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LUNA LLENA por crystalwall

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Notas del capitulo:

Hola, les traigo el capítulo nuevo, solo puedo decir que este es el día en que cambia todo, uyyyyyyyyyy

Capítulo 11.- Ojos de mi perdición

 

Hades estaba de pie junto a la fuente del parquecito de la facultad de Shun, tenía un café en las manos y miraba a su perro que estaba oliéndolo todo cerca de los árboles, miró su reloj porque Shun estaba algo atrasado pero bueno… su niño usualmente no lo tenía esperando mucho tiempo

- Hey… ¿Shun aún no sale? – Julián venía por el caminito de piedras

- No, ¿y tú que haces por aquí? – preguntó Hades pasándole su café a su amigo que tomó un sorbito y se estremeció entero, Hades tenía la fijación de tomar el café cargado y amargo

- Voy a ver a Hyoga, me sale más cerca venir por aquí

- ¿Cómo van las cosas con Hyoga?, ¿mejoraron en algo?

- Yo creo que sí, anoche se quedó a dormir conmigo aunque no hicimos nada salvo hablar, hablar, hablar y finalmente dormir – Julián lucía decepcionado por esto, Hades en cambio sonrió y le palmoteó la espalda al decir:

- Ten fe, por lo menos no te lanzo las cosas a la cabeza, Shun me hizo un escándalo del diablo cuando se enteró, ya cuando se calmó lo pudimos hablar y lo solucionamos todo y ahora estamos mejor que nunca

- Pues sí, pero cada quien reacciona de diferente manera – respondió Julián sonriendo a lo lejos al ver venir a Hyoga con sus compañeros de curso

- ¿No que lo ibas a ir a ver? – preguntó Hades

- Sí, pero supongo que salió temprano, oye… ¿hueles eso? – Julián cerró los ojos y aspiró profundamente, había un aroma dulce en el ambiente, o por lo menos eso le pareció al peliazul

- ¿Ese es el lobo del que me hablaste?

- No, es diferente a lo que olí en el bosque, pero si… es similar pero en escencia diferente – afirmó Julián cerrando los ojos para apreciar el invitante aroma

- Similar pero diferente, y yo que pensé que estaba oliendo cosas que solo yo olía – dijo Hades meneando la cabeza, ese aroma se había ido intensificando con el pasar de los días, el pelinegro hasta soñaba con ello

- No amigo, no estás oliendo cosas que no hay, aunque me recuerda al aroma de las palomitas en Disney

- ¿Palomitas en Disney? – preguntó Hades sin entender la referencia

- Cuando era niño, mis padres me llevaron a Orlando, ¿recuerdas?

- Si… creo que si…

- Bueno, en el parque, yo olía claramente el aroma a palomitas, buscaba como loco la carreta de las palomitas porque me moría de ganas y nunca lo encontré, lo mismo me pasó con el algodón de azúcar y con otras cosas más, yo lo olía pero mi mamá no, y siempre se me quedó esa duda en la cabeza, hace no mucho leí en alguna parte que en el parque hay unos aparatos que rocían el aroma de todas esas cosas que son parte importante de tu niñez, el olfato es el sentido más poderoso que activa la memoria, entonces un simple aroma puede hacerte volver años y sentir cosas que estaban muy dentro de tu subconsciente

- ¿Y eso que tiene que ver con lo que estamos hablando?

- En que tengo el aroma de esa noche clavado en la cabeza, este aroma que sentimos hace un momento no es el mismo, es similar pero no es el mismo

- Es otro lobo… - dijo Hades entendiendo lo que Julián estaba diciendo

- Sabes que estoy dejando de lado esa teoría porque era un aroma por demás atrayente, sexualmente atrayente, entonces no puede ser otro lobo – Julián se encogió de hombros al decir esto

- ¿Nunca te has sentido atraído por otro lobo? – preguntó Hades curioso

- Tú sabes que no, y hasta donde yo sé, tú tampoco te has sentido atraído a uno, Hyoga huele delicioso en especial después de hacer el amor, pero su aroma es muy sutil, tú no lo podrías oler porque no está tan cerca de ti, los lobos no olemos así, nuestro aroma es distinto

- Ok., entonces si no son los lobos lo que oliste, ¿qué crees que oliste en el bosque? – preguntó Hades interesado, de esto había hablado mucho estos últimos días

- Yo creo que olí a los campistas que estaban cerca de la planicie de los sauces llorones, claro que tienes que tener en cuenta que siempre puedo estar equivocado, pueda que no sea un campista, pueda que otros cazadores estuvieron en nuestros bosques esa noche, pueda que sea otro muy delicioso humano como Shun, tu noviecito se las trae porque para ser humano huele delicioso, su aroma es mucho más fuerte y atrayente que el de Hyoga, y eso es decir bastante

- Eso si…

- Bueno amigo, nos vemos más atrde, ahí viene mi niño y yo me debo ir – Julián palmoteó la espalda de Hades y sonrió al acercarse a Hyoga, lo tomó en sus brazos y juntos dieron vueltas entre risas, Hades no lo podía creer de Julián, a su amigo le había pegado muy fuerte el amor

 

En eso Shun también salía del edificio al tiempo en el que vio a Hyoga alejarse con Julián, Hades se incorporó de mejor manera y abrazó a su novio cuando llegó hasta él. Juntos empezaron a caminar por el caminito empedrado, el pelinegro llevaba a su perro de su correa y en apariencia todo estaba perfecto pero Hades no necesariamente se sentía bien, un hormigueo le recorría el cuerpo entero, había algo que lo tenía intranquilo, ni él mismo sabía lo que pasaba por lo que no necesariamente estaba prestándole mayor atención a Shun

- Hey… ¿me estás escuchando? – el muchacho de ojos verdes apretó la mano de Hades que en verdad lucía distraído, esto era por demás extraño en él

- ¿Qué?, claro que sí, no me hagas caso amor, no sé qué me pasa hoy – el pelinegro se detuvo para frotarse la cara con las manos, eran varias noches que no podía dormir del todo bien porque ese hormigueo lo mantenía despierto, esos mismos instantes sentía esa sensación tan incómoda en toda su piel

- Tienes ojeras, ¿estás tomando café? – Shun acarició la mejilla de Hades que le sonrió ligeramente al asentir, el peliverde no era muy amante del café y le vivía diciendo a Hades los peligros de consumirlo de la manera en la que él lo consumía, Hades amaba el café pero estas últimas dos semanas había estado tomando más tazas de las usuales

- No soy yo mismo si no tomo mi café en las mañanas, lo sabes pequeño – el pelinegro abrazó a Shun para luego separarse un poquito y besarlo en los labios, la mañana estaba soleada y no hacía frío, una suave brisa movía las hojas de los árboles, el aroma del ambiente era dulce… dulce pero había algo más… era un aroma intoxicante que se le hacía irresistible y llenaba sus sentidos, Hades se volteó para oler mejor pero no pudo ver nada interesante cerca, solo podía sentir que ese aroma absolutamente delicioso se hacía cada vez más intenso y eso provocó que el hormigueo en su piel cambiara de sensación, dejó de ser molesto y ahora se sentía como… como con anticipación, con emoción, eso no le había pasado nunca antes, Hades estaba seguro que lo había olido antes pero no tan cerca como estaba ahora, no… no tan cerca… dioses…

- Hades… ¿estás bien? – Shun en cambio miraba a su novio algo preocupado, desde hacía algunos días lo había notado un poquitín inquieto, pero esta mañana el pelinegro estaba completamente distraído y actuaba más extraño de lo común

- ¿Qué?, ohhh… si si… estoy… bien… yo… yo… dioses… - Hades había fijado la mirada en el camino empedrado de la izquierda, tres muchachos se acercaban, Hades había visto antes a dos de ellos por el campus, pero un tercero los acompañaba al que no había visto antes, el muchacho en cuestión no era muy alto, sus castaños cabellos brillaban con el sol, usaba jeans gastados y rotos, botas que parecían cómodas, cinturón de cuero con una hebilla de calavera y una camiseta blanca ajustada, su cuerpo era compacto pero lucía fuerte y atlético, en las manos tenía un vaso de café y cargaba una mochila no muy grande en uno solo de sus hombros

 

Hades pensó que el tiempo se detuvo, los breves momentos que sus ojos se conectaron con aquellos hechizantes ojos cafés fue como si la tierra hubiera frenado todo para alargar el momento y hacerlo eterno, el pelinegro sintió un cosquilleo en su estómago y en su ingle como nunca antes le había pasado, era como si su corazón se hubiera detenido al ver a ese muchacho que lo miraba también con ansia y deseo, era una mirada hambrienta, primaria, era atracción pura al más alto nivel, era como si nada más importara en el vida salvo ellos dos en esos segundos…

 

Shun volvió la mirada para ver lo que su novio miraba y frunció el ceño, nunca antes Hades había mirado a otro chico cuando estaba con él, Shun iba a decir algo pero su pelinegro parecía absorto al ver a esos tres muchachos pasar, cuando lo hicieron, fue muy obvio que Hades y el muchacho castaño cruzaron miradas, Hades se volteó para verlo pasar y el muchacho castaño hizo lo propio, se volteó, sonrió de medio lado y de hecho caminó algunos pasos en reversa antes de que sus amigos lo llamaran, y aun cuando ya se estaba alejando se volteó nuevamente para ver a Hades una vez más

- ¿Lo conoces? – preguntó Shun quitándole a Hades el vaso de café de las manos

- ¿A quién? – preguntó el pelinegro pestañeando varias veces en un intento de volver a la realidad centrando su atención en Shun otra vez

- A ese muchacho castaño que pasó, y no me digas que estoy loco porque yo vi cómo te lo comías con los ojos – Shun no podía ocultar lo molesto que estaba así que empezó a caminar

- No me estaba comiendo con los ojos a nadie, tú sabes que yo solo tengo ojos para ti, no te pongas celoso amor – Hades se apresuró a caminar junto a Shun y lo abrazó, el peliverde no se dejó y siguió caminando todo digno

- Yo no soy celoso y tú lo sabes, pero no me puedes negar lo que acabo de ver, ¿qué rayos te pasa? – el peliverde estaba en verdad molesto, Hades nunca lo había visto así antes

- Shun… no te enojes conmigo, soy un estúpido… tú sabes que te amo

- Me amas pero, ¿miras a otro como nunca en la vida me has mirado a mí??? – al escuchar el tono de Shun, Hades se dio cuenta que no solo era enojo, era dolor

- ¿De qué rayos estás hablando? – el pelinegro frunció el ceño al preguntar esto

- Lo miraste con ansia, todo tu cuerpo se tensó cuando él pasó a nuestro lado, la verdad me sorprende que no te le hubieras abalanzado, y se notó que a él le hubiera gustado que lo hicieras

- No amor… nada de abalanzamientos, yo soy tuyo, ¿recuerdas?

- No soy yo el que necesita recordarlo, tengo clases… - Shun se acomodó de mejor manera la mochila y susurró la última frase, a Hades se le estrujó el corazón verlo así de dolido

- Shun…

- En este momento Hades no eres mi persona favorita y no quiero seguir discutiendo contigo – Hades había tratado de tomar su mano pero Shun no lo permitió, simplemente se volteó y caminó por el camino de piedras hacia su facultad

- Shun…

- Nos vemos luego – respondió el más joven sin voltearse, Hades lo miró alejarse y suspiró, ni siquiera él sabía lo que estaba pasando

 

Hades se frotó el rostro con las manos antes de empezar a caminar con dirección a su dormitorio, él tenía clases más tarde y tenía un tiempo libre en el que había planeado trabajar en su proyecto pero… no… Hades aspiró profundamente y sus pasos lo llevaron hasta la Facultad de Ciencias, cerbero caminaba contento oliéndolo todo y antes de que Hades pudiera hacer algo más, lo vio…

 

Sentado bajo la sombra de un frondoso árbol estaba aquel muchacho castaño que había visto pasar hace apenas unos minutos, tenía un libro en las manos y lo estaba leyendo, a su lado los otros dos muchachos estaban hablando, el castaño levantó la mirada y sus ojos se encontraron con los de Hades, el pelinegro se quedó perdido en la sonrisa del castaño, pensó que era la sonrisa más hermosa que había visto en su vida, sus ojos eran muy expresivos, su mirada era cálida y pura, su piel parecía ser suave al punto que ansiaba tocarla, ansia… ansia era lo que mejor describía lo que Hades estaba sintiendo en esos momentos

 

El castaño se llevó el esfero que tenía en las manos a la boca y lo mordió suavemente sin quitar los ojos de Hades, el pelinegro sintió una incomodidad bárbara en sus pantalones, aquel muchacho era la cosa más sexy que había visto en su vida y ellos se hubieran quedado allí, mirándose hasta que la noche cayera de no ser por un muchacho de largos cabellos negros que vino a buscar al castaño y prácticamente lo jaló para llevárselo, Hades lo vio alejarse y sintió una opresión en el pecho y sin saber la razón sentía el irrefrenable deseo de acercarse a él para tomarlo en sus brazos, besarlo, acariciarlo, arrancarle la ropa y hacerle el amor hasta que pidiera clemencia

 

Hades salió de sus pensamientos cuando cerbero jaló la correa para seguir caminando, el pelinegro siguió como autómata a su perro y se alejó lentamente de la facultad sin darse cuenta que unos ojos azules lo estaban mirando todo con rabia, sin darse cuenta que alguien lo vigilaba, sin darse cuenta que no solo él había notado a ese hermoso muchacho castaño que había entrado al edificio y caminaba despreocupadamente por los pasillos, tenía una sonrisa en los labios y a lo que se sentó en su lugar al final de la clase, pasó ausentemente su mano por ellos, él estaba pensando en aquel extraño que había visto en la mañana, de solo recordar sus hermosos ojos, se estremeció entero…

 

Esa noche Shun estaba caminando de la mano de Hades por el parqueadero del centro comercial, habían ido al cine en lo que había resultado ser una salida por demás silenciosa, Hades estuvo todo taciturno y pensativo, nunca se concentró en la película, no comió las palomitas que habían comprado y ahora no estaban necesariamente hablando

- ¿No te gustó la película? – preguntó Shun cuando llegaron a la moto, Hades mecánicamente le dio el casco a Shun que lucía preocupado

- ¿Eh?, no… digo si… estuvo buena – respondió Hades y lucía distraído

- ¿Sabes siquiera de que fue la película? – preguntó el muchacho de ojos verdes frunciendo el ceño

- Claro que sé de qué fue la película, si la estaba mirando, esa explosión del helicóptero fue genial

- Ok., parecía que tenías la cabeza en otro lado

- No… mi cabeza está aquí, ¿vamos a casa?, ¿te quedas a dormir conmigo? – Hades sonrió y acarició la mejilla de su novio al preguntar esto

- Ok., vamos pues

 

Shun subió a la moto y abrazó a Hades que lo llevó a casa como lo prometió, cuando entraron a la habitación, Hades sin mayores preámbulos desnudó a Shun y lo tumbó en la cama, todo eso estaba bastante bien pero había algo que al muchacho de ojos verdes no le agradó esa noche, Hades le hizo el amor de la misma forma en la que usualmente lo hacían, fue apasionado y satisfactorio pero… Hades no lo miró mientras lo hacían, el pelinegro tuvo siempre los ojos cerrados mientras lo estrechaba con fuerza a su cuerpo, Shun tenía la impresión de que Hades estaba pensando en alguien más, y ese pensamiento no le dejó dormir la noche entera

 

Los días que siguieron tuvieron la misma dinámica, Shun notaba que Hades estaba algo extraño, distraído y distante, se hallaba cada vez más ocupado con sus materias y trabajos, había vuelto a fumar aunque intentara ocultar este hecho de Shun que claramente podía oler el humo de cigarrillo en su ropa, estos no eran cambios significativos ni mucho menos, pero las alarmas mentales de Shun se dispararon, porque en esos días su camino se había cruzado con el de ese muchacho castaño e inevitablemente los ojos de Hades danzaban al verlo de lejos, o de cerca, o donde sea que aquel estuviera, Shun estaba celoso y no lo podía evitar. 

 

Hades salía a pasear a su perro con más frecuencia, cuando estaba con Shun se mantenía cerca de su facultad e iban hasta la plazoleta central, a cerbero le gustaba saltar cerca de la fuente, habían algunos patos a los que le encantaba perseguir, pero cuando estaba solo, inevitablemente sus pasos lo llevaban a la Facultad de Ciencias, algunas veces había visto de lejos a ese hermoso muchacho castaño, y le fascinaba lo que veía, él siempre estaba rodeado de gente, siempre sonreía y lucía como si no tuviera ni una sola preocupación en el mundo, eso a Hades le parecía por demás invitante de ese sexy ser, eso y el hecho de que lo había visto tomar café y comer hamburguesas, pero lo que más le gustó fue enterarse de su nombre, Seiya… su nombre era Seiya…

 

Shun en cambio no estuvo de buen humor esos días, sentía a su novio algo ausente y distraído, estaba un poco más irascible que de costumbre, no era nada alarmante pero si era notable, eso lo tenía preocupado porque no lo entendía, él no tenía idea de qué ocupaba la mente de Hades esos días, pero era innegable que algo lo tenía todo raro, diablos…

 

Una de esas noches, Shun estaba acostado en el filito de la cama y miraba la oscuridad que lo envolvía, Hades estaba a su lado profundamente dormido, como nunca el pelinegro estaba volteado hacia el otro lado, usualmente Hades dormía y lo abrazaba cual peluche, pero esa noche fue la primera vez que el pelinegro estaba volteado hacia el otro lado, su cuerpo estaba extremadamente caliente, mucho más caliente de lo usual, temprano habían hecho el amor y fue genial… como siempre pero, había algo que había cambiado y eso tenía molesto a Shun a varios niveles, Hades siempre fue apasionado pero esa noche lo había agarrado tan fuerte que aún le estaba doliendo la muñeca derecha, Shun movió suavemente su mano e hizo una mueca de dolor, esto no estaba bien…

 

Hades suspiró sonoramente y un leve gruñido fue audible, Shun se incorporó en la cama y puso suavemente la mano en el hombro de Hades que gruñó nuevamente, lentamente se dio la vuelta y gimió nuevamente, Shun arqueó una ceja  porque era evidente que su novio estaba excitado, su erección era visible

- Hades… hey despierta… - Shun acarició la mejilla del pelinegro que se movió muy sensualmente en la cama y suspiró metiendo la mano bajo las sábanas, Shun se agachó y lo besó en los labios para despertarlo, Hades gimió en medio del beso y abrazó a Shun apretándolo contra su cuerpo con ansia

- Mi niño… - susurró Hades bajando las manos para apretar suavemente uno de los cachetes del trasero de Shun

- ¿Sigues soñando? – Shun se dedicó a besar el cuello de su novio que abrió las piernas para darle mejor cabida sobre él, esto era nuevo, Hades nunca antes lo había hecho por lo que Shun sonrió al ir bajando en su camino de besos por su pecho

- Mmmmm… más abajo… mmmmm… - la voz ronca de Hades era muy sexy, Shun siguió bajando hasta que llegó a su ombligo, ahí sintió las manos de Hades en su cabello, lo estaba acariciando con suavidad

- ¿Quieres que te la chupe?

- Un poquito… solo la puntita… - respondió Hades con tono divertido, Shun sonrió al tomar en sus manos el miembro del pelinegro y lamerlo, Hades se arqueó en la cama y gimió nuevamente, a Shun no le gustaba mucho hacerle sexo oral a su novio pero el verlo cual pudín en sus manos era satisfactorio también

- ¿Así? – preguntó Shun chupando la punta y acariciando el tronco

- Si… sigue cariño… un poquito más… así… - Hades acarició la cabeza de Shun guiándolo suavemente a su miembro, el peliverde lo tomó con su boca y volvió a chuparlo hasta que escuchó a Hades gemir nuevamente, el pelinegro tenía la respiración agitada y sudaba, Shun le estaba haciendo ver luces así que antes de terminar, se incorporó, atrajo a Shun a sus brazos, lo puso en cuatro en la cama y lo penetró de una sola estocada, el muchacho de ojos verdes gimió y cerró los ojos con fuerza al sentir como su novio se movía en su interior, Hades lo estaba haciendo con fuerza y pasión, le estaba mordiendo la espalda y lo sujetaba de las caderas

- Más despacio Hades…

- Relájate amor, quiero que termines conmigo – Hades acarició la espalda de Shun y luego sus manos bajaron hasta el miembro del pequeño que gimió y apretó las sábanas con las manos

- Hades… Hades…

- Termina conmigo amor… eso es… vente para mi… eso es… - Hades besó la nuca de Shun al seguir con sus movimientos de cadera y de mano, Shun sentía como la sangre corría por sus venas, la respiración de Hades en su cuello lo estaba volviendo loco, amaba hacer el amor con el pelinegro que ahora sí parecía completamente concentrado en él, ambos estaban vibrando juntos, y con hondos gemidos de satisfacción llegaron a la cumbre del placer para luego caer en el colchón

 

- Hades…

- ¿Mmmm?

- No puedo respirar – se quejó Shun con una sonrisa

- Ohh lo siento, ¿te lastimé? – Hades se movió un poquito en la cama sin dejar de abrazar a Shun, se volteó y le acarició la mejilla mirándolo a los ojos

- No…, solo eres un poco pesado

- Esa no es mi culpa, tú eres una almohada muy cómoda

- ¿Soy una almohada? – Shun preguntó esto con una sonrisa en los labios, el tono de Hades era muy divertido y tenían una vibra genial, el ambiente era por demás relajado

- Eres mi almohada, ¿sabes por qué me gusta acostarme sobre ti? – pregunto Hades acariciando la mejilla de su amante mirándolo con ternura

- ¿Por qué?

- Me gusta escuchar los latidos de tu corazón, me gusta sentir tu suave piel bajo la mía, me gusta acariciarte y cubrirte con mi cuerpo

- Mmmm… a tu muy extraño modo de ver la vida, ¿piensas que me estás protegiendo?

- En parte si, en parte le grito al mundo que eres mío, que solo yo soy el dueño de tus besos y de tu cuerpo, que solo yo puedo hacerte el amor

- ¿No crees que eres un poco posesivo?

- Shun… soy un lobo, posesivo es mi segundo nombre – Hades se agachó y besó a Shun en los labios, el peliverde se sentía en el cielo, esta noche había sentido a Hades como antes, como siempre y una paz le invadió el alma, se convenció a sí mismo que estaba siendo tonto y paranoico, Hades lo amaba… todo saldría bien…

 

Cuando el beso se rompió Hades se acomodó en el pecho de Shun para seguir escuchando su corazón pero sin cargarle su peso, el peliverde pronto se durmió pero él no, él estuvo despierto mucho rato pensando, imaginando, preguntándose en dónde estaría el dueño de esos hermosos ojos cafés que le robaban el sueño, esos hermosos ojos cafés que serían su perdición…

 

Notas finales:

Chan chan chan...

y ahora???, qué pasará???, no se pueden perder los capítulos que vienen, están de ataque

Muchas gracias por leer, saludos y nos vemos el domingo en la noche con el capítulo nuevo, bye


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