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Habitación 271 por Nicole Prince

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Notas del capitulo:

¡¡Espero que os guste!!

3º capítulo: 2 días en el Grandline.

 

Riiiiiiiiing Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiinng Riiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiinggg

 

-          “¿Ring?” – Piensa Eutass Kid aun con la mente adormilada. - ¡Ring hostias! – Y tanteando un poco consigue darle una patada al aparato del demonio que lo había despertado.

-          Vaya, Eutass-ya, buenos días a ti también – le dice Trafalgar Law con tono burlón.

 

Aun medio dormido, Kid abre un ojo para observar a un Trafalgar  ya despierto, duchado y a medio vestir. El uniforme del internado GrandLine consta de camisa blanca y pantalones negros junto a una corbata negra y azul cobalto, pero de vez en cuando algún estudiante la modificaba ligeramente, siempre y cuando los profesores se lo permitiesen.

Pero en ese momento, su compañero de habitación únicamente vestía los pantalones negros y calcetines blancos mientras terminaba de hacer su cama. Esto permitía a Kid observar los extraños tatuajes que recorren todo su cuerpo. Pero no solo eso, sino que, aparte de darle una bonita panorámica de su trasero, cada vez que Law flexionaba un musculo o hacia un movimiento, Kid podía ver como sus músculos se contraían y relajaban bajo la morena piel. Quien le iba a decir que alguien tan delgado podía estar tan bien formado. Sonriendo y sin avergonzarse de sus pensamientos, el pelirrojo vuelve a cerrar el único ojo que había conseguido abrir hasta ese momento y se acurruca en su mullida cama.

 

-          No me digas que tienes la insana costumbre de madrugar, delgaducho –

-          ¿No me digas que te interesas por mí, Eutass-ya? Tengo clases de mañana, además, me gusta madrugar, pedazo marmota.-

-          Beh…- Kid bufa ante esa frase del moreno. Si hay algo que Eutass Kid no soporta, es madrugar.

 

No pasa mucho tiempo antes que el pelirrojo escuche la puerta cerrarse y solo un poco más antes de que se vuelva a dormir.

Para Trafalgar Law tener las clases de mañana era una ventaja. De normal, ya duerme poco y suele ingerir grandes cantidades de cafeína, lo que le facilita bastante todo. Además, le gusta levantarse pronto, darse una buena ducha e ir a desayunar con tiempo. Bueno, su ‘desayuno’ únicamente constaba de un gran café humeante con mucho, mucho, azúcar. Tras las clases, que siempre se le pasaban volando, había cogido la costumbre de ir al área deportiva del internado. No es que el fuese un gran atleta, la verdad, pero un poco de cinta o de bici estática, siempre le ayudaba a relajarse.

Alguna vez ha visto a Kid, aunque pocas veces coincidían en el horario. En el deporte, como en casi todo, eran completamente diferentes. El pelirrojo podía pasarse horas allí dentro, siempre rodeado de un grupo de amigos; aunque más bien parecían su grupo de animadoras personal. Y siempre llamando la atención de alguna que otra chica… o chico.

Law aun recordaba aquella vez en la que el muy animal del pelirrojo se aprovechó de un descuido suyo, para subirle la velocidad de la cinta y por su culpa se cayó de culo delante de todo el gimnasio… pero él se la devolvió encerrándolo en el vestuario.

 

-          “Nunca he llegado a saber cómo salió de allí… quizá luego le pregunte.”- piensa Trafalgar mientras se dirige hacia el gimnasio.

 

Este año, para su sorpresa, se había apuntado a una actividad de artes marciales: Taekwondo. Normalmente, el moreno trataba de alejarse de las grandes masas de gente, no le gustaba mucho estar rodeado.

 

-Eutass Kid por otra parte-

 

Después de dormir hasta bien entrada la mañana, fueron los constantes rayos solares quienes al fin consiguieron despertar al pelirrojo. Desperezándose cuan largo era y rascándose los abdominales por debajo de la camiseta del pijama, Kid bostezó con la boca bien abierta. Echando un vistazo a su móvil se dio cuenta, primero, que tenía dos llamadas perdidas y segundo, que en diez minutos debía estar preparado.

 

-          ¡Joder!- Sin cortarse ni un pelo, Kid empieza a quitarse el pijama y a desperdigarlo por ahí mientras corriendo se mete en la ducha.

 

5 minutos después, con el pelo húmedo y una tostada en la boca, se veía al pelirrojo correr por los jardines dirección a su clase nueva: Taekwondo para principiantes.

 

 

 

 

Lo veo llegar y mentalmente empiezo a rezar. SeñorDiosMio, no podía ser, una actividad, una sola actividad a la que me apunto por mi cuenta, para tener un rato en paz y tenía que estar EL; Mi infierno en la tierra, mi ejecutor, el que me hace mártir… un toca huevos.

 

 

Cuando llegue a la sala no podía creer lo que veía. Kid, el ‘meencantalucirme’, también se había apuntado a Taekwondo ¿sería capaz de llevar a cabo una actividad que requiera coordinación? ¿Él? ¿Hacer dos cosas a la vez? ¡Y además solo!

 

La tensión se podía palpar en el aula, grandes auras negras rodeaban a nuestros dos protagonistas, lo que causaba que el resto de alumnos ni intentaran acercarse a ellos y los observaran de lejos, mientras cuchicheaban. Por otra parte, tanto Law como Kid andaban cada uno metido en sus intensos pensamientos, apenas si se enteraban de lo que el profesor les explicaba. Rabia, frustración, incomprensión, todo se mezclaba en el alma de nuestros protagonistas que no entendían el por qué de sus sentimientos. De todas formas, gracias a su buena condición física no les era difícil seguir las actividades propuestas y pronto se colocaron entre los mejores alumnos. Cosa que hubiese sido genial de no ser porque eso ocasionó que les emparejaran en los ejercicios grupales.

Hasta el más tonto, que digo, hasta Luffy con su más tierna inocencia, podría haber visto que la tragedia estaba cerca de ocurrir. Law no era de complexión fuerte, más bien era delgado y de huesos no muy grandes. Pero lo compensaba con rapidez y una fuerza que realmente no parecía que tenía. Kid, en cambio, era más grande y quizá, mas fuerte, pero su gran tamaño a veces le volvía un poco patoso y lento para reaccionar.

Durante toda la clase habían conseguido estar más o menos igualados, hasta el punto que Kid, olvidando que debía controlarse, había comenzado a utilizar la mayor parte de su fuerza.

Y la tragedia llegó.

No quedando ni diez minutos de clase, se encontraban todos haciendo combate libre, para practicar lo que habían estado aprendiendo hoy. Se suponía que las parejas debían hacerlo de forma relajada y sin violencia, solo practica. Pero como ya supondréis, ni Kid ni Law escucharon esa última parte. Y ahí estaban esos dos, utilizando la rabia para guiarse, todo impulsos en sus acciones.

Un Baldal Chagui ejecutado por Kid.

Law lo esquiva, sin dificultad.

Pero Kid ejecuta un Dollyo Chagui que Law, por una cosa o por otra, se ve incapaz de esquivar.

 

Y sin comerlo, ni beberlo, el desastre explota en la clase Taekwondo para principiantes.

Narrado por Kid

Me había sentido frustrado y muy cabreado desde el principio de la clase. No sé porque este enano me saca de quicio nada más con mirarlo a los ojos. Pero esto no es lo que buscaba, desde el principio habíamos estado igualados, es jodidamente rápido para lo débil que parece y su fuerza no es poca ¿por qué no ha esquivado ese último golpe?

Me había sentido feliz de haberle dado un buen golpe al fin, pero cuando lo he visto caer de espaldas y golpearse contra la pared me he quedado helado. De momento ningún de mis músculos querían moverse “¡levanta joder! ¿Qué haces ahí tirado?” Y de momento, todos estaban a su alrededor, salía sangre de algún sitio ¿Quién sangraba?

Y es que a veces puedo ser muy gilipollas.


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