NUEVO HOGAR
Daniel Williams debía aprender su lugar en esa sociedad, pero principalmente su lugar al lado de Steve McGarret… Pero de verdad el omega esperaba por gracia divina que quizás cuando bajaran del avión, el marine estuviera esperándolos pero alguien debía decirle que dejara de tener esos sueños estúpidos como anhelos porque el alfa le Valia nada su opinión como su presencia ¿Entonces porque ese matrimonio? Nunca espero algo más en la vida pero al menos la presencia de su alfa, pero no ahora con su nueva vida de soledad, humillaciones como dolor se mostraba desde el principio al ver el lugar tan solo, solo algunos empleados del aeropuerto, pero no su marido, contuvo las ganas de echarse a llorar por el desprecio, su mirada se dirigió dónde estaba la otra alfa que solo miraba sus apuntes como si el ingresar a Hawaii sin nadie que los esperara fuera algo normal y debía ser porque era imposible que Steve fuera a buscarlos. Él era solo un trofeo para el alfa ese era su lugar y mientras mas se lo metiera en la cabeza seria menos doloroso digerir que en cualquier momento seria echado a la basura mientras fuera de utilidad para su marido, él tendría un trabajo.
— Es tan hermoso papi — susurra maravillada Grace viendo el paisaje exótico del lugar, sus ojos están abiertos emocionados de ver el hermoso lugar, esta inquieta como toda una niña quiere salir corriendo a explorar el mundo, aunque su mundo fuera ese lugar, sentía la adrenalina en su pequeño cuerpo, el deseo de disfrutar la tierra en sus pies descalzo, sus ojos brillaban como nunca lo había hecho y Daniel solo negó con la cabeza porque al ver esa actitud en su hija le recordaba demasiado a McGarret, su hija había heredado el sentido de aventura de su otro padre y el sabor le supo amargo al recordar al hombre que le había puesto en esa encrucijada. Se tenso al sentir la mirada de la otra alfa en su hija y sintió por un segundo que su corazón dejaba de latir al pensar que esa mujer se diera cuenta del parentesco de su hija con Steve.
Catherine solo frunció un poco el entrecejo al ver esa actitud en la pequeña y no es que esperaba otra emoción en la alfa ya que era lógico que se emocionara con un paisaje como lo era Hawaii pero lo que la puso en esa situación es que por un segundo vio el reflejo de su amigo en el rostro de la menor, iba a acercarse a Grace para verla mejor ya que algunas veces sospechaba algo y esperaba que su instinto no tuviera razón de lo que estaba pensando porque si era así…Ese maldito omega no solo engaño a su amigo en el pasado sino que ese hombre se llevo otro secreto…Era imposible que ese omega haya quedado en espera cuando se separo de Steve, si fuera en ese caso ¿Por qué no murió después del rompimiento del lazo alfa-omega? Eran tantas las preguntas cuando dio un paso adelante, Daniel se entrepuso en su camino, iba a reclamar esa actitud pero el chofer de McGarret apareció para darle indicaciones de lo que debían hacer una vez que estuviera de nuevo en su hogar.
— Mi señora, el señor McGarret quiere que una vez les enseñe el lugar a sus invitados especiales, vaya a su oficina, necesita hablar de un asunto importante en su despacho — hablo con respeto el hombre viendo que la mano derecha de su jefe solo asintió para enseñarle las maletas que debía colocar en la parte de atrás del auto. Daniel solo agradeció internamente esa interrupción ya que la mujer puso toda su atención a las ordenes de su amigo.
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Steve McGarret estaba en su despacho firmando algunos documentos, por la hora era de seguro que Daniel junto a su hija estaban en Hawaii por un momento deseo ir a darles la bienvenida, pero como vino la idea fue desechada ya que ese omega no merecía ninguna atención de su parte, sus ojos se quedaron fijos en un contrato que si todo saliera como lo tenía pensando ese contrato seria beneficio para su negocio.
A veces en la soledad de su oficina los recuerdos cuando era joven enamorado de un omega como lo era Daniel le invadían en su mente, las citas que tuvieron, las promesas que se dieron en su momento… Todo era una mentira de parte de Daniel, a veces deseaba tener al culpable de sus desgracias arrodillado bajo sus pies y si algo estaba seguro el Seal era que lo tendría. Ese maldito se arrepentiría toda su vida de la bajeza de sus acciones así él.
Si su querida hermana estuviera a su lado, todo sería tan diferente como su padre pero ellos fueron arrebatados de su lado, sin siquiera darle la oportunidad de despedirse. McGarret sabía que estaba cegado por el deseo de la venganza pero fue lo único que lo mantuvo cuerdo para proyectarse en cumplir todos sus metas, de trabajar arduamente hasta posicionarse en donde estaba y no dejaría que sus tontos sentimientos por un omega que no lo merecía estropearan sus planes y claro que no lo iba a permitir que lo hiciera.
— ¡Dime que no te casaste con ese maldito omega! —
Steve solo acomodo unos archivos cuando vio entrar a la mujer en su despecho, echa una furia y con deseos de venganza, sus pupilas están dilatadas, al ver que McGarret la esta ignorado sabe que tiene perdida la batalla, el marine ya no le respeta por una parte esta llena de orgullo de ver al hombre sentado enfrente de ella siendo uno de los más fuertes Alfas, no solo físicamente sino que tiene una posición social que muchos envidiarían con tener. Que es de seguro que muy pronto firmara contrato con otro de los más grandes alfas de la sociedad con un fuerte poder social, sino que es uno de los mafiosos más rico del mundo, que ese tipo clandestinamente tiene una red que contrabandea con omegas esclavizados para deleite sexual de los alfas, es verdad que McGarret no sabe eso, y solo ella como otros pocos alfas lo saben, que a veces no solo son omegas que no tienen donde caerse muerto, sino que han sido secuestrados, hurtados en un descuido de esos omegas que termina perdiendo su libertad.
Pero ella es consciente que todos los planes que ha hecho en lo largo de la vida de Steve McGarret se irían a la basura si ese hombre volvía a estar junto a Daniel Williams ese estúpido omega que se debió meterse en la mente, como corazón del marine pero ella tenia varios trucos bajo la manga, si ya una vez se deshizo de ese omega, no sería difícil volver hacerlo y ella se encargaría personalmente de hacerlo, pobre Daniel debió esconderse en las piedras, pero si una vez lo dejo con vida, esta vez acabaría con el hombre.
— Steve, espero que no te arrepientas de lo que hiciste, ese omega ya te traiciono una vez ¿Qué te garantiza que no lo vuelva hacer? — Cuestiona con más calma viendo como el otro apretaba sus puños, al parecer sería fácil meterle todo el veneno que quisiera para que el alfa odiara al omega. Sin esperar repuesta se dio la vuelta, ya había hecho su trabajo ahora solo le quedaba esperar, como mover sus fichas y muy pronto ese omega volvería a salir de sus vidas y esta vez seria para siempre. El Seal solo dejo caer un puñetazo en el escritorio, sintiendo la furia recorrer en su cuerpo y sabia donde podía descargar toda esa rabia, o que menos deseaba era asustar a la pequeña Grace, ya que por miedo perdería la oportunidad de ganar simpatía con la niña que miraba todo sin entender que estaba pasando.
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— Este será tu nuevo hogar pequeña — hablo con dulzura Catherine viendo a la pequeña que no dejaba de ver la mansión, de reojo observaba a Daniel que solo apretaba sus puños para liberar la tensión de su cuerpo, cuando iba ingresar a la mansión, un auto se detuvo siendo el que bajara del mismo la madre de Steve, una alfa con una mirada mordaz cuando vio al omega. Sabia lo que iba a avecinarse y debía actuar rápido antes que la mujer se acercara a ellos, con una rapidez abrió la puerta dejando pasar a Grace, le enseño el jardín cosa que llamo la atención de la niña que salió corriendo en esa dirección dejando atrás a su papi ya que la menor quedo maravillada con la fuente… ¡El lugar era enorme! Y Grace poseía un alma aventurera que no espero más para explorar el lugar.
— Así que era cierto los rumores que llegaron a mis oídos. Mi hijo cometió la estupidez de volverse a casarse con este inútil, creí que haba quedado claro que un omega como tú, no merecía las atenciones de mi hijo, pero Steve era joven y cayo con alguien como tú — hablo seria la madre de McGarret viendo con desprecio a Daniel que solo bajo la mirada, nuevamente se estaba repitiendo la historia su corazón se estrujo cuando Doris le escupió en los pies.
— Doris, vaya es un honor verte de buen humor — contesta tranquila Catherine viendo el gesto que hizo la alfa, ya que entendía que por lógica la madre de su amigo no quería cerca al tipo que lastimo a su cachorro pero solo porque Steve necesitaba a ese omega no lo degollaba con sus propias manos — Querida, enserio cada día te ves más hermosa y deja de enojarte con esta basura — declaro viendo que Doris solo asintió para entrar a la mansión seguida de ella y atrás como si fuera un perro apaleado Daniel que solo temblaba de la impotencia de no poder defenderse, Doris había ido a reclamarle la decisión a su hijo pero al parecer Steve no aprendía la lección pero ella ya se había desecho de ese omega en el pasado y era de seguro que lo volvería hacer. Solo debía atacar en su momento.
Cuando Catherine se retiro de la mansión, Daniel quería irse con ella pero su orgullo era más fuerte, si Doris creía que era el joven ingenuo que bajo la cabeza con sus humillaciones esta vez no lo haría, tenia que ser fuerte por su hija, y esperar el momento en que Steve se aburriera de él y lo echara de su lado…Eso debía esperar…solo eso.
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— ¿Qué era lo importante que me llamaste? — cuestiono Catherine viendo a su amigo que solo levanto la mirada para enseñarle algo en la grabadora, con la curiosidad en su cuerpo se acerco a la grabadora para ver su contenido.
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— Omegas del mundo es el momento de luchar por sus derechos. Basta de estar en el yugo de los alfas ustedes merecen ser respetados — hablo una persona con una mascara en su rostro, por la compresión física que representaba era de seguro que era un alfa — el frente 5-0 esta luchando por ustedes omegas, basta de que sean secuestrados, violados, humillados y que la sociedad no haga nada, no es justo, no lo merecen — siguió la voz, enseñando algunas imágenes de omegas muertos por los tratos recibidos.
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— Vaya, un grupo de idiotas — hablo la alfa buscando información de ese grupo, si ellos pensaban que iban a entrometerse en sus negocios estaban muy equivocados.
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Habían pasado tres días desde que el movimiento 5-0 dio sus primeros pasos para ayudar a los omegas, al fin luego de años de trabajar bajo las sombras estaban a punto de luchar por liberar a los omegas, en especial aquellos que eran usados para ser esclavos sexuales.
Eran un grupo de alfas como omegas que estaban cansados de ver la injusticia en la sociedad, y estaban dispuestos a luchar por sus derechos, por un mundo que las tres castas fueran solo uno y no discriminar a uno de ellos.
El líder del grupo un alfa sintió el dulce aroma de su omega que solo se acerco a él para que ambos se dieran un tierno beso que prometía muchas cosas…solo debían esperar el momento correcto.
CONTINUARA…