Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Aires del tiempo por RyuStark

[Reviews - 170]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola bebitos hermosos <3

Bueno, para no hacerla de emoción, les traigo drama, amor rosado, mucho fluff y pasión. Simplemente los Kurosaki siendo tan ellos. De todo un poquito. Espero que les guste muchísimo. Siento que ahora me tardé menos en actualizar, ¿O es mi imaginación? Jajaja <3

¡Lean las notas finales, por favor! :)

///Grimmjow///

¿Y si este mundo es el infierno de otro planeta? Es algo que siempre me he preguntado. Usualmente se piensa que el infierno es espantoso, cuando en realidad yo creo que es engañoso y a la vez maravilloso. Es un conjunto de siniestros y hermosos acontecimientos, que pueden ser tan mágicos como perversos y sencillamente no sabes cuándo ni dónde te pueden alcanzar.

Un día estás en el más maravilloso y celestial paraíso terrenal y otro estás arrastrándote desde los confines del desierto, con el pecho martillándote y con lágrimas en los ojos. Creo firmemente que el dolor se puede definir en ver a la persona que más amas sufriendo y no poder hacer nada para evitarlo.

Todo estaba bien. Estaba.

No cabe duda que a pesar de tantas vidas aún sigo siendo un ingenuo. Le creí a Ichigo cuando dijo que este era nuestro tiempo perfecto, que no habría más sufrimiento y que ya nada nos podría derrotar, pero hoy mientras camino entre los escombros del trabajo de una vida entera de toda la familia Kurosaki, escuchando a mi esposo llorar, al igual que mis hijos y suegra, sé que no estaba preparado para nada de esto.

Kurosaki’s está acabado, no queda más que polvo, cenizas y restos inservibles.

Hace apenas unas horas todo marchaba de maravilla, Ichigo y yo bailábamos tomados de las manos, besándonos y girando enamorados. Estábamos en la cima del mundo y con sólo una llamada regresamos hasta lo más bajo. Cinco horas de viaje las transformé en tres, jamás había manejado tan rápido en mi vida, ni había visto a Ichigo tan angustiado.

Lo más triste fue que apenas entramos al pueblo, hemos visto hordas de gente caminar en fila, algunos sucios, otros cargando cosas y todos muy cansados. Mi carro iba despacio por el camino de terracería y todos a nuestros costados nos miraban con tanta pena que se podía palpar en el ambiente la lástima que nos tenían.

Ni siquiera nos hemos detenido en casa y en su lugar decidimos venir directo al restaurante, en espera de que un pequeño milagro haya ocurrido y Renji haya exagerado, pero no lo hizo. Realmente no queda nada.

No puedo más que tragarme el nudo que se crea en mi garganta a la vez que siento como soy abrazado contra un duro pecho. Kyoraku me sostiene contra él mientras todos simplemente observamos los rastros del restaurante que con tanto trabajo construyó el padre de Kurosaki, tíos y abuelo.

—¿Cómo pudo haber pasado esto? —pregunto, sintiendo a Kyoraku estrujarme con mayor fuerza.

—No lo sé hijo, pero ve con tus pequeñitos, te necesitan tanto como Ichigo. —me empuja hacia donde está Kurosaki junto a mi suegra, arrullando a nuestra bebé que no deja de llorar tal y como su madre que a pesar de que intenta ser fuerte las lágrimas simplemente no paran.

Tomo a mi bebé, abrazándola contra mi pecho y también a Ichigo que rápidamente se hunde entre mis brazos, aferrándose con tanta fuerza que duele, pero está bien, puedo soportar todo por él.

—Todo se perdió Grimmjow, todo...—me dice Ichigo entre sollozos.

Y duele, su tono herido duele tanto que de verdad siento las lágrimas calientes comenzar a acumularse en mis ojos y más cuando miro a Urahara abrazar a Kaien que está derrotado entre sus brazos, al igual que su hijo que llora bajo un árbol siendo consolado por Shiro que vino apenas le avisaron.

Inclusive Ganju, Hanataro, Kuukaku y su marido están presentes además de los abuelitos de Ichigo. Toda la familia Kurosaki ha venido a lamentar la pérdida, además de los amigos más cercanos que ayudaron a apagar el incendio. Lamentablemente cuando creo que no puede ser peor, escucho una puerta cerrarse y todos giramos para ver a nadie menos que mi suegro que ha llegado junto a las hermanitas de Ichigo.

Ellas rápidamente corren con su madre a ser abrazadas mientras mi suegro avanza despacio, como tentando el terreno para detenerse justo en el medio de los escombros de su alguna vez restaurante. Ichigo se suelta de mis brazos e intento agarrarlo, más no puedo y va hasta donde se encuentra su padre.

—Papá...—Ichigo llama su atención, temblando, llorando y apretando los puños. —Lo siento papá, lo siento tanto. Todo es mi culp...—más no puede terminar en cuanto su padre sonríe y lo abraza con demasiada fuerza.

—Mi hijo, Ichigo, estoy tan feliz, estás bien. Estás bien. Estaba tan preocupado por ti, tú también Grimmjow. —me dice jalándome para abrazarme por igual. —Cuando me dijeron que el restaurante estaba en fuego tuve tanto miedo, pero ya veo que todos están bien. —dice mirando a su hermano, cuñado y esposa.

—Papá...—Ichigo una vez más se aferra a él. —No quedó nada papá, lo lamento. Me diste el restaurante y te prometí que lo cuidaría, pero mira lo que pasó...—dice triste mi esposo.

—¿De qué hablas? —pregunta mi suegro.

—Trabajaste toda tu infancia y juventud construyendo el restaurante junto al abuelo, el tío Kaien, Ganju y Kuukaku y ya no está. Y yo...—Kurosaki una vez más es interrumpido por mi suegro que le revuelve el cabello con fuerza.

—Ichigo mira a tu alrededor. —mi suegro señala a la familia que luce ligeramente más animada. —Todos están bien, tu familia está bien Ichigo y eso es lo único que importa. Esto no es más que madera...—dice pateando unas tablas. —Madera que puede volver a ensamblarse, pero sí en cambio hubiéramos perdido a un miembro de la familia ahí si no habría nada que volviera a unir lo que se rompió. Afortunadamente eso no pasó. Así que quita esa cara triste. —le limpia las lágrimas, le sonríe y vuelve a abrazar a su hijo que asiente mientras lo estruja con fuerza.

—Será un maldito dolor en el trasero poner de pie esto de nuevo. —menciona Kuukaku.

—Huh, como si tu hubieras hecho algo la primera vez. Entre Isshin, Kaien y yo además de papá lo construimos todos mientras tú estabas de princesa limándote las uñas. —señala Ganju despreocupado.

—¡¿Qué dijiste pedazo de idiota?! —reclama su hermana. Por supuesto todos nos separamos, porque en cuestión de segundos Kuukaku le muestra el maldito infierno a golpes. No me queda más que rodar los ojos y reírme divertido como el resto de la familia. Estúpido Rottweiler, nunca aprende.

—Bueno querida familia y amigos, todos están invitados al hogar Kurosaki donde habrá un gran asado para celebrar que estamos todos reunidos y sanos. —anuncia afable mi suegro.

—¿Tío, no deberías estar más preocupado en otras cosas que en el asado? —le pregunta Shirosaki, sonriendo de lado y señalando los escombros.

—Es verdad, todos tomen un pedazo de madera que la usaremos de carbón para la parrilla. —declara mi suegro haciendo reír a Ichigo que finalmente vuelve a abrazarlo antes de venir conmigo.

—Está totalmente loco. —dice mi esposo con una sonrisa mientras vemos a su padre abrazar y agradecerle su ayuda a Kyoraku, también al mono y otras amistades.

—¿De dónde creías que lo habías sacado? Masaki es un ángel. Claro que el viejo está loco. —claramente me gano un pequeño golpe que me hace reír mientras continuo arrullando a mi hija que ya está más tranquila y feliz, moviendo sus manitas adorable tal y como su hermanito que es cargado por Yuzu.

—Venga todos, no los veo cargando. —menciona Kaien pasándole a sus hijos unos trozos de madera. Rápidamente le doy a Kurosaki nuestra hija y también tomo unos pedazos tal y como los demás antes de comenzar a subirnos al auto, porque mi suegro tiene razón, por ahora no hay nada que hacer aquí.

—Papá dice que nos adelantemos, que él y el tío Kaien se quedarán hablando con el alguacil, pero que apenas terminen nos alcanzaran en casa.

Me quedo intrigado al ver a mi suegro hablar con el alguacil y otros agentes y por un momento fruncir el ceño, lo curioso es que algo en mi mente me dice que gire. Lo hago encontrándome al pequeño Tensa, que yace bajo un árbol mirando fijamente toda la escena, mordiéndose los labios y moviéndose algo ansioso, casi nervioso.

—¿Seis? —Ichigo me llama desde el auto.

—Ya voy bebé, espérame. —avanzo hasta donde está Tensa, que apenas nota mi presencia mira a todos lados como buscando huir, más no lo logra en cuanto lo tomo del brazo. —¿Estás bien? —pregunto.

—Seis...uh, sí, estoy bien.

—¿Seguro? —indago al notar que evita mi mirada a toda costa.

—Sí claro, todo está bien. Deberías darte prisa, Ichigo te espera. Yo...yo me iré con Shiro-nii en el auto del tío Ganju. —menciona mientras sale corriendo a prisa, no sin mirarme una última vez sabiendo que me he dado cuenta que sabe algo que no quiere decirme.

—¡Seis date prisa! —Ichigo una vez más me llama.

Esta vez regreso al auto, donde llevo conmigo a mi esposo, sus hermanas, mi suegra y mis hijos. Durante el trayecto nadie discute nada sobre el incendio, sin embargo, sé que no soy el único que debe estar preguntándose, ¿Cómo inició?

Kaien es sumamente cuidadoso en la cocina al igual que todos sus ayudantes, las instalaciones estaban en perfecto estado y en tantos años jamás había pasado nada, entonces...¿Habrá sido provocado? De inmediato un terrible y amargo sabor se propaga por mi boca de sólo pensar que alguien sería tan perverso como para querer herir a los Kurosaki.

Ya en casa nos encontramos con muchas más personas, Starrk que tengo entendido estuvo ayudando a contener el incendio, pero se había ido a cambiar al igual que Ukitake el cual no duda en correr a abrazarme junto a monstruito.

—¡Gatito! —chilla Nel abrazándose a mi pierna.

—Hola enana. —saludo sacudiéndole el cabello.

—Oh hijo, lamento tanto que hayas vuelto a casa por tan malas noticias. —me dice Ukitake acariciando mi rostro.

—No importa, como diría mi suegro todos están bien y esos es lo que importa.

—Tiene razón, además déjame decirte que jamás he conocido gente más valiente que los Kurosaki. Estoy seguro que pronto entre todos encontrarán una solución. —me dice firme y sacándome una sonrisa.

Es gracioso, cuando creo que ya conozco lo suficiente a Ichigo y su familia jamás dejo de sorprenderme, porque al parecer las palabras de mi suegro fueron tomadas muy en serio. Mientras algunos se cambian y otros descansan, un asado realmente inicia en el jardín y en cuestión de minutos todos esos rostros tristes se transforman en alegría pura. Risas, sonrisas y el ánimo a todo lo que da por el simple hecho de que estamos vivos y más unidos que nunca.

—Quita esa cara de idiota doble, no me gusta. —me dice Ichigo, abrazándome y sonriéndome bobamente. Mocoso adorable.

—Huh, así que mi imitación de ti ya es bastante buena. —digo burlón y gruñendo en cuanto me pellizca.

—Los gemelos están durmiendo su siesta, así que ven, vamos a comer algo. —vamos de la mano hacia el jardín, donde encuentro una silla vacía justo entre Tensa y Starrk. Kurosaki y su precioso trasero se van por un par de hamburguesas mientras yo choco puños con mi mejor amigo.

—Que hay perra, ¿Me extrañaste? —le pregunto a Starrk a la vez que Ichigo regresa, sentándose en mis piernas y pasándome un plato.

—Supongo que fue raro no tener quien sostuviera mi mano mientras comía mi almuerzo.

—¡Grimmjow eres un idiota! ¡Tú nunca sostienes mi mano mientras como mi almuerzo! —se queja Ichigo.

—¡Oe, no digas mierda rara Starrk!, ¡¿Quién carajo va a sostener tu estúpida mano?!

—Ni tampoco con quien esconderme en la cajuela de mi camioneta cuando viene Kyoraku a dejarnos más trabajo.

—Eso sí suena a mí perra. —afirmo orgulloso.

—¡Seis! ¡¿Has estado brincándote el trabajo?! —me reprende Ichigo.

—Sólo un idiota no vería dos tipos enormes, encimados y con las piernas de fuera en una camioneta pickup. ¿Por qué creen que les bajé el sueldo de ese día? —dice Kyoraku a lo lejos.

—¡Oe, dijiste que fue porque te contesté feo! —reclamo.

—Siempre me contestas feo mocoso idiota.

—Mierda, eso tiene sentido. —analizo.

—Supongo que lo que más extrañé fue no tener con quien jugar a los sables de luz con los conos de señalización.

—Sueñas idiota, eso sólo lo hacen los retrasados inmaduros. —comento mientras Ichigo se ríe antes de levantarse por una soda. —Más te vale que no hayas tocado mi cono especial estúpido. Soy Darth Vader y soy tu padre —le susurro. —Deja de decir idioteces Starrk. —digo por lo alto ya que Ichigo ha regresado. Digo, un hombre tiene que entretenerse mientras pinta casas y la mierda, pero jamás lo confesaré en voz alta.

Mi esposo se dedica a reírse de mí ya que no se ha creído mi mala actuación. Y afortunadamente a pesar de la tragedia que sufrió la familia, el hecho de que todos estemos juntos le resta pesadez debido a los buenos ánimos.

Ánimos que solamente una persona no pareciera compartir, Tensa, que se remueve nervioso a mi lado y sigue evitando mi mirada a pesar de todo, además de contestar cortantemente cuando Ichigo ha querido meterlo en la plática.

—¿A dónde vas? —le pregunto a Tensa sujetándolo de la muñeca al verlo levantarse.

—Al...al baño. —me dice tembloroso. Lo observo detenidamente hasta que Ichigo me jala para que lo suelte. En cuanto lo hago el chico sale corriendo con mi vista clavada en él.

—Grimmjow ahora no es momento para molestar a Tensa. Si no tengo mal entendido estuvo ahí cuando inició el incendio y seguramente sigue asustado, así que tómatelo con calma con él.

Sí que estuvo ahí...claro que lo estuvo, pienso hasta que nos llaman, ya que los gemelos se han despertado y tenemos que ir a atenderlos. Al poco rato se van las amistades y se queda únicamente la familia que se reúne en la sala para planificar qué haremos de este punto en adelante.

—Bien familia, escucho propuestas. —dice mi suegro sentado en la sala en medio de todos.

—Obviamente tenemos que reconstruir el restaurante, pero no será nada barato iniciar de cero. —comenta Kaien.

—Es verdad, si hace treinta años fue difícil ahora mucho más.  —dice Ganju.

Todos se ponen a hablar de pros y contras mientras yo permanezco en el ante-comedor de la cocina, haciendo un par de cuentas y  leyendo papeles, que afortunadamente le dije a Kurosaki que era bueno permanecieran en casa y por ello no se han perdido. Por momentos algunos levantan la voz y otros parecen estar en conflicto, pero yo decido concentrarme en lo que estoy haciendo.

—Seis, ¿Qué haces aquí? —Ichigo entra a la cocina cargando nuestro bebé que arrulla contra su pecho. —Deberías oír lo que todos dicen y opinar al respecto.

—¿Crees que les importe? —pregunto arrepintiéndome cuando Ichigo pone una cara de extrema ofensa e indignación.

—Grimmjow Jaegerjaquez...—cuando dice mi nombre completo es que la he jodido en grande. Ichigo rápidamente arrastra una silla y se sienta junto a mí. — ¡Esta actitud se acaba ahora mismo! —declara estrellando su mano en la mesa y tomándome por sorpresa.

—¿Qué actitud? —cuestiono.

—Tú sabes a qué me refiero. No había querido decírtelo antes, porque quizás lo haces inconsciente. —me reprende. —Pero ya estoy harto de que siempre te refieras a la familia como si fueran ajenos. Grimmjow ellos son mi familia y por ende la tuya, ¿Me oíste? Tu familia. Tan tuyos como míos. Toda esa bola de chiflados de allá afuera te quieren, se preocupan por ti y aprecian tu opinión. Eres un Kurosaki. —menciona eso último con una sonrisa que si no estuviera sentado seguro me hace las malditas piernas temblar.

¿Ya dije cuan perfecto, tierno y hermoso es? Mi chico ideal.

—No me había dado cuenta.

—Bueno pues deja de hacerlo y si entendiste mi monólogo ridículo, no me hagas repetirlo y mueve tu trasero a la sala. Por cierto, ¿Qué es eso que escribes? ¿Son estados de cuenta de Kurosaki’s? ¿De qué te sirven? —pregunta genuinamente interesado.

—Bueno...¿Confías en mí? —inquiero ganándome su ceño fruncido.

—Debes de morirte de ganas por dormir en el sillón o en la casita de Kon, ¿No es así? ¡Claro que confío en ti estúpido! —exclama haciéndome sonreír en grande.

—Ichigo…quizás he encontrado la manera de volver a poner a Kurosaki’s de pie. —sentencio mirando sus ojos abrirse de la impresión.

—¿Hablas en serio?

—Bebé, de dónde vengo nadie era mejor que yo en esta mierda de levantar empresas de las ruinas y volverlas éxitos transnacionales. Sé que hablamos de un restaurante, pero confío en mi plan. Carajo, si nos va como espero en menos de dos años no habrá un Kurosaki’s en Karakura sino hasta dos o tres. —anuncio a la vez que le enseño mis papeles con cuentas, cifras y demás, intentando explicarle todo. — ¿Los ves? Creo que podría funcionar.

—La verdad no entiendo del todo bien, pero si estás seguro que funcionará te creo. Ahora dime, ¡¿Qué mierda esperas para decírselo a los demás?! —es lo último que grita antes de tomarme de la mano y jalarme con violencia hasta la sala, donde literal nos abrimos paso y paramos en medio de todos, interrumpiendo de paso un acalorado argumento entre Kaien y Ganju.

—Hijo, tus tíos están hablando. —comenta mi suegro.

—Mis tíos pueden ahorrárselo. Escuchen todos, Grimmjow encontró la solución y está, ¡En este papel! —Mi esposo azota un papel en la mesita de centro ganándose la atención de todos. De inmediato Shirosaki lo toma y levanta una ceja.

—¿Hamburguesas al 2x1? ¿La promoción del mes pasado? ¿Esa es la gran solución? —cuestiona burlón mi idiota y pálido primo.

— ¡Así es! ¿Qué? ¡No! ¡Dame eso! —se lo arrebata Ichigo. —Seis, ¿Dónde está lo que me explicaste?

—Aquí. —me saco los papeles bajo el brazo viéndolo fruncir los labios. No puedo más que reírme y gruñir en cuanto me pellizca antes de irse a sentar al sillón. Finalmente respiro hondo, porque a pesar de que alguna vez trabajé con la gente más poderosa de países ricos, ahora al verme rodeado de mi familia su opinión sí que me importa y mucho.

—Bien, escuchen todos, Kurosaki’s volverá a la vida y estará ganando ingresos como solía hacerlo en tres meses.

—¿Tres meses? ¿Estás loco? Nosotros construimos Kurosaki’s en casi tres años, ¿Y tú quieres hacerlo en tres meses? ¿Eso es qué? ¿El 5% del tiempo que nos tardamos? —se queja Ganju.

—Es el 8.3% del tiempo. —comento. —Y lo haremos, sé que podemos. Los números no fallan, pero más que los números yo nunca fallo. —declaro con cinismo a la vez que comienzo a explicar todo el plan financiero y administrativo que tengo en mente. Todos me escuchan atentamente hasta el fin y puedo ver que más de uno está satisfecho.

—¡El tipo está chiflado! —de nuevo Ganju. —No hay manera de que ese plan tan...moderno y descabellado funcione. Es una inversión muy grande y sólo somos un pequeño restaurante.

—¡Es porque estoy planeando a futuro rottweiler! ¡Tienes que pensar en grande! ¡La familia necesita expandirse!

—¡Eso no importa! Espera, ¡¿Cómo me llamaste?!

—Ganju cierra la boca o haré que Kuukaku te la cierre y sabemos que eso no te gustará. —lo amenaza mi suegro mientras su hermana sonríe viciosa. A mi estúpido “tío” no le queda más que callarse de mala gana. —Grimmjow, continúa.

—Como les decía, este es el momento perfecto para utilizar los ahorros de la familia. Kurosaki’s volverá más grande que nunca y si esto sale bien será el inicio de una cadena de restaurantes. —finalizo y miro a mi suegro que es el que al final tiene la última palabra.

—Admito que me has tomado por sorpresa Grimmjow, en primera no creí que fueras muy inteligente que digamos.

—¡Papá! —exclama Ichigo.

—¿Qué? Hijo por dios, el tipo se la pasa en overol, pedaleando un triciclo y se tiñe el cabello, no puedes culparme por pensar así, pero ese no es el punto. En cuanto a lo otro, es una inversión muy grande para nuestra pequeña familia y aunque los ingresos mejoraron considerablemente gracias a ti, aún así me encuentro algo incrédulo. Así que sólo preguntaré, ¿Estás totalmente seguro de que funcionará? —me pregunta serio.

—Absolutamente. —contesto sin dudar. Mi suegro me mira detenidamente y finalmente sonríe.

—Bien, apruebo el plan, pero ya que somos una familia, levanten la mano los que estén a favor de seguir a mí teñido hijo. —pregunta. Me muerdo los labios, pero me relajo al ver que todos en la sala levantan la mano apoyándome, en especial Ichigo que hasta la manita de nuestro bebé ha sostenido en alto haciéndome sonreír. —En ese caso todos de acuerdo y se levanta la sesión. Vayan a descansar, que mañana a primera hora todo hombre en esta familia tiene un una cita para cargar escombros. —concluye mi suegro.

—Me sorprende que levantaras la mano. —le digo a Ganju conforme todos comienzan a dispersarse, unos a quedarse con los Urahara y otros aquí.

—Eres un odioso, pero admito que me consuela saber que por fin hay alguien con cerebro en esta familia. Kaien y Masaki no están mal, pero además de ellos y de ti nunca ha habido nadie brillante cuando de número se trata y ni hablar de Ichigo. Un caso perdido.

—¡Hey! ¡Oí eso rottweiler! —exclama Ichigo. —No me incluyas en tu categoría, que yo soy el más inteligente de toda la familia — comenta mi esposo orgulloso.

—¡¿Cómo me llamaste tu también?! ¡Ugh! ¡Pero si son el uno para el otro! —es lo último que dice Ganju finalmente marchándose con su pequeño chihuahua que nos sonríe amable.

—Estuviste increíble seis. —Mi candente esposo llega hasta mí para besarme.

—Resérvenselo para su habitación pervertidos, pero cuidado y no me dejen dormir que... —interjecta Karin.

—¡Karin-chan! —la reprende su hermana, llevándosela y despidiéndose de buenas noches.

Tengo que rodar los ojos, porque absolutamente todos en esta casa están chiflados en niveles extremos y a este paso más que un restaurante, tendremos que fundar un psiquiátrico para albergar a tanto loco.

—Ven, acostaremos a los gemelos, luego nos daremos un baño y a dormir. —me lleva Ichigo. Y tal y como lo dijo arrullamos a nuestros bebitos hasta dejarlos dormidos en su cuna, para luego tomar una ducha con un exceso de ricos besos y finalmente pretender irnos a la cama.

Me dedico a ver la televisión muda, que alumbra la oscuridad de la habitación mientras Ichigo termina de lavarse los dientes. Me rio en voz baja para no despertar a mis hijos y sonrío en cuanto siento unos brazos rodear mi cintura a la vez que unos suaves, tersos y húmedos labios comienzan a depositar pequeños besos en mi nuca y hombros.

—Uhm...debemos darnos prisa, mi esposo está por llegar. —digo, sintiendo un tibio suspiro contra mi piel.

—No te preocupes él no nos interrumpirá. —me susurra al odio con esa voz de seda que tiene, mandándome un rico tirón directo a la entrepierna. Cierro los ojos, sintiéndome muy caliente, excitado, enamorado y ahogado en sensaciones que me encantan, casi tanto como el único hombre capaz de provocar todo eso en mí.

////Ichigo////

Si tuviera que describir a Grimmjow con una palabra, sería apasionado. Un hombre que todo lo hace al límite o ni siquiera lo intenta. Un hombre capaz de hechizar con una mirada, romper corazones con una sonrisa y derretir todo a su paso con su mera presencia. Es increíble lo obscenamente sexual que es el aura que siempre lo rodea, provocando pensamientos extremadamente pecaminosos.

Será que al ser mi marido, puedo darme el lujo de torcerlo entre mis dedos como mejor se me antoje para disfrutar de él. Justo como ahora.

Me dedico a hundir mi nariz en su cabello azul como el océano más profundo mientras trazo cada línea y cuadro de su abdomen extremadamente definido. Le beso los hombros, impregnándome los labios con ese sabor tóxico y delicioso que tiene su piel caliente mientras mis dedos se hunden en esa sensual “V” que marca su torso bajo.

Intento provocarlo al bajar un poco más, palpando y oprimiendo tenuemente ese bulto monstruoso y enorme que comienza a endurecerse ardiente en sus bóxers ya bastante apretados. —Uhm...tan grande. —le susurro una vez más, sintiéndolo estremecerse y maldecir por lo bajo.

—No me provoques mucho bebé, que las cosas no terminarán bien para ti. —gira para verme por encima de su hombro, dándome esa sonrisa perversa que tanto me encanta y mostrándome de paso sus pequeños y muy filosos colmillos.

—Quizás eso quiero...—declaro indecoroso, por fin sintiéndolo girarse entre mis brazos y hacerme tragar de lleno en cuanto me empuja hasta pegarme y acorralarme contra la pared.

—Eso te gusta ¿No es así? Amas hacerme enojar, porque sabes lo duro y bien que te cogeré tal y como el mocoso asqueroso que eres. —amenaza con una mueca intrépida.

—Uh-huh. Eso me encanta. —comento, deslizando mis manos por sus pectorales definidos y presionando uno de sus pezones duros. Grimmjow masculla complacido, metiendo su nariz tras mi oreja y besándome con esos labios húmedos y deliciosos que tiene.

Mi marido me quita la toalla que traía en la cintura, dejándola caer a mis pies y en su lugar acariciándome los costados. Es apenas un tenue roce, sus dedos ásperos contra mi piel sensible y su boca marcando cada espacio vacío en mi cuello. Besos, mordidas y pequeñas succiones que le dirán a todos a quién le pertenezco.

—Mío...Mío y de nadie más. —me susurra al oído mientras me abrazo a su cuello y lo pego tanto a mí como puedo para besarlo una y otra vez; chupando y jugueteando con su lengua y deslizando la mía por sus dientes y caninos prominentes. Meto mis manos entre su cabello para profundizar los besos obscenos y sucios que resuenan tan mojados como fogosos.

—Mío por siempre. —esta vez soy yo quién lo dice, mirándolo a los ojos y perdiéndome en su azul vibrante y que ahora pareciera nada más que un mar de lujuria neón intermitente. Grimmjow sonríe de lado, cargándome y llevándome hasta nuestra cama, donde me suelta con cuidado sólo para tomar de un cajón nuestro tubo de lubricante.

Me estremezco de pies a cabeza ante la imponente imagen; Grimmjow finalmente quitándose la ropa interior y dejándome ver de lleno ese cuerpo glorioso además de su erección más gruesa, erguida y dura que nunca. Mi marido sonríe coqueto para mí, masturbándose como yo y relamiéndose los labios diciéndome cuanto me desea.

De inmediato me giro para quedar boca abajo, flexionando y abriendo mis piernas tanto como puedo a la vez que me recargo en mis codos. Mi boca se llena de saliva, de sólo girar y ver a Grimmjow subirse a la cama para acomodarse entre mis muslos que palpa y estruja al igual que mis nalgas, abriéndome y exponiéndome ante él.

—No sabes lo rico que te voy a coger bebé. —anuncia malicioso y dándome una nalgada que me arde y calienta tan bien.

—Date prisa Grimm, te necesito. —me atrevo a suplicar sabiendo cuánto ama tener el control. Sin embargo, mi marido continúa torturándome al inclinarse y besar mi espalda, deslizando su lengua por toda la línea de mi espina dorsal y también repartiendo generosas y estremecedoras mordidas que me tienen temblando expectante.

Un gemido pronunciado se escapa gutural de mi garganta en cuanto siento un chorro de líquido frío y espeso, caer abundante sobre mi trasero y deslizarse por los lugares correctos. Grimmjow también reparte un chorro generoso sobre su erección, que ya se encuentra bien hinchada y de un apetitoso color.

—Mira lo abierto que estás. Déjame adivinar, ¿No aguantaste y te metiste los dedos en la ducha huh? Vaya pervertido. —comenta malicioso.

—Eres enorme, siempre debo prepararme para ti. —hablo avergonzado, hastiado y por supuesto alzándole el ego. Lo maldita sea necesito empotrándome pronto o me volveré loco. —Sólo cógeme ya. Métela carajo. —reclamo restregándome contra él y gimiendo desesperado.

—Huh, ramera exigente. —se burla. Y estoy por girar y contestarle, de no ser porque una gran sonrisa se dibuja en mi rostro en cuanto siento como comienza a restregar mi agujero carnoso y rosado antes de introducir su punta.

—Uhm...así, justo así. —tiemblo agobiado, por la rica sensación de ser llenado. Grimmjow me penetra tortuosamente lento, dejándome sentir su verga gorda abriéndome poco a poco hasta que finalmente se entierra de lleno. —Sí...sí, así me encanta. —hablo entre suspiros, enterrando mi rostro en el colchón y estrujando las colchas con mis dedos por lo tremendamente bien que se siente.

—Tan maldita sea apretado, tal y como me gusta carajo. —sisea encantado mi marido a la vez que se termina de encimar bien en mí, para presionar mi cabeza y poder moverse con saña.

Aprieto los dientes, estirando mis manos y sujetando los barrotes de la cabecera conforme Grimmjow aumenta el ritmo, follándome y taladrándome con toda la intención de reventar la maldita cama. Amo su cuerpo pesado, ardiente y sudoroso, restregándose impúdico y vehemente contra el mío.

Grimmjow me penetra brutal, duro y tan profundo como puede mientras sus labios deambulan por mis hombros repartiendo mordidas crueles y dolorosas que arden tan rico. Mi cuerpo se abre obsceno para él, tomando su forma y engulléndolo de lleno como tanto le gusta.

—Te sientes tan bien a mí alrededor bebé, apretándome tanto. —me susurra al oído con esa voz ronca y erótica, por lo que giro mi rostro para encontrarme con sus labios. Grimmjow mete su lengua en mi boca, haciéndome gemir y retorcer por todos mis puntos sensibles siendo abusados. La saliva escurre lasciva al igual que los fluidos calientes que se deslizan por mis muslos debido a Grimmjow enterrándose en mí cada vez más hondo.

—Ven aquí, te quiero arriba.

Grimmjow sale de mí, haciéndome sentir tan espantosamente vacío, por lo que a prisa me giro, dejando que él se recueste para rápido subirme sobre él y sentarme sobre su regazo. De inmediato me aferro a su pecho fornido y con mi mano libre vuelvo a tomar su erección introduciéndola en mi estrecho y húmedo agujero.

—Eso es...justo así, montando tan bien a tu marido. —sonríe entre gruñidos debido a que he empezado a montarlo con brutalidad. Moviendo y curveando mis caderas lento y poco a poco aumentando el ritmo. —Más. —exige estrujándome las nalgas y él mismo incrementando la intensidad.

—Sí...sí, sí, no pares, no pares. —grito entre dientes, enterrándole las uñas en el pecho y sintiendo sus dedos clavarse en mis caderas conforme subo y bajo con violencia sobre su erección cada vez más dura y palpitante, matándonos a ambos por la brusquedad y sobre todo disfrutándolo sin parar.  

Grimmjow me vuelve loco, no sólo es el hombre más sensual y erótico que hay en este mundo, sino que además es totalmente mío. Mío y de nadie más. Con ese cabello revuelto, la mirada en fuego y deliciosas gotas de sudor perfumado recorriéndole ese brutal cuerpo de dios que tiene.

Mi perfecto marido que me folla sin detenimiento alguno, enterrándose en mí con violencia y masturbándome hasta que no logro soportarlo más y termino corriéndome con fuerza y furor sobre su pecho. Mis ojos se van para atrás por el rico orgasmo que me envuelve y el cual aumenta en cuanto veo como un poco de semen ha salpicado su adónico rostro.

Grimmjow se relame los labios coqueto, aún cogiéndome y mostrándome una expresión perversa y libertina. Una que le borro a besos al dejarme caer sobre él, aguantándome un par de gritos en cuanto lo siento demasiado profundo ahora que también ha terminado dentro de mí.

—Hmm...Te corriste tanto. —suspiro complacido, trazando su quijada y dándole un par de besos mojados que me contesta efusivo mientras me rasguña tenuemente los muslos.

—¿Te encanta que lo haga no es así? —pregunta intrépido.

—Uh-huh. Mucho...me gusta mucho. —contesto mordiendo y succionando su labio inferior.

—Estás totalmente loco, ¿Lo sabes verdad?

—Lo sé. —afirmo sonriendo junto a él.

—No te preocupes, yo también lo estoy bebé. Y es que cualquiera en su sano juicio se habría vuelto loco por ti. —dice con esa sonrisa que me ha tenido flechado en seis vidas y seguramente en mil más.

—Gracias Grimmjow...—acaricio su rostro. —Por lo que hiciste hoy, por no darte por vencido, por amarme, por todo. —El hombre de mi vida sonríe encantador y me abraza con todo su amor, cariño, fervor y devoción haciéndome sentir el ser más afortunado en este universo por tenerlo aquí conmigo. Será que hay abrazos que todo lo pueden reparar, así como personas que te pueden revivir. Tal y como Grimmjow lo hizo conmigo.

Notas finales:

Como ven, aunque se perdió Kurosaki’s, afortunadamente nadie salió herido. Por otro lado, los Shiba/Kurosaki se me hacen por mucho una familia de campeones, de personas optimistas y positivas, las cuales a pesar de cualquier tragedia no harán sino mostrarse más unidos y fuertes. Isshin al ser el líder de la familia, pienso que siempre sacará su lado humorezco para amenizar y alegrar a todos aun cuando esté sufriendo por dentro. Afortunadamente para él, ahora tiene un súper yerno que ayudará a la familia regresar más fuerte que nunca literalmente de las cenizas.

Uhm-uhm…¿Notaron lo de Tensa? Sospechoso. Ya veremos qué será de él y la familia más chiflada del mundo en el próximo capítulo, ¡También habrá ShunUki +Nel y nuevo bebé! Jajaja

Hablando de otros temas, el 15 de este mes (domingo-próxima semana) ya es el cumpleaños del candente esposo de Grimmjow, ósea la fresa más sensual del mundo. Por lo que como ya les había dicho, publicaré un one-shot especial para Ichigo de omegaverso (por mayoría de pedido) y en el cual espero verlos por ahí. ¡El 15 de Julio! ¡No lo olviden! Jajaja

PD: ¡Finalmente ayer actualicé Enamorado del Comandante! (para los que lo estaban esperando)

PD2: ¡Los amo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).