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PETITE por hokagay

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Notas del capitulo:

Perdon por haber demorado tanto en actualizar, explicaciones de fetiches y personajes en las notas finales. 

{4}

No ha sido un gran día para Marco, desde que despertó en la mañana ha sentido el cuerpo extrañamente pesado, tiene mucho calor a pesar de no ser un día caluroso y todo a su alrededor parece oler mal. Además, desde que puso un pie dentro de su oficina ha sido sometido al interminable parlotear de los reclamos de un cliente por algo que ni siquiera es problema de Marco sino una simple negligencia de la empresa y hay una montaña de documentos por leer sobre su escritorio que parece tendrá que llevar para su casa porque los necesita firmados para mañana. 

La hora del almuerzo es el momento que consiguió durante todo el día para poder descansar y pensar que solo faltan un par de horas más hasta que pueda volver a su departamento. Aunque claro, el almuerzo nunca es una estancia de tranquilidad cuando tienes a tres amigos ruidosos como los de Marco.

– ¿No eres la viva imagen de la felicidad, Ace? – dice Izo con definitivo sarcasmo una vez ha tomado asiento frente a Marco –

– ¿Mala noche? – pregunta Marco a Ace –

– No – suspira Ace, moviendo las verduras de su plato a un lado y a otro con su tenedor – Solo estoy un poco preocupado, eso es todo.

– ¿Por qué? – Pregunta Thatch, pasando su brazo sobre el hombro de Ace – ¿problemas del corazón que no me has contado a mí, tu hermano mayor?

– Tenemos la misma edad – dice Ace, golpeándolo con el codo cerca de las costillas – Es Luffy quien me tiene preocupado

– ¿¡QUÉ!? – Exclama Thatch, y como siempre es Marco quien debe disculparse con la gente en las mesas cercanas por el ruido que sus amigos hacen – ¿¡Algo le paso a Luffy!? Hable ayer con él por mensajes y se encontraba bien

– Él está bien – responde Ace, tranquilizando a Thatch – Solo que desde que llego se la pasa en el trabajo y cuando está en casa esta tan cansado que solo quiere dormir. Salió ayer temprano por la mañana al estudio de grabación y como quieren terminar con la película pronto tuvo que quedarse en el estudio para seguir grabando y llego hoy en la mañana cuando yo salía al trabajo. 

– Son horarios muy exigentes y erráticos – señala Izo, con el ceño fruncido y Marco asiente, confundido porque nunca creyó que el trabajo de un actor porno fuera tan exigente. 

– ¿Saben qué? – dice Thatch, apoyando sus brazos contra la mesa – Deberíamos hacer una noche de chicos en el departamento de Marco y finalmente integrar a Luffy a nuestro grupo de amigos

– Siempre ofreces mi departamento para hacer cosas – se queja Marco –

– Tu departamento es más grande que el mío y queda cerca de todo – responde Thatch – No seas egoísta.

– Creí que la noche de chicos era la próxima semana en mi casa – señala Marco –

– Eso también va – responde Thatch – pero necesitamos una noche para que Luffy se relaje y disfrute de su tiempo en la ciudad, hacer algo en tu departamento esta semana le serviría para que cambie de ambiente.

– Solo buscas una excusa para pasarte un buen rato– dice Izo para ser completamente ignorado por Thatch–

– Está decidido, este viernes por la tarde en el departamento de Marco – dice Thatch – ¡Esto va a ser tan divertido!

– Una pijamada entre cinco hombres adultos – comenta Izo – Es como el inicio de una porno de orgias

– ¿Cómo sabes tú como comienzan esas películas? – pregunta Ace, escandalizado –   

– Tengo gustos secretos – dice Izo con una voz misteriosa, acercando su rostro al de Ace para darle dramatismo – pero tendría que matarte si te los cuento

– ¡Izo! – exclama Ace, lo que solo hace reír a Thatch –

– Solo bromeaba pero debes admitir que cinco hombres solteros pasando la noche juntos suena a una porno – dice Izo, y no pasa inadvertido para Marco la manera en que los hombros de Ace se tensan cada vez que alguien dice “Porno” frente a él, como esperando escuchar el nombre de su hermano junto a la palabra.

– Una mala porno, si me preguntan – comenta Marco, aunque se guarda para sí mismo que si fuera una entre Luffy y él no se quejaría–

– Le avisare a Luffy ahora mismo – dice Thatch, sacando su teléfono y tecleando alegremente a quien suponen es Luffy –

– ¿Por qué Thatch tiene el número de Luffy? – pregunta Marco con lo que se niega a aceptar es envidia –

– Ese día que Luffy vino a dejarle el almuerzo a Ace se lo pidió porque quería “mantenerse en contacto con su nuevo hermanito” – dice Izo,  haciendo comillas con sus dedos – Y Luffy debe estar acostumbrado a tratar con hombres ridículos porque le dio su número a Thatch sin mucho problema

– Me pregunto qué clase de hombres ridículos y sobreprotectores tiene que soportar Luffy – dice Marco mirando directamente a Ace quien le muestra el dedo medio –

– Luffy dice que lo esperara con ansias – dice Thatch, guardándose el teléfono en el bolsillo –

– Marco, no has tocado nada de tu comida – señala Izo – 

– Todo huele muy mal y me quito el apetito – responde Marco – además me siento un poco mareado, prefiero no comer

– Nada huele mal, Marco – dice Ace – ¿Estas mareado? ¿No quieres que te lleve al hospital?

– No, no te preocupes – dice de inmediato Marco, quien detesta los hospitales – de seguro se me quitara en unos días

– Si dentro de dos sigues igual te llevare al doctor, sin reclamos – amenaza Izo, Y Marco es un persona que aprecia su vida y no quiere ver a su amigo beta enojado, así que asiente rápidamente –

– ¿Qué hacen aquí todavía? – Pregunta una voz con clara molestia y el propietario de esta golpea la mesa con su carpeta – ¡El almuerzo termino hace cinco minutos, haraganes! 

– ¡Jozu! – exclama Ace, poniéndose rápidamente de pie –

– Solo son cinco minutos – dice Marco, quitándole importancia y se siente aun mareado así que permanece en su asiento –

– Si, Jozu, deja de ser un esclavista – se queja Thatch –

– Yo no hablo contigo, Thatch – dice Jozu sin mirarlo, dándose media vuelta – ¡Vuelvan a sus trabajos, ahora!

– bah, ¿Cuánto tiempo más puede seguir enojado? – pregunta Thatch, cruzándose de brazos mientras Jozu camina al despacho del jefe – ¿No es tiempo que olvide su rencor?

 – ¿Deberíamos enlistar otra vez todas las razones por las que Jozu está molesto? – Pregunta Marco a Thatch, poniendo una mano sobre su frente y cerrando los ojos, intentando contrarrestar sus nauseas – Llegaste a su casa a una fiesta e intentaste seducir a su hermana menor, cuando te encontró con ella le dijiste que no creías que estuvieran relacionados porque ella no tenía un rostro de miedo como el suyo y cuando perdiste interés en su hermana al ver que Jozu era un impedimento solo lo hiciste enojar más

– ¿Bueno qué quería que hiciera? – Se queja Thatch – “No estés con mi hermana”, “no peleaste lo suficiente por quedarte con mi hermana”, que se decida y me deje en paz.

– No lo entiendes porque no tienes hermanos menores – dice Ace –

– Luffy es mi hermano menor – dice Thatch, valientemente e Izo solo puede negar con la cabeza –

– Entonces, cuando alguien haga eso con Luffy y tu sientas lo mismo que Jozu ese día, comprenderás porque su molestia – responde Ace con calma para total sorpresa de Marco e Izo –

– Creí que iba a saltar en furia asesina cuando Thatch dijo que Luffy era su hermano también – admite Marco, quien estaba listo para separar a Ace de Thatch cuando se le lanzara encima para golpearlo como Marco suponía –

– Mis lazos con Luffy son más fuertes de lo que ustedes puedan imaginar – dice Ace – Nosotros compartimos cosas que mucha gente nunca ha tenido que vivir y eso nos hace más unido que la mayoría de los hermanos, incluso cuando no compartimos la misma sangre. Que Thatch quiera ver a Luffy como su hermano no me molesta, Luffy merece tener a mucha gente que lo cuide y aprecie.

– ¡Ah, Ace! ¿Por qué no puedes ser así de adorable todo el tiempo? – se queja Izo–

– ¿¡Aun siguen aquí!? – gruñe Jozu desde la puerta del despacho del jefe, sonriendo triunfal cuando escucha grito agudo que Thatch dio antes de huir de la escena – ¡Ustedes tres vuelvan a trabajar!

– Solo cuatro horas más y puedo volver a casa – suspira Marco, poniéndose de pie de malas ganas para seguir a Izo y Ace de cerca –

– ¿El señor Marco Newgate? – llama la joven asistente de médico que media hora atrás se encargó de chequear los signos vitales de Marco. El alfa se pone de pie y sigue a la joven hasta la puerta azul tras la cual se encuentra la médico – La doctora Kureha está lista para atenderlo, gracias por esperar.

– Muchas gracias – agradece Marco, dando una última mirada hacia atrás a donde se encuentra Izo, quien lo obligo a venir y entra a la consulta –

– Ha pasado un tiempo, mocoso – saluda la longeva mujer desde su asiento – ¿A que debo el placer?

– Fui obligado a venir – se queja Marco, tomando asiento en la camilla –

– ¿Y por qué seria eso? – Pregunta Kureha – Espero que no hayas venido a malgastar mi precioso tiempo   

– Desde hace un par de días que siento distintos olores que me causan mareos o ganas de vomitar – admite Marco, con la única intención de poder volver al trabajo y terminar con esos informes que debe entregar – además por la noche sufro de fiebre alta y sudo frio

– ¿Tomas alguna clase de medicamento? – pregunta Kureha, anotando sus síntomas en la hoja que la asistente medico relleno con la información personal de Marco cuando llego –

– Inhibidores – responde Marco, dándose tiempo para recordar cuando la doctora pregunta cual marca – Anulettiva

– ¿Cuántos años llevas tomándolos? – Pregunta la doctora Kureha –

– Desde los 18 – responde Marco – A los 20 tuve que cambiar a esta marca que era más fuerte

– ¿Has dejado de tomar inhibidores en algún momento durante los últimos cinco años? – pregunta Kureha. Marco niega con la cabeza y por su rostro, es evidente que la doctora ya descubrió cuál es su problema – No has dejado que tu cuerpo funcione de manera normal. Según tus antecedentes sé que te presentaste como Alfa muy joven y ni siquiera habías terminado de madurar físicamente y hormonalmente cuando comenzaste tomar pastillas que estancaron el proceso.

– No entiendo cuál sería el problema – dice Marco – tuve más tiempo que los demás para acostumbrarme a mi sexo secundario

– Que te hayas presentado como alfa a una edad temprana no significa que tu cuerpo y sentidos hayan madurado como debían – explica Kureha – Hay una razón por la cual la mayoría presenta su sexo secundario entre los 16 y 18 años, y es que están abandonando la pubertad y entrando a la adultez, es en este periodo que comienzan a tomar control de sus dinámicas y el nuevo mundo que vienen con las feromonas que exudan alfas y omegas. Tú ni siquiera terminaste con el periodo de asimilación cuando comenzaste a reprimirlo.

– ¿Y no puedo arreglar eso con inhibidores más fuertes? – pregunta Marco –

– Ya estas tomando de la marca más fuerte – dice la longeva doctora – Tu cuerpo necesita volver a un estado cero, libre de inhibidores y así poder acostumbrarse a las feromonas que exudan tanto alfas y omegas

– Pero las feromonas de otros alfas nunca me han incomodado y las feromonas de los omegas nunca han generado una reacción en mi alfa – responde Marco y tal vez fue una mala idea hablar ya que la doctora se encuentra dándole una mirada fatal –

– Te acabo de explicar el porqué, mocoso – se queja la doctora – Desde hoy no más inhibidores, debes volver en cinco meses y veremos si puedes volver a tomarlos.

– ¿No es necesario que me hagan más exámenes antes de que llegue a una conclusión? – Pregunta Marco, desconfiado –

– Alfa joven, que reacciona con náuseas y mareos ante la presencia de “olores”, acompañado de fiebre y sudoración – Enlista Kureha – Ya he visto antes este tipo de reacción en alfas que comenzaron a tomar inhibidores a una edad temprana

– Si no puedo tomar mis inhibidores, eso quiere decir que tendré al menos un celo durante ese tiempo – señala Marco –

– Debería durar como máximo dos días – dice Kureha – Aunque será muy intenso, si tienes pareja esta deberá cuidar de ti durante esos días ya que solo tendrás una cosa en mente y si no tienes pareja, algún amigo beta que se encargue de darte de comer y mantenerte hidratado

– Ugh, esto es horrible – se queja Marco – estúpido cuerpo de alfa

– Recuerdo haberte advertido esto hace cinco años atrás – dice Kureha – pero en ese entonces eras un mocoso testarudo y te negaste a oír mis advertencias cuando te dije que no era buena idea tomar inhibidores de momento

– No me lo recuerde – responde Marco – Muchas gracias, Doctora Kureha

– Cuídate, chico – se despide la doctora – y suerte con que tu cuerpo vuelva a sentirse como si tuvieras 17 otra vez

Marco solo se despide moviendo su mano de manera desinteresada a la mujer que parece estar disfrutando verlo sufrir por no haberla escuchado cuando se lo advirtió. Izo se pone de pie cuando lo ve salir de la sala y espera que Marco llegue hasta donde él está para caminar juntos a la salida. 

– ¿Y qué tienes? – Pregunta Izo, fue el beta quien arrastro a Marco al hospital cuando se dio cuenta que el alfa no mejoraba de su extraña condición con el paso de los días –

– Es por los inhibidores, donde comencé a tomarlos apenas cumplí 18 mi cuerpo no tuvo la oportunidad de madurar normalmente o algo así – responde Marco – no puedo volver a tomarlos durante los próximos cinco meses

– En ocasiones como estas me siento bendecido de ser beta – comenta Izo – Al menos ahora sabemos que era por los inhibidores y no una enfermedad degenerativa como yo creía 

–Sinceramente prefería tu conclusión a que Ace googleara los síntomas, llegara a la conclusión de que tengo un tumor cerebral y que me quedan seis meses de vida – dice Marco,  mientras Izo cubre su boca mientras ríe. Ambos caminan por la calle hacia la parada del autobús, evitando chocar contra otros transeúntes – No es gracioso, tuve que soportar a Thatch llorando “No quiero que Marco muera” aferrado a mi brazo por una hora y luego quiso convencerme de heredarle todas mis posesiones en mi testamento.

– Tienen una manera muy particular de preocuparse – dice Izo, y la sonrisa llena de cariño que se forma en sus labios a la mención de sus amigos es una con la que Marco se puede identificar – Yo tengo que ir a visitar a un cliente, ¿sigue en pie tu departamento para la reunión que Thatch planeo?

– Si– asegura Marco – Todo me huele fatal pero es cosa de que me acostumbre, un par de días sin inhibidores y debería poder diferenciar olores

– Nos vemos a la noche, entonces – dice Izo, deteniéndose frente a la parada del autobús – vuelve con cuidado y descansa

– Adiós, Izo – se despide Marco, dándole un abrazo de medio lado al hombre de largo cabello negro y seguir caminando las pocas cuadras que faltan para llegar a su departamento –

 

{5}

Las noches de chicos, como a Thatch le gusta llamarlas, empezaron cuando estaban en el último año de instituto y Ace ya se había integrado completamente al grupo de amigos. En ese tiempo el alcohol que bebían eran algunas latas de cerveza, la comida chatarra era lo más accesible a comprar para el bolsillo de cuatro pobres estudiantes de instituto, y todo esto estaba acompañado de profundas conversaciones sobre sus miedos por el futuro y pequeñas historias que no habían compartido antes con alguien. Ahora son adultos, o al menos legalmente; la comida chatarra es ahora comida de algún restaurant para llevar o ingredientes para preparar algo en casa, las cervezas fueron reemplazadas por el alcohol destilado y sus profundas conversaciones varían desde las quejas sobre algún compañero de trabajo a la nostalgia de recordar los viejos tiempos.

El primero en llegar como siempre fue Ace, ya que su departamento solo queda a un par de cuadras de distancia del departamento de Marco.

– ¿Es verdad lo que dijo Izo acerca de que tienes una enfermedad extraña que te hace rejuvenecer y que volverás a ser un adolescente? – Pregunta Ace, cuando Marco abre la puerta para hacerlo pasar – ¿Es como en “El extraño caso de Benjamín button”?

– Buenos noches a ti también, Ace – refunfuña Marco, haciéndose a un lado cuando Ace se abre paso como si fuera su propio departamento –

– Vamos, cuéntame todo – exige Ace, sacándose la chaqueta y dejándola desparramada en el mismo sofá que toma asiento – ¿Rejuvenecerás hasta ser un bebe de nuevo?

– Es un problema debido a mis inhibidores – dice Marco – solo necesito dejarlos por un tiempo y se arreglara todo. No rejuveneceré, por el contrario, cada vez que escucho las estupideces que dice alguno de ustedes siento que envejezco diez años

– ¿Y qué tal se siente volver a oler a todos con sus respectivos aromas? – Pregunta Ace – Izo me conto que fueron al hospital porque te habías hiperventilado en medio del trabajo al no poder respirar bien

–  Horrible – responde Marco, tomando asiento frente a Ace – Aun me cuesta separar los olores y todos se mezclan en una sola desagradable fragancia

– Así me olía todo cuando me presente – dice Ace, dando un pequeño salto en su asiento cuando la puerta se abre de golpe y un alegre Thatch seguido por Izo entran en el departamento –

– ¡Ya llego por quien lloraban! – Exclama el hombre de cabello castaño, entre sus brazos carga con dos botellas de ron que lleva aseguradas contra su pecho como si fueran un invaluable tesoro–

– Trajimos de todo para preparar pizza –  Dice Izo, cargando las bolsas y dejándolas sobre la mesa –

– ¿Dónde está Luffy? – Pregunta Thatch, dejando las botellas sobre la mesa – Ayer hablamos por mensaje y dijo que tenía ganas de comer pizza, así que con Izo pensamos que sería una buena idea prepararlas nosotros mismos

– Luffy tuvo que trabajar hoy en la mañana, llego oliendo a muchas personas del set de filmación y luego de que le contara el problema de Marco pensó que no sería una buena idea venir – Responde Ace – De verdad estaba muy apenado de perdérselo después de todo el esfuerzo que hicieron para hacer de esto una buena experiencia para él

– ¡Ah, Luffy es un ángel! – Exclama Thatch, sujetando su pecho en un gesto dramático, como si le doliera el solo pensar lo dulce que es Luffy – Aun no entiendo como Ace nos negó por tanto tiempo poder conocerlo

– Aun no tengo suficiente alcohol en el cuerpo como para hablar sobre eso –  responde el pecoso con sinceridad –

– ¿Y qué estamos esperando? – pregunta Izo, destapando una botella, dando un trago directo de esta para pasársela a Ace – Necesito saberlo todo

– Preparare las pizzas antes de que todos estemos muy ebrios como para cocinar – dice Thatch, tomando la bolsas que Izo dejo en la mesa y cargándolas hasta la cocina. Marco conecta su teléfono al equipo de música, el sonido que marca la guitarra rítmica se hace escuchar por los parlantes y deja el volumen a un nivel moderado para que la conversación no se ve interrumpida. Ace le pregunta a Izo como le fue con su cliente mientras desde la cocina se escucha a Thatch moverse de un lado a otro mientras tararea la canción que suena de fondo.

– Entonces, Ace – dice Izo, sosteniendo entre sus dedos la pizza con rebosante queso – ¿Nos contaras por qué eres tan sobreprotector con Luffy?

– ¿A qué edad te presentaste como alfa, Marco? – pregunta Ace, luego de dar un trago a su vaso de ron –

– A los 14, y no intentes cambiar el tema metiéndome a mí – responde Marco a la defensiva –

– ¿Y cómo actuó la gente alrededor de ti cuando te presentaste? – pregunta Ace, limpiando sus dedos con una servilleta – Por favor, solo responde lo que pido.  

– Todos los que conocía me felicitaron – responde Marco – Y varias personas comenzaron a dirigirse a mí con más respeto que antes.

– Luffy se presentó como omega a los 12 años – Dice Ace, sus tres amigos lo miran boquiabiertos porque creían que Marco presentándose a los 14 años ya era algo extraño – Antes de presentarse como omega, Luffy era el simpático niño del orfanato que solía meterse en problemas pero todo el mundo se reía de sus travesuras. Luego de que Luffy se presentara como omega la manera en que las personas lo miraban, en especial los alfas de nuestro pueblo, cambio.

– ¿En qué sentido? – pregunta Izo, aunque ya se hace una idea de cuál será la respuesta –

– Ante sus ojos ya no era el niño de 12 años que buscaba insectos en el bosque o que ayudaba a los ancianos del pueblo con sus bolsas – responde Ace, con el ceño fruncido en disgusto con solo recordar – era un omega, alguien con quien fantasear y de quien hacer crudos comentarios al respecto cuál es su lugar, al parecer el consenso es “entre las piernas de un alfa, complaciéndolo”   

– ¡Eso es terrible! – exclama Izo – Luffy solo tenía 12 años y ya lo veían de esa manera

–  Yo tenía 15 años y aún no me presentaba como alfa pero me volví su guardián – recuenta Ace – Quería que mi hermano de 12 años pudiera seguir siendo el niño que todavía era y no quería que tuviera que preocuparse de los comentarios que hiciera la gente, me volví sobreprotector porque me aterraba la idea de que alguien intentara aprovecharse de él o de los comentarios que la gente pudiera hacer sobre el por su sexo secundario. Cuide a Luffy todo lo que pude y cuando vine a la ciudad a estudiar sabía que podía protegerse por su cuenta de cualquier alfa que intentara atacarlo.

– Eres un buen hermano, Ace – dice Izo, sintiendo realmente lo mucho que Ace se preocupa por Luffy – Solo querías mantener a tu hermano a salvo y eso no es algo malo.

– Izo tiene razón – dice Thatch, sollozando ante tal acto de cariño de Ace por su hermanito – Eso está bien, protegiste a Luffy todo lo que podías y ahora nos tiene a todos nosotros para seguir protegiéndolo.

Ace no dice nada pero sonríe de manera sincera, mientras Marco por fin entiende la molestia de Ace por el trabajo como actor porno de Luffy. Ace quería mantener a su hermanito alejado de la imagen que todo el mundo suele proyectar sobre los omegas y mientras estuvo lejos se volvió en todo lo que Ace intento evitar fuera asociado con él, arruinando todo lo que Ace hizo para protegerlo cuando era un niño.

– ¡Bebamos! – Exige Thatch, tomando un trago directo de la botella – por mi nuevo hermanito y por nuestra amistad

– No pienso sujetar tu cabello mientras vomitas así que bájale al ron, Jack Sparrow  – advierte Marco, pero de igual manera golpea suavemente su vaso contra el de Thatch –

– Aww, me encanta cuando me llamas así – responde Thatch – Por eso beberé el doble  

– Este idiota solo busca una excusa para beber – dice Izo, moviendo los hielos en su vaso –

– ¡Ace, te desafío a un karaoke mortal! – dice Thatch, apuntando a Ace con su dedo –

– Oh, voy a patear tu culo, Thatch – dice Ace, confianzudo – Nadie me gana en el karaoke 

– ¡Dj, pon la música! – Exige Thatch, moviendo sus manos como si fuera un rey ordenando a sus súbditos –

– Lo juro, esta es la última vez que presto mi departamento para esto – refunfuña Marco, utilizando su teléfono para buscar la música para sus tres amigos que ya están peleando por quien cantara primero –

 

{6}

Después de esa reveladora conversación con Ace, si Marco fuera una persona decente no debería seguir viendo a Luffy de la manera en que lo hace… el problema es que Marco no es una persona decente y sus malditas hormonas están por las nubes al haber dejado de tomar sus inhibidores. Marco realmente nunca le tomo el peso a lo mucho que las pequeñas pastillas hacían por su libido y ahora teme que los cinco meses que le quedan sean igual.

Así que abre el navegador de su computadora, teclea las letras rápidamente que lo dirigen al sitio de películas para adultos, en el buscador de la página escribe “Petite Luffy” y al cargar aparece una nueva película que solo fue subida hace un par de horas por la misma cuenta de la compañía “Paradise”.  El video carga un poco más lento de lo que Marco espero, el fondo negro se desvanece hasta que solo se ve la puerta de entrada de un baño para hombres en lo que Marco supone es un centro comercial.

La cámara hace una toma al interior del baño, hay algunos hombres en los urinales del fondo y todas las puertas de los cubículos están cerradas, se hace una nueva toma ahora desde arriba a un cubículo en específico donde hay dos jóvenes.  El más alto de ellos, es un joven de cabello rojo que tiene a Luffy apoyado contra la puerta del cubículo, sus manos lo sostienen por la cintura y su boca llena de hambrientos besos el delicado cuello del omega.

Luffy viste una camiseta de una banda de rock con el cuello rasgado de manera que cae por uno de sus hombros y unos pantalones negros de cuero que abrazan todas sus curvas. El pelirrojo que no deja de frotarse contra el trasero de Luffy también viste de negro, lleva una chaqueta negra con tachas sobre los hombros, jeans negros con agujeros en las rodillas y botas de combate.

– Nao – dice el pelirrojo en el oído de Luffy, su voz es grave y parece resonar por todo el cubículo. El pelirrojo de apariencia rebelde se sienta sobre el retrete, se baja la bragueta y toma su erección, masturbándose y lamiendo sus labios mientras observa al omega – ¿No vas a ocupar esa linda boquita en mí como prometiste?

– Dai es tan impaciente, prometí que lo haría cuando llegáramos a casa – reprocha Luffy pero aun así se arrodilla entre las piernas del pelirrojo, toma la erección en su mano derecha y da pequeñas lamidas en el glande – hmm, que grande y duro, apenas puedo envolver mi mano alrededor

Marco muerde el interior de su boca porque la voz de Luffy es tan incitante, adictiva y peligrosa, una voz que te hace querer ponerte a su merced a pesar de todos los riesgos que eso pueda traer. Marco toca tentativamente su erección sobre su ropa interior y vuelve a concentrarse en la pantalla, la mano de Luffy ha formado un anillo alrededor del miembro de ‘Dai’ y con su boca solo succiona fuertemente el glande, el pelirrojo jadea y su mano de inmediato sujeta la cabeza de Luffy, intentando que deje de jugar y comience a chuparlo en serio.

– Vamos, ocupa bien esa boca – gruñe Dai, sus dedos se enredan en el cabello negro de Luffy forzándolo a que tome más de su miembro en su boca. Luffy cierra los ojos, abriendo la boca lo más que le es posible y sacando la lengua de manera que el alfa pueda ocupar su boca a su antojo. El pelirrojo sube y baja la cabeza de Luffy a su antojo, perdiéndose en su propio placer y en la calidez húmeda que envuelve su miembro – Tu boca es fantástica, es caliente y húmeda. ¿Puedes escuchar los sonidos que hace mientras follo tu boca?

Luffy no contesta, solo abre sus ojos y mira al pelirrojo mientras sigue proporcionándole placer. Marco cuyas hormonas parecen haberse disparado toma su pene y comienza a mover su mano al ritmo que Luffy succiona al pelirrojo. La cámara hace un primer plano del omega, quien ahora se puede ver tiene su propio miembro en la mano mientras se masturba.

– ¿Te gusta esto verdad, Nao? – Pregunta el alfa, cuyas caderas han cobrado vida propia y se mueven hacia adelante, haciendo que la nariz de Luffy quede enterrada contra un nido de vello púbico color rojo – ¿Te excita la idea de que estamos en un baño y que cualquiera que entre podrá escuchar cómo te ahogas cada vez que tomas mi pene hasta lo más profundo de tu garganta?

Luffy asiente, lagrimas corren por sus mejillas mientras la mano con la que sostiene su pene se mueve más rápido. Marco no cree poder aguantar mucho más, los sonidos, el rostro de Luffy y su propia imaginación corriendo a mil escenarios por gemido lo tienen al borde del orgasmo.

– Voy a correrme – avisa el pelirrojo, sosteniendo ahora con ambas manos la cabeza de Luffy y echando su propia cabeza hacia atrás debido al placer – Quiero que lo tragues todo, ¿sí?, mi omega es capaz de hacer eso por su alfa, ¿verdad?

Luffy mueve su lengua alrededor del miembro de Dai, con el pulgar de su mano libre acaricia por debajo de los testículos ese lugar donde sabe se encuentra una zona que le dará la reacción que busca y de manera inmediata el alfa se corre en su boca, con un gruñido que más que seguro a espantado a las personas que aún se encontraban dentro del baño escuchando a la pareja. Marco se corre también, en un jadeo silencioso con el nombre de Luffy en sus labios.

– Lo hiciste tan bien, Nao – felicita Dai a Luffy, con su pulgar limpia la comisura de los labios del alfa solo para meterlo dentro de su boca y termine de tragar su semen – Ahora puedes correrte, Nao, tu alfa quiere verte.

A pesar de su cansancio post-orgasmo Marco mantiene los ojos abiertos, bebiendo de la imagen de Luffy complaciéndose a sí mismo mientras gime en voz alta obscenidades, sobre lo mucho que le gusta chupar “grandes y jugosos” penes y como quiere que su alfa lo folle, el omega se corre cuando con voz grave y claramente afectada por todas sus palabras el alfa le ordena que eyacule, manchando el piso y recargando su cabeza contra el muslo del alfa.

Marco cierra la pestaña del navegador, arruga la nariz ante la viscosa sensación de su semen en su mano y decide darse una ducha de agua fría, su cuerpo parece haberse calmado luego de masturbarse pero nunca se está demasiado seguro.

Sobre todo con los gemidos de Luffy aun rondando por su cabeza y encendiendo el fuego en sus venas como pólvora.  

Notas finales:

¿Saben quien es el pelirrojo en este capitulo? jiji

el fetiche de este capitulo es exhibicionismo y un poco de praise kink (tambien conocido como: "me gusta que me alaben mientras tengo relaciones", mi headcanon personal para luffy) 

este capitulo fue mucho tirar a terreno lo que cimentara la trama a futuro. 


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