Capítulo 26.- La cabaña
El auto de los cazadores siguió con sigilo al auto de Julián, por el culebrero camino siguieron unos cuarenta minutos por un sendero de tierra, era una carretera poco transitada a la que le hacía falta un mantenimiento urgente. La camioneta de Julián avanzaba con lentitud esperando prudentemente al auto de Kardia, no les convenía a ninguno de los dos el perderse por el bosque, y cuando llegaron a un claro se detuvieron y se bajaron del auto
- Estamos en medio de la nada, ¿aquí está la cabaña según ustedes? – Ikky preguntó esto molesto
- No… la cabaña está a dos kilómetros montaña arriba por ese sendero, pero los autos ya no suben, este es el fin del camino en auto, nos toca caminar, eso no es un problema ¿o si? – respondió Julián acomodando de mejor manera sus botas
- Claro que no, guíen el camino entonces – respondió Kardia en tono sereno y apretando el brazo de Ikky al pasar
- No nos dispararán a la espalda, ¿verdad? – preguntó Julián tomando una escopeta del balde de su camioneta
- Claro que no, queremos acabar esto tanto o más que ustedes – dijo Shun mirando fijamente a Hades que asintió tomando él también una escopeta al decir:
- Vamos entonces
- ¿Vinieron solos los dos?, ¿no que venían lobos de fuera de la ciudad? – preguntó Camus caminando junto a Milo, ellos iban justo detrás de los dos lobos que lideraban el camino, tras de ellos caminaban Ikky y Shun, finalmente Kardia cerraba la comitiva
- Toma en cuenta que estamos quebrando muchas reglas al venir con ustedes a esto, nosotros debemos precautelar nuestra supervivencia, eso significa no hacer tratos con ustedes, y mucho menos guiarlos hacia sujetos de nuestra raza a los que ustedes quieren matar – dijo Julián con un suspiro
- ¿Pero llegaron más lobos o no? – insistió Ikky sin poder ocultar su molestia
- Eso no es de tu incumbencia Ikky, si llegaron o no más lobos, no tiene nada que ver con ustedes – dijo Hades sin regresar la mirada, él tenía los ojos en lo alto de la colina
- Claro que tiene que ver con nosotros – dijo Ikky pero en un susurro, sus planes eran claros, esa noche no acabarían solo con esos dos lobos, sino con todos los que se pusieran en su camino
El resto de la caminata fue silenciosa, los dos lobos no se detuvieron ni bajaron su ritmo de caminata mientras iban montaña arriba, Kardia se fue quedando un poco por lo que los chicos que lideraban tuvieron que detenerse un par de veces hasta que el mayor los alcanzara, caminaron cerca de una hora antes de que los lobos bajaran su ritmo de caminata, las luces de la cabañita estuvieron visibles
- ¿Y ahora qué? – preguntó Kardia en un susurro
- Ahora tienen que tener cuidado en donde pisan, tienen que estar atentos a ruidos, y por sobre todo dejar de hablar, nosotros tenemos mejor visión nocturna y mejor oído que ustedes, tenemos mejores reflejos también, entonces estén listos para sorpresas que caigan de los árboles – dijo Hades señalando los gruesos árboles cercanos, a su costo lo había experimentado cuando aquel lobo le cayó de los árboles tomándolo por sorpresa
- ¿Alguna otra cosa que debamos saber? – preguntó Ikky mirando a Hades que sonrió de lado y dijo
- Si ellos te logran poner las manos encima te romperán el cuello, así que ten cuidado de a quién le das la espalda
- ¿Eso te incluye?
- No en estos momentos
- Ya por favor, esto no ayuda – dijo Shun tomando a Ikky del brazo, es que el peliazul se le iba a lanzar a Hades otra vez, el ver su ojo morado y su cara hinchada no era suficiente para él al parecer, le hubiera vuelto a caer al golpes con una canción en su corazón
- No es nuestro interés que ustedes mueran esta noche, tampoco queremos morir nosotros, ya les dijimos que es lo que queremos, es simple, y si para ello trabajaremos juntos pues, al mal paso darle prisa, ¿tienes una linterna Hades? – pidió Julián, el pelinegro buscó en uno de los bolsillos de su chompa y se la pasó a su amigo que alumbró un plano, Shun arqueó una ceja al verlo
- ¿De dónde sacaste eso Julián? – preguntó Shun
- De la alcaldía, no es difícil obtenerlo la verdad, solo debes saber que pedir y te lo fotocopian, este es el plano de la cabaña, como pueden ver hay una entrada principal que da a la sala, y una entrada trasera por la cocina, el único camino libre es siguiendo este sendero pero no es por ahí que vamos a llegar, pensé que si queremos continuar con el elemento sorpresa sería bueno dividirnos en dos grupos y entrar al mismo tiempo, también pensé que sería bueno dejar un vigía o dos afuera de la propiedad, por si los sorprendidos resultamos ser nosotros, rodearemos la cabaña por el sur y de esa manera evitaremos ser vistos, ¿les parece bien o tienen alguna sugerencia? – Julián iba señalando el plano y el mapa que sacó de los bolsillos de su chompa, ellos habían venido preparados para contingencias
- Me parece bien, ustedes dos entrarán por la puerta principal y los distraerán, Ikky, Shun y yo entraremos por la puerta trasera y atacaremos, Camus y Milo quedarán de vigías, una vez adentro no esperamos nada y abrimos fuego apenas los tengamos en vista, ¿estamos de acuerdo? – dijo Kardia y lo hizo muy solemne
- ¿No vamos a hablar con ellos primero? – preguntó Shun frunciendo el ceño
- ¿Y de qué vas a hablar con ellos Shun?, ¿del clima?, esta es una misión de ataque sin rehenes, lo único que vamos a hacer es matar a esos desgraciados que mataron a papá – respondió Ikky con rabia
- ¿Cómo sabemos que fueron ellos los que mataron a Asmita y Shion?, ¿cómo sabemos que no son Hades y Julián los que mataron a Asmita y papá y nos están dirigiendo hacia los otros lobos para que los matemos a ellos? – preguntó Ikky mirando directamente a Julián que arqueó una ceja al responder:
- Tus amigos lo escucharon de los labios de los propios Saga y Kanon, de lo que me dijo mi papá hoy en la tarde cuando hablé con él, al parecer Docko y Asmita mataron al padre de Saga y Kanon hace algunos años, ellos estuvieron presentes y apenas alcanzaron a escapar, pero su padre murió a manos de los cazadores – explicó Julián con serenidad
- Eso es lo que dieron a entender en la morgue, pero, ¿cómo pueden saber que fueron Docko y Asmita los que mataron a su padre? – preguntó Milo a Julián, su tono no era agresivo, sonaba más bien interesado y curioso
- Los vieron, Saga y Kanon vieron morir a su padre, entonces saben exactamente cuál cazador lo mató, ahora… de acuerdo a mi padre, ellos no estaban buscando venganza con los cazadores, eso es completamente suicida y es sabido, pero… yo asumo que la otra noche que nos encontramos en el bosque, al verlos allí no pudieron resistirlo y lo atacaron
- Eso explicaría a Asmita, pero, ¿por qué atacaron a mi papá entonces? – preguntó Shun con un nudo en la garganta
- Tu padre mató a Shyru, él era la pareja de Kanon, por eso Kanon mató a tu padre - Julián dijo esto sumamente serio y mirando directamente a Shun a los ojos
- ¿Kanon?, yo pensé que Saga lo había matado – dijo Camus bajando la voz por respeto al dolor de sus amigos
- No, Saga mató a los dos estudiantes del campus y a la maestra, mató también a Asmita pero fue Kanon el que mató a Shion, yo lo vi desde el borde del claro – dijo Julián con toda la seguridad del caso
- ¿Tu lo viste? – Milo preguntó con total incredulidad
- Claro que lo vi, ustedes tienen la retorcida idea de que nosotros no tenemos consciencia cuando nos transformamos, pero eso no es así, eso debería ser claro para ustedes tomando en cuenta que Hades salvó a Shun dos veces de una muerte segura, ¿o creen que fue una feliz coincidencia que un lobo atacara a otro lobo para salvar un humano?
- ¿Tú lo sabías? – preguntó Ikky a su hermano que asintió en silencio, Ikky meneó la cabeza con incredulidad, ¿qué más le había ocultado su hermano?
- ¿Vamos a seguir discutiendo cosas sin importancia o vamos a hacer lo que vinimos a hacer?, estoy seguro de que podemos hablar de todo esto mañana cuando hayamos dejado todo esto atrás, estamos perdiendo tiempo – intervino Kardia acabando efectivamente la conversación, los grupos se prepararon como se había sugerido y cuando revisaron sus armas partieron
Hades y Julián caminaron por el sendero en silencio, ellos supuestamente iban a entretener a los gemelos, en buenas cuentas iban a ser la carnada y eso no necesariamente les agradó, pero era lo más lógico, ellos tal vez podrían entrar a esa casa, tal vez no…
- ¿Te diste cuenta que no estamos solos? – preguntó Julián en un susurro
- Tendría que estar sordo para no haberlos escuchado, me pregunto si vinieron todos y dejaron solo a Seiya – Hades suspiró y miró las estrellas
- Lo sabremos pronto, ¿Crees que nuestros lobos amigos estén en casa? – preguntó Julián que caminaba con las manos en los bolsillos
- No… creo que nos vieron en el bosque y ahora caminamos a una trampa – respondió Hades sacando un cigarrillo y encendiéndolo
- No me gusta el silencio
- A mi tampoco, quisiera poder ir por Seiya, odio esto Julián, te lo juro – Hades suspiró y siguió caminando pero se detuvo de golpe al sentir algo en su espalda y una ronca voz que dijo:
- Bueno… ya somos dos
- ¿Saga o Kanon? – preguntó Julián volteándose y levantando las manos en señal de paz, ya que el peliazul tenía una escopeta en la espalda de Hades
- ¿Eso importa? – el gemelo hizo una seña con su escopeta por lo que Julián dejó su arma en sus pies y la pateó, Hades hizo lo mismo y se volteó cuando pateó su escopeta, si el peliazul lo iba a matar, que lo mirara a los ojos por lo menos
- La verdad no – respondió Julián encogiéndose de hombros
- ¿Qué hacen aquí?, ¿están perdidos? – preguntó el peliazul armado, ellos estaban ya en el claro justo frente a los jardines de la cabañita, unos metros más y habrían llegado a la puerta
- No, hablamos con Shunrey, la hermana de Shyru, ella nos dijo como llegar, tenemos un problema del que ustedes son la causa – explicó Julián con mucha seguridad
- ¿Qué problema?
- Los cazadores tienen a Seiya y no sabemos lo que harán con él, no sabemos en donde lo tienen y ellos están tras todos nosotros, no solo ustedes, ellos ya saben que ustedes son lobos, no sabíamos si ustedes lo sabían – explicó Hades sin moverse teniendo en cuenta que la escopeta apuntaba a su pecho
- Ok., ¿y eso que tiene que ver con nosotros?, ¿quieren que los ayudemos a rescatar a Seiya?, ¿a eso han venido? – el gemelo bajó un poco la guardia pero no bajó el arma
- No… ¿será que podemos entrar en la casa y hablarlo?, hay mucho que discutir – dijo Julián señalando la casa que estaba muy cerca
- ¿Quieren hacer de esto una visita social? – el gemelo sonrió de lado al preguntar esto
- No, no queremos hacer ninguna visita social, queremos hablar con ustedes dos, dejar de lado las animosidades porque tenemos un enemigo en común – dijo Hades
- ¿Animosidades? – preguntó el gemelo sin dejar de sonreír
- Si, dejemos de lado que intentaron matarme los últimos dos meses, dejemos de lado que intentaron matar a Shun antes y eso la verdad no tiene sentido, por qué atacarlo a él cuando ni siquiera Seiya estaba en el campus, eso no lo entiendo – reclamó Hades dejando ver su furia
- Vamos por partes entonces, como bien dice mi hermano el matar a un cazador siempre es un bono, él nos pareció el más débil al ser el más pequeño de todos, pero resultó que no es así, él es hábil y agil y se nos escapó algunas veces, ni siquiera pudimos herirlo como hemos herido a los demás en un punto u otro, ellos son fuertes porque son varios, fortaleza en número que nosotros no tenemos porque ustedes nunca se integraron
- Nunca nos han pedido que nos integráramos – respondió Julián fruciendo el seño
- Cómo vamos a pedirles que se integraran si impidieron que tomara la justicia en mis manos cuando tratamos de matar a la ex de mi hermano que osó dejarlo, no… ustedes son “pacifistas”, no saben como nos molesta eso, es un desperdicio – dijo el peliazul con un gesto de asco en su rostro, Hades y Julián aún no sabían con cual de los dos hablaban
- Pero si los mataste, mataste a ese muchacho y a la profesora – dijo Hades pero recordó que si una muchacha a la que Julián había salvado una noche en el campus
- No es de ellos que estoy hablando
- Ohhhh… - Julián recordó ese incidente, esa muchacha se había cambiado de universidad luego de ello
- Y bueno… además de eso, tú… tú eres al que en verdad yo quería y me pareció bien atacar a tu novio que a la vez era cazador, mataba dos pájaros de un solo tiro pero no… tuviste que intervenir así como ahora que te atravesaste en mi camino con Seiya cuando específicamente te advertí que no lo hicieras, si no escuchas mis advertencia pues… atente a las consecuencias – otra voz se escuchó desde la izquierda lo que hizo que los muchachos se voltearan, aquel también tenía una escopeta en las manos
- Saga… Aioros me habló de ti y del arreglo al que habían llegado respecto a Seiya – Hades entrecerró los ojos cuando dijo esto, Saga era el recién llegado, Kanon era el que los había encontrado primero
- Ese acuerdo debía haber sido respetado, tú te cruzaste en donde nadie te llamó – contestó Saga con profundo desprecio
- Seiya es una persona no una cosa, no es intercambiable por nada, su padre no es su dueño para venderlo a empeñarlo a nadie, él es capaz de decidir sobre su propio destino - Hades dio un paso hacia Saga cuando habló, los gemelos hicieron sonar sus escopetas alistándolas para disparar, Julián tomó a Hades del brazo para detenerlo
- Ahhh la estupidez de la juventud, tontos… ilusos que creen en nociones románticas de la vida o de las relaciones, claro que Seiya es intercambiable, es un lobo de sangre pura y eso lo hace invaluable
- ¿Tú solo lo quieres por la pureza de su sangre? – Hades frunció el ceño al preguntar esto, se sintió indignado y ahora entendía las palabras de Seiya, Saga lo veía como una cosa, no como una persona, mucho menos como una pareja
- ¿Por qué más habría de quererlo?, él debía aceptar que su futuro estaba a mi lado pero no… decidió que quería jugar contigo, eso te hubiera costado la vida eventualmente, esto solo acelera un poco las cosas – Saga apuntó de mejor manera la escopeta al pecho de Hades que lo miró con profundo desprecio y le dijo:
- Seiya me ama, así como yo lo amo, ese es un lazo que no podrás romper
- No importa, cuando lo rescate y me lo lleve lejos de aquí, ni siquiera te recordará, esta noche tu sangre regará mis magnolias – Saga sonrió y señaló las flores que estaban en el jardín de la cabaña
- No no no… no podemos crear brechas entre nosotros cuando tenemos un enemigo en común que nos está cazando uno a uno – dijo Julián con desesperación, por primera vez en la noche perdió toda la compostura y lució sinceramente asustado, eso hizo sonreir a los gemelos
- Bueno… quizás nuestra idea es la de ayudar a los cazadores – dijo Saga y apuntó su escopeta a Hades que se le detuvo el corazón por un instante, en ese momento la puerta de la cabaña se abrió e Ikky salió pero tenía amenazada con un revolver en la cabeza de una chica muy bonita de blanca piel y negros cabellos que lucía totalmente aterrorizada.
Todo fue muy rápido…
Julián jaló a Hades y ambos se botaron al suelo, tras Ikky, Shun y Kardia se abrieron paso escopeta en mano, Shun disparó pero no le dio a Kanon que se lanzó al suelo al igual que Hades y Julián, Kardia en cambio le disparó directamente a Saga que no tuvo oportunidad de moverse, el tiro le dio de lleno en el pecho, Kanon disparó sin poder apuntar muy bien a todos los intrusos que estaban en el porche de su casa, Ikky soltó a la muchacha y se paró protectoramente delante de Shun, la chica se había lanzado al suelo buscando protegerse. El muchacho de cabellos verdes sostuvo a su hermano que se apoyó en él cuando el balazo le pegó e impotente vio como Kardia a su lado se contorsionó y cayó al suelo en medio del caos.
Kanon se puso de pie y cargó su escopeta nuevamente y corrió a la casa luego de darle un vistazo a Saga que estaba inmóvil en el suelo, Shun se había arrimado a la pared y trataba de sostener a Ikky que gemía de dolor mientras apretaba su brazo contra su pecho
- Malditos… todos ustedes malditos cazadores, mataron a mi hermano, mataron a mi pareja, quieren matarme a mi, y la única razón es que existo, ignorantes y arrogantes humanos… pagarán con sangre lo que me han costado – Kanon apuntó su escopeta pero gritó de dolor cuando un tiro llegó de la oscuridad y le dio en la mano haciéndole soltar el arma, fue Camus el que salió de las sombras y lucía pálido
- ¿Están bien? – preguntó Milo acercándose hasta Ikky y Shun
- Si… me dio en el brazo, dioses… - Ikky respiró con trabajo y se dejó atender de Camus que rompió su propia camisa y la amarró sobre la herida de bala en un intento de detener la sangre
- Dioses… Kardia… - Milo se acercó al mayor y tristemente se dio cuenta que no estaba respirando, el balazo le había dado en el cuello y ya no había nada que hacer
- Llama una ambulancia – dijo Shun al ver el cuerpo del mayor en el piso
- No tenemos señal, no hay caso Shun – Milo se acunclilló junto a Kardia y con profundo dolor le cerró los ojos con delicadeza, otro de los cazadores había muerto…
Cuando la balacera se detuvo, de la oscuridad también salieron Dégel y Shura, los que sin detenerse en nada corrieron a socorrer a los heridos, Hades no podía decir que estaba sorprendido, cuando llegaban a la casa los habían podido escuchar acercarse
Hades y Julián se incorporaron y tomaron sus armas, ayudaron a la muchacha a ponerse de pie y efectivamente detuvieron a Kanon que trató de escapar, no llegó lejos porque estaba herido así que Hades, Julián y la muchacha se quedaron custodiando a Kanon que con un arma apuntada a su cabeza, cortesía de Julián, estaba de rodillas en el suelo sosteniendo su destrozada mano en el medio del jardín de la cabaña
- ¿Qué vamos a hacer con él? – preguntó la muchacha que estaba de pie junto a Hades
- No puedo creer que me traiciones Shunrey, somos familia – Kanon hablaba con profunda rabia e incredulidad
- ¿Familia?, por tu culpa mataron a mi hermano, él te lo dijo, te lo rogó, te suplicó que vinieras con él al norte donde estaríamos seguros, pero no… tu lo obligaste a que se quede contigo y ahora por tu culpa está muerto, maldito tú que causaste su muerte, ¿por qué tenía que ser todo como tú querías?, ¿por qué lo obligaste a seguirte en todo? – Shunrey lloraba en este punto, la muerte de su hermano le había pegado de la manera más dura
- Yo nunca obligué a nada a Shyru, yo lo amaba como él me amaba a mí, nos íbamos a ir al norte, esos eran nuestros planes – explicó Kanon
- ¿Y cuándo?, por esperar a tu hermano sacrificaste al mío, y eso yo no puedo perdonar, tu mismo lo dijiste… sangre por sangre… - Shunrey sacó un revolver pequeño de la pretina trasera de su pantalón y sin mayores miramientos disparó a Kanon en la cabeza, soltó el arma y se refugió en Hades que la abrazó, el pelinegro no lo podía creer, el dolor a veces hace relucir lo peor de cada uno de nosotros
Los tres lobos que estaban de pie en el claro junto a la cabaña, levantaron la mirada cuando escucharon el sonido de las armas que los apuntaban
- ¿Se acabó el trato tan pronto? – preguntó Julián sin poder evitar una agria sonrisa
- Kardia está muerto, el trato está roto – dijo Dégel sosteniendo el arma
- No, nosotros cumplimos nuestra parte del trato, los localizamos por ustedes, los guiamos aquí, seguimos su plan y ahora están muertos – Julián señaló los cuerpos de los gemelos que estaban en el suelo
- Kardia murió – repitió Dégel
- Esa no es nuestra culpa, nosotros no lo matamos, quedamos en que vamos a hacer un intercambio, ¿dónde está Seiya?, su padre lo recogerá y Hades se irá con ustedes, eso es lo más fácil para todos, ¿verdad?, es a la final lo que acordamos – dijo Julián
- Lo siento pero… ese trato no lo podemos llevar a cabo, todos los lobos deben morir – dijo Dégel levantando su arma y apuntando a Hades que no se movió, no levantó las manos ni hizo nada, solo sonrió y dijo:
- Yo no haría eso de ser tú
- ¿Por qué? – preguntó Dégel con rabia
- Porque no mentimos, no estamos solos y si venían refuerzos por nosotros – Julián señaló a Dégel que no lo entendió, pero Shun se llevó una mano a la boca sususrró:
- Oh dios mío, ¿están locos?
- ¿Qué? – Dégel lució confundido hasta que Shun señaló su propio pecho en donde una lucecita roja brillaba, al igual que en los pechos de todos los cazadores, todos ellos estaban apuntados por armas de larga distancia al parecer
- Es su última oportunidad, sigamos con el trato como estábamos, nosotros cumplimos nuestra parte, cumplan ustedes con la suya, no queremos arruinar lo que conseguimos esta noche, vamos por Seiya como lo habíamos acordado y acabamos con esto – el tono de Hades fue sereno, especialmente luego de que Dégel bajó su arma
- ¿Cómo sé que no nos atacarán? – preguntó Dégel con aprehensión
- Podemos dejar todas las armas aquí, así todos nos sentimos más seguros mientras vamos por Seiya, ¿estamos de acuerdo? – propuso Julián dejando su arma en el suelo
- Eso es fácil para ustedes decir, no los están apuntando francotiradores – dijo Shura sumamente incómodo, Hades se volteó e hizo una seña a la oscuridad a sus espaldas, las lucecitas rojas desaparecieron a la vez que entraban al claro del bosque dos muchachos, uno de complexión delgada con cabellos calestes y blanca piel, muy atractivo, a su lado venía un muchacho corpulento y de expresión fiera, de cabellos castaños y piel bronceada, Julián sonrió al verlos y tomó de buena gana una botella de agua que el muchacho de cabellos celestes le dio al llegar a él
- Dime que esto no es todo lo que trajiste Dita – dijo Julián pasándole la botellita a Hades
- No, vengo con muchos más regalos, si haces los honores Alde – Dita sacó de su bolsillo varios pares de esposas y se los dio al muchacho corpulento que los tomó y se acercó a los cazadores, sus intenciones eran claras
- ¿De dónde sacaste las esposas Dita? – preguntó Julián con una ligera sonrisita
- En verdad no lo quieres saber primo, déjame ayudar a Alde con eso – Dita codeó a Julián y se acercó a su novio que estaba esposando a los cazadores a la varanda del porche de la cabaña, de esa manera no se podrían escapar
Los cazadores no tomaron esto de la mejor manera pero no tenían opción, Alde los fue esposando uno a uno, al final solo quedó libre Ikky básicamente porque estaba fuera de combate por el balazo en su brazo, Shun ya no lo estaba sosteniendo porque a él si lo esposaron a la baranda
- ¿Qué hacemos con él?, está herido – dijo Dita al tratar de esposar a Ikky sin conseguirlo
- ¿Qué tan grave es su herida? – preguntó Hades acercándose a la cabaña para ver de mejor manera a Ikky, el peliazul no se quería dejar tocar siquiera del ex de su hermano
- Yo creo que lo mejor será llevarlo al hospital, puede morir desangrado aquí – dijo Alde mirando al cazador herido
- Esa es una buena idea, ayúdame Julián – Hades quiso incorporar a Ikky pero el peliazul no se dejaba, Hades frunció el ceño y se acercó a Dita, tendió la mano y le dijo: - Préstame las llaves
- ¿Qué vas a hacer?
- Necesitamos llevarlo al hospital, su hermano vendrá con nosotros también
- Me parece bien, arriba Shun – Julián tomó la llave de las esposas de manos de su primo y liberó a Shun, que ayudó a Ikky a incorporarse, dejando a todos los cazadores esposados a la baranda de la casa
- ¿Nos dejarán para que muramos aquí? – gritó Dégel cuando los lobos con sus dos rehenes se empezaron a alejar
- Claro que no, una vez que tengamos a Seiya, Shun volverá a rescatarlos, no se apuren y acomódense de mejor manera, yo asumo que mañana ya podrán volver a casa – dijo Julián con una sonrisita, Shunrey regresó la mirada y se hubiera quedado atrás de no ser por Julián que la tomó suavemente del brazo y la hizo caminar con él