Abrí los ojos algo aturdido, arrugando entre mis manos una parte de lo que podría ser tela, o mejor dicho la camiseta de ese chico con peinado raro y grandes tatuajes, al parecer.
Me separé de él limpiándome las ultimas lagrimas con la manga. Creí que quizá no me soltaría, pero en realidad su abrazo se fue cayendo como si del desliz de una sabana se tratara.
- Am...- Espero que la vergüenza que siento no se este pintando en mis mejillas, no sabia cuanto tiempo lo estuve abrazando, aunque apuesto que él si, tenia una pequeña sonrisa que me desconcertaba.
Pensándolo bien seria muy estúpido preguntarle ¿quien diablos era?, ya que acababa de decirme su nombre, aún así no se me hacia conocido, ni siquiera note a alguien de mas cerca del cementerio.
-Yo no.. No se quien eres, jamas te he visto...Norman - Titubee un poco al pronunciar su nombre.
- Lindo lugar ¿no? -.
-..¿Que?- Pregunte confundido, creo que es medio sordo o algo.
- Siempre vengo aquí, es de mis lugares favoritos del bosque, aunque no es fácil de encontrar, me guiaron hacia ti..- Probablemente solo es raro, como sea tenia que irme, el sol empezaba a caer.
- ¿De acuerdo? Me voy de aquí entonces - De verdad se notaban mis ganas de hacer amigos.
Pasé por un lado de él tratando de recordar el camino mágico por el que llegue a ese lugar, camine sin saber donde mierda estaba, tiempo después terminé en el mismo lugar, la diferencia era que ahora él estaba recargado en el árbol central, mientras leía tranquilamente vaya a saber que.
-¡Aaah! ¡No puede ser! -Me quité la mochila y la tire por ahí, oí como aquel chico soltaba una pequeña risa, frustrado traté de patear algo, pero sólo terminé lastimando mi pie.
Finalmente me tire en el césped a la sombra de ese gran árbol, donde el otro aún leía tranquilo, cerré los ojos y extendí mis brazos a los lados tomando algunas fibras verdes entre mis dedos, estaban algo suaves para el tipo de clima que parecían estar pasando en Hollow no se que más, respiré llenando mi pecho y luego lo solté decepcionado de mi estupidez humana.
-Si quieres puedo llevarte - Levante la cabeza hasta que encontré sus ojos, éste tipo es raro, pero parecía conocer mejor que yo ese lugar. Perfecto, bueno... más o menos.
-Ah ¿si?- Enarque una ceja.
-Si prometes volver mañana yo prometo que estarás en tu casa antes de que si quiera puedas ver la luna- Mamá siempre me dijo que no hablara con extraños, no creí que fuera tan en serio.
Unos minutos después era ayudado a caminar por un extraño que encontré en el bosque o que me encontró, uno de mis brazos estaba sobre sus hombros y una de sus manos me sostenía de la espalda, frente a nosotros se impuso un gran tronco de árbol que estorbaba en el camino, ¿cómo es que yo iba a pasar por ahí con mi maldito tobillo lastimado?
-¡Tengo una idea!- Soltó de repente sonriéndome,eso no es buena señal, de la nada se agachó y tomo mis piernas.
-Hey ¡Oye! Suelta..!Suéltame! - Empece a forcejear con él pero no logre nada, me sentó en el tronco para luego saltar hacia el otro lado con facilidad y aunque me moví como gusano, me llevo cargando el resto del camino con la excusa de que ¨así sera mas rápido¨.
Y de hecho él iba mejor así, resignado me crucé de brazos y trate de ignorar el hecho de que estaba siendo cargado tan fácilmente como si fuera una almohada, le señalé donde dejarme, pero siguió caminando a pesar de que ya no estabamos en el bosque, era algo vergonzoso, ya que las personas que se encontraban por ahí lo saludaban y amablemente él regresaba el saludo con la cabeza.
Empecé a notar los detalles en él, a simple vista parecía un chico normal, su cabello es de un negro azabache y con eso solo resaltaban más sus ojos azules, era bastante...atractivo, creo que compensa lo confiado y extraño que llega a ser en algunos momentos, una cicatriz en el cuello justo abajo de su oreja, los bordes del tatuaje de telaraña junto a una inscripción bajo sus clavículas, hasta donde me permitía ver la ropa. Yo probablemente seria muy cobarde para atreverme incluso a acercarme a un lugar de esos (local de tatuajes, percings, etc). Entonces notó que lo estaba viendo, me sonrió como empezaba a ser su costumbre y quise morir ahí o mejor en el piso.
Bajé una de mis piernas a la fuerza y por el hecho aparente de no lastimar más mi tobillo, él simplemente me dejó en el suelo.
- A-Aquí esta bien, caminaré -No quería encontrar sus estúpidos ojos de nuevo, estoy empezando a odiar su tranquilidad y apenas lo conozco.
-Esta bien, Dipper - Un escalofrió subió por mi espalda al oír mi nombre salir de su boca una ultima vez y quede paralizado al sentir su mano pasar por mi cabello, algo que suelen llamar caricia me parece - Te veo mañana..- Susurro divertido en mi oído como si fuera un secreto que solo debíamos saber los dos.
Bajé un poco mi cabeza mientras lo veía alejarse y la soledad volvía a apoderarse de mi ser, cada suceso en su lugar, al menos Mabel no lo vio, seguro se abría vuelto loca, preguntandome cosas sobre él, seguro le habría gustado.
Regresé a la casa donde nos estabamos quedando, Mabel estaba en la sala.
-Eres demasiado bueno jugando Dipper -Mencionó, ingenua mientras se escurría en el sillón ¿ enserio no se dio cuenta que no me escondí realmente? Bueno, da igual, mientras ella no sepa que en realidad alguien me encontró.
Le dediqué una pequeña sonrisa, la primera en semanas, ella tenia una cara algo impresionada, casi se cea, yo simplemente volví a lo mio y subí las escaleras, para nuevamente encerrarme en ese bendito cuarto, al menos podía ver parte del bosque desde mi ventana, me acomode en mi cama para tratar de leer un poco e ignorar lo que había pasado, pero no dejaba de alternar mi mirada entre el libro y la ventana. Dejé el libro en mi cama, me acomodé de nuevo en el marco de la ventana como en la mañana y justo ante mi la luna empezó a acomodarse.
Tal como dijo, llegué a mi casa antes de ver la luna, maldito estúpido...apuesto a que traía reloj. Lo pero es que no pude evitar sonreír en ese momento, me quede ahí hasta que me llamó el sueño.
El primer día y algunos más, traté de fingir que me perdía, pero incluso si eso de verdad paso, terminé llegando al mismo punto de encuentro, estar con Norman era más simple que estar en aquella casa, solo nos sentábamos en el gran árbol.
Lo primero que intenté fué ignorarlo mientras intentaba leer, leía y leía el mismo párrafo sin poder hacer que se quedara dentro de mi cabeza, no podía concentrarme en nada, días mas tarde noté que era mejor tener una pequeña conversación medio normal que ignorarlo.
Sabia que era mayor que yo, pero no esperaba que tanto, cumplirá 20 este año, es como 4 años mayor que yo, viene casi todos los veranos desde que se mudó a la universidad.En algún momento le mostré una foto que llevaba como separador de pagina, era de la ultima vez que mi hermana y yo estuvimos en Gravity Falls.
-Espera - Observo con algo de duda la foto, parecía intranquilo -¿Este..es tu tío? -Lo señalo y acto seguido asentí ¿Cual era el problema?
-¿Que sucede con él?- Norman se veía muy sospechoso, por un momento evito mirarme y eso si que era mas raro de lo normal, me aparte un poco para poder verlo mejor -Norman- Le llame.
-Es solo que, mi tío Prenderghast tiene una fotografía con tu tío Stan, con el bosque de fondo, pero estoy seguro que era este mismo bosque y no el de Gravity Falls, de hecho es una parte que esta cerca del cementerio- Le mire algo preocupado, mi tío quizá quería ser enterrado aquí por una razon especial. Luego noté otro pequeño detalle.
-Aun no me has dicho ¿Qué hacías en el cementerio el mismo día que yo estuve ahí?- Su rostro volvió a cambiar a uno mas serio.
-Ese es el único cementerio de aquí, la tumba de mi abuela y la de mi tío Prenderghast están cerca de donde te vi- Nuevamente sentía que había algo más detrás de sus palabras, algo entre lineas...
Pero entonces Norman empujó mi cara con su mano, tirándome al piso y salio corriendo, me levante lo mas rápido que pude mientras reía como hace nunca, jalé su mano hacia mi para echarlo abajo, justo como él hizo conmigo, pero él sujetó más fuerte mi mano y terminé siendo arrastrado al infierno de pasto por ese maldito.
Cuando trate de levantarme me jaló hacia abajo de nuevo y me echo pasto en la cara, pude ver su ancha espalda, con algo de tierra, huir de la ¨escena del crimen¨, al final ambos estabamos tirados en el pasto, el estómago me dolía de tanto reír y el hecho de que el muy idiota me había ¨atacado¨ con cosquillas hace un rato.
Por una ves más me acompañó hasta el filo del bosque y ambos volvimos a casa ¿Cuántos días habían pasado? Quizá una semana o dos, no estoy seguro. Terminé mi día como empezaba a acostumbrar, viendo por la ventana de mi cuarto la luz nocturna caer sobre el bosque.
Hollow Blithe es en realidad un lindo lugar.