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NIÑA BUENA por Liss83

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Notas del capitulo:

Y llegamos a la mitad...


Steve se levantó y salió del lugar sin mediar ni una palabra más dejando al rubio acostado en la cama presa de espasmos, producto de su llanto. Media hora después regreso encontrando a Danny en la misma posición donde lo había dejado, aunque ya más tranquilo

 

- Ven aquí – dijo Steve ayudándolo a ponerse de pie –. Me preocupe mucho cuando desperté y no te vi a mi lado – dijo Steve abrazándolo y sintiendo como el rubio se estremecía – creí que nos habían atacado y… – empezando a abrirle la camisa lentamente
- Por favor, déjanos ir – suplico Danny mientras su camisa desaparecía de su cuerpo – te juro que no le diremos a nadie quien eres realmente
- Tampoco te creerían – dijo Steve besándole el cuello mientras le quitaba la prenda y abrazándolo por la cintura lo besos en los labios – cuando te mande traer, ordene que hicieran estallar tu edificio
- ¿Qué cosa? – dijo Danny sorprendido
- Y dado que ese día estarías con los niños… – dijo Steve
- Todos creyeron que los tres morimos – susurro Danny
- Exacto – concluyo Steve
- ¿Y tú? – dijo Danny – en algún momento se darán cuenta que desapareces el tiempo que estas aquí
- Bueno – le susurro Steve al oído – eso también tiene una explicación lógica – poniéndole ambas manos sobre los hombros lo empujo suavemente hacia abajo –. Veras… toda la isla sabía sobre nuestra entrañable amistad, por lo que no fue sorpresa para nadie que yo entrara en una terrible depresión. Fue el mismo Gobernador quien me sugirió que me tomara un respiro, así que decidí alejarme de Hawaii y de tierra firme en un crucero – se bajó el cierre de su pantalón y luego bajó un poco la ropa interior liberando su entrepierna –desgraciadamente esa misma noche hubo una gran tormenta y… mucha gente me había visto totalmente ebrio, así que…
- El mar te trago – susurro Danny con la mirada perdida – no hay cuerpo, no hay pruebas. ¡Dios! – cerro los ojos – ¿Qué hiciste Steve?
- Lo que tenía que hacer para tenerte – dijo este acariciándole el rostro y levantándoselo a para que quede a la altura de su entrepierna – ahora se una niña buena y quítame el stress que tú misma me provocaste
- Nunca he hecho esto – susurro Danny como suplica
- Aprenderás – dijo Steve agarrándole suavemente el mentón para que este abriese la boca –, es más, te encantara ser una experta – las lágrimas de Danny bañaban su rostro completamente – ahora abre tu linda boquita y juega con esto
- No quiero – susurro Danny
- ¿Dónde quedo quien me prometió que sería una niña buena? – dijo Steve sonriendo
- Pídeme otra cosa – suplico Danny – lo que sea
- ¿Hasta cuándo vamos a estar así? – dijo Steve acariciándole el cabello – te traje para que seas mi mujer y vas a serlo Danno. Así que deja de pelear de una vez
- ¿Por qué yo? – dijo llorando el rubio – ¿Por qué no cualquier otro?
- No sé – dijo Steve –, en algún momento deje de verte como amigo, como hombre, y empecé a verte como mi mujer. Nuestras peleas… – dijo Steve – el hecho de estar siempre ahí el uno para el otro sin importar lo que viniese…, la cercanía…
- ¿Desde cuándo…? – susurro Danny
- ¿Importa? – dijo Steve – empieza

 

Danny miro fijamente hacia adelante. Sabía que ese era su castigo por escapar. Que no importaba cuanto lo intentase, no podría escapar ya. Y es que Steve le había puesto la peor de las anclas para evitar que escapase. Su propia hija, su amado monito. De alguna retorcida manera había puesto a su niña en su propia contra convenciéndola de que era su padre y él su…

 

Lentamente empezó a lamer desde la punta hasta la base misma, intento pensar en otra cosa desconectar su mente, pero por alguna razón su cuerpo solo quería reaccionar a esas malditas caricias que lo estaban llevando a la locura. No quería reconocerlo ni para sí mismo, pero tal vez si ese Neanderthal hubiese hecho las cosas de otra forma, tal vez… ¿pero que estaba pensando? ¡A él le gustaban las mujeres!

 

- Levántate – dijo Steve dando un paso hacia atrás
- ¿Qué? – dijo Danny sorprendido
- Levántate – dijo Steve y lo ayudo a ponerse de pie – yo no quiero esto Danno – susurro limpiándole las lágrimas – yo quiero tu amor, siempre lo quise, solo… solo te pido una oportunidad
- ¿Y secuestrándome? ¿violándome? – dijo llorando – ¿Así lo lograrás Steve? ¿haciendo que mi hija me humille?
- Nunca fue esa mi intención – le susurró al oído limpiándole las lagrimas
- ¿Por qué simplemente no me matas y acabas con esta humillación? – dijo Danny –. Mírate, te convertiste en eso contra lo que luchabas. Ya no te reconozco
- Sigo siendo el Steve de siempre – dijo este abrazándolo
- Ya no eres “mi” Steve – sollozo Danny –. Mi mejor amigo, mi hermano. El que me cuidaba la espalda las veinticuatro horas del día. El hombre justo y generoso que creía en la ley. ¿Hazme un favor?
- Lo que quieras – dijo este besándole la frente
- Mátame – dijo Danny –, acaba con este infierno
- ¿Estar a mi lado es un infierno? – dijo Steve con voz dolida
- En estas condiciones si – dijo Danny
- Okey – le susurro Steve mientras unían sus frentes – te diré la verdad. No, Danno – le acaricio la mejilla –, no me convertí en nada de lo que crees. Es… una misión
- ¿Tú misión era secuestrarme y violarme? – susurro Danny sorprendido
- Es difícil de explicar – susurro Steve acariciándole el rostro – en algún punto, todo se torció y acabe siendo el jefe de la Yakuza. Danno quédate a mi lado y te voy a proteger. Lo prometo
- Quiero irme – susurro Steve
- Te prometo que pronto nos iremos todos – susurro Steve – Tú, yo, los niños… no habrán más misiones. No más sobresaltos. Pero ahora te necesito aquí
- ¿Por qué trajiste a mis hijos, si es solo una misión? – susurro Danny
- Porque si no los traía de este lado – susurro Steve – morirían. La Yakuza…, mis padres saben lo importante que son para mi tú y los niños. Mira Danno, déjame sacarte de esto – susurro acariciándole el rostro – y te prometo que después desapareceré de sus vidas. Esto… lo olvidaras, solo ayúdame ahora
- Y la ayuda que quiere es… – susurro Danny
- Finge que te rindes – susurro Steve
- ¿Qué? – susurro Danny sorprendido
- Detrás de cada cuadro de esta casa hay una cámara – susurro Steve –, así nos vigilan. Por favor Danno ayúdame a sacarte de aquí
- No soy gay – susurro el rubio
- Solo unos días – susurro Steve – finge para que podamos irnos a casa – acercando sus labios a los suyos –. Por los niños. Confía en mí – y lo beso lentamente.


Danny no supo en que momento sus brazos se enredaron en el cuello del comandante, mientras este le acariciaba los labios en un beso calmado, entregado, un beso en el que parecía haber un mar de sentimientos encontrados bullendo por salir a flote, un beso que nunca había recibido antes y que lo aterraba, pero a la vez lo excitaba, porque estaba lleno de pasión y de amor. Dos cosas que no recibía al mismo tiempo desde… Rachel. Unos golpees en la puerta los sacaron de esa burbuja

 

- Confía en mi – susurro Steve – y cuando puedas revisa la recamara para que constates que nos vigilan, pero no quites ninguna cámara – volvieron a llamar a la puerta
- Si – susurro Danny
- Adelante – dijo Steve
- Señor – dijo Wo Fat entrando en el lugar –, sus padres los esperan en el despacho.
- Trae a mis hijos – dijo Steve – quiero que pasen el resto de la noche con su madre
- Enseguida señor – dijo Wo Fat
- ¿Más tranquila? – pregunto Steve y Danny asintió – te amo – susurro besándole suavemente los labios – ya vuelvo – y salió a paso firme seguido del otro hombre

 

Sin llamar a la puerta entro en el despacho y se sentó en el sofá

 

- ¿Te creyó? – pregunto Doris
- Totalmente – dijo Steve respirando hondo –. Tengo que moverlos. Esta casa ya no es segura
- Lo bueno es que cuentas con los caprichos de Grace a tu favor – dijo John
- Pero yo quiero su amor – protesto Steve –, no su miedo. Esto se me está saliendo de las manos
- Cuando decidiste cruzar la línea – dijo John – tenías claro que no sería fácil
- Ya no hay vuelta de hoja hijo – dijo Doris agarrándole la mano – y lo sabes
- Pronto nos mudaremos a Creta en Grecia – dijo Steve – desde allá manejare la organización. No se preocupen
- En algún momento Danny descubrirá que todo es mentira – dijo John
- Pero ya será muy tarde – dijo Steve –, ya no podrá escapar de mí, ni aunque le deje la puerta abierta

 

* * *

 

Danny arropaba a Grace en su habitación mientras esta no dejaba de contarle como se había divertido con sus abuelos John y Doris ese día en el yate. Ya había pasado un mes desde su último intento de fuga, y debía reconocer que sus noches se habían hecho bastante interesante muy a su pesar. Steve era gentil y respetaba cuando él se negaba a intimar, pero claro, él también tenía que ceder, y era ahí cuando venía el problema. Él no podía disfrutar esos momentos, iba contra su naturaleza, pero se sentían tan bien esas caricias…, eso besos…

 

- Ahora es hora de dormir – dijo Danny besándole la frente y sentándose a su lado
- No tengo sueño – dijo esta bostezando
- ¿Ah no? – dijo Danny sonriendo
- No – dijo Grace –, promete que mañana jugaremos en el jardín
- Claro que lo promete – dijo Steve entrando sonriente
- ¡Papi! – dijo la niña levantándose de un salto y lanzándose a los brazos del recién llegado
- Grace – dijo Danny en tono neutro
- Hazle caso a mamá – dijo Steve acostándola
- No tengo sueño – dijo esta bostezando
- Se nota – dijo Danny sonriendo y colocándole un oso de peluche entre los brazos por lo que la niña se durmió profundamente
- Es hermosa – dijo Steve abrazándolo por la cintura y haciendo que la espalda del rubio chocase contra su pecho
- Se parece mucho a su madre – susurro
- Coincido totalmente contigo – le susurro Steve al oído
- Hablaba de Rachel – dijo Danny
- Y yo de ti – le susurro Steve al oído besándole detrás de la oreja haciendo que el rubio se estremeciera – ¿te gusta?
- No – susurro Danny cerrando los ojos
- Mentiroso – vuelve a susurrarle sonriendo y lo hace girar en sus brazos – vamos a la recamara – susurro Steve antes de besarlo en los labios
- Prometiste… – susurró Danny
- Hacerte feliz – dijo Steve alzándolo en brazos y saliendo de la habitación – y eso es lo qué hare

 

Entraron en la habitación y Steve lo colocó en el suelo. Lo abrazo por la cintura y le bajo el cierre de su falda para dejarla caer libremente. Lentamente le desabotono la blusa y también la dejo caer. Tímidamente Danny fue quitándole la polera por encima de la cabeza

 

- Steve – susurro Danny mientras su cuello era atacado por besos suaves y mordiscos que le arrancaban gemidos
- Solo te pido una oportunidad – susurró Steve – para hacerte el hombre más feliz
- ¿Y si te equivocas y no me puedes hacer feliz? – dijo Danny
- No lo sabremos si no me das la oportunidad – dijo Steve bajando los besos hasta el vientre de Danny y arrancándole otro gemido –. Vamos Danno, se mi mujer. Formemos una familia. Tú – susurro besando la parte interna de su muslo derecho – yo – susurro besando la parte interna de su muslo izquierdo – y los niños…

 

Notas finales:

Opiniones?


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