—¡¿Que vas a hacer?!— Shikamaru gritó. —¡Capturaron a Temari y ahora este plan tuyo se esta derrumbando!
—¡Calmate!— Sakura le gritó en respuesta. —Todavía no se a caído por completo.
—¿No? ¿Y que de Ino? ¡Dijiste que será muy estúpida para decirle a alguien y mira lo que ha hecho!
Sakura pensó en su próximo movimiento. —No, hay una manera— Sakura se rió. —Temari aún puede salir. Su padre tiene poder sobre la policía. Puede usar sus influencias y-
—¡¿Acaso no escuchas lo que estás diciendo?! ¡¿No te has escuchado?!— Shikamaru gritó, su mano sobre su cabeza y furiosamente desarreglando su pelo. —¡No hay manera que eso vaya a pasar!
—¿Que era lo que decias?— Ambos Sakura y Shikamaru se voltearon hacia la puerta donde un Kankuro se paraba junto a Temari. —Me voy a vengar.— Temari empezó. —Esa maldita perra va a pagar.
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—¿Que tal esto?— El chico se rió, pateando a Naruto que se encontraba tumbado en el piso.
—Oye, deberíamos irnos. Quién sea puede salir y vernos.— Uno de los chicos dijo, haciendo guardia mientras los otros pateaban y atormentaban al rubio.
—Callate. Si tanto miedo tienes, ve y lárgate. Sakura no estará feliz contigo y nosotros no vamos a defenderte.— Uno de ellos dijo.
Ese mismo sábado en la noche, después de salir de la escuela, Naruto caminó junto con Sasuke y Sai de regreso a su casa. Hicieron una parada en una tienda primero y Naruto decidió esperarlos afuera.
Tomando la oportunidad, el grupo de cinco chicos bajo órdenes de Sakura tomaron al rubio y de pronto, Naruto se encontró en algún lado lejos de Sasuke y los chicos empezaron a golpearlo.
Al principio, Naruto peleo contra ellos. Sin embargo, un sexto miembro salió de la nada y lo tomó por sorpresa, tropezandolo. Ahora trataba de pelear contra las patadas, pero eso era difícil cuando era seis contra uno.
Se sentía cansado, pero aún más dolorido.
—¡Alguien viene!— El chico grito y rápidamente todos huyeron de la escena. —¡No pienses que esto sera la ultimas vez, Uzumaki!
Naruto estaba tumbado en el suelo antes de incorporarse despaciosamente. Miró a su alrededor para buscar su teléfono y cuando lo encontró, no se sorprendió al verlo destruido a unos pies de distancia.
Dolorido físicamente con algo de sangre por aqui y aya, camino despaciosamente hacia su casa. Luego paró, pensando en lo tanto que odiaba esto.
<Estas cansado.> La voz de antes regresó.
<Al fin regresas. Ha pasado mucho tiempo.>
<Te dije que estar alrededor de Sasuke te traerá dolor.> La voz lo regañó.
<No importa. Es mi amigo otra vez, así que no me importa de lo que venga, no lo perderé de nuevo.> Naruto casi podia pararse, asi que se sento sobre un banco cercano. Se limpio el río de sangre que caía de su labio.
La voz solo se rió entre dientes antes de desaparecer otra vez.
—Luces como si necesitas una bebida.— El vagabundo que salió entre los arbustos sorprendió a Naruto. —Anda, niño. Todos tus dolores desaparecerán.— Dijo al ofrecerle una botella a Naruto, viendo como el chico dudaba.
<Tomalo, Naruto. Te hara bien.>
La voz traía con ello un sentimiento que hizo al rubio empezar a llorar. Su mano conectó con la botella que el viejo hombre ofrecía y trago por trago, Naruto bebió hasta sentir nada.
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Naruto regreso a casa tarde, tambaleando por las escaleras hasta llegar a la puerta de su apartamento. Por suerte, Iruka no estaba, pero desafortunadamente, Sasuke sí.
El azabache estaba tumbado en el sillón dormido mientras Naruto trataba de caminar silenciosamente hacia su cuarto.
<Si te acuerdas, ¿verdad?> La voz le preguntó. <Bajo la cama, hay mas. . .>
Naruto cerró la puerta de su cuarto despaciosamente para no hacer ruido. Camino hacia su cama, arrodillándose junto a ella y sacando una caja de alcohol que su antiguo vecino le había regalado cuando se mudó hace unos meses.
<Esos matones regresarán, Naruto. Esto es tu escape.>
<¿Mi escape, eh?>
<El unico. Anda, justo como antes.>
—Justo. . . como antes. . .— Naruto sollozó, recordando los días solos cuando Sasuke lo había rechazado.
Se sentía como antes, excepto Sasuke estaba aquí.
Se sentía como basura, así como los chicos le dijeron que era. Se sentía como una carga más para todos.
Temblando, llevó su mano a la botella de cristal, abriéndola y rápidamente tomando un trago del líquido ardiente.
Todo el estrés que sus matones le habían traído se desvanecía poco por poco. Se sentía mejor, pero un poco fuera de onda.
Lloró, la voz trayendo memorias de los sentimientos que sentía por Sasuke.
<Aceptalo, Naruto. Lo amas aún. No tesientesasi por los matones, ¡es el! ¿¡No puedes aguantarlo, verdad!? ¡Nunca te amará como tu lo amas a él!>
—¡Callate!— Naruto gritó, tirando la botella casi vacía hacia su puerta. Se sentó y se acurruco junto a la cama, ahora llorando más y confundido de por qué lo hacía.
Se asustó, sin embargo, cuando escuchó pasos.
<Mira lo que hiciste.> La voz regañó.
—¿Naruto?— Sasuke preguntó, su voz ronca al ser despertado tan tarde en la noche. —Naruto, ¿eres tú?— Empezó a abrir la puerta. —Estuvimos buscándote Sai y yo por todos lados. ¿Por qué no contestaste tu telefo -
Silencio.
—Di algo. No estas ciego.— Naruto dijo, sus palabras arrastradas y sintiéndose avergonzado al ver Sasuke traer su mano a su boca en horror. —¡Me estas mirando, maldita sea, di algo!
Sasuke se quedo callado por un poco, observando la escena ante él. Uno: Naruto estaba borracho. Dos: tenía algunas botellas de alcohol a su lado, y tres: su camisa estaba sucia; algunas manchas de tierra y sangre con moretones en sus brazos y en su rostro.
— ¿Quién te hizo esto?— Sasuke preguntó, tratando de calmarse.
— ¿Quién mas?— Naruto respondió, tomando otra botella de la caja.
—¡Para!— Sasuke se apresuró para arrodillarse junto a Naruto, arrebatándole la botella y lanzándola lejos de él. —¡¿Qué estas haciendo?!
Naruto se quedo en silencio, sintiéndose culpable por la mirada de preocupación en los rasgos del azabache.
—¡¿Quién te hizo esto?!— Sasuke preguntó otra vez.
Con tristeza, Naruto miro a Sasuke en la cara, sus ojos mirando desde los ojos oscuros hasta los labios de su mejor amigo.
—Naruto, — Sasuke dijo otra vez más.
—Tú.— Naruto respondió en susurro. —Tú me hiciste esto.
—No entiendo. A que te refie -
—Tú. Me. Hiciste. Esto.— Naruto dijo, levantándose. —No se trata de ellos o de Sakura. Tú me hiciste esto y yo no puedo -
Sasuke se paro, abrazando a Naruto con fuerza. Naruto lloraba sobre su hombro y solo se hizo peor cuando Sasuke trató de calmarlo.
—Te amo, Sasuke. Por eso bebo otra vez. ¡Porque estoy cansado de ser recordado que tú no me amas como yo te amo a ti! ¡Odio que soy el único que se siente así y que tenga que verte todos los días sin poder tocarte! ¡Odio estar a tu lado como amigo! Digo, no- no lo odio, pero- — Naruto no pudo decir lo que quería decir.
Sasuke se quedo quieto mientras Naruto se alejaba de él. Esto era toda una sorpresa para él una vez más.
—Lo que quiero decir es. . . todavía no puedo olvidarme de lo que siento por ti.— Al fin dijo, suspirando y con lágrimas en los ojos.
Los dos se quedaron en silencio, uno avergonzado y el otro sin saber qué decir.
—Naruto, yo- — Sasuke empezó a decir pero no pudo continuar ya que Naruto se lanzo a él, besando al azabache con un beso desesperado que rogaba por atención.
—Lo siento, no debí hacer eso.— Naruto dijo de repente y se alejó para dirigirse a la ducha. Sasuke se quedo en silencio, pensando y tratando de entender lo que había pasado.
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—Uy, que problemon. Pelearon.— Kiba caminaba con sus manos detrás su cabeza por los pasillos llenos de la escuela sin darle importancia al dilema del Uchiha.
—A pasado un dia y mitad de este dia, Kiba. No me ha hablado y ni siquiera me mira a la cara.— Sasuke paró en frente de su casillero, colocando algunos libros dentro de el antes de cerrarlo y caminando con Kiba a clase.
—A lo mejor esta-
—¡Oye, Ino!— Sasuke interrumpió al Inuzuka y llamo a la chica. —¿Has hablado con Naruto? ¿O él contigo?
—No, ¿por qué?— Preguntó la chica, de repente alertada. — ¿Pasó algo?
Sasuke suspiro. —Nada, olvidalo.— Caminó a su clase, dejado a Kiba y a Ino a preguntarse sobre por qué estaba tan desanimado.
—Al parecer Naruto no esta hablando con él.— Kiba le informó a Ino.
—Ah.— Ino sonrió. —¿Y está preocupado por eso?— Kiba no pudo evitar sonreír con ella.
Kiba suspiró. —Esta bien. Te apuesto que estarán bien para mañana.
—Y yo te apuesto que para hoy.—Ino dijo al reírse, volviendo a su trabajo de subir anuncios en los pasillos de la escuela.
— Sí sabes de lo que hablo, ¿verdad?— Kiba pregunto, siguiendo a la chica.
—¿Sasuke y Naruto? ¿Juntos? ¿Como una pareja?— Ino preguntó, sonriendo mientras Kiba asentía. —Sí. Esa tensión entre ellos no se puede confundir con algo más.
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—¡Me estoy haciendo impaciente, Kankuro! ¡Han pasado tres días!— Temari gritó al seguir a su hermano a su cuarto.
—Dale unos pocos días más, Temari. Tengo suficientes problemas que resolver en la escuela como para añadir más al montón.— Kankuro se echó a la cama. —Si tan impaciente estás, ¿por qué no vas y lo haces tú misma?
—Creeme que lo haré.— Temari le aseguró, saliendo del cuarto y cerrando la puerta detrás de ella con fuerza. —¡Va a pagar junto con el mocoso que sale con ella!— Su voz se desvaneció al alejarse de la puerta.
Kankuro alzó una ceja, aún sorprendido de lo lunática que era su hermana.
—Ino, Ino, Ino. . . ¿En que te has metido ahora?— Kankuro sonrió y suspiro.