Capítulo 22.- Consecuencias
Shun estaba sentado en el césped y tenía la mirada perdida, no tuvo mayor idea de quién le había puesto una manta sobre los hombros para mantenerlo caliente, las ambulancias habían llegado y varios oficiales de policía caminaban de aquí para allá, Ikky ya había sido llevado al hospital, al igual que Docko, Mu, Milo y Camus, en ese claro del bosque el mundo se le había unido el cielo con la tierra al muchacho de ojos verdes que lloraba en silencio sin poder contenerse
- ¿Estás herido?, hey… ¿puedes escucharme? – uno de los paramédicos se había acercado a Shun, que reaccionó cuando la luz de una lámpara le apuntó directamente a los ojos
- ¿Qué? – Shun estaba confundido
- Que si estás herido, ¿cuántos dedos puedes ver? – el paramédico extendió su mano y sacó tres dedos
- Tres – respondió Shun mecánicamente
- Ok., ¿puedes ponerte de pie?, eso es… - el paramédico tendió la mano a Shun que la tomó y se incorporó pesadamente
- ¿Y mi hermano? – Shun buscó con la mirada pero Ikky ya no estaba allí
- Ya se lo llevaron al hospital, junto con Camus – fue Dégel el que respondió
- ¿Y mi papá? – a Shun se le rompió la voz cuando preguntó esto
- Ya se lo llevaron también, ahora debemos irnos nosotros, ven muchacho, vamos… - Dégel se acercó y pasó su brazo por sobre los hombros de Shun para hacerlo caminar, pero el paramédico lo impidió al decir:
- Debemos revisarlo, no se lo puede llevar
- Vamos al hospital porque allá está su hermano, no nos estamos yendo a ninguna otra parte, ya hablamos con la policía, todo está bien – el tono de Dégel era algo autoritario, él a la final había quedado a cargo
- ¿Bajo su responsabilidad? – preguntó el paramédico
- Si… bajo mi responsabilidad, vamos Shun… - Dégel hizo caminar a Shun a su lado y fueron por el claro del bosque hasta perderse en la maleza, los autos no estaban lejos pero en ese punto de la noche a Shun no le importaba, estaba en shock y se movía como autómata, así que Dégel lo subió al auto, le puso el cinturón de seguridad y se subió al asiento del conductor, el viaje fue algo silencioso hasta que el muchacho de ojos verdes preguntó:
- ¿Qué hicieron con los cuerpos de los lobos?
- Los llevamos al banco del río y los arrojamos, fuimos por los autos para acercarlos lo más posible a donde estábamos todos mientras llegaban las ambulancias – explicó Dégel, era obvio que Shun no supiera lo que había pasado si ni siquiera tuvo voluntad de moverse para ir con Ikky en la ambulancia
- Los otros lobos escaparon, ¿verdad?
- Si… pero están heridos, será fácil dar con ellos en su forma humana, no te apures, ya hablé con mis contactos en los hospitales para que estén pendientes de heridos de bala, me lo van a reportar directamente a mí – el tono de Dégel no dejaba lugar a duda, Shion le había dicho alguna vez que sus amigos cazadores tenían todo tipo de conexiones con la policía y el gobierno, de esa forma habían podido cazar a lobos sin ser detenidos por años
- ¿Y si no van a los hospitales?
- Di aviso también a mis amigos de la policía, pusieron ya bloqueos de caminos, no podrán salir de la ciudad, Shura me dijo que conocía a los lobos en su forma humana, buscaremos a sus amigos primero, a su grupo, lo más seguro es que sus amigos más cercanos sean los lobos que nos faltan
- ¿A cuántos lobos matamos? – Shun estaba confundido pero se estaba empezando a enfocar, el dolor de perder a su padre solo podía ser superado por la rabia ciega que lo estaba invadiendo, él quería matar a ese maldito lobo con sus propias manos de ser posible, quería matar a todos los lobos, quería matarlos a todos… a todos…
- A tres, tu amigo Shura me dijo que sus nombres son Shyru Yang, Bian Walsh e Isack Maky, ¿los conoces? – preguntó Dégel y Shun asintió al decir:
- Claro que los conozco, y sé cuáles son sus amigos, sé muy bien dónde podemos encontrarlos, ¿vamos para el campus ahora?
- No muchacho, vamos al hospital para que vean tu golpe en la cabeza y para recoger a tu hermano, mañana armaremos el plan de batalla, no dejaremos que se nos escapen y el tiempo es esencial, debemos reagruparnos y atacar ahora que ellos también están heridos, lo entiendes, ¿verdad?
- Si, ¿cómo está Ikky?
- Está bien, perdió sangre pero es un muchacho joven y fuerte, está esperándonos
- Ok., vamos por Ikky… vamos por todos ellos… - la mirada en Shun era determinada, él quería sangre, quería venganza, la sangre de su padre clamaba venganza…
Cuando llegaron al hospital, Shun fue llevado inmediatamente a la sala de urgencias, le hicieron una tomografía para descartar complicaciones, le suturaron un corte en su frente y cuando estuvo listo se encontró con su hermano en el pasillo, Ikky lo esperaba, los hermanos se abrazaron al verse como si no hubiera un mañana, el muchacho peliazul estaba igual de afectado que su hermano menor por la muerte de su padre, se notaba que Ikky había llorado, Shun estaba destrozado, furioso… pero destrozado
- A Mu ya le dieron de alta y Camus lo llevó al dormitorio, nosotros también debemos irnos – Ikky abrazó a Shun y caminaron juntos por los iluminados pasillos del hospital dirigiéndose a la salida
- ¿Cuál es el plan?, tenemos plan, ¿verdad?
- El plan es ir a dormir, pronto va a amanecer y necesitamos recuperar fuerzas, Dégel habló con sus contactos con la policía y los hospitales para que nos notifiquen sobre heridos de bala, Kardia, Docko y Shura están haciendo el listado de los posibles lobos partiendo de la identidad de los que matamos, y mañana iremos a hacerles una visita a todos ellos, es el último día de luna llena y podremos determinar si son lobos o no
- Hay lobos que no se transforman en luna llena – dijo Shun mecánicamente
- Eso no es posible Shun, tú lo sabes – Ikky besó la cabeza de su hermano pensando que estaba confundido por el golpe en su cabeza
- Si lo es, hace un par de meses vi a Shyru Yang en el carrito del café y era noche de luna llena, hay lobos que no necesariamente se transforman apenas sale la luna, lo pueden retrasar hasta que la luna esté en su ápex, o no transformarse en absoluto si así lo deciden, mientras más viejos son, mejor lo controlan
- No Shun… eso no es posible – dijo Ikky con amabilidad, pensaba que su hermano estaba sensible y confundido, no era prudente contradecirlo
- Papá me dijo eso una vez, no estoy loco Ikky – Shun en cambio se iba molestando, él odiaba que le siguieran la corriente sin tomarlo realmente en cuenta, era cierto que era más joven que los otros, pero eso no le hacía un niño
- El muchacho tiene un punto, en más de una ocasión hemos visto esto en lobos, mientras más viejos son más astutos se vuelven y es posible que demoren sus transformaciones, aunque nunca he escuchado de lobos que puedan evadir las transformaciones por completo – dijo Dégel en tono normal, Shun se sintió mejor al ver que sus palabras no estaban cayendo en saco roto
- Eso me dijo mi papá – insistió Shun aunque no era cierto, eso se lo había dicho Hades pero no les podía decir eso, aún no sabía por qué seguía guardando su secreto pero lo estaba haciendo, a la final él no había atacado a su papá y lo había protegido en el ataque
- Si te lo dijo debe ser cierto, a tu padre siempre le fascinó la mitología de los hombres lobo y uno de sus hobbies que investigarlo, amaba estudiar y leer sobre ellos, a través de los años si nos hemos perdido la pista pero no dudo que sus hobbies hubieran cambiado, voy a extrañarlo mucho – Dégel miró a los muchachos cuando dijo esto, Ikky asintió al igual que Shun, sus expresiones lo decían todo
- Lo vengaremos, ¿verdad? – preguntó Shun, ambos hombres asintieron para luego salir y dirigirse al auto
Cuando Shun llegó a su dormitorio eran casi las cuatro de la mañana, Dégel se aseguró de acostarlo para que descanse pero el muchacho tenía todo menos sueño, fingió dormir para tranquilizar a Dégel y que se vaya, por lo que cuando se quedó solo se levantó y se quedó de pie junto a la ventana en donde estuvo inmóvil hasta que vio el amanecer llegar, en su mente había solo una idea fija, Hades estuvo en ese claro del bosque, Hades estuvo allí y seguramente sabía quiénes eran los otros lobos, sabía quién mató a su padre, Hades… Hades…
***
Su despertar en la mañana fue horrible, un dolor en su muslo lo estaba atravesando entero, al moverse sintió un cálido cuerpo que lo estaba cubriendo, al intentar voltearse se quejó, eso hizo que su amante se despertara de un salto, al hacerlo solo angustia reflejaban sus ojos
- Por todos los dioses… Seiya… ¿estás bien? – Hades lucía confundido y muy asustado al ver la ensangrentada pierna de su pareja
- Me dieron un balazo en el muslo Hades, no… no estoy bien… ¿Dónde está Julián?
- No lo sé… espera… eso es, abrázame eso es… - Hades se incorporó y cargó a Seiya que se volvió a quejar al ser movido, su pierna en verdad le dolía
- ¿A dónde vamos? – Seiya abrazó a Hades y apretó los dientes, el pelinegro estaba caminando lo más rápido posible, estaban en el bosque no muy lejos del sendero que usaban los montañistas, eso los ponía como a dos kilómetros del campus universitario
- A buscar ropa y luego al hospital – contestó Hades, él estaba entrando en pánico al ver a Seiya tan vulnerable porque estaba herido
- No… no debemos ir al hospital, seguramente los cazadores tienen los hospitales vigilados, saben que al menos uno de nosotros está herido y nos rastrearán de esa manera – Julián apareció por la derecha del sendero y tenía en sus manos algo de ropa, Hades se puso los pantalones que su amigo había conseguido para él y envolvió a Seiya en una delgada manta, ellos debían moverse y conseguir ayuda, pronto, antes de que Seiya pierda más sangre
- ¿Y a dónde vamos entonces?
- Al dormitorio, ahí atenderemos a Seiya y luego debemos salir de la ciudad – el tono de Julián no dejaba lugar a dudas, por primera vez en la vida Hades vio a su mejor amigo preocupado
- Salimos de la ciudad, ¿y a dónde vamos? – Hades no estaba pensando coherentemente en este punto, se estaba dejando ganar de la desesperación
- Podríamos ir a la hacienda de mi familia en el norte, aunque está lejos, pero tengo amigos en el camino que nos protegerán y esconderán de ser necesario – respondió Seiya en un susurro
- Mejor vamos a la casa de mi tío en las montañas, nadie nos podrá encontrar allí, es más seguro, el primer lugar donde esos imbéciles nos busquen sería obviamente con nuestras familias, nadie sabe de la cabaña de mi tío, ahí podríamos descansar y recuperarnos hasta salir del país – Julián puso a trabajar su cerebro al 100 por ciento, él sabía lo importante que era Seiya para Hades, no podría dejar que los cazadores los maten
- ¿Tienes un tío? – preguntó Hades frunciendo el ceño, en todos los años que conocía a Julián no sabía que tenía ningún tío
- Es el hermano de mi papá, él es el orgullo de mi abuela que es la vergüenza de la familia, entonces mi mamá no ha permitido que nos frecuentemos, claro que mi papá nunca le hizo caso y siempre nos hemos visto a través de los años, ¿Lo ves?, el escondite es perfecto, mi tío es un imbécil pero su casa será muy útil – dijo Julián haciéndole una seña a Hades para que se detenga, el pelinegro lo hizo y se apoyó en un árbol, cargó de mejor manera a Seiya que se quejó y escondió su rostro en el pecho de su novio que le besó la frente, Julián les hizo una seña y avanzaron lentamente rodeando una extinta fogata y una tienda de campaña, esos campistas aún no se levantaban y eso era lógico, el sol aún no salía apropiadamente
- Tengo frío amor – susurró Seiya y en verdad que temblaba, Hades lo abrazó y suspiró, esa caminata se le había hecho la más larga de la vida, estaba desesperado por llegar y realmente sintió alivio cuando vio su casa a lo lejos
Julián entró primero, él estaba dudoso de entrar pero tenían que atender a Seiya, no tenían mayores opciones con eso, Julián creía que Shun iba a estar allí con el resto de cazadores pero no… la casa entera dormía. Julián ayudó a Hades con Seiya y entre los dos lo llevaron al tercer piso, lo metieron en la bañera primero y luego de asearse ellos también, atendieron su herida.
La bala entró y salió limpiamente, eventualmente necesitarían ir al hospital pero por el momento lo mejor que podían hacer era desinfectarlo, suturarlo y vendarlo, y eso hicieron, Seiya les iba dando las direcciones técnicas de lo que tenían que hacer, y así lo hicieron, desinfectaron cuidadosamente su herida y la vendaron, lo arroparon y le dieron algo para el dolor, inevitablemente al poco tiempo el castaño se quedó dormido
- ¿Y ahora qué hacemos? – susurró Hades a Julián que le hizo una seña y fue por el pasillo hasta su habitación, sacó una mochila que ya estaba empacada y la cargó en la espalda al decir:
- Ahora es tiempo de ir a la carretera, voy al dormitorio de Seiya a empacar algo de ropa, te sugiero que hagas lo mismo y debemos tener todo listo
- ¿Nos vamos a ir ahora mismo? – a Hades ya le pasó el ataque de pánico inicial y no estaba convencido de mover mucho a Seiya, su castaño estaba muy adolorido y había perdido mucha sangre para su gusto, Hades quería tenerlo en cama un par de días pero las cosas no podrían darse así
- No… no es prudente, debemos pasar la noche en un sitio seguro y cercano, yo tampoco creo que sea lo mejor un viaje largo además siempre cabe la posibilidad de un bloqueo de vías, voy a hablar con Hyoga para ver qué es lo que sabe Shun, hay que averiguar quién murió ayer, lo recuerdas, ¿verdad?
- Si… pero era alguien que no había visto antes, y no lo matamos nosotros – los recuerdos de la noche anterior si eran algo borrosos para Hades pero eso si lo recordaba, ellos no atacaron a nadie, la verdad trataron de huir lo antes posible pero se vieron en medio de fuego cruzado, ahí es donde su castaño salió herido, Hades no se lo iba a perdonar nunca
- Eso es cierto, pero toma en cuenta que a los ojos de los cazadores, todos los lobos son iguales, por eso te digo, tenemos que salir de aquí lo antes posible, cuida a Seiya y tráele algo de comer, necesita estar fuerte para poder moverlo
- Gracias Julián… no sé qué haría sin ti
- Entrarías en pánico otra vez y no podrías pensar con cabeza fría, nos vemos al ratito, no hagas nada estúpido y por favor… no te acerques a Shun
- Yo no me acerco a Shun, si no te has dado cuenta hago todo lo posible por evitarlo – dijo Hades y eso era cierto, Julián lo sabía pero también sabía que Hades era capaz de hacer cualquier cosa por la seguridad de Seiya, y eso incluía vender el alma al diablo y hacer tratos con los cazadores
- Si pero… si pudo sumar 1 más 1, se debió haber dado cuenta que Seiya es un lobo, eso lo cambia todo, Dios no verá tal furia como la de un amante despreciado, no me quiero arriesgar, Shun parece dulce pero es un cazador, es preferible desaparecer ahora, la verdad nos quedamos más de la cuenta
- Lo sé pero… Seiya no quería mudarse – Hades se frotó el rostro con frustración, esa conversación la habían tenido varias veces pero el castaño no quería ni oír volver a Escocia con su familia
- Ya nada, lo hecho, hecho está, ya regreso, tráeme algo de comer a mí también, ¿ok? – Julián apretó el hombro de Hades antes de salir, el pelinegro asintió al decir:
- Ok.,
Julián bajó corriendo las escaleras y se perdió al salir por la puerta principal, en cambio Shun que había pasado la noche en vela decidió comprobar si lo que estaba pensando era cierto, había algo que le había molestado la noche entera, tenía una espina en su alma que no le dejaba vivir, así que, apenas salió el sol se duchó, se vistió y fue por el camino de piedritas de colores hacia al casa de Hades, al llegar allí todo estaba en calma, parecía que la casa entera dormía. El muchacho de ojos verdes entró por la puerta trasera que nunca cerraban y bajó las escaleras que daban al sótano, al llegar allí su corazón se hundió, la jaula estaba vacía, Hades no había pasado la noche en la jaula, uno de los lobos del claro si era él, Shun había estado seguro de ello pero siempre cabía la posibilidad de que se hubiera equivocado pero no… Hades estuvo allí, al igual que Julián, y ese tercer lobo… ese lobo café… ese debía ser Seiya… es que no había otra explicación
Shun recordó aquella mañana que los encontró dormidos en esa misma jaula, dioses… era tan estúpido… ¿cómo no se dio cuenta antes?, ¿cómo no lo vio antes?, Seiya también era un lobo, y esa era la razón por la que Hades terminó con él tan inmisericordemente, Seiya era de su misma especie, ellos eran iguales… la verdad no lo había pensado antes porque Hades le dijo que las relaciones entre lobos no funcionaban usualmente, pero Hades era un traidor mentiroso que bien pudo decirle misa que él se lo hubiera creído, no… seguramente le mintió sobre eso también, seguramente le dijo que las relaciones entre lobos no funcionaban para mantenerlo tranquilo, maldito Hades… y maldito Seiya… mil veces malditos los dos…
Con esto en mente, Shun subió las escaleras, tenía que verlo, tenía que comprobarlo con sus propios ojos así que caminó por los pasillos de esa casa tratando de hacerse pequeñito y no hacer ruido, él había ido a ese lugar infinidad de veces pero ahora todo era diferente, ahora tenía una misión en sus manos
Abrió la puerta cuidando de que no suene y sin perder mucho tiempo entró a la habitación, y lo primero que olió fue el aroma a desinfectante, en la cama Seiya estaba profundamente dormido y para pesar del muchacho de ojos verdes, el castaño estaba usando el buso favorito de Hades
Shun tomó aire y entró al cuarto de baño y a primera vista encontró lo que estaba buscando, en el suelo había varias toallas mojadas manchadas de sangre, en el basurero había gasas ensangrentadas y varios empaques de suturas y parches, uno de ellos estaba herido y lo más probable es que el herido sea Seiya que era el que estaba dormido en la cama, es que no había otra explicación
El peliverde salió del baño y sigilosamente se acercó a la cama, Seiya no se había movido en lo más mínimo, dormido el castaño se veía por demás vulnerable, su rostro sereno hubiera confundido al más fiero, pero no a él… no… él mataría al animal que asesinó a su padre, así que con sumo cuidado levantó el cobertor y miró, Seiya no estaba usando pantalones, solo boxers que también eran de Hades por cierto, y pudo ver claramente un vendaje en su muslo izquierda, el corazón de Shun se llenó de rabia pero no pudo hacer nada más porque escuchó pasos en el pasillo, aquel era indiscutiblemente Hades así que hizo lo que no le quedó remedio hacer y se ocultó en el closet
Hades abrió la puerta y lucía en verdad preocupado, al ver a Seiya dormido en su cama su corazón se encogió, así que se sentó en el filito a la altura de su cadera y se agachó para besar sus labios y acariciar su mejilla, el castaño abrió los ojos pesadamente y sonrió al ver a su novio a su lado
- Tengo frío… ven abrásame – dijo Seiya tratando de moverse en la cama sin lograrlo realmente
- Te traje algo de comer, ¿puedes moverte?
- No mucho, ¿me ayudas un poco? – Seiya tendió sus brazos a Hades que lo abrazó para ayudarlo a sentarse
- Listo… ¿estás cómodo?
- Dentro de lo que cabe si, ¿qué me trajiste de comer?
- Una rosquilla y café, le puse las especias que te gustan pero creo que se me pasó la mano y está en verdad picante, ten cuidado que además en serio está caliente – Hades le dio el vaso de café a Seiya que al olerlo sonrió, Hades tenía esos detalles con él que le encantaban
- Gracias amor, ¿tú ya comiste?
- No puedo comer ahora, Julián está por volver, queremos que llames a tu padre, necesitamos mantener bajo perfil por un tiempo y no queremos que se angustien, vamos a salir de la ciudad por unos días, lo que tardes en recuperarte – Hades acarició la mejilla de Seiya mirándolo a los ojos
- ¿Lo llamo ahora?
- No, mejor lo llamamos del camino, no creo que tardemos en salir
- Ok., la verdad no quería llamar a mi papá pero si no hay otra opción pues no hay otra opción, hey… no te angusties que no pasa nada – Seiya acarició la mejilla de Hades que tomó su mano y la besó, estaba angustiado y no lo podía disimular
- Si los cazadores se dan cuenta de tu herida…
- Nadie se va a dar cuenta de nada porque estoy aquí lejos de miradas curiosas y no me voy a ir a ningún lado hoy, tranquilo que podemos pasar la noche en la jaula sin exponernos, nadie nos va a ver ni lo va a saber… ¿quieres un poquito de mi café?
- No… lo que quiero es ponerte a salvo, eso es lo único que quiero
- Si estoy contigo estoy a salvo
- Eso es lo que me gustaría creer a mí también…
Hades besó a Seiya en los labios una vez más y entrelazó los dedos con los suyos, se miraban con adoración y eso fue lo que hizo que a Shun le ganara la rabia, así que sacó su teléfono y envió un mensaje a Ikky, en muy pocas frases le dijo que Seiya era el lobo que mató a Shion, que estaba escondido en la habitación de Hades y que trajera refuerzos porque así estuviera herido no dejaba de ser peligroso
Hades estaba caminando por la habitación y lucía en verdad preocupado, Seiya se había vuelto a dormir luego de tomar su improvisado desayuno, el pelinegro estaba por demás inquieto, sentía un vacío en su estómago que no se le quitaba con nada, de pronto se quedó quieto, regresó la mirada a la puerta pero no le dio tiempo a reaccionar, la puerta se abrió de una patada y cuatro cazadores entraron con violencia a la habitación, Ikky tenía un rifle en las manos con el que golpeó salvajemente a Hades en la frente, el pelinegro cayó pesadamente al suelo casi sin poder moverse, el dolor era horrible y veía estrellas, Seiya despertó con la conmoción y gritó desesperado al verse apresado por tres hombres desconocidos:
- Hades!!!!!!!!!!, HADES!!!!!!
- No… déjenlo… suéltenlo… es inocente… inocente… - Hades se estaba intentando poner de pie pero Ikky lo pateó viciosamente en el estómago, Shura hizo lo propio pateándole la espalda, Camus y Milo estaban amarrando a Seiya que se quejaba por la herida de su pierna y no necesariamente se podía defender
- ¿Inocente?, mató a mi padre – Ikky pateó el rostro de Hades dejándolo inconsciente en el piso
- Yo no he matado a nadie, por favor… no… - Seiya se contorsionaba lo que podía pero no lograba moverse mucho, Milo lo envolvió con una manta, lo amordazó con una camiseta que estaba por ahí y entre todos lo sacaron de la habitación
Shun salió del closet al ver el camino libre y vio a Hades que sangraba por la nariz y la boca, la habitación estaba hecha una revolución, había sangre en la cama que seguramente era de Seiya, todo este asunto le era incómodo a Shun, debería sentirse satisfecho pero no era así, se sentía vacío… hueco, como si no tuviera alma y eso no lo podía tolerar, se había vengado de todo lo que había pasado con Hades, pero eso lejos de brindarle paz le trajo solo hastío, dioses…