—Niños, no quisiera interrumpir su cortejo. Pero es momento de llevar a Loki a casa.
La estrepitosa voz de Daken rompió la burbuja en la que se encontraban anteriormente, perdidos entre bromas a costa del pobre Thor, aunque a este no pudo importarle menos, la actitud del omega era refrescante para él.
—Daken, te diría que deseo quedarme al menos una hora más, pero, no soy tonto, no me opondría a las órdenes de Steve cuando está en modo Madre Omega que asesina al pretendiente.
Thor hablo desganado, deseaba disfrutar de la compañía del omega de cabello azabache. Giró su rostro en su dirección, fue grato leer en los orbes verdes ajenos que también fue una agradable compañía. Se podía decir que fue un intercambio recíproco.
—Joven Odinson, disfruté de esta velada, demasiado para algo orquestado por mis padres, espero, podamos concretar nuevamente.
Loki siempre se caracterizó por su manejo de la palabra, siempre tan correcto, él sencillamente puede enamorarte con ellas, puedes perderte en su tono calmo y elegante. Es lo que sintió Thor durante la cita.
—Joven Laufeyson el contar con su presencia a sido más que un placer para mí y si me lo permiten quisiera acompañarlo a su hogar. Es después de todo mi deber velar por tu seguridad, sé de primera mano que un alfa de mi clase no debería tener permitido realizar dicho privilegio. Más aún así ¿Qué clase de caballero sería, si no lo intento?
A Loki le extraño el uso de palabras tan elocuentes, ya que durante la cena le fue fácil notal la soltura con la cual Thor se expresa normalmente. Pero en estos momentos, frente a él, se encuentra un alfa destilando fuerza, el cual no aceptaba una negativa a su pedido. Sus propios pensamiento fueron interrumpidos por la potente voz de Steve.
—Un omega de clase alta debe ser cuidado, protegido y adorado. Cualquier pretendiente debe ser cuidadosamente estudiado, su cepa debe ser perfecta. El mismo gobierno inculca estos valores desde pequeños a los omegas.
El tono de voz usado por Steve fue mermando conforme avanzaba en su frase, mermando su severidad siendo reemplazada por un tono conciliador y amable, mostrando una suave sonrisa para relajar a los presentes, un omega de alta clase puede influir en el comportamiento ajeno de esa manera. No sólo puede apaciguar alfas, betas u omegas de bajo nivel. Los omegas maduros son expertos en la manipulación, tal es su poder, que si así lo quisiera, Steve podría hacer que los alfas en la habitación se arrodillen ante él y besasen sus pies. Ese es el grado de “poder” que cargan en su cepa genética.
—Pero, como seres humanos, tanto a Daken y a mí, sólo deseamos el bienestar, felicidad de nuestro Loki. No existen parejas destinadas mis niños. Un humano debe poner todo de sí para generar y mantener un vínculo duradero.
Steve caminó sólo tres pasos que lo separaban de la mesa, tomó la mano derecha de Loki y la izquierda de Thor entrelazándolas entre ellas.
—Aunque algunos de nosotros podemos ayudar a guiar a la madre naturaleza. Es su decisión crear un vínculo, dediquen tiempo, cariño y apoyo para ello.
Con esas últimas palabras, el comandante Rogers tomó el brazo de su alfa y a paso calmado se dispusieron a dejar el lugar. La cena y demás ya había sido saldada con anterioridad.
Thor y Loki no habían vuelto a tener ningún contacto físico luego de que este último bajara del auto. Ahora mismo con sus manos entrelazadas no tienen deseos de romper el vínculo que los unía de momento. El alfa acaricia el dorso de la mano del omega con su dedo pulgar, la piel se siente suave al contacto, no demasiado, puede sentir los músculos de la misma que se generan con los años de trabajo.
Se observan, guardan en sus mentes los detalles que están a la vista de todos, pero son especiales entre ellos. Si no existen las almas gemelas o parejas predestinas, ¿Qué es lo que sienten en ese mismo instante? ¿Será sólo amor a primera vista o será el instinto guiándolos por encontrar a alguien compatible?
No lo saben ahora, y por el momento no tienen deseos de pensar en ello.
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Steve y Daken se encontraba fuera del restaurante.
—¿Estás llorando, Steve…?
— ¿Por qué preguntas eso, Daken?
Daken detuvo el paso apresurado de su pareja, nunca lo obligaría, pero lo instó a observarlo, nunca fue bueno con las lágrimas de su omega, lo hacen sentir un inútil por no poder protegerlo. Deslizó sus dedos sobre las mejillas ajenas y depositó un beso en cada parpado.
—Steve, sé que te duele dejar ir a tu cachorro. Pero Loki jamás dejará de estar a tu lado. Eres, aunque ese omega berrinchudo diga que no, su madre omega y te ama sobre todas las cosas.
El labio inferior del omega rubio tembló y finalmente se dejó llevar por las lágrimas, buscó la protección de su alfa al sentirse vulnerable, dejándose envolver por los musculosos brazos de Daken, el cual lo besó y acunó con esmero.
Cuando un omega quiere crear su propia familia, el vínculo con sus padres no es lo mismo, se pierde parte de este, ya que se debe priorizar al nuevo para mantenerlo. Para los padres omegas es un momento de tristeza y de felicidad, tristeza por la pérdida de un hijo pero felicidad al verlos aptos para formar su propia manada.
Steve es joven y es por ello que el sólo pensar en la falta del vínculo lo afecta de tal manera.
—Siempre podemos tener más cachorros, así tendrías unos lindos críos para cuidar, yo puedo sacrificarme esta noche para consolarte de la forma en que quieras cariño. Le daré tantos hermanos a Loki que querrá arrancar mis partes nobles.
—Siempre logras sacarme una sonrisa aún en estos momentos… No quise llorar, es lo que…
—Lo sé, Steve. También me duele pensar en que ya no seré el alfa que cuide de él, que ya no pasará tanto tiempo en nuestra casa por que estará perdidamente enamorado de un rubio tonto, ya no tendrá mi aroma que aleje a otros estúpidos alfas. Pero es parte de que crezcan, así debe ser…, Trato de ser el padre cool, si sigo hablando también me largaré a llorar y no será nada bonito, no sé cómo haces para verte tan putamente adorable mientras lloras.
—Lenguaje. Vamos a casa Daken, nuestro cachorro está en buenas manos, ahora mismo sólo deseo estar en nuestra cama rodeado por tus brazos.
—Lo que mi comandante pida.
Con ánimos renovados la pareja vuelve a la comodidad de su hogar, donde permanecerán toda la noche juntos.