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Dolores distintos, pero igual de letales. por Narrastin

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Notas del capitulo:

Aquí esta porfin!! El segundo cap!!

Siento mucho las demora y agradezco a quienes se toman el tiempo de leer!!

Bueno, sin nada más que decir les dejo con este vertiginoso cap! ^^

.- Uh.. ¿Pero qué? -. Dijo el portador de la calabaza.

.- ¿Tu.. eres...

 

.- ¿Sabaku no... Gaara? / ¿Rock... Lee?

 

 

Ambos se habían estrellado contra un árbol antes de quedar tumbados en el suelo bañado con el verde y abundante césped acompañado de las marchitas hojas de las ramas de los árboles que caían a causa de la lógica de la naturaleza y las que caían por la brutal fuerza que sus bases recibían en el tronco, como provocaron estos dos personajes, quienes intentaban ignorar el dolor de la arremetida para analizar mejor la situación actual. Con suerte habían tenido apenas un segundo y medio para visualizar entre la arena al sujeto con el que cayó uno con el otro. Mientras se incorporaban, se tomaron el tiempo para recordar mejor esa cara antes de pronunciar inconscientemente el nombre con el que el dueño de esa faz se denominaba.


.- G-Ga-Gaa... No... perdóneme, Kazekage-sama...


.- Tú... ¿Qué haces aquí?

.- Y-yo... Eh.. Bueno, mi misión consistía en encontrarme con usted, Kazekage-sama.

.- ¿Tú? ¿Conmigo? -. Se quedó algo reflexivo antes de recordar -. Es cierto, tú eras de Konoha, ¿verdad?

.- ... Así es..... -.


¿¡Cómo!?, ¿¡es que eso era lo único que recordaba de él!? Él era quien en los exámenes Chunin se había convertido en la primera persona capaz de traspasar esa barrera de arena reconocida como impenetrable, en el mismo momento y lugar en que le brindó también al pelirrojo una épica contienda en la que este último, gracias al buen manejo de sus inusuales habilidades, triunfó, concluyéndola con el casi asesinato de Lee antes de destrozarle el brazo y pierna. Tiempo después se habían reencontrado en el enfrentamiento contra el propietario de la línea sucesora del manejo ilimitado de sus huesos, Kimimaro, donde ambos se habían ayudado entre ellos. Y luego unos encuentros más que a diferencia de los anteriores, no se habían relacionado del todo pero, aún así ¿era tan sólo eso lo que recordaba de él?

“Al menos no se le ha olvidado mi nombre”

.- Siento lo que acaba de pasar, a veces la arena reacciona automáticamente mezclada con mi instinto, siendo yo incapaz de estar consciente a tiempo.

.- ¡No! ¡Perdóneme usted a mí! Yo fui imprudentemente muy rápido sin fijarme en mi entorno, Kazekage-sama-. Dijo Lee mientras se levantaba rápidamente del suelo antes de tenderle la mano al pelirrojo que aún se encontraba medio sentado en este, luego del accidente.

.- No hace falta que te dirijas a mí tan formalmente. Puedes decirme Gaara -. Dijo el pelirrojo con su siempre impávido rostro y voz mientras aceptaba la ayuda de esa mano vendada de blanco.

.- C-claro, Gaara-kun -. Sonrió Lee algo nervioso.

.- Ahora, ¿podrías decirme a qué te referías con encontrarte conmi...

Justo antes de que pudiera terminar la interrogante, el silencio característico del verdoso ambiente había sido bruscamente alterado por un fuerte ruido, parecido al de un tornado. Precisamente en ese momento, Lee, quien apenas tuvo tiempo en girarse sólo para ver de qué se trataba, fue fuertemente golpeado en el estomago, por unas deformadas circunferencias de un desenfrenado viento que mantenía su forma y velocidad gracias al Chakra que su propietaria acababa de manipular para dicha ráfaga mientras Gaara se echaba rápidamente unos pasos atrás, con la intención de no ser tocado con esa inesperada habilidad que ya había visto incontables veces.

.- ¿¡QUÉ CREES QUE LE HACES A GAARA!?

Era Temari, quien había confundido aquella escena con una en la que se llevaba a cabo una amenaza para su hermano menor, por la ligera cercanía de este con un extraño peli negro. Al momento en el que el abdomen y parte del pecho del moreno fueron golpeados por la mortífera técnica de la rubia, no pudo evitar soltar un ahogado grito de dolor, seguido rápidamente, debido a la fuerza y velocidad con la que esta arremetía, de un fuerte golpe en la zona trasera de su cráneo al aterrizar por segunda vez contra un árbol, esta vez, dejando inconsciente al pobre Shinobi de verde.

.- ¡Gaara! ¿Estás bien?¿Estás herido? ¿Porqué no estabas cuando desperté?.- Decía preocupada la rubia mientras se acercaba rápidamente y agarraba de los hombros al pelirrojo, quien se encontraba sorprendidamente inmóvil, sin poder comprender ese innecesario acto de violencia contra el inocente Ninja de Konoha. .- Hace unos minutos escuché, desde donde acampamos, unos ruidos nada normales y creí que en algo pudiste estar involucrado -. Dijo mientras lo veía de pies a cabeza .- Ese sujeto estaba tan cerca tuyo que...

.- Temari... ¿Qué has hecho?... -. Pregunto con una voz muy baja el aún incrédulo pelirrojo que mantenía su mirada en la dirección en la que voló el cuerpo de Lee, que se encontraba unos metros más allá.

.- ¿Eh? -. Lo imitó con su cabeza para comprender mejor la reacción de su hermano. Al hacerlo, visualizó desde la distancia detalladamente al inconsciente chico que se mantenía debajo del árbol en que su cuerpo se estrelló. La rubia, con su mirada completamente clavada en el Shinobi, se dirigió a éste dando unos ligeros pasos, justo antes de que su increíble memoria lograra recordar de quien se trataba...

.- Oh mierda...

..........

 

.- ¡Gai Sensei! ¡Va muy rápido! -. Se escuchó de forma muy alejada de los oídos del mencionado el grito de una cansada Kunoichi quien iba al mismo nivel del también agotado Hyuga.

De repente el Sensei inesperadamente se detuvo en un árbol considerando las incontables quejas de Ten Ten, quien en realidad no se lo esperaba.

.- ¿Pasa algo?-. Preguntó Neji

.- La verdad tengo que considerar el esfuerzo que ustedes reflejaron en el combate de ayer. ¡Hacen que me enorgullezca tanto, chicos!-. De sus ojos empezaron a brotar fuertemente esas lágrimas de alegría y orgullo.

“¿Y a qué demonios se debe ese comportamiento?” Se preguntó la Kunoichi.

.- ¡Bien! ¡Está decidido! Descansaremos unos cuantos minutos antes de volver a partir, pues los apasionados de la juventud necesitan llenarse del combustible de la energía de vez en cuando. Yo me adelantaré brevemente para ver la seguridad del camino, volveré pronto-. Partió Gai. En realidad no iba exactamente a verificar el camino, si no a analizar un extraño objeto que logró ver a la distancia, dejando solos a los dos jóvenes Shinobis quienes se sentaron para relajar sus músculos.

.- ¿Desde cuando se toma la generosidad para darnos un descanso de capricho?-. Preguntó Ten Ten

.- Desde nunca. Estoy seguro que se fue por otro asunto. Y lo averiguaremos ahora mismo. ¡BYAKUGAN!

Esos blancos ojos que marcaban las venas en ambas partes laterales superiores del rostro del Hyuga y que daban una visión de tono blanco-negro, lograron ver a la distancia el lejano cuerpo de Gai en movimiento que al parecer se detuvo para analizar un objeto de apariencia inusual.

.- Creo que encontró algo. Si no me equivoco es un protector, pero no puedo ver a cual aldea pertenece.

.- Deberíamos ir -. Dijo la Kunoichi.

.- Vamos.

.....


“Esta placa. No puedo hacerme una idea de qué aldea será. Probablemente sea un pequeño grupo de bandidos”. Estaba Gai analizando dicho objeto cuando llegaron sus dos alumnos Neji y Ten Ten.

.- Gai Sens...

.- ¡Chicos! Esta placa seguramente pertenece a un peligroso grupo de bandidos que deben estar muy cerca-. Comentó señalando la placa.

.- Si lo que dice es verdad, deberemos darnos prisa al encuentro del Kazekage, él o Lee podrían estar en graves problemas.

.- ¡¡ES VERDAD!! ¡¡LEE!! -. Partió ferozmente Gai preocupado por su alumno favorito de quien no sabía nada nuevo de él, dejando nuevamente atrás a los Shinobis.

.- Rayos... Estoy cansada de quejarme por esa estupidez, vamos Neji.

Y partieron.


...........

.- Uh...


Gimió ligeramente por el dolor proveniente de su cabeza, la que estaba vendada en unos cuantos círculos en la altura de la frente y la parte trasera de su cráneo. Al despertar, hizo un pequeño esfuerzo para abrir sus pesados ojos que al principio le mostraban una borrosa e incomprensible visión de su alrededor que, luego de unos pestañeos, esta se fue aclarando para mostrarle un muy pequeño espacio oscuro y tibio, cuyas paredes parecían estar hechas de género o tela. Él se encontraba acostado en un suelo lleno de sabanas que se mantenían debajo de él y otras que tapaban todo su adolorido cuerpo, dándole ese calor que le hacía entender que no estaba en una mala situación. “¿Donde estoy? ¿Qué ha pasado?” Se preguntó.

.- Por fin despertaste -. Escuchó una voz fuertemente femenina de una rubia que extendía la pequeña separación de la entrada de la tienda, que mientras más ancha se hacía, más luz entraba al oscuro espacio, cegando su visión a causa de la fuerte brillantez del día. Entró seguida de un pelirrojo. Este último se ganó más atención por parte del moreno que la chica.

.- Ka-Kazeka... D-digo Gaara-kun... ¡Ah!-. Gimió nuevamente al sentir otro golpe de dolor de su cabeza, acompañado esta vez del de su columna vertebral cuando éste se incorporó.

.- ¡No te muevas tanto! -. Le dijo la tipa .- Ese golpe te dejo muy grave, deberías descansar.

.- Temari... -. Le señaló a Gaara a su hermana para que le dijera al moreno lo que había pasado, pues comprendía que ahora el peli negro debería estar muy confundido.

.- S-si. Oye, Lee ¿verdad? -. El mencionado asintió mirando fijamente a la rubia .- Quería disculparme por lo de antes. Te ataqué pensando que le hacías algo a Gaara y bueno, quedaste gravemente herido. ¡Lo siento mucho! -. Exclamó haciendo rápidamente una reverencia mientras apretaba sus ojos con fuerza.

Lee sonrió ante ese gesto. Comprendiendo que esa chica al igual que Gaara, había tenido un buen cambio también, pues el único recuerdo destacado que tenía de ella era el de los exámenes Chunin, cuando esta se enfrentó a su compañera Ten Ten a quien derrotó cruelmente, y si no hubiera sido suficiente, la humilló elevadamente también.

En ese momento se acordó de la razón de todo ese encuentro, el porque estaba allí, así que se incorporó muy despacio para evitar otro gran dolor, y empezó a hablar.

.- Por favor no te preocupes Temari-san. Ahora me gustaría comentarles el porqué estoy aquí.

.- Entiendo -. Dijo la rubia mientras le servía una taza de té verde al moreno -. Por favor. Te aliviará la jaqueca.

.- Muchas gracias -. Recibió sonriendo la tacita de té que quedó mirando fijamente para reflejar su demacrado rostro en el verde líquido.

.- Si no me equivoco, ustedes están aquí para ayudar en una investigación a la Aldea de la Hoja ¿verdad?. A mi equipo se nos encargó la tarea de entregarle al Kazekage un informe para que esté más al tanto de la situación, nada más que eso.

.- Ya veo -. Le habló por fin el pelirrojo -. ¿Pero donde está el resto? ¿Acaso le pasó algo a tu equipo?

.- No, nada de eso. En el lugar donde se llevaba a cabo la investigación se nos pidió cooperar con un entrenamiento que ayudaría a preparar a los ANBU para un posible enfrentamiento contra cualquier criatura de inmenso poder como la de ese supuesto pergamino de invocación. -. De repente le vino ese recuerdo del día de ayer .- Y... Pues entramos a la sala de entrenamiento para el combate y yo...

Mientras estas últimas palabras eran pronunciadas con un tono de voz cada vez más bajo, el peli negro iba agachando su rostro el cual había cambiado a uno melancólico y perdido en esos momentos recordados. A diferencia de Temari, quien estaba solamente concentrada en la historia, Gaara se dio cuenta de esa triste expresión.

.- ¿Tu... -. Le recordó el pelirrojo a Lee que aún no había terminado su relato.

.- Y-yo... A mí se me encargó adelantarme a este encuentro, pues la Hokage ordenó que deberíamos reafirmar la seguridad del Kazekage de vez en cuando... Jeje.- Lo dijo con un sospechoso tono de nerviosismo.


La verdad es que le daba una pesada vergüenza contar que en realidad se encontraba ahí por el simple hecho de dejarse llevar por sus impulsos que se alteraron al no poder ser útil de alguna manera y quedarse como un estorbo. Y para enmendar esto, fue por cuenta propia a inventarse una misión que siguió él mismo para terminar, sin querer, retrasando al Kazekage, sintiéndose un estorbo mucho mayor ahora que se daba cuenta, así que se le vino otra estúpida idea...

.- ¿Ah si? ¿Y donde está ese informe?-. Preguntó el pelirrojo.

.- Como aún no estaba listo cuando yo partí, no me lo pasaron. El resto de mi equipo que partió después de mi y que ahora debe estar en camino, seguramente lo tiene. De hecho... -. Dijo mientras le daba un último sorbo al caliente líquido al mismo tiempo en que se levantaba .- debería estar ahora mismo reuniéndome con ellos.

.- Espera ¡Espera! ¡ESPERA! ¿Cómo puedes siquiera pensarlo? ¡Tan sólo mírate! Apenas puedes moverte. -. Le dijo preocupada la rubia.
.- ¿Quién yo? ¡Sólo tengo el cuerpo muy acalambrado! -. Sonrió ya de pie mientras se dirigía a la salida con las miradas de los dos jóvenes de la Arena clavadas a él, quienes lo siguieron también.

Su cuerpo le dolía, eso era verdad, pero el sólo hecho de que el Kazekage se encontrara allí, inmóvil, sin poder dirigirse a su destino a causa de tener que cuidarlo a él era ya motivo suficiente para sentirse como un peso inútil esta vez entre ambas aldeas, así que no perdió el tiempo y comenzó a estirar sus adormiladas extremidades en medio del bosque, a unos pasos frente la tienda en la que salían Temari y Gaara, quienes se acercaban al chico que solamente aguantaba ese dolor que requería de muchas más horas de descanso que él obviamente omitió.

.- Quería agradecerles el tomarse la pesada molestia de cuidar de mí y disculparme por ello -. Trató de no disculparse demasiado, pues reflejaría que el único motivo del porqué se iba era para no estorbar más.

.- ¿En verdad estas seguro que puedes ir por tu propia cuenta? -. Dijo la rubia .- Después de todo yo fui quien te lastimó así que no nos molesta que...

.- ¡No hay problema! No fue tu culpa Temari-san. Estabas protegiendo al Kazekage después de todo. Además, yo me acerqué demasiado a Gaara-kun...

“Se está culpando demasiado” Pensó el pelirrojo.

.- Pero...

.- Bien, puedes irte -. Dijo Gaara.

.- ¡Gaara!

.- Se supone que volverás en un rato con tu equipo y el informe listo ¿no? -. Dijo al momento en que dirigía su arena a la tienda, mientras la dividía en delgados grupos que se encargaron hábil y cuidadosamente de desarmarla para ahorrar mejor el tiempo que habían gastado con Lee.

“Es hasta creativo con esa arena” Pensó el peli negro.Y luego contestó.

.- ¡Así lo haré! ¡Temari-san, Gaara-kun, una vez más gracias y nos vemos!


Partió finalmente, culpándose de aquella tremenda estupidez que provocó, la que retrasó horas del tiempo del Kazekage y pudo perfectamente haberla evitado si no fuera por su delicada sensibilidad que por el momento nadie más conoce, la que sin ella pudo, en vez de presentarse como un idiota al encuentro de Gaara, ir a buscar alguna otra tarea en la que sí pudo haber servido en el mismísimo centro de investigaciones.

Nuevamente se sentía como un grandísimo torpe. Se había alejado unos cuantos metros del lugar donde Temari y Gaara establecieron su mini campamento cuando empezó a sentir su respiración muy pesadamente agitada, a causa de lo presionado que se encontraba su pecho por el dolor de sus sentimientos que se dirigían a su frágil corazón. Simplemente no se podía perdonar. Cualquiera cree que Lee exageraría y le diría que todos cometemos errores, pero esto no puede ser considerado por una persona cuya vida se forjó a través del ambiente conformada por una sociedad que lo reprochaba tanto. Aquel dolor que se situaba en su pecho no tardó en afectar el resto de su cuerpo, debilitando sus piernas que ya de por sí estaban dolidas a causa del accidente anterior y que provocaron el desequilibrio del Shinobi que lo hizo caer de golpe al suelo.

No quería pararse, no porque no pudiera, simplemente no quería. Suspiró rendido mientras se incorporaba levemente para sentarse en el húmedo césped y levantar su triste cara al cielo, todo lo que su cansado cuello podía. Cerró los ojos, meditar un ratito no le haría nada mal, al contrario, calmaría su debilitado corazón y él estaba seguro que era la forma de hacerlo, pues ya estaba acostumbrado.

En medio de su efímera paz, logró escuchar en la dirección en que él se dirigía, el típico movimiento de los Ninjas que van de árbol en árbol. Se le vino a la cabeza que podría tratarse de su equipo, Gai, Ten Ten y Neji.

Pero se había equivocado...

.- Miren lo que tenemos aquí... -. Dijo un desconocido de muy mala pinta, con un protector en la cabeza idéntico a la que había encontrado Gai. .- Un Shinobi, y al parecer es de la Aldea de la Hoja -. Dijo mientras sacaba un peligroso y oxidado sable de forma amenazante. Al momento, se acercaron cinco tipos más de la misma macabra apariencia y con el mismo protector.

Uno esperaría a que Lee simplemente aceptara aquel desafío y se moviera enérgicamente en su posición de combate, pero ahora mismo no había ni siquiera cambiado su inexpresivo rostro. Es más, lo primero que pensó fue:

“¿Tenían que pillarme en este momento?”

........

 

.- Neji, según calculo yo, tuvimos que habernos encontrado con el Kazekage desde que pasamos el río y eso fue hace horas. Me temo el peor de los casos, así que por favor usa tu Byakugan a ver si encuentras algo -. Dijo Gai a su alumno quienes, junto a Ten Ten, iban lo más veloces posibles, preocupados por algún posible problema causante del retraso de Gaara. Y preocupados también por su ausente compañero.

.- Entendido, ¡BYAKUGAN! -. A lo lejos vio seis cuerpos, cada uno parados en un respectivo árbol. Parecía que su intención era acorralar un séptimo sujeto que vio al último el que, a diferencia de los otros, este se encontraba en el suelo, en una posición como de resignación. Al analizarlo mejor, pudo reconocer de quien se trataba...

.- ¡LEE!

.......


“No me queda otra” Pensó molesto el genio del Taijutsu mientras se incorporaba lentamente, tomándose su tiempo sin siquiera molestarse en saber las intenciones de esos sujetos, cosa que molestó bastante al que hablo primero, que parecía ser el líder.


.- Je, te ves muy confiado ¿eh mocoso? -. Amenazó esta vez en una posición de ataque .- ¡Ustedes! ¡Dense prisa inútiles!

Al gritar esto último el rostro de Lee había finalmente sido ligeramente cambiado por uno de duda. “¿Acaso hay más de estos tipos?” pensó y su respuesta fue dada cuando aparecieron unos ¿cinco? ¿Diez?. No, eran quince sujetos nuevos que en total resultaban ser unos veintiuno. Una cantidad peligrosamente exagerada.

.- Oh no...

.- No te preocupes niñito, tus pertenencias serán nuestras y si no te resistes, tu muerte será rápida... -. Dijo sonriente el escuálido sujeto mientras se preparaba para arremeter hacia el Shinobi con cinco tipos más imitándolo.

 


........

.- Esto es malo -. Dijo el portador del Byakugan .- Por lo que veo aparecieron más de esos sujetos que están acorralando a Lee y son demasiados...

.- Mierda... -. Dijo Gai quien apresuró el paso de una forma nunca antes vista, ni siquiera por sus alumnos que esta vez iban a la velocidad que mejor podían alcanzar.

......


.- ¿En verdad estará bien? Cuando se marchó vi que seguía tambaleándose un poco -. Dijo una rubia dando unos tranquilos pasos en el camino junto a un pelirrojo.

.- Lo está. Él es el tipo de persona que no se deja derrotar por simples dolores físicos...

“Aunque... ¿Serán solamente físicos?” Pensó.

De repente, a Gaara se le vino ese recuerdo de los exámenes Chunin, cuando Lee reflejaba perfectamente lo mucho que anhelaba la victoria, dando un combate en que arriesgó su propia vida para intentar salir ganador. Después recordó la lucha contra Kimimaro, donde lo vio muy malherido, analizando su brazo y pierna que había destrozado tiempo atrás, los que ya habían sanado y se veían muy mal en ese momento. Aún así el moreno quería seguir luchando contra el peli blanco, cosa que Gaara por obvias razones no le permitió. Ahora que se daba cuenta, Lee era la persona más rara que Gaara hubiese conocido, pero ¿era algo malo?, una persona que lucha por sus objetivos como si no tuviera ningún límite en hacerlo, con muchos inconvenientes en su camino ¿merece ser llamado solamente como un “raro”?

“Ahora que lo pienso, de verdad es alguien sorprendente” Pensó el Kazekage...

De repente un ruido muy lejano lo sacó de su ensimismamiento al igual que a su hermana.

.- ¿Qué demonios fue eso?

.......


.- ¡Cambiarás esa cara cuando mi hoja la rebane en pedazos, niñito! -. Fue lo que dijo el tipo antes de lanzarse, junto a los otros cinco que estaban también al acecho, sobre Lee.


“No me queda otra”

-. ¡¡KONOHA SENPOU!!

Y esa patada fue más que suficiente para barrer a seis sujetos que no tenían ni idea de con quien se estaban metiendo, dándole a entender a todo el gran grupo que no era una simple víctima indefensa y solitaria en medio del bosque.

.- ¡Lee! ¡Por fin te encontramos! -. Dijo una muy familiar voz femenina, la de Ten Ten, quien se había detenido junto al resto del equipo.

.- Chicos... -. Pronunció perplejo el peli negro.

.- ¡Muchachos! ¡Vamos a enseñarles a estos bandidos de qué están hechos los Shinobis de Konoha! -. Dijo furioso Gai, dispuesto a ayudar a Lee .- ¡¡¡ADELANTE!!!

.- ¡Entendido! -. Dijeron Neji y Ten Ten quienes, junto al Sensei y después Lee, iban masacrando uno por uno a los sujetos que no tenían ni oportunidad alguna contra el equipo Gai. Lee en un momento se detuvo para contemplar las impresionantes habilidades de su equipo.

Sonrió. Después de todo ellos habían ido a ayudarlo a él en vez de seguir con la misión del encuentro con el Kazekage. Al fin y al cabo no estaba solo.


Pero en su distracción algo pasó. Vio cómo su compañera era acorralada de una forma preocupante mientras Neji y Gai estaban peleando contra los hábiles bandidos de una forma muy concentrada, después de todo no eran nada débiles y eran varios.

.- ¡Ha llegado tu fin mocosa!


La Kunoichi no sabía qué hacer, su pergamino principal se le había sido arrebatado sin que se diera cuenta mientras contaba ahora mismo con un insignificante Kunai. No tenía más armas y a medida que retrocedía más se acercaba a un tronco de un árbol que limitaba totalmente su ruta de escape. Cuando chocó, vio que unos cuatro sujetos se acercaban amenazantes a ella con unas afiladas hojas y sables.

.- ¡¡TEN TEN!!

.- ¡Hasta aquí has llegado! -. Dijo uno de ellos lanzándose contra la Kunoichi.

.- ¡¡AAAHHHH!! -. Fue el grito de dolor que no pudo reprimir cuando sintió el frío acero adentrándose en el interior de la parte superior de su brazo, mientras cerraba fuertemente los ojos intentando ignorar el abundante dolor que no le dejaba concentrarse bien en aquel enfrentamiento.

.
.
.

.- L-Lee... -. Dijo Ten Ten casi sin voz mientras veía los riachuelos de sangre de su compañero que se originaban en la piel donde aún descansaba la hoja que abría ligeramente esa herida. Lee había llegado a tiempo. La abundante sangre que manchaba su verde traje y a la incómoda hoja afilada, caía a los húmedos brotes de césped, marcando la hazaña del Shinobi del Taijutsu.

.- ¡Sabandija entrometida! ¡Ven acá! -. Dijo el responsable de la herida de Lee quien lo agarró y acercó hacia el grupo de bandidos mientras le daba otra profunda apuñalada, esta vez, en el muslo interno del chico, arrancándole el grito más desgarrador que él recuerde haber soltado.

.- ¡¡¡LEEEE!!!

.- Ahora, si quieren a este insecto con ustedes.... -. Dijo el sujeto que aún tenía sujetado a Lee, quien estaba totalmente debilitado, expuesto e incapaz. Intentaba forcejear para librarse pero su fuerza había disminuido lo suficiente para no poder lograrlo, viéndose obligado a parar, pues sus heridas se abrían cada vez más con cualquier mínimo movimiento... .- ¡Tendrán que venir por él! ¡Muchachos! ¡Retirada! -. Y fue lo último que dijo antes de desaparecer, junto a sus seguidores, en una nube de humo, llevándose a Lee con ellos.

-. ..... .- Ten Ten se encontraba perpleja, con sus rodillas clavándose al suelo, sin poder creer lo que acababa de pasar.

-. ¡Ten Ten! .- La llamo el Hyuga acercándose a ella mientras lo mismo hacia el Sensei. -. ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? ¿Donde está Lee?

-. L-Lee.... .- Dijo aún sin voz -. ¡Lee! ¡LEE! ¡Se lo llevaron Neji! -. Sollozó .- ¡Se lo llevaron y fue por mi culpa! -. Dijo llorando fuertemente mientras se dejaba caer al suelo con sus manos agarrando el césped hasta el punto de arrancarlo. Con la vista del Hyuga y Gai clavadas en ella sin poder creer lo que acababa de decir.


De repente se voltearon bruscamente al sentir el sonido de otros sujetos.

“¿Ahora qué?” Pensaron, pero sus dudas fueron aclaradas cuando vieron de quienes se trataban.

-. Así que eran ustedes los que estaban provocando ese alboroto -. Dijo un pelirrojo acompañado de una rubia portadora de un gran abanico.

-. Kazekage-sama... .- Pronunció Gai.

El mencionado había notado algo inusual. Sentía que algo, o mejor dicho alguien faltaba. De pronto vio a la Kunoichi de estilo chino tendida en el suelo llorando sin levantar su rostro que se encontraba mirando abajo, dando pequeños espasmos. Al analizarla un rato notó que a pocos metros de ella habían en el suelo unas sospechosas manchas de sangre.
Al notar esto, su inexpresivo rostro fue ligeramente cambiado por uno más preocupado, con sus delineados ojos aguamarina más abiertos que de costumbre, pues se estaba temiendo lo peor.

-. ¿Donde... está.. Lee? -. Preguntó lentamente el Kazekage con su rostro ligeramente alterado..

-. Se lo llevaron .- Le contestó el Hyuga mirándolo con recelo. Nunca le agradó Gaara y que este preguntara por su compañero, sobretodo llamándolo por su nombre, lo hizo sospechar más -. Lo hicieron después de que él salvara la vida de Ten Ten. Ahora no sabemos ni donde está .- Le dijo Neji.

-. ¿Qué has... dicho? .- Preguntó con una sorprendida cara que en su vida pocas veces había puesto. -. ¿En qué dirección se fueron?

-. Se fueron antes de cegarnos la visión con una nube de humo, ya te dije que no tenemos ni idea de donde pueden estar -. Le dijo Neji de una forma muy antipática, lo que llamó la atención de los presentes.

-. Mierda... .- Pronunció el pelirrojo mientras marchaba hacia un lugar aleatorio para rescatar al moreno, tomando por sorpresa a todos, incluyendo a su hermana.

-. ¡¡Gaara!! ¿¡Qué pretendes hacer!? .- Le exigió saber su hermana mayor mientras esta intentaba alcanzarlo para que le respondiera.

-. Temari, ahora mismo tenemos que ayudar a un Shinobi de Konoha, date prisa y busca en otra dirección -. Le dijo Gaara sorprendiendo aún más a Temari.

-. Pero Gaara...

-. ¿¡No escuchaste!? ¡Deja de preocuparte por mí! ¡Ahora vete! .- Le dijo bruscamente el pelirrojo mientras se adelantaba dejando atrás a su perpleja hermana detenida quien muy rara vez lo había visto reaccionar así.

Luego de pensárselo bien, se dirigió hacia donde se habían encontrado con el equipo Gai.

-. ¿¡Y ustedes!? .- Les gritó furiosa la rubia al equipo aún inmóvil .- ¿¡Acaso van a dejar que los de la Arena, que el Kazekage, haga el trabajo que ustedes deben hacer!? ¡Si tienen algo de dignidad y autovaloración, pues busquen al tipo que se les perdió en vez de dejar que una aldea ajena lo haga! -. Gritó antes de partir en una dirección distinta de la que tomó Gaara, dejando perplejo al equipo, cuyo Sensei, incorporándose rápidamente habló.

-. Neji, tu cuida de Ten Ten.

-. Pero...

-. Ustedes no están en condiciones de seguir. Si quieren ayudar, mejor dejen que las llamas de su juventud descansen un poco. .- Dijo Gai antes de partir en otra dirección distinta en busca de su desaparecido alumno.

.........

-. ¡Ah! .- Gritó al darse un fuerte golpe en la mejilla cuando cayó en el duro suelo sin poder evitarlo por el empujón que el desconocido le dio. Sus brazos y piernas estaban amarradas, las pesas que siempre llevaba puestas debajo de sus naranjos calentadores no estaban. Aquel lugar era de temerse, parecía una especie de caverna abandonada, cuyas rocosas paredes estaban iluminadas por unas antorchas y estaban llenas de banderas con un mismo símbolo, armas por allí y por aquí y unas cuantas manchas de sangre por ciertos lados. Sintió un gran peso en su columna y notó que el mismo sujeto que le causó sus graves heridas estaba sentado encima suyo mirándole con superioridad.

-. Esto es lo que pasa cuando intentas hacerte el bueno .- Le dijo de forma burlona

-. ...... .- Lee simplemente lo ignoró. Físicamente se encontraba fatal, sus recientes heridas aún no cicatrizaban y había perdido una preocupante gran cantidad de sangre. Y más encima tenía a ese criminal aplastando su espalda.

-. Ahora esperaremos a tus amiguitos, seguramente tendrán algo bueno que ofrecer a cambio de tu inútil existencia. Si no llegan al anochecer, serás historia.

“Inútil existencia” se repitió en su mente.

Otra vez no le quedaba de otra que esperar alguna ayuda, de nuevo.... De nuevo iba a provocar que los demás se tomaran la molestia de ayudarlo, de nuevo iba a quitar minutos y minutos del tiempo de la vida de los demás por culpa de él. Y no pudo soportarlo más...

El sujeto que se encontraba encima de Lee escuchó un inesperado sollozo junto a un espasmo proveniente del adolescente que estaba debajo de él. Inclinó la vista para ver el sucio rostro lleno de incontenibles lágrimas del muchacho, que no pudo evitar aquel silencioso llanto mientras su faz se clavaba en el rocoso suelo lleno de tierra.

-. Je... -. Sonrió el tipo. Por alguna razón le causaba gracia verlo en ese estado así que se animó a molestar al Shinobi...

 

.......


“Se lo llevaron. Lo hicieron después de que él salvara la vida de Ten Ten”

Esas palabras retumbaban una y otra vez en la cabeza del pelirrojo, quien se dirigía preocupado al rescate de Lee. ¿En verdad estaría desaparecido por salvarle la vida a esa chica? ¿En verdad estaba dispuesto a hacer algo así?. De pronto recordó el enfrentamiento contra Naruto, muchos años atrás, cuando Shukaku lo había poseído por completo, en la invasión a la Aldea de la Hoja. Ese rubio le hizo saber lo mucho que significaban las personas que uno ama, hasta el punto de pelear con la vida por ellas, sin importar el costo. Y Rock Lee, ese extraño sujeto, lo acababa de hacer trayendo como consecuencia su desaparición con una incierta idea de lo que podría pasarle.... O tal vez... ¿Ya le pasó?

¡NO! No quizo aferrarse a ese posible hecho. Lee estaba con vida y con vida lo rescataría, así que apresuró aún más el paso.

Momentos después, vio una inusual iluminación a lo lejos proveniente de una cueva.

-. Tiene que estar ahí .- Se dijo el Kazekage.

......


-. ¿¡Qué pasa niñito!?.- Le dijo burlonamente el tipo mientras le agarraba la cabeza de sus oscuros mechones de pelo y lo hacía golpear con sus mejillas el suelo, una y otra vez, ensuciando aún más su rostro que estaba totalmente húmedo a causa de sus incontables lágrimas que seguían saliendo de sus ojos, el joven Ninja seguía llorando resignadamente.

-. ¿Acaso tu mamá olvidó cambiarte los pañales eh llorón? .- Dijo el asqueroso bandido sujetando con más fuerza los cabellos de Lee mientras reía maliciosamente.

De pronto escuchó unos desgarradores gritos provenientes de afuera que hizo al sujeto alertarse, por lo que se separó del cuerpo del Shinobi, dejándolo por fin libre de ese incomodo peso, lo que provocó un suspiro por parte él, quien alzaba con mucho esfuerzo su vista para intentar ver qué ocurría.


-. ¿¡Qué mierd.... .- Dijo el sujeto al ver una inusual arena proveniente del suelo moviéndose, acorralándolo mientras giraba cada vez más rápido y con más arena. Esta aumentaba hasta el punto de crear toda una barrera alrededor de él que poco a poco lo dejaba sin salida, apenas pudo ver el rostro de un pelirrojo cuyos ojos aguamarina, junto con su fruncido ceño, que reflejaban la furia que sentía y quería soltar contra aquel infeliz. Veía con dificultad como ese aterrador sujeto se acercaba lentamente a él mientras la arena comenzaba a llegar a su rostro y pudo leer en los labios del pelirrojo unas palabras que no comprendió hasta que....

-. Sabaku kyuu...

Lo que se escuchó después fue un desgarrador grito seguido de unos múltiples y fuertes crujidos de huesos al tronar. Después, de aquella arena se estaban originando unas manchas rojas en su ahora deformada figura a causa de los huesos del sujeto que se salieron macabramente de su lugar.

Aquella escena fue presenciada por el aterrado Lee, cuyos llorosos ojos parecían que se saldrían de su lugar. Cuando notó la mirada del pelirrojo posada en él, no pudo hacer otra cosa que asustarse aún más mientras el Kazekage daba suaves pasos hacia este, cambiado su aterrador rostro a uno más inexpresivo, aunque casi amigable.

De pronto esa faz de Gaara cambió de nuevo, esta vez notoriamente al ver mejor al Shinobi de Konoha, pues este, si bien se encontraba realmente malherido, su rostro estaba repleto de riachuelos de... lágrimas. ¿Él...

Estaba llorando?


Se acercó lo suficiente para arrodillarse hacia el expuesto cuerpo de Lee para mirarlo mejor. Ambos se veían cara a cara, ambos con sus rostros tranquilamente sorprendidos, ambos... perdiéndose entre los ojos del otro.

No supo ni porqué ni cómo, pero una de las manos del Kazekage se levantó sin su consentimiento hasta la cabeza del peli negro para acariciarlo tierna y lentamente, revolviendo sus oscuros y suaves mechones de pelo mientras sus miradas seguían clavadas entre ellos. Gaara no se dio cuenta de lo mucho que le conmovía ver ese rostro lleno de lágrimas, que le hacía ver que esas mejillas necesitaban múltiples de suaves roces de dedos para limpiarle esas lágrimas que reflejaban lo destrozado que estaba por dentro.

¿Por qué lo hacía? No tenía idea pero, disfrutaba la suavidad del cabello de ese chico, que estaba ya sucio debido a los agarres por parte de ese asqueroso tipejo, y ahora mismo lo estaba purificando con sus pacientes caricias que al parecer el otro disfrutaba. Y lo hizo notar cuando sus sorprendidos ojos negros empezaron a tranquilizarse, hasta cerrarlos, dejándose llevar por ese contacto que lo relajaba tanto, ese contacto que le hacia olvidar sus problemas, incluso olvidar el porqué estaba llorando hace unos minutos.

Pero ese momento acabó cuando Gaara volvió a pisar tierra, deteniendo los movimientos de su mano en la cabeza de Lee, el que abrió rápidamente sus ojos, dudando también de lo que acababa que pasar.

-. No te preocupes .- Le dijo el pelirrojo con su normal e inexpresiva voz de siempre -. Te sacaré de aquí .- Dijo antes de levantarse para desamarrar los nudos que mantenían al genio del Taijutsu incapaz de moverse, quien aún se preguntaba el porqué y cómo había ocurrido aquello. Y de lo único que estaba seguro, era que lo había disfrutado, esos efímeros roces lo habían calmado ilógicamente y no sabía porqué.

Al desamarrar el último nudo de esas gastadas sogas, sintió libre sus manos, las cuales movió un poco para verificar si el pelirrojo las había ya terminado de liberar. Intentó incorporarse pero Gaara no se lo permitió al colocarle una mano en el hombro, cosa que lo hizo extrañamente sonrojarse de forma leve y nuevamente sin saber porqué.

-. Esta vez no dejaré que te muevas .- Dijo Gaara mientras sacaba de uno de sus pequeños bolsos unas vendas sin usar que llevaba con él probablemente como uso de primeros auxilios. Dirigió sus manos hacia la herida del brazo de Lee para vendarla cuidadosamente. Hubiese querido limpiarle las manchas rojas en la piel del muchacho pero en esa situación no podía hacer más que vendarlo. Al terminar, prosiguió con el muslo interno del chico, que parecía mucho mas grave.

“Por suerte esa apuñalada no llegó a afectarle la aorta femoral” Se percató en su revisión para después empezar a vendar esa herida.

-. Gracias... .- Habló por fin de una forma suave el moreno, con una debilitada y desgarrada voz que nunca creyó que podría tener.

-. .... .-

-. Gracias por salvarme, Gaara-kun... Y-yo....

-. Ni lo digas, tu aldea y la mía son aliadas, es normal que...

-. ¡Aquí están! .- Los interrumpió una familiar voz masculina. Era Neji, quien visualizó mejor aquella escena y sin dudarlo, se acercó molesto hacia el Kazekage y el herido Lee sin esperar a que llegara el resto de su equipo y la rubia de la Arena.

-. Por fin te encontramos, Lee .- le sonrío suavemente Neji intentando evitar a Gaara, quien notó este hecho, pero sólo lo ignoró lo suficiente para que este no interrumpiera su operación.

-. ¡Lee! .- Se acercaron Gai y una alterada Ten Ten. Después apareció Temari que era la única preocupada por Gaara.

-. ¡IDIOTA! .- Le gritó llorando la Kunoichi de Konoha que se arrodilló rápidamente en el suelo para verlo mejor -. ¿¡Porqué lo hiciste!? ¡Cuando te recuperes te mataré! ¿¡Me oíste!?

Lee sólo sonrió, mientras miraba a la desconsolada Ten Ten. No se sentía solo, para nada, aunque aún le pesaba el hecho de que todos esos personajes se encontrarán ahí sólo por él. Su sonrisa fue efímera al considerar esa verdad.

-. Hay que irnos, seguramente llegaremos antes de la noche a Konoha .- Dijo Gai.

 

 


Continuará....

 

 

 

Notas finales:

Jejeje me odian ¿no? El cómo hice sufrir al pobre Lee no tiene perdón T-T No se preocupen que me castigo yo solita.

 

Si se han fijado, eh agregado un detalle que indica el cambio de escena, el "......" (que en anterior capitulo no utilicé, por ejemplo en esa vez cuando Temari le dice a Gaara que lo acompañará a Konoha, cuando Kankuro empieza a hablar estaban ya en las puertas de Suna, cosa que no hice notar y me disculpo por ello)

Bueno espero que el cap le haya encantando y si es posible por favor dejen Reviews que me señalaban si seguir continuando ^^!!

Por cierto, sé que el GaaLee va lento pero ahora que el Kazekage estará en Konoha, les prometo un sinfín de drama, romance y demás. e.e

Eso pues, nos vemos en el siguiente cap... Bendiciones y nus vemus!! n.n/


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