Naruto no tenía ganas de levantarse de la cama. Había tenido el sueño mas extraño de su vida la noche anterior. Lo que era, no sabía, no se acordaba bien de los detalles, pero sin duda era preocupante.
Al sentir la ansiedad del día, el rubio pesó sus opciones de o quedarse en casa o ir a la escuela. Por alguna parte, se sintió un poco aliviado en el hecho de que si el plan de Kakashi funcionaba, entonces él y Sasuke serían amigos de nuevo, pero por el otro, pensó en el dolor que Sasuke seguramente traerá. Dudaba que el Uchiha quisiera hablar con el en gran humor.
<¡Hay que ir, esto podría ser la oportunidad de empezar de nuevo!> Su mente esta mañana se mantuvo positivo, el demonio que siempre era negativo seguía durmiendo en alguna parte en él fondo de su mente.
—Sí, supongo que debería ir.— Naruto dijo en voz alta, sonriendo mientras sus ojos aún permanecían cerrados ya que todavía estaba tumbado en la cama.
La voz positiva le alentaba, diciéndole que se levante y se aliste. <Hoy voy a hablar con él, y luego volveremos como si nada hubiera pasado.> Naruto estaba incrédulo en lo positivo que estaba.
Pero todavía no iba salir de la cama.
Aun tratando desesperadamente para levantarse, no podía hacerlo. La cama era mucho más cómodo y cualquier movimiento que hacia lo hizo retroceder a su posición original, de vuelta a la calidez y sabanas cómodas.
Permaneció en sus pantalones flojos, después de un tiempo finalmente levantándose sólo para agarrar una camisa para ponerse antes de echarse de nuevo entre las sabanas.
En el otro lado de la ciudad, Sasuke también luchaba para levantarse de la cama. No había pegado ojo la noche anterior y sin duda estaba de mal humor.
Estaba tumbado en la cama, tirando su sabana al suelo. Pensó en levantarse e ir a la escuela pero, pensándolo bien, tenia sueño, estaba de mal humor, tenia hambre, y no tenía ganas de levantarse en absoluto.
Después de pensarlo un poco más, miró a su teléfono y contempló el tiempo. Eran sólo treinta minutos antes de ir a la escuela, así que Sasuke decidió que lo pensaría un poco más hasta que ya era hora.
Unos veinte minutos después, se levantó una vez más para coger la sabana del suelo y saltó de nuevo en su cama. Buscó su teléfono, sabiendo muy bien que lo había puesto bajo su almohada. Frustrado que no podía encontrarlo, gruñó cuando se levantó una vez más y arrojó sus almohadas en el suelo, todavía sin encontrar su teléfono.
Se puso de pie y miro a su alrededor casi medio dormido por un tiempo antes de abandonar su misión de encontrar su teléfono y caminando hacia la cocina, donde se quedó en frente del refrigerador. A pesar que el refrigerador estaba lleno, el azabache no encontró nada para comer y frunciendo el ceño, cerro la puerta.
Al escuchar el timbre de su teléfono, se lanzó a su habitación, casi chocando su dedo pequeño contra la mesa en la sala de estar. Empezó a buscar de nuevo, usando el timbre como un guía y al fin, encontró su teléfono dentro de la funda de una almohada.
Metió su mano adentro de la funda de la almohada y sacó su teléfono, justo en tiempo para responder a la llamada de Shino.
—¿Si?— Sasuke contestó el teléfono.
—¿Sasuke? ¿Por qué no estás aquí?— preguntó Shino, claramente rodeado por sus amigos, juzgando por el ruido de fondo. —¿Vas a saltar clases? ¿Donde?— Preguntó.
—Bueno, si. Me quedo en casa, ¿vienes?— preguntó Sasuke, buscando el cargador cuando su teléfono sonó la alerta 5%.
—Claro. ¿Quieres que traiga algo?— preguntó Shino.
—Uh... comida. Cualquier cosa, ¿quién más viene?
—Si quieres, puedo invitar a todo el grupo. Sakura esta aquí conmigo, Ino no ha aparecido todavía, Neji y Tenten no parecen estar interesados. ¿Quieres que llame a Shikamaru?— preguntó Shino, alguien interrumpiéndolo con alguna queja en el fondo. —Espera.
Sasuke esperó.
—Sí, ¿y qué?— Shino volvió a hablar con el.
—Que vengan. Trae tus juegos también, no tengo nada nuevo.— Sasuke dijo mirando a su consola de juegos.
—Está bien, estaré allí en treinta años.— Shino colgó.
Sasuke suspiró y se sentó en sus rodillas, mirando a su alrededor por su cargador. Encontrándolo, él azabache conecto su teléfono y abrió una aplicación social.
'A la mierda la escuela hoy, demasiados problemas.' El escribió.
Más tarde ese día, Hinata había conseguido sacar al rubio de la cama. Hinata siempre estaba ocupada, así que era raro cuando tenía tiempo para pasar un rato con él después de la escuela. Y viendo que la chica había venido personalmente a buscarlo, Naruto no podía protestar. Si ella estaba tomando tiempo de su día para perder el tiempo con él, entonces Naruto debería respetarle y salir de la cama listo para salir.
Conducieron hasta un pequeño parque cercano donde Hinata escuchaba con atención mientras Naruto expresaba su larga opinión sobre el plan de Kakashi.
Ella sabía que Naruto sentía algo por Sasuke, y Naruto sabía que Hinata sentía algo por él. Lo dejaron claro uno al otro hace un mes, cuando Hinata confesó sus sentimientos ante el rubio pero fue rechazada por un Naruto en conflicto. Aun así, permanecieron amigos.
—Por lo tanto, Naruto, ¿piensas ir?— Ella preguntó, atando su largo cabello púrpura-negro en una coleta alta mientras se sentaba en el banco.
—Tengo que ir, o Kakashi nos va a encerrar en esa habitación. No pienso en tener un momento difícil allí.— Él dijo. —Es aún más incómodo cuando me enojo, actuó como si no me importa nada y me siento como si lo hago inconscientemente.
Hinata miró hacia Naruto, el chico apoyando los codos en sus rodillas mientras empezaba a tirar trozos de su comida hacia los patos nadando en el estanque.
Hinata siempre fue buena para escuchar a pesar de que no tenía mucho que ofrecer. De todos modos, Naruto no era uno seguir consejos.
—Ey, ¡vamos allí!— El chico de repente dijo, sacándose a sí mismo de sus pensamientos mientras se levanto y señaló hacia una tienda de ramen.
—No hemos probado ese lugar... esta bien.— Hinata dijo, levantándose de la banca para caminar junto al rubio. Aun si ella no había dicho nada, sabía que Naruto iba a encontrar una manera de salir de sus problemas, pero eso no le impidió querer ayudarlo.
Mientras caminaban hacia la pequeña tienda, Sakura salió desde el interior.
—Oh, mira, si no es Hinata.— Ella dijo, un poco de diversión y asombro en sus ojos ya que Hinata casi nunca salia afuera debido a su estilo de vida. —Y Naruto. — Sakura dijo, escaneando a Hinata desde arriba y hacia abajo antes de mirar al rubio. —¿Qué haces aquí? — Sakura pregunto, recorriendo sus dedos por su pelo color rosa.
—¿Para qué más?— preguntó Hinata.
Sakura decidió que no le gustaba el tono que Hinata utilizo. Se podría decir que Sakura siempre estaba molesta por cada cosa que Hinata hacia y punto.
—No te hagas lista conmigo, princesa.— Sakura frunció el ceño.
—No estoy siendo lista contigo, amiga. Obviamente, cuando uno llega a una tienda de ramen, es para comer. En serio, es sentido común por si nunca lo has oído.— Hinata sonrió, cruzando los brazos y haciendo a Sakura un poco mas furiosa.
—Lo que sea.— Sakura se hizo a un lado y dejo entrar a Hinata, chocando su hombro con ella al pasar por la puerta. Luego miró a Naruto.
—Así que... he escuchado que Sasuke y tu se pelearon ayer.— Ella dijo y produjo su famosa sonrisa falsa.
—Sí, ¿y qué te importa?— preguntó Naruto.
—Cuidado, rubiesito. Te lo digo de una vez: Sasuke es mío. Él es mio y yo soy suya. ¿Entendido? Para de ir tras de él, claramente el no tiene el mínimo interés en ti.— Sakura se sentía orgullosa de regañar a Naruto. Hacia costumbre de anunciar su relación con Sasuke a quien se atrevía a mirarlo, especialmente a Naruto.
—¿Sí? No he oído nada acerca de ustedes siendo pareja. De lo que yo sepa, Sasuke nunca tiene una chica a su lado permanentemente. No te llenes de ti misma.— Naruto dejó escapar. —Y probablemente deberías dejar de rellenar tu sujetador, no es atractivo ver que tus senos se hagan más grandes cada vez que te veo. Acéptalo, pecho plano, Hinata todavía tiene un mejor paquete que tú.— Naruto no quería decir eso, pero él sólo dijo lo que sentía sinceramente, y a eso, él sonrió. Vio cómo Sakura se había puesto nerviosa y aun mas furiosa y por primera vez, el rubio se sintió orgulloso de haberla hecho sentirse de esa manera.
Sakura se avergonzó y teniendo nada más que decir, la chica se quito del camino de Naruto y se largo. Naruto se rió en silencio.
El resto del día de Naruto transcurrió con Hinata hablando de los eventos de su clan, incluyendo pequeños acontecimientos de su escuela. A pesar de no tener mucho que decir, Naruto estaba disfrutando la compañía de Hinata ya que ella siempre tenia algo de que hablar.
Mientras, en algún lugar de la ciudad, Sasuke estaba recostado en su sillón mientras Shino y sus amigos ocuparon su sala de estar junto con otras personas que Sasuke conocía. Sakura entro tarde ya que ella estaba trayendo comida de alguna parte, e Ino había llegado sólo unos minutos antes de Shino.
—No vas a creer a quien he visto hoy en el restaurante.— Sasuke escucho a Sakura decir al entrar a la casa.
—¿Quien?— preguntó Ino, ayudando a su amiga con la comida empacada de la tienda de ramen. Sasuke corrió hacia la puerta, deslizándose sobre sus pies al llegar a la entrada.
—¿Trajiste lo que te pedí?— Sakura frunció el ceño, pero sonrió con dulzura mientras le entregaba la orden de Sasuke hacia él.
—Tu amigo necesita un pequeño recordatorio de que no se meta conmigo, Sasuke.— Ella dijo.
Ino la miró. —¿Naruto? ¿Es él el que viste? Uf, que perdedor.— Ella dijo, descartando la mirada que Sasuke le dio a caminar hacia la sala de estar.
—Él no es mi amigo.— Sasuke dijo, llevando la mitad de la carga de comida que Sakura traía hacia la encimera de su cocina.
—¿Tiene importancia? Se está haciendo un incordio, Sasuke. Sus amigos saben no meterse conmigo, pero aun él sigue insistiendo. ¿No te molesta que él te sigue mirando de esa manera?— Ella preguntó, ocupándose de vaciar el contenido de las cajas en cuencos.
Sasuke rodó los ojos. —Sinceramente, no me importa lo que haga. Al igual que siempre y cuando se mantenga alejado.— Luego, Sasuke recordó. —Mierda. Me olvidé. Tengo que quedarme después de clases con él.
Sakura dejó lo que estaba haciendo. —¿Qué? Pero vamos a salir mañana.
—Kakashi tiene esta estúpida idea de hacer que nos hablemos el uno al otro. No fue mi culpa pero Naruto decidió ser una perra e hizo un berrinche en clase.— Él explicó.
Sakura estaba en una pérdida de palabras. Ya estaba enojada por lo que el rubio había dicho antes y ahora, estaba a punto de estallar. Ese chico peli-rubio se estaba haciendo un gran incordio para su gusto.
Más tarde esa noche, Naruto y Sasuke tenían problemas para dormir.
El día siguiente era su primer día quedándose después de clases y los dos no tenían ganas de ir, claro, cada uno por diferentes razones.
Naruto se quedó en vela toda la noche, leyendo todos los mensajes recientes de Sasuke en su pagina mientras Sasuke se quedó la mayoría de la noche avergonzando a sus amigos, tomándoles fotos de sus caras durmientes para luego subirlas a su pagina social.
Al fin, las alarmas sonaron y perezosamente, ambos se prepararon para ir a la escuela. Ya pensándolo bien, Naruto no estaba tan positivo por eso como antes y Sasuke tampoco se sentía alegre por ello.
Durante clase, Naruto miraba a Sasuke varias veces durante el día. Sasuke dormía la mitad del día y Naruto dormía de vez en cuando.
Hasta que la última campana finalmente sonó.