Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Joey´s Pizza por Iztaxochitl

[Reviews - 46]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Otra entrega más.

 

Espero que disfruten leyendo tanto como yo disfruto escribiendo.

Eran las 11 pm.


Seto esperaba sentado en la misma mesa desde que llegó a ese lugar.


Había pasado algo de tiempo desde que terminaran la pizza que llevó Joey, y en ese momento estaba esperando a su hermanito y al jefe de ese pues estaban horneando bases para tenerlas listas para el día siguiente.


Pero el CEO no desaprovechaba ni un minuto de su vida. Mientras esperaba, su mente trabajaba tratando de ubicar todos los detalles y sobre todo como solucionarlos.


Estaba seguro de estar descubriendo por qué Joey tenía tan poca clientela a pesar de tener un producto tan bueno.


-Listo. Disculpa por la tardanza- Joey interrumpió sus pensamientos mientras se sentaba frente a él.


-Y Mokuba?- cuestionó el castaño al no ver a su hermano.


-Ya viene. Está preparando sus cosas para estar listo para irse. Es algo tarde- El castaño se dio cuenta de que el rubio estaba cansado, pero no podían desaprovechar este rato.


-Pues bueno, definitivamente tu lugar tiene bastante potencial. El problema es que no sabes explotarlo y por eso no te ha ido tan bien- El ojiazul trataba de ser lo más tranquilo posible, no quería que el rubio se tomara a mal lo que le decía. Ya se había dado cuenta lo enérgico que podía ser.


-Pues eso lo entiendo. Lo que no entiendo es qué es lo que yo puedo hacer para que esto mejore y explotar ese potencial del que hablas. Por que definitivamente no puedo invertir dinero- El CEO, con su experiencia de años, se dio cuenta que eso le causaba un gran pesar a Joey.


-Y me imagino que es porque a penas te alcanza para lo que tienes- Joey suspiró cabizbajo.


-La verdad es que no es solo eso. Este lugar lo adquirió mi papá, pero murió antes de terminar de pagarlo, y yo no he podido cubrir ese gasto. El dueño no me ha corrido porque sabe que estoy trabajando por ello y por que mi papá alcanzó a pagar un poco más de la mitad. Pero si las cosas siguen así, de seguro acabará por sacarme de aquí- El rubio observava la mesa mientras decía eso. En definitiva le causaba mucho pesar esa situación.


Seto Kaiba, con su mente calculadora pensó unos momentos en toda esa situación.


-Mira. Este lugar se ha convertido en un sitio importante para mi hermano. Él me ha dicho muchas veces que este lugar puede ser una mina de oro y que puede generar muchísimo dinero. Yo lo dudaba, y más después de haber estado aquí un rato hoy- Joey lo veía casi con rencor por lo que estaba diciendo. Y para su buena fortuna, pudo quedarse callado.


-Pero, la verdad es que después de haber probado esa pizza que trajiste hace un rato, me doy cuenta de que Mokuba tiene toda la razón. A mí no me encanta la pizza. Puedo comerla por acompañar a mi hermano, pero no la prefiero. Y la que nos trajiste hace rato, en verdad me gusto- Ese cumplido sorprendió al rubio. Él también se daba cuenta de lo serio que era ese castaño en cuanto a negocios.


-Bueno, y qué sugieres? No me queda mucho tiempo y como te digo no tengo dinero- Kaiba recargó sus antebrazos en la mesa.


-El dinero no es un problema. Yo invertiré en este lugar- Joey lo vio receloso.


-No te lo venderé, ni ahora ni después-


-Yo no quiero que me lo vendas. Es el trabajo de tu vida y algo que disfrutas haciendo y además algo en lo que eres de verdad bueno. Si te quito eso, la magia de la pizza que probé hace un rato se esfumaría- Joey se relajó. Vio que el otro era sincero y además pudo ver que era noble en sus intenciones.


-Puedo preguntarte algo? Por qué tanta generosidad?- Bueno, Joey cuidaba lo suyo. Eso le agradó al ojiazul porque le demostró que protegería ese lugar.


-Por que este lugar ha significado un cambio muy importante en mi hermano. La terapia ocupacional que esta llevando aquí contigo le esta cambiando la vida, y de una manera muy positiva. Y por un lado me interesa que eso siga caminando, y por otro y como ya te dije, este lugar se ha vuelto muy importante para Mokuba y si es así, entonces para mi también. Por eso estoy interesado, y mucho más ahora que se que eres un excelente cocinero y un buen ser humano- Esas últimas palabras hicieron que Joey se sonrojara levemente, y luego sonriera.


-Bueno, gracias por el cumplido-


-Cuál cumplido?- interrumpió el pelinegro sentandose junto a ellos.


-Por que para que mi hermano emita un cumplido es por una muy buena razón. Créeme Joey- Eso hizo que el rubio se sonrojara un poco más.


-No es nada, Mokuba. Solo le decía a tu jefe que es como un perro guardián de lo suyo- El pelinegro pudo notar algo en el ambiente, y algo en las miradas de su jefe y su hermano. Pero prefirió no decir nada.


-En fin, ya sabes como ayudaremos a Joey?- Mokuba vio expectante a su hermano. No estaba seguro de haberlo convencido de hacer algo.


-En el transcurso de la semana vendré con gente de mi equipo para empezar a ver los detalles. Aún no he visto la cocina y de seguro ahí también habrá mucho que mejorar, pero debemos empezar con la imágen que se lleva la gente- Mokuba sonrió, feliz de que su hermano se diera cuenta del grandioso potencial de Joey y sus pizzas.


-También necesito que cites al dueño del lugar y me avises cuando viene y a que horas, necesito hablar con él. Y lo más pronto posible- A pesar de todo, y aunque se veía aliviado, Joey no estaba tan feliz.


Y Mokuba lo notó.


-Bien, es hora de irnos. Ya arreglaste tus cosas Mokuba?- Seto no permitió que su hermanito cuestionara al rubio.


-Sí, pero las deje atrás. Voy por ellas- se levantó, y cuando desapareció destrás de la cortina, entonces Seto sí lo cuestionó.


-Algo anda mal? O algo que quieras decir?- Joey se dio cuenta de que el castaño era muy perceptivo.


-Pues es que siento que voy a pasar de deberle al dueño de este lugar a deberte a ti. Y creo que lo que te voy a deber a ti sera mucho más de lo que ya debo- Kaiba se puso de pie, seguido por el rubio.


-No te preocupes con eso. Si mi hermano sigue recuperándose como lo ha estado haciendo, con eso me basta. Por mí, no me debes ni un centavo- Ahí estaba el lado generoso del CEO que pocos conocían.


-Sí, entiendo lo importante que es para ti, pero no me gusta deberle a nadie- El rubio desafió al castaño con su mirada. Él también era sincero.


-Entonces deja de preocuparte. Con mi ayuda, este lugar te dará mucho más dinero del que yo invertiré en él. Solo tienes que enfocarte en seguir mis consejos, y en no dejar de ser tú mismo- El ojiazul lo veía a los ojos mientras hablaba, y eso le generó ciertas emociones a Joey.


-Yo mismo?-


-Mokuba dice que tú le has dicho que tu ingrediente secreto es que haces todo con amor. No pierdas eso. Por que entonces te perderás a ti, y todo lo que preparas dejará de ser tan bueno- Por segunda vez en la noche el rubio se sonrojó.


Luego le sonrió al castaño con genuina felicidad en su rostro y le extendió su mano.


Kaiba la estrechó de vuelta con una pequeña y casi imperceptible sonrisa.


Solo que Joey sí la notó.


-Muchas gracias Seto- Aunque casi nadie lo llamaba por su nombre, el ojiazul lo dejó pasar porque se suponía que no debía descubrir que era un Kaiba.


-Nos vemos mañana Joey- los alcanzó el pelinegro con su mochila al hombro. El rubio le dio un abrazo y ambos hermanos salieron.


Por un momento, a Seto le extrañó no ver a Atemu afuera, se supone que lo esperaría afuera. Después notó que estaba a unos metros de ahí, platicando animadamente con un chico extrañamente parecido a él.


-No lo vayas a regañar hermano. Solo esta hablando con alguien- Seto volteó a ver a su hermanito.


-Y tú como estás tan seguro de que lo voy a regañar?- Mokuba sonrió mientras se le adelantaba.


-Fácil. Eres Seto Kaiba- y fue tras los clones, o eso pensó el CEO.


Seto enarcó la ceja y simplemente se dirigió hacia ellos.


-Hola Yugi- saludó animado el pelinegro. El chico que se parecía a Atemu volteó y le sonrió.


-Que tal Mokuba, cómo te va?- El castaño quedó al margen de una pequeña conversacion entablada como si él no se encontrara ahí.


-Qué haces a estas horas aquí? Pensé que te vería hasta la próxima semana- Cuestionó alegre el menor de los Kaiba.


-Pues sí, pero le traje algo de comida a Joey. Solo que antes de entrar me encontré con Yami y platicamos un poco- este comentario sorprendió a ambos hermanos.


-Conoces a Atemu? Y tú a Yugi?- Mokuba los veía a ambos sorprendido. Seto solo observaba en silencio.


-Yugi y yo nos conocemos desde hace años. Fuimos a la misma secundaria y eramos amigos. No tan cercanos en realidad- El tricolor más alto se reflejaba una genuina felicidad en sus ojos.


-Pero la verdad ambos nos sorprendimos de encontrarnos justo aquí- fue el turno del más bajito para expresar su sorpresa y su alegría.


-Wow. Con razón dicen que el mundo es muy pequeño. Que bueno que son amigos- Ambos chicos le sonrieron a Mokuba.


-Bien, es hora de irme. Mokuba, nos veremos el próximo domingo si es que vienes. Yami, estaré en contacto por medio del teléfono. Me da mucho gusto verte- Al que más le sonrió fue al chico parecido a él.


-Bonita noche, Yugi- Mokuba también le sonrió.


-Buenas noches a todos, y mucho gusto- por primera vez volteó a ver a Seto y le extendió la mano.


-Igualmente- Y él la estrechó de vuelta.


Unos momentos después, Yugi entraba a la pizzería y los Kaiba eran escoltados a su mansión por Yami Atemu, quien por cierto estaba más sonriente que de costumbre.


Ya de camino, fue el castaño quien rompió el silencio.


-Pensé que no querías que nadie supiera que estás trabajando ahí, y que por eso procuras no dejarte ver mucho- Mokuba entendió perfectamente a qué se refería su hermano.


-La verdad es que la primera vez que conocí a Yugi sí me cuestionó. Yo le expliqué que no quiero que nadie sepa quien soy, y me dijo que mi secreto esta a salvo con él- El castaño estaba en el asiento delantero y no podía ver del todo las expresiones de su hermanito.


-Y cómo estás tan seguro de que cumplirá su palabra?-


-Llámalo una corazonada. Además Yugi no me ha dado ninguna razón para desconfiar de él. Por qué habría de hacerlo yo?- Seto pensó que su hermanito tenía un punto, aunque no estaba seguro de si confiar de ese modo era una buena idea. De cualquier manera lo hecho, hecho estaba y no había nada que él pudiera hacer para cambiarlo.


Los hermanos Kaiba se despidieron y se fueron a dormir.


 


Días más tarde Joey le dijo a Seto a través de Mokuba que se reunirían con el dueño del lugar el próximo viernes en la pizzería. Kaiba acomodó su agenda para poder estar presente.


Aunque había algo que en verdad le molestaba. Siendo un genio como lo era, no podía encontrar la manera de encontrarse con el dueño del lugar de la pizzería y con Joey al mismo tiempo, sin que aquella persona hiciera evidente que él es Seto Kaiba.


Porque, si bien Mokuba le había asegurado que no lo había reconocido, dudaba que nunca hubiera escuchado sus nombres y quienes eran. No es como si el rubio hubiera vivido bajo de una roca.


Y eso le molestaba porque su hermanito le había expresado su preocupación acerca de que su jefe supiera quien era en realidad. Estaba seguro de que lo trataría diferente, y le agradaba ser un muchacho normal con un trabajo normal.


Entonces el CEO de Kaiba Corp estaba en ese dilema. Qué excusa creíble podría darle al rubio para estar a solas con el dueño?


Podría investigar el nombre de esa persona, pero entonces sería evidente para el rubion que algo no era normal.


Así que el jueves por la noche decidió dejar de darle vueltas al asunto y que pasara lo que tuviera que pasar.


Al ser el empresario que él era, procuraba no dejar nada a la suerte. Pero había ocasiones, como esta, en las que reconocía que no tenía la solución y hacía su máximo esfuerzo pero soltaba el resultado.


Y la verdad era que generalmente le salía bien.


Así que el viernes, a la hora acordada, llegó al establecimiento de Joey junto con su guardaespaldas.


Y justo cuando iba entrando, casi es arrollado por una rubia cabellera.


-Oops, lo siento Seto- Joey pasó al lado de él con una bicicleta. El castaño pasó al lugar y esperó un momento en el escritorio que tenían como mostrador. Unos momentos después entró Joey como rayo hacia la cocina, y salió un minuto después con 4 cajas de pizza en las manos.


-Tenemos un pedido a domicilio. Tengo que entregarlo, pero regreso pronto. El señor Watanabe debe estar por llegar. Él es el dueño y es amable. Por favor dile a Mokuba... espera, Mokuba!- Un sudado Mokuba salió de la cocina a ver por qué lo llamaban.


-Recuerdame a donde tengo que llevar esto- Mokuba vio un papelito para ver de dónde habían pedido esas pizzas, y vio a Seto un poco espantado.


El castaño no entendió hasta que escuchó la debil voz de su hermanito.


-A Kaiba Corp- Kaiba no se inmuto, pero por dentro estaba sorprendido.


-Perfecto, esta cerca. No me tardo- Y sin más desapareció pasando por un lado de Yami, quien estaba recargado en la pared a un lado de la puerta.


Los hermanos Kaiba se voltearon a ver cuestionando uno al otro silenciosos.


-No me mires a mí, yo no lo hice- dijo el castaño a un alarmado Mokuba.


-Y entonces?- Entre la adrenalina del pedido y la situación que acababan de vivir, Mokuba estaba sobrepasado por la situación.


-Yo lo hice- Ambos hermanos voltearon de inmediato a ver a Yami, quien tenía una pequeña sonrisa de satisfacción en su rostro.


-Los he visto preocupados por esta situación, así que me comuniqué con Yugi ya que él es buen amigo de Joey y le expliqué la situación. La otra noche que me reencontré con él escuché que él sí sabe quienes son. Entonces llegó a la conclusión de que esta sería la mejor manera de solucionarlo. Me puse de acuerdo con unos empleados de la corporación para que pidieran unas pizzas argumentándoles que son muy buenas, y este es el resultado- El tricolor acababa de dejar a los Kaiba realmente boquiabiertos. Mokuba no sabía ni que pensar.


Y Seto solo pensaba que si todos sus empleados fueran así de eficientes, la realidad sería distinta para ellos.


-Wow, muchas gracias Yami- dijo Mokuba mientras caía en una silla. Estaba cansado físicamente, y esta situación lo había estresado.


-Buen trabajo- dijo el castaño al tricolor. Un sencillo cumplido que Atemu sabía que era gigante.


En eso escuchan como la puerta se abre y entra Yugi, sorprendiendo a todos, seguido de un señor de cierta edad.


-Hola- saludó Yugi a todos. Mokuba se puso de pie pues pudo reconocer al señor junto a su amigo.


-Hola Yugi. Buenas tardes señor Watanabe- El dueño del lugar se le quedó viendo sorprendido a Mokuba.


-Tú eres Mokuba Kaiba, no es así?- El pelinegro se quedó helado. Ya sabía quien era, y de seguro llegaría a oídos de su jefe, cosa que había evitado a toda costa.


-Buenas tardes Señor Watanabe- interrumpió Seto antes de que su hermanito colapsara con un ataque de nervios.


-Seto Kaiba- Para el hombre mayor eso era una sorpresa.


Qué hacían los hermanos Kaiba en el establecimiento de Joey?


Además, el menor de ellos estaba vestido como ayudante de cocina.


Qué era lo que sucedía ahí?

Notas finales:

Bonito día!

 

Hermosa noche!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).