Si tuviese que evaluar su situación, diría que era desastrosamente enfermiza. Raramente salía de su departamento en el día o la noche, solo cuando Enel quería ir a cenar fuera le era posible hacerlo y por muy extraño que pareciese no era porque el rubio lo obligase a permanecer encerrado, no, sino que él mismo prefería mantenerse alejado de los demás.
Su hermano Ace así como sus amigos lo habían llamado innumerables veces desde hace semanas, sobre todo desde que se enteraron por la doctora Robin que había renunciado al hospital, y él no había hecho más que inventar mil y un excusas para no verlos, así no tendría que sonreírles y decirles que todo estaba bien cuando claramente no era así.
Incluso las veces que habían ido a verlo no se había atrevido a abrirles la puerta. Solo los despedía tras está tratando de convencerlos que estaba bien, que necesitaba tiempo en soledad y nada más.
Lo peor de toda su situación era que no tenía alguna intención de salir de ella. Al principio, había tenido que aceptar las condiciones de Enel para que así sus seres queridos no corriesen riesgo, para que Torao estuviese a salvo, pero todo había dado un giro tan extraño en su cabeza que había terminado por disfrutar el hecho que el yakuza estuviese con él, que todos los días llegase a casa con una sonrisa y pasara tiempo a su lado, que le dijese que lo amaba y que pronto se lo llevaría de viaje para disfrutar juntos uno del otro.
Por supuesto, no siempre era de esa forma. Luffy odiaba las ocasiones cuando "el otro Enel" aparecía y no hacía más que lastimarlo. Él no cansaba de repetirle que todo lo que le hiciese era enteramente su culpa y que se lo merecía, lo hacía tantas veces que al final Luffy había terminado por aceptarlo... por creerlo.
...
-Perdón, es mi culpa, sé que es mi culpa
-Es bueno que lo sepas
Con el rostro golpeado y su cuerpo cubierto de semen después de haber sido forzado aquella noche, Luffy se arrodilló en la cama con mucho esfuerzo y se acercó al rubio lentamente. Tenía que lograr que lo perdonara, le juraría que no volvería a hacerlo enfadar, no quería que Enel fuera malo con él.
-Perdóname, mi amor – acercó sus labios a los ajenos, pero fue tomado bruscamente de la barbilla por el más alto
-¿En verdad lo lamentas? ¿Me juras que no volverás a mencionar el nombre de ese idiota frente a mí?
-Sí, yo solo te amo a ti, te juro que no volveré a hacerlo
La expresión de Enel cambió en ese momento y Luffy al saber que la personalidad buena del rubio había vuelto, aquella que tanto amaba.
-Buen chico
Tras lo dicho ambos se fundieron en un profundo y necesitado beso.
...
Muy pocas veces la lucidez volvía a él y cuando lo hacía en todo en lo que podía pensar era en su familia, amigos y aquella persona que a pesar de haberle hecho daño, seguía amando profundamente.
"Torao... te extraño tanto"
Ahora era uno de esos momentos y sus lágrimas no dejaban de correr por sus mejillas. Tenía miedo, mucho miedo que la cordura no volviese a él más y que su mente terminase por convencerse que Enel y él eran como cualquier otra pareja, que era completamente feliz a su lado y que lo amaba.
"No lo amo, no lo amo"
"Claro que lo haces"
-¡No! Yo... él me hizo daño, él... continúa haciéndolo
"Sonríes cuando él llega, te sientes protegido, completo... y sabes que cuando él te golpea o te toma a la fuerza es enteramente tu culpa"
-No es cierto
"¿Cuantas veces te has acostado con él queriéndolo? ¿Eh? ¿Cuántas veces se lo has pedido?"
-¡Ya cállate!- Luffy tomó su cabeza con ambas manos y la apretó fuertemente. Aquella voz no se cansaba de torturarlo, no se cansaba de recordarle todo lo que había hecho.
"Acéptalo de una vez, ambos están enfermos.... Ambos nacieron para estar juntos"
-¡¡No!!
-¿Qué sucede, Luffy?
Había llegado. AL fin lo había hecho, ya no soportaba estar solo, no soportaba que sus pensamientos lo torturasen, él solo quería sentirse querido, protegido y Enel hacía que sintiese todo eso.
"Es el que me trata bien"
-Nada, no sucede nada- sonrió mientras se acercaba a su pareja y le daba un beso casto de bienvenida- ¿Cómo te fue hoy?
-Pues...- tomó al pelinegro de la cintura y lo apegó a su cuerpo cariñosamente- hubo personas que me hicieron enfadar mucho hoy- Su expresión cambió por unos instantes y Luffy sudó frío, no quería que "el otro" apareciese esa noche, no se sentía listo para ser tratado bruscamente- pero con solo llegar a casa y ver que me recibes tan alegremente, todo mi enojo se acaba de esfumar, por eso te amo
"Es él nuevamente"
-Yo también te amo- con sus brazos enlazados tras el cuello del yakuza, se impulsó y comenzó un demandante beso. Le gustaba lo que aquello le hacía sentir: cariño y protección.
Después de unos minutos, Enel se separó de él y con una de sus manos acarició lentamente su mejilla.
-Ya está sanando, al igual que la de tu ojo
El rubio se refería a los moretones que Luffy había tenido en el rostro a causa de la última vez que lo había hecho enfadar y se había ganado aquella golpiza.
-Sí, ya casi ni se notan, no te preocupes
-Sabes que no quiero hacerlo ¿cierto?- Enel depositó un beso sobre el ojo parpado izquierdo del menor- pero tú me obligas bebé
-Lo sé- Luffy hundió su rostro en el pecho del rubio- perdóname
-Está bien, solo no lo hagas de nuevo
-Enel...- el pelinegro levantó el rostro, miró fijamente a su pareja y restregó su cuerpo contra el de él- yo... quiero- depositó un beso en el cuello del yakuza- t-te quiero
-¿Es así?- sonrió ladino- Vamos a la habitación, entonces
-S-Sí
Enel era amable y cariñoso con él, por eso Luffy no entendía por qué su mente en ocasiones quería hacerle creer que él era malo, que le hacía daño y que debía huir de su lado. Era cierto que veces era brusco con él, pero todo era enteramente su culpa, por hacerlo enfadar.
No se separaría de su lado, lo amaba y estaría con él por siempre.
"el amor siempre trae consigo algo de dolor"
...
...
Trafalgar llevaba tiempo sin poder dormir como era debido y eso aparte de afectar su trabajo en el Grand Line, ya que olvidaba revisar informes de algunos pacientes o citas que tenía programadas, no hizo más que acentuar las ojeras que de por sí poseía de nacimiento.
La razón de su insomnio tenía nombre y apellido, una gran sonrisa y un nuevo novio que cada vez que veía quería desaparecer de la faz de la tierra.
Él sabía que no tenía ningún derecho sobre Luffy, no después de haberlo engañado y hacerle tanto daño; sin embargo, no podía evitar sentirse celoso, no cuando se trataba de la persona que provocaba que su corazón doliera de la forma en que lo hacía, no cuando se la pasaba pensando en él día y noche.
Hacía ya más de dos semanas que no veía a Luffy ya que a pesar de que viviese prácticamente al lado, raramente este salía de su departamento. Al principio pensó que algo andaba mal, que era raro que aquel chico risueño y adicto a la carne no saliese al menos al Baratie para pasar tiempo con sus amigos, por lo que decidió ir a su departamento para hablar con él hace quince días; sin embargo, antes de que pudiese acercarse a la puerta del chico, esta se abrió dejando ver al pequeño pelinegro y a su rubio novio salir del lugar. Ambos compartieron un largo beso antes de que el llamado Enel se dirigiese en su dirección y pasara a su lado rumbo a los ascensores, no sin antes dedicarle una sonrisa ladina por supuesto.
Después de eso, no había vuelto a siquiera pensar en acercarse al menor. Todo era mejor así, Luffy estaba rehaciendo su vida, y se veía que era feliz por la sonrisa que mantenía en el rostro al darle un beso a aquel hombre. Él había perdido, lo había hecho por no ser capaz de admitir sus sentimientos, por tener tanta aversión a enamorarse de alguien... por haber sido un hijo de puta con Luffy.
"Santa mierda"
Había llegado a la entrada de su edificio y observó una figura conocida parada allí. Maldijo una vez más ya que no podía tratarse de una equivocación, aquella cabellera peliverde no era algo muy común.
-Al fin, estuve esperando aquí por tres malditas horas
Cruzado de brazos y con una expresión de lo más seria, Roronoa Zoro se encontraba frente a él mirándolo fijamente.
-Para que esperases tanto tiene que ser algo importante
-Por supuesto que sí, me alegra que seas perspicaz
De un momento a otro Zoro le plantó un puñetazo que lo dejó tirado de lado en el suelo. Sintió su mejilla y labio inferior quemar y tras tocarlo supo que el peliverde se lo había partido.
-Párate, que aún no he terminado
-Entiendo porque viniste ahora- con dificultad se reincorporó del suelo y escupió la sangre acumulada en su boca- y déjame decirte que no me defenderé, puedes golpearme todo lo que quieras, aunque puede que las personas de los alrededores llamen a la policía y...
-Yo soy policía- sacó su placa y la alzó en alto para que las personas con expresión aterrada luego de presenciar el golpe que había dado antes, se mantuviesen tranquilas
-Bien...- sonrió- empecemos
Zoro se abalanzó contra Law y golpeó su rostro y costillas en numerables ocasiones, normalmente no haría eso con una persona que no tenía intención de pelear, pero aquella no era una situación de esa naturaleza, aquel hijo de perra había hecho llorar a Luffy y eso no se lo perdonaría.
Después de unos cuantos minutos y con un Law ya bastante magullado tanto en el rostro como en el torso, Zoro respiró profundo y se acercó a él.
-Hace ya bastante tiempo que Luffy no va al Baratie, al principio creímos que seguro era por lo ocupado que estaba en el trabajo, pero después nos enteramos que había renunciado por la directora del hospital, así que lo llamamos y nos inventó muchas excusas, una menos convincente que la anterior
-...- Law se mantenía callado, tan solo escuchando todo lo que Roronoa tenía por decir
-Cuando Nami le mencionó tu nombre, su tono de voz cambió y fue entonces cuando supimos que la razón de su renuncia y el que no saliera de su departamento eras tú. No vine antes a buscarte porque Luffy me lo pidió, pero después de tanto tiempo sin verlo y sabiendo que todo es debido a ti no pude aguantarme, así que dime maldito desgraciado ¿Qué fue lo que le hiciste?
-Lo engañe
De un momento a otro recibió otro golpe por parte de Zoro que lo hizo escupir más sangre, aquel hombre era de verdad fuerte.
-¿Y lo dices así nada más? ¿No tienes vergüenza?
-Claro que sí y créeme que me odio más en este momento de lo que tú y tus amigos lo hacen
-¿Esperas que crea eso? ¿Ah? ¡Imbécil!
-Por supuesto que no, pero déjame decirte de igual forma que lamento mucho haber hecho sufrir a Luffy, me di cuenta tarde de que mis sentimientos por él eran sinceros y créeme que ahora lo estoy pagando, sobre todo al verlo feliz al lado de otra persona
-¿Otra persona? ¿De qué mierda estás hablando?
-De Enel, su nueva pareja
-¿Qué?
-¿No lo sabías?- Law frunció el ceño confundido- incluso creo que viven juntos, todos los días él llega y sale de su departamento
-No nos ha dicho nada de eso, es más... raras veces coge el teléfono
Zoro se cruzó de brazos y comenzó a pensar detenidamente si había escuchado antes aquel nombre relacionado con su amigo, pero después de casi un minuto nada vino a su mente.
-¿Luffy no ha ido al Baratie en todo este tiempo?
-No, ni siquiera quiere que vayamos a visitarlo, así que supusimos que quería estar solo para superar lo que le hiciste. Aun así el cocinero, Nami y yo hemos ido a verlo, pero no nos quiere abrir la puerta, tan solo nos dice que está bien y que nos vayamos. Su hermano también lo ha intentado, pero es lo mismo con él.
-Esto es muy extraño- Law miró fijamente a Zoro- solo unos días después de nuestra ruptura Luffy comenzó a ver a ese sujeto. Al principio me dijo que eran amigos y después de un tiempo me enteré de que se habían convertido en pareja. Se me hizo raro al principio que no saliera mucho de su departamento, pero cuando fui a verlo lo vi besando a aquel tipo mientras lo despedía. Ambos sonreían, se veía que eran felices juntos.
-¿Cómo es el sujeto?
-Es alto y de cabello rubio, usa relojes y anillos caros por lo que he notado
-Muy bien, hablaré de esto con los chicos y con Ace, quien no ha dejado de llorar desde que todo esta situación comenzó- Zoro caminó alejándose de Trafalgar- sé que no debería decir esto, pero espero me digas si notas algo más que sea de importancia, tú vives al lado después de todo
-¿Eso es lo que le dices a la persona que por poco y mandas al hospital?
-Eso es lo que le digo a la persona que a pesar de ser un maldito idiota, sus ojos me hacen creer que aún le importa mi amigo
-Y no te equivocas
-Eso tendrás que demostrarlo
Zoro prosiguió su camino dejando a Trafalgar completamente solo.
"Todo esto es tan extraño"
Con mucho esfuerzo y abrazando su estómago entró al edificio esperando que la recepcionista no se desmayase a ver toda la sangre que tenía en el rostro.
"Espero que todo esté bien contigo... Luffy"
...