Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Noah por Chorlite

[Reviews - 45]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

 

Capítulo 14

Al día siguiente el Black y los Gloom se levantaron temprano, Jeremy fue el encargado de bañar, vestir y alimentar a Noah por orden de su madre mientras él mismo se encargaba de atender la cocina y tener lista la comida, tomarían un desayuno ligero antes de salir.

Jeremy estaba sentado comiendo su desayuno vegetariano y alimentando al niño con rebanadas de bananas y leche al mismo tiempo.

-Jeremy…- llamo Jerome a su yerno, durante el día anterior él se la había pasado todo el tiempo que pudo tratando de acostumbrar al otro a su nuevo nombre.

Aun tardo un poco en reconocer que le estaban hablando a él.

-¿Sí? Suegro- el pelinegro levanto la mirada.

-Ahora que eres libre de tu pasado ¿a qué te vas a dedicar?-

-Estuve en pensando en eso toda la tarde y noche anteriores, hubo un tiempo hace varias décadas en que quise ser maestro… no obstante ahora que me tome mi tiempo para pensarlo me di cuenta que no tenía un verdadero interés en el trabajo en sí, sino más bien en el poder que obtendría por ello-

-Fue en tu ascenso supongo-

-Sí, primero lo intente poco después de graduarme como estudiaba en Hogwarts y por correspondencia al mismo tiempo finalice mi maestría solo dos semanas después de la graduación, pedí una cita con el director que en ese momento era un hombre de apellido Dipped pero él me rechazo alegando que era demasiado joven para ello, me aconsejó que viajara y que regresara después y el trabajo estaría esperándome de modo que lo hice, Dipped en realidad no tenía nada contra mi él en verdad pensaba eso, viaje durante diez años y cuando volví lo primero que hice fue ir al colegio pero cuando acudí a la cita me entere de que Dipped había muerto, el nuevo director era Dumbledore y bueno… los volcanes se congelarían antes de que ese viejo hipócrita hiciera algo bueno para mí como darme un trabajo por ejemplo- su voz estaba cargada con amargura.

-él te rechazo-

-Por supuesto, yo sabía el resultado de la reunión antes de que él lo dijera, en ese entonces mi cordura ya se había deslizado bastante me enoje por la negativa a pesar de que sabía el resultado de antemano y puse un maleficio en el aula donde se enseña la esa materia para que nadie pudiera tener esa posición por más de un año-

Jerome se quedó con la boca abierta por unos pocos segundos.

-No te parece que es una reacción muy infantil, digo suena como algo que le haría un niño travieso a sus padres cuando no consiguen lo que quieren- replico el pelirrojo levantando una ceja.

Jeremy se sonrojó un poco al ser comparado con un niño malcriado.

-Sí, bueno, no estaba en mi sano juicio en ese entonces-

-Ahora entiendo porque ese viejo entrometido ha tenido tantos problemas para llenar ese puesto a través de los años, hiciste un muy buen trabajo para que no haiga conseguido solucionarlo hasta ahora tantos años después-

Jeremy resoplo.                                        

-No es tan complicado, el punto focal del hechizo está en el aula que se usa para impartir la asignatura, para solucionarlo todo lo que tenía que hacer es cambiar a de aula o cambiar la el nombre, dudo mucho que el viejo no lo sepa, no lo ha arreglado porque no ha querido-

Jerome se llevó una mano a la barbilla luciendo pensativo,

-Desde mi perspectiva me parece que eso le afecta bastante-

-No lo creo, ya se hubiera deshecho de el hechizo si así fuera, me molesta admitirlo pero de alguna manera en vez de dañarlo más bien le he ayudado, no tengo idea de como pero así debe ser-

Jerome soltó una risa baja y meneo la cabeza de un lado a otro en negación.

-Entonces volviendo al presente me repito ¿a qué te vas a dedicar?-

Jeremy bajo la cabeza unos momentos antes de responder.

Noah levanto la mirada para escuchar también, este teme le era de interés.

-Quiero seguir con mi aprendizaje de sanador-

Su respuesta sorprendió a Jerome aunque no a Noah quien regreso a comer rodajas de banana.

-Baya, no lo imaginaba… y ¿vas a ser enfermero o vas a ir por una especialidad?-

-Yo quiero ser sanador especializado en los niños- al decir la última palabra dirigió sus ojos mojados y brillantes a sus ojos brillantes y húmedos a su regordete esposo.

El niño levanto las cejas he inflo los mofletes en una muestra de ligera molestia, miro a su madre detenida mente.

Él dice que te ha dicho muchas veces cuanto despreciaba a sus padres, para tu cumpleaños te dará una tarjeta una tarjeta de agradecimiento y una canasta con flores para mostrar cuanto te agradece por tus servicios de exterminador-

La calma duro unos momentos antes de que los tres estallaran en risas.

-Exterminador es nuevo para mí, nunca antes se habían referido a mi persona con ese término- tomo la pequeña mano gordita del niño y la apretó ligeramente, el bebé le respondió con una pequeña sonrisa de pocos dientes.

En la puerta resonaron un par de delicados golpes.

-Sí adelante- dijo Jerome.

La puerta se abrió y una atractiva mujer pelirroja entro, traía un teléfono en una mano y un plumero en la otra.

-Oh, Roseta ¿Qué pasa?- inquirió Jeremy.

Ella inclino la cabeza a modo de saludo, como su creador  le había enseñado a hacer.

-Señor tiene una llamada-respondió con voz suave y levantando el teléfono.

-OH, esa debe ser Perth me dijo que había un asunto del que quería hablarme pero que no estaba segura- extendió la mano a la sirvienta quien le entrego el artilugio y se apartó unos pasos para esperar que terminara y así llevárselo a su lugar.

~Hola~ hablo por la bocina.

~Sí, hola Jerome~ la voz  de una mujer mayor le respondió del otro lado.

~Hola Perth, ¿necesitabas algo?~

~No, pero quería comentarte de un nuevo trabajo del que oí hace poco, ahora que tengo la información te la pasare para ver qué te parece~

~ ¿Para actuar? Oh Perth sabes que estoy de vacaciones~

Ella suspiro.

~Sí es de actuación, pero no es para ti~

Jerome abrió grande los ojos y volteo a mirar a Jeremy, hasta donde sabia nadie era consiente de él.

~ ¿No? ¿Qué quieres decir con que no es para mí? ¿Para quién entonces?~

~Para Hilda~

El pelirrojo se sorprendió pero tuvo que contener un suspiro de alivio al pensar en que no habían descubierto a Jeremy, aún no habían fabricado una historia muggle para él.

~Perth mi hija tiene casi dos años~

~Lo sé, pero hace un par de semanas un director amigo mío me hablo de una nueva serie de televisión en la que los personajes principales son una familia de cinco, los padres, una abuela, un hijo mayor y una hija menor la cual cae justo en la edad de Hilda~

~No lo sé Perth~ él desvió la mirada hacia su hijo que estaba escuchando todo por el altavoz~ ella es tan joven~

~Sí pero pensé que tal vez podrías llevarla para que aprenda de tu trabajo además tal vez le guste y decida seguirlo como carrera más adelante~

Él levanto la mirada a su hijo con la interrogante claramente visible.

Noah bajo la cabeza, hizo un puchero y por último asintió conforme, sí lo intentaría total su vida era monótonamente aburrida en la actualidad.

-¿Jerome?~

~Está bien, la llevare, ¿Dónde,  cuándo y a qué hora?~

~Sí, bueno…~

Dos años después

En las afueras de un pequeño pueblo pobre se encontraba una pequeña choza con techo de paja, paredes de bambú y piso de tierra.

Dos niños pequeños uno de seis años y uno de cuatro yacían dormidos en una pequeña cama hecha con palos rollizos, una cortina los separaba de la otra “habitación” en ella se encontraban tres hombres y una niña más pequeña.

Uno de los hombres, el más alto de ellos, castaño, de tez blanca y ojos negros estaba sentado en una banca desigual y rolliza a un lado de una cortina frente de la cama con igual arquitectura que la contigua, estaba pálido y lloroso, sus grandes manos retorcían la tela de su delantal con nerviosismo.

El hombre a su lado le puso una mano en el hombro tratando de ofrecerle consuelo y llamando su atención.

-Tranquilízate Dorian, todo va a estar bien, nuestra hija se va a salvar, ella es muy fuerte- dijo con una voz que pretendía ser tranquilizadora pero el temor era demasiado evidente para que funcionara.

-Severus…- el hombre levanto su enorme mano para acariciar la mejilla de su marido, su temple tan terrible como la suya, Dorian intento hablar pero lo único que le salieron fueron sollozos.

Severus entendió, correspondió a sus lágrimas con las propias y busco el calor de su esposo enterrando su cabeza bajo su cuello, Dorian puso uno de sus enormes brazos en su espalda y le acaricio la cabeza con su otra mano.

Esa fue la imagen que se encontró el sanador cuando paso bajo la cortina para dar su diagnóstico a los padres de su joven paciente, el anciano trato de llamar la atención de los hombres aclarando su garganta pero no contestaron, finalmente recurrió a tocar el hombro del más alto sin ofenderse por ser ignorado ellos estaban en una situación difícil, se necesitaban mutuamente.

Los padres se levantaron rápidamente una vez que vieron al viejo hombre con ellos.

-¿Y bien?- Pregunto Severus ni bien se había levantado del regazo de su esposo.

El hombre bajo la mirada y ellos inspiraron bruscamente al entender que no eran buenas noticias.

-¿Qué le pasa a nuestra hija?- Dorian pregunto su voz ronca por el llanto continuo.

El viejo hombre suspiro para darse valor antes de hablar.

-Ella tiene hotull-                                                                 

La cara de los padres se tornó con una clara muestra de confusión, no tenían ni idea de que estaba hablando.

-Mal de la risa, fiebre euforia, la muerte feliz… las personas tienen muchas maneras de referirse a ella pero su nombre es hotull-

La cara de los padres había adquirido una mirada de terror cuando se mencionó la fiebre euforia aunque no sabían exactamente que eran si eran conscientes de que era grave.    

El hotull, era una enfermedad muy grave, la victima comenzaba experimentando una picazón suave en las zonas húmedas de su cuerpo como las axilas y los genitales, en la segunda fase le aparecían granos pequeños de color verde en esas mismas zonas, desequilibrio en su sensación térmica la persona sentía frio pero en realidad su temperatura corporal se elevaba con fiebre cada vez más fuerte, por lo general los familiares de la víctima no lo notaban hasta la tercera etapa que es cuando el comportamiento del infectado comenzaba a cambiar, en la tercera etapa la persona comenzaba a reírse sin ninguna razón cada vez más fuerte, de ahí que la gente la llamaran mal de la risa o muerte feliz, la victima literalmente se reía hasta morir.

-¿Qué podemos hacer?-pregunto Dorian, su voz fuerte y algo ronca tanto por el llanto como por las dificultades de su sordera.

-Por ahora lo único que podemos hacer es ponerla cómoda-

Los esposos se abrazaron cuando el dolor y la agonía los invadió al reconocer que según el médico infantil su hija Alina no sobreviviría.

-No, no puede ser, ella es nuestra pequeña- Severus se dejó caer en el suelo devastado en constante negación.

-Lo siento mucho, pero a esta altura es incurable había que actuar antes de que le salieran los granos verdes-

-Ella se baña sola, siempre ha sido muy independiente por eso no note que hubiera nada malo hasta que comenzó a reírse de manera extraña- agrego Dorian.

El mendimago bajo la mirada avergonzado.

-Yo, no puedo hacer nada más pero hay algo que tal vez puedan intentar-

Los dos hombres se separaron y voltearon a mirar al mendimago con ojos ansiosos y esperanzados.

-Hay un mendimago especialista que les puedo recomendar, ¿están dispuestos a intentarlo?-

-Sí-

-Sí lo que sea-

-Este hombre es un mendimago infantil muy exitoso ha creado pociones y tratamientos para enfermedades que hasta ahora se creían incurables entre ellas el hotull-

Los padres se acercaron ansiosos y llenos de esperanzas.

-¿Quién?- preguntaron al unísono.

-El mendimago se llama Jeremy, Jeremy Gloom pero hay algo que deben saber primero-

Los padres se tomaron de las manos.

-Primero el especialista es extranjero por lo que deberán viajar para conocerlo en segundo debido a su éxito en temas en que antes se creían intratables ahora tiene mucha demanda por lo que podría pasar algún tiempo para que puedan tener una consulta con él, en el caso de su hija ella necesita una poción especial y muy costosa llamada poción firhe, no conozco los detalles de cómo debe ser administrada-

-¿Una poción? ¿No se puede conseguir en san mungo?- pregunto Dorian.

-No, la poción proviene del grimorio familiar por lo que la receta no es libre, él ha sido muy amable de prepararla para el público, si la quieren tendrán que ir por ella-

-No nos importa estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para salvar a nuestra hija-

-Bien el mendimago reside en Letonia trabaja en un hospital llamado Mixell Weny ubicado en el lado oeste de Ciudad Yaguido, les escribiré la dirección exacta para que puedan ir a pedir la poción y yo… les deseo suerte-

-Gracias muchas gracias Señor- exclamo Severus entre lágrimas.

-Bien tienen en que escribir-

Dorian se limpió las lágrimas, paso por debajo de la cortina hacia la habitación principal miro en la fea cama a su hija más joven desnuda salvo por su ropa interior debido a su alta temperatura corporal, su largo cabello castaño estaba húmedo y pegado a su piel.

Desvió la su camino hacia la caja de cartón en la esquina al lado de la mesa y hurgo en ella buscando un lapicero y un cuaderno rayado.

Pronto volvió al pasillo junto a su marido, el mendimago recibió los artículos anteriormente solicitados y paso a escribir la información prometida.

-Aquí tienen, que les vaya bien-

-Muchas gracias-

-Por nada-

Media hora más tardes los esposos estaban sentados en una hamaca maltrecha a la sombra de un árbol frente a su casa.

-Oh Dorian ¿Qué haremos ahora? Viajar no será nada barato y como no tienes familia igual que yo no tenemos con quien dejar a Seth y Dylan por lo que tendremos que llevarlos con nosotros buscar hospedaje y esperar tener suerte para tener el la poción pronto, nuestra hija no tiene mucho tiempo-

-Ya veremos amor- respondió Dorian- tenemos un ahorro en mi bóveda que no se ha tocado en años desde que comenzaste a trabajar con ese anciano, tiene que tener algo-

-espero que sea suficiente, tengo algunos compañeros con los que me llevo bien puedo escribirles una carta para pedirles algo de dinero prestado, el problema es que van a querer saber para que lo quiero y no sé qué inventarme porque no estoy dispuesto a hablarles de ti o nuestros hijos e hija, eres un squib no puedes defenderte de esa gente y nuestros hijos son pequeños y tenemos una gravemente enferma-

El hombre más grande abrazo a su marido y le beso la cabeza, se acomodó el cabello detrás de la oreja teniendo cuidado de no desacomodar el audífono muggle.

-Saldremos de esto amor, lo haremos-

******

*******

En Letonia la familia Gloom había prosperado en los dos años transcurridos.

Jeremy había concluido sus estudios y se había convertido en un gran mendimago infantil, en cuanto a Jerome y Noah ambos habían comenzado a trabajar en actuación, en poco tiempo los compañeros muggles de Jerome llegaron a la conclusión de que la hija había heredado el talento de su padre.

Noah además de su trabajo en actuación infantil también le había pedido a su madre ayuda para entrar a una clase de maquillaje de efectos especiales, en su vida anterior Noah había sido un pintor mágico ocasional, nunca lo había usado con fines de lucro pero sabía lo que hacía.

En su nueva vida él también estaba aprovechado para aprender a tocar diferentes instrumentos musicales como el violín, la bandolina, el piano, la armónica y el arpa, de su vida anterior ya sabía cómo tocar la lira y la flauta transversal, él también había comenzado su educación formal.

Jeremy después de pensarlo mucho había ido un paso más allá y había hecho el cambio de nombre y apellido oficial, es decir su nombre ya no era Tom Marvolo Riddle, o sea que Jeremy Tom Gloom ya no era un alias era su nombre real.

Aún no se había presentado al banco de gringotts para mover su patrimonio, tenía la fuerte sospecha de que el viejo Dumbledore tenia eso vigilado y que le sería informado por algún espía en cuanto eso sucediera, también había ocupado su espacio con nuevos proyectos, le había pedido a su esposo que le enseñara ingles antiguo del que se usaba en su vida anterior, en la vieja casa de Noah había muchos pergaminos amontonados por todo el lugar aunque estaban en orden claro y conciso, Noah había aceptado y también le había escrito una tabla con las claves de las runas nores para que las aprendiera de memoria.

El día había amanecido claro y hermoso y el pequeño Noah de tres años de edad se preparaba para un día de compras, ya había pasado un tiempo desde que habían salido en familia para hacer compras, y tanto sus vestidos como sus zapatos ya le quedaban muy pequeños.

En el relativamente poco tiempo que había pasado Noah se había convertido en uno de los actores infantiles mejor pagados del mundo, era conocido por los medios nacionales e internacionales primero por ser “hija” del aclamado actor polaco Jerome Black quien nunca había revelado el nombre de la madre aunque se rumoreaba que era una mujer letona debido a la nacionalidad de la “niña”, ella era conocida como Hilda la victoriana debido a su extraña costumbre de usar ropas de acuerdo a esa época, toda su ropa era anticuada largos vestidos con miriñaque y peinados complejos, ella siempre iba vestida de esa forma a menos que estuviera rodando alguna serie o película ambientada en tiempos más modernos.

Se creía que dicho comportamiento tan extraño había sido inculcado por el padre quien había comenzado a vestirla de esa forma desde que era bebé.

Jerome había explicado la presencia de Jeremy como el maestro de Hilda, él había estudiado cosas muggles antes de enloquecer, así es como ella estaba iniciando sus estudios muggles, de modo que a los medios ya no les pareció extraño que estuviera ahí, además había ocasiones en que tanto Jerome como Hilda tenían papeles en alguna película o serie en lugares diferentes en esas ocasiones Jeremy hacía de niñero y viajaba con ella.

Noah estaba sentado frente a un tocador peinando su largo cabello blanco mientras su madre le ajustaba el corsé en la espalda, el miriñaque ya lo tenía puesto, luego de ajustar el corsé la madre le indico a su hija que se levantara para ponerle el vestido, ese día usaría un vestido de color naranja con lunares blancos.

-No sé porque te gustan tanto esos grandes vestidos anticuados- dijo Jeremy quien entro secándose el cabello con una toalla esponjosa.

Noah en su papel de Hilda ladeo la cabeza hacia su esposo.

-Anticuados dices… tienes razón, pero en mi primera vida estos grandes vestidos eran el último grito de la moda femenina de la época, para ser sincero siempre me gustaron y después de que mi madre Florencia me abandono y yo tuve que moverme a otro lugar para preservar mi vida y una de las formas que use para ocultarme además de retirarme de la sociedad fue disfrazarme de mujer, para ello conté con la ayuda de una prostituta llamada Ann, ella me enseño todo lo que una señorita casadera o una mujer casada debe saber de acuerdo a las normas de la sociedad muggle de la época- ella recogió la mitad su cabello en un alto y complicadísimo moño hecho con trenzas en la coronilla de su cabeza el resto colgaba suelto con pequeños cristales adheridos a las hebras blancas, completo su atuendo con una gargantilla de la que pendía una esmeralda en forma de corazón con pendientes a juego.

Hilda Black era conocida por ser excéntrica con su vestimenta y por sus joyas extremadamente caras, la única alhaja que nunca se quitaba era el extraño anillo con forma se serpiente ese siempre lo llevaba puesto incluso en sus trabajos de actuación aunque no se explicaban como seguía quedándole a pesar de su crecimiento normal, se rumeaba que era un regalo de su desconocida madre.

-¿Y cómo es que una prostituta sabia de esos temas?- preguntó Jerome curioso.

-Bueno… no fue una prostituta siempre- ella hizo una pausa para ponerse un pendiente- ella era una heredera de una importante familia muggle, para ese entonces la infancia era muy corta lo normal era que se casaran a los doce años-

-¿Doce? Pero eran unas niñas- Interrumpió Jeremy.

Ella le dirigió una mirada aburrida.

-Sí, pero esa era la norma, los muggles no vivían mucho en ese entonces, la vida más larga que podían esperar eran de unos treinta a cincuenta años, en parte por eso se casaban tan jóvenes, sin embargo abundaban los pedófilos los matrimonios más comunes eran entre chicas muy jóvenes y hombres maduros o directamente ancianos, por eso Ann termino como prostituta, el mayor problema con la gente rica es que cuanto más ricas son más ricos anhelan ser, el padre de Ann quería unir a su familia con un hombre adinerado que no tenía hijos solo una hermana menor, el primer problema con este hombre era que tenía cuarenta y dos años y habían bisbiseos de que el viejo era un cerdo que le daba unas pocas monedas a las niñas pobres a cambio de toquetearlas yo por supuesto no querría tocar a un hombre así ni con un palo y tampoco lo quería Ann-

-Pero seguramente el padre no sabía de esos cuchicheos ¿cierto?, ¿Qué clase de padre daría a su hija a un desgraciado así?- comento Jerome.

-El padre de Ann supongo y sí él conocía los rumores es más hasta creo que tenía un comportamiento similar, en ese entonces las mujeres no tenían ningún valor eran solo un medio para un fin-continuo Hilda.

-¿Qué hizo Ann? Me da asco el solo pensar en hombres que puedan ser así sí hay algo de lo que puedo jactarme es que nunca tuve esas inclinaciones ni siquiera cuando estaba loco de remate, aunque me avergüenza admitir que si tuve seguidores de esa calaña aunque lo bueno es que todos ellos están en azkaban donde no le pueden hacer daño a nadie más- agrego Jeremy.

-No piensas dejarlos a su suerte ¿verdad?- inquirió Jerome.

-Por el momento sí mamá pero si veo que hay algún problema aunque sea potencial acabare con ellos y ni si quiera tendré que perseguirlos dado que todos están conectados a mí por las marcas tenebrosas-declaro Jeremy.

-Mmmm- dijo Jerome pensativo.

-De todos modos ¿Qué hizo Ann?- preguntó Jeremy apartando la mirada de su yerno incómodo.

-Oh, bueno ella huyo y se estableció en un burdel, algunos pensarían que ella tuvo una vida miserable pero la verdad es que a Ann le gustaba ser prostituta vivió su vida a como quiso y en sus términos algo poco común en la época especialmente para una mujer- termino su historia con una sonrisa en recuerdo de su rubia amiga.

-¿Ella sabía que eras hombre?- pregunto Jeremy levantando a su esposa y poniéndola en su cadera.

-No, nunca se lo dije, ella no habría confiado en mí de haberlo hecho- respondió la niña.

Jeremy rió y mientras abrazaba a su marido extendió la mano a su suegro, él pelirrojo la tomo un momento después ya no estaban se habían ido sin ningún ruido.

******

******

Los Sullivan habían arribado a su destino, los niños se encontraban sujetos a sus padres mirando todo alrededor, el cambio en la cultura era evidente, Ciudad Yaguido era una comunidad completamente mágica pero tenía mucho en común con los muggles.

-Mami- llamo Seth tirando de la larga túnica de su madre.

-¿Sí, cariño?- respondió Severus.

-¿Este lugar es como Hogsmeade?- inquirió el niño.

-Si querido, lo que pasa es que es otro país por eso es tan diferente-

Severus dirigió la mirada a su esposo, buscando apoyo trataban de actuar lo más normal posible para no afectar a sus dos hijos mayores pero lo cierto es que el único lugar donde querían estar era al lado de su hija enferma.

-Mamá, papá miren ese señor de ahí- Seth señalo con un pequeño dedo-tiene la muñeca más rara que he visto-

Los adultos y el pequeño Dylan que estaba sentado en los hombros de su padre miraron en dirección a donde apuntaba su hijo mayor, en el frente de una tienda se encontraban dos hombres jóvenes uno era colocho pelirrojo y el otro de pelo negro, entre los brazos del último se encontraba una figura la que él niño identifico como una muñeca.

-Cariño es de mala educación señalar a la gente con el dedo- reprendió suavemente Severus.

-Lo siento mamá, crees que a Alina le guste una muñeca así es un poco más grande que ella- respondió Seth.

En ese momento la supuesta muñeca bostezo y volteo la cabeza hacia el otro lado el pelinegro que la sostenía le dio un beso en la mejilla y la paso a su otro brazo sosteniéndola bajo la cadera apoyada en su pecho y su cabeza en su hombro.

-Mmm me parece que no es una muñeca- comento Dorian divertido.

-Es una niña, nunca había visto a alguien tan blanco- exclamo Severus.

-Quién sabe la razón de eso- indicó Dorian.

-Es muy bonita- agrego Dylan con la cara rosada- paece una muñeca de pocelana-

Los adultos lo tomaron en broma y se rieron aunque para sí admitieron que sí era una niña guapa.

En ese momento la niña dormida abrió su mano y un objeto pequeño y brillante cayó al suelo.

El pequeño Seth curioso por la niña uso el objeto como excusa para acercarse y sin pensarlo soltó la mano de su madre y corrió a cazar el objeto.

-¡Seth!- grito Severus alarmado.

-Vuelve hijo- grito Dorian alarmado comenzando a correr tras su esposo e hijo.

El niño tomo el objeto era un pendiente de diamante, el corrió tras la pareja de hombres que se alejaban a paso normal charlando entre ellos en voz baja para no despertar a la niña apenas los tuvo a su alcance el niño se agarró con fuerza de la túnica del hombre de pelo rojo haciéndolo detenerse en seco y casi caer al suelo como resultado.

-Oh- se dio la vuelta junto con su compañero y levanto la mirada para ver a su agresor-cielos muchacho que es lo que te ocurre casi me haces comer tierra, tienes que andar con más cuidado- le reprendió Jerome suavemente.

En ese momento llegaron los padres, un ceñudo Severus levanto a su hijo del suelo y lo puso frente a sí para regañarlo.

Dorian miraba a su hijo con desaprobación.

-Lo siento mucho, mi hijo no suele comportarse así- Trato de explicarse Dorian.

La conmoción había despertado a Hilda que miraba todo curiosa, pero sin aportar nada a la situación.

-Perdón mamá pero vi algo y quise ayudar- explico el niño- pero no entiendo lo que dice el señor-

-Eso es porque esto es otro país cariño aquí no hablan nuestro idioma- trato de explicar Dorian.

-De hecho, lo hacemos- interrumpió Jerome.

Los adultos y los niños miraron hacia los dos hombres  frente a ellos.

Jerome se arrodillo frente al niño avergonzado.

-Bien chico, ¿qué te trajo con tanta prisa tras nosotros?- inquirió aunque ya lo sabía tras ver el brillante pendiente de su hijo que se asomaba entre los dedos del pequeño puño.

Jeremy permanecía callado el reconoció a Severus Sullivan en cuanto lo vio, apretó a su marido un poco, él le respondió acariciando su cabeza para tranquilizarlo.

-Yo… e encontré algo- dijo Seth mostrando su mano abierta con el pendiente en él.

-Oh- Jerome fingió estar sorprendido- Es el pendiente de mi hijo-

Tomo el pendiente y dirigiéndose a Jeremy lo entrego para que lo colocara en su lugar.

-Eres nuestro pequeño héroe- hablo Jeremy por primera vez- hay algo que quieras para recompensarte Noah ama esos pendiente habría estado devastado al perder uno-

El niño se quedó callado un momento antes de procesar una parte en específico de lo que había dicho el hombre de pelo negro.

-Noah es un nombre extraño para una niña- dijo con las cejas fruncidas y un pequeño puchero de confusión.

Los hombres se sonrieron entre sí.

-Noah no es una niña, aunque pueda parecerlo a simple vista él es un niño- aclaro el pelirrojo.

-Oh…- solo pudo decir el avergonzado niño.

Noah rápidamente pareció perder el interés en los extraños y volvió a acomodarse en el hombro de su esposo para seguir durmiendo.

Jerome se disculpó sonriendo.

-Lo siento tiene tres años fuera de la familia o el trabajo no habla mucho-

-No importa- Dorian le quito importancia con un gesto de la mano.

-Y ¿este pequeño caballero tiene nombre?- sugirió Jeremy.

-Sí- Severus se puso de pie para presentar a su familia- este es Dorian Sullivan mi esposo, nuestro hijo mayor Seth, nuestro hijo del medio Dylan y yo soy Severus, tenemos una hija más pequeña pero está en casa de una vecina ahora-

-Bueno yo soy Jerome Black, mi hijo Noah Gloom y mi yerno Jeremy Gloom-

Al oír el último nombre los adultos se quedaron helados, habían encontrado al mendimago así ¿por casualidad? Era posible.

El muchacho solo los miro algo confundido por su comportamiento.

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).