Y otra vez, a montar sobre el Impala y a recorrer la enorme y algo nevada carretera. Una de las muchas q haba en Amrica.
Dean ya ni sabe cul es, pero no importa. Lo q importa es la caza. Lo q importa es el caso.
Rara vez y de manera, rara, celebran, algunas festividades mundanas.
Halloween es la excepcin. La nica q ni queriendo (y no quieren) podran celebrar.
Porque el mundo decide volverse loco en un parpadeo, y tienen mucho maldito trabajo, por aqu y por all. Cazando espritus vengativos sobre todo. Y dependiendo del ciclo lunar para toparse con algn q otro licntropo. Adems de algn mostrillo clich q ataca justo por esas fechas…
Dean no est tenso, pero tampoco precisamente relajado. Nunca lo estuvo desde q Sam quedo en sus brazos. Su padre le instruyo para mantenerse siempre alerta, atento por si toda cambiaba en un par de segundos. Y a adormir con un ojo abierto, acariciando el arma con la yema de los dedos, siempre preparado para un ataque sorpresa.
En ese momento, Sam hace toda la investigacin q puede, sentado a su lado, iluminando con luz cutre unos libros y otros periodicos. Cass se aburre en el asiento de atrs, mirando por las ventanas, perdido en sus pensamientos.
Sam luce ms cansado ltimamente, no durmieron bien en toda la semana. Y Castiel, desde hace un tiempo, q tiene mirada muy triste. Sus ojos azules se hunden en la pureza de la melancola, en azul. O en celeste
Pero Dean lo prefiere as.
Prefiere a su hermano, sofocado en trabajo de mierda. Pero a su lado.
Prefiere a su ngel, con las alas totalmente rotas. Pero a su lado.
Justo hasta donde su mirada alcanza a encontrarlos. Porque entonces, solo ve lo q ama. Lo q lo hace vivir y hasta revivir.
Ve a Sam y Cass. Y los ama.
Le basta para aguantar el frio de mierda q se cuela por las pares metlicas del auto. Y el asiento as de incmodo, dndole dolor de espalda y de nalgas.
Y las putas fechas q se celebran, por las pocas de invierno.
Es navidad. O bueno, estn a una semana de ella.
Hace aos q no celebra navidad.
La ltima vez q lo hiso, fue antes de q muriera por eso del pacto por la vida de Sam q hiso. Tiene q reconocer q, aun q la intencin fuera bonita, haba sido una navidad muy, lamentable. En un motel, con Sammy y un “rbol” de porquera, adems esa navidad, fue sin Cass, as q ya no contaba.
La otra navidad q recuerda. Fue cuando planeaban comerlos, unos mostros y por los pelos se salvaron, clavndoles una estaca, hecha de la propia madera del rbol navideo.
No han tenido suerte con esas fechas.
Y de entrada Cass no tiene idea de q es la navidad, explicarle es muy confuso. Y tortuoso, cabe decir. Es peor q l te pregunte, entonces ah s o s, debes responderle o el muy cretino no te dejara en paz.
Estn en medio de la nada, y al paso al q van, Dean teme q van a tener q dorm en el coche. Aun q si se detienen, las llantas seguro se le congelan, por eso esta poca se vuelve cada vez ms y ms molesta. Tambin le preocupa un accidente. Su nena es hbil. Pero funciona mejor en tierras ridas y secas. El hielo la hace patinar un poco.
Dean piensa un poco ms en eso. Y se imagina lo “lamentable” q podra verse. Que tres hombres murieran, en un precioso Impala, por las fechas navideas.
Seguro todos dirn el acostumbrado “que lastima, eran jvenes, y justo por esta poca” diran eso hasta q vieran su cajuela llena de armas eh identificaciones falsas.
Entonces cuando los buscaran en “los archivos oficiales” apareceran como; los hermanos Winchester, con mltiples cargos de robo a mano armada, y asesinatos, entre profanaciones te tumbas, suplantar identidades, y fraude crediticio.
Adems de su propio y personal historial, como asesino serial.
Luego aparecera Castiel. Como el loco q sea haca pasar por dios. Hasta q en efecto enloqueci y quedo como genocida al masacrar a todo un partido poltico en campaa.
Todos con historial de fugas, ya sea de prisiones o de hospitales psiquitricos.
Si, cada uno de los presentes, sentados sobre el Impala era un verdadero infractor de la ley.
Su padre, q en paz descanse. Nunca ni con todos sus aos y sus experiencias de cazador, haba adquirido antecedentes penales.
Dean no pudo evitar pensar. Que lo ms jodido les toco a ellos.
No era por subestimar a su padre o sus aos de cazador. Pero cuando John viva, y casaban los tres, y la mayora eran solo monstruos, a lo mucho espritus malos. Mataban a demonios, con suerte una vez al mes.
Ahora eran cosas de todos los das, y haban aprendido q haban cosas peores q demonios.
Su padre ni imaginaria lo q era el purgatorio.
Asique de algn modo extrao. No se senta culpable por sus errores. Eran parte de su camino. Un camino jodido. Como la carretera asa el infierno.
Como sea, no pudo evitar pensar q no le gustara acabar as.
Muerto. En navidad. Sin haberla celebrado, en un buen tiempo.
Sin ensearle a Cass, q era eso de “el ngel sobre el rbol” o lo q se hacia abajo el murdago.
No sin darle a Sam unas chocolatinas en sus apestosos calcetines, y servirle algo de chocolate caliente con malvaviscos.
Dean en ese instante aprendi. Que un humano. Por ms endurecido q sea. No perda algunas cosas. Cosa propias de la cultura. O la jodida esperanza…
Se qued pensando en ello hasta q escucho la laptop de su hermano cerrarse bruscamente.
S-ya. No puedo ms. Acabe. Estoy fundido. Se me quema el cerebro de buscarle coherencia a todo esto.
D-asique era eso lo q ola. Y yo q pens q era una parrillada. Huelen muy bien tus secos quemados, Sammy.-Dean sonri chulesco como solo l sabia.
S-jdete Dean. Quiero dormir. En una cama enorme y acolchonada-Sam serr los ojos soando despierto-y dormir durante das, en suaves sabanas, limpias.
D-hey, hey Sam. No me compartas tus fantasas erticas. Es raro. Y no estoy preparado para ello.es mucha informacin viejo. Luego hablaras de ponerte cachondo y cascrtele en medio de toda esa cama de suavidad y q se yo, de mariconadas.
Sam lo miro feo. Pero ese numerito de su hermano, al menos le distrajo un poco del caso q estudiaba.
Cass ladeo la cabeza, sin entender la rutina de bromas de los hermanos.
C-Dean no entiendo Qu son las fantasas erticas?-le dijo muy serio, mirando a Dean curioso tras sus pestaas negras, al fondo de los increbles ojos azules.
A Dean se le fue la sonrisa. Y un nudo se le instalo en la garganta. Porque esa preguntitas de Cass siempre le dejaban medio frito.
Por qu Cass siempre le hacia esas preguntas a l? Justo a l?
Ah, s, claro. Tal vez era porque, Dean era la razn por la q cayo. Lo cual lo haca directamente responsable del ngel y sus dudas. Dudas de mierda…
D-em, son. Son, como los deseos. S, eso-Dean sonri aprobando su teora, su astucia para no tener q decir ms.
C-conozco la definicin exacta de la palabra fantasa. Y entiendo ms o menos lo q es el erotismo. Pero no imagino como es q estos dos conceptos coinciden, en una cama, mientras Sam duerme.
Cass era inocente. Y pese a ello un soberano burro. En cuanto a cosas humanas se refieren.
Sam lo odio por un momento a su hermano Dean. No iba a ser agradable. Cuando Cass entendiera las bromas de Dean. Y de manera demasiado literal. Luego Cass le mirara raro, casi de manera reprobatoria.
Dean se trag los cumplidos, q se auto-daba. Despus de la nueva pregunta de Cass. Sabiendo q si no le pona un fin ingenioso, ya. Cass continuara, hasta hincharle completamente los huevos.
D-bueno. Sustituye la palabra “fantasa” por deseo. Luego relaciona el deseo y la fantasa con en algo q te guste pero q sea poco probable. Y todo eso. Aplcalo al erotismo.-si, eso, q bien. Dean era un genio por presentarlo todo. Como en una frmula de las matemticas. Si prcticamente era el nuevo Einstein, del sentido comn humano, para un ngel.
Cass se qued callado pensando en esa frmula q le dio Dean. Al menos Dean consigui salvar el viaje. Y casi el resto de la semana.
Cuando llego la noche del 24 de diciembre. Despus de q volvieran al bunker, y ya Sam se encontrara dormido.
Dean tuvo q levantarse a hacer una ronda nocturna. No poda dormir por muchas, razones (tontas).
Cass le pillo, cuando tomaba una taza de caf mirando una rendija iluminada por la luna, en el bunker.
C-no puedes dormir?-interrogo Cass con voz rasposa. Acercndose a l. Por alguna razn sin sorprenderle esta vez.
D-sep. Obvio, no? Cass.-respondi algo seco y sarcstico, parte de l.
C-si quieres te ayudo.-le dijo preparando sus deditos para noquearlo.
D-no, no, no Cass. Estoy muy bien con mi insomnio, gracias. Ni te preocupes.-Dean lo repeli como si fuera la plaga misma. Y solo entonces Cass bajo la mano.
C-Por qu no puedes dormir?-inquiri con sus enormes ojos azules ubicndose al lado de Dean.
D-porque haces tantas preguntas?-respondi Dean infinitamente paciente y cansado.
C-pregunto aquello q no s. Y me interesa aprender. Quiero saber porque no puedes dormir y si yo puedo hacer algo al respecto.
Dean suspiro por las intenciones limpias de su ngel.
D-hey Cass, no tienes de q preocuparte, vale?. Estoy bien. Una noche sin dormir no mata, y es cotidiano en nuestro empleo y estilo de vida.-Dean de repente tuvo el impulso de ser algo ms agradecido con el ngel, ms tierno. Y de haber podido Cass degustar algo. Le habra invitado de su caf, pero como aquello no funcionaba. Dean solo paso uno de sus pesados brazos sobre los hombros de Cass, envolvindolo. Y suspiro relajado una vez q lo tuvo enlazado por el cuello y totalmente pegado a su costado. Cass no se molest, no se apart. Solo se dej llevar. Como siempre, solo por Dean.-y tu Cass. Qu haces mientras todos dormimos?
Cass lo pens un poco.
C-pues, suelo mirarte, o a Sam. Y si tienen una pesadilla, entonces. Yo me encargo.-Cass pareca orgullos de ello. Como si fuera la misin ms noble y valiente q realizara; espantar sus pesadillas. Dean en otro momento, en otros tiempos. Le habra regaado por mirarle dormir al ms puro estilo voyerista. Pero no esta vez, cuando lo vio tan emocionado y satisfecho consigo mismo por la buena labor.-y cuando no hago eso. Pues, veo internet. O TV. As aprendo todo lo q puedo sobre los humanos…
Las noches de insomnio de Cass parecan ser ms sencillas q las suyas.
C-Dean. Por qu. No. Puedes. Dormir?-le pregunto Cass mortalmente serio. Puntualizando cada palabra. Estilo. “soy un ngel del seor. Y vengo a patearte el trasero de asno q tienes”. Como le gustaba esa faceta letal de su ngel. Algo un poco ms fuerte, q esa inocencia q le baaba por completo.
Dean no quiso mentirle. Como siempre. Quiso contrselo todo a l. Desfogarse un poco con alguien q lo pudiera sostener. Y ese alguien siempre haba sido Cass.
D-solo, pienso q no me gustara morir as. Ahora. En esta poca. Sin. Sin celbrala.-dijo francamente apenado por el mismo…
Cass ladeo la cabeza a un costado. Inconscientemente recostndola sobre el hombro de Dean. Y definitivamente, dejndola all, descubriendo lo increblemente cmodo y tibio q era ese lugar.
Dean no dijo nada. Prcticamente ni lo sinti. Era como q, natural…
C-Qu es lo q quieres Dean?-pregunto Cass muy suavemente.
Dean ni lo pens. Solo dijo…
D-yo deseo, un deseo de navidad…
Cass levanto la cabeza, como catapultado. Con los ojos enormes de abiertos, y las mejillas ms coloradas. Apretando los labios y con el cuerpo tenso. Y justo cuando Dean iba a preguntar Qu rayos?.
Cass se separ, y comenz a quitarse la ropa. Como pudo se qued solo en gabardina y sin nada ms. Y con cuidado se situ frente a Dean. Sentndose sobre el suelo y levantando las flexibles piernas hasta formar una “V” exponindose ante Dean, mostrando descaradamente su centro, todo completamente frente a Dean, para Dean.
Seguro q el mayor de los Winchester debi tener la mejor cara de “QU… RAYOS???!!!” del mundo. Porque l mismo senta su mandbula chocar contra sus pies.
No entenda ni puta, de lo q estaba pasando.
Y sus ojos casi bizqueaban al mirar tan fijo. Ese punto rosa entre las nalgas voluminosas de Cass. Tan carnosa, y estrecha, y luminosa. De un rosa suave y plido. Tena pinta de cielo. Al margen del escroto bien dotado del ngel. Las dos bolas bien plantadas y llenas, algo sonrosadas en las esquinas y el miembro semi-erecto y goteando. Todo plido y rosado, sin pisca de bello negro.
Joder, que era esto?
”sea. Obvio era Cass, con las piernas abiertas, presentndose ante Dean, para q le follara hasta dejarle preado…
Pero…
Pero…
Dean estuvo a punto de gritar y arrancarse todos los pelos de la cabeza. Hasta q Cass pareci leer la pregunta en su mente.
C-e-es lo q t. Has querido…tu…deseaste…-le respondi con la voz entre cortada y jadeante. Tartamudeando y con las mejillas ms rojas q manzanitas maduras…
Dean frunci el ceo sin entender ni una mierda de lo q Cass deca.
Hasta q record la explicacin q le dio a Cass sobre lo q era una “fantasa ertica”
C-t-t has deseado. Y lo eh relacionado con la palabra fantasa. As recree para ti. Algo, q fuera poco probable de pasar. Y q pese a ello estuviera relacionada con el erotismo.
D-ah-es todo cuanto pudo articular de manera estrangulada. Mirando a Cass completo. Todo ese sexy cuadro. Servido para l. Sinti una explosin de calor bajo sus mejillas pecosas. Y no necesito verse al espejo para saber q estaba rojo hasta la punta de del cabello…-Cass. Lo q yo dije. Sobre. Desear, un deseo de navidad.-apenas termino de recitar la frase y Cass se levant ms las piernas, separando as las nalgas y dilatando un poco ese apretadito hueco de su cuerpo. Mostrndose ms, exponindose en un “bonito” regalo navideo-oh dios-Dean cerr los ojos, antes de tener una neurosis-me refera a, tener espritu navideo. Ya sabes ese afn. De adornar todo, cocinar y comprar regalos. La excusa barata para pasar tiempo relajado, con la familia. Me refera un cuento. Que, me recito mi madre cuando era pequeo.-ahora Dean se senta ms avergonzado y de paso como un soberano pervertido por machar los inmaculados recuerdos de su sagrada madre.-el cuento dice, q. Debes repetir “yo deseo, un deseo de navidad” cantndolo tres veces, junto a tu obsequio, as ser aquel regalo q pediste para navidad. La palabra “deseo” tiene muchas utilidades, y no todas siempre estn relacionadas con las fantasas sexuales, Cass
Aun q ahora q lo pensaba Dean. Tener a Cass en esas posiciones, por navidad. Era como haber desenvuelto su regalo y encontrar justo lo q quera para estas navidades…
C-entonces… no?-pregunto Cass, al tiempo q pareca tmido, avergonzado y triste. Bajando lentamente las piernas y agachando la cabeza…
Dean no tolero nada de eso.
Ni ver a Cass triste y apenado. Ni verlo serrar sus piernas.
Como pudo, se lanz al suelo y se ubic entre ellas. Apretando los muslos, suaves bajo su mano.
D-bueno Cass, tcnicamente. Los humanos abrimos los regalos. La maa del 25 de diciembre. Pero contado con q ya es de madrugada. No veo por q no podamos abrir el nuestro. Ya.
Dean sonri de manera lobuna. Y Cass solo se tap la cara. Muy, muy avergonzado.
Aquello no gusto para nada a Dean.
D-Qu pasa Cass?, no quieres?-le pregunto algo dudoso…
C-no es eso. Solo q. Est bien q haga esto, Dean?-le pregunto con la mayor inocencia expresada en sus claros ojos. Luciendo tan adorable...
Dean sonri paciente y carioso para Cass. Por fin consumando un deseo. Que tena hace mucho tiempo. Con cuidado quito las manos del ngel de sobre su rostro. Y los ojos de Castiel le parecieron ms azules q nunca, al contraste del sonrojo y las largas pestaas negras asiendo sombra en sus mejillas brillantes.
D-Cass escchame, muy bien. Porque esto es importante. Es una ley humana, una de las buenas q vale la pena seguir. Esto q vamos a hacer nosotros. Nunca debe hacerse a la fuerza. Ni siquiera por placera, aun q veas q muchos humanos, incluso yo, lo hacemos. Esto debera hacerse exclusivamente por amor. Entiendes?. Solo cuando es un acto ms, para expresar tu profunda unin con alguien q amas. Eso significa. Y solo as est bien. t me amas Cass? Y quieres estar ms conectado conmigo?...
Las preguntas quedaron en el aire. Y el ngel del seor. Tomo su tiempo para pensarlo bien. Tena el presentimiento q esto era muy importante. Para ambos. Sobre todo para Dean.
Al final, solo se abraz a su cuello. Recostando toda la mejilla contra la cabeza de Dean, como solo Cass saba hacer al abrazar.
C-te amo Dean. Eres mi humano favorito. De toda la creacin, en todo lo extenso q hizo dios. Creo q eres lo mejor. Creo q me gustas mucho. Ms q todo en todas partes. Y no s si es correcto. Esta fue una de las principales razones por las q me revele. Mis hermanos dicen q est mal. Pero yo digo. Si lo est. Por qu se siente tan bien? La mayora de los pecados q son placenteros, a la larga o incluso a la corta. Siempre te hacen sentir mal. El sexo te cansa. Y la codicia te hace sentir vaco. Pero cuando yo te amo. Me siento completamente bien. No hay contra parte. No hay antnimos. Solo una nica verdad. Un verbo. Dean quiero unirme a ti para siempre. Y q as nada. Ni siquiera mi gracia o t humanidad nos pueda separar. Nunca jams.
Sentencio aquella madrugada. Conquisto el corazn de Dean para siempre. Y le robo el alma. Dean podra haber llorado. Si no tuviera tantas ganas de probar algo antes.
Entonces solo as, sellando las palabras de Castiel. Dean quiso decirle ms. Quiso hacer otra cosa.
Suspiro, sobre los labios rosados y carnosos de Cass. Repitiendo quedito y en voz baja la palabra “deseo” ; y entonces. En aquel susurro. Beso a Cass.
Un beso de deseos. Un beso en un susurro.
Un beso navideo…
…
Esa madrugada, hicieron el amor.
Y al da siguiente hostigaron tanto al pobre Sam. Que ese mismo da fueron a comprar regalos, y adornos. Sino era muy tarde para empezar a celebrar la fiesta, si no era muy tarde para creer en la navidad, si no era muy tarde para amar…
Ese beso. Le devolvi a Dean. El deseo por celebrar navidad.
Ya tena su regalo, aquello justo q le pidi a Santa. Tena su familia, y la persona q amaba.
Fin.
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