—Así que, ¿no estaba en casa?— Sai le preguntó a Sasuke por teléfono.
—Nop, en ningún lado que yo sepa al menos.
—Okay, entonces tampoco no hay nada por mi parte. Regresemos. ¿A lo mejor mañana la encontraremos?
—Probablemente. Te veré en la escuela
Poniéndose de acuerdo, Sai terminó la llamada y respiró hondo. —Tampoco está aquí.
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—Tiene que estar en algún lado.— Kiba dijo, pensando en otros posibles lugares en que Sakura pueda estar.
Al terminar el día escolar, Kakashi los dejó a todos tener el día libre ya que el club que originalmente se encargaba de la limpieza de la escuela se quedaron a hacer su trabajo por primera vez, rogándole que les dé otra oportunidad. Haciendo eso, Kakashi les dejó hacer su trabajo mientras sus cinco estudiantes favoritos fueron libres para irse. Sin embargo, todos decidieron quedarse en el patio de la escuela, específicamente, en la mesa de picnic donde a Naruto le gustaba estar.
Teniendo la sospecha de que quizás Shikamaru tenía algún tipo de plan, Sasuke y Sai se pusieron de acuerdo para buscar a Sakura. Era raro que falte ya que nunca faltaba. El hecho de que faltaba a clases no era secreto, pero solo saltaba clases después de presentarse por su primera y segunda clase. Pensaron en que a lo mejor estaba tramando algo, y así es como Sasuke y Sai decidieron que buscarla era una buena idea.
—Ino, ¿como se siente tu cara?— Kiba preguntó por enésima vez mientras Ino, Naruto y él se sentaban alrededor de la mesa a esperar a que Sasuke y Sai regresen.
—Cállate, Kiba. Que fastidioso eres.— Ino se rió, su mano llegando a la cicatriz que Temari le dejó antes de que los dos hombres se la llevaran.
—Dios. Supe que estaba loca, pero no tan loca.— Kiba sonrió.
—¿Estás hablando de mi hermana?— Kankuro caminó hacia ellos, su mano en los bolsillos de sus jeans mientras la otra quitaba la capucha negra de su cara.
—Eh, no, yo. . .en realidad yo no, eh- — Kiba se paró. —No decía nada.
—Esta bien, no te preocupes.— Kankuro le sonrió. —¿Como va tu cara?— Le preguntó hacia Ino, su mano haciendo círculos sobre su mejilla para reflejar la de Ino.
—Esta bien, nada de que preocuparse.
—Eso es bueno.
Los cuatro se quedaron en silencio hasta que algunas voces se oían y Naruto salto de la mesa para correr hacia Sasuke.
—Chicos, dale un descanso.— Kiba se quejo al verlos. Kankuro se rió, sentándose junto a él mientras Ino corría hacia Sai.
—¿Así que ahora está en la cárcel?— Sai le pregunto a Kankuro, quien solamente asintió.
—Sin ofender, pero ella estaba-
—Loca, lo sé.— Kankuro sonrió.
Sorprendentemente, Sai y Kankuro se llevaban bien. Aún cuando se conocieron por primera vez, Kankuro parecía ser amenazante mientras Sai parecía como si nada en el mundo podría molestarlo. Al llevarse bien, significaba que Kankuro podía olvidarse de Ino y ordenarle a Tayuya que ignore las órdenes de Temari y en vez, ayudarle a esconderse. Presentarse con la policía era su idea ya que Temari se había escapado anteriormente.
—Oye, Naruto, vámonos.— Sasuke recogió su mochila junto a la mesa y esperó a que Naruto se despidiera de todos.
Kiba y Kankuro se miraron entre ellos, sabiendo que algo pasaba entre el rubio y el azabache. —Te veo después, Naruto.— Kankuro agito la mano al también dirigirse a casa.
—¿Diez dólares a que algo traman?— Ino le preguntó a Kiba, inclinándose a su lado mientras Sai caminaba hacia su mochila.
—Trato hecho.— Kiba dijo, tomando la mano de Ino con firmeza mientras miraban como Naruto y Sasuke caminaba hacia las puertas de la escuela.
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—Está bien, lo prometo, Iruka. Limpiaremos y todo.— Naruto dijo, apurando al hombre a que salga de la casa.
—¿Estás seguro? Mejor debería quedarme, Kakashi puede estar ocupado y-
—Iruka, Kakashi ha estado planeando esta cita por años. ¡Estoy seguro de que no te dejará solo así que apúrate y ve! ¡Ve ahora!— Naruto trataba todo lo que podía hacer para sacarlo.
—Está bien, dios. Ni siquiera me dejas preocuparme por ti.— Iruka sonrió nerviosamente. —Está bien, entonces me voy. Portate bien.— Dijo, alborotando el pelo del rubio. —Y nada de payasadas.
—Quemaré la casa, entendido.— Naruto dijo con su mano sobre su frente.
—Sí, que chistoso.— Iruka se rió sarcásticamente. —Pero hablo en serio. No anden con sus tonterías. Sabes a lo que me refiero, Uchiha.— Iruka dijo, apuntando hacia Sasuke quien se sentaba en la sala de estar. Sasuke solo agito la mano y regresó a su perezosa tarea de cambiar los canales de la televisión.
—Está bien, entonces. . . ahora me voy.
—Okay.
—Portate bien, ¿okay?
—Lo prometo, Iruka.
—Okay.
—Esta bien.
—Ya me voy.
—Iruka, si estás nervioso-
—¡No estoy nervioso!
—¿Ah, no?— Naruto sonrió.
—Sí, y para probarlo, me iré. Como, ahora. ¡Adios, Sasuke! Adios, Naruto.— Iruka se despidió, caminando pero de vez en cuando volviéndose como si quería regresar y entrar a casa.
Naruto agito la mano, esperando a que Iruka por fin entre a su carro y se vaya. —Y dice que no está nervioso.— Dijo a sí mismo.
—¿Y qué tal tú?— Sasuke asustó a Naruto al pararse junto a él en la puerta. —¿Estas nervioso?
—¿Y-yo? No, no estoynervioso.— Naruto dijo sarcásticamente.
—¿En serio?— Sasuke sonrió, tomando al rubio por la cintura y cerrando la puerta mientras Naruto se soltó y corrió hacia la sala. —Oh dios, estás nervioso.— Se rió, caminando hacia el rubio.
—No lo estoy, cállate.— Naruto hizo un puchero.
—¿No? Pruébalo.— Sasuke dijo, sentándose en el brazo del sofá.
—¿Como?
—Hmm,— Sasuke penso. —bésame.
Naruto trato de decir algo, pero no pudo. Su corazón empezó a latir mientras contemplaba besar a Sasuke.
—Qué, ¿no beso? Pero si el otro día me besaste sin siquiera pensarlo dos veces.— Sasuke se burló. —Te dije algo como 'Di algo' y todo lo que hiciste fue- —De repente, un par de labios fue lo que silenció a Sasuke.
Dándose cuenta de que Naruto lo estaba besando, Sasuke le regreso el beso, abrazando al rubio y trayéndolo más cerca mientras los segundos pasaban y ninguno de ellos querían quebrar el beso. Finalmente, cuando Sasuke necesitaba respirar, lo rompió.
—Bueno, eso fue. . . inesperado, pero bueno.— Sasuke dijo, respirando mientras Naruto parecía estar nervioso y trataba de sonreír.
—Y yo soy el nervioso, ¿no es así?— Naruto le preguntó, una vez más acercándose a los labios de Sasuke y besando al Uchiha otra vez.
Sasuke sonrió, sintiendo los labios de Naruto sonriendo también mientras esta vez se besaban lentamente.
—Te amo.— Naruto dijo entre el beso. Sasuke separó el rostro de Naruto, sonriendo y repitiendo esas mismas palabras antes de continuar con el beso.
Se reubicaron al cuarto de Naruto, y después de un buen rato, Sasuke se encontraba tumbado debajo de Naruto, el rubio aún temblando encima de él y ambos respirando fuerte y riéndose. Bajo las sábanas, cansados y desnudos.
—Dime que no hicimos eso.— Naruto dijo, escondiendo su rostro ruborizado en el pecho de Sasuke.
—Uzumaki, creo que sí.— Sasuke dijo entre una risa, envolviendo sus brazos alrededor de su novio.
—¿Y ahora qué?— Naruto preguntó.
—Nada, solo nos quedamos aquí.— Sasuke dijo, revolcándose para que Naruto estuviera bajo él. —Y luego te contemplo, nos miramos, y te beso.— Dijo, sonriendo mientras sus labios dejaban besos por todo el rostro del rubio. —Y a lo mejor. . . algo de esto.
Naruto jadeó al sentir el Uchiha tocarlo. —Desgraciado.
—¿Qué fue eso? ¿Querías más? Entonces, con permiso.— Sasuke sonrió, una vez más repitiendo la acción y Naruto solo gimió otra vez, cubriendo su boca con sus manos.
—No hagas eso, Naruto. Necesito algo que besar.— Sasuke dijo, sonriendo mientras su mano frotaba contra Naruto y sus labios conectaban con el cuello del rubio hacia sus labios.
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—No, Sakura está detrás de todo esto. Estoy seguro.— Sai arrancó la foto del tablero de anuncios antes de que alguien pudiera verla. Esta era oficialmente, y esperaba que esofuera, la última foto que había arrancado alrededor de toda la escuela.
—Pero ni siquiera la hemos encontrado. ¿Como puede hacer esto si lleva días sin venir a la escuela?— Ino preguntó, tomando la foto y hundiéndola en la bolsa de basura que llevaba.
Era lunes una vez más y, gracias a Kakashi, Ino, Sai, y Kiba fueron llamados para entrar super temprano y enseñarles las tantas fotos que fueron puestas alrededor la escuela con la imagen de Sasuke y Naruto besándose; comentarios negativos alrededor la imagen.
—Solo esperemos que esto no se salga de control.— Kiba añadió, tirando su parte de papeles rotos a la bolsa.
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—Okay, esto está fuera de control.— Sai se apuró a entrar, abriendo la puerta de la clase y asustando a Shizune mientras pasaba los resultados de un examen antes de que la campana suene.
—¡Sai! ¿Donde has estado?— Shizune lo regaño al verlo entrar.
—Sasuke, Ino, Naruto. Vengan conmigo, ahora.— Sai exigió, esperándolos junto al viejo escritorio de Sasuke. Ignorando a Shizune, los cuatro salieron para encontrarse con Kiba afuera en el patio.
—Okay, habla.— Sai le ordenó a uno de los tantos seguidores de Sasuke.
—¡Sakura se ha vuelto loca! ¡Salió de la nada y su grupo empezó a pelear con nosotros!— El chico dijo.
—¿Qué? Suigetsu, ¿cómo? ¿Donde está?— Sasuke preguntó.
—Estábamos todos faltando a clases ahora, asi que estabamos con Shino. De la nada, alguien toca la puerta y Sakura entra y empieza a gritarle a su gente que hagan desastre.— Suigetsu explicó. —Corri porque Juugo me dijo que viniera por ti. Sakura esta loca, bro. Tienes que pararla, te está buscando.
Sasuke miró atrás hacia Naruto, viéndolo asentir antes de que él y Suigetsu empesaran a correr fuera de la escuela; ignorando a los guardias mientras brincaban sobre la cerca.
Al llegar, fueron bienvenidos a una escena de policías haciéndole preguntas a Juugo mientras algunos otros eran llevados a las ambulancias.
—¿Qué pasó?— Sasuke interrogó cuando el policía terminó de interrogar a Juugo.
—Sakura pasó. Tiene la gente de Temari y Shikamaru detrás de ella ayudándola y casi nos derrumbó a todos.— Dijo, apuntando a unos chicos que fueron en camillas hacia las ambulancias. —La gente de Shika fueron fáciles, habían pocos, pero los de Suna. . . están en otro nivel. El grupo de Sakura no estaba con ella, y creo que traman algo.— Juugo le advirtió.
Rápidamente, Sasuke pensó en Naruto. —Anda, apurate.— Suigetsu le dijo.
—Si recuerdo bien, había al menos diez tipos de Suna. Temari dirige a casi cincuenta de ellos y probablemente están con Sakura.
—Sí, ve ahora. Ella dijo que el próximo era Naruto.— Juugo añadió. —Yo me encargaré de aquí.
Sasuke asintió y corrió hacia la escuela, esperando que nada malo haya pasado.
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—¿Este crío?— Alguien se burló, empujando a Sai contra Ino mientras tres más los rodeaban.
Ahora mismo, algunos peleaban contra Kiba y Naruto, ambos chicos pudiendo por sí mismos ya que los chicos con los que peleaban no eran tan fuertes. Pero claro que no eran tan fuertes: después de todo, eran parte del grupo de Shikamaru, no eran de los que solían pelear.
Después de que Suigetsu y Sasuke se habían ido, Kiba, Sai, Naruto, e Ino regresaron a clases, entrando justo cuando la última campana del día sonaba. Decidieron esperar a Sasuke en la casa de Naruto, y ahí fue donde fueron rodeados por estos tipos.
Resulta que Sakura los había enviado como una advertencia. Y ahora aquí estaban: Sai contra dos del grupo de Sakura, Ino contra tres chicas extremamente poderosas del grupo de Temari, Kiba contra uno de los más fuertes de Shikamaru, y desafortunadamente, Naruto contra el más fuerte de Temari.
Cada uno se las arreglaba cómo podían. Sai se apresuró a terminar su pelea para ayudarle a Ino, pero desafortunadamente no podía hacer mucho ya que las chicas definitivamente eran de otro nivel. Ino había derrumbado a una, pero estaba cansada. Las dos chicas que faltaban le estaban dando un tiempo duro.
Kiba, también, terminó su pelea. Naruto casi podía pararse pero al fin, pudo golpear al chico duro en el estómago, creando una oportunidad de golpearlo más y pronto, el chico de Suna se cayó al suelo. Kiba apenas llegaba para ayudar mientras Naruto respiraba hondo por aire y aseguraba que estaba bien.
Ino y Sai finalmente pudieron contra las chicas. Ambos se sentaban contra la pared debajo las escaleras, tratando de recuperar el aliento.
—Eso fue divertido.— Sai rió al decir y haciendo una mueca al sentir el dolor en su hombro. Ino se rió junto a él aunque a ella le dolía más.
—Chicos, ¿podemos admirar como Naruto le ganó a ese tipo?— Kiba añadió, sentándose junto a Ino, Naruto haciendo lo mismo.
—Deberíamos hacer esto a menudo.— Ino sugirió, todos riéndose sabiendo que nunca más harían esto otra vez.
—¿De qué se ríen?— Alguien preguntó: una chica con pelo castaño caminando hacia ellos e ignorando las quejas de los otros en el suelo. —No les importa si nos divertimos también, ¿no?
Ino, Sai, Kiba, y Naruto se quedaron en shock y horror al ver cómo más gente venía detrás la chica, casi todos usando el uniforme de Suna mientras otros venían con uniforme de Konoha.
—¿Tenías que abrir la boca, verdad Ino?— Kiba se quejó.