Habían pasado meses desde que Will había escuchado la historia de la sirenita, le contó que había una versión al respecto en el reino, pero parece que nadie sabía que ella había sido una sirena.
Sin embargo desde ese día Will indagaba cada vez más sobre la verdadera vida en el mar, de vez en cuando le contaba a Nico como era vivir en un barco, a lo que respondía con comentarios despectivos o comparándolo con situaciones que ocurrían en su hogar.
Notaba que el rubio estaba raro, sus encuentros eran cada vez más largos y frecuentes, y siempre se mostraba renuente a volver a su hogar. Esto extraño al pelinegro, ya que recordaba que le había contado que su hogar era alegre y que tenía muchos hermanos.
Un día le hizo una extraña propuesta, era usual que a veces el blondo desapareciera unos días por su trabajo en algún barco, pero esta vez el rubio le pidió que lo acompañará, de esa forma podrían hablar en la noche, cuando el resto de la tripulación dormía o estaba demasiado ocupada como para fijarse en si el hablaba sólo, cosa que ya había verificado.
El sireno se intrigo por la petición, y decidió aceptar, aunque primero le consulto a sus hermanas, quienes lo amenazaron y luego le avisaron que lo vigilarían. El viaje duraría una semana, pero en todo momento estaría a tiempo de volver a su casa y que su padre no lo arrastrase de regreso con un torbellino.
El médico le explicó con sumó detalle el viaje que harían, y en base a eso Nico memorizó su ruta para saber como encontrarlo en cada día, sus hermanas se reían y burlaban, pues el pelinegro no solía tomarse tantas molestias por nadie. La falta de respuestas creíbles le preocupaban, pero en cuanto pensaba que el iba a poder estar tranquilo en el mar charlando con su amigo lo relajaba.
Fue en la tercera noche del viaje, al ser un barco pesquero del pueblo, no tocaban puerto. Nico se mostraba preocupado, pues sabía que estaban a una corta distancia de la cueva de Circe, pese a que sabía los detalles de su trabajo, sabía que la historia de su hermana y el trato de la bruja y su padre había hecho disminuir las visitas a la hechicera. Por ello, temía que guardara rencor contra su familia.
Por precaución, le manifestó sus preocupaciones a Will, indicándole la ubicación exacta de la cueva, haciéndole prometer que haría todo lo posible por que el barco se mantuviera alejado de allí y él tendría cuidado si algo se aproximaba desde esa dirección.
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POV Will
Espere un rato después que Nico se marchara y me arrojé al agua, no sabía que sucedería, así que tuve la prudencia de atarme al barco antes. La luna llena fue de gran ayuda, pues vislumbré rápidamente la guarida de la bruja, aunque estaba bajo el agua hablé.
- ¡Circe! ¡Quiero tu ayuda! - no sabía si funcionaría, sobre todo dado que yo sólo escuchaba ruidos sin sentido, pero al poco apareció una especie de sirena, una mujer muy hermosa con penetrantes ojos verdes y un largo cabello oscuro con hilos de oro trenzados en el que brillaban cuando les daba la luz, sin embargo, desde su busto se extendía una masa negra que lucía como un vestido y donde debía haber una cola de pez había ocho negros tentáculos. Para mi suerte se dirigió directo a la superficie por lo que pude volver a respirar.
- ¿Qué quieres mortal? - preguntó la bruja en cuanto estabilice mi respiración- Y más vale que tu respuesta sea completa y sincera- concluyo con cierto desdén.
-Quiero que me transformes en un sireno- dije con determinación- yo...me enamoré de un sireno...ignoro si me corresponde o no, pero sé que quiero permanecer a su lado para siempre- logré decir lo último sin vacilar, aunque trague mucha agua, no sabía si eso era a lo que se refería con "respuesta completa" pero esperaba que no fuera otra cosa, ya no sabía que decir.
-hmmmmm... Tu caso es difícil, sabes que no puedo asegurar que te ame, pero no es lo que más deseas, te propongo esto: te quedaras en el agua sin tu soga, si el sireno que amas te encuentra y evita que mueras te convertirás en sireno y yo conservaré tus recuerdos de cada vez que sanaste a alguien, de lo contrario mueres- concluyó la hechicera como si morir no fuera aterrador.
- ¿Cómo sabes que soy médico?- pregunte con desconfianza.
-Estas en mi territorio, sé todo lo que pasa aquí sanador- respondió con una sonrisa pícara.
-De acuerdo, acepto el trato-dije estirando mi mano, la cual fue totalmente ignorada mientras los tentáculos de Circe destruían la soga.
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POV Nico
Llegué al barco, pero no me asomé mucho, la tripulación estaba reunida en la proa. Decidí escuchar lo que decían, casi se me detuvo el corazón cuando comprendí que estaban dando unas últimas palabras a Will porqué había caído en el mar y no lo encontraban.
Regresé al agua, desesperado comencé a buscar al rubio cuando me encontré con los ojos grises de Annabeth, ella me calmó lo suficiente para obligarme a explicarle "que medusa me pico".
Mientras Anne planeaba como proseguir, llegó Hazel, quien tras saber los detalles salió disparada a quien sabe dónde para volver aún más rápido y algo agitada. Entonces dijo con la mayor seriedad que jamás había visto que la bruja admitió haberlo visto y que ella no guardaba ningún rencor contra nadie que no fuera nuestro padre, por lo que se trataba de un negocio justo.
Noté que le faltaba un collar que le había pertenecido a su madre, antes de que pudiera decirle algo me dirigió una sonrisa melancólica que me impidió hacer otra cosa que mirarla agradecido.
Anne fue quien nos devolvió a la realidad. -Puede que sólo encontremos un cadáver, pero la marea de hoy es igual a la de ayer, ¿Quieres buscarlo? - Tenía esperanzas en que el idiota sabía nadar lo suficiente como para seguir con vida, así que dividimos el camino que podría haber recorrido desde donde había estado el barco la noche anterior y donde estaban ahora, no era mucho así que Annabeth ocupó el primer tramo (el más lejano), yo el segundo y Hazel el tercero, acordando que si nos encontrábamos con alguna de nuestras hermanas primero les pediríamos ayuda y después les daríamos las explicaciones.
Una hora, ya pasó una maldita hora desde que había alcanzado la zona de búsqueda que me correspondía, aunque había nadado lo más rápido que podía mientras buscaba al rubio, ¡Ni un solo pez viajaba contra la corriente cómo para preguntarles! .
Mientras insultaba todo lo que se me cruzaba por la cabeza, vi un punto amarillo que descendía, nadé más rápido de lo que nunca lo había hecho y confirmé que era Will hundiéndose. Temí que estuviera muerta, pero vi cómo pequeñas burbujas se escapaban de su boca, ni siquiera pensé en que estaba haciendo cuando lo alcance y le di respiración boca a boca, que bueno que le preste atención cuando me explicó cómo se hacía ya que al separarme comencé a abrir los ojos.
Antes de que pudiera insultarlo por lo que me había hecho pasar, sonrió y comenzó a brillar hasta deslumbrarme por completo, haciendo que lo soltara.
-Nico- abrí los ojos con sorpresa, ningún humano podía hablar con tanta claridad bajo el agua, al contemplarlo Will tenía una cola que parecía dorada pero que reflejaba demasiados colores como para serlo, su camisa seguía en su lugar, pero esta no ocultaba sus nuevas agallas.
No salí de mi asombró ni cuando me abrazo ni cuando estábamos llegando a palacio junto con mis hermanas. Lo cual no fue bueno, debido a la emoción que tenían las chicas por llevar a Will a un tour por nuestro hogar se les olvido que ningún sireno utilizaba ropa.
En cuanto nos encontramos con nuestro padre, nos vimos en la obligación de explicarle absolutamente todo, aunque por alguna razón el accedió a que Will le explicará luego la razón de que aceptará hacer ese trato con Circe, alegando que primero debía explicármelo a mi ¿Por qué un rey aceptaría no ser el primero en enterarse de algo? Ni idea.
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POV Normal
-Nico, es nuestro segundo aniversario, ya conozco TODAS las costumbres de las sirenas, estamos a dos semanas de anunciar nuestro compromiso, ¡¿POR QUÉ NO PUEDO TOCAR TU COLA SI TU HASTA JUEGAS CON LA MIA PARA VER LAS DISTINTAS FORMAS EN QUE ILUMINA UNA HABITACIÓN?!- entendía lo tímido que era su novio, pero él no tenía ningún descaró en tocarle la cola en público y usarla como luz de antro, eso simplemente no era justo.
-Will, llevas menos de tres años como sireno, no sabes lo que es crecer con nuestras costumbres, ¡NO INSISTAS! - respondió el aludido, sabiendo que se había quedado sin argumentos- ahora mueve tus brillantes aletas para ir a ayudar a Percy que debe estar por entrar en pánico por su boda con Annabeth- finalizó con una media sonrisa, sabiendo que el instinto de cuidador de Will haría que le hiciera caso, el prometido de su hermana hacía un océano de un charco cada vez que había una ceremonia real, más ahora que tenía que admitir que sus padres le habían hecho un favor con el matrimonio arreglado frente a todo el mundo.
-De acuerdo, pero esta discusión no termina aquí DeathBoy- sentenció el rubio dirigiéndose a la salida.
-Lo que calme tus ansias, sunshine- concluyó el pelinegro con una sonrisa triunfal antes de salir de la habitación para acompañar a su hermana.