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Días en el Paraíso por Ari_123_love

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Notas del capitulo:

Este es uno de varios capítulos en donde se verá la relación que Taemin y Kibum tienen, y cómo simplemente los demás están acostumbrados a verlos interactuar de ese modo x)

-Espero que todo salga bien...

-Kibum, deja de morderte las uñas. ¿Qué tan mal nos puede ir?

Key soltó su dedo índice, que había estado mordiendo desde que llegaron al restaurante. Su novio tenía razón, las cosas no podían salir tan mal...Sólo esperaba que Taemin se comportara. Gimió por lo bajo, realmente deseando que esta presentación saliera bien. Sabía que era hora de presentar a su nuevo novio a su mejor amigo, pero temía de la traviesa y caprichosa forma de ser de su demonio amigo.

-No entiendes, Jjong...Taemin es un poco...- Mordió el interior de su mejilla, preguntándose cómo explicar la naturaleza de Taemin. Simplemente no podía decirlo, sin saber si Taemin estaría de acuerdo o no.

Y si no lo estaba, oh vaya, Kibum sabía que Taemin haría un gran berrinche. Por eso había tomado la precaución de esperarlo afuera del restaurante. Si tenía algo de suerte, Minho estaría evitando que Taemin se comportara como un niño de cinco. Ahora sólo podía rezar por que Minho hubiese tenido el día libre y pudiera acompañar a Taemin.

-Si no te conociera, diría que estás exagerando. Pero realmente te veo preocupado.- Jonghyun acarició la mejilla de Kibum. -Quiero conocer a tus amigos, así que prometo no salir corriendo de nada de lo que puedan decir.

-Eso espero...- Jadeó, desconcentrándose  al ver como un perro se acercaba hacia ambos. Algo no estaba bien, casi podía jurar que veía algo familiar en el rostro del aquel perro. Sólo supo identificarlo cuando vio que el perro empezó a secretar espuma de su boca, como si tuviese rabia, dirigiendo su ataque hacia su novio. -¡Taemin! ¡Basta!- Le regañó, interponiéndose entre su amigo y su novio. -¡No puedes ir por la calle asustando personas!

El perro miró fijamente a Kibum, haciendo una extraña mueca mientras una demoniaca risa se escuchaba desde el suelo. Ante la vista de todos regresó a su apariencia humana, sonriendo maliciosamente; iba a hacer cualquier cosa para alejar a ese idiota humano de su Kibum.

-Taemin, compórtate.- Trató de ser severo, siguiendo como barrera divisora. -¡Ahí estás Minho!- Jadeó, cuando vio al ángel acercarse por la dirección desde donde Taemin había llegado. -¿Quisieras controlarlo?

-Lo siento.- Minho se encogió de hombros, sacando sus manos de sus bolsillos para rodear con un brazo los hombros de Taemin. -Cuando Tae llegó a mí, venía sin instrucciones. No sé cómo hacer eso.- Sonrió igual de malicioso que Taemin.

-Ustedes dos, en serio, a veces...¡agh!- Se frotó las sienes. Iban a hacer que Jonghyun no quisiera volver a acercarse. Se giró suavemente, mirando a su novio. -Jjong, puppy, ¿estás bien?- Casi susurró, esperando no asustarle más de lo que ya se le notaba.

-Él-él era un perro...y ahora no...- Jadeo. -¿C-cómo?- Señaló a Taemin, que seguía con aquella mueca de maldad en el rostro.

-Sí, bueno...Sólo no dejes que juegue con tu mente.- Key sonrió a medias. -Puppy, te presento a mi mejor amigo: Taemin.- Le indicó.

-¿Así que es él?- Taemin fue rudo, mirándole de manera superior. -Es muy diferente a con quienes sueles salir.

-¡Taemin!- Key azotó el suele con su pie, regañándole una vez más. Se apretó el puente de la nariz, sabiendo que esta era la forma natural de Taemin de ser, no podía pelear contra ello. -Sí, es diferente. Por eso es mi novio. Tae, él es Jonghyun, te lo presento.

-Como digas...- Escudriñó a su amigo, y después al humano que le acompañaba. Sonrió de nuevo, de esa mala manera, dando un paso hacia adelante, extendiendo su mano en un saludo informal. -Encantando de conocer a quien logró conquistar a Kibommie.

Jonghyun dudó un poco de regresar el saludo, estaba aterrado, mucho más de lo que debería estarlo. Si, verle convertirse en un humano había asustado cada uno de sus nervios, pero no lograba tranquilizarse. Simplemente estaba sintiendo un miedo irracional, infundado por el chico frente a su amigo. Se hizo a un lado, tratando de alejar ese sentimiento; no podía temer del mejor amigo de su novio, era bobo.

Extendió, la mano, aceptando el saludo, hasta que vio que la mano que se cerraba sobre la suya no era una mano. En vez de dedos, largos gusanos se retorcían en nudos, uniéndose hacia el centro de lo que debería ser una palma, que ahora no existía. Sintió un escalofrío recorrerle por completo, mientras sentía que en cámara lenta subía la mirada hasta el rostro de aquel chico. Ese no era un rostro humano, ni siquiera era un rostro de algo que jamás hubiese visto. Claramente era algo que tenía cráneo, puesto que mantenía la forma proporcional de una cabeza, cubierta por una delgada piel color hueso, o al menos eso creía, ya que se podía notar cómo cambiaba ligeramente de color a uno rosado pálido en el área de los labios. ¿Pero quién se fijaría en los labios cuando detrás de ellos había unos terroríficos dientes? Jonghyun ni siquiera podía decir a ciencia cierta si eran dientes, o colmillos. Eran largos, y demasiados, como agujas que estaban siendo forzadas a cerrarse entre sí, dejando rastros de sangre tras su tarea de formar una mueca parecida a una sonrisa.

Si algo lograba distraer la vista de esos horribles dientes, eran el par de cuernos color dorado que sobresalían de la parte superior de su cabeza, y se enroscaban hacia atrás, como lo haría la cornamenta de un borrego cimarrón, resaltando entre todo el cabello negro que tenía. No obstante, lo que más lograba llamar la atención, y aterrar a Jonghyun, eran los ojos del chico. Propiamente, no eran ojos, sino enormes cuencas oculares vacías. Eran agujeros negros, que no correspondían al tamaño natural de  un par de ojos, sino que parecían haber sido expandidas hasta lograr un tamaño descomunal. En su interior sólo se podía ver oscuro, atrayendo la vista hacia cualquier tipo de horror que se puede imaginar en la oscuridad. Jonghyun sintió que se ahogaba con su propia lengua al ver que de aquel par de cuencas brotaba sangre, que se escurría lenta y pesadamente, dejando marcas rojas a lo largo de aquel rostro, hasta caer por fuerza de la gravedad.

Kibum notó cuando su novio palideció, sin saber qué era exactamente lo que Taemin le estaba mostrando, como para tenerlo congelado del miedo. Taemin tenía esa particularidad, jugar con las mentes le era tan fácil, que a veces no se daba cuenta que lo estaba haciendo. Sin embargo, esta vez a Key le quedaba demasiado claro que Taemin lo hacía apropósito. Logró separar la mano de Jonghyun, del firme agarre en el que Taemin le tenía, induciendo las visiones que le estaba dando. Taemin no tenía que tocar para provocar tales pesadillas, pero a través del tacto podía hacer que fueran mucho más vívidas.

-Taemin, suficiente, por favor…- Key rogó, subiendo la mirada hasta alcanzar los ojos de Minho. –Por favor, Minho. Dile que se detenga.

Minho rodó los ojos, soportando la risa que sentía ante tal espectáculo. Ver a Taemin celoso, y no ser él el objeto de rabia, era digno de disfrutar. Apretó los hombros de Taemin, distrayéndole.

-Vamos Tae, tienes que dejar que el humano respire.- Le sonrió. -¿Les parece si entramos? Tu novio, Kibum, va a desmayarse, si no encuentra una superficie donde sentarse.- Indicó.

Key asintió, tomando la mano de Jonghyun, guiándole hasta el interior del restaurante. Buscaron una cabina dónde sentarse. Taemin entró de su lado de la mesa, con los brazos cruzados, quedando sentado frente a Key, frunciéndole el ceño rápidamente.

-TaeTae, por favor. Él realmente me gusta.- Suplicó una vez más, tratando de hacerle ver que estaba actuando de una manera insensata. –Y no ha salido corriendo aún, ¿no es eso algo bueno?

Jonghyun pasaba su vista de Kibum a su amigo, no entendía cómo podían estar sentados ahí, platicando, y que Key no hubiese salido corriendo ya. ¿Qué acaso no había visto lo que se escondía detrás de ese rostro de niño que mostraba ahora? Quito la vista de ellos, pasándola al acompañante de Taemin. Aún no le quedaba muy en claro quién era él, pero era obvio que debía ser el amante de Taemin, por la forma en que Key le pedía que lo detuviera. Él también le provocaba escalofríos, y era algo que no podía llegar a entender. La sensación que Taemin le hacía sentir era de terror puro, sin embargo, esta otra persona le hacía sentir como si debía de relajarse, y eso era aún peor, ya que te obliga a bajar la guardia.

-Jjong…- Key le sacó de sus cavilaciones, tocándole suavemente en la mano. –Debes de perdonar a mi amigo, él…tiene ciertos trucos que pueden ser aterradores…- Se mordió el labio inferior. –Taemin no lo lamenta, pero haré que te pida disculpas de cualquier forma.

-No me disculparé.- Taemin se cruzó de brazos alzando el rostro de manera altiva. –No es más que un humano patético.- Jadeó groseramente.

-Minho, ¿podrías ayudarme?- Esta vez no rogó, sólo comentó de manera cansada.

-Eres el nuevo novio de Kibum, ¿cierto?- Minho se dirigió hacia Jonghyun. –Te ruego perdones a Taemin, no le gusta compartir sus juguetes, mucho menos a sus seres queridos.- Rio, al sentir que Taemin le golpeaba rudamente el brazo. –No puedes negarlo, amor.- Le guiñó un ojo a Taemin.

Taemin resopló fuertemente, subiendo la mirada por encima de la mesa. No iba a seguir escuchando comentarios en su contra. Sólo se estaba divirtiendo un poco con el humano en turno de Key, ni siquiera había empezado la verdadera tortura. Aun así, Key le había suplicado que se detuviera, como si este chico realmente le interesara. Torció los labios, sabiendo que esta vez sería diferente. Su amigo estaba muy interesado. Más de lo normal. Podía olerlo, y se encontraba confundido ante esto. Su estómago rugió, dándole un motivo para poder llamar a la bonita mesera que había visto a lo lejos.

-Hey bombón, ¿tomarías mi orden?- Le sonrió, llamándola con su mano. La chica se sonrojó por completo, guardando una sonrisa bajo sus labios. Se acercó a la mesa, agitando sus pestañas de manera coqueta, dispuesta a oír los pedidos. -¿Podrías traerme un café?- Taemin le sonrió, de aquella manera que lograba engatusar a los humanos. –También quiero un plato de hotcakes con crumble de manzana. Oh, y no olvides la miel de maple, dulzura.- Le guiñó un ojo.

-Taemin…- Minho le llamó la atención suavemente.

-¿Qué? Tengo hambre.- Se encogió de hombros.

-Es demasiada azúcar.- Le llamó la atención. –A mí sólo tráigame un café.- Ordenó.

-Nosotros dos también sólo café.- Key terminó por ordenar, despidiendo a la mesera rápidamente.

Jonghyun abrió los ojos, sorprendido del descarado coqueteo de Taemin con la mesera. ¡Su novio estaba ahí! Y, sin embargo, Minho sólo le había regañado por los alimentos que había ordenado debido al alto contenido de azúcar. ¡No tenía sentido! No entendía por qué Key estaba tan tranquilo, cuando obviamente había algo demasiado mal en el par de personas que le había presentado.

-Ugh, Key, explícale a tu novio lo que Minho y yo somos, antes de que su cara de pasmo me haga perder el apetito.- Comentó desinteresadamente, mirándose las uñas. –No quiero que piense que tengo atrapado a Minho en una extraña relación.

Kibum sonrió alegremente. Si Taemin le estaba permitiendo hablar sobre su naturaleza, entonces estaba empezando a aceptar la relación que tenía con Jonghyun. Pequeños pasos de bebé. Pero estaba perfectamente bien.

-Si le digo de ustedes, realmente creerá que su relación es extraña.- Sonrió de lado, mirando divertido el gesto grosero que Taemin le hizo con la lengua.

-¿Qué está pasando aquí?- Jonghyun logró, al fin, articular su pregunta. No entendía nada, en lo absoluto.

-Jjong, quería que conocieras a mi mejor amigo, y a su novio, porque ambos significan mucho en mi vida.- Key explicó. –Realmente los dos son mis mejores amigos, -terminó por ceder, a pesar de estar normalmente discutiendo con Minho –y es por eso que sé de su secreto.

-¿QUÉ SECRETO?- Jonghyun preguntó en alto, asustado de pensar que las alucinaciones que Taemin le hizo ver se debían a alguna droga que le daba a sus víctimas antes de matarlas…No estaba muy lejos de la verdad.

-Bueno, Taemin  es un demonio…- Trató de decirlo suavemente, para no espantar más a Jonghyun. Internamente rezando para que Jonghyun recordara que prometió no salir corriendo ante nada de lo que escuchara. –Y Minho es un ángel.- Terminó, esperando la reacción de su novio.

Jonghyun le miró, como si no hubiese comprendido las palabras que Key le había dicho. No, no podía ser. Los demonios y los ángeles no existen…Giró el rostro, mirando a Taemin y la aterradora sonrisa que tenía en su boca y mirada.

-…De ninguna manera…- Gimió, mirando de regreso a Kibum. –No, no es posible.

-¿Te aterra la oscuridad?- Taemin le preguntó, provocando que le mirara.

Jonghyun fue rápidamente introducido en una oscuridad absorbente, sintiendo que se ahogaba ante la vista. Sólo podía ver la aterradora cara que Taemin le había mostrado a fuera del restaurante. ¿Sería ese su verdadero rostro? La oscuridad se disipó rápido, en cuanto logró escuchar la voz de Kibum.

-Sé que es difícil de creer…Sobretodo porque ninguno de los parece lo que tenemos como imágenes de lo que debería ser un ángel y un demonio. Pero, es cierto y podemos…

-¿Ustedes dos salen?- Terminó por preguntar, señalando a Taemin y después a Minho.

-Así es, este muchachón trata de que yo sea bueno por el día,- se abrazó a Minho, mirándole con la mirada más amorosa que pudo darle- y yo trato que sea malo por las noches.

-¿C-cómo es posible?- Jadeó.

-Bueno, cuando encuentras a alguien a quien quieres mucho, tratas de hacer todo para que ese alguien también te quiera mucho. Después le pides que sea tu pareja y que vivan juntos.- Taemin le explicó como si le estuviera hablando a un niño de preescolar. -¿Te explico lo que las abejas le hacen a las flores, también?

-Taemin, no seas rudo.- Minho le llamó la atención, sin esconder la sonrisa que tenía en rostro. Le gustaba escuchar a Taemin hablando de que le quería mucho.

-El humano está haciendo preguntas estúpidas.- Se excusó.

La mesera regresó, interrumpiendo la absurda discusión que se estaba llevando a cabo. Dejó el plato de comida frente a Taemin, siendo de nuevo coqueta, esta vez sin recibir respuesta del hombre. Sirvió los cafés y se fue de ahí algo molesta por la falta de respuesta ante su coqueteo.

-Entonces el coqueteo…¿fue porque tenías hambre, o porque eres un demonio?- Jonghyun todavía no terminaba de aceptar esa información.

-Taemin es un demonio de lujuria, puppy.- Key le explicó. –No puede evitar ser así.- Rio. –Y a Minho no le molesta.

-A Minho no puedo hacer que le den celos con nada.- Taemin se encogió de hombros, empezando a comer su desayuno.

-Si Taemin no fuese coqueto, probablemente jamás hubiéramos llegado a conocernos.- Minho asintió. Era cierto, sin el coqueteo descarado que Taemin le dio, probablemente sólo le hubiera dejado irse, ya que no hubo ningún enfrentamiento violento.

-¿Me hubieras dejado ir Min?- Taemin preguntó con un gesto inocente.

-Por supuesto que no.- El mayor le aseguró, acariciándole la mejilla.

-Yo…aún no puedo creer esto…- Jonghyun apenas alcanzó a jadear antes de ser amenazado con el primer cubierto que Taemin tuvo a la mano. El chico prácticamente había cruzado la mesa en diagonal, hasta quedar frente al humano, mirándole de una manera violenta.

-Escucha, no me importa si crees o no. Key te ha dicho la verdad, y si no le crees, estás siendo un estúpido.- Se acercó más, para hablar más bajo. –Aunque no creo que seas capaz de no creer, si has visto lo que puedo llegar a hacer con un poco de imaginación. Presta mucha atención, humano: el alma de Kibum es mía, y es pura. No voy a permitir que la dañes, a menos de que quieras saber lo que es ser torturado en vida, y muerte.- Se retiró lentamente, regresando a su lugar. –No me tentaré el corazón sólo porque Kibum te quiere, a veces los humanos no saben qué es mejor para ellos.- Terminó su amenaza.

-Yo que tú, le haría caso.- Minho dijo en tono burlón. –Una vez le hice enojar lo suficiente, como para que me provocara pesadillas por dos meses. Taemin siempre sabe cómo encontrar los miedos correctos para una pesadilla.

Tras esa amenaza, Jonghyun fue incapaz de volver a hacer otro comentario. Key le había dado una mirada de disculpa, pero al mismo tiempo, se notaba feliz y alagado del obvio cariño que Taemin le había demostrado. Y ahora Jonghyun no sabía a qué temer, si a las pesadillas de que aquel demonio le estaba prometiendo, o al hecho de que Kibum podría amenazarle con ello en cualquier momento. Terminó de ver alucinado, la interacción entre su novio y sus mejores amigos. Realmente Taemin y Minho no parecían un demonio y un ángel. Y lo que más le asombraba es que estuvieran saliendo, pero que no parecía que sus estatus no lograban meterse entre su relación. Vaya que tendría mucho a qué acostumbrarse, con respecto a los amigos de Kibum.

Cuando Taemin y Minho dejaron el restaurante, Jonghyun sintió que podía respirar tranquilamente de nuevo. Necesitaba procesar un par de cosas aún, pero había una que estaba hasta arriba en su lista y que se moría de ganas por resolver.

-Kibum, ¿qué clase de ritual satánico hiciste cómo para terminar siendo mejor amigo de un demonio?- Preguntó, de manera casi seria, y casi graciosa.

Key resopló, apoyándose en la palma de su mano, mientras le daba una mirada divertida.

-Sólo me presenté a clases.


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