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Apariencias que engañan por KylieNova

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Notas del capitulo:

Una nueva actualizacion!! Muchas gracias por las personas que siguen esta historia, de todo corazon se los agradezco.

Por favor dejen su comentario que eso es lo que me motiva a seguir esta historia.

Necesitaba caminar rápido, la suave brisa que sentía momentos atrás se transformaba en vientos fuertemente helados acompañados con una ligera llovizna que cada vez se hacía más intensa, para su desgracia no llevaba ningún suéter ni paraguas, solo una camisa con una tela muy ligera. Aún estaba un poco lejos, su cabello se empapaba poco a poco cayendo sobre su frente. Maldecía el no haber traído ningún abrigo que lo protegiera del frio.

Acelero el paso, la lluvia estaba aún más fuerte, cuando giro en una esquina divisó una caja que estaba a punto de salir volando, no le dio importancia hasta que vio una pequeña cabeza peluda sobresalir de esta, se acercó rápidamente y vio al dueño de esa pequeña cabeza, era un gato. Apenas un pequeño gatito que se encogía a causa del frio. No lo pensó mucho y lo tomo entre sus manos, al principio el gato empezó a arañarlo suavemente, pero después se tranquilizó al sentir la calidez que le otorgaban sus manos.

Siguió con su camino, cuando finalmente llego a su apartamento coloco una de sus camisas viejas sobre un almohadón y dejo al gatito allí. Fue directamente hacia la nevera para inspeccionar si tenía algo de leche para dársela, no fue buena idea. Al estar empapado y sentir el frio de la nevera sintió un escalofrió sobre todo su cuerpo, después empezó a dudar si darle de aquella leche al gato o tendría que comprarle una especial, busco en internet rápidamente y descubrió que dependía, algunos gatos si la toleraban y otros no. Decidió probar a la suerte, apenas le coloco la taza al gato este empezó a beberla lentamente. Se sintió aliviado de no tener que ir a buscar leche para gatos y se fue a su habitación, estaba agotado, se acostó un momento en su cama y sin que se diera cuenta durmió así toda la noche, un error que le costaría al día siguiente.

Cuando fue a la universidad en la mañana su garganta le dolía, sentía un dolor de cabeza insoportable y además presentaba congestión nasal, un paquete perfecto para arruinarle el día a cualquiera, pero como siempre, tenía que mostrarse tranquilo y amable ante todos, además ese día tenía que entregar unos trabajos pendientes por lo que no se podía dar el lujo de faltar aquel día. Se veía enfermo, pero nadie le decía nada, no se veía ni un ápice de preocupación en sus supuestos "amigos" y no le sorprendió, ellos solo estaban en la buenas y nunca en las malas. Siguió su día duramente con una sonrisa falsa en su rostro y su actuada amabilidad hacia cada persona que se le acercaba, trataba de alejarse de los demás ya que en su estado le irritaba estar rodeado de gente, pero eran como un chicle en la suela de su zapato. 

El dolor se hacía cada vez más insoportable y maldecía el haber salido el día anterior y haber contraído lo que creía era una gripe, quería irse a casa y no hablar con nadie. Cuando estaba caminando por el pasillo, a su suerte solo por un momento, se topó con Eric, el cual le sonrió de manera amable y se acercó a él, le saludo normalmente y le quedo mirando por un momento.

-Estas realmente mal- le había dicho sin ninguna malicia, Damián gruñó y frunció su ceño.

- ¿Se nota tanto?

-Demasiado diría yo-su voz sonaba un tanto preocupada- ¿Por qué no te vas a tu casa? 

-No puedo, tengo unas tareas que entregar.

-Simplemente déjalas a un compañero. 

-No puedo- dio una ligera pausa- no confió en ellos- Eric frunció sus labios tratando de buscar una solución a su problema.

-Entonces busquemos a los profesores- Damián pensó que en realidad esa era una buena idea, además no paso por alto el "busquemos" en plural en aquella oración. Asintió levemente y fueron con cada profesor a entregar sus respectivos trabajos.
Damián se sentía un poco mareado y con dolor muscular, hacia expresiones de estar con molestia lo que preocupo aún más a Eric- ¿Quieres que te acompañe? - le preguntó, pero él rechazo su petición, no quería ser una carga.

-Estas muy mal- le recalcó- Además, mi profesor de las siguientes lecciones no llegara y tengo libre- Damián no tenía ganas de negociar más así que acepto la ayuda de Eric.

Salieron de la universidad y Eric agarro un taxi, le pidió la dirección a Damián de su apartamento y este se la dio, no tardaron mucho en llegar. Era un conjunto de unos cinco o seis apartamentos independientes, Damián vivía en el número tres. Lo acompañó hasta su apartamento, no supo si quedarse un poco más de tiempo o irse de una vez.

- ¿Vives solo?- pregunto con curiosidad

-No- Damián fue lentamente hacia su habitación seguido por un tímido Eric. Le dio curiosidad su respuesta y no pudo evitar hacer más preguntas.

- ¿Y con quién? - pensó que diría su novia o algo parecido.

-Con mi primo- la conversación acabo allí ya que Damián empezó a desvestirse poco a poco, empezando por su camisa hasta sus pantalones. Eric no supo cómo reaccionar, se sintió un tanto incomodo, pero no lo dejo notar. Finalmente, Damián se vistió con una camisa floja y unos pantalones holgados que servían como pijama. Se acostó en su cama y cerró sus ojos, Se formó unos minutos de completo silencio hasta que Damián, aun con los ojos cerrados, en un susurro dijo: Lo siento.

- ¿Por qué? - preguntó confuso

-Por hacer que perdieras tu tiempo. 

-No estoy perdiendo mi tiempo- le dijo con una sonrisa- ¿Esta bien si me quedo aquí un momento? No quisiera dejarte solo en este estado. 

Damián abrió sus ojos y lo miro detenidamente.

-No tienes por qué hacerlo.

-No es nada- Damián miro la sonrisa que tenía Eric en su rostro- somos amigos después de todo. 

El sentimiento que Damián sintió en ese momento le fue indescriptible, esas simples palabras le habían hecho sentir tantas emociones de un solo golpe que se sintió abrumado, cualquier persona diría que estaba exagerando, pero era una ocasión en el que alguien quien sabia como realmente era lo aceptaba como amigo. Damián tapó su rostro con sus manos y quedo unos momentos en esa posición, Eric se sentía preocupado ¿Acaso se había tomado mucha confianza? Quiso arrepentirse de lo que le había dicho, pero Damián habló

-Puedes servirte lo que quieras de la nevera- le dijo con voz calma sin ningún atisbo de molestia.

-Gracias-respondió tímido, aun sin saber si había hecho mal en decirle aquello. Iba a salir de la habitación para la voz de Damián lo detuvo

-Si- escuchó decir a Damián- somos amigos- era más un comentario para sí mismo que para Eric, pero este se sintió feliz al saber que no le había molestado su comentario, sonrió sin que Damian se percatara.

-Duerme un poco- le dijo Eric alegre, salió de la habitación hacia la cocina, se sirvió un vaso de jugo de naranja y espero en la sala, al sentarse en el sofá se dio cuenta de la presencia del pequeño felino.

Era un gato gris con ojos marrones el cual estaba durmiendo plácidamente, se acercó y empezó a acariciarle lentamente en la cabeza, este se despertó y arañó a Eric, este se quejó en voz baja y alejo su mano, era un gato muy agresivo. El gato lo miro desafiante y se alejó mientras iba hacia la esquina de la sala y se echaba para seguir durmiendo.

Eric encendió el televisor con el volumen bajo, estaban dando una película vieja así que decidió seguirla viendo. Pasaron los minutos y Eric se sentía cada vez más cansado, bostezó y sin darse cuanta poco a poco cayó dormido sobre el sofá, pasaron las horas rápidamente hasta que anocheció.

Finalmente, Damián despertó sintiéndose un poco mejor, pero no al cien por ciento, cuando caminó hacia la sala se sorprendió de ver a Eric completamente dormido en un sueño profundo sobre su sofá, quiso despertarlo ya que pensó que tenía clases, pero al mirarlo tan tranquilo mientras dormía no pudo, además ya no había ido entonces no tenía caso.

Fue hacia su habitación y agarro una manta, la extendió sobre Eric cuidadosamente y se sentó a su lado. Empezó a ver televisión, pero no pudo evitar mirar a Eric cada minuto, le miró fijamente mientras analizaba cada aspecto de su rostro, sus pestañas, la forma de su nariz, sus mejillas... Se dio cuenta que lo había observado por un largo rato, Eric se removió sobre su lugar haciendo que Damián apartara su vista bruscamente, como si fuera descubierto haciendo algo indebido, pero no se despertó.

Negó con su cabeza recriminándose a sí mismo y trato de enfocar toda su atención en la película, pero lo volvió a mirar, estaba tan sumido que al escuchar el fuerte portazo se sobresaltó de gran manera haciendo que se volteara bruscamente.

- ¡Hola! Ya he llega...-la mirada de profunda molestia le advirtió a Sebastián que debía callarse. Eric se sobresaltó al igual y se despertó de golpe mientras se reincorporaba, se extrañó de tener aquella manta sobre él y aun más de estar al lado de Damián ¿Cuánto tiempo había pasado?

-No abras la puerta de esa manera-le regañó Damián desaprobatoriamente.

-Lo siento, no sabía que teníamos visitas- le dijo con una sonrisa apenada en su rostro hacia Eric- Hola- Eric saludó de igual manera- ¿Y tú eres...?

-Eric- le contestó

-Un gusto, mi nombre es Sebastián- se acercó y le entendió la mano mientras en la otra tenía unas compras.
-Él es mi primo Sebastián- presentó Damián- Y este es Eric, un amigo- tanto Eric como Sebastián se sorprendieron, este último quedo un momento perplejo, pero después su expresión cambió rápidamente a una más alegre

-Nunca había conocido a un amigo de Damián- dijo con una sonrisa- Damián, traje lo que me pediste para el gato- señalo la bolsa que tenía en la mano izquierda

-No sabía que te gustaran los gatos-Damián iba a contestarle, pero su primo le interrumpió.

-Yo tampoco- dijo Sebastián mientras iba a la cocina a dejar las compras.
En ese momento quedaron completamente solos, Eric se dio cuenta que tenía la manta de Damián encima todavía.

-Gracias por la manta- le respondió con un ligero sonrojo en sus mejillas- Dormí más de la cuenta, es mejor que me vaya- una idea paso por la mente de Damián, era muy tarde y quería preguntarle que se quedara a dormir y no se preocupara, pero esas palabras nunca salieron de su boca. Eric se levantó para irse de una vez, pero en ese momento llego Sebastián.

- ¿Ya te vas? - le preguntó con desamino, Eric asintió- Te llevaré- le dijo amablemente.
Sebastián tomo las llaves de su auto que había dejado en una mesita y salió con Eric detrás de él, este volvió a mirar a Damián, se despidió con una sonrisa y cruzó la puerta. Damián estaba completamente solo, sin contar al gato, hasta que Eric volvió de repente.

- ¿Esta bien si vengo mañana? - le dijo con un sonrojo que no pasó desapercibido para Damián.

-Si, me gustaría.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, dejen su comentario y dejenme saber que les ha parecido.

¿Que piensan de Sebastian? ¿Que opinan del progreso de Eric y Damian? 

Hasta el proximo capitulo! <3


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