-Si gritas quien te va a salvar? Kazuki? - Sus ojos se afilaron con pura furia y le tomó de un tobillo para "arrastrarle" sobre las sabanas hasta la orilla de la cama, bocabajo, le irÃa aun peor por haberse resistido.
Le tomó del las muñecas para que no intentara levantarse o girarse, con el cinturón en la otra mano pasó el cuero por la espalda de Tsubaki, bajando hasta su trasero, si...serÃa cruel con el, su intención era castigarle, pero eso no hacÃa que estuviera menos excitado...tal vez Tsubaki no lo disfrutarÃa pero el si.
- Todos en esta casa saben que eres una preciosa esposa comprada que debe de someterse a su marido....nadie va a venir por ti.-
Le amenazó al oido antes de alzar la mano y darle un azote en su perfecta figura aun cubierta por las panties femeninas, dejando una marca roja por donde pasó el cinturón.
*esto...seguirÃa asi por siempre? Nada iba a salvarlo? Siempre tendria que ser sometido a este tipo de trato por Daisuke? Sin siquiera un poco de piedad o misericordia...
ese chico no se iba a poner en su lugar? Aunque solo fuera un poco...a que chico de 17 años en su sano juicio quisiera que le obligaran a casarse con otro hombre, que este mismo lo violara en la noche de bodas y lo lastimara cuando el quisiera? A nadie...el solo pensar que esto lo vivirÃa cada dia durante toda su miserable vida...comenzó a buscar salidas posibles...aunque solo llegó a una y era cobarde como para intentarlo.
Solo que quedó ahÃ, quieto y aguantando su voz y el dolor, dejando que las pronto interminables lagrimas empaparan sus sonrojadas mejillas y humedecieran el lugar donde estaba su rostro en la cama...*
Estaba fascinado, extasiado incluso con el leve gimoteo de dolor que su precioso Tsubaki exclamaba, solo dio un par de azotes más antes de sentirse levemente safisfecho, bajo la prenda lo suficiente para dejar al aire su trasero.
-Eres mio Tsubaki...nadie te va a salvar de eso, eres mi esposa.-repite, tal vez para convencerse mejor a si mismo. se inclino ligeramente y paso sus labios por la tersa y blanca nuca del otro, apegando sus caderas a las contrarias.-
*debÃa resignarse a aquello...era su nueva vida, tenia que acostumbrarse. Sintiendo aquel roce dio un suave gemido...aquello si le habÃa gustado...no le desagradaba pero aun asi debia mantener la guardia alta.*
-_yo nunca seré tuyo por completo...no quiero eso...no quiero ser tuyo. Eres...realmente...una mala persona...porque...no puedes ser como tu...hermano?
*abrió sus ojos por completo cubriendo su boca...sabia que eso le traerÃa muchos problemas...volteó...*
-_no quise decir eso, lo siento...Daisuke no...
Para ese momento el ya habÃa comenzado a repartir besos posesivos por el cuello de Tsubaki, incluso le habia acariciado un poco las caderas mientras lo hacia, pero se detuvo en seco al oir esas palabras.
Se alejó apenas lo suficiente, apenas ese miserable intento de disculpa salió de la boca del menor le propino una fuerte bofetada en el rostro.
-Yuriko era una zorra que huyo con su noviecito...fue estúpido de mi pensar que no eras una zorra también.- gruñe y le toma de la muñeca obligandole a estar bocarriba
.- Acaso ya lo hiciste con Tiziano? Eh? Eh?!!— Grita y vuelve a abofetearle. -No tienes la minima idea de lo malo que puedo ser...quieres que sea malo....voy a acabar contigo.- le gruñe y toma el cinturon con el cual aprieta las muñecas de Tsubaki.
*el llanto no pudo suprimirlo cuando sintio ese fuerte golpe en su rostro...deseaba que no pudiera dejar alguna marca.
Estaba asustado...sin duda que Daisuke estaba controlando su fuerza, temÃa que pudiera hacerle algo más que simples moretones y marcas en su cuerpo...
Temblaba mientras trataba de calmar su llanto y alejarse de su esposo...o más bien, el demonio que tenÃa en freunte...*
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