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Apariencias que engañan por KylieNova

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Notas del capitulo:

Primero que nada quiero decir que gracias a todas las personas que han llegado hasta esta parte de la historia!! Les agradezco enormemente a aquellas además que comentaron.

En este último capítulo leí sus comentarios y me motivaron al 100% para escribir y aquí esta!

 

Cuando Eric recibió el mensaje sintió dos emociones, la primera era alivio ya que el moreno quería finalmente hablar y era su oportunidad de explicarse y cambiar la situación actual. Lo segundo fue preocupación, el menaje había sido tan seco y directo que le dio la sensación de que lo que oiría serian malas noticias. 

Siguió trabajando como si nada en la cafetería, lo único diferente era que ignoraba a Alex de manera fría, no quería ni volverlo a ver, estaba aún demasiado molesto con lo que había hecho. Podía ser que las intenciones de su amigo fueran buenas pero el resultado fue desastroso para él. No mentira diciendo que su relación con Damián era un camino con flores y arcoíris pero tenía la esperanza de que poco a poco el moreno lo aceptara y el mismo tomara la decisión de confesarlo, pero le quitó eso. 

Lo que caracterizaba más estos días eran las “suplicas” de perdón de Alex. Sus explicaciones consistían en “Lo hice por tu propio bien” pero nunca lo lamentaba y asumía la culpa, algo que lo entristecía y decepcionaba. 

Uno de esos días llegó Christopher, quien se había dado cuenta de lo que había pasado por los rumores, el rubio fue oídos para Eric quien se necesitaba desahogarse, no dio detalles ni conto toda la historia, la resumió en tres reglones a lo mucho. Christopher se sentía mal por el tipo, el sentimiento de culpabilidad que veía en él le recordó a sí mismo. 

Llegó el día en donde se iban a encontrar, Eric estaba sumamente nervioso. Llamó a Christopher y en su conversación le relató que se verían en un parque a las seis en punto, de lo que no se dio cuenta era que Alex estaba escuchando su conversación.  

  

  

Damián salió de sus clases más temprano, eran las dos de la tarde y empezó a caminar tranquilamente mientras escuchaba música. Los rumores y chismes sobre él y Eric habían cesado, le agradaba eso aunque sus “amigos” ya no le hablaban, tenía que admitir que estaba más solitario pero no le molestó tanto como creía que lo haría. 

Iba inmerso en sus pensamientos cuando miró que una motocicleta a su lado lo perseguía sutilmente, al principio creyó que era coincidencia pero con el paso de los minutos se preocupó y aligeró el paso. Caminó más rápido cuando el semáforo se puso en rojo para perderlo, pero cuando se puso en verde miró como la motocicleta aceleraba hasta quedar junto a él nuevamente. En ese momento dejó de caminar y lo encaró, no sabía quién era ya que llevaba el casco. El motociclista parqueó y bajó lentamente, después se quitó el cascó al estar enfrente suyo y a Damián le tomo unos minutos darse cuenta que se trataba de Alex. 

-Hola- habló primero Alex tanteando el terreno. Damián se quitó los audífonos. 

-Hola- dijo extrañado de que Alex lo siguiera de esa manera. Por su expresión Alex supo que Damián no sabía de lo que había hecho. 

-Necesito hablar contigo ¿Tienes tiempo?- el moreno extrañado asintió, por sugerencia de Alex empezaron a caminar hasta llegar a una banca que estaba cerca en donde se sentaron- Quiero hablar de lo que pasó entre tú y Eric- el otro al escucharlo negó lentamente, cansado de que le preguntaran sobre ese asunto. No podía creer que hablara más del asunto con gente que no tenía nada que ver que con el mismo Eric. 

-¿Si?- alentó, ya quería irse. 

-Eric no tiene que ver nada que ver con eso- inhalo fuertemente y con voz decisiva confesó- , fui yo quien envió las fotos, él no sabía nada. 

Damián abrió los ojos como platos, primero se sorprendió de sobremanera pero después se enfadó tanto que se levantó de la banca queriendo irse pero Alex lo detuvo agarrándolo del brazo. 

-¡No te vayas!- Damián se zafó bruscamente del agarre y lo encaro. 

-Dame una buena razón para no partirte la cara ahora- Alex se intimidó un poco, sabía que el moreno estaba terriblemente furioso pero necesitaba darle la explicación completa.  

-Lo hice para ayudarlo,- Damián apartó la vista exasperado y Alex se justificó- lo hacías sufrir. 

-¿Qué?- preguntó defensivo- ¿Y qué tienes que ver tú con eso? 

-Es mi amigo y sé lo que sentía, él me contó cómo lo escondías y lo mal que lo hacías sentir y no pude evitar…- pero fue interrumpido. 

-¿Entonces como venganza hiciste lo de las fotos? ¿Estás loco?- espetó mientras Alex negaba repetidas veces. 

-Claro que no, lo hice para que por fin superaras ese miedo que tienes. 

-No me conoces así que no digas cuales son mis “miedos”. 

Alex calló durante unos segundos frustrado, el moreno no daba de su parte para comprender. 

-Lo hice por él, es mi amigo o lo era- comentó con pesar-. Él es ingenuo y sé que hay algunos chicos que se aprovecha de eso, simplemente no quise que siguiera sintiéndose y mal por estar con una persona como tú. 

-Te equivocas- dijo seriamente-, él no es ingenuo, sabe lo que hace aunque no lo parece. Lo subestimas. 

Alex quedo en silencio durante uno segundos sin saber que decir. 

-Pero quería que estuviera bien y… 

-Y lo comprendo- dijo finalmente con un tono más calmado, volviendo a sentarse junto a él-, pero lo que hiciste fue desagradable, esa era una decisión entre él y yo, no debiste intervenir. 

Alex se sintió derrotado, las palabras directas del chico lo hicieron darse cuenta que esa no había sido la mejor idea. 

-Fue estúpido- sentenció finalmente el motociclista.-, ahora perdí a un amigo.-quedaron unos segundos en completo silencio, Alex se levantó y se colocó enfrente de Damián.-Solo vine para eso, confesar, está bien que me odies pero no es culpa de Eric- y se fue sin decir más. 

Damián se colocó de nuevo los audífonos cuando no divisó más a Alex, reflexionó y se sintió culpable por haberle echado toda la culpa al castaño.  

Aun le molestaba lo que había hecho Alex, pero le reconoció algo, confesó lo que había hecho en su cara y mostró arrepentimiento. 

  

Finalmente llegó la hora del reencuentro, Eric había llegado veinte minutos antes para serenarse y poner su mente en blanco, se encontraba con una chaqueta bastante gruesa ya que hacia un frio tremendo. 

Al llegar Damián lo miró frotándose sus manos, tratando de mantener el calor en cuerpo, caminó hasta llegar junto a él y pudo notar a Eric nervioso. 

-Hola- saludó primero el moreno. 

-Hola- respondió igualmente, quedaron unos segundos con un silencio un tanto incomodo, el castaño carraspeó y habló- ¿Cómo has estado? 

-Bien- vaciló- ¿Qué tal tú? 

-Bien-pero el otro pudo notar que no era totalmente cierto. 

-Primero que todo- empezó a decir Damián con un tono de voz serio, una voz que asustó a Eric. Ya lo veía venir, el rotundo final.-, perdón. 

-¿Ah?-preguntó perplejo.  

-Perdón- repitió ahora con una voz serena, cargada de tranquilidad. Eric iba a preguntar por qué pero el otro se le adelantó.- ¿Qué te parece si vamos a otro lugar? 

  

Llegaron a una pequeña cafetería que estaba a la vuelta de la esquina, se sentaron en una de las mesas que se encontraban en la parte exterior, donde colgaban diferentes plantas ornamentales del techo, el día ya había oscurecido así que las pequeñas bombillas con un tenue brillo amarillento se hicieron presenten. El lugar lograba calmar a Eric, era tranquilo y sencillo. 

Hacia ellos llego una chica joven con buen humor, preguntó por sus pedidos y ambos pidieron café.  

-Es muy lindo el lugar- confesó Eric. El moreno sonrió suavemente pero su expresión cambió a una más seria. 

-Habíamos quedado en que lo sentía, -volvió a tomar la palabra que habían dejado unos minutos antes.- no sabía que te había afectado tanto el que yo te hubiera pedido que lo mantuviéramos en secreto. 

-No me afectó tanto- mintió con las mejillas un poco sonrojadas. 

-Sé que si- dijo recordando lo que Alex le había dicho-, y lo siento por hacerte sentir que tienes que guardarte tus preocupaciones. Fui egoísta y no me había dado cuenta de eso hasta hace unos poco días, he estado pensando y sinceramente me disculpo Eric. 

El castaño sentía su corazón latir fuertemente y su cara acalorada. 

-Te perdono- respondió con sinceridad. 

-Ahora es tu turno.- Damián apoyo los codos en la mesa y se inclinó hacia Eric- Di lo que tengas que decir, no te preocupes. 

-Primero quisiera explicarte lo que pasó con las fotos- bajó su mirada, pero en ese momento llego la chica con los cafés interrumpiéndolos. Ambos agradecieron a la chica y Eric prosiguió-, no fui yo el que las envió, fue…- el castaño iba a decir el nombre del culpable pero no pudo- fue un amigo. 

-Sé lo que pasó, Alex vino y me contó todo. 

 -¿De verdad?- preguntó sorprendido y él asintió. 

-Cuando me di cuenta, lo que había pasado con las fotos me enoje tanto, estaba furioso. Te busque por todos lados pero no te encontré y eso me molesto aún más.- Eric estaba mirándolo a los ojos con culpabilidad.- Cuando llegue a casa no podía pensar en otra cosa, traté de distraerme pero no pude. Odie lo que había pasado y me sentí traicionado, y aunque sentía todo eso no pude odiarte a ti. 

Eric ya se estaba sintiendo mal hasta que escucho la última parte, abrió los ojos sorprendido y puso más atención a la expresión que tenía Damián, estaba increíblemente tranquilo. 

-Qué alivio- respondió finalmente y frotó la palma de su mano contra su rostro-, creí que me odiabas. 

Por un instante, Damián pudo ver difícilmente el rostro de Eric y pudo notar que tenía los ojos llorosos ¿Acaso quería llorar? Sintió un vuelco en su corazón y cuando se dio cuenta ya lo tenía entre sus brazos reconciliándolo. 

-Nunca podría odiarte,- susurro cerca de su oído.-honestamente no sé cómo me soportaste todo este tiempo- dijo con una sonrisa. 

-Porque te amo. 

  

Después del suceso pagaron los cafés y se fueron a caminar, despejando su mente hablaron de lo que habían hecho estos últimos días hasta que Eric llegó a la parte en donde menciono a Christopher. 

-¿El rubio?- preguntó Damián 

-Sí ese, es un buen amigo. 

-Yo hablé con su novio, es algo molesto- confesó con una ligera sonrisa, el castaño también sonrió pero su rostro fue poco a poco cambiando hasta tener una expresión seria. 

-Damián…-habló Eric con algo de duda en su voz-¿Qué pasará… con nosotros? 

El moreno dejo de caminar y lo miró durante unos breves segundos. 

-Tenemos problemas.- declaró y Eric miro al suelo con tristeza.-Dime algo ¿Qué es lo que te molesta de mí? 

-Nada…-pero el otro lo interrumpió. 

-Se sinceró Eric, por favor. 

Eric meditó durante unos instantes, tomó aire y lo miro directamente a los ojos decisivamente. 

-Me molesta que te importe la opinión de los demás más que la mía- comenzó a decir-, y sé que es egoísta, pero quisiera que pensaras más en mí que en los demás- sus mejillas estaban rojas y Damián quedo unos instantes en completo silencio hasta que sonrió dulcemente. 

-¿Qué te parece si iniciamos de nuevo? Pero esta vez bien. 

Al oír aquellas palabras el chico sonrió y asintió repetidas veces. El moreno se acercó más a él hasta abrazarlo, se distanciaron un poco y le planto un beso tierno en sus labios. 

-No puedo creer que me estés besando en público- susurró. 

-Ni yo- confesó-, pero si alguien me dice algo… le daré una paliza. 

 

 

Llegó el día de clases, ambos estaban a unos cuantos metros de llegar a la universidad, iban tomados de las manos y Damián e encontraba nervioso. 

-Tranquilo- le consoló Eric-, no será para tanto, ya verás. 

Llegaron hasta la entrada y pudieron ver como poco a poco las personas empezaban a mirarlos detenidamente, Damián quiso parecer confiado pero lo perturbaba esas miradas sobre él, miro a su lado y vio a Eric tranquilamente caminando con una sonrisa en su rostro, eso lo tranquilizó 

“No lo pienses tanto” se repitió mientras se adentraban más y más.  

Ese fue el día cuando confesaron a todos que sí estaban saliendo. 

Eric le presentó a Damián sus amigos quienes eran increíblemente amables, Damián agradeció eso y con el pasar del día poco a poco se tranquilizó hasta llegar al final. Ese día invitó a Eric a ir al apartamento y este gustoso acepto. 

Al llegar encontraron a Sebastián quien no pudo ocultar su sorpresa al ver a Eric, ya se había mentalizado que no lo volvería a ver, pero agradeció que no fuera así. 

Los tres hablaron en la sala mientras veían una película, el mayor se ofreció para hacer la cena pero Damián lo detuvo por el bien de sus estómagos, él simplemente no sabía cocinar bien. Así que la pareja cocinó ignorando las protestas de Sebastián.  

Al finalizar la cena los tres quedaron satisfechos, ya era muy tarde y Eric decidió que era hora de ir a casa, Sebastián se ofreció a llevarlo en auto, pero Damián rápidamente le quitó las llaves. 

-Yo lo llevaré- dijo mientras salía rápidamente de casa-, cuidare el auto, lo prometo. 

-¡Ni hablar!- reclamó el mayor, pero su primo le dirigió una mirada de ojos de cachorro y simplemente bufó derrotado. 

-Si le haces solo un rasguño te prometo que…-pero fue interrumpido por el sonido de la puerta cerrándose señalando que ambos ya se habían ido- te mato- murmuró. 

Ambos estaban en el auto, faltaba muy poco para llegar a su destino, habían hablado de asuntos  sin importancia, pero Eric pudo notar que el otro estaba distraído. 

-¿En qué piensas?- preguntó el castaño curioso. Damián dio una vuelta y se parqueó al frente de la casa del chico. 

-Quería preguntarte algo,- comenzó a decir algo nervioso, su corazón empezó a latir más rápido y lo odio- sabes que mi hermano se casará y quería pedirte que… 

-¿Qué?- preguntó creyendo que le pediría algún consejo. 

-¿Quieres ir conmigo? 

Eric quedó mudo, su cara empezó a sonrojarse, carraspeó un poco y miro fijamente al moreno. 

-La parte más difícil será contárselo a mi familia- habló nuevamente Damián-,pero con lo que pasó hoy en la universidad me di cuenta que si puedo hacerlo, si estas a mi lado. 

-Damián- se quejó Eric mientras llevaba ambas manos al rostro, esto preocupo al moreno ¿Acaso había ido muy rápido? 

-No tienes que ir si no quieres. 

-¡Si quiero!- espetó rápidamente aparatando las manos de su rostro- , me encantaría.- y Damián pudo notar que el chico estaba rojo. 

-Pareces un tomate- comenzó a reír. 

-Cállate- le dijo mientras le pegaba en el hombro y no pudo evitar reír. Cuando ya ambos se tranquilizaron Eric aun tenia la sonrisa en su rostro- ¿Y como me presentarás? 

Damián sonrió ladinamente y se acercó hasta plantarle un beso suave en sus labios, colocó su mano en la nuca del castaño y lo acercó aun más para profundizar el beso. 

-Como mi pareja- susurró al alejarse unos milímetros de Eric-, pero necesitaré apoyo moral así que tienes que estar listo. 

-Está bien-dijo el castaño sonriente. 

 Se bajó del auto y se despidió una vez más de Damián con un movimiento de mano. Damián se quedó allí hasta que se metió a su casa, y volvió conduciendo con una sonrisa en su rostro. 

 

Notas finales:

Muchísimas gracias por leer! Y por favor comenten!!

Quiero decirles que el fic ya está llegando a su etapa final, ya casi termina! Quisiera decirles unas curiosidades del fic:

  1. Me tomo un tiempo decidir quién sería el que tuviera secreto, si Damián o Erick pero al final decidí que el seme seria el reprimido.
  2. Damián iba a ser mucho peor, MUCHO en el fic, en realidad iba a ser un hijo de puta con Erick pero me arrepentí rápidamente, quería que fuera una relación sana <3
  3. Erick iba a chantajear a Damián para ocultar su secreto, pero no me pareció ya que no concordaba con la personalidad dulce que quería para él.
  4. Sebastián ni siquiera iba a existir, él apareció en mi mente de la nada.

Y eso es todo, quería que supieran estos hechos jaja, sé que hay más pero no me acuerdo en este momento.

Muchas gracias y hasta el próximo capítulo!!


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