Cap VII OHANA
Poco más de dos años habían pasado desde que había dejado Hawaii. Sonrió bajando del auto. Camino a paso firme hasta esa puerta. Toco el timbre y espero unos minutos
- ¿Si? – dijo Chin abriendo – ¿en que…? ¡Catherine! – dijo sorprendido
- Hola – dijo ella – ¿Y Steve?
- Esta… en la parte de atrás de la casa – dijo Chin incomodó –, de hecho todos estamos allá para ver el partido los Jets contra los Pieles Rojas. ¿Quieres – decía cuando ella entro como si se tratase de su casa – … pasar? Siéntete cómo en tu casa – susurro cerrando la puerta
Cho, Adams, Malia y Max reían a carcajadas alrededor de la televisión bebiendo una cerveza, Danny y Steve discutían sobre la carne junto a la parrilla. Lu bebía una cerveza tranquilamente. Grace jugaba con Kamekona y Neandertal
- Solo quiero que comas mas verdura – dijo Steve
- ¿Qué rayos tienen en el ejército contra la carne? – protesto Danny a gritos
- Le hace daño a tu colesterol – dijo Steve intentando quitarle el plato –. Y es Marina, Danno. Ma-ri-na
- Mi colesterol y yo estamos de maravillas – dijo Danny – gracias por la preocupación. – Steve le quito el plato – ¡Dame mi plato!
- ¡No! – replico Steve, quien noto que nadie más hablaba – Espera ¿Por qué tanto silencio?
- Hola Steve – dijo Catherine sonriendo y Danny miro hacia otro lado mientras todos miraban a los cinco cero – ¿me invitas un trago?
- No sabía que habías vuelto a la isla – dijo Steve –. Me das un minuto. Ehhh, Lu, por favor pásale un trago, yo tengo algo que terminar –. se giró hacia Danny – Suelta ese tenedor, ahora
- No – dijo Danny –. Es domingo. Quiero carne y la voy a comer. No molestes. Dame mi plato – se lo quito y se alejó. Steve respiro hondo y se sentó en un sillón
- Dejen de pelear –, dijo Cho – ya me aburrieron
- Quiero escuchar el partido – dijo Lu – ¿Y dónde está mi comida?
- Está comenzando – dijo Joe
- ¿Quiénes juegan hoy? – dijo Catherine sentándose al lado de Steve
- Los Jets contra Los Pieles Rojas – dijo Steve – inicio de temporada
- Doscientos dólares a los Jets – dijo Catherine entregando el dinero
- Danny – dijo Steve haciéndole un lugar entre él y la recién llegada - ven a sentarte
- Gracias – dijo haciéndolo y tomando la cerveza de Steve
- Ehh… – dijo Catherine – ese era mi lugar
- Disculpa – dijo Danny poniéndose de pie y alejándose ahora molesto por lo que la mujer sonrió disimuladamente.
- No te vayas – dijo la mujer sonriendo y agarrándole la mano cuando Steve se puso de pie
- Acompáñame – dijo Steve
La sonrisa de la teniente se expandió aún más cuando vio que entraban a la casa. Iba a hablar mientras se abrazaba a Steve pero este la detuvo
- ¿Quién te crees para llegar a mi casa – dijo Steve con voz cortante – y comportarte como si fuese tuya?
- No hice nada – dijo Catherine sorprendida –, fue él que ni bien me vio…
- ¡Acabas de faltarle el respeto a mi esposo, en mi casa, y es algo que no te voy a permitir! – siseo el seal
- ¿A tú… que? – dijo la mujer sorprendida
- Hoy cumplimos un año de casados – dijo Steve – y te imaginaras que es un poco incómodo, tanto para Danny como para mí, el que te presentes aquí sin ser invitada y te sientas con no sé qué libertades
- ¿Ca… sa… dos? – tartamudeo la teniente – ¿Es broma no? ¡Tú no eres gay! Estas confundido. Es una mala broma
- Ninguna broma Catherine – dijo el hombre –. Le pedí matrimonio a Danny poco después que te fuiste. También adopte legalmente a Grace
- ¡Si querías hijos – grita furiosa – yo te los hubiera dado! ¡Todos los que quisieras! ¡Serian realmente tuyos!
- El problema es que nunca los quise contigo – dijo Steve – sino con él. Y la tengo
- Eres un… – dijo Catherine dándole una bofetada
- Vete de mi casa – dijo Steve – y de mi vida. ¡No eres parte de ella!
- ¡Ese es el problema! – grito la mujer – ¡Nunca fui realmente parte de tu vida!
- Entonces ¿Por qué mendigas algo que nunca fue tuyo? – dijo Steve también alzando la voz
- Te amo – dijo ella mientras sus lágrimas caían
- Y yo amo a mi familia – dijo Steve – Danniel y Grace McGarrett. Y están allí adentro esperándome para pasar un fin de semanas juntos. Así que si me permites… – y abrió la puerta
- Te deseo que sea lo más infeliz – siseo ella – que alguien pueda
- Adiós Catherine – dijo el comandante con voz segura y ella salió sin volcar la mirada –. Por fin – susurro exhalando
- ¿Crees que lo acepte? – pregunto nervioso detrás de él por lo que Steve se giró – no quisiera que arruine tu carrera
- Mientras tú y nuestra monito estén a mi lado, me importa muy poco quien lo acepte o lo rechace. Y si intenta sabotear mi carrera poco me importa ya, por fin tengo todo lo que necesito – dijo Steve abrazándolo por la cintura para atraerlo a su cuerpo y besarlo suavemente –. No había tenido tiempo para mostrarte esto – dijo Steve entregándole un sobre dirigido a Steve y Danniel McGarrett. Danny lo abrió y leyó “Feliz aniversario. Y que su amor nunca acabe. Att. Alguien” – ¿Quién será?
- Alguien – dijo Steve encogiéndose de hombros – que nos quiere mucho
Así abrazados volvieron al patio donde el partido ya había empezado. Se sentaron acurrucados uno en el otro. Sus vidas eran perfectas con todo y sus altibajos. Steve era todo lo atento y romántico que un hombre enamorado puede ser cuando no estaba estallando bombas y lanzando patadas. Y Danny era su cable a tierra. Quien lo salvaba a diario, no solo de las balas, sino de la soledad y del cruel destino de una vida sin amor
Desde la otra esquina Grace sonrió disimuladamente. Había valido la pena pagarle a su compañero de clase para que escribiera las notas, y gastar todos sus ahorros, incluida sus mesadas y lo que sus abuelos les enviaban, en los regalos. Su Danno era nuevamente feliz
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