Después de una buena ducha, nos fuimos a mi habitación. Pues ya era tarde y teníamos que descansar. Camus estaba en bóxer y con una camisa sin mangas.Yo usaba un camisón gris y un short pero muy pequeño color azul marino.Nos acostamos y encendimos la computadora, mientras esta cargaba Camus dijo:
-Me gusta que seas así.
-¿Cómo así?.- Le pregunté con una sonrisa especial.
-Pues así como eres.
-Es que es indescriptible. -Me eché a reír, porque era verdad.- Para ti. ¿Cómo así?
-Pues me gusta tu forma de ser.: Sencillo, extrovertido, carismático, inteligente y de buen gusto musical;eres especial, eres auténtico, eres una gran persona.
-Ohhh.-Dejé escapar una lagrimita.
-¿Qué pasa, amor?
-Es que me da mucha alegría que me hayas dicho todo ello.
-Solamente es la verdad, amor.
-Lo sé. Por ello lloró, ya que muchos no se habían dado cuenta de mí esencia.
-Así es la gente. Solamente la gente que te ama sabe cómo eres realmente.Yo te amo, y siempre he sabido de tu esencia.
-Te amo, Camus.
-Yo más, Milo.
Nos besamos y abrazamos. Coloqué en mi computador “Netflix”, la verdad queríamos ver una película,y en cuanto está comenzó nos dispusimos a verla,pero no tardamos mucho, ya que nos venció el sueño. Tuve que levantarme para apagarla; regresé rápido a la cama.
Camus se había ido al trabajo. Yo me quedé solo en casa, ya eran las 11:30 a.m y tenía que hacer los qué haceres domésticos .Comencé a lavar los platos, y ante está acción pensaba en lo que me había dicho Camus: ¨me gusta que seas así.¨Él nunca fue así conmigo; jamás me lo había dicho, puesto que yo siempre era el que lo buscaba y le daba detalles o lo abrazaba. De cualquier forma, me gustaba esa faceta: directa y cariñosa. Ahora que lo recuerdo: era San Valentín y estaba en el salón llorando, entonces él me vió y me abrazó con todas sus fuerzas; aferrándome a su cuerpo. Camus acariciaba mi espalda, susurrándome al oído unas palabras de apoyo. ¡Carajo! ¡No era la primera vez que me mostraba cariño! ¡Y yo había sido el único el cual abrazaba!. Fui un tonto , porque tampoco valoré lo que él hizo por mí.
Había finalizado con mi qué hacer, así que decidí a dar un paseo.Eran las dós de la tarde y el sol quemaba mucho,por lo que usaba una camisa sin mangas de Jack Daniel´s , unos jeans ajustados desgarrados, botas y gafas de sol.Caminé como tres manzanas. De repente me puse a pensar en lo del trabajo: ¿Cuántas piezas faltaban por acomodar? ¿Qué faltaba? ¿Qué se desechaba? La verdad sentía que el descanso no valía la pena, se lo agradecía a Dohko, pero tenía que ponerme a trabajar.
Opté por ir a mi trabajo, cosa que no tardé mucho en llegar, pues estaba cerca. Me encontré a Shun en su puesto de postres, tenía su habitual sonrisa, pero me vió y esta desapareció.Le hablé para romper el silencio.
-Hola,Shun.-Intenté sonreír de manera fresca y amigable.
-Hola..- Esbozó una sonrisa triste.
-¿Cómo has estado? Tiene un mes que ya no he sabido nada de ti.
-Estoy bien, muchas gracias ¿Y tú?
-Bien, he estado de maravilla. Ya sabes, que este trabajo es pesado, pero aun así me gusta.
-Me alegra saber ello. Además él te quiere mucho.
Fue un error preguntar:
-¿Quién?
Shun soltó un bufido y una carcajada llena de dolor.
-Te quiere mucho, Camus.- Sonrió con nostalgia.
-Ahh…Shun… Yo lo siento.
-No te preocupes , después de todo eres una gran persona.
-Pero te lastimé.-Tenía ganas de llorar, pero me aguanté.
-No, Milo. Tú no me fuíste correspondido. Es cierto: eres guapo, tienes carisma y sensual. Me gusta tu sonrisa linda y esos ojos. Además la razón por la que me enamoré de ti fue porque me encontraste llorando ya que Abel me había golpeado, porque no había aceptado acostarme con él; tú fuiste un ángel y me defendiste. Así que en modo de agradecimiento, te mandaba pastelitos y notitas, pero tú nunca lo notaste.
-Shun…Como lo siento.
-No hay problema.Siento feo, pero ya saldré.
-¿Podemos ser amigos de nuevo?
-¡Claro!.-Esbozó una sonrisa cálida.
Me aproximé hacia él y lo abracé con todas mis fuerzas. Entones dijo:
-Te deseo de todo corazón,una buena relación con Camus.
-Gracias.
Me despedí de él y entré a la agencia. En verdad tenía tantas cosas que verificar.
Todos se quedaron impactados ante mi presencia, y ví el rostro de Dohko enfadado.
-¿Por qué estás aquí? Si te dí el día libre.
-Teniente, tranquilo. Es que tenía una incertidumbre.
-¿Y a qué se debe ello?
-Pues tengo dudas, no sé siento que hay algo más; tenemos que aclarar más cosas.
-Bueno, hay que verlo.
Nos pusimos a revisar el historial de Larry, el cuál estaba retacado en secuestro, asalto y trata de vayblancas. Checamos sus cuentas bancarias,cuyo dinero estaba activo.En ese momento entró Shun con unos pastelitos.
-Aquí están sus postres,teniente.
-Gracias,hijo. Dejalos ahí.
-De acuerdo.
Se me había ocurrido algo.
-¡Ya sé!.-Exclamé.
-¿Qué pasa?
-Tenemos que perseguir al sujeto de gabardina.
-¿Cómo? Si no tiene identidad.
En ese instante entró un hombre alto, de piel palida, orbes turquesa,cabello negro y largo. Vestía unos vaqueros de cuero negro ajustados, y una camisa vino.
-Ahhh por cierto…Vayas sorpresas.Milo él es Hades y desde hoy empezará a trabajar con nosotros.
-Bienvenido, soy Milo Scorpio. Un gusto.
-El gusto es mío y gracias. Me llamo Hades Heinstein.
-Tú eres her…
-Así es ,mi hermana es Pandora.
-Con razón el parecido.
-Hades.
-¿Diga teniente?
-Te presentamos a Shun.
El muchacho saludó a Hades con temor y este sonrió.
-Mucho gusto. ¿Gusta un postre?
-No,muchas gracias. Por favor,no me llames de “usted” dime de tú.
-Está bien.
-Por cierto,lindos ojos, Shun.
Esto hizo sonrojar a mi amiguito mientras que Dohko y yo,los veíamos con travesura.
-Gracias,Hades.
-De nada. Me gustaría invitarte a cenar esta noche.
-De acuerdo.
Estas sí que eran sorpresas.Al parecer Shun tenía un nuevo pretendiente y esto iba a aliviar su dolor.