Capítulo 18.- Visitas inesperadas
Shun estaba sentado a la sombra de su árbol favorito y jugaba con su teléfono celular en las manos, estaba tratando de decidir si llamaba a Hades o no, esa idea le había martillado el cerebro los últimos tres días y no había podido dormir, Ikky le había dicho muchas veces que una ruptura nunca mató a nadie, que no debe dejarse ver vulnerable, que debe sobreponerse y en buenas cuentas mostrarle al imbécil de Hades lo que se perdió al botarlo, que si Hades es un perro infiel pues que mejor que esté fuera de su vida, Shun pensaba que su hermano tenia un punto, y tenía razón en todo lo que le decía, pero también pensaba que en verdad un cierre es lo que le hacía falta a su vida, así que sin pensarlo más marcó el número que tan bien conocía, le contestaron al segundo timbrazo
- Shun, ¿cómo estás? – Hades sonó algo sorprendido al recibir la llamada de su ex
- Hola Hades, estoy bien… - Shun no sabía que decir, había pensado mucho en esto y estaba poniendo su mejor actitud y sonar seguro de si mismo, había que darle crédito porque lo estaba logrando
- Me alegro mucho, ya no volvimos a hablar y yo… en serio siento mucho como se dieron las cosas, nunca fue mi intención hacerte daño y… - Hades iba a seguir hablando pero Shun lo calló, él no quería escuchar más disculpas huecas
- No te llamé para eso Hades
- Ok., ¿para qué me llamaste entonces? – Hades estaba caminando por el camino empedrado en dirección a la Facultad de Ciencias, iba a ir a recoger a Seiya para llevarlo a almorzar
- No sé, esto ha sido complicado, nos hemos visto algunas veces y ha sido muy incómoda la situación, realmente no quiero que sigan las cosas así, espero que no sea intencional pero nos encontramos en todos lados, tu novio está en mi clase de gimnasia y… dioses… tu novio… eso suena tan extraño – Shun suspiró y meneó la cabeza, había sido un error llamar a Hades, eso se le hacía evidente a Shun con cada segundo que pasaba
- Ignora a Seiya por favor, él no está en la clase de gimnasia para molestarte ni mucho menos, a él le gusta entrenar aunque se niega a competir – Hades estaba sorprendido por la casualidad y frialdad de Shun al hablar con él, no esperó encontrarlo tan sereno y racional, si la última vez que se habían visto casi llegan a los golpes
- ¿Por qué?, el entrenador dijo que tenía potencial – eso le molestaba a Shun y cuando tuvo la oportunidad de preguntar no dudó en hacerlo
- Si… pero es vago, y dice que no está dispuesto a sacrificar nada de su vida por una competencia, a él le gusta dormir hasta tarde y comer todo lo que no debe, entonces no es apto para una competencia, no tiene la disciplina necesaria, por lo menos eso dice él – dijo Hades un poco más tranquilo por el rumbo que la conversación estaba tomando, a su criterio era un avance porque el pelinegro sabía que no había posibilidad en el infierno en que ellos pudieran ser amigos de ningún tipo, pero el conservar una relación civilizada si era lo más conveniente, Shun era un cazador y no era prudente desmerecer ese hecho
- Ohhh bueno… si lo planteas así, tiene un punto, Hades… mandé con Julián un cartón de las cosas que te olvidaste en mi dormitorio, no sé si te lo entregó – dijo Shun tragando saliva, esto era duro para él
- Si… si me lo dio, yo te envié un cartón con tus cosas pero Julián me dijo que no lo aceptaste
- No… ese día estaba sensible o algo – Shun alzó la cabeza y cerró los ojos respirando profundamente, no tuvo corazón para recibir ese cartón, Julián fue muy prudente al llevárselo pero él simplemente no pudo receptarlo, habían cosas que le costaban la vida
- Ok., no lo quemé ni lo boté, está en casa, ¿quieres que te lo lleve?
- No te molestes, algún rato que tenga tiempo voy por él, bueno Hades tengo clases, ¿nos vemos… cuando nos veamos? – Shun no sabía que más decir para terminar esta conversación tan incómoda
- Si… nos vemos cuando nos veamos, cuídate mucho Shun, bye
- Bye
Shun colgó el teléfono y se apoyó en un árbol a tomar aire, esta si había sido una de las cosas más duras que había afrontado pero debía hacerlo, como Ikky decía… al toro por los cuernos, no había tenido tiempo de respirar apropiadamente cuando su teléfono sonó, al ver la pantalla sonrió y contestó:
- Hola papá, no te estreses que no estoy suicida hoy
- Mas te vale hijo, puedes hacerme todo lo que quieras menos morirte, ¿cómo estás hoy?
- Estoy bien papá, estoy caminando por la Facultad, se me antojó un café y me voy a comprar uno, no… no he visto a Ikky hoy, si… quedé de ir a comer con él entonces más luego lo veo, no… no tienes que preocuparte por nosotros que estamos bien papá – dijo Shun y se sintió mejor al hacerlo, él extrañaba horrores a su padre y no esperaba que llegaran las vacaciones para poder ir a casa y dejar que su padre lo consienta y lo mime
- Hijo, el café no es bueno para ti, además la mañana está fría, ¿por qué no estás usando un buso, un suéter o algo de eso?
- No está tan fría, no creí necesario… ok., padre me asustas con tus dotes de clarividencia – Shun se paró en seco y empezó a mirar a los alrededores, a lo lejos pudo ver a un hombre que se acercaba por el caminito de piedras, aquel era su padre
- Ya me conoces hijo, brujo hasta el final – Shion sonrió al ver a su hijo que guardó el teléfono en sus pantalones y corrió a sus brazos, nada que hacer… Shun era y siempre sería su pequeño. Padre e hijo se abrazaron con emoción, Shion besó la frente de su hijo y le acarició la mejilla cuando el abrazo se rompió
- ¿Qué haces aquí papá?
- ¿No puedo visitar a mis retoños? – Shion abrazó a Shun con uno solo de sus brazos para seguir caminando en la dirección que había estado caminando Shun antes
- Claro que sí pero… nunca has venido a visitar a Ikky a medio año
- Es que tu hermano es un parco y según él arruinaba su estilo si lo venía a visitar, dime hijo y sé sincero, ¿arruino tu estilo al venirte a visitar?
- No papá, yo creo que arreglas mi estilo al hacerlo, no sabes la alegría que mes has dado, ¿cómo quedó la hacienda?
- Bien… no hemos tenido ataques de lobos por allá, así que asumo que todos están estudiando aquí con ustedes, ese no es un pensamento esperanzador déjame aclarártelo, ¿cómo van con eso?
- Bueno… no hemos matado ningún hombre lobo aún, hay uno en específico con el que nos hemos encontrado algunas veces pero no ha pasado a mayores, hemos acabado con algunas manadas de lobos normales que seguían al hombre lobo como alfa, pero no hemos hecho mucho
- Eso no es lo que me dijo Ikky – respondió Shion
- Dioses… ¿qué te dijo Ikky?
- Que solo ha habido un asesinato en todo el semestre, que persiguen a ese lobo tan de cerca que no ha podido atacar a nadie más y que dos veces ha estado muy cerca de atacarte a ti, ¿es eso cierto?
- Solo digamos que mis dotes de escalador de árboles me vino muy bien una vez – Shun sonrió al decir esto, Shion meneó la cabeza y besó la frente de Shun al decir:
- Mi hijo, escalador estrella de árboles, nadador infalible en ríos a contracorriente y campeón indiscutible de scrabble, no sabes cómo te he extrañado muchacho
- Y yo a ti papá, y yo a ti
- Eso me parece muy bien, ¿vamos a buscar a tu hermano para ir a comer?
- ¿Ya viste a Ikky?
- No… quise venir a verte a ti primero, y cuéntame, ¿va en serio tu hermano con la chica con la que me contó?
- ¿De quién te habló?, ¿de Greta?
- No… Susan
- Ohhhh… Susan lo botó hace más de dos meses, luego están Vivian, Cecilia y ahora sale con Greta
- ¿Greta? – Shion frunció el ceño al preguntar esto, ¿qué clase de nombre era Greta?
- Si quieres que te sea brutalmente sincero, me agradaba más Cecilia, es muy guapa y le tenía paciencia de santa a tu hijo, pero… Ikky es Ikky, no duraron
- Wow… mi esperanza de ser abuelo se hace cada vez más tenue
- Lo siento papá…
- No lo hagas, tú eres mi esperanza
- Yo soy gay papá
- Si pero tú tienes la cabeza bien puesta sobre los hombros, yo sé y tengo confianza en que organizarás tu vida de mejor manera y te casarás, adoptarás hermosos niños y yo seré abuelo, ese tal Hades no es el único hombre al que amarás, ya llegará el indicado hijo, solo debes darte tiempo y seguir siendo la maravillosa persona que eres
- Papá… me vas a hacer llorar, estoy sensible
- Mejor vamos a comer, estás muy flaco
- No estoy flaco, estoy bien papá, no seas dramático – Shun sonrió y caminó junto a su padre, si estaba sensible y esta visita fue lo mejor que pudo haberle pasado
En el restaurante, Ikky llegó corriendo, al ver a su padre se lanzó al abrazo, él también estaba feliz de verlo, aunque más feliz se puso al ver a su hermano menor comer con entusiasmo, hacía días que Shun no estaba de ánimo de nada, así que el peliazul se sentó al frente de su padre y tomó la carta que estaba en la mesa
- No pedimos por ti porque no sabíamos que querías comer – dijo Shion ausentemente
- No hay problema, yo como cualquier cosa, ohhh… ¿no quieres cambiarte de lugar conmigo Shun?, ¿tú no estás mirando el partido o sí? – Ikky se estaba sacando el saco y se volteó en la silla para acomodarlo en el espaldar y ahí fue que vio a Hades entrar al restaurante acompañado de Seiya, ambos caminaban de la mano y charlaban tranquilamente
- ¿Quieres cambiarte de lugar?
- Sí, yo quiero ver el partido, ¿cámbiate ok? – Ikky le sonrió a su hermano que asintió e iba a moverse pero se quedó paralizado al ver a Hades que se estaba acomodando en su asiento en una mesa al otro lado del restaurante pero lastimosamente estaba justo al frente de la mesa de ellos
- Si es por ese imbécil no te estreses Ikky, los veo siempre en el campus – respondió Shun bajando la mirada y dedicándose a comer
- ¿A quién estamos viendo? – Shion se volteó pero no vio a nadie que llamara su atención, el restaurante estaba lleno como para que él notara algo en medio de la gente
- El indigno está sentado en la mesa de la esquina de enfrente, papá no seas obvio y no mires – dijo Ikky, Shion frunció el ceño al ver al muchacho de cabellos negros que estaba mirando la carta
- ¿El indigno?, ¿lo llamamos “el indigno”? – Shion no pudo evitar el preguntar, sus hijos siempre hacían lo mismo, a una novia que el tuvo por un corto período de tiempo mientras Ikky estaba en la secundaria, los muchachos la habían apodado “la intrusa”
- Es que es un indigno papá – respondió Ikky con una sonrisita divertida lo que hizo reír a Shun, eso fue suficiente para Shion, Ikky era inteligente y estaba tratando con éxito de hacer que su hermano supere su corazón roto, de cualquier manera Shion propuso:
- Si quieres nos podemos ir hijo
- No papá, me gusta la idea de Ikky, no quiero que me arruinen el almuerzo o el de ustedes, además yo soy un cazador en toda la extensión de la palabra, nada ni nadie me hará correr – Shun se levantó y se sentó en el lugar de Ikky, el peliazul le pasó el plato a su hermano que luego de suspirar siguió comiendo
- Bueno… esto es saludable, no pensemos en lo que no debemos ni miremos a quien no se lo merece, mejor cuéntame cómo te va en tu clase de arte – Shion cambió el tema a la primera oportunidad que tuvo y eso les dio la oportunidad de escuchar a Shun contarles de las cosas graciosas que le habían pasado, que su pintura iba a ser expuesta ese fin de mes en la galería de la escuela, que su profesor era un idiota que estaba de un genio de los mil diablos este último tiempo y que la cara de amargura no se la quitaba nadie
- Yo creo que le tenía ganas a Seiya, pero… por obvias razones ya nada con él – dijo finalmente Shun, Ikky arqueó una ceja al preguntar:
- ¿En serio?
- ¿Quién es Seiya? – a ratos Shion se perdía en la conversación
- El revuelque del indigno, “el otro” a fin de cuentas – contestó Ikky, Shion asintió y se encogió de hombros al decir:
- Ok., tampoco vamos a hablar de ese muchacho, una pregunta… ¿cuándo voy a conocer al resto del equipo?
- ¿Equipo? – preguntó Ikky
- A sus compañeros de armas, me gustaría conocerlos, estamos a una semana de luna llena y me gustaría salir de cacería con ustedes – Shion se mostró animado al decir esto
- Papá tú no puedes, debes cuidarte, ¿qué ha dicho el médico? – preguntó Shun mirando a su padre que meneó la cabeza y sonrió al contestar:
- Estoy bien hijo, estoy estable y fuerte como un roble, además voy a salir a caminar bajo las estrellas con ustedes, no voy a hacer nada heroico, eso está en sus manos ahora, solo voy de invitado especial, nada importante
- No deberías exponerte papá – dijo Ikky y sonó preocupado al hacerlo, la salud de su padre si era algo frágil aunque luciera bastante bien
- No me expongo a nada, ustedes me protegerán, ¿verdad?
- Claro papá, aunque tú no necesitas protección – dijo Ikky con una pequeña sonrisa
- Y que no se te olvide muchacho… que no se te olvide…
El almuerzo siguió sin mayores problemas, casi al final Ikky levantó la mirada y endureció la expresión, Shun se había ido al baño así que Shion se volteó y pudo ver de mejor manera al pelinegro que había sido el novio de su hijo, y al muchacho castaño que era su nueva pareja, y como a todo buen padre que se respete, ese muchacho castaño no le pareció la gran cosa a Shion, como para que el pelinegro haya botado a su hijo de la manera más cruel posible, de acuerdo a lo que Ikky le había contado claro está. Hades se volteó y cuando miró a Ikky se le unió el cielo con la tierra, en aquella mesa estaba el padre de Shun, él lo había visto solo en fotografías, pero no podía ser otro, y el primer pensamiento que se le cruzó a Hades fue que había un cazador mucho más experimentado en la ciudad, esto no era bueno
Hades no hizo ni dijo nada más, no le parecía conveniente quedarse allí, Seiya se volteó pero Hades lo tomó del brazo y juntos salieron del restaurante al tiempo que Shun volvía a la mesa, Hades se volteó una vez más y vio a Shun llegar a la mesa de su familia, la rabia en sus ojos era muy clara, no… las cosas se estaban complicando… tenían que encontrar la manera de evitar a Shun y a su familia a toda costa, Seiya no sabía el peligro que corría, pero Hades si… Hades si…
Esa tarde Shun habló mucho con su padre, su salida del clóset no fue tan accidentada como uno podría suponer, básicamente porque su padre era un hombre de mente abierta que lo único que quería era que sus hijos fueran felices, pero de cualquier manera era siempre algo incómodo y difícil hablarle a su padre de su novio y de sus sentimientos pero… siempre le había contado todo lo importante de su vida, y esta vez no iba a ser la excepción, Shion escuchó a su hijo con el corazón roto y en resumen le dijo que se diera un tiempo para sanar, que era joven, sano, hermoso, un cazador hábil y un muchacho maravilloso, no necesitaba a ningún novio para definir su vida o su futuro, solo se necesitaba a sí mismo, nada más
Así que temprano en la noche con un nuevo sentido de empoderamiento, con una nueva resolución de continuar con su vida, con el afán de enterrar a Hades en su pasado, fue a su casa a recoger sus cosas, las iba a quemar en el bosque o a botarlas porque no quería conservar nada que fuera un recordatorio constante de su fallida relación, pero quería recogerlas de todas maneras, no quería dejar las cosas inconclusas, necesitaba un cierre en su vida, así que fue hasta el borde del campus al conocido edificio y tocó el timbre
- Shun… ¿qué haces aquí? – Julián arqueó una ceja al ver fuera de su puerta al ex de su amigo
- Vine a recoger algunas cosas que me dijo Hades me había dejado en un cartón en su habitación, no te preocupes que no me voy a demorar, si él no está no es problema y si está en la casa podemos hablar un ratito, hay algunas cosas que quedaron en el aire, con tu permiso – Shun trató de pasar pero Julián le salió al paso cerrándole al camino al decir:
- No es conveniente que subas Shun
- ¿Por qué?
- Hades está arriba – Julián dijo esto pero se notó algo incómodo
- No te preocupes que no le voy a lanzar nada, no quedamos en buenos términos pero tampoco es que hemos llegado a la violencia, ¿me vas a dejar pasar?
- No… Hades está arriba pero no está solo – Shun había intentado pasar pero Julián lo tomó del brazo para detenerlo, se podía ver en la expresión del peliazul que estaba mortificado por esto, Julián no podía estar más incómodo así le hubieran pagado por ello
- Ohhh… yo… dile que… no… no le digas nada, que queme lo que sea que me haya olvidado aquí, ya no me importa… - Shun cerró los puños y cerró los ojos tratando de calmarse porque una furia indescriptible le invadió, él quería superar las cosas pero aparentemente no estaba listo para ello aún
- Lo siento mucho Shun – Julián sonó apenado, genuinamente apenado
- No te preocupes, adiós Julián
- Bye
El peliazul cerró la puerta y meneó la cabeza, los gemidos y demás ruidos provenientes de la habitación de Hades podían escucharse hasta la planta baja, no… mejor que Shun no lo viera, no había razón de ser tan cruel
Shun caminó por el camino de piedritas con dirección a su edificio de dormitorios pero se detuvo en medio camino, no supo qué poder sobrenatural lo invadió pero regresó sus pasos y rodeó la casa de fraternidad, buscó el árbol correcto y con habilidad felina lo escaló, la luz de la habitación de Hades estaba encendida y eso era extraño, o por lo menos le pareció extraño a él, no le agradaba mucho tener sexo con las luces encendidas, esas cosas se hacen mejor en la oscuridad a su criterio pero al parecer Seiya no era del mismo pensamiento
Hades estaba recostado sobre algunas almohadas y miraba embelesado a su castaño que se movía con muy buen ritmo sobre sus caderas, el pelinegro le acariciaba los muslos y se mordía los labios mientras Seiya subía y bajaba llenándolos a ambos de placer, gracias a todos los dioses Shun no podía escuchar los jadeos y gemidos que llenaban la habitación pero se los imaginaba, en especial cuando el castaño se agachó y la pareja se unió en un muy apasionado beso que se rompió cuando Hades llevó una de sus manos al miembro de su amante y lo empezó a frotar, Seiya gimió e hizo su cabeza hacia atrás, lo que Hades aprovechó para incorporarse un poco y abrazarlo de mejor manera continuando con sus movimientos de cadera
Shun lo miraba todo con el corazón roto, Seiya no estaba completamente desnudo porque estaba usando el buso favorito de Hades pero era claro como las manos del pelinegro recorrían su piel dentro del buso, y esa era una de las cosas que Shun no entendía porque Hades era bastante posesivo y solía tener peleas épicas con Julián cuando él tomaba alguna de sus cosas sin su permiso, a Shun nunca le había dejado usar nada de su ropa mucho menos su buso favorito, y muchísimo menos hacerle el amor mientras estaba usándolo, ¿por qué???, ¿por qué Hades le tuvo que hacer esto???
Hades tomó a Seiya de la cintura y cambió de posición en la cama con él al recostarlo sobre su espalda y tomando el control, el castaño se contorsionaba y gemía de placer mientras arañaba la espalda de su amante, Hades sostenía a Seiya de sus muslos mientras lo embestía, su corazón latía con violencia cuando su momento cumbre llegó y se derramó dentro de su cuerpo, Seiya gimió con más fuerza y se arqueó en la cama cuando su orgasmo lo atravesó entero para luego recibir en su pecho al mayor que se desplomó exhausto pero satisfecho
- Me encanta dormir contigo después de hacer el amor – susurró Hades en la oreja del menor que estaba acurrucado en su pecho y enredaba los dedos en sus negros cabellos, ellos solían mimarse mucho luego de amarse
- ¿Ah sí?, ¿por qué?
- Porque hueles divino, porque tu piel es muy suave, porque eres cálido y te amoldas perfecto a mi cuerpo, porque no tengo pesadillas desde que duermes conmigo y porque te amo
- ¿Me amas?, ¿en serio? – Seiya se incorporó un poco para ver el rostro sonriente de Hades que le acarició la mejilla y lo besó en los labios
- Claro que te amo, eres mi dueño, ¿recuerdas?
- Claro que lo recuerdo, tú eres el mío, y yo también te amo
- Genial
Seiya besó a Hades en los labios pero luego esponjó su almohada y le dio la espalda acurrucándose en su pecho, Hades lo abrazó protectoramente, apagó la luz y ambos cerraron los ojos, desde el árbol Shun estaba tratando de contener una lágrima, no podía entender lo que ellos se decían pero era muy obvia la situación, Hades lo había olvidado y ahora estaba con Seiya, maldito Seiya… y lo peor de todo era que ambos dormían como él y Hades nunca habían podido, Shun se sentía ahogado cuando Hades lo abrazaba de la manera en la que estaba abrazando a Seiya, pero al parecer a éste no le molestaba, y eso que Hades estaba prácticamente dormido encima suyo, demonios… maldito Seiya, maldito Hades… mil veces malditos ambos…
Shun regresó a su dormitorio y estaba conteniendo las ganas de llorar, al entrar encontró a Ikky que estaba de pie mirando los libros de su estantería, el peliazul solo alcanzó a voltearse y no pudo hacer nada más que abrazar a su hermano que corrió a sus brazos y lloró, lloró como no había podido hacerlo en estos días, lloró al sentirse tan vulnerable como nunca, lloró porque su corazón estaba roto sin remedio, lloró porque la visita de su padre lo había puesto sensible, lloró porque era lo único que podía hacer ahora y en los brazos de su hermano sintió consuelo, esa noche Shun pudo desahogarse como no lo había hecho antes y juró nunca más hacer, esa noche juró que ya no desperdiciría más lágrimas por Hades, esa noche juró que esto acabaría y eso le permitió dormir, y durmió… durmió la noche entera, lo que no impidió que Ikky rabiara hasta más no poder, le reventaba el hígado el estado en el que se encontraba su hermano, si no le había roto la cara a Hades había sido solo por falta de oportunidad pero esto no se iba a quedar así, claro que no…. nadie se burla de ellos y sigue tan campante con su vida, no… eso no…