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Aires del tiempo por RyuStark

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Notas del capitulo:

Bebés de mi corazón <3

Una semana más llego con todo el amor del mundo más fluff, romance y smut ¬w¬ Espero que lo disfruten muchísimo y me den sus opiniones :3

---Grimmjow J.----

Jamás me había sentido tan molesto como hoy. ¿Y por qué? Por algo tan simple que es estúpido. No tengo el suficiente dinero para comprarle el anillo de compromiso que quiero a Kurosaki. No me alcanza, no tengo lo suficiente. Algo que en mis veinticinco años de vida jamás me había pasado y es ahora cuando más valoro mi trabajo.

De donde vengo pude haberle comprado ese anillo y la joyería entera más otras mil solo con el cambio de mi bolsillo. Y hoy tengo que contar los billetes porque sencillamente vivo al momento. Gracias a dios no al día, pero literalmente estoy corto en efectivo. ¿Cómo se supone que cuide y mime a mi futuro esposo, tragón y adorable si no tengo el suficiente dinero?

—¿Qué pasa con esa cara niñato? —Kyoraku como el imbécil que es me observa curioso mientras come palomitas y se recarga en la pared de la joyería en la que encuentro admirando los escaparates con anillos.

—No hables mucho viejo decrépito, no queremos que se te salga la puta dentadura y hagas más vergüenzas de las normales. —Le digo con un gruñido.

—Tan cordial como siempre.

—Sí, sí, sí…Oe Kyoraku, ahora que lo pienso, dejo que me tomes la mano si me das dinero a cambio.

—¿Quién querría tomarte esa sucia mano?

—Tu novia Barbie seguro que sí, me toma la mano y algo más cada vez que le voy a arreglar los resortes del colchón…si sabes a lo que me refiero. —Le digo burlón y riéndome al verlo gruñir.

—No metas a Jushiro en esto. Él es maravilloso y jamás se enredaría con un mocoso como tú.

—Pero sí con un viejo ridículo como tú. Ahora dame dinero o largo de aquí.

—¿Para qué quieres dinero?

—Quiero comprarle ese anillo a Kurosaki para pedirle que se case conmigo y poder jodérmelo todos los días sin remordimientos. —Señalo el anillo haciendo a Kyoraku rodar los ojos.

—¿Eres idiota? Mejor no respondas eso, pero ¿Para qué carajos quieres un anillo tan grande? Ni aunque te prestara dinero te alcanzaría para algo tan caro.

—¡Pues Kurosaki se lo merece!

—No seas tonto Grimmjow, sé que se lo merece. Pero él siempre ha sido un muchacho muy humilde y amable y por lo que sé no le haría feliz un anillo así. Algo pequeño pero con sentimiento basta para él.

—Tch. No me sorprende porque Barbie no te da ni la hora viejo pesado. A los chicos bonitos se les tiene que llenar de regalos. Y como entenderás, Kurosaki es el más bonito de todos, lo que significa que se merece el mejor anillo. Ahora a joder a otro lado carajo. —Kyoraku me mira fijamente, sonriendo y abrazándome por los hombros.

—Oe, no es gratis estúpido. O me pagas o me sueltas.

—Cierra la boca y dime algo, ¿Quieres mucho a Ichigo-chan no es así?

—Más que a mi vida. Ese tragón, pecoso y grosero es mi sol. Mi universo entero. Mi todo. —Digo seguro de mi mismo y sin titubear, ganándome una sonrisa del viejo.

—Bien, no compres nada. Quizás yo tenga algo que te pueda servir. —Menciona haciéndome levantar una ceja.

—No preguntaré qué es, sino el por qué. ¿Por qué querrías ayudarme? ¿Es esa basura de que te recuerdo a alguien? —Pregunto sin miedo, notando como se tensa y sonríe.

—Ni siquiera yo sé porque te ayudo. Y no, no te pareces en nada a esa persona ahora que lo pienso. Pero eso no importa, solo no compres nada y vete a casa. Nos veremos mañana en la fiesta de Isshin.

—Huh, olvidaba que eres amigo de mi suegro, era de suponerse ambos son unos viejos ridículos. —Digo sin chiste, despidiéndome y regresando a mi hogar con las personas más chifladas del universo entero, que han llegado para quedarse desde hace dos semanas por las vacaciones de verano que iniciaron. 

¿Y de quién hablo? ¡Obviamente de la muy loca familia Kurosaki! Y cuando digo loca es todos en esa casa deberían estar internados en un maldito psiquiátrico, con bozal y camisa de fuerza empezando por mi suegro.

El tipo es un salvaje con todas las letras, que al parecer tiene una competencia personal conmigo. Empezando cada mañana con él entrando como maldito poseído y arrojándoseme para intentar patearme. Ya que según él, su yerno debe estar alerta y en forma todo el tiempo para poder proteger a su hijo. Y mierda, el primer día de no ser porque Kurosaki ya está acostumbrado y le metió un puñetazo que lo sacó volando seguro que me mata.

Seguido de ver quién de los dos come más en el desayuno, comida y cena, ya que dice, el hombre de la casa debe tener apetito de león para cuidar de todos. Y bueno, obviamente ninguno gana ya que de tragón número uno nadie baja a Ichigo de su pedestal. Así que todo eso termina en mí suegro deseándome que un perro me orine, que me caiga en una zanja o que me persiga una colmena de abejas durante el trayecto del día y en el trabajo.

Lo sé, el tipo me adora.

Dejando un poco de lado al viejo, la verdad es que Masaki es un precioso y divino ángel del señor. O sino ¿Cómo mierda podría soportar a su marido e hijos locos? Yuzu también es tierna, es un bebé en mi mente, pero de repente se le van las cabras y dice cosas raras. Y no debo mencionar a la señorita-todo-directo Karin. La cual no tiene miedo de abrir la boca y decir lo que piensa.

Algo así como “Ichi-nii y Grimmi-nii follan demasiado, la pared no tarda en reventarse y es molesto cuando intento dormir.” Jodidamente-magnifico. Gracias al cielo Isshin estaba en la cocina y sólo Masaki lo escuchó y nos reprendió sutilmente, avergonzándome a mí y a Ichigo y sacándole una sonrisa a la mocosa.

Supongo que esa niñata es más como yo, no teme ir por la vida golpeando perras. Me agrada. Cuando no está jodiéndome claro. Eso y que lentamente me he ido ganando su respeto después de haberle pateado el trasero en un partido de futbol, porque niños o no, Grimmjow Jaegerjaquez no pierde contra nadie. Ni siquiera contra bola de pelos que todos los días me ataca —juega conmigo según Kurosaki— hasta hartarse.

Obviamente dejo al peor de todos al final…Kurosaki-demente-Ichigo. ¿Qué puedo decir de él? Es el rey de locolandía, fin del cuento. Me da risa imaginar que seguramente está comiendo un montón y ahorcando a su padre con eso de los cambios de humor que le dan por el embarazo. El cual aún seguimos sin relevarles a mis suegros.

Ya lo sé carajo, entre más pase más me estoy ganando la golpiza de mi vida.

Una vez afuera de mi hogar, el primero que me recibe como siempre es bola de pelos, al cual después de aventarle su balón lejos logro burlar, para ahora si ir al interior.

—¡Grimmi! —Ahí está la bebé. Yuzu como la dulzura que es me brinca encima y de inmediato la abrazo con mucha fuerza, inclusive cargándola un poco y dándole un par de vueltas mientras le beso la frente. —Te extrañé. —Me dice alegre ya que ella fue la primera en aceptarme como su ‘hermano mayor’.

—También te extrañé princesa. —Contesto sonriente, hasta que algo me hace gruñir y soltarla. Karin me ha dado un puñetazo en el brazo y ahora me mira con una ceja levantada.

—Grimmi-nii idiota, dijiste que jugaríamos juntos y ya se ocultó el sol, ¿Tenías miedo de perder no es así?

—No escucho nada hasta no recibir un abrazo. —Me hago el loco mirándola berrear internamente, pero finalmente abrazándome y enterrando su rostro en mi pecho. Porque puede ser muy ruda pero sigue siendo una niña. A la cual abrazo y también beso en la frente sintiendo como aprieta el agarre.

—No te extrañé nada.

—Yo a ti si fea. —Le digo burlón antes de revolverle el cabello y separarla.

—Bienvenido hijo. —Masaki ha salido de la cocina sonriente, viniendo y acariciándome el rostro cariñosa.

—¡Seis! —Y claramente el hombre de mis sueños y despertares. Mi sonrisa se ensancha en cuanto miro a Ichigo bajar de las escaleras a prisa y arrojarse a mis brazos eufórico. Lo estrujo y beso como si nos hubiéramos separado milenios y no horas.

—Te extrañé mucho Grimmjow.

—Y yo a ti bebé. —Juro que si algún conocido de mi tiempo en Australia me viera hablar e interactuar como lo hago con estas personas, de ridículo, patético e idiota no me bajarían. Y lo admito, nunca le hablo bonito a nadie, ni suelo ser bueno, pero creo que es imposible no ablandarse y quererlos aun cuando están locos.

Porque mientras Ichigo me besa, sus hermanas se sujetan a mí contándome todo su día y Masaki menciona que me preparó algo especial; indudablemente me siento amado, protegido y reconfortado en exceso. Viví solo toda mi vida y nunca nadie me esperaba en casa de regreso. Y ahora tengo una multitud que me extraña y quiere de verdad.

Voy a terminar muerto carajo…muerto de felicidad. Una que no admitiré en voz alta claro.

—¡Ah, así que no te basta con mi precioso Ichigo, sino que también quieres a mis bebitas! ¡No lo permitiré delincuente, teñido y bárbaro! —Grita Isshin del otro lado de la sala, sacándome una sonrisa burlona y que abrace a sus tres hijos con tal de verlo berrear.

—¿Qué pasa viejo? ¿No te llegó el memo? Me casaré con los tres. —Le saco la lengua socarrón, mirándolo ponerse morado del coraje.

—¡Primero muerto! ¡Niños sepárense de ese hombre que su adorado papito le meterá la lección de su vida!

—No empieces papá, siempre que atacas a Grimmjow terminas descaderado. —Menciona Ichigo, haciendo que su padre abra la boca y se toque el pecho indignado.

—¡¿Ichigo mi precioso hijito, por qué odias tanto a tu adorado padre?! ¡Masaki di algo!

—Diré que todos se laven las manos que es hora de la cena, vamos querido, te preparé pollo frito tu favorito.

—Bueno, si es pollo frito supongo que la lección de tu vida puede esperar Grimmjow-chan. —Dice mi suegro contento, yéndose danzante a la cocina y haciéndonos rodar los ojos.

La cena se pasa de lo más tranquila si es que se le puede llamar así a mi suegro payaseando y a todos riendo a más no poder. La comida como siempre es fabulosa y cuando la noche llega, me toca darle las buenas noches a las niñas, antes de ir a mi cuarto donde Ichigo ya me espera.

—Tus hermanas son un jodido torbellino.

—Nuestras hermanas dirás. ¿Cómo lo haces seis? Yuzu es linda, pero jamás tanto. Y Karin, por dios…¡Karin abrazándote! Jamás abraza a ningún hombre aparte de mí. La tienes flechada.

—¿Qué te digo? Supongo que le resulto irresistible a los Kurosaki. Una pena que tu padre sea Shiba y por ello aun no me lo gane…pero pronto. —Menciono con una sonrisa mientras me arrodillo frente a él. Ichigo sonríe tierno y comprende subiéndose la camiseta para dejarme besarle, frotarle y rozar mi nariz contra su vientre.

Ichigo me acaricia el cabello mientras yo simplemente no acabo de contarle telepáticamente a nuestro hijo cuanto lo amo y necesito entre mis brazos.

—Seis ¿No crees que se comienza a notar bastante mi vientre, para el relativamente poco tiempo que tengo de embarazo? —Pregunta haciendo que ambos giremos hacia la derecha donde está un espejo de cuerpo completo. Y carajo, tiene razón. Desde este ángulo lateral claramente se ve una pequeña curva pronunciada en su vientre.

—Necesitamos decirle a tus padres y luego ir al doctor.

—Mañana hay que decirles.

—¿Mañana en la fiesta de cumpleaños de tu padre? Oh sí, excelente, será el día en que cumple años, se entera que es abuelo ¡Y que me mata!

—Cierra la boca, ya no podemos seguir ocultándolo como si fuera algo malo. Nuestro bebé es una bendición. ¿Y qué mejor regalo de cumpleaños para mi padre que saber que será abuelo?

—Huh, si tú lo dices. —Suspiro resignado, levantándome y dándole un beso mientras continuo frotándole el vientre. —Quiero hacértelo Ichigo.

—Me vas a hacer un carajo, primero dime, ¿Dónde estabas y por qué no pasaste por mí al restaurante para que comiéramos juntos? —Ichigo me escudriña con la mirada.

—Me quedé viendo unas cosas en el centro. —Desvío la mirada. No puedo decirle que estaba viendo anillos para él.

—¡Grimmjow Jaegerjaquez, donde te hayas quedando viendo hombrezuelos te la corto!

—Oe, ¿Cómo mierda pasamos de la bendición al te la corto? Ahora tú cierra la boca, no empieces con tus telenovelas mentales solo porque llegué un poco tarde chiflado.

—Chiflado tú estúpido. Y que te quede claro que me engañas y te acabo Grimmjow, te maldita sea acabo. —Me dice amenazante, dándome un beso y finalmente metiéndose al baño. Obviamente ruedo los ojos divertido y lo sigo para darnos una ducha y luego irnos directo a la cama.

Donde por un segundo creí que me lo comería entero, pero es más mi sorpresa porque no pasan ni diez minutos cuando Kurosaki ya está dormido y perdido en el quinto sueño. Sonrío por lo lindo que se ve destapado por el calor brutal, en ropa interior y una camiseta enorme, la cual le levanto para una vez más ver a mi hijo que se asoma precioso.

—Te amo hijo y te lo digo porque quizás tu abuelo me mate mañana y si es así, asegúrate de vengarme. —Le digo antes de darle un beso a él, otro a su madre y finalmente dejar que el sueño me gane sabiendo que mañana será un día de locos.

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La verdad es que el día va bastante bien y lo estoy disfrutando en grande, ya que todos en la casa hemos fingido locura con respecto al cumpleaños de mi suegro. No es que lo hayamos olvidado, oh no. Al contrario sus hijos han decidido hacerle una fiesta sorpresa con todos sus amigos del pueblo, pero el hombre no lo sabe y cree que no lo han recordado.

Y no quiero sonar cruel, pero su cara triste me tiene sádicamente satisfecho. Lamentablemente para mí, su esposa ha decidido llevárselo un rato mientras nosotros terminamos de arreglar el lugar. La mayoría de la comida ya fue preparada por Masaki y Yuzu y las mesas en el jardín colocadas por Karin, Tensa e Ichigo que ahora se encuentran llenando el lugar con globos.

Y yo…yo estoy tirado en el sillón viendo una película antigua, bueno actual en este momento que me fascina como el rey que soy. Bueno, la verdad es que a mí me asignaron la misión imposible de hacer el pastel de la fiesta, el cual ya está en el refrigerador y no es por presumir pero me quedó maravilloso. Así que ahora me dedico a ver mi película.

—Oh Samanta…—Menciono al ver a la protagonista diva salir en pantalla y encontrar a su novio abrazándose con otra. —“¿No dijiste que tenías prisa?” —Repito el dialogo sonriendo. —Samanta ramera malvada te amo, eso es perra escandalosa toma a tu hombre. Toma su trasero carajo. —Digo entre risas.

—¿Debería preocuparme por esa ramera malvada? —Menciona Kurosaki entretenido al haber entrado y mirado mi escena.

—Sabes que me gustan las perras malas Kurosaki.

—Ya lo noté. ¿Puedo preguntar por qué te sabes los diálogos? Déjame adivinar, ¿Del futuro?

—Así es bebé. Ahora mira como Samanta toma el trasero de su hombre justo como yo tomaré el tuyo. —Menciono burlón, recibiendo a cambio un jalón de cabello y una carcajada.

—¡Seis hola! ¿Qué miras? —Me saluda Tensa que ha entrado junto a copito de nieve como me gusta llamar a Hitsugaya el gruñón.

—Uh la-la un chico francés y copito, qué hay. Estoy viendo cosas sucias y para adultos, ¿Te interesa? —Copito de nieve abre la boca indignado antes de llevarse a Tensa a empujones.

—¡¿Qué cosas sucias y de adultos?! ¿Lavar ropa? ¡Oye, quiero saber! —Menciona Tensa mientras es sacado a la fuerza.

—¿Podrías dejar de pervertir a Tensa por un segundo? Si sus padres se enteran te matan. —Habla Kurosaki a mi lado.

—Mejor que se entere a que se lo cojan sin saber, justo como yo a ti cuando eras un niñato inocentón.

—¡Jódete! —Me grita, arrojándoseme y ahorcándome. —No era inocentón. —Habla apenado, pero muy seguro de sí mismo sacándome una sonrisa de lado y que le acaricie el rostro.

—Claro que no lo eras, eras toda una perra mala y atrevida que me sedujo sin pudor. Mi chico perfecto y sexy. —Digo sin remordimiento, mirando sus mejillas colorearse de rosa y como abre la boca para replicar, pero en su lugar la cierra y mejor me besa robándome el aliento.

—No voy a vomitar por respeto, pero ahora muevan sus flojos traseros y vengan a ayudar. —Karin nos interrumpe, aventándonos un paquete de globos para inflar y yéndose igual de rápido. No me queda más que suspira y rozar mi nariz contra la de Ichigo.

—A festejar en grande se ha dicho, pero apenas termine esa fiesta debes saber que te voy a comer entero Ichigo. —Mi chico ama la manera en que su nombre sale de mis labios, rápidamente asintiendo y besándome una última vez.

------Ichigo K.--------

Muy bien todo está listo. La comida y el precioso pastel que Grimmjow le preparó a papá, más todos los arreglos ya están en su lugar. Y no puedo olvidar a los invitados, toda mi familia incluyendo a la tía Kuukaku y el tío Ganju que vinieron desde Seireitei, más Urahara que como siempre está siendo ahorcado por Kaien. E inclusive los mejores amigos de mi padre han asistido.

—¡Ahí vienen! —Nos avisa Yuzu, por lo que apagamos las luces y nos ocultamos torpemente. Claro, hasta que brinco del susto porque algo me ha presionado el trasero y sé quién es. —Grimmjow deja de frotarme el trasero carajo. —Le susurro, girándome y jalándole una oreja.

—¿De qué hablas? Tu trasero no para de frotarse contra mi mano. —Menciona inocente y haciéndome rodar los ojos mientras la puerta se abre y nos ponemos de pie. —¡Sorpresa! —Gritan todos, haciendo a mi padre casi irse de espalda y vernos anonadados antes de sonreír emocionado.

—¡Oh, mis amados bebitos recordaron el cumpleaños de su guapo papá después de todo! ¡Vengan aquí! —Grita antes de arrojársenos encima a mis hermanas y a mí. Y aunque usualmente le daría una maldita patada, supongo que una vez al año no hace daño. Así que muchos abrazos y lágrimas de cocodrilo de su parte después, sus amigos también lo saludan y felicitan iniciando el festejo.

Todos vamos al jardín trasero donde la parrilla ya está encendida y han comenzado a azar hamburguesas mientras los demás comen botanas, un par de aperitivos y beben de todo. Las horas se pasan de lo más divertidas y maravillosas bajo el rico sol del verano. Mis padres riéndose con sus viejos amigos justo como yo al ver a Grimmjow hacer berrear a los míos.

—¿Quieres otra hamburguesa bebé? —Me pregunta Grimmjow, abrazándome bien contra él y pegando mi espalda contra su pecho ahora que me encuentro sentado en sus piernas.

—Quiero pastel.

—Pastel será…Oe suegro del año, ¿No crees que ya es hora del pastel? —Le pregunta Grimmjow a mi padre que lo mata un poco con la mirada, pero termina asintiendo contento.

Y ahora si mi parte favorita de cualquier fiesta de cumpleaños, ¡El pastel! Mi familia aún no lo sabe, pero los pasteles y postres de Grimmjow son de otro mundo y ya muero por comerme el que hizo. Así que todos nos reunimos contentos alrededor de una mesa para cantarle a mi padre, que mira feliz el enorme pastel que le han colocado al frente después de encenderle una velita.

—Grimmjow si la primera rebanada no es para mí te mato. —Le susurro ansioso mientras todos cantan. ¿Por qué no solo se callan y lo cortan? Empiezo a molestarme realmente hasta que veo como terminan de cantar y de inmediato ofrezco mi plato sacándole una sonrisa a todos.

—Ichigo mi hermoso hijo, espero no hayas olvidado que en esta casa no hay pastel, sino hay regalo. —Habla mi padre haciéndome berrear y ponerme morado de recordar esa estúpida regla. Y no es que sea malo, porque por regalo no se refiere a algo material, sino a algo afectivo o un buen deseo que vergonzosamente tenemos que darle o decirle.

—¡Ugh! ¡Pues feliz cumpleaños padre querido, porque te tengo el regalo del siglo…! —Grimmjow rápidamente me sujeta por el brazo, negando y diciéndome que no lo diga. —¡Oh jódete seis! ¿A qué le tienes tanto miedo? ¿Qué papá te mate cuando sepa que me embarazaste antes de casarnos? ¿Es eso huh? —Menciono burlón, rápidamente comprendiendo y tapándome la boca al ver la cara de impacto de todos.

—¡¿Qué él hizo qué?! —Grita mi padre furioso, antes de que los ojos se le vayan para atrás y su rostro se estrelle directo en el pastel.

—¡Tu papá!

—¡El pastel!—Grito horrorizado al ver que lo ha arruinado y sintiendo que el que se desmaya ahora soy yo.

—Oh querido, ¿Estás bien? —Le pregunta mi madre a mi padre, que ha reaccionado y salido del pastel todo embarrado. Sin embargo trago saliva de lleno al verlo ponerse de pie y apuntar a Grimmjow con su dedo después de limpiarse el rostro un poco.

—¡Tú!...¡Tú! ¡Eres un…! —Mi padre no sigue, aguantándose el coraje, tragándoselo y dejándolo ir. Pero mi padre es mi padre por una muy buena razón y nos la recuerda al tomar un enorme pedazo de pastel y arrojárselo a Grimmjow directo a la maldita cara dándole de lleno.

Mi futuro marido se queda quieto, tardando un poco en quitarse el tremendo pedazo antes de agitar sus manos retirando el exceso y parpadear como intentando comprender que ha pasado. Nadie dice nada por una pequeña eternidad, hasta que eventualmente Karin y Tensa comienzan a carcajearse hasta la locura haciendo que todos hagan lo mismo.

Las risas resuenan escandalosas e inclusive mi padre se está riendo. Todos menos yo, porque de verdad no sé si reírme o llorar por el pastel.

—Ven aquí yerno consentido. Tu bondadoso suegro no sabe si matarte o abrazarte. Pero ya que mi hijo parece apunto de llorar solo por hoy optaré por la segunda. —Menciona mi padre viniendo hasta nosotros y rápidamente abrazando a Grimmjow.

Seis me mira como diciéndome ‘¿Ahora qué mierda hago?’ Pero la verdad estoy muy ocupado sirviéndome algo del pastel que no se estropeó.

—¡Oh dios mío Masaki, vamos a ser abuelos! ¡Nuestro bebito tendrá otro bebito! Espera…eso no sonó bien. ¡El punto es que hay un nuevo miembro en la familia! —Grita feliz mi padre, intentando abrazarme también. Pero claro que lo evito, está todo sucio justo como seis. El cual me mira malicioso antes de jalarme y  lograr que ambos me abracen a la fuerza, ensuciándome y haciéndome berrear hasta que me doy por vencida porque sé que no me dejarán ir.

Y aunque aún tengo hambre, sonrío al ser besado por mi madre y hermanitas que me felicitan emocionados de saber que pronto habrá un nuevo miembro en la familia Kurosaki. Jamás me había sentido tan dichoso como hoy.

----Grimmjow J.-----

—Hey viejo, asegúrate no romperte la cadera huh. —Le guiño un ojo a mi suegro que gruñe, pero termina riéndose antes de meterse al Impala con su esposa.

—¡Diviértanse en su cita y regresen con cuidado! —Kurosaki se despide de sus padres que ya han entrado al pavimento e iniciado su viaje hacía Hueco Mundo, donde irán a cenar a un lugar especial y luego al cine para celebrar el cumpleaños de mi suegro.

—Vaya, hace mucho que no teníamos la casa para nosotros solos. —Menciona Ichigo ya que a eso de las ocho la fiesta terminó y todos comenzaron a irse. Inclusive sus hermanas se fueron con Tensa para hacer una especie de pijamada de mocosos en casa de copito.

—Hasta Kon se fue, seguro que una vez más está persiguiendo chicas. Ese perro bobo.

—Hablando de bobos adorables, no puedo creer que hayas llorado por el pastel.

—¡Jódete Grimmjow! El bebé y yo teníamos mucho antojo y vas tú de infeliz junto al lunático de mi padre a aventárselo en la puta cara. ¡Debí haberlos matado por hacerme llorar! —Mi chico lindo berrea, haciéndome sonreír y abrazarlo por los hombros mientras admiramos el cielo estrellado desde el pórtico.

El calor sigue igual de brutal y las cigarras que en este lugar parecen inmortales, están cantándole a la luna mientras algunas corrientes de aire tibio acarician los árboles, flores y pasto más los globos que quedaron por la celebración.

—Hueles rico. —Ichigo se abraza a mí, enterrando su nariz en mi cuello y aspirando encantado.

—Tú también hueles bien bebé, es una lástima que no me hayas dejado hacértelo ahí mismo. —Mi voz sale perversa recordando que apenas terminó la fiesta nos tuvimos que dar una ducha con eso de que la sensación pegajosa del pastel que me arrojó mi suegro no se me quitaba. Igual que Ichigo al cual ensuciamos adrede.

—Papá reaccionó mejor de lo que pensé por la noticia del bebé.

—No me mató y con eso me doy por satisfecho. —Ambos asentimos y permanecemos en silencio por un par de minutos contemplando la nada.

—Seis…

—¿Sí?

—¿Qué esperas?

—¿Para qué? —Levanto una ceja, sorprendiéndome en cuanto Ichigo me empuja con fuerza contra la pared y se pega a mí, acariciando coqueto mi pecho mientras se relame los labios sumamente lento.

—Para cogerme grandísimo idiota. —Sonríe perverso y desdeñoso.

—Uhm…¿Qué pasa bebé? ¿Quieres a tu hombre dentro de ti?... ¿Justo aquí? —Le susurro contra los labios a la vez que llevo mis manos hasta su delicioso, redondo y voluminoso trasero el cual estrujo con saña sacándole un ronco gemido.

—Uh-huh. Justo ahí…—Ichigo me mira tentador con esos ojos de chocolate y diminutas hojuelas de oro que se reflejan destellantes por la luz de la luna; expresando pasión, lujuria y libertinaje absoluto. Uno que palpita latente en mí en forma de gruñido primario en cuanto una de sus manos palpa brusca la erección que ya crece en mí por encima de la tela.

—Estás tan maldita sea enorme y grueso, listo para llenarme tan rico ¿No es así?

La pequeña ramera me tienta con esa voz erótica mientras se gira para darme la espalda y tomar mis brazos haciendo que le rodee la cintura. Pero no se detiene, porque apenas lo capturo y entierro mi nariz en su cabello sedoso y perfumado; embriagándome con su intoxicante esencia, él comienza a restregar su trasero contra mi verga que punza dolorosa por lo maldita sea duro que me estoy poniendo.

—Házmelo Grimmjow…te necesito. —Ichigo jadea excitado, caliente y con la voz rota al sentir como lo he sujetado por las caderas para hacer más profunda la fricción.

—Te lo daré como te gusta, pero primero tienes que chuparme con esa linda boca. —Le susurro malicioso al oído. Ichigo se suelta y gira para encararme, mirándome con los ojos húmedos seguramente por la presión mientras sus mejillas arden rosadas y ardientes. Luce algo nervioso, pero ni siquiera así deja de desabotonarme el overol que no tarda en caer hasta mis tobillos.

—Eso es…pero primero desnúdate. —Menciono sin pudor.

—¿Aquí?

—¿Dónde más? —Inquiero dominante. Ichigo traga saliva, asintiendo e igual de rápido sacándose la camiseta y los pantalones. —También esos. —Señalo su ropa interior.

—Alguien podría vernos.

—Quítatelos Ichigo. —Las mejillas de mi chico arden aún más en cuanto obedece, terminando de desnudarse y mostrarme ese cuerpo obsceno, pecaminoso y delicioso que tiene en todo su esplendor. —De rodillas. —Ichigo se arrodilla ante mi petición, mirándome a los ojos con cierta vergüenza y dejándome claro algo.

—Jamás lo has hecho antes ¿No es así? —Ichigo me mira molesto, pero aun así niega apenado brindándome un placer más allá de lo inimaginable. —Tranquilo bebé, me aseguraré de que lo disfrutes tanto como yo. —Mis palabras perversas delatan mis crueles intenciones y él lo sabe.

Pero tal y como el chico perfecto que es, me baja la ropa interior lo suficiente y me hace sonreír enorme al ver sus ojos salirse de órbita en cuanto mi erección sale monstruosa, gruesa e imponente, inclusive rebotando contra mi abdomen por lo tremendamente duro que estoy.

—Chúpame Ichigo. Chúpame con esa boca de cielo. —Ichigo me mira tímido por unos segundos, hasta que lentamente su mueca inocente se transforma en una descarada y cínica. Maldigo al entender que más que miedo está emocionado y me lo demuestra al sujetarme firme para darme una larga lamida desde los testículos a la punta que me hace gruñir.

Ichigo recorre todo mi largo con su lengua rugosa, suave y mojada, ejerciendo presión sobre cada vena hinchada a la vez que una de sus manos se dedica a jugar con mis testículos y la otra a masturbarme. Tengo que rasguñar la maldita pared por lo bien que se siente y más cuando por fin decide chupar y succionar un poco mi glande antes de despegarse y mirarme coqueto.

—Uhm…¿Te cuento un secreto? —Pregunta travieso. —Nunca he tenido reflejos en la garganta.

—¿Qué…? Ah. —Mis ojos se van para atrás a la vez que un placer turbio y siniestro me golpea con brutalidad en cuanto Ichigo me engulle entero, forzándose a relajar la garganta y tomándome hasta el fondo. Un turbio escalofrío me recorre de lleno debido a la deliciosa, húmeda y caliente estreches de su garganta ahora destrozada y contrayéndose a mi alrededor.

Tengo que maldita sea utilizar todo mi autocontrol para no correrme como un adolescente conforme él comienza a mover la cabeza para darle ritmo a las estocadas. —Mierda Ichigo, justo así…justo así maldición. —Jadeo con rabia y calor, disfrutando enajenado y sujetándolo por el cabello con agresividad, para empujarlo con fuerza y hacer que me tome de lleno.

Ichigo tiembla, rasguñándome el abdomen y derramando pesadas lágrimas que escurren por su bonito rostro, y sin embargo lejos de despegarse me deja moverlo a mi antojo. —Eso te gusta huh. Entonces esto te va a encantar. —Gruño mientras empujo su cabeza haciendo que su nariz se entierre en mi abdomen. Mi sonrisa se tuerce por lo bien que se siente saber que lo estoy quebrando.

—Hah…sí….eso es, tomándome tan rico y profundo. Carajo Ichigo, ¿Seguro que es la primera vez que lo haces? —Mi novio me rasguña con fuerza y me mata con la mirada diciéndome que soy el primero y el ‘único’. —Talento nato en ese caso. Uno que voy a aprovechar. —Menciono empujando mis caderas para follarle la garganta con brutalidad hasta verlo atragantarse.

Me relamo los labios entre gruñidos y jadeos al ver sus preciosos labios rosados ahora bien abiertos a mí alrededor, sus mejillas llenas y chorros espesos y viscosos de saliva y fluidos escurrir por su boca hasta su barbilla y cuello. Un placer visceral y animal me recorren furiosos y se concentran en mi vientre haciéndome saber que no duraré mucho a este paso.

—Asegúrate de tragártelo todo Ichigo. —Mi joven novio gimotea complacido aun con la boca llena mientras yo me percato que aparte de chuparme como un maldito campeón, está ocupado dándose placer con sus dedos que no paran de entrar y salir de su pequeño agujero, seguramente ya bien suelto y mojado. —Vaya ramera. ¿Eso te gusta no es así? Que te joda la boca mientras te metes los dedos.

Ichigo me mira con esos ojos húmedos, llenos de lujuria y deseo mientras yo continúo dándole duras estocadas. Son apenas segundos de deliciosa agonía hasta que finalmente siento todo volverse blanco, dulce y estremecedor. Me corro en su boca, cerciorándome de presionar su rostro contra mí para que no pueda despegarse.

Increíble.

Una vez que el orgasmo pasa lo despego, sonriendo victorioso y complacido al verlo comenzar a toser un poco de semen mientras intenta tragarse el resto de fluidos en su boca. Tiene los ojos llorosos y las mejillas más rosadas que nunca, luciendo simplemente exquisito. Tanto que no lo dejo ni respirar al ponerlo de pie y pegarlo contra la pared haciendo que me dé la espalda.

Ichigo comprende inclinándose un poco, aferrándose a la pared y sacando bien sus caderas mientras abre las piernas exponiéndome su pequeño agujero rosado, dulce y escurridizo que no para de contraerse y se encuentra listo para mí. —Uhm…que tentadora vista Ichigo. —Susurro a su oído, inclinándome y viéndolo sisear excitado.

—Entra en mí…rápido.—Su voz sale rota y lastimada por la reciente y brutal felación, elevándome el ego y poniéndome nuevamente duro debido ese rostro y tono suplicantes.

—Tranquilo bebé, seré bueno contigo…—Y aunque amo llevarlo al límite, la verdad es que yo también he llegado al mío, por lo que acumulo un chorro de saliva tibia que dejo caer desde mi boca a su diminuta entrada terminando de lubricarlo.

Ichigo jadea, tiembla y se retuerce al igual que yo al sentir como restriego un poco mi punta contra su entrada antes de finalmente empujar y adentrarme en su rico calor, tan apretado y asfixiante como el maldito infierno. Un infierno que se siente tan maldita sea bien y que me hace querer pecar por el resto de la eternidad.

Su culo estrecho, húmedo y carnoso me engulle entero, apretándome y succionándome demencial y tan caliente. El placer es abismal, etéreo y crudo y me tiene totalmente loco por él, penetrándolo lento pero con mucha fuerza, para que sienta mi grosor abriéndolo centímetro a centímetro hasta dejarlo escurriendo y echo un desastre.

—Sí…así, Grimmjow así, no pares…no…no te detengas. —Sus gemidos salen eróticos y guturales mientras él mueve sus caderas contra mí en busca de generar más impacto. No puedo más que intentar soportar el exceso de sensaciones mientras aferro mis manos a cintura, para tomar impulso y embestirlo como si la vida se me fuera a ir si me detengo.

—¡Ahí, Grimmjow ahí…justo ahí! —Sonrío malicioso ya que he encontrado ese punto especial, que lo hace ver estrellas y constelaciones y el cual no dudo en presionar y abusar hasta verlo llorar, convulsionar y correrse en segundos.

Sin embargo verlo correrse con solo tenerme dentro me jode por igual debido a su interior estrujándose más que nunca. Intento contenerme, pero simplemente no puedo. Me entierro violento en su interior un par de veces más, dejando que el placer vuelva a ahogarme entre sus oleajes haciendo que me corra abundante dentro de él.

Y aunque mi cuerpo se encuentra navegando en increíbles sensaciones, alcanzo a sujetarlo bien para que no se caiga ahora que sus piernas han fallado. —Creo que será bueno seguir dentro. —Salgo de él aun a protestas, para sorprenderlo al cargarlo entre mis brazos.

—Te amo seis. —Ichigo como la ternura que es, se abraza a mi cuello, rozando su nariz contra la mía y dándome un dulce beso más una de sus sonrisas angelicales.

—Te amo más Ichigo. —Es todo lo que puedo decir mientras lo llevo al interior y hacía arriba a nuestra habitación. Ahí lo recuesto en la cama, donde no me deja ir jalándome y haciendo que me acurruque a su lado.

—Quiero más.

—Y más tendrás…— ¿Qué puedo decir? Simplemente tengo una vida de ensueño.

 

---Kyoraku S.---

Me divertí mucho en la fiesta de Isshin, pienso feliz mientras camino rumbo a mi hogar. No está tan cerca de la casa Kurosaki, pero el trayecto me ayudará a despejar mi mente y a bajarme los tragos. Lo admito, fui estúpido al retar a Kuukaku a una competencia de bebida, ¿Cómo pude olvidar que esa mujer se bebe lo de quince hombres sin siquiera pestañear?

Qué bueno que Jushiro no vino, sino seguro que me mete uno de sus bonitos zapatos de muñeca por el trasero. Me rio ante la ocurrencia, casi yéndome de lado y alcanzando a agarrarme de una cerca ya que me encuentro pasando por un campo de maíz.

Hablando de Jushiro, ¿Cuándo será que logrará aceptarme por completo? No es que tenga prisa… ¡Pero tengo mucha prisa! Quisiera besarlo, abrazarlo y comérmelo entero empezando por arrancarle su ropa de diseñador estirado y caro.

Tampoco me quejo —mucho— después de todo me dijo que me daría una oportunidad si nos lo tomábamos lento. ¡Pero dios mío que extremadamente lento nos lo hemos tomado! Supongo que debo ser fuerte y resistir la tentación, que como dirían la paciencia pagará sus frutos.

Solo espero sea pronto, de verdad lo quiero mucho y me gusta tanto.

Suspiro derrotado ante eso, rascándome la nuca por la comezón pensando que ese pequeño cretino de Grimmjow me embarró un poco de pastel y por eso ahora soy carnada para los mosquitos. Ya me aseguraré de mandarlo a destapar caños el Lunes para que se le quite lo brabucón. Seguro que berreará y ofrecerá a Ulquiorra u Starrk contra su voluntad con tal de no ir.

Ah, ahí está mi hogar, a algunos metros alado del enorme casón de Yamaji. La mía a comparación es más pequeña, cuadro cercado, con un pórtico y un jardincito que tengo lleno de estupideces del trabajo.

Miro que todo luce en orden por lo que tarareo contento hasta que algo me hace callar. Inclusive me detengo para escuchar con atención. Entre el canto de los grillos y cigarras que cantan he escuchado algo extraño. Parecía el llanto de un bebé. No le tomo importancia avanzando hasta la puerta, donde me topo con algo que me deja pasmado.

—Oh carajo… —Es todo lo que puedo decir sintiendo que me pongo sobrio de golpe. Frente a mi puerta hay una canasta con un bebé en su interior. Lo curioso es que no es un bebé recién nacido, sino que ya debe estar por cumplir los dos años quizás, por lo que sus piecitos y manitas sobresalen de la canasta.

Rápidamente lo levanto topándome con unos preciosos ojos de luna llenos de lágrimas. ‘Como los de ella.’ No, ¿En qué estoy pensando? —No…uh…no llores. ¿Por favor? —Digo estúpidamente. No es como que vaya a dejar de hacerlo solo porque se lo pido. —¿Dónde, dónde está tu mamá? —Pregunto inútilmente ya que el bebé continúa llorando triste. Mierda, quizás está lastimado.

Rápidamente lo pego a mi pecho y recojo la canasta con colchas y peluches. Le pediré ayuda a Yamaji y su esposa, ellos sabrán que hacer…sino estuvieran dormidos. Berreo internamente al ver las luces de su casa apagadas, notando que el bebé ha dejado de llorar y ahora me abraza y babea el cuello.

Oh dios, jamás he sido bueno con los niños.

¿Qué hago? Supongo que por ahora entraré casa y veré que no esté lastimado.  Abro la puerta, no sin antes mirar a todos lados sintiéndome un secuestrador de niños. Digo, es obvio que lo abandonaron ¿Cierto? No es como que tu niño se te vaya cayendo en pleno camino y lo olvides en la puerta de alguien más.

Una vez dentro prendo las luces y dejo al bebé en el sillón, ahora si contemplando el problema en el que me he metido. El bebé me mira curioso mientras yo lo analizo bajo la luz que me deja verlo claramente. Su cabello es verde lima, sus enormes ojos pardos y grisáceos y lo más curioso es que tiene una línea de color rosa fuerte por debajo de los ojos y que me hace irme de espalda.

Es ella, es como ella en pequeño. Es idéntico a ella. Pienso horrorizado. Es imposible, pero nadie además de ella tenía esa marca en el rostro aparte de las que tenía bajo los ojos. Oh dios, el pánico y la ansiedad me carcomen, porque es genuinamente imposible. 

—¡Dada! —Grita emocionado y sacándome de mis pensamientos. ¿Cómo me dijo?

Una vez más lo observo, trae un curioso gorrito de tela blanca con forma de cráneo roto —bastante siniestro— para un niño si me lo preguntan y trae una playerita y pantalón desgastados de un verde oscuro.

El bebé me observa curioso, matándome de la ternura al sonreír y mostrarme sus diminutos dientitos mientras toma los horribles peluches de su canasta y los babea. Sin embargo algo llama mi atención, en su playerita hay un bolsillo del cual sobre sale un papel que agarro, abriéndolo y leyendo el interior.

“Shunsui lo lamento, no tengo palabras para decirte cuanto lo siento, pero eres el único que tengo. Mi padre es un monstruo y no quiero que Nelliel sea criada bajo su ambición, tú bien sabes cómo es de cruel. Perdóname por todo. Solo te pido que si alguna vez me quisiste aunque sea un poco cuides de ella como tuya, como el bebé con el que siempre soñamos tener. Con amor A.”

¡Ay dios mío! No sé si reír, si ponerme a llorar o a gritar y destrozar todo. Esto…esto no puede estar pasando. ¿Pretende que me quede con la bebé así cómo así? ¡¿Espera, es una niña?!

Pienso horrorizado, caminando de un lado a otro y deteniéndome al escuchar que le ruje el estómago de que tiene hambre. Shunsui tranquilízate, lo hecho, hecho está. Concéntrate en la niña. —Mierda, no tengo comida para bebé, es más, ¿Qué come un bebé? Tengo pastelitos, ¿Te gustan los pastelitos? —Le pregunto, recibiendo a cambio un balbuceo risueño.

—Pastelitos serán…—Le traigo de la cocina un platón de pastelillos rellenos de crema dulce de los que suele regalarme la mamá de Jushiro. —Espera, estos me los como con café. Pero no parece que tú bebas café…¿Whisky quizás? —La bebé aplaude haciéndome reír. —Ah-já, así que eres tramposa. Pero no soy tan idiota como crees, creo que aún tengo leche. Así que espera.

Mil años después Nelliel observa detenidamente el vasito de leche tibia y el pastelito, olfateándolos y finalmente tomándolos. Claramente el pastelito termina siendo un batidillo horrible en sus manitas, que se mete a la boca y mastica como puede, seguido de vaciarse más de lo que bebe de leche. Es algo supongo.

Me siento a su lado, acariciando su bonito rostro. —Eres idéntica a ella, bueno con algunas diferencias pero linda al fin. ¿Qué debería hacer contigo? No sé si pueda cuidarte sabes. Con trabajos me cuido a mí mismo. —Nel me observa detenidamente, sonriendo tierna y pasándome sus feos muñecos. Los agarro leyendo los nombre que tienen escrito con plumón en la espalda “Pesche” y “Dondochakka”

¿Qué clase de nombres estúpidos y raros son esos? ¡Ningún bebé podría pronunciar algo así por todos los cielos! Y estoy por decir más, cuando un terrible aroma llega a mi nariz. Lo peor es que sé de quién viene al ver a Nel suspirar tranquila, después de seguramente haber hecho sus necesidades.

—Ay no…pañales ¡No tengo pañales! —Pienso alterado hasta que miro que en la canasta quedan dos. Espera, hay pañales ¡Pero en mi vida he cambiado uno! Me muerdo nervioso los labios, yendo al baño por papel y un par de cosas más y regresar para acostar a Nel. —¿Qué hice para merecer esto? —Hablo bajándole los pantalones y mirando a Nel reírse mientras abraza sus peluches.

—Muy bien aquí vamos…solo espero no nos encuentren muertos a los dos por la mañana. —Hablo mientras le abro el pañal, sintiendo que los ojos se me van para atrás y que me ahogo. No solo hizo el premio grande, sino que hay algo extraño ahí. —Niña…¡Eres una niña! ¡Lo olvidé por un segundo! ¡Ay dios mío en qué me vine a meter!

---Ukitake J.---

¡Ese tonto, tonto, tontísimo Rambo me va a oír! ¡Sí que lo hará! Simplemente no puedo creer que me haya dejado plantado, después de que fuera él quien planeara ese desayuno en Kurosaki’s. Seguro que se fue de borracho o algo así y terminó tirado en una zanja, pero ya verá cuando lo encuentre. Le meteré una cachetada y aprenderá que a mí nadie me deja.

Ugh, tranquilízate Jushiro, no es para tanto. ¿Quizás se la cobró por ese primer desayuno dónde yo lo dejé plantado? Espero que no, realmente empiezo a confiar en él y a sentirme muy cómodo a su lado y si nada más de repente me dice que estaba jugando conmigo, en serio que voy a volverme loco y a ponerme a llorar. Antes de matarlo claro.

Por ahora me estaciono frente a la casa de mis padres viendo que a varios metros está la camioneta de Kyoraku, lo que me indica que está en ahí. Así que rápidamente me bajo, saludando a Shiro-chan que se encuentra jugando soccer en el jardín con sus amigos.

—Oye, sí lo harán asegúrate de que no se escuche hasta aquí ¿Quieres? Ya bastante tengo con verlos besuqueándose entre semana cuando ridículamente creen que nadie los ve. —Me dice Shiro-chan, haciéndome abrir la boca para replicar y cerrarla en cuanto se echa a correr ignorándome.

No me queda más que ir hasta la casa de Kyoraku y tocar el timbre repetidamente al igual que la puerta. Nada a primera instancia, pero después de un par de minutos escucho una maldición salir de su boca más todo un ajetreo.

—¡Voy! ¡No, espera, eso no es juguete!

Me avergüenzo ya que seguramente lo ha dicho porque he tocado el timbre como poseso. Lo que me sorprende es que en cuanto abre la puerta luce agotado, con ojeras y está más desaliñado de lo normal. Sin embargo mis mejillas arden al ver que se encuentra solo en ropa interior dejándome ver su cuerpo bien trabajado y musculoso.

—¿Jushiro, qué haces aquí? —Pregunta nervioso y entre cerrando la puerta para que solo pueda verlo a él. Sospechoso sin duda y más cuando se escucha cómo se rompe algo en el interior. De inmediato sonrío cruel. —¡Que estúpido fui al haber creído en ti Kyoraku!

—¿De…de qué hablas Jushiro?

—Oh por favor, no te hagas el imbécil. ¡Pasaste la noche con alguien! ¡Eres un infeliz! —Le grito mirando sus ojos salirse de orbita.

—¡Jamás te engañaría!

—¡Con ese cuento a otro! —Le digo molesto y aprovechando para empujarlo y pasar. Porque necesito verlo con mis propios ojos y darme cuenta que el amor simplemente no es lo mío. —¡¿Dónde está?! —Pregunto.

—¡¿Quién?! ¡¿Jushiro de qué hablas?! —Kyoraku me sigue a todos lados mientras yo busco señales de esa persona, entrando a su habitación personal y no encontrando a nadie.

—¡No puedo creerlo Kyoraku, te quiero tanto y me gustas y vas y me haces esto! Ahora dime. ¿Dónde está? Porque si yo lo encuentro primero te voy a…—Cierro la boca porque algo me ha mojado una pierna. Giro no encontrando nada, hasta que bajo la mirada y me topo con un bebé en pañal mal puesto, que me sonríe precioso mientras sostiene en sus manitas un vasito con agua.

—Ahí está con quién pasé la noche…—Me dice Kyoraku sonriente y con los brazos cruzados.

—Ay por dios…¡Tienes un hijo! ¡¿Cuándo pensabas decírmelo?! —Grito horrorizado.

—Así es…¡No! Espera, ¡No es mío! —Kyoraku niega rápidamente mientras yo los observo a los dos igual de despeinados, solo en ropa interior y como justamente Kyoraku estornuda y también el bebé.

—¿Me quieres ver la cara de estúpido? ¡Son idénticos!

—¿Qué? ¡¿En qué?! ¡Su pelo es verde por todos los cielos!

—¡Bien! Entonces me quieres decir ¿Qué haces con un bebé sino es tuyo?

—Te lo explicaré, ¿Pero puedes por favor tranquilizarte y dejarme hablar antes de dejar que tu imaginación salvaje vuele sin límites? —Lo escudriño con la mirada pero le doy la razón, sentándome y mirando que el bebé no tarda en venir conmigo. Y aunque no sé qué está pasando no dudo en cargarlo ni por un segundo.

—Me iré a cambiar y regreso, cuida que no se te escape que es todo un monstruito.

—Oh que tipo, no lo escuches mi cielo, ese hombre no sabe lo que dice. Eres el bebé más lindo que he visto en mi vida. Sí que lo eres. —Le digo a la vez que le hago cariñitos en la pancita sacándole montones de risitas.

—No pensarías lo mismo después de ver todo lo que ha roto en tan poco tiempo. —Se queja Kyoraku desde su habitación. Por supuesto lo ignoro dedicándome a frotarle la espaldita al bebé que me abraza tiernamente.

—Kyoraku, ¿Dónde está su ropa? Se va a enfermar.

—Anoche se la quité porque hacía muchísimo calor, la dejé en la mesa de centro. —Ruedo los ojos, tomando la ropita y mirando que está sucia y el bebé no luce mejor.

—¿Cómo se llama este precioso jovencito Kyoraku?

—Dime Shunsui y a ella Nelliel. O como yo le digo terror de mis pesadillas.

—¡¿Es una niña?!

—Sí, yo también me sorprendí anoche que lo descubrí.

—¡Por dios Shunsui, la tienes peor que vagabundo! Así que sal y dame una buena razón para no patearte el trasero y llevármela. —Kyoraku se ríe, pero no tarda en salir y sentarse frente a mí atreviéndose a intentar encender un cigarrillo, el cual claramente le arrebato y parto a la mitad. — ¡No fumes frente a ella, es malo para sus pulmoncitos! Mejor dime, ¿De dónde llegó Nel mágicamente?

—Ugh…bien. ¿Quieres la verdad? —No dudo en asentir. —La abandonaron en mi puerta. —Me dice serio y dejándome con la boca abierta a la vez que le tapo los oídos a Nel.

—¡No lo digas frente a ella!

—No entiende, con trabajos balbucea y dice una que otra palabra. —Kyoraku me hace fruncir el ceño, sin embargo se me olvida todo al abrazar a Nel y besar sus mejillas gorditas y rosadas.

—Y uh…¿Qué piensas hacer con ella? No me digas que la irás a dejar a algún orfanato o algo así. —Menciono horrorizado y mirándolo tensarse. —¡¿Pensabas hacerlo?!

—¡No! Pero Jushiro, la verdad es que yo no puedo conservar un bebé solo. Trabajo y…ya sabes, no sé cómo cuidarla apropiadamente. Mírala, no tiene ni doce horas conmigo y ya parece un vagabundo, tú mismo lo dijiste. Nel merece mucho amor…¿No crees?

—Claro que lo creo. —Digo firme y mirando la sonrisa tierna de Nel, pensando que es todo lo que siempre he querido en mi vida. Es un angelito y necesita a alguien que la cuide, alguien como yo.

—¿Jushiro? ¿Qué crees que debamos hacer?

—Tú no te preocupes por nada que ya tengo la solución. —Sonrío poniéndome de pie con Nel y sus juguetes. —Yo me la quedaré y la cuidaré. —Kyoraku se ahoga con su propia saliva, abriendo los ojos como plato seguramente no creyéndoselo.

—¿Perdón?

—Dije que la cuidaré, así que si me disculpas tengo compras que hacer. —Menciono camino hacia la puerta, sintiendo como no tarda en detenerme y cerrar la puerta.

—Déjame ver si entiendo, ¿Quieres quedarte con Nel? Jushiro no es una mascota, es un ser humano por todos los cielos. No es algo que decidas así como así.

—Kyoraku, sé lo que quiero y cómo lo quiero. Nel necesita a alguien que la cuide y yo no tengo miedo de ser esa persona.

—¿Y qué hay de mí?

—¿Qué pasa contigo? —Levanto una ceja.

—¿Soy tu novio? ¿No deberías consultar esto conmigo?

—Eres mi novio, no mi dueño. ¿Qué hay que consultar? No es cómo que vivamos juntos ni nada.

—Alto ahí precioso, te estás poniendo a la defensiva y no te estoy atacando. Te digo esto porque no sé tú, pero yo planeo estar contigo algo así como para siempre. Eso es, pon esa cara que ya lo dije, para siempre. Así de mucho me gustas y te quiero. Y si a partir de ahora Nel será tu hija, quiero pensar que también será la mía. Cuando dije que no podía cuidarla solo tenía razón, pero si tú lo haces conmigo, creo que lo lograremos. ¿Qué dices? —No hay duda alguna en sus ojos, al contrario, hay fuego que me dice que habla en serio.

—Oh Shunsui…—Mi voz sale estúpidamente enamorada mientras me acerco para besarlo. —¿En serio la quieres? —Mis ojos brillan emocionados ante su respuesta mientras él toma a Nel y la carga.

—Sí tú la quieres yo la quiero aún más. Después de todo yo también siempre he querido un par de niños corriendo por ahí más una persona especial. Y parece ser que los niños y la persona especial ya han llegado. —Apenas termina de hablar vuelvo a besarlo con todo mi amor, cariño y pasión, sintiendo como me corresponde efusivo mientras usa su mano libre para pegarme a él.

Nos besamos por largos minutos que me saben a divina tentación y que me tienen con las mejillas ardientes, hasta que somos interrumpidos por cierta risita tierna. Nos despegamos mirando a Nel aplaudir emocionada mientras la pancita le cruje. —Creo que alguien tiene hambre. ¿No es así bonita? ¿Quieres que te prepare algo también Shunsui? —Pregunto feliz y mirándolo sonreír.

—Eso me encantaría cariño.

—Bien, en ese caso cuídala un ratito ¿Sí? No me tardo nada. —Le doy un besito a Nel y otro más a Kyoraku que los deja sonrientes mientras yo avanzo a la cocina. Agradeciendo que al parecer Shunsui hizo el supermercado no hace mucho.

Me pongo a cocinar de lo más feliz, escuchando de fondo las risas de Nel y Shunsui en el jardín. No puedo evitar suspirar enamorado al verlos juguetear a través de la ventana. Oh dios, es de esas escenas que siempre me imaginé y soñé. Una donde tuviera un buen hombre a mi lado que me apoyara, más un pequeño y tierno bebé. Y la idea me parece tan buena que me asusta y aún así pienso gozarla hasta el último segundo.

Notas finales:

Resumen del capítulo, la familia Kurosaki ya sabe que un nuevo miembro está por llegar y están de contentos lo que sigue. Eso sí, Isshin no es la cabeza de la familia por nada y Grimmjow lo comprobará ¬w¬ <3  En cuanto a Kyoraku y Nell ahora más Jushiro formaran una linda familia. Obviamente ya vieron que todo es un tanto sospechoso y sólo debo decir que esta cosa se va a prender en fuego lentamente….Así que espérenlo <3

Pantera sale esta semana, no coman ansias valdrá la pena el capítulo estará bien largo y suculento. De verdad me sirvió la semana pasada para concentrarme en ello, por ahí nos vemos. Y el Martes que sigue con esta historia. Los amo infinitamente :333333


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