ENGAÑO por Ramc95

Se esperaba una especie de reacción diametralmente opuesta, hasta miró molesto a Tsubaki por haber desafiado tan bruscamente el rumbo de las cosas, hasta por un momento pensó que era alguna clase de engaño.

Enderezó su torso rapidamente al ver aquella mirada en los ojos de su esposa, estaba confundido aunque extrañamente embelesado por la expresión tan  seductora del menor.

-Que carajos haces?!-

Exclamó tomándole del cabello aunque realmente sin jalarlo lejos de el ni nada, quien se creia el otro para "safarse" de su castigo y además ordenarle.

Estaba por gritarle algún insulto cuando sintió la calida y humeda boca del rubio al rededor de su miembro



*Lo disfrutaba...sin duda, gran parte de él lo hacía. El ver que Daisuke accedía de cierto modo a que Tsubaki atendiera su miembro con la boca, era bastante placentero y excitante...es como si tuviera un poco de control sobre el mayor y eso sin duda alguna lo disfrutaba.

Seguía moviendo su boca, arriba y abajo...tomando casi todo el miembro de su esposo, rozando sus labios y apenas sus dientes para dar una mejor sensación...es como...si lo hubiera hecho antes, ojalá y no le trajera problemas.


Movía sus caderas ligeramente...necesitaba volver a tenerlo dentro pero no lo dejaría hasta que se corriera en su boca...no hasta probarlo.*

-_Daisuke...vente en mi boca...por favor...quiero probarte...

*Casi suplicaba por el semen del contrario...nadie podría quitarle las ganas que tenía, excepto su esposo...*


No, no, no...eso estaba simplemente mal...no es que no lo disfrutara, al contrario la tierna boquita de Tsubaki le estaba llevando al cielo y de regreso pero lo hacía tan bien que no podía dejar de encender esa llama de descontento y enojo en su interior.

- C...como carajos...ah...aprendiste a hacer esto?! -Suelta en un gruñido sosteniéndole firmemente del cabello queriendo tener control sobre la situación a pesar de todo.

Sin embargo todo rasto de cordura presencial se perdió en el momento en el que el rubio soltó aquellas sucias e insinuantes palabras.-

ugh... Tsubaki...-jadea mordiendo su labio inferior antes de tomarle de la cabeza para comenzar a embestir sus labios hasta finalmente alcanzar el orgasmo llenandole la boca y la garganta con su esencia


*Emitió un quejido cuando jaló su largo cabello...dolió, pero por alguna razón era tan...excitante.









Su mente estaba en blanco, su vista nublada, realmente no podía pensar en otra cosa que no fuera en su dueño... en complacerlo, obviamente esa actitud no lo salvaría pero al menos haría que Daisuke fuera menos cruel con él y quizás... podría tener un poco de libertad, si lo obedecía por completo.


Eso lo ahogaba un poco... nada que no pudiera controlar.


Haciendo un esfuerzo, tomó la mano del pelinegro, para guiarla hacia su cintura, bajandola un par de centímetros más, alzaba su mirada con sus ojos entrecerrados... el brillo en ellos, habían desaparecido.


No podía pronunciar palabra alguna... por alguna razón, el sabor era un tanto adictivo... no quería que se terminara, no quería que la noche acabara.

Al llegar el dia... todo volvería a ser como siempre.*


Ni siquiera tuvo que dejar que Tsubaki le guiara mas, aun con la respiración agitada jalo el cuerpecito de su pequeña esposa sobre el, apretando su trasero con una lujuria que casi le desbordaba, no sabia si era la repentina actitud lasciva del rubio o simplemente el hecho de ese dulce aroma que el otro desprendia.


-Ven aqui.-gruñe aunque con un todo mucho menos agresivo de lo usual, le apegó a su pecho y se abalanzó a tomar los labios del más joven, no le importaba que estos hubieran sido recien manchados, comenzó a lamer su labio inferior como si un dulce se tratara, mientras que sus manos bien posicionadas abrian las nalgas de su amante y deslizaba sus dedos entre ellas.