TRAICIÓN
Doris no pudo evitar mostrar una sonrisa de superioridad dentro de su habitación al darse cuenta que el plan que tenía con su hijo estaba saliendo perfectamente bien, que no importaba los años, el plan seguía su rumbo que su hijo pronto pertenecería a su círculo privado, muy pronto Steve sería un alfa prime cruel, déspota con los omegas muy pronto el mundo se vería libre de esa abominación, que los pocos que serían escogidos... Su único propósito sería el de dar a luz alfas, betas como una minoría de omegas.
Es que era imposible que hubiera más omegas que alfas, eso no era lo peor eran tan escasos los alfas prime, pero ella se encargaría de buscar hasta debajo de las piedras a otro omega Prime. No descansaría porque no por nada había sacrificado tanto... Tuvo que asesinar a su propio esposo como hija para liberar al mundo de escorias que no merecen vivir.
Todo era perfecto hasta que apareció Daniel Williams ese estúpido omega tuvo que arruinar todo, desde que era un niño no lo tomó en importancia... Grave error debió darle un tiro cuando tuvo la oportunidad pero en ese instante lo creyó pérdida de tiempo pero el estúpido omega tuvo que crecer y fijarse en su máxima creación... En su hijo. Lo odio por eso por meterse en su camino como en su plan, si no fuera solamente eso supo que se había juntando con su tesoro cuando este tenía 15 años, pero se casaron oficialmente tres años después pero solo le duro el gusto de su matrimonio dos años cuando ella se encargó del asunto.
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Daniel no estaba a gusto en ese lugar, mucho menos estaba a gusto con la mirada del socio de su “esposo” el de verdad deseaba irse a su casa abrazar a su monito sin sentir la pesada mirada del hombre que se acercó a él para ofrecerle una copa, él se negó desde hace varios años nunca volvió a tomar, nunca supo porque aborrecía que le invitaran a tomar algo.
─ me retiro ─ menciono para alejarse del lugar pero pudo sentir como su brazo era detenido por ese hombre, por instinto se alejó temblando el recuerdo fresco de lo que paso con Steve lo tenía alerta, su corazón latió más deprisa como su respiración fue errática agradeció cuando uno de los asistentes interrumpió para hablar con ese hombre solo así respiro tranquilo, camino fuera de ese lugar… fuera de ese mundo que no era suyo, el cual le obligaba a ser solo un adorno de decoración, observo a Steve, como se desenvolvía en ese lugar, lo confiado como fuerte del Seal era alabado por alfas de alta categoría como betas, solo negó un poco por toda la hipocresía que se observaba en ese lugar.
Extrañaba al antiguo Steve, al hombre que alguna vez se enamoró… ese joven soñador, no entendía porque el marine le reprochaba sobre una traición cuando su peor error fue amarlo con locura, salió al balcón para ver el cielo estrellado, pudo ver a lo lejos una pareja ser cariñosa en la oscuridad que le podía proporcionar ese sitio, su mente voló muchos años atrás en donde él creía en el amor…. Tenía 15 años, y creía que el amor era lo más hermoso que existía.
En qué momento todo se vino abajo, en que fallo para que Steve lo odiara tanto como lo hacía, eran las dudas que atormentaban la mente de Daniel Williams preguntas que atacaban en cualquier momento.
¿En dónde quedo los sueños de los dos?
¿En qué momento se dejaron de amar?
¿Alguna vez existió el amor en ellos dos?
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Daniel esperaba a su novio junto a su cuñada, la joven no podía estar más orgullosa de su hermanito el cual se había apuntado a ser un seal, para ella no había más alegría que ver a ese par de tortolitos abrazarse como darse de vez en cuando besos.
─trabajare duro para que podamos cumplir nuestros sueño de abrir una empresa de protección ─ hablo seguro Daniel viendo como Steve solo asentía sabiendo que lo que se proponía su pareja lo lograba, claramente no solo McGarret haría el trabajo pesado aun siendo solo un mesero por su condición omega no podía a aspirar a otra clase de trabajo, pero ayudaría a su pareja para que ambos cumplieran su sueño solo agradeció el beso en la frente de su pareja.
─Yo también te ayudare Danno, veras que juntos podremos lograrlo ─ respondió el futuro Seal cerrando ese trato con un beso en los labios en donde sus manos entrelazadas se fueron a sentar en una banca viendo el atardecer, ambos hombres estaban seguros que su amor seria para siempre.
Los meses pasaron y ambos habían tenido un ahorrito, en donde Daniel casi se desmayaba cuando triplicaba sus turnos pero al ver como su pareja le escribía hermosas cartas como alentarlo a que siguiera sus estudios como chef para que un día luego de la empresa ellos abrieran un restaurante.
El primer golpe que sufrieron fue cuando supieron el fallecimiento del padre como hermana de Steve, Daniel estuvo al lado de su esposo porque si, ellos se consideraban ya marido y marido, en donde Danno fue un gran sostén cuando Steve perdió a las dos personas que más valoraba, al poco tiempo averiguaron que tanto el señor McGarret como Mary habían dejado un seguro de vida ambos alfas dejaron como beneficiado a Steve, fue un golpe duro saber eso para Doris pero la mujer se trató la ira al ver como su hijo lograba su sueño como sobre llevar la vida militar, su hijo era un genio como su casta le indicaba.
─ ¿Siempre me amaras Steve McGarret? ─ pregunto un dudoso Daniel cuando miraba varios documentos que estaban esparcidos en la habitación de Mary, el omega pudo sentir como era abrazado por su pareja para sentir la cálida respiración del mayor…
─ Siempre te amaré Daniel Williams… mi omega…
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Danno salió de ese recuerdo viendo la hermosa luna que podía apreciar desde el balcón cuando giro pudo ver a Steve el cual lo observaba desde una de las esquinas, por un momento su cuerpo tembló al sentir la presencia del alfa, pero Daniel no era un omega cualquiera, aun cuando su instinto le indicaba que bajara la cabeza su orgullo pisoteado le dio batalla a esa mirada para mostrar una mirada rota, paso de largo.
Steve deseaba detenerlo, una parte de su subconsciente le indicaba que fuera detrás de su omega que le suplicara perdón pero la mano de su fiel amiga Catherine le impidió que cometiera un error.
─No lo sigas, sigue el plan ─ susurro Catherine viendo al omega marcharse su mirada queda en Steve que solo asiente recordando que Daniel fue el primero en traicionarlo en lastimarlo toma la mano de su amiga para darle un beso en ellas para llevarla a la pista de baile.
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Varias fotos estaban esparcidas en la recamara de Doris, al mujer no despegaba la vista de las mismas, si era sincera le costó demasiado separar a ese omega de su amado hijo, los dos eran tercos y el omega jamás bajo la cabeza delante de ella, otra de las razones que odiaba a ese tipo, que no importaba las humillaciones, las burlas los trabajos excesivos en el hogar, la alfa no podía dar crédito de ver al omega trabajar duro en su casa… ya que ella se encargaba de hacerle la vida de cuadritos, el omega iba a su trabajo en donde tampoco se la llevaba fácil.
Sus manos tomaron una de las fotos en donde se podía apreciar a un Daniel William desnudo recostado con otro hombre, dejo esa para ver otra en donde se miraba al omega bailando pegado con otra persona, cada foto era más comprometedora que la primera, hasta que su hijo ya no pudo seguir negándose a una verdad
¿Entonces era cierta la traición del omega?
La respuesta era que no, Daniel Williams era un omega fiel, un luchador pero ese era algo que su hijo no tendría que saber, y claro que cuando vio la primera foto su Steve haya creído que ella le dio fotos montadas de su esposo, cuando fue a investigar la veracidad de la mismas se dio que no habían sido retocadas que era verdad que su omega se había acostado con otros hombres.
Fue un golpe duro para su hijo, de que todo el dinero que le dio a su querido omega este lo había invertido mal, que llevo al punto que la empresa que tanto había trabajado estaba a nada de quebrar, pero aun así Steve no dudaba de su pareja hasta que lo vio con sus propios ojos, claramente Doris no dejo que se acercara mucho su hijo a la escena cuando entro y vio a su pareja durmiendo con otra persona Steve solo se dio la vuelta, ella solo sonrió en sus adentros cuando el “alfa” que yacía en la habitación de Daniel no estaba precisamente vivo, aun no entendía la obsesión de Wo Fat con ese omega pero mientras este dejara en paz a su hijo le importaba nada el destino de Daniel.
─Veo que te estas divirtiendo sola ─ hablo una tercera persona viendo la habitación para Doris sabía que ese hombre no tenía nada de decencia ni respetaba la privacidad de sus socios pero era cierto que sin ese hombre nunca su hubiera podido deshacer de Daniel.
─recordando pequeños triunfos ─ menciono Doris, tomando una bolsa transparente con unos polvos blancos ─ recordando como lograba poner fuera de combate a Daniel Williams con estas cositas ─
Porque si, Doris al percatarse que haría que ese estúpido omega se separaría de su hijo, que él lucharía hasta con dientes y uñas para estar junto a su tesoro, entonces empezó a tratarlo mejor con la excusa que era por el bienestar de Steve, que él pobre estaba dividido entre sus dos amores ya que él era el bien amado esposo de su hijo y ella la madre.
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Al principio como era lógico Daniel tenía sus reservas pero poco a poco estaba creyéndola, al tener la confianza del omega, siguió con la segunda fase de su plan, esa primera vez invito a su yerno a una copa de Whisky con su receta especial.
Daniel al principio no quería beber pero al ver el cambio de su suegra, no quería ocasionar más conflicto con ella, y que su esposo encontrara un momento de paz se lo bebió a los minutos se sintió mal, un poco mareado como su vista borrosa como pudo se recostó en el sillón pudo ver a Doris que estaba viéndolo con una copa alzada, Williams solo cerro los ojos y se dejó llevar por la oscuridad.
─Ahora llévalo a la recamara y ya sabes lo que tienes que hacer, que se vea natural, pero sin tocarlo de más, mi socio tiene planes con ese estúpido omega ─ ordeno seria Doris viendo como ese tipo cargaba a un inconsciente omega que no sabía la suerte que tendría en el futuro.
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Steve hubiera perdonado todo, que Daniel haya hecho fraude, que su negocio haya estado a punto del quiebre pero lo que no podía perdonar era que le haya sido infiel. Había pasado una semana desde la fiesta en que Daniel no le dirigía la palabra, y en que él había tratado algunos asuntos con su socios, siendo la que más maneja esos asuntos Catherine…
¿Acaso no era suficiente para él?
Eran algunas de las conversaciones que tenía con su madre, la única en que podía confiar y la que jamás lo traicionaría.
─ Otra vez pensando en las nubes Steve ─ susurro una voz, el seal se giró viendo al omega pelirrojo desnudo en su cama, el alfa solo miro por última vez la ventana que daba vista al balcón para dirigir su mirada en el omega que dejo caer la sabana incitándolo a que lo tomara en ese lugar y él no dejaría con las ganas a ese omega…
CONTINUARA…