Era de mañana, una mañana tranquila y una mañana inusualmente tranquila. La bruma y las nubes se mantenían espesas como era ya habitual, escondiendo los cálidos rayos del sol atrás de una pared grisácea y deprimente. ¿cuando fue la última vez que habia visto el brillante sol de la mañana?, Harry a veces se olvidaba de su existencia por completo, ya que eran contados los días donde el mínimo rayo de sol se escapaban de la pared nubosa y le daba brillos a las aisladas islas. El olor a mar invadía sus sentidos, tan fuerte que carcomia sus fosas nasales.
La madera del muelle principal estaba inusualmente limpia, el olor a viseras y sangre no invadía sus sentidos como ya era común, no había cadáveres destripados del día anterior o secuencias fúnebres en la plaza como todos los dias. La gente caminaba tranquila y sin miedo por la calle, Harry miro extrañado como guardias civiles del Corsario de la ciudad monitoreaban el mercado y los alrededores. Normalmente los guardias no salían de la mansión del Corsario, donde ese gordo pretencioso pasaba sus días comiendo y robando mujeres jóvenes como el cerdo que era, ese chico Dudley era bastante desagradable para Harry, esa familia en general era desagradable. Harry habia conocido a la esposa del Corsario anterior, madre del actual Lady petunia.
Ella era una mujer esquelética y paliducha, la piel se cernía a sus huesos de forma desagradable, casi siempre vestía con vestidos costosos que casi siempre tenían tejido el escudo de su familia y ridiculos sombreros con flores que casi siempre parecian macetas feas, maquillada de forma exesiva y cubierta de joyas demasiado grandes para poder ignorar. A veces se paseaba por las tiendas de ropa de la plaza principal, casi siempre escoltada por un batallón.
Harry solo estaba seguro de una cosa al verla: ella era una mujer desagradable, según se rumora, solía torturar a las sirvientas de su hogar por cualquier cosa minúscula. Una vez una chica había sido dejando bajo la lluvia de invierno completamente desnuda por intentar seducir a su único hijo, la chica había muerto pocos días después de pulmonía y su cuerpo había sido arrojado al mar.
Los piratas y mercaderes eran muy generosos con el Corsario y su familia, a cambio de eso los guardias se mantenían a una respetada distancia de los lugares donde los negocios de carácter ilegítimo se llevaban acabo y todos contentos. El también seguía esa regla, cada 30 días debía acudir a la mansión y cantar para la familia para curar cualquier calamidad que se le hubiera "pegado" y daba una cantidad de dinero pequeña cada cierto tiempo para continuar con su negocio.
--¡Harry! -- Una vocesita chillona llamo su atención. Ginny a su lado lo miraba con enojo, mientras arremetió contra su túnica con su pequeña mano a tirones. Llevaba un adorable vestido rosa pastel con hermosos pliegues en el pecho la hacían verse adorable, el vestido era sencillo y tenia un patrón de flores en la falda que llegaba hasta sus tobillos, era manga larga y el cuello estaba cubierto por completo, su cabello eran un manojo de pequeños rizos dulces.
A diferencia de las otras regiones de este país, las islas de theres no poseían un código de vestimenta para las mujeres, la mayoría se atrevían incluso a usar pantalones o hacían trabajos de hombres, después de todo era una ciudad sin reglas en su mayoría.
Podian salir solas a pasear o caminaban por las calles en pantalones y botas de cuero o incluso vestidas completamente como piratas, algo que iba en contra de las creencias del pais. Ginny no era la excepcion, era una niña ruda, pero los mercados y lugares cercanos a los muelles grandes eran zopa de la gente "desente" pues le pertenecía al 20% del pueblo que poseía dinero o algún título noble, así que ellos estaban obligados a comportarse según las reglas para poder estar alli y comerciar cómodamente o solo comprar los comestibles. El nombre de este puerto era muelle del hombre honesto, en aquel lugar atracaban y comercian los pocos navíos legítimos que traían los víveres que no se podía obtener allí de los pueblos aledaños.
Harry suspiro pesadamente, pasando cansado sus manos por su barba oscura. Sus bonitos ojos verdes se mantenían alerta, mirando con cautela alrededor. La tranquilidad aledaña lo tenia nervioso, incluso aunque este fuera el lugar más seguro de toda esta ciudad con 7 millones de habitantes, normalmente no era tan tranquilo.
---¿Qué es lo que quieres Ginny? --- La niña gimoteo por la frialdad de su respuesta. El normalmente era dulce con la pequeña, pero el extraño ambiente lo hacía desconfiar, los ricos que normalmente estaban encerrados en sus lujosas mansiones ahora se paseaban por las calles tranquilamente.
--Mira eso-- Señaló un pedazo de papel pegado en una vieja pared de ladrillos viejo y roído.
《《 Por orden del gobernador y enviarlo de rey el conde Durley, comenzarán las vigías de los guardias civiles en los 3 puertos principales de la ciudad, se implementará un toque de queda desde el próximo 9 de julio, quien sea descubierto después de las 8 p.m por los guardias será ejecutado》》
---Pero.... hoy es 9 de julio --- Harry exhalo con fastidio, mientras continuaba su camino en compañía de Ginny ---¿Por qué demonios esto tan repentino? --- Ginny jalo su manga para llamar su atenció, sacándolo de su reflexión.
---Mira--- Señaló hacia el puerto con sorpresa. Atracado estaban 5 navíos enormes y algo impresionantes. La bandera que ondean era lo que más los impresionó, era la bandera del rey.
---¡Son navíos de guerra imperiales! --- Su boca se seco. Miro a la niña a su lado con preocupación ---Vamonos Ginny --- La niña asintió. Ambos dieron media vuelta y se escabulleron entre los callejones para salir de la zona cercana y volver a su hogar.
Cuando llegaron al fin Harry arrojó las compras en la mesa de la cocina y volvió para sentarse en el mueble de la sala.
---¡Harry! --- Ron entro corriendo a la casa, después de 4 días fuera de casa Harry se sorprendió un poco después verlo llegar así. Su rostro se mostraba contento y excitado, eso evitó que Harry se acercará a saludarlo. Al momento de que ron puso sus ojos azules en Ginny su rostro cambio a uno más serio.
---Ginny, ve a la casa. Percy te cuidará ahora. Tengo que habla algo con Harry--- La niña se veía confundida. Se levantó de la silla donde se había sentado y salio de la casa sin hacer el menor ruido y sin despedirse, además de con un pequeño gesto de manos ---¡Harry. Grandiosas noticias! ---Harry se levantó para mirarlo con curiosidad ---¿Te has enterado de que hace 2 días llegaron unos barcos imperiales? --- Harry asintió lentamente --- Parece ser que vinieron a una revisión de la capital, y el capitán del reino mismo vino --- El rostro de Harry se notaba confundido. Para el esas eran terribles noticias.
---Eso no me parecen Buenas noticias--- Respondió con simpatía en ub tono condecediente. Ron sin dejar de sonreír, arrojó una bolsa que se abrió sobre la mesa, dejando a la vista el contenido.
---¿¡ Serpientes de platino!? --- Harry parpadeo sin poder creerlo. Se sentía dentro de un sueño muy irreal --- ¿¡De donde demonios has sacado eso!? Esas deben ser más de 10 serpientes ---
---15 monedas de platino. La mitad, cuando cantes para el capitán para aliviar una herida que no quiere sanar de su pierna --- El rostro de Harry se de formó en un gesto de desconfianza.
---¿Cómo? ----
---Percy. Parece que cuando fue al banco no dejaba de quejarse del dolor de su pierna y Percy le dijo sobre ti. Bueno sobre Lily, el quiere que cures su pierna---
---- No. Devuelve eso--- Harry lo corto. La sonrisa de Ron murió en sus labios tan rápido como nació .
---¿No? ¿Cómo que no? --- Su tono salio mucho más alto de lo que quiso. Harry lo miro con enojo.
---Sabes las reglas Ron. Esto es riesgoso. Tengo un mal presentimiento. ¡Devuelve eso y eso, es mi última palabra!--- El rostro de Ron se puso rojo de la rabia. Todo rastro de felicidad había muerto en el, dejando solo la infelicidad.
---¡Son 30 serpientes de platino Harry! ¡ No te das cuenta! ¡ Con esto podremos salir de nuestras deudas! ¡Podremos largarnos de este maldito lugar!--- Ron comenzó a gritar. Harry frunció los labios.
---Ron, no necesitamos esto. Podemos salir de nuestra deuda solos--- Su voz salio vacilante
---!Claro que no mierda! ¡Hemos estado en esta maldita deuda por más de 5 años Harry! ¡Nunca podremos conseguir esa cantidad de dinero! Hemos trabajado sin descanso y nunca hemos podido conseguir más de las 10 kraken de oro que solo cubre los intereses de la semana y aun estamos pagando el tratamiento de Ginny! --- Su rostro se llenó de lágrimas --- ¡ 50 serpientes de platino y nuestra vida quedaría resuelta! Podríamos pagarle gran parte de la deuda a ese maldito idiota, Ginny podría terminar el tratamiento, la sacariamos de este lugar donde la sal del ambiente no pudiera dañar mas sus pulmones y la deuda de nuestra madre quedaría saldada! ¡Esa deuda que lo hizo por nosotros. Por ti también! --- Harry se quedo callado y con la cabeza abajo. Ron tenia lágrimas saliendo de sus ojos --- Somo hermanos Harry, por el sacrificio que están haciendo todos los Weasley, por Ginny. Has esto por mi, tu hermano por 15 años ----
--- Lo hare --- Cuando pronunció esas palabras una extraña corriente eléctrica paso por su espalda tensa. Ignoro esa sensación al ver el rostro feliz de su hermano del alma.
--- Ve a vestirte. Ponte lo más bonita que puedas, debemos estar frente al puente del muelle del sur en 1 hora--- Harry palidecio.
---¿Ellos pondrán el lugar? --- La mala sensación cobro fuerza dentro de él. Sentía el corazón en el estomago, latiendo fuertemente.
--- No te preocupes, iré contigo --- Canturreando feliz, Ron se fue a la cocina a revisar los comestibles. Harry subió, a pesar de que estuviera rompiendo todas sus reglas, el riesgo lo valía. Ignoro la sensación que esto le producía y subió para alistarse.
30 minutos Harry y Ron estaban saliendo de la casa hacia el lugar acordado. Harry se sentía incomodo, era la primera vez que caminaba a plena luz del sol así vestido. Lucía bonito, su rostro estaba maquillado delicadamente y la peluca lucía bonitos rizos cortos. Llevaba un vestido con largo cuello y botones, era de un bonito color de negro con un corset azul con diseños de ramitas negras en el, sin mangas, dejando a la vista sus brazos tonificados, pero se cubrían bien detrás de un chalet oscuro, un sombrero pequeño con un velo semi traslúcido que ocultaba su rostro.
---Te odio---- Ron se río por el comentario mordaz. Llegaron al lugar acordado, donde lo esperaba un carruaje.
--- Solo la señorita --- Dijo el tétrico conductor. Ron entre cerró los ojos con desconfianza .
--- Ella no irá a ninguna parte sola ---- El coductor, que parecía ser un militar, río un poco.
---Pues no recibirás tu paga amigo--- Ron quiso comenzar a protestar, pero Harry hizo una señal con la mano para que se detuviera. Entro en el carruaje y lo cerró atrás de el, Ron lo miro sorprendido.
---Nos veremos en casa--- Susurro bajito para que solo el pudiera escucharlo. El carruaje arranco y solo pudo ver como Ron se quedaba atrás.
Pasaron cerca de 1:30 antes de que llegarán a su destino. A cada paso que avanzaba Harry se sentía más nervioso, tenia un mal presentimiento y no podía apartar esa sensación de peligro que lo estaba volviendo loco.
---Llegamos, señorita--- El rostro de Harry se torció al ser conciente de donde estaba.
---La mansión del Corsario --- Trago saliva nervioso. La mansión enorme localizada en uno de los peñascos de la isla, era un lugar sumamente bonito y bien cuidado. Allí el Corsario vivía con su familia, o más bien debía llamarlo ¿gobernador? El no lo sabia muy bien, después de todo solo se le consideraba corsario por sus negocios con los piratas y su control de la ciudad, por lo demás era solo un gordo inútil con un título de segunda.
Harry toco las espadas que se escondían bajo su vestido, justo en medio de sus muslos. 1.85 de altura ayudaban a ocultar bien ese tipo de objetos bajo su vestimenta.
1
Tan pronto como paso la puerta principal noto algo que lo puso muy nervioso, los guardias reales abundaban en todo el terreno. En el patio habían unos cuantos.
---Por qué señorita--- Otro guardia lo esperaba, este era más joven de lo que el imaginaba. Caminaron hasta llegar a la casa, donde la puerta fue abierta.
En pleno salón lo esperaba un hombre. Vestía con un traje elegante que se veía que le pertenecía a un oficial.
---a llegado señorita, es un placer conocerla al fin. Yo soy el capitán Zabini --- Se presentó caminando tranquilamente hacia el. Harry noto de inmediato algo que lo puso nervioso, la falta total de signo de dolor o cojera de alguien que se supone que tenia una herida que lo estaba imposibilitando.
Sin poder evitarlo miro sus piernas con cautela, parece que el se dio cuenta de eso pues hizo una señal al hombre atrás de el. Antes de que Harry pudiera hacer cualquier cosa el hombre le dio una fuerte patada en ambas piernas, haciéndolo caer al suelo de dolor. Con rabia Harry sacó una de su espadas y la clavo en la pierna del hombre, desgarrando el músculo de muslo. Antes de poder arrancarle la pierna de un tajo, zabini aprovecho para darle un golpe en el cuello y colocarle unas esposas por atrás de la espalda. Le arrebato su espada y sin ninguna vergüenza Metió la mano abajo de su vestido para sacar la funda y la otra espada.
El guardia atrás de el cayó al piso en una cobulcion de puro dolor, la sangre manchó el inmaculado y pulcro recibidor de la mansión del gobernador.
--Callate, solo te corto un poco.. Sus intenciones eran quitarte la pierna de un tajo así que deja de quejarte--- Se quejo. Otros 2 guardias fueron a asistir al hombre que lloraba sonoramente -- Pobre, no sobrevivirá -- Se lamentó en tono síndico y sin un ápice de verdadera tristeza -- Señorita lily ¿le han dicho que tiene unos buenos muslos? ¿escuche que es muda y nunca habla? --- Harry no respondió.
---Oh vaya, parece que a pasado algo interesante--- Un viejo bajo las escaleras lentamente. Harry lo reconoció de inmediato ---Es bueno verte de nuevo, linda señorita --- Harry subió la cabeza para ver al hombre, pero tan pronto como lo hizo se arrepintió.
---Oh claro, ustedes se conocen --- Zabini río con maldad --- El después de todo es el que te entrego --- El pelirojo bajo la cabeza para esconder su rostro y no mirar esos ojos verdes llenos de consternación , pero Harry ya lo había reconocido. Después de 15 años de convivir era inposible no reconocer ese rostro lechoso invadido de pecas, ojos azules que solo demostraban vergüenza. Sus manos jugaban con nerviosismo entre ellas.
---Percy --- Susurro tan suave que nadie pudo escucharlo.
---Bueno, gracias por toda tu ayuda, además de los consejos sobre el peligro detrás de ese rostro bonito --- Zabini lo felicito, mientras ponía entre sus manos una bolsa bastante grande --- Bueno, tenemos un barco que tomar, así que es mejor que te vayas --- Percy asintió. Siguió de largo, pasando por encima de Harry y el charco de sangre que estaba junto a el y antes de salir por la puerta le dedicó una última mirada.
--- Lo siento Lily... Soy un cobarde. Quiero que sepas que Ron no tiene ni idea de esto, ni el ni los demás están enterados de nada --- Harry lo miro con rabia --- Odiame a mi nada más, por favor --- Salio de la casa sin decir nada más.
---Bueno, bueno--- Harry giro su cabeza y noto que Zabini estaba justo frente a el, de cuclillas -- No tenemos tiempo para despedidas, tenemos que abordar un barco querida amiga --- Dijo antes de proporcionarle un puñetazo en la cara que lo dejo inconciente de inmediato.
---¿Era necesario eso? --- Pregunto Albus algo preocupado.
---Sí todo lo que me contó Percy es verdad. Si, es muy necesario ---- Cargo el cuerpo de Harry ---Dios, esta chica no sólo es alta. Pesa como el demonio. Pero su rostro es superior bonito ----..
Continuara
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