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Finn nunca se había divertido tanto con personas que no conocía, pero esas chicas eran jodidamente ocurrentes.
Había sido una semana desde que empezaba a chatear con ellas, todas decían estar en un club de perdedoras y le daban muchos consejos y tips, también enviaban links de otros foros e información de relaciones homo.
Finn pasaba noches enteras pegado al móvil conversando con ellas, era interesante el punto de vista de los fans acerca de ellos.
A ellas también les gusta Jack pero de una manera muy rara, pues ellas lo querían a su lado (de Finn). Si, una manera muy extraña de querer, pero él estaba bien con eso.
Él estaba viendo un vídeo de reacciones cuando la llamada de JDG entro en su móvil. Frunció el ceño algo consternado, pues pasaban las doce de la noche.
Descolgó y formuló una sonrisa.
—Hey, JD...—Saludo simplemente, pero solo oyó su respiración agitada.
—Finn... — murmuró en un tono demasiado débil, como para ser del jodidamente hiperactivo Jack Dylan Grazer.
Finn se acomodó rápidamente sobre su cama, preocupado. —Hey, ¿te encuentras bien? Espera, ¿estas llorando? — Pregunto alterado, reconociendo de inmediato su estado de ánimo.
Jack sorbió sus mocos intentando controlar su respiración. —¿Tu y Ellie no tienen nada, verdad? Eres mi amigo, ¿verdad? —Sollozó el enano.
Finn arrugo el entrecejo completamente furioso y desconcertado. —¿Qué mierda hizo esta vez?— Gruñó. ¿Por qué alguien tan especial como Jack estaba atado a esa chica?
Jack titubeo.—No... No es eso...
Finn lanzó su mano contra la mesa de noche mandando a volar la lámpara de lava. —Joder, Jack, llamas a media noche llorando y diciendo una bobada como: No hay nada entre tú y Ellie, ¡¿y esperas que crea que no pasó nada?! ¿Qué demonios hizo esta vez? —Exijo saber.
Jack estaba tan descompuesto que ni siquiera parecía él mismo, ni siquiera podía hablar por el llanto.
Finn tenía tantas ganas de... Tenerle en sus brazos.
Cuando le contó lo de aquella entrevista, Finn soltó una risa seca, cortándole.
—Ya escuche suficiente, estoy yendo ahora mismo. — Dijo poniéndose de pie.
"Esa pequeña perra."
Jack jadeo ante el asombro.—¿Que...? Espera, Finn, no tienes que... — Musitó con la garganta desgastada.
—Soy tu mejor amigo.— Aclaro. —Voy para allá.
Jack no pudo contra eso y asintió. —E-está bien... Necesito que alguien me consuele.— Admitió balbuceando.
Finn colgó la llamada e inmediatamente marco el número de Martín, su chófer.
Tomó una mochila y metió una muda de ropa, una pijama y cogió unas películas, pero antes de salir, recordó lo que sus nuevas amigas le habían enviado el día de ayer. Rebuscó en su cajón y cogió el USB metiéndolo en su mochila.
Bajo y en solo un minuto ya tenía al rubio de peso pesado apartando la camioneta en su pórtico.
Cuando subió al coche pidió amablemente a Martín que colocara algo de música.
Desvío la mirada a la ventanilla, la noche era realmente oscura y fría, y sin ver, tomo su iPhone y marco el número de Ellie.
—Hey...— Dijo, en tono agrio cuando contestó.
—Oh, vaya sorpresa, ¿qué pasa Finn? — Pregunto una voz femenina.
El pelinegro se mordió el labio inferior con fuerza, evitando decir alguna palabrota.—¿Que intentabas hoy?— masculló irritado.—En serio... No logro entenderte.
Ellie soltó una exclamación.—Realmente no tengo idea de lo que dices, Finnie. — Dijo con son amistosa.
Finn mordió aún más fuerte su labio. —¿Que fue esa mierda de hoy? ¿Quieres estar conmigo antes que Jack? Jah, hay que ver... ¿Querías separarnos? ¿Qué Jack y yo dejáramos de ser amigos? O ¿realmente te gusto? — Su voz había salido átona, mientras apretaba el móvil entre sus dedos.
—Uy, qué agresivo. ¿Qué pasa Finnie, Jacky y tu pelearon?— pregunto con una sonrisa.
—Eres una puta psicópata Ellie.— Suspiro, recargando su espalda contra el asiento.
—¿Qué demonios tienes? No puedes hablarme así.— Chilló la chica.
Finn empezó a jugar con la ventanilla subiendo y bajándo, casi sin prestar atención a la llamada. —¿Pensaste que él se alejaría de mi luego de tu actuación esta tarde? Eres más imbécil de lo que imagine, realmente te estaba sobrestimando.
—¿Que jodidos significa eso?— reclamo confundida.
Finn sonrió de costado. —Ellie, Ellie, solo lo empujaste mucho más cerca de mí. Y te llame para agradecerte lo de hoy. Jack me llamo completamente desolado y llorando... Realmente no me importaría consolarlo toda la noche.
—¿Que estás diciendo, hijo de perra?— ladró furiosa.
Finn se relamió los labios en una mueca sarcástica y hasta sensual.— Digo que estoy completamente interesado en cómo se siente Jacky en la cama y esas cosas... Pienso que le gusta hacerlo suave...— murmuró como si de verdad lo meditara.—De todas maneras voy a describirlo esta noche. — Alego encogiéndose de hombros.
Ella tenso la mandíbula enfurecida. —Escúchame bien, bastardo—
—No, escucha bien esto tú, perra, si vuelves a lastimar a Jack... No, si vuelves a pararte junto a él, aunque sea un poco, te prometo que golpeare tu jodida cara.
—¡¡¿Que dijiste?!!
—Hazlo ahora que estoy siendo amable.— aconsejo antes de colgar.
Finn suspiro lanzando el móvil sobre el asiento del costado. Ellie era una perra egoísta, ¿por qué Jack estaba tan obsesionado con ella?
Pero, Martin, quien se aclaró ruidosamente la garganta, le llamo la atención. —Llegamos joven Wolfhard. —Informo aparcando el coche frente a la casa Grazer.
Finn desvío la mirada a su chófer y con solo ese gesto supo que el hombre había oído su charla de antes.
—Gracias Martín, puedes irte.— dijo sin apartar la mirada.
Él sonrió como si nada y se marchó.
Cuando toco la puerta, la nana le atendió, todo estaba muy silencioso, y siguió el camino que ya conocía de memoria hasta la habitación de JD.
Al momento de entrar la atmósfera depresiva le golpeó, literalmente era como un velorio en aquella alcoba.
Finn dejo caer su mochila sin mucho cuidado y cerró la puerta con el pie.
—Increíble, estas derrotado por una mujer. — siseo el de rizos.
Jack gimió tapándose con las frazadas. —Solo viniste a atormentarme, ¿verdad?
—Nah.
La habitación de JD no era muy diferente a la suya, una cama desordenada, ropa sucia por doquier y posters de jugadores de Los Bluss.
Jack se limpió las lágrimas con su antebrazo y se sentó sobre la cama, abrazándose a sus piernas, tenía puesto un conjunto rojo, que se parecía mucho al uniforme del equipo de baloncesto; BULLS, unos shorts cortos y una camiseta sin mangas. —No ha dejado de llamarme... Pero no he tomado ninguno de sus mensajes. —Aclaro, dejando el teléfono a un costado.
Finn se sintió extrañamente aliviado. —Estás haciendo bien, Jack, todos sabían que Ellie era una perra.
—Oye... —murmuro algo amenazante. —Es... Era mi novia. No puedo olvidarme de ella tan fácilmente, así que no la llames así. —pidió.
Finn chasco la lengua. —Como quieras. — Diablos, ¿por qué estaba tan irritado? Era acaso... ¿Celos?
El pelinegro sacudió la cabeza.
"Mierda, me estoy volviendo loco." Saco las chucherías de su mochila y las dejo sobre el suelo. —Es para ti.
—Wow, genial golosinas. —Canturreo Jack lanzándose al suelo para atragantarse con azúcar.
Finn sonrió colocando su USB en la pantalla de la habitación. —No están tus padres, ¿verdad?— Preguntó, colocando la película.
Jack se encogió de hombros con el doritos en la boca. —Viaje. —dijo simplemente.—¿Por qué?
Y solo un segundo después, su pregunta se respondió sola, pues la imagen de una porno apareció en la pantalla, y Finn le dio a Play.
—O-oye... — tartamudeo Jack, sonrojándose, y retrocediendo hasta el filo de su cama.
Finn lo miro de reojo.—Te dejo tu novia. Una porno mientras te masturbas es la mejor medicina. —dijo como si no se tratara de algo importante.
Y Jack se sintió tan influenciado por su actitud relajada que casi se vio obligado a actuar de la misma manera, aunque por dentro se moría literalmente de la pena.
Había pasado ya diez minutos de la película y la enfermera pervertida ya había conseguido una polla en la boca.
El castaño no podía contener sus ganas de tocarse, el audio era bueno, la imagen era buena. Llevo su mano dudosa hacia sus húmedos calzoncillos y se acarició un poco, pero inevitablemente giró a la izquierda asegurándose que Finn hiciera lo mismo, pues sería súper vergonzoso ser el único manoseándose. Y grande fue su sorpresa al verle sentado como si nada, comiendo las botanas y viendo la pantalla con esos ojos negros inyectados en aburrimiento.
Deshonor.
¿Como es que Jack estaba al borde del orgasmo y Finn ni siquiera estaba un poquito duro?
Ese definitivamente era un fuerte golpe a su honra de macho.
—E-esto no es justo, no te estas poniendo duro en absoluto...—Se quejó con voz entrecortada, Jack.
Finn suspiro algo monótono.—Ah, ¿por esto? La actriz exagera demasiado. Sus expresiones no me ponen. — musitó sencillamente, viendo a la rubia abrirse de piernas. "No, definitivamente, Jack es más lindo." pensó.
—¿Que? ¿No es tu estilo? Ngh, a mí me encanta. Rubia, alta, pechos enormes. ¡LA fantasía de cualquiera!— jadeo intentando no pensar en la porno de la tele, pero debido al audio de la película era casi imposible concentrarse.
Finn desvío la mirada a la pantalla casi sin interés. —No me gusta. —Se encogió, lamiendo sus dedos que tenían algo de chocolate.
—¿Ah sí? Entonces cuál es tu estilo, señor pija blanda. — Masculló algo celoso Jack, el enano vanidoso. ¿Por qué Finn le hacía sentirse menos?
Finn repentinamente clavo su oscura mirada en Jack y este dio un brinco sobre su lugar, algo sorprendido. —¿Realmente quieres saber cuál es mi tipo? ¿Qué es lo que me pone?
Jack apartó la mirada, sin poder sostenérsela por mucho más tiempo, y soltando una risita incomoda murmuro:—Ah... Sí... Su-supongo...
El pelinegro sonrió de costado mirándolo de pies a cabeza. —Me gustan pequeños, de pelo castaño y corto, con enormes ojos cafés... —Finn se apoyó en su brazo derecho girando su cuerpo hacia Jack y el más bajito tragó duro, de alguna forma extraña su cuerpo empezaba a sentir cosquillas.—Me gusta que tengan pecas... Por todo el cuerpo.—Agrego, empezando a gatear hasta las piernas de Jack las cuales acaricio con su dedo casi imperceptiblemente.
JD gimió sintiendo todo su cuerpo tan débil como para salir huyendo.
—Que tengan una piel súper suave...— deslizó su mano derecha sobre su pantorrilla sintiendo la piel del castaño erizarse ante su tacto.
—¿Fi-Fnn...?— jadeo cerrando los ojos, debido a la electrizante sensación.
Wolfhard se excito increíblemente cuando vio a Jack apretar los ojos y morder su labio inferior. —Me pone que se avergüence tanto hasta hacerle llorar. Que me suplique... —Subió más su diestra y acaricio la piel tersa de sus muslos, inmiscuyéndose dentro de sus cortos shorts de pijama.—Y que se mojen con solo una caricia mía. —Susurró sobre su boca. —¿Entiendes, Jack? Ese es mi tipo.
—Agh... Finn... —Sollozó, juntando sus rodillas. —¿Que estas... ?
—¿Recuerdas ese día en Oshawa? —Dijo de pronto tomándole la muñeca con fuerza.
JD jadeó.—E-esto no... es divertido...
—Verte ensuciar los pantalones, me puso increíblemente duro. —Y con ello llevo la mano de Jack hacia su entrepierna haciéndole tocar su erección. —Tu querías saber ¿no es así, Jacky?