Arco Chikara
Cap 11
Despues de tomar lo estrictamente necesario, salieron en marcha hacia el pais de los rios. Era el mejor plan que tenian hasta ese momento y que Naruto recordara el mas parecido al los planos que habian logrado encontrar.
Desde que se habian salido de Suna, Sasuke noto como el rubio estaba mas callado de lo inusual, ademas que un sonrojo en sus mejillas delataba que algo importante habia ocurrido en el tiempo que lo habia dejado con el mapache ese. No es que le interesara, pero seria entretenido molestarlo un rato, pero pensandolo mejor, tener un rubio revoltoso ahora tranquilo tambien tenia sus ventajas, ahora al menos podia escuchar sus pensamientos.
Hacia horas habian salido del terreno desertico que envolvia la atmosfera de Suna, entrando a una con mas vegetacion y sombra. Habian seguido avanzando, hasta que el aire caliente habia disminuido considerablemente. Checando nuevamente su brujula, el Uchiha verifico que fueran en la direccion correcta, despues de todo el dobe estaba tan distraido que era capaz de que en lugar de llevarlos hacia el suroeste- donde estaba el pais de los rios-, era capaz de llevarlos al norte.
Despues de andar unas cuantas horas mas, el Uchiha realizo una seña para que se detuviera- descansaremos un momento- declaro deteniendo los caballos, comenzando a conseguir un poco de ramas y madera, justamente para comenzar a preparar la fogata que los mantendria unos momentos iluminados. Mientras el se dedicaba a preparar unas cuantas trampas, para no ser sorprendidos, habia puesto a la tarea el chico de construir un anillo de piedras.
-Sabes Sasuke- llamo el rubio para sorpresa del pelinegro- quiero pedirte un favor.- Aquello no sabia si era bueno o malo, por lo cual con un suave sonido gutural, le hizo entender a su rubio acompañante que tenia su atencion- quiero que me enseñes a pelear.
La rama que en estos momentos estaba tensando se le escapo, viendo al rubio- ¿Que?- pregunto levantandose de su posicion inicial, colocandose de forma erguida- ¿de que estas hablando dobe?- volvio a interrogar.
Despues de unos segundo el rubio suspiro y se levanto- lo que escuchaste Sasuke- afirmo viendolo- enseñame a pelear.
Miro fijamente al rubio por unos segundos, buscando algun signo de duda o temor, pero no noto nada parecido, el brillo que tenia en esos momentos en particular detonaba que el muchacho estaba dispuesto a enseñarse como era debido, con tal de aprender a combatir- ¿por que quieres aprender Naruto?- por fin le contesto con el tono mas respetuoso que pudo a su peticion- hasta donde tengo entendido y eso por que te jactas de repetirlo a cada instante, tu eres un erudito, un hombre de ciencias, no un guerrero- regreso a su labor de su trampa- no te metas en cosas que pueden hacerte mas daño Naruto- contesto de forma sincera, sabiendo que era lo mejor dejar por zanjado el tema.
El fuerte tiron de su mano mientras una espada se colocaba delante suyo, rozando peligrosamente su cuello, ocasiono que prestara su atencion al pelinegro- porque no quiero ser una carga- afirmo con desicion y un brillo de rebeldia- porque quiero saber luchar, protegerme, no quiero jamas volver a sentirme debil e impotente- aseguro. Sasuke lo vio de forma atenta, analizandolo con tranquilidad, despues de un movimiento elegante y suave, desarmo al rubio y tomo la espada, para esta vez, pegarlo a la pared, colocando la espada de forma suave en el cuello del moreno- esto no es un juguetito dobe- afirmo serio con la mirada afilada- en mis tiempos desenfundar tu arma contra otra persona, solo se solucionaba con la muerte del contrincante- poco a poco se pego un poco mas al rubio.
-Enseñame- volvio a rugir- no quiero que sea un juego, quiero que me enseñes, no quiero ser debil- susurro, sin dejar de mirar en ningun solo momento los ojos negros del contrario.
Mentiria si no dijera que la mirada decisiva del Uzumaki no lo encendia, ni el mismo podia explicarlo, pero por un instante aquel muchacho rubio con extrañas marcas en las mejillas, se le hizo realmente atractivo- estas dispuesto a hacer lo que sea?- pregunto en un susurro pegando un poco mas sus cuerpos, apenas separados por el filo del arma.
-Lo que sea- aseguro el menor, separando por reflejo ligeramente los labios.
La sonrisa ladina en el rostro del Uchiha aparecio, rompiendo aquel momento, al ser el primero en alejarse- muy bien, mañana mismo comenzaran tus clases, y te advierto dobe, no soy nada suave, cuando se trata de enseñar - afirmo, alejandose.
***
La noche paso sin contratiempos, siendo en su mayoria tranquila extrañando por supuesto una suave cama debajo de su cuerpo, pero estaba conciente que lo que buscaba era mas importante y si tenia que dormir en sacos lo haria, aunque fuera cerca de las ascuas. Habian decidido no llevar tiendas de acampar, para tener mayor visibilidad y por su puesto no ser sorprendidos. Al menos eso era lo que habia dictaminado el Uchiha
-Dame 100 abdominales mas dobe- rugio el Uchiha.
El bastardo no habia exagerado cuando dijo que era exigente y ahora lo veia, tal como habia dicho el dia anterior, cuando acepto ser su maestro, lo habia levantado a los primeros rayos de sol asomaran por el horizonte, obligandolo con un exhaustivo entrenamiento, para despues obligarlo a levantar las cosas que llevaban consigo. Claro que aunque aquel pequeño ejercicio era una tortura para el rubio, el no diria nada, el tenia claro lo que queria lograr y sabia que para eso, tenia que esforzarse. No seria facil por supuesto, como bien dijo el Uchiha, el era un erudito, en su vida jamas habia peleado o hecho el intento por aprender; mucho menos conocia el uso de las armas. Pero con todo lo que habia pasado en su villa, en su familia, en su vida, comprendio que necesitaba un cambio radical. Un cambio no solo fisico, sino tambien en el alma.
Con cada ejercicio que exigia el pelinegro, era una nueva motivacion para su cuerpo.
-Basta- ordeno el Uchiha, sintiendo su cuerpo desplomar sobre el suave pasto bajo su cuerpo. Su abdomen ardia como los mil demonios, mientras sus piernas y brazos se sentian como piedras.- Es hora de irnos, cerca de aqui hay un pequeño riachuelo, ve y date un baño rapido, partiremos dentro de breve.
Con pesadez, Naruto se dirigio para con la ayuda de un trapo, comenzar a limpiar cada centimetro de su cuerpo- si que es un bastardo- gruño con pesadez, mientras se quedaba pensando un momento en todos los sucesos de su vida- te juro que te vengare ero sennin, en cuanto encuentre esas ruinas, descubrire que es lo que sucede y matare a los desgraciados que te mataron- penso con dolor, al recordar las marcas en el cuerpo del peliblanco. Como si de un relampago se tratase la imagen del pelirrojo aparecio en su mente, llevando su mano a sus labios- ¡¿por que Gaara tuvo que hacer eso?!- pregunto en voz alta a la nada, sintiendo como sus labios volvian a hormiguear con solo recordar lo que habia pasado dias atras.
No muy lejos de aquella imagen y sobre unas ramas Sasuke veia la escena de manera curiosa, mientras acariciaba una pequeña ave con cariño- Asi que si paso algo- susurro el Uchiha al escuchar el grito del rubio, dirigiendo su brazo al cielo, para que la pequeña ave saliera volando.
***
Tanigakure era la capital del pais de los rios, y claramente marcaba la mitad del camino para averiguar donde se encontraban aquellas dichosas ruinas que buscaba con tanto empeño.
Jamas habia visto - a excepcion de la pintura- el pais de los rios, pero desde que tenia memoria lo imaginaba como un lugar paradisiaco, lleno de vegetacion y clima templado. Para Naruto que venia de un pais practicamente desertico, ver agua era lo equivalente a ver el oro. Para el, aquellos paises tenian suerte de poder contar con tanta riqueza dentro de su biosfera.
Levantando la mirada pudo observar como una parvada de aves blancas avanzaban sobre su cabeza, escuchandose diferentes sonidos- seguramente son animales- susurro para si mismo, viendo a su alrededor.
-Oye Teme!- grito el rubio todavia adolorido de su cuerpo- tu conoces Tanigakure?- interrogo con genuina curiosidad
-Por supuesto que si dobe- contesto el Uchiha- mi familia tenia tratos con la familia feudal de esa zona, ademas en tiempos antigüos mandaban a chicos de konoha a tomar su entrenamiento en esta villa.
-No tenia idea- asegura sonriendo el rubio, aquello era informacion nueva, despues tendria que tomar nota sobre esos datos.
Por fin despues de caminar unas dos horas mas llegaron al centro de la ciudad. La gente caminaba de forma tranquila por las calles, las personas de aquella ciudad iba menos cubiertas que en Suna, pero aparentemente la diferencia era clara, alli el sol no quemaba con la misma intensidad, y eso dejaba la oportunidad a que las personas mostraran un poco mas de piel sin el problema que sus pieles sufrieran daño.
Viendo con un poco mas de atencion, pudo percatarse de las estructuras de los edificios, siendo estos de madera en su mayoria, busco con la mirada y no pudo percatarse de ningun material parecido al de suna- crees que sea encino?- pregunto en voz alta, entre el bullicio de la gente. Al percatarse que el pelinegro no contestaba giro levemente su rostro- Sasuke- llamo girando esta vez por completo su cuerpo- Sasuke!- volvio a llamar con voz alta, dandose cuenta que no estaba a su lado.
***
-Dobe... Dobe!- volvio a gritar nuevamente al ver que el chico no estaba a su lado- tks...- chasqueo la lengua con molestia caminando un poco mas- ese maldito dobe- gruño viendo como la multitud de personas aumentaba.
Afortunadamente este pais era tal y como lo recordaba, asi que eso facilitaba mucho como trasladarse, habia pequeños cambios en cuanto a la altura de algunos edificios pero nada mas, la escencia estaba alli, sabia que era tonto, pero muy en el fondo deseo estar en su timepo y poder visitar a sus amistades- Aunque claro, esos nunca pasara- susurro caminando con un poco de nostalgia- el escalofrio que recorrio con rapidez su columna lo alerto de inmediato; mirando por el rabillo del ojo del lado derecho y despues del izquierdo pudo percatarse que cinco personas lo seguian de cerca- que molestos- chasqueo la lengua caminando un poco mas deprisa, si lo que querian era dar un sorpresa, el les enseñaria que los sorprendidos serian ellos- Caminando recto, para despues de avanzar dos cuadras mas, giro a la derecha y despues a la izquierda.
Las personas que lo seguian de cerca, comenzaron a correr, al percatarse como el chico pelinegro, habia comenzado sorprensivamente a acelerar el paso- El chico ya se dio cuenta que lo seguimos, aceleren el paso- ordeno el que parecia ser el lider. Al momento de llegar en la ultima zona, vieron un callejon sin salida- estoy seguro que paso por aqui- afirmo viendo a su alrededor, escuchando golpes secos detras suyo. Girandose lo mas rapido que pudo, se encontro con un fuerte golpe en su rostro, cayendo con fuerza hacia atras, volviendo a sentir como su cuerpo era jalado- ¿Quien te envia?- escucho una voz. Al abrir sus ojos se encontro con dos gemas escarlatas.
La mirada de aquel hombre se volvio vacia y completamente sin vida- Nuestro señor- contesto con voz seca.
-¿Quien es esa persona?
-No la conocemos- contesto de inmediato con voz automata- el solo nos envia las instruciones.
-¿Que les ordeno?
-Quieren la llave, un chico pelinegro con piel blanca, la traeria- guardo silencio por unos segundos- probablemente llegara en compañia con un rubio de ojos azules y marcas en las mejillas, tengan prioridad con el rubio.
Al escuchar la ultima parte rompio el contacto visual, desplomandos el contrario sobre el suelo- Naruto- se levanto de inmediato, para salir corriendo de alli en busqueda del chico.
***
Despues de dar 10 vueltas al lugar fue oficial, estaba perdido. Vio nuevamente a su alrededor pero definitivamente no reconocia ni un solo lugar. Debio haber dejado un lugar de encuentro, pero jamas penso que se perderia en compañia del Uchiha; correccion, jamas penso que perderia al Uchiha.
Trato de ubicarse nuevamente pero el fuerte sentimiento de peligro llego a su cuerpo. Girando su cabeza hacia los lados, sintio su corazon detenerse al notar como cuatro personas lo vigilaban. ¿Desde cuando lo venian siguiendo? fue la pregunta que atraveso su cabeza, caminando lo mas rapido que pudo, tratando de conservar la calma, la angustia de sentirse en peligro era demasiado fuerte como para pensar claramente. Era verdad que habia pedido al Uchiha que le enseñara a pelear, pero aun no llevaban ni la semana y ya lo ponian a prueba, eso definitivamente no era justo. Dio la vuelta en la siguiente esquina, viniendose inmediatamente al suelo -L-lo lamen-. Antes que pudiera si quiera disculparse la fuerte voz de una mujer le interrumpio.
-Oye ten mas cuidado- lo primero que vio al abrir los ojos, fue unos impactantes ojos color jade, pero eso no era lo que mas resaltaba de la muchacha frente suyo, sino el hecho que un peculiar tono rosado era el color de su cabello.
-Rosa- susurro sin creer lo que veia.
-¿que dices?- interrogo la chica- por dios como eres tonto- gruño molesta al ver todas sus cosas esparcidas en el suelo.
-Oh, perdona- dijo apenado, levantandose, para ver que varios frascos con aromas curiosos estaban esparcidos en el suelo, algunos rotos y otros machandos por el contenido de los quebrados, pero aparentemente integros.
Antes de poder tomar un frasco delante de el, el pie de una persona lo termino de romper. El corazon se paralizo por completo en su pecho, estando seguro que el rostro que ahora presentaba era de un completo terror.
-Buenas tardes jovencito, crees que puedas venir conmigo.