Steve camino hacia la entrada lentamente seguido de sus guardaespaldas e hizo una seña para que abriesen las puertas de la casa, y en cuanto lo hicieron, Rachel se lanzó sobre el hombre y trato de golpearlo mientras lloraba desesperadamente. Cuatro años. Ese hombre le había robado cuatro años de su vida. Cuatro años de estar con sus hijos. De cuidarlos. De llevarlos al colegio. Arroparlos por las noches. Limpiar sus lágrimas y escuchar sus risas. Los cuatro años más largos y dolorosos de su vida. Y por más que lo deseaba no sabía qué hacer para matarlo
- Devuélveme a mis hijos – suplicaba –. No volverás a saber de mí. Te lo juro
- Ellos no son tus hijos – siseo Steve –. Sus padres somos Danny y yo. Nadie más. Regresa a Hawaii, a Nueva Jersey, a la luna, o donde sea que vivas, pero deja a mi familia en paz
- No me iré a ningún lado sin mis hijos – grito la mujer – Grace, Charlie, hoy iremos a casa. Mamá lo promete
- Cállate – siseo Steve levantando su polera lo suficiente para que se viera el arma que escondía bajo ella
- No me intimidas – dijo Rachel –. Vine por mis hijos y no me iré sin ellos – ¡Grace! – dos patrullas policiales llegaron a la casa – ¡soy mamá, mi amor!
- Señora Edwards – dijo el policía que bajo del lado del copiloto – por favor acompáñeme
- ¡Se robó a mis hijos! – grito Rachel – a mis dos pequeños. Por favor ayúdeme – cae de rodillas frente al oficial – solo quiero a mis hijos
- ¿De qué habla? – dijo el oficial sorprendido
- De nada oficial – dijo Grace detrás de Steve, por lo que este vuelca a verlo sorprendido – ella es… – y todos la miran expectante con diferentes gestos en sus rostros –, en realidad fue, mi nana
- Grace… – susurro Rachel
- Ella enfermó hace tiempo – dijo la joven –. Acaba de escapar del psiquiátrico, pero mi papá prometió que se haría responsable ¿cierto papá?
- Claro princesa – dijo Steve sonriendo
- Ven nana – dijo Grace tomando la mano de Rachel y llevándosela hacia atrás de la casa
- Grace… – susurro la mujer
- No digas nada – dijo ella. Al llegar a unos cuartos alejados de la casa principal la hizo pasar – aquí podremos conversar mientras los guardias se van
- ¡Hija! – dijo Rachel abrazándola – mi niña hermosa. Te he extrañado tanto. Soy yo…
- Tranquila mamá – dijo Grace llorando entre risas – tranquila
- ¿Sabes quién soy? – dijo sonriendo – ¿lo sabes?
- Claro que se quién eres Rachel – dijo Grace acariciándole el rostro – eres mi mamá, la madre de Charlie. La mujer que más amo en el mundo.
- ¡Hija! – dijo Rachel emocionada – te prometo que nos iremos de aquí, te lo prometo
- Esta es mi casa – dijo Grace sonriendo
- No – dijo Rachel – no. Esta es la casa del hombre que te ha secuestrado por años a ti y a Charlie. Ahora nos iremos a casa
- Mis hijos no saldrán de aquí – dijo Steve entrando con Danny e instintivamente Rachel la abrazo
- Mamá – dijo Grace – tranquila. Gracias – mira a Steve – por… ya sabes
- No te iras a ningún lado, jovencita – dijo Danny
- Papá – dijo Charlie mientras entraba corriendo – quiero comer helado y la abuela no me lo da
- El helado no es bueno – dijo Steve – te lo he dicho docena de veces
- Pero es rico – dijo Charlie frunciendo las cejas – además tú también los comes a escondida de Danno
- ¿Tú comes helado? – pregunto Danny sorprendido
- No – dijo Steve al instante
- Yo no miento – dijo Charlie cruzando los brazos.
- Ok – dijo Danny – vamos amiguito. Podrás comer helado
- Charlie – susurró Rachel
- Tú eres la mentirosa del centro comercial – dijo el niño
- Ve por tu helado, campeón – Steve
- ¿Y puedo nadar en la piscina mientras lo como? – dijo Charlie
- Yo también tengo una piscina en mi casa – dijo Rachel dando un paso hacía él – ¿no te gustaría conocerla?
- No creo que sea tan grande como la mía – dijo Charlie mirándola de pies a cabeza – mi papá siempre nos da lo mejor
- Si – dijo Rachel –, Danny siempre fue un buen padre
- Danno no es mi papá – dijo Charlie – es mi mamá. Mia y de mi hermana Grace
- ¿Tu… mamá? – repitió Rachel sorprendida
- Si – dijo Charlie – es la mejor mamá de todo el mundo ¿verdad mami?
- Si mi amor – dijo el rubio
- Charlie, ve con tus abuelos – ordeno Steve
- ¿Pero… y mi helado? – dijo el niño
- Tu hermana te lo va dar – dijo Steve –. Grace, vayan a la piscina
- Si papá – dijo la chica
- Grace… – suplico Rachel –. Charlie, él no es tu mamá. Yo soy tu mama
- Cállate – exigió Steve
- Claro que Danno es mi mamá – dijo el niño angustiado – ¿Por qué dices que no? Yo no quiero otra mamá
- Charlie escúchame – dijo Rachel mientras el lloraba abrazado a Danny
- Escuchaste mal, enano – dijo Grace sonriendo – ella dijo nana, no mamá. ¿Ves? Por eso debes lavarte bien tus orejas cuando Danno te manda a bañarte
- Yo me lavo – protesto el niño
- Claro – dijo Grace en tono burlón – ¿y por eso escuchaste mamá en vez de nana, no?
- Papi – protesto – me esta molestando
- Ve con los abuelos – dijo Steve pero el niño se aferro al cuello de Danny – llévalo adentro
- Prométeme que no tendré otra mamá – dijo el niño lloroso
- Claro que no – dijo Steve besándole el cabello – Danno es tu única mamá
- Vamos amiguito – dijo Danny y se va.
- No por favor – dijo Grace cuando Rachel quiere hablar – déjalo ir.
- ¡Es mi hijo! – dijo Rachel
- No – dijo Grace suavemente –, no lo es. Es hijo de Steve y Danno. Déjalo ir
- ¿Cómo me puedes pedir que…? – dijo Rachel sorprendida
- Dame un minuto – dijo Grace dándole un beso –. Papá, ¿puedo hablar contigo? – dijo alejándose
- Ni lo pienses Grace McGarrett – dijo Steve – la respuesta es un contundente…
- Si – concluyo Grace –. ¿por favor? – suplico al ver la mirada del Marine –. Te prometo que después de hoy no volverás a saber de ella nunca más. Desaparecerá de nuestras vidas para siempre.
- No Grace – dijo Steve contundente
- Soy la única capaz de convencerla que estamos mejor contigo y con Danno que con ella – dijo la joven – confía en mi, por favor papá
- No te quiero cerca de ella –dijo Steve pero Grace lo miro como Danny lo hacia cuando quería algo – Después de hoy nunca mas la veras
- Te lo juro – dijo Grace sonriendo – al menos por un tiempo
- ¿A que te refieres con “al menos por un tiempo”? – dijo Steve algo molesto
- Llegara el día en que Charlie deberá saber la verdad – dijo Grace – y será por tu boca. Y yo me asegurare que sea así
- ¿Me estas amenazando? – dijo Steve algo molesto
- Te estoy demostrando con hechos que tan hija tuya soy – dijo Grace sonriendo –. Te amo papá. Y si hay algo de lo que nunca tendré ninguna duda es de que tú, y solo tú, eres mi padre, y Danno mí mamá
- ¿Entonces para que necesitas hablar con ella? – dijo Steve angustiado
- Porque sin ella – dijo Grace – yo no hubiese nacido, ni Charlie tampoco. Por favor. Dame una hora de llegada. Pon guardias. Vámonos de viaje de nuevo. Lo que quieras. Yo obedeceré
- ¿Cómo sé que no te voy a perder? – dijo Steve – Eres la niña de mis ojos
- Porque eres al único hombre que le puedo decir papá de corazón – dijo Grace –, porque fuiste tú quien me dio una Ohana real y me enseño su significado. Porque por mucho que ame a mi madre, este es mi lugar, mi Ohana
- Wo Fat ira contigo – dijo Steve –, no es que dude…
- Tío es una gran niñera – dijo Grace sonriendo
- Ven aquí – dijo Steve abrazándola – te amo
- Necesito un ultimo favor – dijo Grace y Steve respiro hondo
Danny jugaba con Charlie en la habitación del niño, cuando llamaron a la puerta
* * *
Catherine Rollins trabajaba en su oficina cuando levanto la vista y vio como Lou recibía una caja de manos del cartero antes que este se retirase
- ¿Qué es eso, Lou? – dijo la mujer saliendo de su despacho
- Es para ti, jefa – dijo el hombre entregándole un sobre que venia con el paquete
- ¿haz sabido algo de Chin y Kono? – dijo la mujer
- Aun no – dijo Lou – pero en cualquier momento
- Olvídalo – dijo Catherine –, ya se donde están
- Dios – dijo Lou mirando al interior de la caja
En la caja estaban las cabezas de ambos primos, cercenadas y sin ojos. Ambos volcaron la cara para no ver el espectáculo ante sus ojos. Catherine puso el video y las imágenes que pasaron solo aumentaron la rabia que sentía hacia el hombre que una vez había amado más que a su propia vida, ejecutaba a los isleños sin ningún tipo de remordimiento
* * *
Grace, Rachel y Steve conversaban en la terraza de la casa en un ambiente bastante tenso, cuando Danny entro cargando a Charlie y se sentó junto a Steve.
- Campeón ¿ya esta mas tranquilo? – dijo Steve haciéndole una caricia en el rostro
- No quiero otra mamá – dijo Charlie – córrela
- Ya te explique que dijo nana – dijo Grace
- No te creo – protesto Charlie
- Yo… entendiste mal – dijo Rachel con la voz entre cortada –. Hace mucho, cuando eras un bebé, yo te cuidaba. Grace y tú me decían… nana.
- Ella no vive aquí, Charlie – dijo Grace – solo vino de paseo, y quería saludarnos. Nada mas
- Danno es mi mamá – dijo Charlie receloso
- Lo se – susurro Rachel mientras sus lagrimas caían –, lo se
- Dale un beso – dijo Grace
- No – dijo Charlie molestó
- Por favor – suplico Grace – solo un beso.
- No – repitió el niño – ella quiso ser mi mamá y no me gusta
- Hey, amiguito – dijo Steve cargándolo en brazos – claro que Danno es tu mamá. No ves que eres igual de apuesto que él. Y ya tienes su tamaño enorme
- No –, dijo Charlie – yo me parezco a ti
- Por supuesto, eres mi hijo – dijo Steve
- Entonces yo seré grande y guapo – dijo Charlie
- Muchas gracias – dijo Danny mientras Steve y Grace reían – ya no te voy a invitar mis malasadas
- Papá dice que hacen daño – dijo el niño
- Pero bien que te comes las mías ¿no? – dijo Danny
- Es mentira, papá – se defendió el pequeño – no le creas
- Te creo si le das un beso a la señora – dijo Steve señalando a Rachel
- Ella es mentirosa – dijo Charlie
- Un beso – dijo Steve –, así, chiquitito
- No – dijo Charlie
- ¿Ni por mi? – dijo Danny
- ¿O por mí? – dijo Steve bajándolo
- Pero Danno es mi única mamá – dijo Charlie mirando a Rachel
- Lo se – susurro ella mientras sus lágrimas caían – ¿Te puedo alzar? – Charlie miro a Steve que asintió y Rachel lo cargo antes de romper en llanto – ¿Por qué lloras? – pregunto el niño intrigado
- Porque te extrañaba mucho – dijo Rachel entre sollozó
- Cuando yo estoy triste mi mami me da besitos – dijo el niño – dile a tu mamá que te bese y se te va pasar
- Dale tu un besito, Tigger – dijo Danny y el niño obedeció
- ¿Te dicen Tigger? – pregunto Rachel sonriendo
- Solo mis papás – dijo Charlie
- ¿Y yo no puedo? – dijo la mujer acariciándole el rostro
- No – dijo el niño tratando de zafarse – suéltame
- No, espera – suplico Rachel pero el niño corrió a los brazos de Steve que lo sentó en su regazo
- Nosotras nos vamos – dijo Grace abrasando a su madre, mientras Rachel se cubría la boca llorando
- Wo Fat ira contigo – dijo Steve
- Gracias – dijo Grace sonriendo triste
- Hija, yo… – dijo Steve
- Te amo papá – dijo Grace –. Confía en mí, todo estará bien. Vamos nana
- Grace, espera – dijo Danny –. Cariño… – dijo mirando a Steve
- Vamos a la piscina, Tigger – dijo Steve cargándolo y saliendo mientras el niño gritaba emocionado
- Se que debes odiarme mas que a nada – dijo Danny –, y creme, yo también lo hago. Creo que si las cosas hubiesen sido al revés, yo tampoco te perdonaría. Espero que algún día tu herida se sane
- Eso solo pasara cuando tenga a mis hijos de nuevo – siseó Rachel
- Yo no decidí que las cosas pasaran así – dijo Danny
- ¿Y quien lo hizo? – dijo entre dientes
- Lo único que te puedo prometer es que los cuidare con mi vida – dijo Danny
- Para mi – dijo Rachel dándole una bofetada – tu vida no vale nada – y salió seguida de Grace