Capítulo 23.- Venganza… amarga venganza…
Un fuerte aroma lo hizo reaccionar, al abrir los ojos vio estrellas y le dolió la cabeza el moverse, estaba confundido y adolorido, el pecho y el vientre, le dolía respirar, esto era muy incómodo
- Dioses Hades, ¿qué pasó? – era Julián el que estaba a su lado
- Seiya… ¿dónde está Seiya? – con una sobre posición de imágenes Hades recordó lo que había pasado, se puso de pie rápidamente por lo que se mareó, Julián lo sostuvo para que no se cayera
- Eso es lo que te estoy preguntando – Julián trató de sostener al pelinegro que empezó a hiperventilar, literalmente, y luego de unos momentos pudo conectar sus pensamientos y una angustia bárbara lo invadió entero
- Ikky vino con otros cazadores, me golpearon a mí y se lo llevaron, se llevaron a mi Seiya!!! – Hades iba a salir corriendo de la habitación pero Julián lo detuvo
- ¿A dónde crees que vas?
- Tengo que recuperarlo – respondió Hades tratando de salir de la habitación, pero Julián le salió al paso y lo sujetó del brazo al decir:
- Claro, ve solo y enfréntate a todos los cazadores armados que nos quieren matar, muerto le servirás mucho a Seiya – Julián sacudió a Hades para hacerlo entrar en razón
- Ellos lo van a matar!!!!, suéltame Julián tengo que ir por él
- Y vamos a ir por él, pero no solos, ¿Seiya llamó a su padre? – preguntó el peliazul
- No… lo iba a llamar cuando estuviéramos en camino
- Ok., yo llamé al mío y estará aquí en un par de horas, hablé con Hyoga y la situación es más compleja de lo que pensé – Julián jaló a Hades y se lo llevó a su habitación, lo sentó en la cama y le dio un vaso con agua
- ¿A qué te refieres?
- Dos cazadores han muerto
- ¿Dos? – Hades frunció el ceño al preguntar esto
- Si, un rubio que se llamaba Asmita Mahan y el padre de Shun, Shion Meyer
- ¿El padre de Shun murió?, ¿era eso cierto? – Hades abrió mucho los ojos al preguntar esto, Ikky se lo había gritado cuando lo pateó pero… esa parte de la golpiza era media borrosa
- Si, y eso lo complica todo, por eso Shun vino hoy en la mañana y asumo que comprobó que Seiya era un lobo al encontrarlo herido, llamó a su hermano y lo delató, la verdad me sorprende que no nos haya delatado a nosotros pero no creo que tarde en hacerlo, ¿empacaste las maletas que te dije que empacaras? – Julián abrió su closet y sacó una chompa mullida la cual lanzó a su pelinegro amigo
- Si, eso está listo
- Bien, vamos…
- ¿A dónde?
- Tu ven conmigo y no hagas preguntas tontas – Julián tomó a Hades del brazo y se lo llevó por la casa, salieron al parqueadero, lo subió al auto y sin mirar atrás arrancó
Shun iba en el asiento trasero del auto de Dégel, miraba hacia atrás en el camino de tierra, hacía más de una hora que habían salido de la autopista y se alejaban de la ciudad, más de una vez el muchacho de ojos verdes había preguntado a dónde iban pero solo había obtenido respuestas evasivas
- Shun… ¿Shun estás bien? – preguntó Ikky que iba en el asiento del copiloto
- No… no me siento bien
- ¿Te duele la cabeza?
- No… ¿qué vamos a hacer con él? – Shun señaló la camioneta que venía tras de ellos, allí en el balde estaba Seiya atado y amordazado, lo habían puesto en un saco como un animal, y es que a los ojos de los cazadores él era eso, nada más que eso
- Vamos a ver ahora si tus sospechas son certeras, si se transforma en la noche lo matamos, es así de simple, en esto no puede haber puntos grises Shun, lo sabes, ¿verdad? – respondió Dégel con tono monótono
- Si…
El viaje continuó por media hora más antes de que divisaran en la lejanía una casa sobre una colina, era una casa muy hermosa, blanca y parecía muy espaciosa, Dégel le dio el teléfono a Ikky para que llame a Docko, él ya estaba dentro esperándolos, por lo que cuando llegaron al portón lo encontraron abierto, claro que al pasar los dos autos las puertas se cerraron automáticamente, Shun esperó dirigirse a la casa pero no, ellos se parquearon en el granero, allí se bajaron y sin mayores consideraciones tomaron a Seiya y lo bajaron entre Camus y Milo, el muchacho dentro del costal se contorsionaba y gemía, sus gritos no podían ser escuchados por la mordaza, eso a Shun le revolvió el estómago
Docko los esperaba en la puerta del granero y les sirvió de guía, dentro estaba una jaula bastante grande, paja cubría el piso por completo, y allí lanzaron a Seiya que al caer se golpeó feísimo, sin mayores consideraciones Docko se acercó y con suma rudeza lo sacó del costal en el que estaba, dejándolo casi desnudo en el frío suelo, Shun vio con rabia que Seiya seguía usando el buso favorito de Hades y sus boxers, sus manos estaban atadas al igual que sus pies, Seiya los miró a todos y como animalito asustado trató de huir pero no pudo, Docko salió de la jaula y la cerró con fuerza, Seiya miraba todo con ojos temerosos, estaba haciendo su mejor esfuerzo para no llorar, no quería darles esa satisfacción
- Bueno… la verdad no veo para qué lo trajimos aquí, no debimos dilatar esto, debimos matarlo en el camino y enterrarlo en el monte, nadie nunca lo encontrará, así como no encontrarán a los otros cuerpos – dijo Docko mirando con rabia al castaño que se hizo bolita en el suelo
- Queremos comprobar que es el lobo que mató a mi papá, eso es todo, necesito verlo para poder matarlo con mis propias manos – dijo Ikky apretando los puños
- ¿Y si no es el lobo que mató a tu padre? – preguntó Mu cuidadosamente, de estar en la situación en la que estaban sus amigos, él también querría venganza si alguien matara a alguno de sus padres, claro que la situación cambiaba porque el matar lobos que una vez muertos retornaban a su forma humana era una cosa, matarlos luego de haberlos visto como humanos a Mu se le hacía infinitamente más complicado, ya no era solo un animal vicioso, violento y sediento de sangre, era una persona… tenía un nombre y una identidad, dioses…
- No importa, lo matamos igual, pero lo que necesito saber es si tengo que seguir buscando a ese mal nacido o puedo poner un punto final a ese capítulo de mi vida en particular – respondió Ikky mirando a Seiya y luego mirando a Shun, el peliazul pensaba que su hermano no estaba siendo del todo sincero con él, había algo raro en todo esto
- Podemos preguntarle, ¿no? – sugirió Milo frunciendo el ceño
- No serviría de nada muchacho, él no nos dirá lo que queremos saber, nunca admitirá las atrocidades que seguramente ha hecho – dijo Kardia con voz cansada, él no había podido dormir nada, él estaba a cargo de los preparativos para los servicios funerales de Asmita y Shion, la policía había dicho que les iban a practicar las autopsias de rigor y que eso tardaría un par de días, eso les daría el tiempo para acabar con el lobo que tenían en sus manos y la oportunidad para atrapar al resto de la manada
- Pero podemos interrogarlo, sería más fácil acabar con todos ellos si sabemos dónde encontrarlos, ¿no lo crees? – intervino Dégel midiendo las posibilidades, esta no era la primera vez que tenían un lobo en su poder, y si… en el pasado habían hecho hablar a sus cautivos para acabar con sus manadas, esta vez no tenía por qué ser diferente
- En eso tienes razón, ¿qué tenemos para ablandarlo? – Kardia empezó a mirar por el granero y sonrió, Docko tenía un surtido de cosas útiles en ese lugar, habían cuerdas, acceso a agua en manguera, látigos, varas, cadenas, y muchas cosas más, el mayor caminó hasta el centro de la habitación y vio que un gancho colgaba del techo del granero, tomó las cadenas y un látigo e hizo una seña a Docko para que abriera la jaula, Seiya gritó cuando lo tomaron y a rastras lo sacaron, sin miramiento alguno lo colgaron del gancho sujeto de las cuerdas que ataban sus muñecas, el castaño no estaba colgado completamente, sus pies tocaba el suelo, apenas lo tocaban pero eso era algo, Dégel le removió la mordaza y le preguntó:
- ¿Quiénes son los miembros de tu manada?
- Yo no tengo manada – respondió Seiya mirando desafiante a su captor que meneó la cabeza y dijo:
- Si me dices lo que quiero saber te mataremos rápido, si no lo haces… bueno… solo puedo decir que esto no será placentero para ti, así que dime, ¿eres tú el lobo que asesinó a Asmita?
- Yo no he matado a nadie, y no sé quién diablos es el tal Asmita
- ¿No has matado a nadie?, ¿estás seguro?, ¿y qué me dices de Shion? – continuó Kardia con las preguntas
- Le repito que no he matado a nadie, nunca he atacado a nadie, no he hecho nada malo… nada… - la voz se le quebraba a Seiya pero trataba de no dejarse ver cuán vulnerable era, esto era muy incómodo para Shun, se sentía culpable, muy en contra de su voluntad pero se sentía culpable
- Eres un animal, tal vez no creas que hayas hecho nada malo pero sabemos cuál es tu verdadera naturaleza – Docko lo miró con profunda ira al decir esto
- ¿Animal?, ¿yo?, me están tratando como a uno, eso no significa que yo lo sea, ¿ustedes me hacen esto a mí y se hacen llamar a sí mismos seres humanos?, ustedes no tienen humanidad, ustedes son los animales, no yo
- ¿Nosotros somos los animales?, no me hagas reír, tú no te mereces nada, tú no eres nada, la sangre de mis mejores amigos está en tus manos y deja de negarlo, yo vi como los atacabas!!! – Docko jaló a Seiya de los cabellos haciendo hacia atrás su cabeza
- Yo no he atacado a nadie, suélteme!!!
- Tú no estás en posición para exigir nada, ahora confiesa tu crimen, confiesa que los asesinaste, confiésalo!!! – Docko volvió a gritar y a tirar de los cabellos al castaño que dijo:
- Yo no voy a confesar lo que no he hecho, déjenme ir ahora o se arrepentirán
- ¿Ah sí?, eso está por verse – Docko apretó con fuerza el muslo herido de Seiya que gritó de dolor, no lo pudo evitar y gritó, Kardia se acercó a él con un cuchillo y sin miramientos cortó el buso que estaba puesto dejando su torso desnudo, alistó el látigo que estaba en sus manos y el granero se llenó del horrible sonido que hizo el látigo al chocar con la piel de la espalda del castaño que volvió a gritar, Shun se volteó… él no quería ver eso… era demasiado para él así que salió del granero
Ikky salió tras de su hermano y lo encontró tratando de respirar, estaba casi doblado en dos apoyando sus manos en sus rodillas, hasta donde ellos estaban podían escucharlo los gritos de dolor de Seiya y los latigazos que le daban
- ¿Estás bien Shun? – Ikky acarició la espalda de su hermano y lo ayudó a incorporarse
- No… ¿tienen que hacer eso?, ¿lo tienen que torturar?
- No es una persona Shun, es un animal – dijo Ikky con convicción
- A mí me parece bastante humano, esto no está bien Ikky
- ¿Te estás arrepintiendo Shun?, dime… ¿estás seguro que ese muchacho es un lobo? – Ikky entró en pánico interno porque por un momento pensó que Shun cegado por el dolor, había volcado acusaciones falsas sobre el nuevo novio de su ex, pero se tranquilizó al escuchar la convicción con la que Shun respondió:
- Si… tiene que serlo, no hay otra explicación
- ¿Explicación de qué?
- A su herida de bala, al hecho de que se desaparecía tres días seguidos de los entrenamientos, se excusaba por heridas justamente en los días posteriores a luna llena, son muchas cosas Ikky, sería un milagro que Seiya no fuera un lobo
- Hades lo sabe y por eso lo ayudaba, ¿verdad?
- Supongo que sí, no lo sé Ikky… no lo sé – Shun evadió la pregunta y se frotó la cara con las manos, aún no estaba seguro de revelar el secreto de Hades a su hermano, aunque la verdad no tenía sentido seguirlo guardando, lo más probable era que Hades viniera por Seiya, averiguaría donde lo tenían y vendría, lo matarían a él también sin duda… todo se estaba complicando de la peor manera posible
- Bueno esta noche lo sabremos, cuando se transforme saldremos de dudas – dijo Ikky, Shun asintió y un incómodo silencio cayó entre los dos, Shun parecía pensativo, su expresión era rara, Ikky lo miraba esperando que hablara y cuando lo hizo, no dijo lo que Ikky esperó que dijera:
- El lobo que atacó a papá era grande y gris, tenía una marca en la pata trasera, como si hubiera sido herido antes, es el mismo lobo que me atacó a mí la noche del árbol – dijo Shun con mucha seguridad
- ¿Estás seguro Shun?
- Si… y eso es lo extraño
- ¿Qué?
- Seiya llegó a la universidad luego de ese ataque, Seiya es un lobo pero no es el que atacó a papá
- Pero podría saber quién es el otro lobo, ¿no?
- Puede ser pero… ¿tú crees que luego de lo que le están haciendo nos quiera ayudar?, lo único que vamos a lograr con esto es perder la única pista que tenemos para dar con el asesino de papá, ¿no podemos detener esto Ikky?
- No lo sé Shun… no lo creo, Docko quiere venganza por Asmita
- Pero si él no es el lobo que los atacó, estaríamos cobrando venganza con el lobo equivocado y eso… Ikky… eso no está bien, yo no puedo apoyar la violencia gratuita
- Puede ser pero… a la final él es un lobo Shun, debe morir, eso no es violencia gratuita, él es un monstruo
- Lo sé Ikky pero… lo conozco – dijo Shun con angustia en su voz, Ikky estaba consciente de la naturaleza gentil y bondadosa de su hermano menor, él sabía que cuando matara a un hombre lobo real algo así pasaría, porque a la final Shun nunca había visto como al morir el lobo volvía a su forma humana, pero lo que había pasado ahora era infinitamente peor, así que Ikky trató de recordarle a su hermano sus sentimientos por aquel castaño en particular al decir:
- Lo odias
- Ok., no te lo voy a negar porque no pienso insultar tu inteligencia, si lo odio… pero lo conozco, es una persona, una odiosa y pesada persona a la que no me gustaría volver en la vida, a la que maldigo con todas mis fuerzas porque me destrozó y acabó con mi futuro con Hades pero… una cosa es desearlo muerto y otra muy diferente es matarlo
- Es un lobo Shun – Ikky puso las manos en los hombros de su hermano, debía hacerle entrar en razón para que deje que ver a Seiya como una persona y lo vea por lo que realmente es, pero Shun tercamente dijo:
- No puedo verlo simplemente como un lobo
- Debes hacerlo, no quiero que esto te afecte – dijo Ikky mirando con preocupación a su hermano menor
- ¿Que no me afecte?, créeme Ikky, nunca en la vida podré sacar de mi cabeza sus gritos – Shun señaló al granero en donde efectivamente se podía escuchar que Seiya seguía gritando de dolor, esto era insoportable para el muchacho de ojos verdes
- Ok., ¿quieres caminar por el jardín un ratito y así nos alejamos de aquí?
- Si… es lo mejor…
Todo ese día Shun evitó el granero, sabía que habían torturado a Seiya todo el día, Mu le dijo que lo habían latigueado, golpeado con un palo, lanzado baldes de agua fría pero nada de lo que habían hecho había dado resultado, el castaño no necesariamente decía nada importante, Mu dijo que ahora ya no decía nada coherente, que solo llamaba a su papá y a Hades
- ¿Hades?, ¿llama a Hades? – preguntó Shun, aunque la verdad no estaba sorprendido de que lo hiciera
- Si, Docko me preguntó por él pero le dijimos que él no es un lobo, que es tu ex novio así que… estamos explorando otras opciones – Mu se encogió de hombros al decir esto
- Shyru Yang, él era su mejor amigo y también resultó ser un lobo, Isack es del grupo de amigos de Hades, Bian es de la banda de Seiya, no sé… por ahí podrían empezar a buscar, por sus amigos músicos aunque eso incluye a Julián – dijo Shun todo incómodo
- A Julián también lo sacamos de la lista de sospechosos, es el novio de Hyoga y tú ya hubieras notado si hay algo raro con él, ¿verdad?
- Si… eso si… - respondió Shun tratando de esconder su incomodidad
- De cualquier manera, volviendo a las averiguaciones de los amigos de Shyru y Seiya, Shura está en ello, se fue al campus con Milo y Camus, aún no se comunican pero pronto lo harán
- No deberían estar fuera, esta es la última noche de luna llena en este mes, los lobos querrán recuperar a Seiya y si encuentran a tres cazadores merodeando por el campus, lo más seguro es que los maten, los secuestren o algo de eso
- Estás asumiendo que ellos tienen consciencia cuando se transforman – Mu se cruzó de brazos al decir esto
- Yo creo que hay que darles el beneficio de la duda, ese lobo negro me salvó del otro lobo en esa ocasión, anoche también lo hizo, si no tuviera conciencia no lo hubiera hecho – puntualizó Shun, Mu asintió y respondió:
- Eso es lo que te gustaría creer porque eres una buena persona, pero los lobos son animales Shun, debes meterte eso en la cabeza – Mu ladeó la cabeza y señaló el granero al final del jardín, la noche estaba cayendo y ellos debían ir allá. Shun suspiró derrotado y caminó con Mu, al entrar a ese lugar que estaba pobremente iluminado, se le encogió el corazón, Seiya estaba botado en el polvoriento suelo, su espalda sangraba por las heridas que le había hecho el látigo, sus muñecas también sangraban porque estuvo colgado de aquel gancho, su rostro estaba sucio y se notaba que había llorado, en verdad daba mucha pena verlo
- ¿Ellos son los animales Mu?, eso no es lo que me parece a mi
- Dioses… que horror… - susurró el muchacho de cabellos lilas, él también lucía descompuesto al ver esa escena
- Ya falta poco y comprobaremos si es el lobo que mató a Shion y a Asmita – dijo Docko que tenía una cerveza en la mano y la estaba bebiendo lentamente
- ¿Teníamos que hacer todo esto? - preguntó Shun mirando directamente a Kardia
- Si muchacho, lo teníamos que hacer… mira… ya empieza… - Kardia señaló al castaño que se movió lentamente, se notaba que todo le dolía pero esa no era la razón por la que apretó las manos, Seiya hubiera preferido no transformarse pero… en el lastimero estado en el que se encontraba no tenía fuerzas para resistir el cambio, así que ante los atónitos ojos de todos los cazadores de la habitación se transformó
Shun había visto de primera mano una transformación, a Hades en su jaula, pero no había visto una que se diera en estas condiciones, lejos estaba aquel lobo café que estaba jugando en el claro del bosque, lo primero que Shun escuchó fue un gemido de dolor, el lobo no se estaba moviendo una vez que quedó tumbado en el suelo, se notaba que su respiración era forzada y no ayudaba que no estaba abriendo los ojos siquiera
- Este no es el lobo que mató a papá – dijo Shun mirando al lobo café que continuaba inmóvil
- Pero es el que mató a Asmita – dijo Docko cargando la escopeta
- No… tampoco es el que mató a Asmita – respondió Mu acuclillándose para ver de mejor manera al lobo que seguía sin moverse
- Bueno… eso es inconsecuente en este punto, es un lobo… debe morir – dijo Ikky tomando la llave de la jaula, Shun le salió al paso y le quitó la llave de las manos
- No Ikky espera
- ¿Qué crees que haces muchacho? – intervino Kardia con rabia, él veía venir esto, era obvia la reacción de Shun si no había tolerado estar en el interrogatorio a ese animal
- No lo podemos matar, no… no lo voy a permitir – Shun meneó la cabeza y apretó la llave contra su pecho, su carácter no podía permitir un homicidio así, a sangre fría
- Shun no seas irracional y devuélveme esa llave – Ikky se adelantó y trató de quitarle la llave de las manos pero el muchacho de ojos verdes no se dejó, como fiera se defendió y no se dejó quitar la llave de las manos
- No Ikky, no lo vamos a matar, este no es el lobo que mató a mi papá o a Asmita, yo creo que debemos usarlo para que nos lleve al resto de la manada, si lo matamos no hemos ganado nada, ya lo tenemos prisionero, nos aseguraremos que no mate a nadie pero necesitamos lo que él sabe – dijo tercamente Shun
- Yo estoy de acuerdo con Shun, no ganamos nada matando un solo lobo cuando podemos matar a la manada entera – dijo Mu parándose junto al peliverde
- ¿Están locos???, devuélveme esa llave Shun – exigió molesto Ikky, esto ya había pasado de tono, la terquedad de su hermano usualmente le parecpia dulce, pero en este punto ya rebasó su paciencia
- No nos alteremos, el muchacho tiene un punto – intervino Dégel en un tono calmado que ayudó a tranquilizar el ambiente
- ¿Qué punto? – preguntó Kardia
- Debemos acabar con la manada y aprender lo posible de los lobos, bueno… aquí tenemos uno, lo primero que tenemos que hacer es conseguir un médico – Dégel se acuclilló también y miró al lobo que se quejaba quedito
- ¿Ahora quieres tratarlo? – Kardia si se estaba molestando
- No seas idiota, quiero un médico para estudiarlo, es una oportunidad en verdad interesante – Dégel miró al lobo con profundo desprecio lo que asustó a Shun, esa no era la opción que él proponía, esta idea era peor que la anterior
- ¿Lo quieres diseccionar? – Shun preguntó sin querer saber realmente la respuesta, de poder palidecer lo hubiera hecho
- Eventualmente sí, pero bueno… decidamos… acabamos con él aquí y ahora o lo seguimos interrogando mañana, tenemos un mes para conseguir el médico que quiero, hoy es el último día de su transformación, solo debemos mantenerlo vivo hasta entonces – la frialdad de Dégel heló la sangre de Mu
- Yo voto por matarlo – dijo Ikky con todo el convencimiento del que fue capaz, Kardia asintió al igual que Docko
- Yo voto por no matarlo, podríamos utilizarlo a nuestro beneficio y estudiarlo – propuso Dégel parándose junto a Shun y a Mu, los más jóvenes no refutaron esto porque si lo hacían en ese momento matarían al lobo sin más contemplaciones y eso no era lo que ellos estaban proponiendo, no realmente, Dégel quería darle un giro mucho más oscuro
- ¿Y cómo rompemos el empate? – preguntó Ikky molesto
- Esperamos por Camus, Milo y Shura, y ahí rompemos el empate – dijo Shun cruzándose de brazos, habían llegado a un punto muerto de la discusión, no iban a conseguir nada más esa noche, estaban en desacuerdo y no tenían como superarlo, así que luego de varios tensos minutos, Dégel dijo:
- Bueno… me voy a dormir, estoy exhausto y mañana tenemos un día duro, vamos muchachos, no necesitamos hacerle guardia ni mucho menos, no creo que este animal tenga la voluntad de escapar, por lo menos no esta noche – Dégel señaló la puerta y todos salieron lentamente y en silencio, en la tardecita habían recibido la llamada del forense en donde les habían informado que iban a liberar los cuerpos, por lo que al día siguiente se llevaría a cabo el funeral de Asmita y Shion, el solo pensamiento de ello hizo volver a Shun a la realidad, había perdido a su padre, tenía al novio de su ex encerrado en una jaula con cazadores sedientos de sangre a sus espaldas, dioses… ¿cuándo se había complicado así su vida?
- ¿En qué piensas? – Mu caminó con Shun por el jardín
- En que si Dégel hace lo que quiere hacer, Seiya preferiría morir – respondió Shun en un susurro, su mirada era triste, esto no era lo que él había propuesto, Dégel lo tergiversó todo y ahora las cosas se habían salido de control
- No pensé que las cosas se darían de esta manera – dijo Mu con pesar, él también era una persona gentil y lo que habían propuesto los otros cazadores iba en contra de todas sus creencias, a Mu también se le dificultaba ver a Seiya simplemente como a un lobo, y tenía sentimientos encontrados por toda esta situación
- Yo tampoco Mu… yo tampoco…