Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Que demonios paso anoche? por Krizz Sabaku No Uchiha

[Reviews - 48]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Pues de nuevo aqui actualizando :v

Agradesco muchos sus Rw, cada uno de ellos me anima a continuar con esta historia, gracias en serio :D

 

Naruto y Naruto Shippuden pertenecen a Masashi Kishimoto-sensei, y ya saben, eso es triste, pero ayuda a que el yaoi fluya :v

 

Enjoy!

Kushina miro con creciente emoción y orgullo en momento en el que su hijo daba el "si" ante muchas personas que consideraba su familia. Le fue prácticamente imposible no llorar tanto de emoción como de nostalgia. 




—Oh, Minato—. Pensó con una sonrisa. —Desearía que estuvieras aquí—. Aparto las lágrimas que se acumulaban en sus ojos y rio ante la broma de Gaara, el amigo de Naruto. 




Cuando los ánimos se calmaron un poco, fue cuando decidió acercarse a los que serían la familia política de su hijo. La mujer morena de nombre Mikoto parecía ser una mujer agradable, aunque al principio parecía asustada ante los gritos de sus invitados, pero ante el animado ambiente y las palabras de su esposo Fugaku logro tranquilizarse y comenzar a tratar a todos los invitados de manera cortes. 




Pesaba que su hijo era bastante maduro al hacer lo que en ese momento hacía. Si, había cometido un error que podría llegar a significar una dificultad en su vida futura, pero la enorgullecía el cómo su hijo estaba manejando la situación, a pesar de la pareja "escogida". Kushina suspiro, en verdad podía ver a Minato en su propio hijo. 




Es por eso que era momento de enfrentar un tema que, hasta el momento, no había tratado con Naruto. No sabía que idea tenía el rubio de su desconocido padre, pero estaba consiente que el hecho de haber evitado el tema por casi dos décadas, no le había caído del todo bien al rubio. 




Había pasado una semana desde la boda, camino por la casa hasta dar con la habitación que le pertenecía a Naruto, se recargo en el marco de la puerta y observo a su hijo prepararse para el día siguiente, Kushina sonrió ligeramente al ver al rubio decidir que ropa sería más apropiada para llevar a la playa y que Sasuke no lo criticara en el momento. 




—Naruto—. Llamo la mujer, le rubio dio un salto sorprendido al no escucharla llegar. 




—¿Pasa algo?—. Pregunto, la pelirroja negó sin decir nada aun, acercándose a su hijo acaricio su mejilla con delicadeza. 




—Has crecido tanto—. Dijo más para sí, el rubio sonrió y tomo la mano de su madre entre las suyas. —Tal parece que fue ayer que corrías despavorido por la casa jugando a ser un ninja que salvaba el mundo y ahora mírate... eres todo un hombre—. El rubio abrazo a su madre, pues a leguas se veía que eso era lo que buscaba la mujer en primer lugar. 




—Espero que estés orgullosa de mí, mamá—. Naruto decía con alegría. 




—Claro que lo estoy—. Dijo apartando las lágrimas que asomaban de sus empañados ojos azules, más obscuros que los de su hijo. —Y estoy segura de que tu padre también lo estaría—. Kushina pudo ver el ceño fruncido de Naruto y como este se daba media vuelta para continuar acomodando su ropa en la maleta, evitando totalmente el tema. —Naruto—. volvió a llamar. —Necesitamos hablar de esto—. Insistió. —Quiero que vayas a mi habitación para hablar—.  




—No qui...—. 




—No te lo estoy preguntando-ttebane—. Dijo con molesta la pelirroja, Naruto dejo de lado su negativa ante la muletilla que le indicaba que su madre hablaba con más seriedad que de costumbre, el rubio suspiro. 




—Bien, en cuanto termine de empacar iré—. Dijo mirando a su madre, Kushina asintió y dejo que Naruto siguiera con lo suyo. 




La pelirroja salió de la habitación de su hijo para pasarse a la suya, llego hasta su cama en donde había dejado el nuevo paquete que adquirió reciente esa mañana, lo tomo en sus manos para apartar la envoltura, al hacerlo un precioso cuadro tallado en madera se dejaba ver, tenía doble vista para colocar dos fotografías. 




Kushina abrió su buro y de este saco las dos fotos que había decidido colocar, en un lado puso la foto de Naruto y Sasuke que se tomó el día de la boda y del otro lado puso la foto en donde ella salía más joven junto a un rubio de sonrisa alegre. Escucho toques en el marco de la puerta y al elevar su rostro pudo ver a Naruto con un gesto de resignación. 




Ella señalo un espacio en la cama frente a ella para que el rubio se sentara y comenzar con la plática. 




—Bien ¿De qué se trata? —. Naruto parecía resignado a hablar del tema, Kushina hablo. 




—¿Qué idea tienes de tu padre? —. Pregunto, Naruto la miro sin entender a qué se refería. 




—¿Como puedo tener una idea de mi padre, si ni siquiera lo conozco?—. Pregunto con ceño fruncido, Kushina agacho la mirada. 




—Nunca te hable de él—. Dijo. —¿Quiero saber qué piensas de él?—.  




—Pues pienso que fue una persona mala por dejarte—. Dijo el rubio sin mirar a su madre. —Pienso que fue muy poco hombre como para desampararte a pesar de estar embarazada de mi—. Kushina suspiro. 




—Eso me temía—. Dijo ganándose finalmente la atención de su hijo. —Cometí un error al no hablarte de él, Naruto—. Dijo con pesar. —Te has hecho una idea totalmente equivocada de la persona que es tu padre—. 




—Nunca hablas de él—. Reprocho. —Es natural que piense que fue una mala persona—. 




—Si, lo sé—. Dijo. —Pero... ¿Alguna vez me has visto llorar por él? —. Naruto se lo pensó por un momento, finalmente negó. —¿Me has oído hablar mal de él? —. El rubio volvió a negar. —Tu padre no fue, ni es un mal hombre—. Dijo. —Las circunstancias nos obligaron a separarnos, cosas que estaban más allá de nuestro control—. 




—Nada justifica el que él te haya abandonado—. Dijo con enojo, sus puños apretados. —Que nos haya abandonado— 




—Él no nos abandonó, Naruto—. Dijo segura. —Y no lo ha hecho—. 




—¿Acaso ha venido? —. Pregunto el rubio. —¿Acaso se ha comunicado contigo en lo que llevan de separados? —. La pelirroja negó. —¿Entonces como sabes que no nos ha abandonado? —. 




—Por esto—. Y de su buro saco un gran fajo de hojas, extendiéndoselas al rubio, Naruto no dudo en tomarlas y revisar cada una de ellas, sus ojos abriéndose de par en par al verlas. Eran cuentas saldadas, luz, agua, gas teléfono, internet... todo. —Y por esto también—. La pelirroja le extendió al rubio un estado de cuenta. —Tu padre no nos ha abandonado—. Dijo con una sonrisa. 




—¿Qué significa esto? —. La pelirroja sonrió. 




—Te contare en este momento el porque nos separamos—. Dijo. —También sobre la promesa que tu padre me hizo antes de partir y la situación que nos ha traído a ti y a mí el vivir aquí—.Kushina tomo el marco con las fotografías ya acomodadas y se lo tendió a su hijo. 




  




**//FLASH BACK//** 




Era una calurosa tarde de verano, ambos jóvenes paseaban tomados de la mano, robándose sonrisas y uno que otro beso, ambos se sentaron en una de las bancas del extenso parque en donde paseaban. 




La pelirroja, se sonrojaba con cada cumplido hecho por el rubio, el cual la abrazaba celosamente, de pronto Kushina sintió su sonrisa desvanecerse ante las palabras del rubio. 




—Tendré que partir pronto—. Dijo el rubio, abrazando a su pareja con fuerza. —Mi padre quiere que lo apoye en un proyecto que tiene entre manos—. La pelirroja asintió en comprensión. 




—¿Cuándo te iras? —. Pregunto tomando la mano de su novio, el rubio se lo pensó. 




—Dos días, más tardar—. Dijo con tristeza. —Quiero que sepas, Kushina que te amo—. Ante esas palabras, la pelirroja se sonrojo en exceso casi haciéndole competencia al rojo de su pelo, Minato sonrió con ternura. —Hare todo lo posible por terminar y regresar a ti—.  




—No quiero que te vayas—. Dijo con suplica, acerrándose a la cintura del rubio. 




—Yo tampoco quiero irme, alejarme de ti me mataría—. Kushina rio. 




—A veces eres tan cursi, Minato—. El rubio acaricio la pelirroja mata, apartándola del triste rostro de Kushina. 




—Solo asi podre ser digno de ti—. Dijo con seriedad. —Tu familia no me aceptaría y tú lo sabes, no tengo lujos, ni una gran cuenta en el banco—. 




—¡Sabes que esas tonterías no me importan-ttebane!—. Dijo con ceño fruncido. —¡Yo te amo con o sin dinero, Minato! —. 




—Lo sé, Kushina—. El rubio la tomo por los hombros. —Pero quiero estar contigo con su aprobación. No tengo una carrera ni un puesto de trabajo—. Dijo. —Y si para estar contigo sin que haya un conflicto con tu familia debo conseguirlo, lo voy a hacer. Solo…—. El rubio quedo en silencio. —...solo espera por mi—. 




—Esperare, Minato—. Dijo la pelirroja. —Esperare todo lo que sea necesario—. Y ambos jóvenes se abrazaron, Kushina apretó su agarre. —Quiero estar contigo, Minato—. El rubio se tensó ante eso, aparto un poco a Kushina de si y la miro a los ojos. 




—Kushina...—. Dudo. —Yo...—. 




—Por favor—. Dijo casi con suplica. —Quiero tener algo tuyo conmigo—. Minato la abrazo, esa noche, Kushina no regreso a casa, hasta dos días después, cuando Minato tuvo que partir. 




—Quisiera que aceptaras esto—. Dijo el rubio, tendiéndole la llave de su departamento y una tarjeta de banco. 




—¿Y esto? —. Pregunto la pelirroja en la estación de trenes, en donde iba a despedir al rubio. 




—Es por si pasa cualquier cosa—. Dijo el rubio. —No quiero que dudes en recurrir a esto si hace falta, Kushina—. Dijo tomando las manos de la pelirroja y colocando en ellas, tanto la llave como la tarjeta. —En la tarjeta he puesto todos mis ahorros y te doy la llave de mi departamento por...—. Minato dudo en continuar. —...por cualquier cosa—. Dijo finalmente. —No quiero que te falte nada si llega a pasar algo en mi ausencia—. Kushina asintió. 




El rubio beso por última vez a la pelirroja antes de abordar su tren, Kushina lo vio marcharse desde la estación, y esa fue la última vez que vio a Minato. 




Lastimosamente, la preocupación de Minato se hizo realidad. 




Habían pasado cerca de dos meses desde la partida del rubio, dos meses en los que Kushina se había sentido extraña, su madre, preocupada, la llevo con un médico, pues tenía sospechas de lo que su primogénita podría tener. 




Kushina estaba embarazada. 




—¡¿Como pudiste hacer esto?!—. Grito Mito Uzumaki con furia, Kushina solo desvió la mirada. —¿Sabes la vergüenza que cubrirá a nuestra familia por tu estupidez, Kushina?—. La miro duramente. 




—Yo amo a Minato—. Dijo como defensa. —Yo le dije que lo hiciéramos, así que...—. La pelirroja fue silenciada por la mano de su madre al plantarle una bofetada. 




—Descarada malagradecida—. Dijo con molestia. —Eres la mayor de mis hijas—. Reprocho. —Deberías poner el ejemplo—. Señalo a sus dos hermanas tras ella. —Mariko, Fuso—. Dijo. —Quiero que estén conscientes de lo que pasara con ustedes si alguna llega a cometer la misma canallada—. Advirtió. —Kushina, lárgate de mi casa—. Dijo ahora a su primogénita. —No quiero volver a verte—. Dijo. —No eres digna del apellido Uzumaki—. Kushina levanto la frente orgullosa, importándole poco que su madre viera sus lágrimas asomarse por sus ojos. 




—Para lo que me importa—. Dijo, y no esperando respuesta de su progenitora, salió de la mansión Uzumaki sin ver atrás, tomo los trasportes necesarios hasta llegar a Uzushio, entro al edificio de departamentos y se plantó frente a la puerta del departamento de Minato, saco la llave de su bolsillo y la miro por unos minutos. 




Suspiro y finalmente abrió la puerta. 




**//FLASH BACK END//** 




—Mi familia es muy orgullosa—. Dijo la pelirroja. —Mi madre no se tocó el corazón para sacarme de la casa—. dijo al borde de las lágrimas. —Y el hecho de que Minato previera una cosa asi...—. Naruto no pudo más y finalmente la abrazo. —...Es un buen hombre, Naruto—. Dijo con lágrimas. —Y tú te pareces tanto a él—. Naruto sonrió, Kushina pudo sentirlo. 




—Me alegra entonces—. Dijo el rubio contagiado por el llanto de su madre. —Tienes que hablarme de cómo se conocieron—. Dijo con una ligera sonrisa. 




—Esa es platica para otra ocasión—. Dijo la pelirroja apartándose las lágrimas de sus ojos. 




___________________________________________________________________ 




Mientras tanto en otro lugar no tan lejos de Uzushio, la familia Uzumaki se encontraba reunida, a la cabeza como siempre. Mito Uzumaki con gesto orgulloso y severo, a su derecha con una ligera sonrisa apenada, se encontraba su marido, Hashirama Senju. al otro lado, pero no asi menos importante, Nagato Uzumaki se encontraba con rostro serio. 




—Tienes agallas para plantarte frente a mi después de lo que tú y Karin han hecho—. Dijo con molestia la mujer. 




—Teníamos que hacerlo—. Dijo el menor, desafiando a su abuela con la mirada. —Estabas controlando nuestras vidas—.  




—¿Podríamos llevar esto con tranquilidad? —. Dijo el castaño tratando de suavizar el habiente en el lugar. 




—¡Cállate, Hashirama!— 




—¡Cállate, abuelo! — 




El castaño simplemente suspiro ante la simultanea petición, se puso de pie y dejo que ambos miembros resolvieran sus diferencias a solas, él no sería daño colateral de nadie, mucho menos de su esposa. 




—Me has dejado sin heredera, Nagato—. Reprocho molesta. —Además nos han dejado en ridículo frente a la sociedad—. El menor la vio con indiferencia. 




—Ni a Karin ni a mi nos interesa lo que diga la sociedad—. Dijo de igual manera. —Ella no quería ser tu heredera, nunca la has dejado ser lo que ella quiere—. Reclamo. 




—¡Se debe a su familia! —. 




—¡Se debe a si misma! —. Grito de igual manera. —Y no dejare que la sigas torturando—. El menor se puso en pie listo para salir del lugar. —Si lo que buscas es un heredero, estoy seguro de que hay otro más aparte de Karin—. Dijo seguro. 




—¡No le buscare! —. Afirmo segura por su orgullo. 




—Pues yo pienso que echarías por tierra un buen negocio—. Dijo el pelirrojo. —Escuche que su hijo es ahora esposo del menor de los hermanos Uchiha—. La pelirroja mayor callo toda palabra. —Si buscas llenar tu insatisfecho orgullo y regocijarte de algo que puede pertenecer a tu familia, comienza por buscar a Naruto Namikaze—. Nagato le dio la espalda. —Pero déjanos a Karin y a mí en paz—. Mito Uzumaki solo bufo molesta, golpeando la mesa con su mano ante la rebelión de sus nietos. 




Esto no estaría pasando si sus otras dos hijas hubiesen tenido más hijos antes de perecer en ese accidente que costó muchas vidas en su momento, Mito suspiro, no era momento para lamentarse, se levantó de su silla y se encamino a uno de los grandes ventanales, escucho la puerta a su espalda ser abierta y posteriormente cerrada, avisándole que Hashirama acababa de entrar. 




—¿No fue bueno? —. Dijo el hombre acercándose a su mujer, la cual gruño molesta. 




—Esos niños...—. Dijo volteando a ver a su marido. —Les he dado todo ¿Y así lo pagan? —. Dijo molesta. 




—Bueno, tu no has hecho nada para ganártelos, querida—. Dijo el hombre a manera de reproche, ganándose un ceño fruncido por parte de su esposa. —Has controlado sus vidas desde que nacieron—. Dijo. —Era obvio que esto pasaría tarde o temprano—. 




—¿Y qué hago? —. Pregunto. —¿Dejar que avergüencen a la familia y dejarlos vivir en armonía?—. 




—Obviamente—. Mito le miro molesta. 




—¿De qué lado estas tú?—. Pregunto molesta. 




—Del lado de la razón—. Respondió. —Debes dejar de ser tan terca en algunos aspectos—. Le miro con seriedad. —Déjalos hacer su vida, porque lo único que estas logrando con esto es que te quedes sola—. Mito suspiro ante las palabras de su marido. 




Nada salía como ella quería. 




—¿Que has sabido de Kushina? —. Pregunto sin ver la cara sorprendida de su marido, finalmente sonrió. 




—Ella está bien—. Dijo. —Me parece que su hijo se acaba de casar y va a ser abuela—. Mito le miro con sorpresa. 




—¿Abuela tan pronto? —. Pregunto desconcertada. —¿Como así?—. Hashirama rio nerviosamente. 




—No se los detalles con exactitud, pero...—. El castaño se sentó a su lado. —A mí me alegra que vayamos a ser bisabuelos ¿A ti no? —. Mito sonrió de medio lado. 




—Eso me hacer sentir vieja—. El hombre rio. —¿Con quién se casó el muchacho? —. Pregunto ligeramente interesada. 




—Me parece que con el hijo menor de Fugaku Uchiha—. Respondió Hashirama, Mito abrió los ojos con sorpresa al escuchar aquello. 




—¿Que? —. El castaño asintió. 




—Con Sasuke Uchiha—. Repitió. —El hijo menor de Fugaku Uchiha—. Mito se puso pensativa de un momento a otro, después sonrió. 




—Es que la suerte no puede estar más a nuestro favor—. Mito miro a su marido. —Quiero que hables con Kushina, quiero que se presente ante mí con su hijo y su yerno—. Hashirama la miro sin entender. 




—¿Para qué quieres eso? —. La pelirroja le miro. 




—¿No es obvio? —. Dijo con algo de molestia en su voz. —Llevo años queriendo aliarme con las empresas Uchiha—. 




—Eso lo sé bien—. Dijo el hombre cruzándose de brazos. —Trataste de casar a Mariko con Fugaku hace algún tiempo—. 




—Y ahora, el hijo de Kushina ha logrado lo que yo no—. Dijo la mujer con renovado orgullo. —Se ha casado con el hijo menor de Fugaku—. Mito estaba feliz. —De esta manera estamos unidos por matrimonio, así que no se podrán negar a una alianza—. 




—Tus maquiavélicos planes tiene lógica dentro de tu orgullosa cabeza—. Dijo el hombre aun cruzado de brazos. —Pero olvidas algo muy importante—. Dijo con seriedad. —El muchacho no sabe nada de ti—. La mujer se encogió de hombros 




—Eso se puede arreglar—. Dijo sin importancia. 




—También está el hecho de que Kushina y tu no se han hablado en años—. Mito frunció el ceño ante las palabras de su marido. 




—¿Y que con eso? —. Dijo, Hashirama se llevó una mano a la frente. 




—Si no arreglas las cosas con Kushina, estoy seguro de que el chico no te ayudara en nada—. Mito chasqueo la lengua, Hashirama tenía razón. —Habla con ella, hagan las pases y si ella quiere, puede convencer al chico de ayudarte—. Mito le miro pensativa estaba a punto de negarse y pedirle a Hashirama que se hiciera cargo de eso, después de todo, su marido era muy apegado a sus hijas, aun mas que ella. —El negarse no es una opción, Mito—. La mujer bufó. —Y si quieres lograr algo de esto, es mejor que seas tú quien da el primer paso—. Mito finalmente suspiro y sin dar la cara a su marido pregunto. 




—¿Sabes dónde la puedo encontrar? —. 




___________________________________________________________________________ 




—Sabes que me gustas, pero también debes saber que no por eso mantendré mi actitud sumisa por siempre, hm—. Itachi se veía a si mismo frente a un Deidara totalmente cambiado. 




Creyó que lo habían estafado. 




La persona delante de él estaba con ceño fruncido, cruzado de brazos y con la frente en alto demostrando su orgullo. 




—¿Todo este tiempo has estado actuando? —. Pregunto verdaderamente sorprendido el moreno. 




—Tengo una actitud de mierda, Itachi—. Admitió. —Era obvio que tenía que actuar frente a personas que no me agradan para poder vender mis esculturas, hm—. Dijo. —No puedo ir con la gente y decirle: Eh, compre esta estatuilla o lo hare volar en mil pedazos, hm—. Itachi sonrió de medio lado ante las palabras del otro. —No es un buen eslogan y mis ventas disminuyeron la primera vez que lo hice—. 




—¿La parte de vender o de amenazar? —. Pregunto el moreno con una sonrisa, Deidara frunció el ceño. 




—Muy gracioso—. Gruño sarcástico. 




—Lo se amor, soy una máquina de comedia—. Dijo con orgullo el moreno. 




—Y una defectuosa, por lo que veo—. Ahora fue el turno de Deidara de sonreír. —Su funcionaras bien, tus bromas darían risa—. 




—Mis bromas siempre dan risa—. Reprocho. 




—Las risas de tus empleados no cuentan—. Itachi frunció el ceño. —Ellos solo están para complacerte y no se arriesgarán a perder el empleo solo porque su jefe es muy malo contando chistes—. Itachi bufo. 




—Eres cruel—. Dijo el otro con fingida tristeza. —¿En dónde está el tímido rubio del que me enamore hacer algunas semanas? —. 




—Aquí mismo—. Dijo. —Agradece a tu ex esposa el que veas esta actitud, hm—. El rubio de cruzo de brazos. —Además, asi sabes a lo que te atienes si sigues con esa vida de mujeriego de la que me advirtieron tanto tu ex esposa como tu hermano—. Itachi trago saliva ante el gesto de advertencia del rubio. —Porque en donde me enteré que coqueteas con alguien más, te lo juro Itachi, podre C4 en tu cama—. 




—No hay que ser tan extremistas, Dei—. Dijo el otro tratando de calmar al rubio.  




—¿Entonces prefieres que te ponga una vara de TNT en el culo? —.  




—Preferiría que no pusieras ningún objeto explosivo cerca de mi persona, gracias—. 




—Cambiando de tema ¿Como van las cosas con tu divorcio?—. Pregunto interesado, el Uchiha suspiro 




—Estamos a una firma de terminar con eso—. Itachi recargo su barbilla en su mano derecha. —Pero Konan no lo está poniendo fácil—. 




—¿Y tu familia como lo está tomando? —.  




—Papá no está feliz, de por si tenemos problemas con la empresa y ahora con el divorcio la familia Ame ha comenzado con tramites de deslinde para con la compañía—. Itachi volvió a suspirar abatido pasando sus manos por su largo cabello. —No sabemos cómo salir de esta crisis—. Dijo. —Pensamos que al casarse Sasuke con Naruto, esto al menos no se pondría peor—. Deidara le miro pensativo. 




—¿Están buscando algún socio en este momento? —. Pregunto el rubio, Itachi le miro. 




—Mi padre mataría por ellos si con eso logra firmar alguna asociación—. Dijo el moreno. —Estamos pasando por la peor crisis en la historia de la familia—. 




—No exageres, seguro se resuelve—. Dijo convencido el rubio. 




—Hemos perdido a diez socios en lo que va del bimestre—. Dijo el moreno. —Mientras hablamos dos socios más retiran su capital de la empresa—. Itachi miro al rubio. —No sé tú, pero para mí eso es una crisis—. Deidara sonrió. 




—Se resolverá—. Dijo seguro. —¿Me amas? —. Pregunto acercando su rostro al del abatido hombre que era su novio. Itachi parpadeo ante la cercanía del otro. 




—Claro que te amo—. Dijo. —De no ser así, no me estaría divorciando—. Deidara sonrió. 




—Bien—. Dicho esto, el rubio se dio media vuelta y comenzó a alejarse del moreno.  




—Hey ¿Dónde vas? —. Pero Deidara no le contesto, simplemente le hizo señales al moreno de que se iba. 




____________________________________________________________________________ 




Esto debía ser una maldita mala broma. 




Pensó el moreno, mirando con el ceño fruncido hacia la cosa a la que Naruto lo había subido para emprender el viaje de su "luna de miel", había reusado tajantemente a subirse en cuanto Naruto le informo que esa chatarra con ruedas iba a ser su medio de trasporte hasta la playa de Nami. 




Naruto tardo una hora en convencerlo de partir en el vehículo, cosa que Sasuke aun dudaba a pesar de haber salido de Uzuhio aproximadamente tres horas después. 




El moreno miro a su alrededor, no había nada por la izquierda y nada por la derecha, solo cientos y cientos de kilómetros de tierra y asfalto, miro a Naruto enojado. 




—Debiste pararte cuando te dije que el motor se escuchaba raro—. Reprocho el moreno a un Naruto que se encontraba revisando el motor. —Al menos estaríamos en una gasolinera y no a mitad de quien sabe dónde—. Naruto saco su cabeza de la parte delantera del auto y miro a Sasuke. 




—No es tan malo—. Aseguro. —Arreglare esto en un minuto—. Sasuke frunció aún más su ceño. 




—¡Eso lo dijiste hace una hora! —. Grito molesto, el sol comenzaba a picar su piel y la ropa se le pegaba al cuerpo a causa del sudor, era incomodo, por eso no le gustaba la playa, demasiado calor para su gusto. —El sol comienza a quemarme la piel—. 




—¡Pues metete al auto, idiota! —. Grito el rubio volviendo a su tarea de revisar el motor. —Nadie te tiene aquí afuera, Sasuke— 




—¡Adentro hace calor! —. 




—¡Pues te lo aguantas como el "hombrecito" que dices ser! —. Grito de vuelta el rubio y siguio en lo suyo, el calor del ambiente no ayudaba a ser amable con su reciente esposo y aún era muy temprano para tener su primera pelea como casados. —En cuanto acabe de arreglar esto, nos vamos—. 




—Eso si lo arreglas—. Susurro el moreno recargándose en un costado del viejo auto, después de aquello, escucho a Naruto cerrar el cofre, Sasuke volteo a verlo y no pudo decir palabra alguna para describir como lucia Naruto en ese momento. 




El rubio se había quitado horrenda la camisa de cuadros que traía, dejándose solamente una playera interior de tirantes ya sucia por el aceite que seguramente cubría el motor, el sudor a causa del calor hacia que esta misma prenda se pegara totalmente al cuerpo del rubio remarcando toda la anatomía de su tórax y abdomen dejando nada a la imaginación. 




Sasuke vio a Naruto apartar el sudor de su frente en un movimiento que hasta el momento podría describir como sensual, el moreno desvió la mirada al darse cuenta que estaba observando de más a su ahora marido. Naruto se acercó a la puerta del conductor para tomar la camisa a cuadros que hasta hace poco traía y con ella aparto todo rastro de sudor de su cara y cuello. 




Al ver al rubio abrir la puerta del auto el Uchiha volteo su rostro, pero no así su mirada, espiando a hurtadillas cada movimiento que hacia su rubio esposo. 




¡Mierda! si Naruto no lo sacara de sus casillas cada cinco minutos, seguramente no le importaría si el rubio decidiera comenzar con la luna de miel en ese momento, además, por esa carretera no había pasado vehículo alguno en todo el rato que llevaban ahí, así que el peligro se ser descubierto disminuía considerablemente. 




Toda fantasía e imaginaciones fueron interrumpidas por el sonido del motor que el rubio trataba inútilmente de encender, escucho a Naruto maldecir en voz baja y salir nuevamente del coche. 




—Te lo dije—. Dijo con superioridad. 




—Pues deja de decirlo-dattebayo—. Gruño el rubio para nuevamente abrir el cofre del auto. 




—¿Sabes? —. El Uchiha se acercó a donde el rubio estaba. —Así comienzan todas las películas de terror que he visto—. Comento paseándose a espaldas del rubio, pasando sus manos por su espalda. —La pareja de amantes que deciden irse de vacaciones...—. Relataba. —...que después de una loca noche de pasión, son víctimas de un lunático asesino psicópata que comienza a cazarlos como ovejas—. Naruto dio un brinco ante las caricias que Sasuke daba en su cadera, pegándose dolorosamente con la tapa del cofre. 




—Maldita sea, Sasuke—. Se quejo el rubio, el moreno por otro lado solo se agarró a reír. —¿Que no te puedes quedar quieto? —. Le reprocho con tremendo sonrojo ante las acciones del otro hacia su persona. 




—Hace calor—. Repitió dejando de lado su risa, pero no asi dejo de sonreír de medio lado, esa sonrisa no convencía del todo al rubio, era señal de que el otro planeaba algo que en cierta medida lo afectaría. —Arregla esto, rápido—. Ordeno, acercándose y pasando sus brazos al rededor del cuello del rubio. —Y al llegar a la cabaña, si es que es decente...—. Naruto tenía fijos sus ojos en los labios del moreno, bastante tentado a besarlo. —...te daré algo muy bueno—. Finalizo el moreno tomando los labios de su marido, el cual no tardó en responder aferrando sus caderas a las propias. 




Naruto no tardo más de quince minutos en hacer andar el auto. 




El sol se estaba poniendo para cuando llegaron a la cabaña del primo de Gaara, el moreno se le quedo viendo, lucia algo deteriorada, maltratada por el paso de los años y la falta de mantenimiento, Naruto sonrió, para él parecía perfecta, el rubio no dudo en entrar al lugar y comenzó a acomodarse. 




Sasuke entro dudando, mirando al rededor e inspeccionando la cabaña, frunció la nariz al detectar partículas de polvo, se notaba que la vivienda había quedado bastante tiempo abandonada. 




—¡Esto es un chiquero! —. Dijo, mirando al rubio que gustoso sonreía ya sentada sobre un sofá, importándole poco el estado de este. —Se nota que nadie ha vivido aquí en años, Naruto—. El rubio se encogió de hombros. 




—Gaara dijo que pudiese estar algo sucia—. Dijo levantándose y caminando por el lugar. —Nada que alguna sacudida y ventilación, puedan hacer, no exageres Sasuke—. Naruto se acercó al moreno por la espalda y lo abrazo, recargando su barbilla en su hombro. —Además... no se me olvida que quedamos en algo si arreglaba el coche—. Sasuke frunció el ceño y aparto sin delicadeza al rubio de su persona. 




—Te dije que si la cabaña era decente—. Dijo señalando el lugar. —Esto ni a decente llega—. Sin decir más, se encamino a la que debía ser la habitación, encontrando en ella una cama matrimonial y muebles en idénticas condiciones que el resto de la casa. —Bien, yo me quedare con esta—. Dijo. 




—Captas que es la única habitación que hay aquí ¿Verdad? —. Sasuke le miro indiferente. 




—Hace unos minutos parecías disfrutar el sofá—. Dijo haciendo un ademan para que el rubio saliera de la habitación. —Ahora largo, tengo trabajo que hacer con esto—. Intento echar al rubio, pero este se negó. 




—Sasuke, se supone que hicimos este viaje para estar juntos—. Reclamo Naruto. 




—Y lo estaremos—. Afirmo. —Yo aquí en la habitación, pensando en cómo solucionare los problemas de mi familia y tú en el sofá—. 




—Esa no era la idea—. Dijo con molestia el rubio. 




—Pues que mal—. Contesto el otro. —hubieras pensado en eso antes de traerme a este estúpido viaje—. 




—Discúlpame por pensar que te gustaría venir a la playa como obsequio de bodas—. Reclamo.  




—Olvidas que ya tengo tu obsequio de bodas—. Dijo el Uchiha. —Está aquí metido—. Señalando su vientre, Naruto suspiro. 




—¿Sabes qué? No quiero pelear—. El rubio dejo a Sasuke en la habitación. —Se suponía que sería un viaje para conocernos mejor, pero tal parece que a ti no te interesa—. El rubio tomo su maleta y se encamino al baño del lugar, Sasuke lo vio salir cinco minutos después con una bermuda y una camisa ligera que estaba abierta de par en par dejando ver su trabajado abdomen. 




—¿A dónde piensas ir? —. Naruto tomo las llaves del auto.  




—Traeré algo para comer y bebidas—. Contesto. —No tardare, no te preocupes—. El moreno frunció el ceño. 




—No estoy preocupado—. Contesto, pero Naruto ya había salido del lugar. 




Había comenzado a ventilar la cabaña, abriendo tanto puertas como ventanas para hacer circular el aire, sacudió y desempolvo los muebles de la habitación y de la sala en donde Naruto se quedaría a dormir, el rubio llego media hora después, con muchas bolsas de comida y montones de bebidas para los días que se quedarían en el lugar. 




No se dirigieron la palabra en lo que resto de la tarde, Naruto estuvo fuera de la cabaña todo ese tiempo, acostado en la hamaca exterior bebiendo una cerveza, mientras que el simplemente se dedicaba a leer uno de los muchos libros que había traído para entretenerse. 




No fue hasta entrada la noche que a mitad de uno de los capítulos más interesantes del libro que en ese momento leía, comenzó a escuchar risas y gritos, Sasuke frunció el ceño con extrañeza, salió de la habitación y camino hasta la sala, no vio a Naruto, eso podría explicar las risas, pero no así, la presencia de más de una voz femenina. 




Con decisión salió al pórtico de la cabaña y lo que vio lo hizo enojar en demasía, no por el hecho de que Naruto, seguramente ya pasado de copas, se encontraba bailando como idiota alrededor de una fogata que no había estado ahí cuando llegaron, sino por el hecho de que se encontraba perfectamente acompañado de dos mujeres. 




Ambas en paños menores y con bastantes intenciones de insinuársele al rubio, ya que a mitad del estúpido baile que protagonizaba su ahora marido, estas se pegaban a él como lapras. 




Esto hizo que los cabellos de Sasuke se erizaran de enojo, como si de un gato se tratase, no se lo pensó dos veces para interferir en aquel intento de orgia minoritaria. 




—¡Hey!—. Grito acercándose al trio que inmediatamente paro todo movimiento. —¿Qué demonios estás haciendo, Naruto? —. Pregunto molesto, Naruto le miro con una sonrisa ebria y las otras dos chicas trataban de contener sus carcajadas, el rubio podía llegar a ser muy gracioso. 




—Eh, Sasuke—. Dijo el rubio. —Mira, te presento a Shion...—. Señalo a una rubia de larga cabellera rubia, ojos lavanda y piel pálida. —...y a Sara—. Ahora señalaba a una chica de cabellera pelirroja, ojos violeta y de piel tostada. —Son nuestras vecinas—. Dijo. —Están rentado la siguiente cabaña al oeste de aquí—. Sasuke frunció el ceño. 




—Están lejos de su cabaña—. Recalco. —¿Que hacen aquí tan tarde? —. 




—Nee, Naruto—. Hablo la rubia. —¿Y quién es él? —. Señalo al moreno. 




—Soy su marido—. Contesto Sasuke en lugar del rubio. 




—Ow—. Suspiraron con decepción. —No nos dijiste que eras casado—. Reprocharon las chicas, Naruto simplemente le restó importancia al asunto. 




—Podre estar casado con él—. Señalo al moreno. —Pero fue por compromiso, la verdad es que no hay nada de por medio—. Eso avivo el entusiasmo en las chicas y el enojo en Sasuke. 




—Idiota—. Gruño, acercándose al trio y tomando a Naruto por la muñeca para alejarlo del par de resbalosas que habían salido de quien sabe dónde. —Les sugiero que se vaya o les echare a la policía por invadir propiedad privada—. Las chicas fruncieron el ceño, Naruto parpadeo, sabiendo que la paranoia de llamar a la policía venia de familia. 




—Que aguafiestas eres—. Gruño la rubia, tomando sus ropas y yéndose del lugar acompañada de la otra.  




Sasuke ahora dirigió su mirada a Naruto, el cual parecía molesto. —Gracias, arruinaste mi oportunidad para poder tener sexo con alguna de ellas—.  




—¿Pensabas acostarte con una de ellas? —. Dijo indignado. —¿En serio? ¿Y dónde quedo esa pedorreta de fidelidad que siempre cargas, eh? —. 




—Pues tu no poner mucho de tu parte—. Dijo el rubio encogiéndose de hombros.  




—Esa no es excusa para plantarme el cuerno, imbécil—. Dicho esto, el moreno se alejó del rubio en camino a la cabaña, Naruto le siguió de cerca, entrando ambos en el lugar, apenas se hubo cerrado la puerta, el rubio tomo al moreno por el brazo y lo estampo contra la pared más cercaba, sin llegar al lastimarlo. 




Sasuke le miro molesto, pero fue por poco tiempo antes de que Naruto le besara sin espacio a replica, al principio el enojo de Sasuke estaba latente por la reciente discusión, intento alejar al rubio en un par de ocasiones, pero este no dejaba espacio a nada, llevando sus manos a las caderas del moreno para aferrarlas a las propias. 




Pronto Naruto sintió como Sasuke se rindió ante él, pues el moreno había pasado sus manos de su pecho, para tratar de separarse, a su cuello, en donde comenzó a aferrarse más a él. 




Ambos se separaron en busca de aire, jadeando y bastante sonrojados, en el caso de Sasuke, Naruto tenía una media sonrisa, había dado con la causa del mal humor que el pelinegro se cargaba, y en ese momento se encargaría de resolverlo. 




Tomo a Sasuke de las piernas y con un empujón, logro que este las enredara en su cintura, mientras no dejaban de besarse, el rubio se abrió paso hasta la habitación. 




El cuarto estaba tenuemente iluminado con la lampara de noche, la que Sasuke usaba para leer antes de salir a pelear con las chicas que Naruto había invitado. El rubio hecho al suelo todo objeto que se encontraba en la cama, Sasuke frunció el ceño al ver lo que el rubio hacía. —Que sepas que me debes un libro nuevo—. Dijo con molestia, Naruto sonrió. 




—Dame un segundo y se te olvidara que tenías un libro, Sasuke—. Inmediatamente el rubio beso a Sasuke apartando las prendas molestas que cubrían la parte baja del moreno, el Uchiha hizo lo propio con la bermuda de Naruto hasta que su mano pudo pasearse libremente por entre la ropa interior del rubio. 




Escucho a Naruto gemir en su oído y como este seguidamente besaba su cuello y soltaba su cálido aliento ante las caricias del moreno. Naruto hizo lo propio tomando las piernas de Sasuke y enredándolas en su cintura con el fin de conseguir más fricción entre sus cuerpos. 




Sasuke sintió a Naruto masturbarse mientras lo besaba y no dejaba de empujar contra él, hecho su cabeza para atrás al sentirse invadido por uno de los dedos del rubio. —Ah, Naruto—. Gimió apretando aún más el agarre de sus piernas para con la cintura del rubio. 




—¿Te gusta, Sasuke? —. Pregunto con morbo el rubio, haciendo un movimiento en el interior de su pareja el cual hizo que Sasuke arqueara la espalda elevándose ligeramente de la cama, Naruto sintió las uñas del moreno clavarse en su espalda. 




—¡Si! —. Gimió. —Otra vez, hazlo otra vez—. Naruto sonrió y complació a su marido hasta casi dejarlo afónico de tanto gritar. 




Cuando creyó que Sasuke estaba listo para recibirlo en su interior, fue que decidió sentarse y poner al moreno sobre él, Sasuke se aferró a su cuello y no paro de besarlo hasta que sintió la punta del miembro de Naruto paseándose por su trasero, buscando el lugar exacto para entrar. 




Al dar con la entrada del moreno, Naruto hizo todo lo posible por ser cuidadoso y no dejarse llevar de buenas a primeras, Sasuke posiblemente no estaba para sesiones de sexo salvaje... por el momento. 




—De esta manera tú decides cuando y como moverte—. Le dijo Naruto al oído. —Y solo intervendré cuando me lo pidas—. Sonrió al sentir a Sasuke aferrarse aún más a su cuello, empezando con pequeños movimientos de pelvis contra el rubio, Naruto gimió ante el ritmo acompasado que Sasuke llevaba, seguramente adaptándose a él. 




—Ah Na-naruto—. Dijo. —Mu-muévete—. Pidio sin detenerse en sus movimientos, el rubio sonrió y recostándose sobre la cama, aun con Sasuke encima, apoyo sus pies en la cama y tomo las caderas del moreno para hacer que este se detuviera, Sasuke le miro desconcertado al inicio, pero duro poco su confucion al sentir a Naruto entrar y salir de manera rápida e intensa. 




Sasuke logro ver todo en blanco por un momento a pesar de haber cerrado sus ojos, los empujes de Naruto eran tal que tuvo que apoyarse en el pecho de este para no irse de boca contra el rubio. Podía sentirlo entrar y salir y dar de lleno en ese punto que lo haría ver estrellas. —Naruto, Naruto—.  




—Ah, Sasuke—. Gimió el rubio, he hizo que el Uchiha se recostara completamente sobre el para cazar los labios de este, cuando lo tuvo tendido sobre él decidió cambiar su posición, empotrando al moreno contra el colchón. 




Naruto se enderezo para ver mejor el estado en que se encontraba su pareja, Sasuke tenía la respiración agitada, un furioso sonrojo surcaba sus mejillas, sus ojos negros entrecerrados a causa del placer que él mismo le proporcionaba, su boca jadeante en busca de aire que llevar a sus pulmones, Naruto pudo haberse corrido con solo esa visión, pero no lo hizo, tomo las piernas del moreno para colocarlas sobre sus hombros y siguió con su tarea de hacer gritar de placer al Uchiha. 




No tardaron mucho en llegar al tan ansiado clímax, Naruto cayendo exhausto sobre el cuerpo jadeante de Sasuke, el cual no dudo en recibirlo entre sus brazos. —Mierda—. Murmuro jadeante el moreno. —Eres bueno en esto—. Dijo impresionado. —Me alegra que ahora si pueda recordar—. Naruto solo sonrió. 




—¿Mejor que Jugo? —. Pregunto el rubio, Sasuke le miro confundido. 




—¿Quién es Jugo? —. Ambos rieron. 




_________________________________________________________________________ 




Mito miro a los alrededores, frunció el ceño y torció la boca, no le gustaba para nada ese barrio, le sorprendía que su hija estuviese viviendo con esa clase de gente. 




—La gente de este barrio es muy amable—. Tranquilizo Hashirama. —No te dejes llevar por las apariencias—. La mujer bufó, seguidamente salió del coche para encaminarse al edificio de apartamentos en donde había vivido su hija durante los últimos diecinueve años, Hashirama a su espalda la acompaño durante el viaje. 




Llegaron al quinto piso y a la puerta indicada, Mito alzo su mano, pero finalmente dudo, Hashirama la miro fijamente, hasta que ella, con renovado valor, dio tres toques a la puerta. 




—Voy—. Escucharon la cantaría voz de una mujer y seguidamente la puerta fue abierta revelando a Kushina. la pelirroja menor se vio petrificada en el lugar, no creyendo lo que sus ojos veían. 




—Hola, Kushina—. 




—Mamá—. Logro articular Kushina. 




____________________________________________________________________________ 




En otro lado, dos personas acaban de llegar a la estación central de Uzushio, el rubio miro con interés a su alrededor. —Las cosas han cambiado mucho—. Dijo nostálgico. 




—Sigue siendo un basurero—. Escucho la gruñona voz de su padre. 




—Puedes seguir de largo, yo tengo asuntos que arreglar—. El mayor hizo ademan de restarle importancia a las cosas. 




—Lo sé, lo sé— . Dijo. —¿Iras a buscar a la jovencilla esa de la foto? —. El rubio asintió. 




—Primero la buscare en mi apartamento—. Informo. —Si no está, entonces iré a Konoha—. El mayor asintió. 




—Llámame si te vas a aquedar en tu departamento—. El rubio asintió. y ambos tomaron caminos separados. 




—Ya estoy aquí, Kushina—. 

Notas finales:

Ahora conocemos un poco mas del pasado de Minato y Kushina.

Las puertas comienza a abrirse para los Uchiha, pero estos aun no saben ni por donde les llegara la buena fortuna :v

Sasuke y Naruto dan un paso mas en su relacion

¡Aparece la familia Uzumaki! :v/

Este posiblemente es el cap mas largo de este fic.

 

Y..... nada mas familia, dale like si te ha gustado, un besaso y hasta pronto :v


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).