Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

12 BESOS DE NAVIDAD por Mariposa23

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Día Nº6-Cena. De Navidad_ Beso con la cena (HanniGraham)
Navidad estaba a unos das de llegar. No q fuera una fiesta trascendental, no para l.
Pero si era una excelente oportunidad, para preparar una, deliciosa “Cena de Navidad” y la suya siempre se haba caracterizado por ser, irresistible. Con orgullo poda presumir de sus ttulos, culinarios.
Y para esta navidad, planeaba un plato, exquisito.
La compaa era digna, lo mereca.
La noche de 24, de diciembre, estara enteramente reservada, para Will Graham y l. Una cena ntima, q, quien sabe, podra acabar con, “la estrella sobre el rbol”. Cerrando con broche de oro.
Y para la noche del 25 de diciembre invitara Jack Crawford.
Ambas cenas serian, verdaderamente interesantes…
La casa deba ser, preparada correctamente.
Con discretas guirnaldas, y un pino fresco, esparciendo su natural aroma por el ambiente, y a su alrededor, adornos, en la escala de los dorados; dndole brillo eh incandescencia al rbol.
Y un discreto, pero muy hermoso diseo de nacimiento; muy parecido a las pinturas renacentista de Italia.
Con una corona de guindas y ramas lisas de madera, decorando la entrada de la puerta.
Y sobre todo la cena.
Un gordo y jugoso pavo…
Una tradicin poco elegante, pero. Si todo un reto para la alta cocina de Hannibal. Sobre todo, el psiquiatra, quera hacer sentir cmodo y familiar Will, q mejor q con la tpica cena q se acostumbraba para estas fechas.
Con el q esperaba Will le pudiera ayudar…
Como lo tena previsto el seor Graham, llego unas horas antes de lo agentado. Ya tpico entre los dos, el acortar o alargas tiempo. Aquella inestable criatura q era Will, lo comprenda demasiado bien, de forma meramente inconsciente eh instintiva. Como si fuera natural el comprenderse, el leerse el uno al otro…
Will ya no pareca sorprendido de q lo esperara. Lo q si lo admiraba, era el decorado elegante; y como fracasaba en su intento de dar luz y calor, a toda la casa oscura, a la sala color cobalto. Casi era gracioso, casi se volva un bufn la navidad. Uno q no hacia rer por q no cumpla con su cometido de dar “alegra”. No al menos a la casa de Hannibal.
Will en su mente asocio ese dorado rbol con, los cabellos color miel de su dueo.
Esos delicados cabellos, deberan ser tibios, y deberan ser receptivos a cosas buenas, a buenas energas, porque aparentaban eso. Pero ni aun siendo tan apetecibles al tacto, podan dar calor, a aquella fra mente q tenia Hannibal.
Aun as, le ayudo a terminar de cocinar la tpica pero ahora, sofisticada cena.
Cuando Hannibal, le invito para pasar, la navidad en su casa, no tuvo por q negarse.
Era su doctor despus de todo, era alguien de confianza. Y l estaba solo.
Acurrucarse junto a la sombra ms oscura, en una eterna noche, amenazante y silenciosa.
No pareca tan mala idea.
Hannibal le guio toda la noche. Togado sus manos, y despertando sentidos en su cuerpo.
Hacindole cortar con cuidado, la carne del animal. Mostrndole las mil y un formas q se poda hacer con la punta afilada del cuchillo adecuado.
Y aun q sus sonrisas eran sinceras, siempre haban algo de oscuridad en ellas.
En las de Hannibal y el las de Will. No en vano, eran dos caras de la misma moneda.
Will hace mucho q no recordaba una navidad as.
Tan, familiar?
H-dgame, Will crees en Santa Claus?
La pregunta dicha con tanto formalismo, desenfoco q fuera en ese sentido…
W-no, ni cuando nio; porque jams llego-Le conto con toda honestidad, aun q senta q era muy superficial la pregunta. La respuesta no tena ningn carcter semejante. Will ms bien recordaba, sus duras navidades, hediendo a pescado. Con su padre ebrio como una cuba, odiando esa poca recordando mucho a su difunta madre. Su vida, en ninguna poca del ao, haba sido fcil…
H-no sera este, un buen momento para creer un poco ms en l?
Esta vez, Will frunci en toda ley el seor.
W-no. porque, lo hara?
H-oh bueno, usted en especfico, no se... Pero yo. Yo s puedo creer en l. O en el destino. O la provincia celestial. En este mismo momento, creera hasta en los reyes magos…
W-Por qu? El regalo q tanto quera, llego?
H-ms importante q un obsequio, Will. Me llego el espritu. Ese espritu de fe, q debera haber en esta poca. El humano necesita creer Will. En algo superior a l, en un incentivo, tanto fsico, como espiritual. Este es el mo, supongo…
W-tiene sentido, doctor. Como siempre. Pero realmente usted es capaz, de creer en alguien superior?
H-el espritu de la esperanza me llego, con usted Will. Tengo q creer q es providencial el avernos encontrado, o pongo en duda, su propia existencia. Me han conmovido las fiestas q se celebran, gracias a su su mente, tan. Torturada y nica. Espero en centrar en ti, Will. A un amigo. Una alma gemela.
Will en ese momento, se pregunt. Por qu Hannibal no le confesaba todo aquello, abrazados, frente al fuego?. Desde hace tiempo, q una sensacin rara haban estado creciendo en Will. Un deseo indito por su doctor.
Will sinti el momento exacto donde todo cambio. Donde el ambiente se ralentizo y se iz borroso como en una alucinacin en la q estaba demasiado consiente.
Noto el preciso instante, donde cuernos enormes, ms grandes y negros q la noche, le crecieron de la rubia testa a Hannibal. Y aun vindole, tan, tan monstruoso; no pudo temer de l. Porque Hannibal no le asustaba por lo q le podra hacer. Consideraba q no haba forma posible de q Hannibal le daara, no sin daarse a l primero. Lo q en Hannibal asustaba, era la suficiencia, de hacer muchas cosas, mucho peores. A otros. Al mundo entero si le apeteca.
Pero algo en el frio Hannibal Lecter. Misterioso, oscuro, peligroso. Le prometa el paraso.
Will trago grueso, y se cuestion sobre si acercarse o no, a Hannibal. Lo tena enfrente. Decorando el suculento pavo, de espaldas a l…
Y seguan en esa otra dimensin. Donde cada uno poda verse as mismo, como eran realmente. Sin ms mscaras o trajes. Solo el lobo vestido con pieles de cordero. Solo el Wendigo de cuernos enormes, famlico de carne…
Sus pensamientos murieron cuando vio al doctor erguirse, y estirarse de su posicin encorvada. Dejando de hacer lo q haca. Plantndose en toda su inmensa estatura y la imagen imponente, solida, extraa, acartonada, en un traje de carne q rebalsaba del negro cuerpo con astas.
H-esta navidad Will. Tome aquello q ms desea. Ese ser su regalo de los reyes magos. Darle fe, para animarse a dar, aquel, imaginario salto…
Hannibal, como siempre leyndole los pensamientos.
Como siempre incitndolo a, saltar.
Como siempre, guiado por la voz armonioso del cuerpo oscuro, de la mano de la noche. Dejo ir su conciencia y otras cosas ms, en manos de Hannibal. La expresin en la justicia, de Will Graham.
Entonces Will no dudo. No se contuvo otro segundo ms.
Se perdi un rato en sus pensamientos. Divago lo q pudo. Pensando en q forma podra darle a los sentimientos de Hannibal. No le constaba q fueran amorfos. Pero pens q, si Hannibal sintiera; entonces sus sentimientos serian inusuales. Como una meloda, inquietante y misteriosa de fondo, armoniosa y clsica, antigua y sabida. Picante y candente. Un sentimiento q hasta podra aparentar ser superficial. Pero en el fondo, muy apasionado y desbordante. De ira y locura, de anhelo, de excitacin. La necesidad patolgica de fundirse con esa parte del alma cercenada. As de raro eh inusual seria, ese inquietante sentimiento.
Will sinti tanta ansia por comenzar. Por empezar, ya. A sentir ese tipo de torcido amor. U odio. Lo deseaba tanto, q la sangre de su cuerpo herva, caliente y desbordada bajo su piel. Probablemente Hannibal, ya haya podido escuchar el desborde de los lquidos en su cuerpo. As era l. As de inmortal, as de divino…
Y como en tiempos antiguos donde vrgenes se sacrificaban arrojndose, por los dioses, a la nada.
Will dio un paso en falso. Y otro, y otro. Hasta q estar pegado a las espaldas de Hannibal.
Con o sin cuernos, con miles o millones de cadveres a sus pis. A Will esta navidad.
No le importo.
Porque no quera volver a estar solo durante otra helada. Y como siempre, era preferible, el viejo confiable. Que nuevo por conocer…
Solo se entreg.
Tena la mente cansada y dolida como para seguir resistiendo. Cada musculo de su cuerpo, tiraba as Hannibal, el centro de su gravedad.
Y pec. Porque se enamor; fue la Eva, q mordi la manzana, cuando descubri q amaba a la serpiente, mucho ms q al resto de toda la humanidad. Al danzar en las orillas del furioso acantilado, cay demasiado profundo. Porque dejo la cordura y el alma, en manos de quien no deba, en manos resbalosas y largas de un abismo sin fin. Porque ms q confiar, l supo lo q le esperaba, y una as, se regal as mismo, como el cordero de sacrificio. Porque lo ama! Y una y otra vez, lo volvera a dar todo por l. Volvera a dar, a todos. Por l.
Senta q algo en lo profundo de s mismo se rompa y re quebraba. Eran esa mascara de aparente retencin q se craquelaba, y la piel de oveja q le explotaba por el cuerpo crecido del l lobo q era realmente. De poco, savia q en cuestin de segundos se estaba volviendo completamente loco.
Loco por Hannibal. Loco por un amor q mata. Mata a los dems y pone fin a sus trajes o sus mscaras. Hoy, 24 de diciembre, era el ltimo da lucido de Will Graham.
Y Hannibal lo saba; por eso como una muestra ms de devocin y demencia.
Sus rodillas tocaron las fras baldosas de la cocina. Se estaba sirviendo, en todas las maneras posibles. Frente a su nuevo dios, su nueva religin. Hannibal.
…l mismo, de apoco se dio la vuelta, mirndolo rendido a sus pies, el cuerpo del cordero. La taza q se rompa a s misma, todas las veces posibles. Y volva unificarse. Para ser de nuevo. La copa sagrada. El santo grial de los mostros. El recipiente del q los labios del siniestro rey de infierno cornado, bebida, la sangre de otros inocentes. Su Will Graham. Alma gemela.
Y como ultima ofrenda. Hannibal pidi sus palabras, un juramente. De voz spera. De la voz de Will Graham.
H-entonces hblame. Rectame, con tu voz, dcil y temerosa. Dime lo q daras por m, lo q daras por encontrarte a ti mismo. Pdeme, q te desnude. Que marque tu alma, como pienso marcar tu cuerpo, tambin. Desalo, y lo hare realidad para ti, como un regalo de navidad. Will, el objeto de mi amor…-una caricia helada y escamosa, una caricia de manos suaves, como lo eran los movimientos finos de las serpientes. Le recorri el rostro a Will.
Era esa su sentencia.
Will ya no se entenda del tiempo o del lugar donde estaban. Solo saba de Hannibal, solo lo poda ver a l, y sentirse embriagado por su voz, profunda y autoritaria. Solo tena deseos de seguirle.
Porque no importa el donde y el cmo. Porque entre los dos, siempre haba la posibilidad, a otro mundo. Uno donde ellos dos estaban juntos.
El palacio de los recuerdos, atemporal, distinto y alejado. De dnde? De todos y de todo. El hogar de Hannibal, el q ahora quera compartir con Will.
Por eso, Will tampoco dudo, en darle aquello q tenia para Hannibal.
Su propio regalo de navidad. Una retorcida, como ellos en el fondo tambin lo eran. Asique pidi a su propia versin de San Nicols.
W-Ame Hannibal. Ame con horrendo, y desgarrador mpetu. Toma el sacrificio del cordero entre tus manos. Y mancha. Mancha la blanca lana en rojo grana, y tela de negro, negro abismo, negro infierno. Mnchame con tus crmenes, y con la sangre de los inocentes q has callado. Mnchame tus oscuras cavilaciones q perturban. Y hazlo, por q soy tuyo. Porque has recibido mi entrega.
Pidi sin vergenzas o miramientos. Sintindose plenamente conectado a Hannibal.
Fue un momento de silencio entonces. Donde de apoco bajaban a la tierra de los mortales despus de estar suspendidos, en aquel palacio de los recuerdos. Destinando solo a dioses paganos.
Solo entonces. Hannibal, sonri. En serio. Feliz y contento. Casi normal, casi corriente, casi clido.
H-t. Will Graham. Sers mi cena de navidad.-advirti jocoso. Enserio o no. A Will solo le quedara descubrirlo.
Y tal cual prometi, se comi el festn de noche buena.
Lo devoro una y otra vez, entre sabanas grises y peles castaas.
Will fue suyo, fue su regalo, fue su sustento.
Le devoro la inocencia, con la cantidad de cosas perversas q le hiso, se comi su alma, con cada caricia, cada rose profundo q le tocaba. Y se comi su corazn.
Con un solo beso.
El beso de Hannibal, con su cena de navidad…
A la maana siguiente, Wendigo y Lobo. Fueron a visitar al seor Crawford, para un reencuentro, en 25 de diciembre.
Feliz navidad?

Fin.

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).