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-**** En otras noticias, se hayan varios cadáveres de omegas en una casa abandona, se creen que muchos de ellos daban a luz en condiciones tan bajas que muchos no sobrevivieron, se han encontrado cadáveres de omegas abrazando a cadáveres de recién nacidos-***
— Los omegas, son personas Steve, ninguna persona merece ser tratado como la sociedad trata a los omegas, es un asco y espero que nunca te atrevas a lastimar alguno… — menciono el señor McGarret viendo esas tomas, no pudo evitar sentir un nudo en garganta al ver unas fotos, pero aún no entendía cómo podía haber tanta indiferencia en algunos alfas al no tener empatía, sabía que había alfas como betas que no estaban de acuerdo con ese trato pero por alguna razón se mantenían al margen, pero él se había prometido enseñar a sus hijos el respeto a toda casta de la sociedad.
—Soy tu hermana mayor, Steve, conozco el mundo y el mundo es un asco pero creo también en el cambio — menciono Mary, viendo largamente el paisaje, su hermano solo sonrió, viendo como su hermana se acercaba a su pareja, si algo caracterizaba a Mary, era que una mujer fuerte, nunca menciono como conoció realmente a su “conejita” pero eso sí, había conquistado a su hermana como padre, una pasado tan doloroso como ella merecía todo el amor, como respeto, cuando él menciono que había conocido a su novio, fue su hermana que grito como poseída.
— Vaya jovencito, si eres una preciosidad, mi hijo se sacó la lotería, si no estuviera casado, probaría suerte contigo — menciono divertido John viendo el rostro sonrojado de Daniel que con torpeza lo saludo, Mary solo lo abrazo tan fuerte que si no hubiera sido por su pareja era de seguro que se hubiera desmayado.
Daniel admiraba a su cuñada, como suegro ambos luchaban por los derechos de los omegas, nunca lo trataron mal o hacerlo sentir menos por su casta.
— Ellos están cerca — susurro la pareja de Mary, viendo con paranoia a sus alrededores, Daniel solo trato de confortarla ya que la omega de Mary no era muy comunicativa, y a veces mencionaba a ellos, había algo que le impedía preguntar más.
Ambos omegas caminaron en el centro comercial sin darse cuenta de que alguien los estaba vigilando como tomando fotos, para desaparecer en la multitud.
Cuando Daniel observo a su novio con un ramo de rosas solo espero como los fuertes brazos de su futuro Seal se enroscaban en su cintura para darle un apasionado beso, al ver el rostro de Steve podía ver el brillo de amor que tenia el hombre hacia él y él omega solo rebosaba de felicidad con cada muestra de amor proveniente de su pareja.
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Daniel Williams era fuerte fuera de la habitación o eso aparentaba enseñar, ya que luchaba con mantenerse altivo, fuerte como le enseño su familia, de luchar por su creencia, deseaba seguía demostrando que era un omega diferente aun cuando su corazón se estuviera haciendo trizas, pero era un tonto romántico que soñaba con algún día con el amor de su esposo aun cuando este lo odiara… ya que él no bajaría la mirada aun cuando el alfa le enseñara su mayor mirada de desprecio, incluso muchas veces no bajo la mirada cuando los alfas utilizaban su “voz” pero a veces solo a veces se cansaba de mostrarse así, de luchar con un ente invisible, con una sociedad que los tenía en lo más bajo de la sociedad pero sobre todo de luchar contra sus propios sentimientos. Sabia que volver a ese lugar solo le traería desgracias, las viejas heridas volverían abrirse y su corazón… ¡oh! Su pobre corazón se agrietaría.
Al menos contaba con Rachel, su loca amiga de verdad estaba demente, dejar todo en su país, y tomar sus ahorros, sabia que su amiga alfa soñaba con abrir una galería de arte, de mostrar su talento pero ahora en Hawaii, sería difícil para ella, de estar en un mundo tranquilo a luchar con un hombre que se volvió rico con la inteligencia que poseía, no habían sido siete años aproximadamente en que estaban lejos, en que Steve McGarret levanto un pequeño negocio que pintaba en ser un fracaso y convertirlo en lo que era ahora, un empresario respetado, como sus habilidades en coronarse en el mejor de su unidad, de ser comandante, un ninja demente que a veces hacía de líder de un tal unidad Cinco- Cero. Su amiga se había enfrentado a los dos alfas, siendo bateada por la energía de Steve, ni digamos Catherine esa mujer era letal. Entonces para Williams ver a su amiga en Hawaii había sido un aliciente… Más cuando por ejemplo hoy se llevaba a su dulce monito a su cuarto para alejar a su niña de esa mansión.
Para el omega su habitación era su guarida, su lugar seguro, ya llevaba dos meses de feliz matrimonio con Steve, y al menos el alfa no había entrado a su habitación, ni muchos menos le había pedido que cumpliera como su esposo, eso lo tranquilizaba pero le llenaba de celos… Porque si Daniel Williams moría de celos, rabia y dolor al saber que su esposo no lo tocaba por estar con omegas mucho mas hermosos, con solo chasquear los dedos. No entendía para que lo quería Steve, como esposo, acaso quería humillarlo, herirlo al saber que era tan poca cosa que su marido ni siquiera lo tocaba. Debería estar feliz pero su idiota como terco corazón se rompía al saber que no era amado.
—¡No Steve! — grito Daniel, viendo como el alfa entraba en su habitación para tomarlo del brazo, al punto de lastimarlo y sacarlo de sus pensamientos… podía ver a McGarret completamente ebrio, y sabia que si no lo detenía…la puerta de su habitación estaba abierta, no pudo confirmar si su suegra estaba en la otra habitación pero su cuerpo temió por la fiereza de su pareja.
— ¡Eres mi puto esposo, cumple con tus obligaciones! — rugió molesto Steve, apretando más su brazo, podía ver como los ojos grandes como pecaminosos de su esposo se abrían al verlo tan furioso, se había cansado de respetarlo por dos meses, y el muy desgraciado se metía con esa alfa que lo siguió desde su antiguo lugar, podía ver de reojo como su madre sonría al ver con orgullo como se comportaba como el alfa puro que era. Ahora Steve le enseñaría como debía comportarse ya que si era bueno para abrir las piernas a otra alfa, que lo hiciera con él.
—¡Soy tu esposo! ¡no tu puta! — grito Daniel, liberándose del agarre para intentar salir de la habitación, si bien estaba caliente su esposo que fuera en busca de uno de sus tantos omegas y que ellos les abriera las piernas, él no se dejaría. Iba a salir cuando la mano fuerte de Steve lo agarro del cabello, por un momento se quedo paralizado con los ojos abiertos, jamás en todo el tiempo en que estuvo casado con McGarret este se había comportado de esa manera. La puerta de su habitación fue cerrada bruscamente
— Te ordene que ahora ibas a cumplir y lo harás a la buena o a la mala, Daniel — rugió molesto para aventarlo a la cama, pudo ver como su enano esposo rebotaba en la suave cama para intentarse levantar pero el cuerpo de su alfa se posiciono encima de su cuerpo
— ¡Steve! — Grito Daniel, no quería eso no de esa manera sus ojos estaban cristalizados por las ganas de llorar, todo desapareció, en ese lugar estaba Steve y él no había nadie más que ellos dos — Por favor, Steve, no así — susurro tratando de hacer entender a su pareja pero este solo lo beso agresivamente para destrozar su ropa, intento alejar el cuerpo del otro…
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La madre de Steve tenía el pecho hinchado de orgullo por la actitud de su hijo, al fin su hijo menor se estaba comportando como el alfa que era, su socio estaría feliz de saber la noticia de lo que escucho en todo el pasillo, los gritos de dolor de ese estúpido omega, de las palabras hirientes de su hijo.
Si alguna vez tuvo la dudo de que su hijo, recordara las enseñas de su esposo e hija y tratara bien al omega se esfumaron, al día siguiente al ver a ese estúpido hombrecito llorando en la cama desordenada y su fuerte hijo saliendo de esta luego de estar con ese omega, para la mujer no había momento más feliz al saber que Steve trato a ese omega como una prostituta barata. Su socio debía saber eso.
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—Steve, tarde o temprano aprenderá a ser el alfa que es — dijo Doris, viendo a su socio con una máscara, sabía que en bajo mundo su socio no era bien conocido de mostrar su rostro, era una manera de protegerse, en especial a la hora de tener nueva mercancía como sus trabajos. Ya que ellos probaban la mercancía antes de ponerla al servicio de su distinguida clientela.
— Y mientras eso pase, no confiaremos en él, querida, nuestro poder ha estado por tanto tiempo, porque hemos sabido movernos, y no dejaremos que un intento de alfa se nos meta en ella, tú hijo debe demostrar que es capaz de denigrar a un omega, que no dudara en hacerlo trizas, de tratarlo como basura y nunca arrepentirse luego, no estamos para cometer un error ni mucho menos de perderlo — menciono serio el hombre viendo como Doris asentía a todo lo que dijo como si entendiera lo delicado de su orden.
—Steve, será el alfa que es y te juro que lo moldearas como quieres, y tu querido tendrás lo que tanto deseas del puto omega que se atrevió a mirar a mi hijo, y pensar en tener hijos con mi muchacho — informo segura, para darse la vuelta con una sonrisa de victoria en su rostro.
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— Vaya, al parecer Steve McGarret se esta comportando como su madre nos prometió que se comportaría — menciono una voz divertida, al ver en su campo de visión a Daniel caminar como podía, sus ojos estaban completamente rojos e hinchados. Vio con algo de burla las fotos de McGarret y la otra alfa Catherine, ambos estaban llenando con creces como deben comportarse los alfas como ellos, hombres semidioses con el poder de ordenar como vivir de los placeres que estaban destinados hacer los omegas.
— Si sigue así, muy pronto tendrá una invitación para unirse a nuestro selecto grupo, y su omega a las filas de los omegas que satisficieran a todos nuestros invitados especiales — menciono un hombre con bastón viendo a los propuestos de alfas para que pertenezcan a su grupo organizado. Al parecer las lecciones de John y Mary McGarret murieron con ellos el día que hizo explotar su auto.
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— ¡La mataste! — grito la pareja de Mary, golpeando al hombre que solo sonrió al verla tan desesperada — ¡Maldito, juro que me lo pagaras! — grito para intentar salir de ahí, debía ir con Steve, decirle la verdad, al menos alertarle del peligro que estaba Daniel, el hijo de ese maldito estaba interesado en el omega, deseaba preñarlo y ella juro que no lo dejaría. A lo lejos escuchaba la catarata solo debía ir ahí lanzarse como rogar por un milagro de que saliera viva y no ahogada cuando se lanzaría para salvarse el cuello.
— mi niña, es una lastima que ya no me sirvas, fuiste muy traviesa de liberar a tu amiga omega pero tarde o temprano la encontraremos — susurro para sacar una pistola y dispararle directamente en la cabeza a la joven omega, su cuerpo sin vida cayo en el rio siendo arrastrada por la corriente — revisen que este muerta, no queremos más testigos
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— A veces cuando me cuerdo de Caroline, me entrega la nostalgia querido hijo, fue una buena puta en su infancia, como adolescencia, sabía hacer unas buenas mamadas, lastima que tuve que matarla, me seria de estorbo pero al menos murió rápido y no sufrió mucho como le hago al resto — menciono aburrido para caminar a la salida.
CONTINUARA…