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Joey´s Pizza por Iztaxochitl

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Notas del capitulo:

Y llegamos a la recta final

Si mis cálculos no me fallan, quedan 3 capítulos más, aparte de este, y se cierra esta linda historia en el cachorro y nuestro CEO favorito.

 

Espero que la sigan disfrutando

 

 

Amor para todos!

Viernes, 11:30 p.m.


Joey agradecía y despedía a las últimas personas que estuvieron en la pizzería.


Estaba agotado. Había limpiado toda el área del público él solo, y vaya que estaba cansado.


Habían empezado desde las 8 de la mañana con los preparativos, y todo el día estuvieron recibiendo gente y regalando pizzas.


Seto estuvo junto a él todo el tiempo, supervisando que todo saliera bien y que nada faltara.


Y vaya sorpresa que le había dado su novio, invitando al chef Tristán a probar la pizza de Joey, por la cual había quedado maravillado.


Había llegado tanta gente que había perdido la cuenta.


Mokuba y Yugi estuvieron en actividad todo el día, ayudándole en lo que se ofreciera. Incluso Noah y Yami estuvieron dando rebanadas a la gente que llegaba. Todos estaban involucrados, y Joey no podría estar más contento.


Cerró la puerta del lugar, dando por terminado ese pesado día. Se dirigió a la cocina, en donde todos aguardaban.


-Bien, se han ido las últimas personas. Muchas gracias a todos- Los dos chicos de cabello tricolor, Noah y también Mokuba le regalaron una gran sonrisa, todos satisfechos con el trabajo realizado.


Seto salió de algún lugar con una botella de buen vino.


-Brindemos por este comienzo- ah pero no dejaba de dar órdenes. Cada quien agarró un vaso y el castaño sirvió a todos.


-Por este maravilloso día- empezó el peliverde.


-Por que este sea un inicio de algo realmente exitoso- siguió Mokuba.


-Por que esto implique crecimiento para todos- fue el turno de Yugi.


-Por que nunca olvidemos de donde venimos- agregó Atemu.


-Por todos ustedes, y la gente que ha hecho este lugar posible- sumó Joey.


Y por último...


-Por Joey, quien es la estrella de este lugar- ese fue Seto, quien le dedicó una sonrisa cómplice.


-Salud!- dijeron todos al unísono, chocando sus vasos y tomando esa deliciosa bebida.


-Quedó un poco de pizza, alguien gusta?- Joey caminó hasta una mesa, regresando con una caja con algunos pedazos.


-Yo!- el alegre y glotón pelinegro agarró una de inmediato, haciendo que su novio y su hermano rieran ante semejante arranque.


-Por más que crezcas y madures, tu estómago seguirá siendo igual Moki- el menos alto lo miró con enfado fingido, y siguió acabando con su cena.


-No puedo desperdiciar una valiosa oportunidad como esta. Tienes idea de la tortura que es trabajar con Joey haciendo pizzas y no podermelas comer?- todos rieron después de ese comentario.


-Cuando quieras una, solo pídemela Mokuba. Claro que puedes agarrar- el pelinegro se puso aún más feliz.


-Pero tienes que asegurarte de cobrársela, porque sino nos llevará a la quiebra- al ojiazul le gustaba molestar a su hermanito de vez en cuando.


-Bien, voy a lavar las últimas cosas para irnos- dijo Yugi quien se fue directo a lavar, siendo seguido por su novio mientras ignoraban al rubio que les decía que no era necesario.


-Tienes que aprender a dejar que te den, Joey. Así como dar es importante, recibir también lo es, porque uno no pasa sin el otro. Además tienes que aprender a delegar, sino no podrás tener más gente trabajando para ti y será demasiado para ti solo- fue Noah el que le dedicó esas palabras que hicieron reflexionar al pizzero.


Mokuba seguía comiendo feliz, disfrutando en verdad del sazón del rubio.


-Vaya, podría acostumbrarme a comer esto todos los días. Y lo digo en serio- dijo al terminarse su segunda rebanada.


-Creo que es hora de irnos, Mokuba- el peliverde pasó el brazo por detrás de los hombros del menos alto.


-Necesitas ayuda en algo más? Podríamos ayudar a limpiar algo- Joey les dedicó una sonrisa.


-No, con la ayuda de Yugi terminaré pronto. Es un poco tarde, será mejor que emprendan camino- ambos chicos agradecieron el gesto del rubio, y se despidieron de él y del castaño.


-Moki, le pediré a Atemu que los acompañe- eso fue una sugerencia/orden de Seto Kaiba.


-Pero y Yugi? Ni modo que él se vaya solo- a Noah no le molestaba la idea, pero le daba más pendiente que el tricolor menor se fuera solo. Al fin y al cabo, ellos eran dos.


-No se preocupen, yo puedo acompañarlos a su lugar y regresar por Yugi. Si no hay mayor problema en que me espere aquí, claro- fue el atento guardaespaldas que mencionó eso.


-Yugi siempre será bienvenido aquí. Ve con ellos Yami por favor, y cuando estén ya en su departamento, pasa por Yugi. Así podemos platicar un rato- el rubio sonrió, y el enano tricolor estuvo de acuerdo.


Así que Noah, Mokuba y Atemu se retiraron.


Con rapidez y evidente práctica, Joey y Yugi terminaron de limpiar la cocina pronto. Seto tan solo los observaba desde una silla.


Una vez que terminaron, se acercaron a donde estaba el ojiazul.


-Por cierto, permitanme felicitarlos por que ahora están juntos- el comentario de Yugi sorprendió a ambos chicos. Joey se sonrojó mucho, Seto tan solo un poco.


-Gracias- la voz de Seto se escuchaba segura.


-Pero cómo lo supiste?- el rubio puso una silla junto a la de su novio y se sentó en ella, mientras Yugi estaba de pie, recargado en una de las mesas de trabajo.


-Bueno, no es que sea tan difícil darse cuenta. Para empezar yo siempre he sabido de tu gusto por él- dijo señalando a Kaiba, quien sonrió en silencio.


-Eso sí, pero lo has sabido por años- el sonrojo de la cara de Joey no se desvanecía.


-Es cierto. Tal vez no lo habría descubierto si no te estuviera comiendo con la mirada cada tres minutos- eso hizo que la cara del rubio se pusiera toda roja.


Seto rió con suavidad.


-Bueno, nos descubriste- Yugi les sonrió con su típica amabilidad.


-Por qué no se lo han dicho a los demás?- esa pregunta había rondado en su mente toda la tarde.


-La verdad es que no hemos tenido la oportunidad de hablar con Mokuba, y es lo que estamos esperando para abrir esto- Yugi lo entendió.


-De seguro se pondrá contento- Joey asintió.


-Y qué hay contigo y Atemu, están juntos también verdad?- fue el CEO de Kaiba Corp quien cuestionó al tricolor, quien sonrió más.


-Sí, Yami y yo tenemos ya varias semanas juntos.La verdad es que nos conocemos de hace muchos años, pero nunca nos pusimos atención hasta ahora que nos reencontramos. Pasaron muchas cosas, y hemos decido, al menos por ahora, que queremos compartir nuestra existencia- las palabras que Yugi eligió llamaron la atención del castaño.


-Qué quieres decir por ahora?- lo cuestionó.


-Pues, uno nunca sabe qué es lo que va a pasar. La gente cambia a medida que pasa el tiempo, y a veces los sentimientos con ella. Por eso hemos llegado al acuerdo que no queremos sentirnos el dueño del otro, sino que estamos para compartir todo lo que queramos, y si en algún momento alguno se quiere retirar, es libre de hacerlo- ambos chicos estaban muy sorprendidos.


-Y qué pasaría si él algún día se quiere alejar de ti y tú lo amas?- fue la pregunta que le hizo el curioso rubio.


-Pues si pasara algo así, yo estaría feliz de haber compartido con él el tiempo que hayamos estado juntos. No sería justo para él quedarse solo porque yo quiero, o viceversa. Además, lo más importante de todo es amar, no poseer. Si somos libres, no podría yo retenerlo por egoísmos de mi parte- la respuesta del enano sorprendió mucho a Seto, aunque pudo ver lógica en todo lo que decía. Le pareció muy coherente.


-Y Atemu estáde acuerdo con eso?- Yugi asintió.


-Claro que sí. No podría tomar una decisión de esa magnitud yo solo. Si estamos juntos, los dos juntos debemos decidir las cosas importantes, y llegar a acuerdos- a Joey también le pareció bien lo que decía su amigo. No estaba del todo seguro si él podría hacer algo así con Seto, pero al menos lo tomó como una posibilidad.


-Por qué no vamos arriba? Allá estaremos más cómodos, y puedes conocer el lugar- el castaño se puso de pie, caminando hacia la entrada al departamento.


-Este es el lugar donde te quedarás?- Yugi se sorprendió al pasar al lugar. No es que fuera muy grande, pero para Joey era más que suficiente.


-Sí, este lugar lo hizo Seto especialmente para mí- el castaño abrazó al rubio por atrás, cosa que lo hizo sonrojarse. Yugi rió un poco ante esa acción, y se sentó en la sala.


-Voy a cambiarme- Joey desapareció en la habitación, dejando a los otros dos solos.


-Muchas gracias por todo lo que haces por Joey. Él es un ser muy valioso, y lo veo en verdad feliz cuando está contigo. Más allá de su amor platónico de niño, creo que le hace bien estar contigo- Seto tomó eso como un cumplido.


En eso, el celular del castaño empezó a sonar.


Era Yami, indicándole que ya había llegado.


Yugi ya no quiso que su novio pasara. Tanto Seto como Joey tenían cara de cansados, y de seguro querrían tiempo a solas.


El pequeño tricolor se despidió de los dos, asegunrándole al insistente rubio que el próximo viernes estaría ahí para ayudarlo, incluso vería la posibilidad de llgar desde el jueves.


Una vez que se fue, Joey fue abrazado por detrás por Seto.


-Felicidades cachorro, has hecho un excelente trabajo- y lo besó en la mejilla.


-Gracias Seto, pero la verdad es que no habría podido hacer nada si no hubiera contado con la ayuda de todos. Me siento agradecido por este día, y todo lo que implica- Seto seguía dándole besitos en la mejilla, pasándose al cuello, haciendo cada vez un contacto más profundo, causándole cosquillitas y suspiros a su rubio delirio, que solo se dejaba hacer, disfrutando el contacto.


-Tienes idea de lo mucho que tuve que aguantarme hoy?- le dijo Seto justo antes de darle una mordida en el cuello, no tan fuerte para que no doliera, pero lo suficiente para que fuera placentera.


El rubio gimió.


-Bueno, si hasta Yugi lo notó. Quiere decir que estabas ansioso- el castaño metió la mano dentro del pants del rubio, por debajo de la ropa interior, acariciando a un semi despierto miembro.


A Joey se le doblaron un poco las rodillas, de no haber sido por el abrazo del CEO se hubiera ido al suelo. Pero el ojiazul no lo permitió.


Al contrario, sin soltarlo lo condujo al sillón, en donde se sentó con Joey encima.


El rubio empezó a gemir cada vez más fuerte ante tanto esímulo, y el ojiazul se deleitaba con los temblores y gemidos de su amante.


Con un movimiento imprevisto, el rubio le sacó la mano al castaño de su pants para poder darse la vuelta y quedar sentado encima de él, con las piernas bien abiertas.


Se acercó y lo devoró con un beso nada tímido, lleno de pasión y fogosidad.


Se separó del CEO y comenzó a bajar, descubriendo y besando cada pedazo de piel a su paso.


Desabrochó los pantalones del castaño, y de los bajó hasta los tobillos. Lo observó por un momento.


-Te gusta lo que ves cachorro?- la voz del ojiazul era algo ronca, estaba bastante excitado.


-No tienes una mínima idea- dicho esto se metió la hombría del castaño a la boca, y empezó a estimularlo y probarlo con rapidez, como si tuviera hambre de Seto.


El castaño solo podía gemir. Estaba convencido de estar enamorado de ese cachorrito loco, y cuando lo hacía sentir como en ese momento, estaba entre las nubes.


-Cachorro.. voy... a- Seto hizo el intento de separarse de Joey, pero el rubio no se lo permitió. Seto se vino en la boca de su novio, acompañado de un gran grito de placer y sensaciones casi celestiales.


Joey se sentó en la alformbra de la sala mientras se relamía los labios.


Fue una imágen erótica para el castaño, quien no se la pensó dos veces en brincarle encima.


Se agachó y besó al rubio, probando su propio sabor. Mientras lo besaba, fue recostándolo en el suelo. Era increíble cómo lo calentaba ese rubio.


El castaño puso su mano derecha en el trasero de su novio y le dio un fuerte apretón, el cual hizo que Joey rompiera el beso para gemir.


-Eres delicioso, cachorro- le dijo a su oído. Seto tenía pensado recorrer todo el cuerpo de su amante con su lengua, probando por aquí y por allá, conociendo todos esos deliciosos rincones en los cuales quería perderse.


Pero estamos hablando de Joey, quien siempre lo sorprendía.


Y que nunca estaba quieto.


El rubio se enderezó y con fuerza hizo que Seto quedará boca arriba en el suelo, muy sorprendido.


Se acercó y lo besó, mientras se sentaba encima del ojiazul. De un momento a otro, el rubio se había sentado en la hombría del castaño, metiendo toda la longitud en él, arrancándole un gran grito de placer al castaño.


Esta vez, y a pesar del dolor que pudo haber sentido, el rubio no se detuvo a acostumbrarse. Así como se dejó caer sobre Seto, así empezó a moverse con gran velocidad.


Con la fuerza de sus piernas y abdomen subía y bajaba por toda la longitud de su delicioso amante.


Y Seto estaba en el séptimo cielo.


Pero el rubio estaba cansado, y poco a poco la velocidad fue disminuyendo, cosa que no pasó desapercibida por el ojiazul.


Con un poco de trabajo, el CEO se sentó y se acercó a besar a su rubio delirio.


Entonces, con suavidad salió de su interior.


-Volteate, será más cómodo para ti- el pizzero lo obedeció, y se puso a gatas.


Como ya estaba lubricado, no costó el más mínimo trabajo que Seto se introdujera dentro de él una vez más.


Joey se puso sobre sus antebrazos, que podían sostenerlo mejor, y el castaño comenzó a montarlo con toda su pasión.


En todo el departamento solo podían escucharse gemidos y frases cursis llenas de cariño.


No tardaron mucho en venirse, manchando un poco la alfombra. Joey casi no podía sostenerse, así que el castaño lo abrazó de la cintura y se dejó caer del lado mientras lo abrazaba, haciendo que quedaran recostados sin tener que salirse del rubio aún.


No pasó ni un minuto y Joey ya estaba dormido. En definitiva estaba muy cansado. Había sido un día pesado y él no sabía manejar tanto estrés de trabajo como el CEO.


Seto salió del interior del rubio, y lo abrazó. Decidió no moverse hasta la habitación, en buena parte porque él también estaba cansado. Así que se quedaron dormidos en la sala del departamento de Joey, abrazados y sin ropa alguna.


 


Noah y Mokuba tenían un rato de haber llegado a su lugar. El Kaiba había tomado un baño y Noah había comido una fruta mientras lo esperaba.


Ya estaban en la habitación, preparándose para dormir, cuando Mokuba externó una inquietud.


-Sabes Noah? He estado viendo a mi hermano, y no parece el mismo. Me da la impresión de que algo pasó en estas últimas semanas- la voz del pelinegro no denotaba celos ni nada parecido, solo un poco de preocupación.


-Bueno, tienes un rato que no estás allá, de seguro algo ha estado sucediendo como lo dices tú- Noah se quedó en boxers y se recostó en la cama, esperando a Mokuba quien buscaba algo de pijama.


-Crees que esté bien? Tal vez este demasiado solo- una vez se puso su pijama, Mokuba se dirigió a los brazos de su chico, quien lo recibió con un cariñoso beso.


-Pues yo creo que es lo contrario. Es cierto que tu hermano se ve diferente, pero más bien pareciera como si se estuviera viendo con alguien- el comentario sorprendió tanto al pelinegro que se sentó en la cama y volteó a ver a Noah.


-En serio? Tú de verdad crees eso?- Noah le sonrió y puso sus manos detrás de su cabeza.


-Si te soy sincero, no conozco a tu hermano tanto como para aseverarlo. Pero lo que sí he notado es que su semblante se ve distinto. Más suavizado, más relajado. Entonces pienso que, o encontró a alguien y está saliendo con esa persona, o está de vacaciones, cosa que dudo con todo lo que ha implicado esa remodelación- Mokuba pensó un poco en las palabras de Noah, y volvió a recostarse junto a él.


-Pues no se, pero de que está distinto, lo está. Tal vez deba buscarlo para platicar con él- el Kaiba se volteó y abrazó el torso desnudo de su novio.


-Puedes hacerlo, de seguro se pondrá contento de ver que buscas contacto más cercano con él. O también podrías esperar a que él de el primer paso en decirte lo que le está pasando, también es una opción- Mokuba volvió a tomarse unos momentos para pensar.


-Creo que lo buscaré, pero ya el lunes. Iré a la corporación para platicar con él- Noah besó los cabellos negros.


-Si quieres que vaya contigo, solo dilo- Mokuba agradeció con la mirada, y después le dio un beso de buenas noches, para quedar dormido entre los brazos de su amado Noah.

Notas finales:

Bonito día!

Hermosa noche!

 

Amor para todos!!


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