Me dejó totalmente desconcertado, pues como se atrevió a hacer semejante cosa. Lo único que pude hacer fue responderle a Dohko con un “Voy de inmediato”, en verdad que las cosas se habían tornado pesadas en la agencia. Es más: ya me imaginaba el interior; si que estaba un desastre. Mi novio y yo decidimos bajar, sentía a Camus nervioso, así que le dí un beso para relajarlo y le apreté la mano en señal de apoyo. Al estar en el ascensor se podía sentir la pesadez. Estando en la oficina vimos el piso salpicado de sangre y estaba tirado Larry. Oh sí, el imbécil se suicidó.
-Vaya, vaya.-Había exclamado con fastidio acompañado de un respingo.- ¿Cuál fue la causa,teniente?
-Bueno, ya sabes le hicimos unas preguntas; queriéndole sacar la verdad, sabes que esto incluía a Andreas; íbamos bien: nos comentó que éste monstro le pagó una buena cantidad de dinero, el cual fue unos cinco millones de dólares. Pero cuando le cuestionamos sobre “¿Quién montaba el grupo?” Se quedó pasmado,por unos diez minutos, luego se levantó de inmediato, pero Shura se le puso en frente: ambos forcejearon.- En ese momento se detuvo para respirar.- Pero le dio una patada en los testículos, le quitó el arma, y en medio de todos se suicidó a sangre fría, en dirección a la cabeza.
-Carajo, este idiota se nos escapó.
-Lo sé. Estábamos a punto de exprimirlo.
-Hay que tomar evidencia del crimen.
-Exactamente.- Se oyó la voz de Thanatos.- Es más me lo voy a llevar, para realizar la autopsia.
-Tienes razón, Thanatos. Por cierto cuando termines, me mandas una copia del reporte.
-Si, teniente. Con permiso.
-Adelante.
En ese momento Thanatos con ayuda de los técnicos Bahian y Jabu, cargaron a Larry, para llevarlo al cuarto.
-¿Qué pasará con Shura?
-Bueno, él se queda suspendido y no hagas esa cara, porque aunque él no tuvo la culpa no aseguró bien su arma.
-Como usted diga teniente.
En ese momento, con discresión, agaché mi rostro y se me escapó una lagrimilla, la verdad no creía que Shura hubiese sido descuidado; teniendo unos reflejos y una estupenda fuerza. Pero bueno, nadie es perfecto, en este trabajo pasa de todo y lo importante es que se aprende.
Era el momento de pasar a cosas importantes, así que les mostré a Dohko, Shion y mis compañeros los momentos que pudo capturar la cámara; todos observaban con meticulosidad, pero Saga notó algo raro, y fue en el momento que Camus servía copas a los clientes: en el fondo se veía a un hombre cuya vestimenta era una gabardina color beige y traía puesto un sombrero azabache, también usaba unas gafas. Todos nos quedamos impactados, ya que no había contemplado a ese hombre. Conforme pasaban los minutos y observaba más a detalle se me hizo alguien conocido, pero no recordaba su nombre, lo cual empeoraba la situación. En las demás escenas todo seguía normal e incluso la carta que Andreas le escribió a Larry.
Nos pasamos a otro recuadro y escuchamos la conversación que mantenían mis compañeros con las tres chicas; ellas discretamente confesaron que utilizaban a un hombre guapo, con porte elegante y pelirrojo; este sujeto les hablaba como todo un poeta, endulzándoles los oídos; las conquistaba y las llevaba al club,según a cenar y pasar el rato, cuando en realidad las drogaba y violaba. Nos conmovió, ya que a las víctimas se les escaparon unas lágrimas. En un susurro, que más bien fue suplica, le pidieron ayuda a mis compañeros: “por favor, sáquenme de aquí”.
Habían transcurrido treinta minutos y estaba por finalizar mi turno, lo cual provocaba que estuviese feliz. A pesar del trauma que causó Larry, me sentía bien; realmente necesitaba ir a desestresarme, necesitaba un buen polvo con Camus; quería coger o que él me complaciera. Bueno, había terminado; recogí mis cosas y me despedí del teniente,él me dio un abrazo, felicitándome por buen trabajo , así mismo me otorgó el día libre.Salimos de mi trabajo y Camus se fue a su coche; en menos de dos minutos estábamos adentro del automóvil.
-Bueno ¿y qué quieres hacer?.- Camus me presionó la mano para consolarme.- Haremos lo que tú quieras: solamente relájate. Ya pasó todo.
-Te invito al restaurant-bar “ Rag Doll”. Aproximadamente nos queda como a treinta minutos y está en la avenida Lexington.
-De acuerdo, pero vamos a cambiarnos de ropa, ya que me siento incómodo con éstas garras.
-Está bien.
Sin más bla,bla,bla, encendió el coche y aceleró con rapidez; en un dós por tres y habíamos llegado a mi casa. Rapidamente entramos y nos fuimos directo a la ducha, en verdad necesitábamos un baño, ya que al estar en cubierto nos habíamos ensuciado. Salimos del baño y nos secamos nuestro cabello con el secador. Después nos vestimos; Camus utilizó unos jeans negros ajustados, acompañado con unos botines del mismo color, también se puso una playera color blanco con la frase “SEX” y una chauqueta de mezclilla. Para completar el look, se puso unas cadenas en el pantalón, un anillo de calavera y un collar en forma de trueno.Camus salió de mi habitación y decidió esperarme en la sala. A diferencia de él, yo decidí algo más sensual: unos botines color negro, unos vaqueros de cuero color negro y muy ajustados, una camiseta de tirantes color azul cobalto y un saco color blanco, cuyas mangas llegaban hacia los codos; me coloqué un anillo con una piedra en el medio carmesí y otro con la forma de calavera, también use un collar de bala. Baje de una manera sensual y lenta, Camus jugaba con su teléfono; me acerqué con él y lancé la pregunta:
-¿Qué tal me veo?.- Levantó la mirada y le sonreí de manera traviesa, así mismo me dí la media vuelta y levemente alcé mis glúteos, pero mi novio no reaccionó.- Vamos, ¿Qué te pasa?
Se quedó así por unos minutos, hasta que pronunció unas palabras.
-Me enc..encan… Me encantas.
Se sonrojó y yo sonreí, pero luego reí.
-Jajajajaja. ¡Si que te dejé atontado!
-Es que Milo, estoy yo concentrado, entonces vienes de una manera sugestiva; me apendejas y encima levantas tus preciosas nalgas para excitarme.
Estallé a carcajdas pues era cierto.
-Bueno,¿Nos vamos o qué?
-Claro. Oye ¿Por qué las llevas?
-Verás, puede pasar una emegencia; más vale prevenir que lamentar, siempre debo llevar mi placa y arma, aún cuando esté descansando.
-Bueno, tienes razón.
Así que me tomó de la mano y salimos hacia la calle, la noche si que iba a estar genial.