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:Vidas Vinculadas: por DionSan_95

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Notas del capitulo:

Aquí regresando con buenas noticias XD, me he salido de mi Hiatus, demasiado tiempo sin publicar y no puedo dejarlo así. Lo que significa que este fic tendrá un par de actualizaciones más. Yeaahh…

Les explicare, publicare todos los viernes, poseo 8 fics activos y 0 terminados, y digo cero por que los One-shots que eh hecho no cuentan XD. Entonces, cada viernes actualizare alguno de mis muchos fics, dando prioridad a los más antiguos. Para las lectoras que leen varios de mis fics, espero que estén ansiosas por leer porque vengo con bastante material.

Ahora sí, comiencen a leer.

 

Cocina peligrosa

Dudas del corazón

Familiaridad 

Capítulo 7: Confusa Convivencia   

 

 

 

Abrió los ojos de un solo golpe cuando escucho un ruido tan estruendoso que pensó que la casa se podía derrumbar. Bajo las escaleras del segundo piso sin importarle que todo lo que tuviera encima fuera un short de pijama y unas pantuflas, casi se desmayándose cuando ve la cocina llena de un humo negro que salía de la estufa.

 

- bo… bo…bomberos… ¡hay que llamar a los bomberos! – nervioso y con las piernas temblando salió corriendo a ubicar su celular…

 

¿Qué habías hecho Nishinoya?

 

- no te preocupes Asahi, ya lo tengo controlado – Nishinoya sale de la anda y con pose heroica saca un extintor, comenzando a apagar las llamas de la estufa, algo exagerado para la situación, pero bastante efectivo.

 

Después de tres roseadas más, por seguridad, los humos se calmaron y pudieron conversar…

 

- ¿¡Qué estabas intentando hacer!? – Asahi estaba furioso ahora que no corrían peligro.

 

Nishinoya no sabía cocinar, ni barrer, ni lavar, ni fregar… lo comprobó las primeras dos semanas de “feliz” convivencia. Asahi no tenía ningún problema con eso y le dijo que se encargaría de todo como venía haciendo, no lo presiono ni nada, por lo que no entendía ese afán del omega en querer ayudarlo en lo que era pésimo. 

 

- eh, bueno… Akiharu menciono ayer que quería probar Mushipanes y quería intentar hacerlos para sorprenderlo – Asahi se acercó a la olla y vio que lo que quedaba de los mushis era una masa pastosa y deforme de color gris oscuro. – pero no quedaron bien -

 

No tenían salvación…

 

Suspiro, exhausto de tener que tratar lo mismo con su testaruda pareja. Observando el rostro de decepción del más bajo y algo dentro su alfa se puso ansioso, no quería ver a Nishinoya poniendo esa cara, le daban ganas de abrazarlo. 

 

- ¿Qué paso? – la voz infantil asusta a ambos y hace a Asahi alejarse un poco de Nishinoya. Habían despertado al pequeño, de seguro demasiado escándalo.

 

Ambos padres entraron en pánico, Asahi tapa la olla mientras que Nishinoya decide distraer al niño para que el alfa pudiera deshacerse de ese desastre…

 

- no pasó nada, solo estábamos pensando hacer unos onigiris para el desayuno – claro algo rápido y sencillo.

 

- la abuela dice que comer muchos onigiris es malo para el crecimiento y que por comer muchos, Noya-chan quedo así de chiquito – Nishinoya se descompone al instante, era lo único que le salía decente y esa vieja bruja le metía cizañas a su hijo para que pidiera otras cosas, además de que le gustaba remarcarle su estatura… como detestaba a esa mujer.

 

No le importaba pensar eso de su suegra, sabía que el sentimiento era mutuo.

 

- bueno… entonces comeremos otra cosa –

 

- no importa – negó con la cabeza luego de tomar la mano de su padre omega – a mí me gustan los onigiris de Noya-chan – y le sonrió encantador.

 

A Nishinoya se le iluminaron los ojos como niño pequeño y abrazo a Akiharu lo más fuerte que podía, definitivamente su pequeño hijo era el mejor.

 

Para cuando Asahi se deshizo de los desechos tóxicos ya tenía otro problema con que lidiar, se suponía que Nishinoya había aprendido la lección por casi quemar la casa, pero contrario a lo que espero estaba allí de nuevo, con fuerzas revitalizadas y dictaminando que haría el mejor desayuno posible para Akiharu.

             

 

-.-                                                                                                                             -.-

 

 

Kuroko parpadeo un par de veces cuando noto una mano moverse frente a su rostro.

 

- ¿Qué acaso no piensas ayudar? – El alfa tenía el ceño fruncido, había llamado al maestro un buen rato y nada, Kuroko estaba raro desde hace días, hasta alguien como Kagami podía notarlo – ¿me estas ignorando? -   

 

- claro que no – respondió normal, pero al pelirrojo le sonó a sarcasmo.

 

Era un día realmente caluroso, hubiesen sabido que haría tanto calor y no deciden hacer la mudanza. Pero el alfa no quería darle tiempo de sobra para que el maestro reflexionara y se echara para atrás.

 

Así que allí estaban, un Kuroko distraído y un Kagami sin camisa, que subiendo y bajaba cajas por las escaleras, sudando demasiado… es en ese momento que los ojos del peli celeste bajan por la figura de un molesto alfa.

 

- oye, oye… tus ojos aquí – apunto hacia su rostro con el ceño fruncido – no te hagas el inocente Kuroko… ¿Qué te dije? – el omega sonríe.

 

- que me harías el favor de subir el resto de las cajas por las escaleras mientras que yo tomo el ascensor – al alfa le subió una vena por la frente antes de sujetar la cabeza del más bajo con una sola de sus grandes manos.

 

- claro que no idiota – lo despeluco un poco antes de cederle unas cuantas cajas. – No creas que te aprovecharas porque somos… – Kagami se cortó en cuanto se dio cuenta de lo que iba a decir. Un silencio incomodo se formó y Kuroko le miró fijamente con esos intensos ojos azules, esperando a que el alfa escupiera lo que pensaba… Kagami sabía que estaba en una relación, pero admitirlo en voz alta era algo que jamás había hecho antes, en definitiva no lo pensó bien – yo… bue, bueno yo… subiré estas por mi cuenta, de seguro tomara una vida si las subes tú –

 

Kagami termino huyendo a gran velocidad por las escaleras.

 

- cobarde – bufo el otro.

 

El omega suspiro y soltó una sonrisa ligera… tenía que admitir que esa timidez del alfa era un aspecto que le desesperaba y le encantaba de igual manera.

 

Kagami Taiga, el intrépido Bombero cabeza hueca, era valiente, audaz y decidido. Pero Kuroko descubrió que cuando se trataba de ellos dos, el alfa era alguien totalmente distinto, Kagami era cuidadoso, detallista y amable... más de lo que el omega pudiera desear, más de lo que pudiera merecer.

 

El alfa se había ganado su confianza, lo cual no era nada fácil, nunca pensó que volvería a confiar en alguien más, no después de tanto tiempo que tuvo desconfiando de la gente.  

 

…entonces si estaba tan seguro… ¿porque no podía sacarse las dudas de la cabeza?... ¿Qué ocurriría si se estaba equivocando con el bombero?... ¿si Kagami tan solo era una fachada que el mismo se inventó?...

 

…¿y si Akashi tenía razón?

 

 

 

-.-                                                   Flash Back                                                        -.-

 

 

 

- ¿Qué tanto sabes de Kagami Taiga? – pregunto de la nada.

 

- esto era para firmar el contrato de tutoría, no involucraba más… no te aproveches Akashi-kun – responde cortante el peli celeste.

 

- no lo hago Tetsuya… - Había logrado que el omega estuviera a la defensiva, no podía culpar a Kuroko, tenían una historia truculenta – me preocupo por ti – le extendió un sobre de manila.

 

Kuroko dudo antes de tomarlo... pero aun así lo abrió, habían bastantes fotos de él, de los lugares en donde había estado, en su trabajo, restaurantes y con personas que conocía, sus compañeros de trabajo, vecinos y Kagami…

 

- todo el tiempo tu sabias… –

 

- ¿Dónde estuviste?... claro que lo sabía, no podía dejar que te pasara algo malo, tenía que protegerte, aun si era de ti mismo – Akashi se sentó a su lado – si pudiste irte es porque yo considere prudente que te alejaras de Aomine –

 

- no puede ser… eres un… – unos dedos sujetaron su barbilla y forzaron a Kuroko a ver al alfa a los ojos.

 

- no Tetsuya… las malas palabras no te quedan – sonrió con arrogancia - si hubiera querido que regresaras te hubiera mandado a buscar de inmediato – los ojos de Akashi mostraba determinación.

 

- ¡no tenías derecho de entrometerte así Akashi-kun!... – empujo al alfa, alejándose de él.

 

- ¿Quién crees que te permitió salir de Japón en primer lugar? – Akashi sonrió con prepotencia - ¿pensaste que dejarían salir del país a un omega soltero y sin autorización?... en especial con esa condición tuya tan delicada… ¿O cómo crees que los demás no te encontraron hasta ahora? – Akashi no se movió, no necesitaba hacerlo, no era un alfa que se valiera de violencia o tratos bruscos y nunca lo necesito para dominar a otros – Si tienes todas esas libertades es porque yo te las otorgue Tetsuya… yo te advertí que esto pasaría si tomabas esa decisión –

 

Un Akashi nunca perdía, en especial Seijuro.

 

- eres un asco – Kuroko se levantó de allí con impotencia, el aura que expedía el alfa lo estaba asfixiando, lo confundía y obligaba a su cuerpo a actuar sumiso, Kuroko quería alejarse de eso.

 

- antes de que te vayas te diré lo que quieres saber… sobre esa foto de Kagami y ese chico – el omega detuvo sus pasos abruptamente…

 

Claro que Akashi lo sabía.

 

Era una foto simple, pero que dejaba mucho a la imaginación, eran el bombero con otro chico, uno más bajo, delgado y esbelto… era un omega. Alguien que podía ser importante para el pelirrojo por cómo se abrazaban y sonreían en aquella imagen.

 

Parecían incluso ser pareja.  

 

- no hay nada que digas que me interese – pero sus palabras no coordinaban con sus acciones, seguía parado allí.

 

- ¿eso crees? - 

 

 

 

-.-                                               Fin del Flash Back                                                 -.-

 

 

 

No negaría que estaba asustado, si bien a lo largo de su vida conoció a muchos alfas, pero esta vez era diferente, esta vez viviría con uno, compartiría sus días y noches con uno, su espacios, sus cosas, su mascota… su celo… era aterrador solo pensarlo.

 

Ni siquiera cuando pequeño hizo algo como eso, ya que sus padres eran betas y su abuela una omega.

 

El sonido de las puertas del ascensor lo despabilan, cierto, aun tenia cajas que subir… pero una vez que sujeto una no pudo avanzar dentro del aparato. Bufo, arrugo el ceño y forzó la entrada, hasta que estuvo a punto de que se les cayeran las cajas.

 

- ¿necesitas ayuda? -    

 

Una mano impidió que sus cajas cayeran y que eso se volviera un desastre, entonces llevo su mirada hacia al alto sujeto de sonrisa amable, no había contestado cuando el más alto ya comenzaba a subir el resto de las cajas al ascensor.

 

- gracias… pero no era necesario – le dijo tratando de no parecer un desconsiderado.

 

- tal vez, pero tu cara decía que necesitabas un empujoncito –

 

Kuroko alzo una ceja, era imposible que su cara dijera algo así, él no era de expresiones claras, es más… carecía de expresiones. Pero la sonrisa de ese alfa era tan inauditamente amable que el omega sintió que sería una grosería rechazar la ayuda…

 

 

Makoto de vez en cuando se paseaba por el apartamento de Haruka por que le preocupaba que si lo dejaba mucho tiempo solo le pasara algo, no era que no confiara en el omega, era solo precaución. Eso llevaba a que Haruka le reclamara, pero a Makoto no le importaba si le molestaba, siempre le perdonaba si le llevaba un plato de caballa.

 

Él siempre fue un alfa amable y protector, era su instinto, tiene dos hermanos menores que son omegas, así que si veía alguno algo en él se activaba…Aunque con Haruka era un tanto diferente… Lo que hacía con Haruka no lo haría por nadie más y tampoco dejaría que alguien más lo hiciera por él, por eso sus pies se aceleraron al ver que ya estaba cerca de donde vivía el omega.

 

Y a pesar de que quería llegar con Haruka lo antes posible, Makoto siempre seria amable al ver a omegas desprotegidos… o al menos esa fue la impresión que le dio el chico de ojos celestes y cabellos del mismo color, todo delgado y pálido cargando unas cajas muy pesadas.

 

Tardo más tiempo en convencer al chico en ayudarlo que la ayuda en sí.

 

- solo te ayudare a bajarlas del ascensor… después lo dejare en tus capaces manos ¿está bien? – el más alto parecía ignorar las negativas y aunque Kuroko se empeñara en ir solo, este lo acompaño hasta su piso. - ¿a qué piso vas? –

 

- al diez –

 

- qué casualidad, yo también – y una vez que el peli celeste se resignó una conversación amena comenzó.

 

 

Kagami salió de nuevo de su apartamento, siendo seguido por un pequeño cachorro, eso le hacía fruncir el ceño, a pesar de que le dijo a Kuroko que no quería tener a ningún animal cerca, en especial a perros. Termino por aceptar que Nigou viniera con ellos… en definitiva Kuroko le hacía hacer cosas estúpidas.

 

El pequeño cachorro soltó un ladrido y el alfa respingo por instinto.  

 

- Kagami-kun – la voz de Makoto salió con sorpresa.

               

- Tachibana – la del otro sonó irritada.

 

Makoto sonrió y sudo frio, no necesitaba ser un experto para saber que había hecho algo malo… el olor de Kagami era sutil, pero claro, lo quería espantar y cuando miro al omega a su lado supo por qué.  

 

- gracias, Makoto-kun… - Kuroko sujeto sus cajas, ignorando el ambiente de incomodidad que se formó de repente – si necesitas de algo puedes venir a tocar al apartamento –

 

- si bueno… de nada – sintió el gruñido del pelirrojo por lo bajo, obviamente advirtiéndole que no se metiera en su territorio, eso incluía tocar su puerta.

 

Pero la amenazante actitud de Kagami se fue en cuanto sintió como sus piernas flaqueaban… Kuroko le había dado en las canillas perdiendo su equilibrio y su pose de alfa orgulloso.

 

- ¡rayos Kuroko! – le hizo perder su pose amenazante.

 

 

Makoto suspiro al ver que la pareja se iba al departamento, el omega sonriendo de lado mientras el alfa le seguía a regañadientes. Se había dado cuenta de dos cosas en ese momento. La primera que Kagami era vecino de Haruka, lo cual no sabía si era algo bueno o malo... la segunda es que jamás espero que Kagami fuera un alfa con pareja, era extraño, porque nunca le había escuchado hablar del omega.

 

Al final dejo el asunto ir mientras seguía su camino.

 

Ubico el apartamento 103 y cuando lo encontró hizo el ademan de tocar la puerta, pero se detuvo, mientras su mano giraba la perilla, para descubrir que la puerta estaba abierta.

 

- otra vez lo hizo – arrugo el entrecejo.

 

Esa era una de las razones por la que el bombero se empeñaba en ir a visitarlo, dejando la puerta abierta como lo hacía cualquiera podía entrar y no importaba quien se lo dijera, Haruka pareciera no querer entrar en razón.

 

Ingreso al apartamento, que estaba en silencio y eso lo alarmo un poco, el omega vivía con un niño y dos bebes, era imposible que todo estuviera en silencio, sus instintos se encendieron comenzando a buscar al mayor por su olor.

 

Pero no olía el miedo, al contrario, los tres estaban allí, relajados.

 

- Haru… Haru -

 

- Shhh –

 

- ¿Haru? – sobre el sofá una mano apareció haciendo señas de que se acercara… - dejaste otra vez la puerta abierta – aunque sabía que reprenderlo no haría que le hiciera caso. – cualquiera puede entrar y… -

 

- Shhh… están durmiendo – repitió para que el alfa guardara silencio. – Además, si la cerraba harías ruido y los despertarías – Haruka se echó todo lo largo que era sobre el mueble, cerrando los ojos algo ojerosos por la falta de sueño. Sintió como el alfa se sienta a un lado de él y miro la expresión huraña que ponía, sonriendo ligeramente – oye, no pasó nada… así que quita esa cara que no te queda -

 

Sus ojos verdes ven justo en medio de la sala a tres niños dormir plácidamente entre colchas.

 

- ¿te dieron mucho trabajo? –

 

- Hibiki aún se despierta incomodo en las noches… y cuando el llora Misame llora también… son bebes muy ruidosos – Makoto acaricia con un dedo la mejilla del bebe llamado Misame, ambos hermanitos eran morochos, por lo tanto era fácil diferenciarlos.

 

Misame era de escasos cabellos marrones y de piel clara, de ojos verdes y de regordetas mejillas, mientras que Hibiki tenía una abundante melena oscura y ojos aguamarinas… y así como eran diferentes en apariencia sus personalidades contrastaban. Sabia por lo que le contaba el omega que Hibiki era ruidoso y caprichoso, mientras que Misame era tranquilo y calmado… tan considerado era que cuando Hibiki lloraba por algo, este lo seguía.    

 

- todos los bebes lo son – Makoto sonríe con algo de ternura y Haruka se acerca al más alto con sutileza, recostando su frente de la amplia espalda.

 

– te tardaste mucho –

 

- lo siento… no lo volveré hacer –

 

Y es que Haruka era alguien sumamente orgulloso y Makoto era el único al que pedía ayuda, el único con quien se sentía cómodo, también era quien más lo entendía. Tal vez fueran los años conociéndose o algo más que una fuerte amistad pasaba entre ellos, pero lo cierto es que ninguno podía estar separado del otro por mucho tiempo.

 

 

-.-                                                                                                                             -.-

 

 

Los sonidos de su la puerta eran muy insistentes, solo por eso decidió ponerle pausa a la película y levantarse de su cómodo sofá para abrir la puerta. Jamás espero encontrarse a Hinata en su puerta.         

 

- Maestro… necesito su ayuda – hizo una exagerada reverencia mientras se veía azorado. Vio a su izquierda al chibi haciendo lo mismo. – siento decírselo de repente… de verdad lo siento -

 

- oye… cálmate, sabes que no es necesario que hagas esto… como mi pequeño discípulo claro que tu gran maestro te puede hacer un favor – se recostó de la puerta y cruza los brazos de forma relajada, como siempre lo había sido - ¿Qué ocurre? –

 

- es que mi hermana no puede cuidar de Koji y me salió una emergencia… si pudiera tenerlo por unas horas, lo vendré a buscar en la noche… por favor maestro – cierra sus palmas, pidiéndole el favor con mucha desesperación.

 

El más alto no hace más que suspirar.

 

Bokuto había conocido a ese niño hace aproximadamente un año, literalmente lo había adoptado como una clase de discípulo, no sabía que era, si era su personalidad o que era un padre soltero que luchaba con todas sus fuerzas por salir adelante, o tal vez su corazón de pollo que era débil con los omegas en esa situación… pero vio esos dulces ojos marrones y no pudo negarse.

 

- bien, bien… cuidare del chibi… -

 

- gracias, gracias maestro… le debo una –

 

No pregunto demasiado, dejo que el peli naranja se despidiera del chibi para luego entrar con la visita.

 

- Ayumu está en la sala… estábamos viendo una película –

 

- gracias maestro – tan parecido a Hinata, pensó.

 

No era la primera vez que chibi se quedaba con él, así que no le sorprendió cuando el niño salió volando de su lado hacia la cocina, como si de un resorte se tratara. Sonrió al escuchar las risas desde el pasillo.

 

Volvió a la cocina y puso en el microondas otro tazón de cotufas antes de ir a la sala emocionado.

 

- ¡no se vale divertirse sin mí! -

 

 

          

Continuara…

Notas finales:

Para las que adoran el MakoHaru, aquí les di una pequeña ventanita, no significa que Haru se quedara con Makoto, pero lo prometido es deuda, y yo tengo muchas que pagar XD.

 

Creo que de los hijos de los personajes mi favorito es en definitiva Akiharu, no se me hace reír y es adorable. Quiero poner más de ellos nada más para escribir de ese revoltoso.

 

La cosa entre el KagaKuro se pone jocosa, es que siempre veo a esta pareja en extremo melosa y no quiero drama desde el principio, así que una vez pasando la parte rosa Kagami y Kuroko ahora tendrán que demostrar que merecen estar el uno con el otro. No se los dejare facil XD.

 

Sé que la última parte parece relleno, pero no lo es.

 

Nos leemos, chao. 


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