Sai no estaba bromeando cuando dijo que tenía ojos por toda la escuela. Tampoco estaba bromeando cuando dijo que no podía encontrar a Naruto en ninguna parte.
El chico tenía un visual de todas las cámaras alrededor de la escuela en su teléfono.
Al mostrarle lo que vio cuando salió de la reunión a Sasuke, lo único que presenciaron fue un Naruto lloroso saliendo de la sala de reuniones.
—¿Por qué dices que no está bien?— Sasuke le preguntó a Sai mientras este ajustaba sus auriculares en una oreja.
—Qué, ¿apoco quieres decirme que no puedes ver su cara?— Preguntó Sai muy sarcásticamente. —Empecé a ver la reunión cuando Gai me dejó en clase. Todo lo que conseguí ver fue un pequeño arrebato antes de que se fuera.
—¿Y no puedes encontrarlo?
—Tristemente, el príncipe está escondiéndose o en algunos problemas serios.
—¿Qué quieres decir con problemas?
Sai metió la mano en su bolsillo para sacar otro teléfono, desbloqueandolo y tocando la pantalla para traer una imagen; una imagen que hizo Sasuke sentirse enfermo.
—Ahora, sé que Sakura tiene un grupo que la cubre, pero ¿qué querría ella con mi pequeño zorrito?
Sasuke se encontro frunciendo el ceño ante el apodo que le dio a Naruto. Algo de eso le molestaba. ¿Mi pequeño zorrito?
—Relájate, Uchiha. Les doy apodos a todos. Es un regalo y un honor para los que los reciben.— Sai sonrió, mirando la expresión que el Uchiha lucia. —Sabes, podría darte uno, pero no eres digno de ello todavía.
—Como si me importara, ¿qué estás haciendo?— Preguntó el azabache, viendo como Sai caminaba y parecía estar escuchando música. ¿Escuchando musica en un momento como este?
—Estoy escuchando lo que dice la gente.— Sai luego explicó al ver la confusión del otro. —Ten.— Le dio un auricular a Sasuke y al escuchar, el Uchiha se confundió un poco mas.
—¿Cómo es esto posible? ¿Cómo estás haciendo esto?— Le preguntó, un poco preocupado por cualquier otra cosa que Sai pudiera estar escondiendo.
—Estoy saltando de los teléfonos de la gente para escuchar las conversaciones que rodean su teléfono. El teléfono en el siguiente pasillo le pertenece a una persona involucrada cerca.
Alzando una ceja, Sasuke sólo se calló, haciéndose como si entendió de lo que Sai decía.
Caminando más rápido hacia el pasillo, Sai se empezo a mover un poco más rápido que Sasuke, cambiando de dirección repentinamente mientras la señal de su teléfono brincaba de conversación a conversación.
—Sai, mira.— Sasuke señalo al teléfono que Sai le había prestado, mostrándole los visuales de las cámaras de seguridad. —Lo están llevando hacia arriba.— Dijo mientras Sai se inclinaba para mirar.
—El techo. Que tipico.— Sai dijo, desconectando sus auriculares y apagando su teléfono, incluyendo el que Sasuke sostenía.
—Entonces esta tal Sakura... ¿ella es amiga tuya?— Sai le preguntó, dándole una mirada. Sasuke asumió que Sai ya sabía la respuesta, así que no respondío.
Llegar al techo era difícil. Había al menos tres caminos diferentes que salían a la azotea y todos necesitaban llaves, llaves que solo los de la limpieza tenían. Las primeras escaleras que llegaron estaban cerradas, lo que significaba que Sakura había llevado a Naruto por las últimas escaleras, las que estaban en el otro edificio que estaba prácticamente abandonado por mantenimiento.
Todas las señales decían que algo andaba mal y Sasuke no tardó en culparse a si mismo. <Fue mi culpa, todamía.>
Finalmente, al subir las escaleras, su mano se extendió hacia la puerta que parecía estar abierta un poco. Con un empujón, Sasuke abrió la puerta.
La escena ante los dos no era algo que esperaban ver.