Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

MIAU por Liss83

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Como lo prometi. Aqui esta el final. Ojaĺa sea de su agrado. Porfavor lean la nota al final de la historia

 

Seis hombres desnudos entraron en fila y se pararon frente a ellos, uno al lado del otro hombro con hombro y las piernas separadas. Arthur quiso retroceder pero estaba bien sujeto        - No me obligues a lastimarte. No quiero hacerlo, hermoso – obligaron a Arthur a caminar hasta pararse frente al primer hombre – lame lentamente la punta misma del miembro. Bien. Ahora solo la punta entre tus labios. ¡No se te ocurra morderlo porque te castigo! – se adelanto el hombre a los pensamientos de Arthur por lo que no le  quedo mas remedio que obedecer – eso. Ve subiendo despacio. Cierra los ojos para que te concentres mas. Eso - ¡Dios! – dijo el hombre al que le estaba haciendo el sexo – ¡me esta torturando! - Aguanta un poco mas – ordeno el cuidador - ¡No puedo! – grito y de las comisuras de la boca de Arthur escurrió un liquido lechoso por lo que se ahogo y se alejo del hombre tosiendo y llorando - ¡No lo escupas! ¡No lo escupas! – ordeno el hombre pero era demasiado tarde, ya lo había hecho – tienes que tragártelo mientras ronroneas – ordeno el hombre – vamos el siguiente – y lo arrastro hasta quedar frente al segundo hombre – recuerda tienes que tragártelo todo, no comerás nada mas hasta nueva orden       Entre llantos silenciosos Arthur obedeció, pero cuando iba por el quinto hombre sintió como algo intentaba entrar en su ano lentamente, y no evito ronronear. Sabia que era eso lo que debía hacer para menguar su castigo        - Muy bien – dijo su cuidador cuando termino con el ultimo y los hombres se retiraron en silencio – mereces un premio. Un cascabel en tu collar – dijo colocándoselo – te vez mas hermoso aún. Vas a dejar deslumbrado a tu dueño – Arthur se quejaba sentado tratando de restregar su miembro contra el suelo - No hagas eso – dijo el hombre sentándose en él suelo con las piernas cruzadas – ven aquí precioso – Arthur se acostó en su regazo boca abajo, pero él lo giro dejándolo boca arriba – acuérdate que los gatitos lindos como tú no hablan, ronronean        Despacio empezó a acariciarle la entrepierna, pero no hizo falta mucho para que el pelirrojo se estremeciera. A la orden de su cuidador esparció su semilla en la mano del hombre. Busco refugio en el pecho varonil. Este le beso la frente y le acerco a la boca su mano para que la lamiera hasta no dejar rastro.       - Esta será tu cena cada noche – concluyó –. Ya veras que en una semana tu piel mejora considerablemente. Mañana me lo harás también a mi.       Y así fue como el tiempo transcurrió con la misma rutina. Hasta que una noche una caricia sobre su muslo lo despertó       - Hola suegrito – le susurró una voz – este lo miro sorprendido – o debo decir “mi linda gatita” – Arthur iba a gritar algo pero la mirada lujuriosa de Marcus lo detuvo. Una mano lo recorrió entero – tranquilo. hasta ahora lo haz hecho maravillosamente – Arthur se quejo aunque no pudo evitar un estremecimiento cuando lo  masturbo y le pareció una eternidad antes de recibir la orden para liberarse y lamer la mano –. Gírate – fue la orden que obedeció al instante. Sintió como le quitaban el pluying para masturbarlo manualmente mientras él ronroneaba. Sintió el aire colarse a su interior       - Maravilloso – susurro Marcus – si no fueras un negocio te mostraría que es un hombre – le susurro mientas lo masturbaba nuevamente  - Arthur ¿tienes hambre? – dijo su instructor dulcemente mientras le acariciaba el rostro y este se sonrojo ronroneando - ¿quieres que el señor Flint te alimente? – Arthur volvió a ronronear  - ¿Quién soy yo para dejar a alguien con hambre? – dijo Marcus sonriendo con malicia mientras se bajaba los pantalones - Come pequeño – dijo el instructor con voz aterciopelada – come. Muéstrale al señor que eres una gatita muy tierna pero traviesa       Arthur empieza a lamer los muslos, la entrepierna, encima de la base de su miembro, bajo hasta llegar a la punta de este, que lamió lentamente y poco a poco se metió completamente en la boca. Hizo que su lengua jugara con él haciéndolo crecer hasta que prácticamente no cabía en su boca. Lo torturo con pequeñas mordidas que solo excitaban mas. Sin mas aviso que un grito de placer, Marcus lleno la boca de su suegro con su semilla, que este se trago sin pensar       - ¡Eso fue…! – susurro Marcus con la voz entrecortada - Una pequeñísima parte de lo que es capaz – dijo su cuidador mientras le acariciaba el cabello del pelirrojo cuando se restregó contra su pierna – bien hecho. Esa es mi gatita hermosa - Llévalo a descansar. Quiero que mañana le tomen las fotos – dijo Marcus sonriendo mientras se arreglaba los pantalones –, estamos a punto de cerrar este trato – y salió del lugar       En la soledad de su habitación, Arthur lloro toda la noche en silencio. ¿Es que ese infierno no terminaría nunca? Al día siguiente, lo bañaron y lo vistieron con ropa de colegiala. Pero lejos de verse ridículo, le daba un aire inocente. Lo perfumaron y le colocaron su ya inseparable plug en forma de cola de gato Van Turco, muy esponjosa y un par de orejas, ambas de color rojiza. Lo llevaron en brazos hasta la caja donde estaban sus estambres de lana, donde se puso a jugar con estos mientras lo fotografiaban en todas las posiciones posibles. Incrustado en la pared, a la altura de donde quedaba su boca, había el simulador de un pene, donde también le tomaron fotografía a su rostro mientras jugaba con él, lamiéndolo mordisqueándolo. Lo hicieron girarse y le tomaron fotos simulando penetrarse con él, en especial a su rostro haciendo énfasis en su expresión de placer, aunque para lograrlo, su cuidador lo masturbo lo mas lento posible, como si su único propósito fuese torturarlo. Arthur tenia los ojos cerrados dejándose llevar por el placer que recorría su cuerpo, que aumento cuando recibió la orden de liberarse. A continuación le tomaron fotografías de él limpiando el desastre que había hecho en la mano del hombre, restregándose en su pierna, estirando sus brazos al tiempo que levantaba su trasero lo mas posible como si estuviese listo para el acto sexual y colocando la cara mas inocente que podía.       La sesión duro prácticamente toda el día y solo pararon una hora, cuándo seis hombres desnudos entraron y se colocaron en fila. Arthur no necesito ninguna orden, era obvio que la hora de su almuerzo había llegado. A medida que él cumplía con su obligación los hombres lanzaban gritos de placer, mientras la cola de Arthur no dejaba de moverse ni un instante       Las fotografías fueron todo un éxito. Normalmente, una de sus “mascotas de compañía” demoraban entre diez y quince días para cerrar un buen trato que oscilaba entre cien y doscientos mil dólares, y los postores tardaban entre dos y tres en hacer una contrapropuesta En cambio, A los veinte minutos de haberlas subido a su pagina, Marcus ya había recibido al menos cincuenta propuesta para comprar a “Gatita Golosa” que variaban entre quinientos mil y dos millones de dólares. Antes de la media noche eran noventa quienes pujaban por él e iban por cinco millones. Marcus sonreía maliciosamente cuando decidió ir a descansar, ya había decidido que al día siguiente la cerraría. No creía que fueran a mejorar la propuesta del petrolero de los Emiratos Árabes. Sin embargo antes de cerrar su computador le llego un mensaje simple:       - Si lo recojo hoy mismo te daré cien millones - Es tuyo – tecleo en respuesta Marcus.  - Mi avión llegara en media hora       En cuanto leyó eso, mando traer a su suegro, quien ya estaba dormido. El cliente había especificado que lo quería desnudo completamente, a excepción de la cola, orejas y joyas que mandaría, por lo que así lo tendría.       Cuando Arthur llego al despacho, lo miraba molesto. No entendía la urgencia de mandar llamarlo a las dos de la mañana. Había aprendido que mientras mas dormía su piel se embellecía mas. Lo habían bañado a esa hora, lo perfumaron y le pusieron su cola. Se asusto cuando pasaron una larga cadena de oro por la argolla de su colar, enredaron sus brazos y piernas por delante, dejándolo como si fuera una res maneada Lo llevaron alzado hasta la oficina de Marcus, que bebía sentado detrás de su escritorio. Este hizo un gesto y lo dejaron sentado en sus piernas       - Mi gatita, te tengo noticias – le susurro al oído – ya casi acaba el año de nuestro trato y es hora de hablar claro. Antes quiero que veas algo       Tomo el control de la televisión y la prendió. Al instante aparecieron rostros sonrientes, rostros radiantes       - Ya cállense – ordeno Molly a toda la familia – Arthur no sabemos donde estas, pero ya no importa. Tal como lo dijiste nuestras cuentas bancarias están en su mejor momento. Hoy llego el extracto del banco que avala que transfirieron diez millones de dólares, tal como lo dijo Marcus. Muchas gracias. También, y tal como me lo pediste en la carta que me enviaste, te devuelvo los papeles del divorcio, ya firmados. Te deseo lo mejor en la vida y entiendo, al igual que nuestra familia, tu deseo de no volver a tener ningún tipo de contacto – concluyo sonriendo - Adiós. Hasta nunca. No te preocupes por nada. Somos felices sin ti. Pero con diez millones – decían sus hijos sonriendo”       - ¿Qué… es… eso? – susurro el pelirrojo con lagrimas en los ojos - Hace un rato, hubo una subasta – dijo Marcus besándole el cuello – ¿adivinas que se vendió? – Arthur apretó los ojos intentando que sus lagrimas no cayesen – exacto mi sexi gatita. El derecho a ser dueño de esta colita hermosa – le susurro acariciándosela – y hacerte maullar día y noche. Desde hoy tienes un dueño, y te sugiero obedecerlo si no quieres pasarla mal. El quiere una gatita mimosa y la obtendrá sin importar como. Nosotros te enseñamos como, si ignoras todo eso, te aseguro que sufrirás mucho y de igual manera terminaras rindiéndote frente a tu dueño. Bueno, ahora ve, para ver que tan lindo ronroneas con un hombre adentro. Suerte y… hasta nunca suegrito       Arthur sintió un pinchazo en su glúteo izquierdo y minutos después el sueño lo venció. No fue consiente de las caricias y besos que recibió, ni la reacción que provocó en el otro cuerpo. O cuando le colocaron una fina bincha en la cabeza con dos orejas de gato unida al bozal que le mantenía la boca fuertemente cerrada y que conbinaban con su cola, para colocarlo luego en una caja de madera. Oficialmente Arthur Weasley había muerto       ***FIN DEL FLASHBACK***       Se levanto y estiro sus extremidades como si en verdad fuese un gato. Ya nada de eso importaba. Era otra vida, no la suya. Miro por la ventana y bostezo sin preocuparse por cubrirse la boca. Se acerco a su plato y bebió leche mientras meneaba suavemente su cola como si en verdad se tratase de un animal. Hacia horas que había amanecido. Seguramente su dueño, Alexander Fleming, ya había terminado su reunión. Lentamente salió de su recamara y se dirigió a la de su amo, se paro sobre sus rodillas y apoyándose en la puerta la abrió. Lentamente, casi con pereza, entró. Subió a la cama y empezó a lamerle la cara       - Buen día – dijo Alexander sonriendo mientras lo abrazaba contra su pecho – mi traviesa. ¿Descansaste? – Arthur ronroneo – yo también. Fue una noche intensa. Anoche me hiciste ver el cielo – le susurro al oído mientras le acariciaba la entrepierna, lo que provocó que Arthur ronronease nuevamente con los ojos cerrados. – Ya veo que no fui el único. Me parece ¿o te consienten más de lo debido? – Arthur se vino en la mano de su amo para después lamérsela a conciencia – ¡Dios, eres la mejor! – en un arranque de euforia lo tomo de la cintura y lo arrastró hasta dejarlo bajo su cuerpo, sin llegar a aplastarlo – pero ahora necesito hablar contigo, Arthur Weasley – este quedó inmóvil mirándolo fijamente – ¿creíste que no lo sabia? – el nerviosismo del pelirrojo aumento – un hombre de negocios. Casado. Siete hijos. Seis hombres, una mujer, la menor, que es novia de Harry Potter, aunque los padres de este no están de acuerdo con la relación. Quizás por la delicada situación económica que atravesaba hasta hace un año, en el que de la noche a la mañana esta repunto, aunque la prensa habla sobre tu misteriosa aparición, tu familia se limito a decir que habías decidido  alejarte de los negocios familiares. – Arthur cerro los ojos conteniendo las lagrimas y giro el rostro hacia aun lado – casaste a tus hijos mayores por conveniencia, en especial a Percy, que es fértil - ¡Basta! – dijo zafándose del agarre y poniéndose de pie – no siga, amo. Yo ya no soy Arthur Weasley. Él murió hace mucho. Yo soy una mascota con la que…. - No lo digas – exigió Alexander y se puso de pie dejando en claro la diferencia de tamaño –. Arthur, no eres un animal… - Solo soy una mascota - susurro con lagrimas - Eres un hombre – dijo Alexander – y uno muy hermoso  - Usted no entiende – susurro - Tu familia se confabulo para que seas victima de la trata de blanca – Arthur negaba con la cabeza llorando en silencio – pero ya terminó. Ya eres libre - No amo – suplicó desesperado – si usted me hecha me van a perseguir y me van a vender de nuevo, y esta vez no creo conseguir un amo tan bueno como usted –  - suplica – por favor amo - Arthur… yo nunca te vendería, no eres un objeto, eres el hombre mas maravilloso que he conocido. Tu familia… – abrazándolo por la cintura –, ellos no merecían tu sacrificio – susurro acariciándole el cabello hasta calmarlo. – Ven – dijo sentándose en la cama y haciendo que Arthur lo haga sus piernas – yo soy policía y estaba investigando a la organización de Flint. Tú solo fuiste una de sus tantas victimas, pero ya esta en prisión. Ya no te podrá lastimar nunca mas       Arthur no pudo mas y se quebró entre los brazos de ese policía. Era libre de las atrocidades que lo habían obligado hacer. Lloro como un niño desamparado mientras Alexander le decía que lo amaba de verdad. Que él lo cuidaría siempre y nada lo apartaría de su lado.       Fue un camino largo recuperar su vida, y el primer paso para ello lo hizo atreves de la ley, que castigó a su familia por aquello a lo que lo habían sometido. Cuando por fin retomo el control de su vida, hizo un anuncio que nadie esperaba       *                         *                         *       Acostado en una cesta en medio de un cuarto, Arthur dormía plácidamente, cuando un par de brazos lo levantaron con sumo cuidado. Sonrió sin abrir los ojos y se cobijo en el pecho contra el que estaba. La persona que lo llevaba, lo dejo en el suelo del comedor con mucho cuidado frente a un enorme plato de leche, le acaricio la cabeza y lomo. Le susurro palabras cariñosas, a las que Arthur había respondido con un ronroneo. Le habían dado nueva identidad después de los juicios, ahora estaba casado con Alexander, quien también recibió nueva identidad. Vivian solos en una isla en medio del océano Indico, entre las costas de Cabo Noreste, en Australia, y las Islas de Cocos. Arthur había convencido a su, ahora, esposo, de que en verdad disfrutaba ser un gato mimado, y Alexander lo único que quería era verlo feliz a su lado, así que si comportarse como gato lograba eso, por él estaba perfecto, aunque claro que le había sorprendido la decisión de Arthur, pero este le había confesado que se sentía decepcionado de la vida que había tenido como hombre y prefirió no volver a serlo nunca mas. Alexander  insistió por un tiempo, pero se dio por vencido cuando solo consiguió gruñidos y uno que otro zarpazo, sin contar que, una noche no lo dejaron entrar a su habitación hasta que prometió solemnemente no volver a tocar el tema.  Con altas y bajas, ambos encontraron la felicidad en su singular estilo de vida.      

 

Notas finales:

Gracias por su tiempo. Y ya saben, si quíeren una pareja en especial, sera un placer escribir para ustedes. Besos


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).