Miraba con irritación al demonio frente a él, había tenido que llamarlo en contra de su voluntad ya que era la última posibilidad que le quedaba para esclarecer lo que llevaba buscando por esos cuatro meses sin ningún resultado satisfactorio.
-No me mires de esa forma, después de todo fuiste tú el que me llamaste ¿o no?
-Precisamente por eso- sus ojos se volvieron sumamente rojos y miró fijamente al contrario- necesito que me digas si sabes algo de ese vampiro
-Uhm….- sonrió de lado y sostuvo la fuerte mirada- solo que estuvo en ese lugar, no tengo los detalles precisos, después de todo ¿Qué lo llevaría a presentarse allí?
-Eso es precisamente lo que quiero averiguar, necesito saber dónde estuvo antes de dirigirse a Namimori- el color de sus ojos volvió a el típico tono azul metálico y frunció el ceño con irritación- no quiero que nadie interfiera en mis asuntos
-El idiota de Byakuran me dijo que fue visto en un pueblo no tan alejado de Namimori horas antes del ataque, supongo que luego de enterarse fue hacia allí, pero no conozco sus razones
Se paró del sofá donde se encontraba sentado cruzado de piernas y se acercó más a su “aliado”, le gustaba fastidiarlo aunque sabía que ponía su vida a juego cada vez que lo hacía.
-Tú… fuiste muy cruel ¿no crees?- llevó uno de sus dedos hacia la corbata color negra que llevaba puesto el vampiro y comenzó a trazar líneas por ella- mira que masacrar todo ese pueblo de humanos
-Eso no te importa en lo más mínimo, yo hago lo que se me pegue la gana- tomó fuertemente la muñeca del hombre peliazul y la apretó fuertemente- y no me toques como si tuviéramos tanta confianza
Sintió el dolor que le provocaba el agarre del pelinegro frente a él y una corriente eléctrica lo recorrió por completo, ser un masoquista era de por sí muy malo en situaciones como esas.
-Me excitas cada vez que me maltratas así- llevo su mano libre hacia su entrepierna y se acarició por sobre la ropa- ¿no te gustaría hacerlo pero en la cama, Hibari?
Sin inmutarse por las insinuaciones de aquel sujeto acercó su rostro hacia el cuello de este y olfateo lentamente provocando que suspiros y pequeños gemidos se oyesen por toda la gran habitación.
-No me apetece, no se levanta en lo más mínimo contigo, Mukuro
Luego de susurrar ladinamente al oído del demonio, se giró y regresó a sentarse tras su escritorio, si aquel sujeto no sabía nada más acerca de Reborn, ya no tenía razón para continuar la plática.
-Eres muy cruel, nadie me había rechazado de esa forma, imbécil- frunció el ceño y tomó su muñeca lastimada para darle unos masajes
-Si quieres tirar busca a ese peliblanco infantil, él estará muy dispuesto
-Gracias por la recomendación- caminó hacia la puerta del lugar, pero antes de retirarse le dirigió unas últimas palabras al vampiro- por cierto, creo que deberías de dejar el tema de él de una vez, después de todo, llegó luego de que terminases con la masacre, ya todos estaban muertos, así que quizá solo fue a observar, no hay muchas vueltas que darle
Luego de escuchar el sonido de la puerta al cerrarse se recargó en el respaldar de su asiento de cuero y suspiró con signos de cansancio.
“Tratándose de él, dudo que fuese solo a observar”
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-¿Y bien? No responderás
Luego de plantearle sus dudas al sujeto frente a él, este se había quedado callado observándolo por casi un minuto sin pronunciar palabra, lo estaba exasperando en demasía.
-¿Me creerías si te dijera que es porque desde que te vi me gustaste, Tsuna?
-No lo haría- observó con algo e irritación al vampiro- conozco tu naturaleza, es imposible que algo así fuese la razón
-Esa perspicacia tuya me agrada- sonrió y observó fijamente al contrario- me ayudaría que eliminases a Hibari, después de todo, los asuntos que tengo con el son relacionados a nuestros negocios, siempre está metiéndose en mi camino y eso me irrita
-¿Pero porque no lo haces tú? O es que le tienes miedo
Sintió satisfacción al observar los ojos de Reborn tornarse rojos por el enojo que seguramente sintió al escucharlo.
-Sería un desperdicio de energía, al ser un purasangre como él, el luchar entre nosotros solo nos traería una batalla interminable, lo mejor es observar como un convertido como tú lo destruye con ayuda del conjuro
-Ten por seguro que lo haré- dio media vuelta y se dirigió a la entrada del lugar- dile a Yuni que esté preparada, muy pronto necesitaré su ayuda
Salió sin siquiera esperar una respuesta por parte del otro vampiro, ya se había despedido de los demás en esa mansión y ahora debía dar inicio a su estrategia.
“No puedo esperar por verte de frente, maldito”
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Se encontraba terminando de firmar unos documentos importantes relacionados con los negocios que mantenía, no era de su agrado asistir a las reuniones con la mayoría de sus socios, él odiaba las multitudes, por esa razón siempre mandaba a Kusakabe a que le trajera los papeles que debía firmar y el informe de las cosas realmente importantes tratadas con esos sujetos desagradables.
Estaba a punto de terminar con su tarea cuando la puerta de su oficina se abrió estrepitosamente, dejando notar a uno de sus subordinados sosteniendo a alguien a quién no podía ver el rostro debido a que su cabeza se encontraba gacha.
-Señor, disculpe por la intromisión
-Espero tengas una buena excusa para lo que acabas de hacer, Ryohei
-S-SÍ- tembló de solo observar los ojos irritados de su jefe, temió por su vida en ese instante- encontramos a este sujeto por los alrededores de la mansión, se encontraba cazando
-¿Cazando?
-Sí, es un vampiro- jaló bruscamente de los largos cabellos castaños y obligó al muchacho a observar fijamente a su jefe
Kyoya quedó mudo por unos segundos. Aquel rostro salpicado de sangre, mostrando los colmillos característicos de su especie, con los ojos rojos como la sangre se mostraba ante el sin ninguna expresión aparente. Podía notar que el chico no sentía ningún temor hacia él a pesar de la situación en la que se hallaba y ese solo hecho lo irritó bastante. Nadie podía verlo de esa manera ¿acaso no sabía quién era? Se lo haría entender si ese era el caso.
-¿Cómo fue que pudo burlar la seguridad?- se acercó lentamente hacia dónde el intruso se encontraba arrodillado
-No lo sabemos, yo caminaba por el bosque en busca de Koyo, cuando repentinamente escuché el grito de un animal- frunció el ceño- al llegar al lugar donde provenía el sonido encontré a este sujeto succionando la sangre de una de las criaturas mágicas
-Ya veo- miró desde arriba al chico que en ningún momento había apartado su mirada de él- ¿Quién eres y porque entraste a mis dominios?
Se mantuvo callado por unos segundos para luego sonreír ladinamente, debía responder correctamente y sin titubear un segundo.
-Mi nombre no es importante ¿o sí?- lamió la sangre que aún quedaba en la comisura de sus labios- y entré porque percibí un delicioso olor, alimentarme fue grandioso
-¡Cómo te atreves a...!
Con una mirada, Hibari calló a su subordinado y se dedicó a observar fijamente al castaño.
-Para alguien en tu situación ¿no crees que tu conducta es inapropiada?
-¿Mi situación?- hizo un gesto de desconcierto para luego sonreir divertido- ahh… te refieres a que fui capturado ¿cierto?
-Exacto
-Entonces creo que debo dejarme de juegos- haciendo mella de su grandiosa velocidad tomó el brazo de Ryohei y lo jaló hacia el suelo, posicionándose encima de él, aplastando su cuello con uno de sus codos- fue muy divertido, pero el jalón a mi preciado cabello me molestó mucho
-¡Ahh!- se quejó por la fuerza ejercida sobre su cuerpo-¡m-maldito!
-¿Un juego? Nada mal
En ese momento un agitado peliverde llegó hacia la oficina de su jefe, algo agitado por el hecho de haber corrido durante mucho tiempo sin descansar.
-¡R-Ryohei!- gritó al ver a su pareja en el suelo del lugar siendo sometido por aquel extraño
-Quédate donde estas- habló autoritariamente y se dirigió esta vez al intruso- hablaremos en privado, suéltalo de una vez
-Eso que dices me agrada-sonrió y dejó libre al peliblanco
De inmediato Koyo se acercó y tras acariciar el rostro de Ryohei se retiró del lugar dejando a su jefe con aquel vampiro de cabellos castaños.
-Bien ¿De qué tratará nuestra charla?
Esperó la respuesta del purasangre frente a él por los segundos que este demoró en observarlo de pies a cabeza, era una persona muy precavida como le habían dicho siempre.
-¿Cuál era tu objetivo al dejarte capturar? Puedo creer por tu apariencia tan desastrosa que te infiltraste en mis dominios en busca de alimento, pero no la razón por la que dejarías que te trajesen hasta aquí
-Eres muy perceptivo- retiró con el pulgar un poco de la sangre en su mejillas y lo lamió con diversión- solo quería conocer al dueño de todo este inmenso lugar, es todo
-¿Quién eres? Es la segunda vez que te lo pregunto y déjame decirte que si no obtengo una respuesta satisfactoria, será lo último que escuches
-Estás perdiendo los papeles ¿no es cierto?- se acercó un poco más al hombre frente a él y se apresuró a contestar- Tsunayoshi
-¿Quién fue el que te convirtió?
-Buena pregunta, digamos que no importa mucho en este momento ya que fui yo quien acabó con su miserable vida
-¿Razón?
-Me hizo su ramera desde el primer día- sonrió- no es lindo ¿sabes? Que alguien te profane cuando se le de la maldita gana, por eso al encontrar el momento perfecto, no lo dudé y enterré una estaca en su pecho
-Luego de eso vagaste sin rumbo y fuiste atraído por el olor proveniente de aquí ¿verdad?- habló ladino
-Correcto- respondió sin titubear- quise tener un poco de diversión luego de todo lo que ese miserable me hizo pasar ¿No puedo?
-Tu momento de diversión puede salirte muy caro ¿No crees?
Aquel chico lo irritaba del solo observarlo, pero a la vez le atraía de una manera muy extraña, sentía la necesidad de conocer más acerca de él, es decir, averiguar lo que pensaba, lo que tramaba, le era muy difícil de leer y eso atentaba contra su orgullo.
-Soy consciente de ello- estiró sus brazos y sonrió ampliamente- pero velo de esta manera, me deshice del maldito que me obligó a hacer lo que quiso por mucho tiempo, disfruté de un delicioso almuerzo y provoqué que un purasangre se irritase del solo conocerme ¿no es suficiente para aceptar mi muerte?- la estrategia que había ideado era un arma de doble filo, solo le daba el cincuenta por ciento de probabilidad de tener éxito y había llegado la hora de jugar el todo por el todo- vamos, entierra una preciosa estaca en mí, aunque siendo un purasangre, basta con que entierres tus poderosas garras en mi pecho y destroces mi corazón ¿cierto?
Se mantuvo en silencio tratando de descifrar la mirada del vampiro frente a él, pero por más que lo intentó, no fue capaz. Se acercó lentamente y colocó una de sus manos alrededor del cuello del chico y no creyó que fuese a hacer lo que tenía pensado.
-Entonces ¿Quieres que acabe contigo?- apretó el blanco cuello entre su dedos
-H-Hazme el honor- habló con cierta dificultad debido al fuerte apretón sobre sus cuerdas vocales
Sonrió ladinamente y retiró su mano, acercó su rostro hacia el lado izquierdo del cuello del castaño y en una fracción de segundo, ya sus grandes colmillos se encontraban profanando la piel y sus labios saboreando el sabor de su sangre.
Tsunayoshi se sorprendió un poco por esa acción, pero se dejó hacer, eso debía significar algo y debía esperar por una explicación.
Luego de unos cuantos segundos, Hibari lamió la herida cerrándola al instante y se quedó observando fijamente el rostro del chico.
-Ahora eres uno más de mis subordinados, le diré a alguien que te lleve a tu nueva habitación
-Me sorprendes- sonrió tocando con la yema de sus dedos el lugar donde antes había sido mordido- ¿no ibas a matarme hace solo un momento?
-Nunca dije que iba a hacerlo
-Ya entiendo- se acercó sugerentemente al cuerpo del más alto- quieres lo mismo que ese sujeto ¿verdad?
Tomó fuertemente del cabello al vampiro y habló fastidiado.
-No me compares con escoria como esa, solo sal de aquí y espera por la persona que enviaré a por ti
-Entendido, jefe- dijo con tono burlón y tras ser liberado de aquel agarre, salió de la oficina como le fue indicado
Caminó un poco por el pasillo pensando profundamente en cómo había acabado todo aquel teatro, al final el cincuenta por ciento victorioso había sido el que estaba de su lado y no podía estar más satisfecho. Él había tenido que infiltrarse allí para conocer los movimientos de ese sujeto, tratar de ganar su confianza y una vez logrado eso, acabar con él. No sabía cuánto tiempo le tomaría, pero no importaba demasiado, solo con saber que la luz lejana que observaba en su memoria se acercaba un poco más a él, tenía suficiente.
“La alcanzaré, lo juro”
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