El rubio entró en la zona boscosa, su corazón doliendo al traer recuerdos y sentimientos a al vez.
—Vamos, Naruto. Deja de jugar.— Oh, qué gran momento para traer de vuelta los recuerdos.
Las palabras de Sasuke se escuchaban repetidamente en la cabeza, trayéndole de vuelta la memoria que Naruto había deseado olvidar desde hace tiempo.
El se acordaba de ese día.
El se acordaba todo de ello.
Se acordó del clima, el olor dulce del otoño.
—¿Ey, Naruto?
Y peor de todo, recordaba la cara de Sasuke.
—¿Qué? Mira, hombre, ¡para! No me interesa eso, ¡Naruto!
Y todo comenzó con un estúpido juego.
—Tu turno, Naruto. ¿La verdad o un reto?— preguntó Sakura, una vez más soplando una burbuja de goma de mascar sabor a fresa.
—Um... Verdad.
—Vamos, Naruto, ¡deja de ser tonto y atrevete ya!— Choji dijo, estirando la goma de mascar con su dedo. Choji estaba sentado encima de la mesa, observando los otros mientras jugaban y se estaba cansando de oír a Naruto siempre elegir decir una verdad.
—Está bien, está bien, me atrevo.— Naruto frunció el ceño. No tenía ninguna intención en elegir ser retado. El sabía las consecuencias que traería la elección y con Sakura, siempre había algo sexual que preguntaría a hacer.
—Hmm.— Sakura pensó. Miró hacía a Hinata e inmediatamente, sabía lo que le iba a retar al chico rubio.
—Te reto,— ella comenzó, su sonrisa creciendo, —que nos digas a quien te gusta.— Sakura nunca había sonreído tan grande y tan maligna.
—¡Sakura! ¡Eso es personal! ¡No le puedes preguntar eso!— Hinata rápidamente se puso roja y empujó a Sakura de ida y vuelta ligeramente.
—No, él eligió retarse, así que ahora tiene que responder a mi pregunta. Entonces, Naruto, responde: ¿quién te gusta?— Sakura pregunto de nuevo, jugando con su pelo rosa y torciendolo en su dedo e ignorando la mirada que Sasuke le lanzaba.
Hinata miraba hacía Naruto, esperando una respuesta que le de un poco de esperanza.
Choji, también, advirtió su mirada del teléfono y puso atención desde lo alto de la mesa.
Sasuke se quedó enojado con el hecho de que Sakura estaba avergonzándolo, si no presionándolo, a responder una pregunta que sabia que era incómodo y personal.
Naruto miró hacia Sasuke, el Uchiha dándole una sonrisa leve.
—Um... yo realmente no... no me gusta nadie en este momento.— Naruto ya no estaba disfrutando de este juego.
—Está bien, que aburrido.— Sakura frunció el ceño, rodando los ojos al girar la botella.
Naruto camino más dentro del pequeño bosque, cada vez más alejado de la escuela. Hacía frío ahora, el aire era fresco al igual que la lluvia que no dio aviso y decidió caer del cielo color gris.
Estaba temblando, pero siguió caminando hasta que sentía las plantas de sus pies demasiados fríos por las hojas húmedas y frías sobre el terreno.
Se sentó, apoyándose contra un árbol. No le importaba el frío, tenía frío, mucho frío, pero en realidad no le importaba. No le daba otra opción ya que la bebida en su mano le daba una pequeña sensación de calor sólo en sus dedos, su chaqueta delgada dándole poco calor.
Suspiró, viendo su aliento desaparecer en el aire congelado. Sintiéndose nostálgico, sus ojos se atrevieron a mojarse en lágrimas pero las seco al decidir que no iba a llorar por.
<No necesito llorar por nadie. Estúpido Sasuke, sal de mi pensamientos!> El pensó, suspirando mientras traía sus rodillas para abrazarlos fuertemente contra su pecho.
—Naruto, ¿puedo hablar contigo un momento?— Sasuke siguió a el rubio con pelo desordenado al ver que Naruto se alejaba rápidamente del grupo.
Choji y Hinata se habían ido hacia un restaurante al otro lado de la calle. Sakura se fue con ellos también, llamando a Ino en su teléfono para presumir, probablemente, acerca de cómo había avergonzado al rubio o algo así.
—No, está bien. Si se trata de Sakura, sé que ella no tenía intención de pedirme eso, lo sé.— Naruto caminó mas rápido.
—No, menso. Eso no es de lo que quería hablar.— Sasuke dijo, sin sorprenderse a la respuesta de Naruto. —Sólo quería decirte que no debes de hacerle eso a Hinata. Ella realmente te quiere, ¿sabes?
Naruto paro de caminar.
—No deberías haber dicho eso. Por lo menos podrías haber dicho que te gusta alguien o algo así, ¿sabes? Dale un poco de esperanza, no les hundas por completo las pocas que tiene, aun si no te gusta.— Sasuke pasó por delante de Naruto con las manos cruzadas sobre su cabeza y ajeno a las reacciones del pelirubio. —Deja que ella sepa que te gusta alguien sin decirlo, aún si no es la verdad. ¿Sabes lo que estoy diciendo?
Se detuvo después de no haber escuchado respuesta y se volvió hacia el rubio.
—No quiero hacer eso. No deberías de decirme esto. A mi ni siquiera me gusta Hinata.— Naruto centró su mirada en la acera. —No me gusta ella.— Él repitió.
Sasuke ladeó la cabeza, su mirada juguetona. —Bueno, si no te gusta ella, entonces ¿quién te gusta?
Naruto se encogió ante la pregunta directa de Sasuke. Un breve silencio se hizo cargo de los dos.
Dioses, pero ¿por qué era tan denso Sasuke? ¿Podría realmente no darse cuenta en todos los tiempos que Naruto le lanzó pistas indirectas a él?
—Me gusta...— comenzó Naruto.
—Es broma, no tienes que responder.
—Tu.
Ambos dijeron al mismo tiempo.
—¿Qué?
Naruto se quedó en silencio, todavía centrado en la acera debajo de él.
El aire de otoño soplaba contra sus caras.
—¡Naruto!— Sasuke lo sacudió.
—¡¿Qué?!— Naruto salió de su profunda concentración. —¿Qué, qué pasó? ¿Qué dijiste?
—¿Qué he dicho? No, idiota, ¿qué has dicho tu?— Sasuke levantó una ceja.
Naruto pensó un poco en lo que podría haber dicho, pero al intentar como el pudo, no podía recordar. Por desgracia, la cara de disgusto que el Uchiha estaba haciendo parecía explicar todo.
—No, no decía nada.— El rubio no sabia que decir.
—Ey, ¿Naruto?— preguntó Sasuke. —Dijiste lo que pensé que dijiste, ¿verdad?
Apretando los puños, Naruto contempló su respuesta.
<Solo dile de una vez.> Una voz le dijo. <De todos modos se iba a enterar.>
Un pequeño fragmento de valor falso se hizo a cargo de Naruto mientras tomaba una respiración profunda. —Sí, Sasuke. Has oído bien.— Naruto apretó los puños con más fuerza, si es posible. —Me gustas.
Un silencio se hizo cargo del Uchiha mientras su mente se esforzaba para comprender que su mejor amigo le había confesado.
Cuando Sasuke encontró su voz, no pudo evitar sonar frío. —Vamos, Naruto. Deja de jugar.
—No estoy jugando. Tu preguntaste, yo contesté— Naruto estaba temblando por el temor que estaba tomando rápidamente sobre él. Se negó a huir, ahora que se lo ha dicho, él no iba a huir. Decidió enfrentarlo, aun si Sasuke lo lastime.
—¿Qué? Mira, hombre, ¡para! No me interesa eso, ¡Naruto!— Sasuke se encontró empujándose del rubio, el rubio que poco a poco se quebraba, que había tenido lo suficiente y torpemente camino hacia Sasuke, abrazándolo en un abrazo débil. Tan débil que cuando Sasuke empujó sin hacer ningún esfuerzo, Naruto cayó al suelo con los ojos amenazando a lágrimas, pero con fuerza impidió que cayeran.
—Mira, Naruto. Lo siento, yo no puedo. . . creo que es mejor si no nos veamos por un tiempo. No puedo... lo siento.
El Uchiha se alejó.
Al día siguiente, Naruto no fue a la escuela, pero para su sorpresa, Sasuke no le había contado a nadie de lo que había sucedido.
<Por supuesto que no, eso sería vergonzoso para el.> Naruto pensó.
Justo como Sasuke dijo, los dos no se vieron a menudo. Sin embargo, de vez en cuando, Sasuke hablaba con él, pero nunca hubo mucho que decir. Por más que trató de negarlo, el azabache quería que su amigo de vuelta, pero no sabía cómo.
Tras darse cuenta que la incomodidad que persistió entre ellos no se iba, se dio por vencido y Sasuke empezó a actuar como si no lo conociera.
—Idiota.— Naruto rió, riendo por que era lo único que podía hacer para mantener a sí mismo de estallar en lágrimas.
—Naruto, ¿por qué Sasuke esta actúa de esa manera? ¿Se pelearon?— Hinata había preguntado ya unas pocas semanas después del incidente.
Naruto negó con la cabeza, mordiendo en su sándwich e inmediatamente lamentándolo cuando se dio cuenta que no era lo que él ordenó.
—No sé, así dejalo.— Naruto dijo, mirando a su alrededor para buscar la camarera. —No le preguntes nada.
Hinata miró a Naruto y sabía que era mejor no preguntar.
—Se lo pierde, entonces.
Naruto bostezo, dándose cuenta de lo cansado que estaba y del sueno que tenia. <Debería irme a la casa.> El pensó.
<O te podrías quedarte aquí. Nadie se daría cuenta de cualquier manera.> Naruto frunció el ceño, pero de una manera, estaba de acuerdo. A fin de cuentas, nadie casi se fijaba en él, no después que Sasuke lo dejo aislado de todo el mundo.
Ni que le importaba de todos modos.
La lluvia había cesado. Las hojas eran demasiado pesadas r03;r03;con agua para bailar con el viento.
Los sonidos de la naturaleza cubrieron los oídos de Naruto. Los árboles altos y oscuros hacían que el bosque pareciera más oscuro. Y entre la naturaleza, el chico de cabello rubio durmió.