dijo Lee de manera triste mientras desviaba su rostro hacia el lado el cual se alejó de la mano de su compañera que tocaba su frente, dejándola en el aire.
Ten Ten soltó una pequeña risa ante ese comentario pero se dio cuenta de lo triste que estaba su compañero así que se reprimió.
-. Lee, son sólo cinco días los que deberías estar aquí, ¡y te quedan cuatro!
-. Pero...
-. Pero nada .- Dijo la voz del Hyuga con un tono de voz algo subido. -. La Hokage ha ordenado que aquí te quedes y así será. No vamos a arriesgarnos a que te pase algo por culpa de tu impaciencia.
Esto solo hizo callar al peli negro quien se encontraba analizando esos recientes comentarios de su rival. Era verdad, lo único que haría si acompañaba a su equipo sería estorbar a causa de su condición actual, y antes prefería morir a que hacer del rol de estorbo nuevamente. Su rostro entristeció levemente, lo suficiente como para disimular un poco.
En eso parecía que Neji iba a decir algo más cuando la puerta se abrió inesperadamente de golpe, asustando a los presentes quienes voltearon su mirada hacia esta para ver como se movía a causa de la fuerza con la que se abrió mientras rechinaba. En el momento se veía un brazo extendido cuyo dueño no tardó en entrar ruidosamente mientras en su rostro se dibujaba una simpática sonrisa con los ojos cerrados.
Si, era él, el famoso rubio experto en sorprender a la gente, y ahora mismo lo estaba haciendo gracias a la imprudencia con la que entró sin siquiera golpear la puerta.
-. ¡¡Gejimayu!! .- Gritaba alegremente mientras se acercaba al mencionado .- ¡Cuánto tiempo! ¿Cómo te encuentras? .- El rubio no había notado a los dos presentes que lo miraban algo... Cabreados. .- Oh... Ustedes también están aquí...
-. N-Naruto-kun... .- Decía Lee, sorprendido ante esa inesperada aparición.
-. ¿¡Pero qué manera de entrar es esa!? .- Le gritó Ten Ten a Naruto que había cambiado su alegre rostro a uno de sorpresa por el modo en que era regañado. .- ¡Hay algo que se llama “Tocar la puerta” ¿sabes?.
-. V-Vamos Ten Ten. No seas aguafiestas .- Dijo con una divertida cara de pena mientras se rascaba la nuca .- Gaara y yo nos molestamos en venir después de todo.
-. ¿Q-Qué?... ¿Gaara? .- Dijo Ten Ten con la misma sorpresa que se apoderaba de Neji y Lee al escuchar eso, sobretodo de este último.
En ese momento de la puerta entró un pelirrojo con su característica calabaza de arena y pacientes pasos silenciosos.
-. ¡Rayos Gaara! .- Le decía el rubio -. ¡No puedes demorarte tanto en cruzar una puerta!
-. ..... .- El pelirrojo no se molestó en responder a eso. Mientras se acercaba al rubio, este lo miró algo extrañado mientras el Equipo Gai solamente contemplaba esa incómoda escena. ¿Por qué siempre se originaba un tenso ambiente cada vez que llegaba el Kazekage?
Naruto notó el extraño silencio que se originó al llegar Gaara y no supo cómo romperlo al notar esta vez las recelosas miradas que Ten Ten y Neji le daban, sobretodo este último. A diferencia de Ten Ten, cuya mirada era una mezcla entre sorpresa y un poco de desconfianza, la de Neji era con esta y una muy notoria molestia. En cambio la de Lee parecía ser una sorpresiva mirada casi muy alegre, como si ver a Gaara fuera algo que había estado esperando desde hace mucho tiempo y por fin había terminado dicha espera. Incluso fue él quien rompió aquel eterno silencio...
-. ¡Naruto-kun! ¡Gaara-kun! ¡Que bueno verlos! .- Dijo muy alegre el peli negro mientras ampliaba su sonrisa cerrando sus ojos y alzando su brazo en señal de saludo, todo esto estando acostado.
-. ¡Lo mismo digo! .- Decía Naruto mientras sonreía también. .- Es grandioso ver que te encuentras bien, Gejimayu.
-. M-Muchas gracias por preocuparse, chicos. .- Dijo algo sonrojado -. Ustedes también, Neji, Ten Ten.
-. No hay nada que agradecer, Lee .- Dijo amablemente Ten Ten .- Pero te vas a quedar aquí hasta que te recuperes ¿de acuerdo?
-. S-Si .- Dijo algo apenado.
-. ¿Por qué lo dices Ten Ten?. No me digas que Gejimayu ha intentado escapar .- Dijo Naruto algo divertido.
-. No es eso... Al menos que yo sepa .- Dijo la Kunoichi mirando de forma sospechosa a Lee, quien se dio cuenta de esa tensa mirada.
-. ¡No eh intentado escapar! .- Dijo alterado el peli negro.
-. Bien... La cosa es que a mí y a Neji se nos solicitó un llamado para el día de mañana en la oficina de Hokage-sama. .- Decía Ten Ten mientras era escuchada por todos los hombres que allí se encontraban. -. Pero le ha prohibido la participación a Lee por culpa de su condición.
Al decir aquello, Gaara quien se encontraba analizando esas palabras, recordó una parte del papeleo que estaba analizando la noche anterior donde se mencionaba una futura misión donde se supone, él como Kazekage junto al Equipo Gai y el Equipo Kakashi, serían los indicados para dicha misión de la cual no habían muchos detalles pero seguramente hoy por la tarde se las darían al igual que a su hermana. ¿Pero en verdad la Hokage planeaba excluirlo de esa misión que parecía muy importante por la gran cantidad de integrantes que la realizarán? Eso por obvias razones hacia ver que al moreno no le gustaría nada la idea.
-. Vaya... que mal por ti Gejimayu.
-. Si son ordenes de Hokage-sama no puedo hacer absolutamente nada. .- Decía Lee muy apenado mientras imaginaba las grandes hazañas que realizarían sus compañeros en los próximos días mientras él se quedaría leyendo libros de cocina.
-. Yo si puedo hacer algo .- Dijo muy repente el Kazekage, quien no tardó en recibir toda la atención de los presentes.
-. ¿A qué te refieres, Gaara? .- Preguntaba Naruto.
-. Leí en unos papeles que la Hokage me dio que el día de mañana se realizará una misión fuera de la aldea. Hoy iré a la oficina con Temari en la tarde para recibir más detalles.
-. ¿Y eso significa que...
-. Yo hablaré con la Hokage para que Lee pueda ir pese a los días que se le asignó estar acá en el hospital. Por que estoy seguro que esa misión nos incluye a todos aquí.
-. ¿¡QUÉ!? .- Dijeron todos los jóvenes Shinobis.
-.G-Gaara-kun... ¿En verdad... lo harías? .- Dijo totalmente incrédulo Lee cuyas palabras salieron casi sin aliento.
Gaara notó la intensa mirada llena de ilusión de Lee que reflejó lo atrapado que se sentía en esa habitación. Cualquiera pensaría que Lee sería la persona más impaciente del mundo por querer salir del hospital después de estar ni siquiera un día completo. Aunque Gaara infería con certeza que esa actitud de ansias se debía a la promesa de la noche anterior que entre los dos se habían hecho. Y por supuesto, por lo comprometido que era él con sus entrenamientos, objetivos, etc.
-. En el peor de los casos le tendré que rogar .- Dijo Gaara reflejando una pequeña indiferencia mientras mirada a un lado. -. No es algo que me agrade hacer pero según leí en los papeles, es conveniente tener una numerosa cantidad de Shinobis. Es probable que ustedes sean los elegidos para esa misión. Tu también Naruto.
-. ¡¡GAARAAAA-KUUUUNN!! .- Gritó un felizmente alterado Lee mientras que, para enorme sorpresa de todos, sobretodo para el Kazekage, salió de golpe de su cama para rodear con sus brazos al pelirrojo quien se encontraba totalmente incrédulo ante este acto, mientras escuchaba ese escandaloso llanto del peli negro que siempre soltaba con Gai Sensei. Este hecho dejó perplejos a todos los presentes. En su congelamiento, Gaara intentaba inconscientemente encontrar algún sentido que lo haga despertar de una maldita vez, pero era difícil, pues nunca nadie había estado tan cerca de él con intenciones de mostrar afecto alguno, dándole fácilmente la capacidad de tocarlo, de olerlo, de sentirlo aún más. Por desgracia para el Kazekage, el momento de poner los pies nuevamente sobre la tierra tardó sospechosamente demasiado, y para mejorarlo, su leve sonrojo y su muy inusual sorprendida mirada no ayudaban para nada. Intentaba distanciarse de Lee, pero este, con su exagerado llanto, no tenía ni intención alguna de soltarle.
-. O-Oye... .- Susurraba Gaara mientras sus extendidos brazos eran lo único que se salvaban del desesperado abrazo de Lee.
Pero para su sorpresa, el peli negro se alejó de forma instantánea en contra de su voluntad, dándole al pelirrojo unos segundos para restaurar su noción de la situación actual. Al hacerlo, se dio cuenta de que dicha separación se debía gracias a nada menos que ese ojiblanco, quien tenía agarrado a Lee desde atrás con sus brazos. Este último, con unas pocas lágrimas restantes en sus ojos, miraba a Neji de forma algo molesta.
-. ¿Cómo puedes ser tan imprudente, Lee? .- Le decía Neji -. Esa no es forma de tratar al Kazekage -. Al decir esto, Gaara no pudo evitar ver algo de ironía en las palabras del Hyuga mientras sentía una intensa mirada de odio hacia él de parte del ojiblanco.
-. ¡L-Lo siento Kazekage-sama! .- Intervino Ten Ten -. Lee suele comportarse como un llorón desesperado muchas veces y...
-. Yo no soy un llorón .- Dijo Lee mientras se limpiaba las lágrimas con el traje del hospital que tenía puesto, mientras daba un respingo. -. Es que Gaara-kun ha hecho tanto por mí -. Al decir esto no pudo evitar mirar al pelirrojo con una adorable sonrisa, cosa que puso de los nervios al Kazekage aunque no lo reflejara.
-. N-No es nada .- Dijo el pelirrojo mientras miraba a un lado. Rayos, ese tartamudeo seguramente reflejaría más que unos simples nervios.
-. Pero Gaara-kun, tu...
-. ¡Ja!¡No dirás lo mismo cuando te diga que a Gaara le gusta Sakura-chan!
Y el silencio se hizo nuevamente. En verdad, ¿cómo pueden pasar tantas cosas en un mismo lugar y tiempo determinado?.
-. ¡¿EEEEHHHHHH!? .- Fue el grito del peli negro al darse cuenta que tenía otro rival más en el amor. Y lo peor de todo es que era nada menos que el Kazekage, el pelirrojo que no necesitaba nada más que la voluntad para cautivar a cualquier chica con su belleza y posición.
Mientras analizaba el caso, Lee miraba a Gaara detenidamente. Maldición, en verdad era una aplastante competencia, ¿quién no se atraería con esas bellas pupilas turquesas que reflejaban tanto enigma y a la vez tanta sensación de autoridad o intimidación? Con ese detallado delineado que hacia juego con su nívea piel, lo que le daba una misteriosa e inevitablemente atrayente belleza. Y su hermoso cabello carmesí que junto a sus rasgos anteriormente mencionados, hacían la combinación perfecta, la más perfecta que halla visto. Y esa postura y forma de hablar tan... tan... Un momento... ¿No estaba analizándolo demasiado?. La verdad es que Lee es de esas personas que buscaban muchos detalles acerca de sus rivales de cualquier tipo, tal vez para encontrar algún punto débil, para derrotarlos o quien sabe. Incluso hasta el día de hoy buscaba algún factor propio de Naruto que lo haga obtener el amor de Sakura o fracasar en aquello. Pero, ¿no estaba fijándose demasiado en el Kazekage? ¿Cómo es que llegó a verlo mucho más de lo necesario? ¿¡Y por qué demonios se encontraba ruborizado!?.
-. Bueno... .- Dijo Ten Ten -. Yo prefiero mil veces que Sakura esté con el Kazekage a que con un par de idiotas -. Dijo divertida.
-. ¡¡Tu!! ¿¡A quién llamas idiota!? .- Le gritaba furioso Naruto mientras la señalaba con el dedo.
-. ¿Y cómo debería llamar a alguien que no es ni capaz de golpear la puerta antes de entrar?
-. Así que era eso... .- Decía Neji mientras miraba a Gaara por primera vez sin odio alguno.
Gaara por su parte guardaba con mucho esfuerzo las enormes ganas de golpear al rubio por esa estúpida conclusión que sacó de la absoluta nada. Y esos idiotas le creían cada palabra, sobretodo Lee, quien era el que más le preocupaba al pelirrojo, ¿y por qué? Nuevamente no lo sabía.
Por otro lado a Lee le entristecía el hecho de que a Gaara le gustara Sakura. Pero... ¿Será en verdad que es por la inminente derrota que le daría Gaara o... Por qué al él le gustaba alguien?
-. Debo irme .- Dijo Gaara con su característica indiferencia. -. Vendré más tarde para decirte qué me habrá dicho la Hokage, Lee.
-. H-Hai Gaara-kun .- Dijo algo triste -. Muchas gracias.
Al llegar el pelirrojo a la puerta, con las miradas de todos sobre él, este se detuvo sosteniéndola, lo que parecía que algo se le había olvidado. En eso el pelirrojo habló.
-. Por cierto, a mi no me gusta esa Sakura. .- Y sin nada más que decir cerró la puerta, dejando a todos perplejos.
-. Naruto... .- Dijo Ten Ten -. Eres un idiota...
.......
-. ¡Gaara! ¿Por qué has tardado tanto? .- Decía Temari mientras veía a su hermano cerrar la puerta del apartamento.
-. Me encontré con Naruto.- Dijo Gaara mientras se sentaba en la mesa para ver una vez más el papeleo.
-. ¿Con Uzumaki? ¿Y qué hay con él? .- Decía la rubia mientras mostraba interés en la conversación.
-. Fue él quien me encontró. Lo acompañé a comer ramen así que ahora mismo no tengo hambre. Después fuimos a visitar a Lee.
-. ¿¡A ese Lee!? .- Dijo sorprendida al saber que Gaara se preocupaba de tal manera por un Shinobi de Konoha -. ¿Y cómo se encuentra?
-. La verdad es que no entiendo el por qué se encuentra aún en ese hospital. .- Dijo el pelirrojo con la cabeza clavada a los papeles -. Lo vi igual de enérgico como siempre.
-. ¿Y tú estabas preocupado por él? .- Preguntó Temari para aclarar las dudas de la preocupación de Gaara por Lee. Quien sabe, tal vez lo fue a visitar por otro motivo. Aunque Gaara se demoró un tanto en contestar.
-. Le conté a Naruto lo que había pasado en el camino desde Suna, lo que había ocurrido con él, el cómo salvó a esa Ten Ten. Y por esto se le ocurrió visitarlo.
-. Ya veo .- Dijo la rubia mientras se ponía de pie -. Bueno, es grandioso que se halla recuperado tan rápido -. Dijo mientras se acercaba a la puerta.
-. ¿Vas a algún lado?
-. Al igual que tu, iré a dar una vuelta .- Dijo sonriendo -.Yo ya almorcé .- Quedan unas cuantas bolitas de arroz que hice ayer por si quieres.
-. No olvides que tendremos que ir donde la Hokage en un par de horas.
-. Lo sé. No me demoraré tanto como tú .- Dijo sacando la lengua antes de cerrar la puerta que llevaba al exterior.
En eso Gaara soltó un pequeño suspiro, recordando y analizando los recientes hechos que ocurrieron momentos antes en la aldea. Recordó el encuentro con Naruto, el cómo este había inventado lo de Sakura casi sin razón alguna. Después llegó a la parte donde fue a ver a Lee en el hospital. Y cuando Lee... Lee.. Lo había abrazado... Cuando estaba tan cerca de él... mostrándole tal afecto... sin soltarlo... ¿Por qué rayos se había quedado tan perplejo en aquel momento? ¿Por qué su respiración se alteraba ligeramente al recordar eso? ¿Por qué ahora mismo se encontraba ruborizado? Y... ¿Por qué le daba cierta sensación leve de alegría con aquel recuerdo? Y esa sensación era la misma que había sentido la noche en la que hizo aquella promesa con Lee, siendo él nuevamente el responsable de ciertos hechos.
Así el pelirrojo estuvo casi una hora perdido en su mente mientras miraba hacia arriba, sentado en la silla de la mesa donde se encontraban sus papeles a los cuales no les había echado ninguna mirada de concentración en todo esos minutos.
“¿Qué me está pasando con Lee?”
En eso, el sonido de unas llaves lo sacó de su ensimismamiento antes de que la puerta se abriera por una rubia quien entraba con unas cuantas bolsas. Rayos, ¿En verdad había pasado tanto tiempo o Temari se había demorado muy poco? Aunque esto último era poco probable a causa de las bolsas que ésta traía, que reflejaban un largo tiempo de compras.
-. Ufff... No te imaginas las veces que me eh perdido .- Dijo Temari mientras colocaba las compras en la mesa -. Traje unos ingredientes para llevar a Suna, no compré muchos por el tema de la descomposición y eso.
-. Si te perdiste ¿cómo lograste llegar?
Al escuchar esa interrogante unos leves nervios la empezaron a molestar. Le costaba decir que en realidad, y por suerte, se había encontrado con ese Shinobi perezoso cuya especialidad era el manejo de las sombras y su increíble capacidad para armar brillantes estrategias. Aunque lo pagaría caro sólo si se lo contaba a Kankuro, con Gaara no había problema alguno, así que confío en él.
-. M-Me encontré con Shikamaru .- Dijo mirando a un lado -. No sé si te acuerdas de él.
-. Era el que manejaba el Jutsu de las sombras ¿verdad?
-. Así es. Oye, partiremos en media hora más o menos. Estate listo para entonces.
-. De acuerdo. .- Respondió Gaara mientras se encargaba, esta vez, de echarle si o si un vistazo al papeleo en vez de perderse en sus memorias.
........
La tarde había llegado por fin, el clima era aún lo suficientemente cálido como para no sentir frío alguno a pesar de la hora. Gaara y Temari seguramente estarían camino hacia la oficina Hokage o tal vez ya estarían allí. El peli negro se preguntaba cuando vendría el Kazekage con las noticias sobre si saldría o no de esa silenciosa y aburrida habitación. Los minutos pasaban y sus pensamientos cambiaban a las escenas que habían pasado tan sólo unas horas antes en esa misma sala. Por un momento recordó ese imprudente abrazo que le dio al Kazekage. ¿Cómo rayos se había permitido realizar tal atrevido acto? ¿Y si a Gaara lo habría fastidiado? La amistad que tanto le había costado forjar con Sabaku no Gaara la había puesto en riesgo de la manera más estúpida posible, y es más, tal vez ya la haya roto. En serio, Lee era la persona más apasionada de la existencia y actos como esos los pagaba muy caro. ¿Qué pensaría Gaara de él? Es verdad que ese pelirrojo lo había ayudado demasiadas veces y que poco a poco se estaba convirtiendo en una de las personas más importantes en la vida de Lee, pero este último nunca se mostraba tan sentimental con una persona después de años en conocerla y estar con ella, y con Gaara casi nunca se veían y nunca habían sido verdaderos amigos hasta hace unos días...
“Gaara-kun...”
De repente a Lee se le vino todos los recuerdos posibles respecto al inesperado contacto con el pelirrojo. Intentaba recordar su aroma, su agitada respiración a causa de sus nervios... su calor... Todo.
“¿Será que... estoy enamorado de Gaara-kun...?”