Narra Blaine.
--Creo que fuiste muy cruel al decirle eso-después de la “pequeña” conversación que tuve con Oliva, me vine directamente al dojo a esperar a que Kurt Terminara de dar su clases para poder hablar con él, de lo sucedido hace un momento.
--No me importa-le confesé, muy relajado.
Termine de comer lo último que me quedaba y espere a que él terminara, ya que come muy lento, demasiado lento dirigía yo. Comencé a jugar con mi celular, estoy realmente aburrido y Kurt lo único que hace es comer y contarme como le fue con los niños, en la mañana, también comenzó a platicarme sobre cómo le está hiendo en la universidad y todas esas cosas aburridas.
--Listo-me contestó él después de dejar el embacé vació en la mesita.- Cocinas increíble. Todo tenía un buen sabor. Realmente eres un chico estupendo-se formó una pequeña sonrisa en sus labios y con eso bastó, para que un sinfín de emociones afloran en mí.
Sentí mis mejillas enrojecer y en mi estómago, sentí el aleteo de miles de mariposas o tal vez serán en hambre que todavía no se me ha quitado.
--Muchas gracias-le devolví la sonrisa, todavía apenado.
--Bueno… Te dejo que te cambies, ya tu clase va a comenzar-se acercó a mí y se inclinó un poco.- Eres un chico realmente lindo-de repente, para que la cosa se ponga más penosa, solté un pequeño hipo en su cara. Él me sonrió al ver ese acto y se acercó para darme un beso en la mejilla.- Tienes que cambiarte. Tú clase comenzara pronto.
-Sí. Ya, ya voy-él salió de la habitación, agarre el cojín que tenía a un lado y me lo coloqué en la cara y solté un fuerte grito. Poco a poco me lo fui retirando, me pase la mano por mi rostro, sintiéndolo ligueramente caliente.- Esté hombre me pone demasiado nervioso-admití, algo desanimado, ya que no me quiero enamorar, pero veo que será imposible con está amable persona.- Eres un verdadero ingrato.
Narra Bruno.
La noche cayo súper y para no quedarme horas de más en el trabajo, agarre todos los documentos que tengo que revisar y los metí en mí en mi portafolios, salí de la oficina no sin antes apagar la luz. No podía creer que trabajar fuera algo tan agotador, ahora si entiendo a las personas con un nivel de vida muy bajo y con ingresos muy poco; que tiene que trabajar día y noche, para darle una buena calidad de vidas a sus hijos, esas personajes que tienen que dormir en sus oficinas, trabajar muchas horas extras para tener algo que ofrecerle a sus familias, ahora lo entiendo.
Llegue a casa con la cabeza completamente alborotada, son las 10 de la noche y apuesto que Elliot está encerrado en su cuarto haciendo, “cosas” vamos a decirle así, para no entrar en detalle. Y Paúl, debe de estar en su oficina. De inmediato fui a la cocina y la nana de Elliot y Paúl, me preparo la cena.
--Muchas gracias. Me estoy muriendo de hambre-le comenté, completamente desganado y con ganas de acostarme para no despertar hasta dentro de 1 semana.
--Me imagino.- Se sentó al lado mío mientras yo terminaba de comer el delicioso, panqueque que me preparo.
--Nana. ¿Por qué no tomas vacaciones?-le pregunté, comiendo un poco de mi panqueque.
--Lo voy a hacer-me contesto ella, mientras me regalaba una bonita sonrisa y una mirada cálida y llena de muchos sentimientos.
--Wow… ¿De verdad? ¿A dónde iras?-tengo que admitir que me encuentro algo intrigado, ya que desde que tengo memoria, y también desde que vivo aquí, se dé ante mano que ella, vive y muere por Paúl y no lo digo en broma.
--Estoy muy vieja. Eh estado trabajando aquí durante 46, casi 47 años. Eh visto crecer a Paúl, sus primeras palabras, cuando su madre murió, estuve al él tener su primer celos. Cuando llegaste a su vida. Su boda. El nacimiento de…-hubo un silenció, alce la mirada para que mis ojos no se siguieran cristalizando; hay muchas cosas que ahora no quiero escuchar y el nombre de mi hijo es una de ellas.- En fin… Estuve en muchos momentos de su vida, Tú estás aquí, tengo el suficiente dinero como para darle la vuelta al mundo. Mi esposo murió y mis hijos y mis nietos están bien. Me tomare un descansó de todo y tomate un viaje por el Caribe, después iré a África a un safari-me sonrió y me mostro esa hermosa sonrisa, cansada y desgastada, que he visto últimamente.
--Eso es grandioso…
+*********+
Subí a la habitación, con el estómago lleno y con unas ganas de ver a Paúl, que de verdad no entendía. Entre a la habitación y lo vi arropado de pies a cabeza, prendí la luz y fui quitándome cada una de mis prendas hasta quedar completamente en ropa interior, volví a apagar la luz y me acerqué a él sigilosamente, me trepe en la cama, mi corazón retumba muy fuerte y volví a sentir esas mariposas que sentía en un principio de nuestra relación… reí al recordar cuando lo conocí en ese parque, esa noche llena de muchas estrenas; cuando me beso por primera vez, nuestra primera vez (Que hicimos para poder recordarlo los dos)… los dos cosimos nuestras heridas, sanamos y aliviamos nuestros dolores, le pudimos dar una vida a otro ser.
Estoy malditamente enamorado de este hombre de 44 años, que está bien bueno (Tengo que admitirlo) estoy condena mente atado a él, no puedo vivir sin él y me duele eso; duele el hecho de que no pueda separarme de él, cuando ya no esté, me duele el hecho de que si yo no estoy, el sentirá lo mismo que yo… y no quiero eso.
Me adentre en las sabanas y lo vi dormir placenteramente, acaricie su rostro y reí al sentir sus vellos saliendo de su mentón, algo rasposo y rustico, simplemente él. Me acerqué lentamente y mi corazón está retumbando mucho más que de costumbre. Acaricie con mi pulgar su labio inferior, me acerque a él y le di un pequeño beso.
--Estamos viejos-susurre para que él no se despertara.
--Ya lo creo…
Él abrió los ojos, me sobresalte por la impresión y fruncí en ceño al ver como se comenzó a reír estrepitosamente; burlándose de mí y de lo qué le dije, mí cara automáticamente se puso muy roja, le propicie un fuerte golpe en el hombro al ser un gran idiota y una mata pasión.
--Eres un mata pasiones, ¿Lo sabías?-él me sonrió y me agarro de la cintura y me pego a él, nuestros rostro se encontraron, su respiración choco en mi cara, una pequeña y maliciosa sonrisa de formo en su rostro, mostrándome una pequeña hilera de dientes
--Eres… Muy, muy bonito, ¿Estás al tanto de ello?-sonreí apenado y automáticamente negué con la cabeza.- Pues entérate. Y sí, podemos estar viejo y todo lo que tú quieras, pero para mí, tú eres la persona más bonita de este mundo; la más sincera, él más fuerte y él más inteligente-yo sin pensarlo dos veces me abalance sobre él y lo bese.
Saboreé sus dulces labios y sentí esas mariposas como la primera vez. Él deslizo sus manos hasta mi bóxer, acariciando mis glúteos indiscretamente y un tanto, morboso, (Si le puedo decir así) de un momento a otro sentí una pequeña sensación en mi cuerpo y me separe de él inmediatamente.
--Creo… Creo que me está llegando el celo-lo vi sonreír al pronunciar esas palabras.
--Perfecto-él se subió a riba de mí y comenzó a besarme desenfrenadamente, como si me fuera a desaparecer.- Creo que llego el momento de tener una noche de pasión-me guiño el ojo y siguió tocándome…
Narra Blaine.
Termine de despedir a los chicos, de mi última clase, observe el reloj de la pared y ya son las 9 de la noche y toca cerrar el dojo. Antes de cerrar decidí practicar un poco, lo necesito hacer, ya que ese es el medio en que demostrare que soy mucho mejor que Olivia: que mi piernas son más largas y que mi postura es la ideal para todo, que soy un bailarín increíble, que no le tengo medio a nada ni a nadie y menos a una retrograda como esa.
Comencé a calentar y al estar listo, coloqué la música, cerré los ojos por un momento hasta que la canción comenzó. Trate de moverme lo más lento y aterrador posible, ya que mi baile o la corografía que invente se llama: “Último respiro” y cuanta una historia de terror en 2 minutos y 15 segundos, es un baile agotador, mis expresiones tiene que ser las mejores y mis ojos necesitan demostrar que estoy aterrado y asustado, por algo que no veo. Termine la rutina y cayó al suelo, las piernas me temblaban, ya que definitivamente estoy fuera de forma.
--¿Estás bien?-de inmediato me levanté y me encontré con la mirada de Kurt.
--¿Me viste?-le pregunté, a lo cual él sonrió y se acercó un poco a mí.
--¡Claro! Como no ver eso. ¡Eres increíble! Y muy flexible-reí al ver la expresión de niño que puso, como se le marcaron sus hoyuelos, lo hacen lucir adorable, a pesar de que él, es el alfa en la relación.
--Mu-muchas gracias…
+**********+
Los dos cerramos la tienda y pasamos rápido a comprar un helado antes de que se haga más tarde, al comprarlo, nos fuimos a un parque, que se encuentra cerca de la casa a mirar un poco las estrellas y hablar de nuestras vidas: ¿Qué había ellos, después que él se fue? Sobre mi familia y le pregunté un poco sobre la suyas, cosas que los novios tienen que saber.
--Con que el helado de fresas con menta, chocolate y avellana-él asintió mientras se llevaba una cucharada de helado a su boca.
--A ti, el K-pop, los dramas, él baile y golpear a alfas, ¿Eso es correcto?
--Lo es, así que tienes que tenerme mucho miedo. Si me molestas puedo llegar a herirte gravemente-los dos nos echamos a reír al escuchar mi comentario.
La gente que pasaba por el lugar, nos quedaba viendo, al escuchar nuestras escandalosas risas. Terminamos de comer el helado… por un momento recosté mi cabeza en su hombro, comenzamos a ver las hermosas estrellas, mi corazón comenzó a palpitar y un extraño sentimiento de alojo en mi pecho, una repentina angustia y rabia. Levanté la cabeza y Kurt y yo nos miramos fijamente, mi corazón se aceleró, al él aproximarse a mí, poco a poco. Cuando ya estábamos a pocos centímetros de nuestros rostro, automáticamente cerré los ojos, sentí sus labios rosar los míos con cuidado, hasta que nos unimos en un beso.
Narra Duncan.
Sentí una fuerte presión en mi pecho, un dolor interminable se alojó hay, me dieron ganas de arrancarme los ojos para no ver eso. Para no ver como la persona que amo, besa a otra persona que no sea yo, besa a alguien más que no soy yo. Me da rabia, mucha rabia, siento la mano de Alex en mi hombro, volteé a verlo con los ojos completamente cristalizada, él me miro muy preocupado, pero en este momento tenía dos cosas en mente, una: es huir muy lejos y dos: es ir y golpear a ese maldito, llevarme a Blaine y encerrarlo en un lugar donde nadie más lo encuentro… pero no puedo hacer eso.
--Creó que mejor vamos a otro lado-me dice Alex, pero no puedo evitar apartar la mirada de esa escena.
--Solo un momento-le pedí y el asintió.
Mire como Blaine se separó de él y mi corazón se aceleró “Que no lo haga, que no lo haga” me repetí una y otra vez en mi cabeza… pero esta vez la suerte no está conmigo. Después de ese beso, sus labios se volvieron a juntar y eso basto, para hacerme sentir peor de lo que ya me siento.
--Creo que ya es hora de irnos. Ya vi lo que tenía que ver….
Continuara….
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