Camus despertó amordazado, en camisa de fuerza y atado a un diablito modificado que fue lo mas parecido al carrito de Hannibal Lecter que consiguieron.
Con ojos desorbitados, furiosos, miro en derredor. Detrás de Milo, que le daba palmaditas con cara de idiota estaban los traidores de sus compañeros, todos. Y mas atrás, adornos blancos y rosados, para una horrible boda cursi.
La sala del trono del Patriarca estaba mucho mejor decorada que para la boda del pato, pero era eso, una boda, lo que se avecinaba. La suya, a juzgar por el vestido blanco que parecía llevar bajo los amarres. Al darse cuenta de que la bola que sostenia en la boca era una guarreta de juguetes sexuales sádicos, roja y con el correaje horterazo, estuvo a punto de reventarla de una mordida, pero no lo logro.
“¡Milo!!!”, quiso gritar, pero tampoco lo logro.
Empero, esperaba que su mirada le comunicara toda la furia y lo caro que le saldría esto.
Sentados en cada brazo del trono del Patriarca estaban Saga y Kanon, vestidos de patriarcas los dos, pero de blanco y negro respectivamente. Con el resto de los seintos, la armadura era usada por Junini.
-Cubito… - le dijo su novio super emocionado – Nos vamos a casar.
Todo mundo adivino las palabras que la bola sado ahogo.
Saga rio malévolamente.
-Ahora, por la autoridad de Patriarca que Athena me confiere… - Athena estaba bronceándose con los bronceaditos en el crucero del Mediterraneo – comenzemos.
Kanon se acerco con un incensiario, que hizo toser y llorar los ojos a Camus. Puto incienso, y putos todos.
Esa mierda de boda no era legal, estaba seguro y lo denunciaría en cuanto lo sacaran de la silla de Hannibal. Bueno, después de arrancarle un pedazo de un mordisco a Milo, Saga, Kanon y todo aquel que se atreviera a intervenir mas directamente.
Mu, que veía en su futuro cercano la probabilidad de una boda como esa, estaba serio y compadecia a Camus, pero como en las doce casas, Asgard, Poseidon y las películas, no hacia nada.
Dita flipaba de ver a la perra frígida en semejante papelazo, y a Shaka las bodas, ajenas o propias, se la chupaban, por lo que asistia con los ojos cerrados, nomas por no descombinar, como Shura, que vestido con la sapuri de sus horas con Hades, llevaba en honor del luto de Maruja.
Kanoncienta, la perra, lo veía con sorna mientras le ponía el lazo de flores, listones y encajes, uniéndolos en un símbolo de infinito a Milo y a el.
-Los votos. – indico Saga.
Milo, todo emocionado, temblando como chihuahua y lagrimeando como conjuntivitico:
-Cubito, prometo amarte y respetarte…
Los ojos casi le dieron vueltas como pollo en la rosticería. ¡¡¡¿¿¿Respetarlo!!!??? ¡¡¡¿¿¿Asi!!!???
-… todos los días de mi vida y en la que sigue y en la que sigue y en la que sigue y en todas mis reencarnaciones presentes y futuras.
-Pasadas. – apunto Kanoncienta.
-Presentes y pasadas.
-Pasadas y futuras, que no eres el puto Charles Xavier.
-Pasadas y futuras. Kya! – abrazo a Hannibal – Es que te quiero tanto cubito, tanto tanto!
-¿Ahora como les ponemos los anillos? – pregunto Kanon.
“¡Sueltenme, suéltenme el dedo y verán como los congelo, putos!” , gritaba internamente Camus.
Saga saco un par de collarcitos, cadenas de oro con anillos de oro ensartadas en ellas.
-¡Que bonitos! ¿De donde los sacaste? – pregunto el novio de atención dispersa.
-De la colección de la madre de Shion.
-¡Pero que bonitos! Y hasta tienen su grabado…
-¡Anda! – exclamo Shura - ¿No serán los anillos de Sauron?
-No seria raro, porque mi abuela también andaba en el Monte del destino. Digo, de la ira. En el Yomotsu, pues. – se impaciento Mu.
-Tienen grabados los nombres de los novios y la fecha de la boda. – sentencio agria Kanoncienta.
Camus la miro aun mas feo. Aun mas feo cuando le paso el collar con el anillo a Milo y este se lo paso por su pobre y enrejada cabeza. Luego, en un total abuso de poder y forzamiento de la ceremonia, de sus manos atadas en un guante de box térmico sostuvieron la cadena, Milo metio la cabeza y los anillos quedaron intercambiados.
-Yo los declaro marido y marida, porque tu turra es medio machorra, Milo.
-¿Ya puedo besar a la novia?
-Si te atreves.
Se atrevio, profanando su babeada bola sado con un impuro osculo, aplaudido por esa bola de putos que se la pagarían, ¡como se la pagarían! Y mas, por aplaudir.
Les hecharon mas incienso, Saga y Kanon bailaron a su alrededor, hechandoles petalos de flores y arroz, luego los hicieron brincar una escoba, el trinche de la armadura de Libra, subieron a Milo en una silla normal y los bailaron arriba como si de boda judía se tratase, y asi los llevaron, entre pitos y flautas, y un fotógrafo de verdad tomando las fotos, a la sala del banquete, que era la piscina del Patriarca, en la que ya Shion flotaba en una camita hinchable, con lentes de sol, bikini y una piña colada con popotito.
Del pastel de bodas, ni el recuerdo, naturalmente.
Los seintos cambiaron las goldo clothes por las swiming clothes y en traje de baño se lanzaron a la piscina, riendo, chapoteando y comiendo a la orilla del agua.
El cubito no podía pensar en una boda mas indigna, lloraba de ira.
-Awww! Mi amor – se le acerco Milo – Tu también estas conmovido. ¿Ves como si fue bonito casarnos? ¿Quieres que te aviente por el tobogán?
Habian instalado uno, para la ocasión, y la silla de Hannibal Lecter pasaba. Pero no flotaba. Tuvieron que sacarlo del agua entre cuatro goldo semes. Milo le dio mas palmaditas.
-¿Quieres que te ponga tu traje de baño?
-¡No lo desamarres! – exclamo Aioros.
-Si, recuerda, a las doce de la noche nos prestan la bodega donde hacían las pruebas nucleares para Chernobyl y ahí lo soltaremos. – Recordo Saga, que no pensaba estar en la misma dimencion luego de transportar a la feliz pareja al silo por otra.
Hicieron sándwiches, pero de comida, y no de a tres (aun). Dohko le sobaba la barriga a Shion, que parecía embarazado de cinco meses, tantos como pisos tenia el pastel y Mu y Shaka flotaban juntitos en una cama, muy acaramelados, mirándose tiernamente y compartiendo una bebida con dos popotes.
Dita usaba la tanga mas pequeña que pudo encontrar, a juego con un corpiño de triangulitos que le tapaba los pezones y poco mas. Mask usaba un speedo muy ajustado porque su ropa se la habia elegido Dita, como siempre, y se preguntaba a que sabría tomar un coctel cuyo popote pasara por entre las nalgas de Aioria, que bronceado y embutido en un bañador también muy pequeño (de cuando era pequeño) acosaba a Aioros.
La luz disminuia y la temperatura del agua aumentaba. Shaka y Mu, sonrojados y con gotitas de agua en el cuerpo comenzaban a acariciarse.
-¡Es hora! – anuncio Saga, y Shaka y Mu creyeron que de bajarse los calzones.
Pero no. El patriarca negro, es decir, Kanon en short de baño negro con ribetes de patriarca sostenia el ramo. Se lo detuvo junto al guante de box al cubito y dijo:
-Uy, me voy a dar el gusto de hacer la aurora execution.
Execution era lo que le iba a dar en cuanto pudiera, prometían los ojos diabólicos de Camus.
El ramo le cayo a Dita, que lo abrazo contra su pecho y se prometio que su boda con Mask seria la mejor de todas.
Saga llevo a los novios a otra dimensión, se despidió de Milo por si las dudas y se llevo a si mismo y Kanon a otra dimensión, una otra de a deveras, donde Camus no los encontrara.
Continuara...