Dejaboo [JongKey]

Con todo mi amor para Jonghyun, hasta el cielo mi amor eterno, te amo y deseo que ya seas tan feliz como mereces serlo.

De nuevo son exactamente las doce de la noche, de nuevo me vuelvo a levantar a esta misma hora, no lo entiendo, no comprendo que pasa conmigo, llevo días con sueños extraños, veo a cuatro chicos conmigo, pero es el rostro de uno el que predomina, estoy cansado, tengo sueño, pero esa voz sigue golpeando mi sentido auditivo de manera inquisitiva.

Mi nombre es Key Evans, tengo quince años, vivo en Alaska, mis padres me adoptaron en un pequeño orfanato en algún país asiático, sinceramente jamás he sentido interés por saber exactamente de donde vengo, pues todo lo que deseo lo tengo aquí, aunque últimamente cada vez que duermo termino soñando con cosas extrañas, no sé como controlarme, mi mamá dice que son mis hormonas, pero no lo creo, en cierto punto estos sueños empiezan a asústame.

—¿Todavía despierto gatito?— mi hermana mayor se asomo. 
—Boa— le Sonreí, en serio la adoraba. 
—¿Qué pasa?  Últimamente noto que despiertas a esta hora, ¿todo bien? — 
—Si, solo he tenido unas pesadillas o simples sueños, la verdad no sé, solo… digamos que me ponen un poco nervioso— suspire, de verdad esos sueños me hacían sentir extraño, como si esos sueños solo fueran leves recordatorios, pero no se de qué. 
—¿Qué es lo que sueñas? — se sentó a mi lado a mi lado. 
Ok, podía contarle, era mi hermana, no me tacharía de loco —Sueño con cuatro chicos, no logro distinguirlos, excepto a uno, a ese mismo lo sueño también solo, cantando canciones en un idioma que nunca había escuchado pero lo conozco, es extraño, cuando lo sueño me siento nostálgico, pero cuando sueño con los cuatro, es tan emocionante que hasta escucho a personas ovacionándonos— Boa me escuchaba atentamente. 
—Para mi que debes dejar de comer tanto — me acaricio la cabeza —te amo, pero no te hagas un lio por simples sueños, al fin y al cabo son eso, sueños— se levantó y salió de mi cuarto. 

Gracias Boa, siempre tan eficiente, me quede viendo al techo hasta quedarme dormido otra vez, de nuevo, esa voz, Dios esa voz, ¿quién es?, ¿por qué me gusta tanto?, esos ojos, son de cachorro, esos labios, me llaman a besarlos. 

—ahhh— desperté gritando y con mi cabello pegado a la frente a causa del sudor, esto se está saliendo de control y yo debo pararlo.

***

Últimamente me he sentido extraño, vivo en mi lugar soñado, desde que recuerdo he querido vivir en Grecia y mis padres no dudaron en cumplir mi deseo, al ser hijo único y como mi madre me llama, su “tesoro” siempre he sido mimado, he vivido de una manera libre, siempre haciendo y diciendo todo lo que he querido, pero si, me he sentido extraño, cada vez que duermo, me veo llamado a alguien, lo llamo con desesperación, se llama KiBum, supongo que debí escuchar el nombre en algún lado, aunque no lo entiendo, cada vez que tengo ese sueño despierto llorando, siento que debo hacer algo, es como si mi tiempo en Grecia se estuviera acabando.

Mi nombre es Kim Jong Hyun, tengo 30 años, nací en Corea, pero como mencione antes, mi sueño era vivir en Grecia, ¿por qué?, no lo sé, solo lo quería y mis padres me trajeron cuando tenia 5 años, desde los 5 años empecé a hacer mis sueños realidad. Mis padres regresaron a Corea luego de que me gradué de la universidad en la facultad de artes, dijeron que era lo suficientemente grande para cuidarme solo, lo acepte y me quede aquí, conseguí trabajo en una editorial y también soy locutor en una radio, mi programa se transmite a medio día, me encanta, mis noches son sagradas, las uso para dormir, soy un dormilón, pero últimamente ese KiBum no deja de aparecer. 

Los capítulos serás cortos, algunas veces más largos, eso será cuando la historia avance.

Capítulo 2 
¿Quién eres?, ¿Quién soy?

Mi semana de castigo empezó, al terminar las clases en la escuela me dirigía a la casa de la vecina, la señora Smith, es una mujer agradable, a pesar de su avanzada edad, siempre tiene un buen tema para poder hacerme plática, su casa parece un museo, esta todo lleno de fotos y de cosas antiguas, unas realmente se ven viejas, mi trabajo principal es sacudir todo, para cada día de la semana me ha designado un lugar. Hoy son todos los cuadros con fotos que tiene por toda la casa, son demasiados, creo que por eso ocupo mi primer día para eso, seguramente al final de la semana no tendré nada de fuerzas. 
Hay demasiadas fotos, la señora Smith se ve que tuvo una vida romántica activa, hay tres fotos de ella casándose con hombres diferentes, unas fotos se ven demasiado viejas. 

—¿Te llaman la atención?— su voz me hizo salir de mi trance. 
—Si, algunas se ven más antiguas— pase mis dedos por la fotografía donde ella estaba de la mano del Señor Smith —no sabía que se había casado antes— coloque la fotografía en su lugar. 
—Oh no cariño, yo soy mujer de un solo hombre— se acerco a las fotografías. 
—Mmm entiendo— no, no entendía pero no era como que quisiera sabe, tal vez por su edad había olvidado sus demás matrimonios. 
—Apuesto que crees que estoy loca— me sonrió. 
—Noooo, como cree— moví mis manos y cabeza en forma negativa. 
—¿Alguna vez haz escuchado de la tener una segunda oportunidad?— 
—Segunda oportunidad, pero ¿de qué? — 
—De vivir— me tomo de la mano y me llevo a la cocina —te preparare un té— 

Puso agua en la tetera, se movía de un lado a otro, a qué se refería con una segunda oportunidad de vivir. 

—No entiendo a que se refiere señora Smith— 
—Es fácil Key, mueres y vuelves a nacer, a todos nos pasa, pero somos pocos los que nacemos con el mismo rostro de nuestra vida pasada y todavía son casos mas peculiares cuando recuerdas tus vidas pasadas— se sentó a mi lado —¿nunca has sentido algo extraño? — 
—Raro, ¿cómo qué? — 
—No sé, dímelo tú, tú eres al que casi se le esta saliendo el corazón— sonrió —relájate cariño, es normal asustarse de escuchar a una anciana como yo hablando de cosas raras— 
—Usted…me esta queriendo decir, que murió y volvió a nacer— 
—Y morí y volví  a nacer, exacto, has entendido— nooo señora Smith no he entendido —es una forma hermosa de seguir amando a tus seres queridos o hacer feliz a otras almas— 
—¿Cómo lo supo?, ¿cómo supo que volvió a nacer?— mi corazón estaba latiendo a mil por hora, estaba nervioso. 
—Empecé a tener sueños— 
—¿Qué sueños?— 
—Veía a personas que me hablaban o yo a ellas, personas que según yo no conocía, luego no eran solo sueños— 
—¿Sentía que lo veía a cada momento, que lo necesita, que algo le hace falta?— 
Me volvió a regalar una sonrisa —Parece que el joven Evans es un alma reencarnada— la tetera empezó a hacer ese ruido horrible que anunciaba que el agua estaba hirviendo, pegue un brinco en la silla —no te preocupes, si volviste a nacer, es por algo— se levanto, tomo la tetera, preparo el té de la manera más pasiva que podía y luego regreso —¿de dónde eres Key?— me puso la taza de té en frente. 
—De aquí, de Alaska— tome la taza,  quería que me transmitiera un poco de su calor. 
—No, me refiero de donde vienes, tú y tu hermana son adoptados, sé bien que lo saben— 
—Ah eso, no sé, nunca he preguntado eso, jamás me había interesando, ¿usted cree qué yo…haya…muerto…antes?— empecé a jugar con la taza para calmar mis nervios. 
—Puede ser, deberías tratar de saber de donde vienes, muchas veces hay datos que nos abren la puerta a nuestra vida pasada, pero te diré algo querido, si has regresado, debes cumplir tu misión o volverás a morir para nacer de nuevo y seguir intentando— 
—Señora Smith, yo siento, que debo buscar a la persona de mis sueños, pero ni siquiera sé como se llama — el nudo en la garganta me estaba doliendo tanto. 
—Busca quien eres, Key Evans tal vez no es el indicado para vivir en esta época— acaricio mi cabello, mis ojos se llenaron de lágrimas y sin poder detenerlas empezaron a rodar —ohhh no llores, mira esos labios haciendo puchero, pareces un gatito— 
—Señora Smith yo…siento que estoy…enamorado de esa persona— estaba tan avergonzado, ni siquiera sabía que tenía tendencias homosexuales hasta que ese tonto de ojos de cachorro empezó a aparecer en mis sueños y en mi día a día. 
—Quiero que entiendas algo— tomo mis manos —Dios nos mando a la tierra a ser felices y si tu felicidad es un hombre, pues que maravilla, no todos logran encontrar su felicidad, además el amor es eso, amor y nada más, no importa el género— 
—Buscare la respuesta, lo encontrare, no sé cómo, pero lo haré, no puedo quedarme aquí, yo necesito saber quien soy y quien es él—

***

—Entonces que dices ¿iremos al spa esta noche? — 
—No lo sé Admes, últimamente he tenido problemas para dormir— cosa que me tiene mal. 
—¿Qué pasa?  Tú eres una roca para dormir— 
—Eso es lo extraño— 
—Pero vamos, el spa es relajante, seguramente después de un buen masaje podrás dormir como bebé— 
—Entrar a una tina de hidromasaje me atrae más, necesito agua caliente— definitivamente eso me atraía más, quería sumergirme un poco. 

Luego de salir de la estación de radio ambos fuimos al spa, necesitaba relajarme, necesitaba dejar de tratarle de poner un rostro a esos labios, así que me relaje y junto con Admes entramos a la enorme tina, el agua se sentia demasiado bien, me gustaba demasiado. 

—No puedes decir que esto no está demasiado bueno— Admes amaba estas cosas, yo también pero hoy me estaba haciendo sentir nuevamente extraño. 
—Es agradable— no quise decir nada más. 
—Deberías de venir con Frida— 
—Ni loco, se pondría melosa, no quiero venir a un lugar así con ella— 
—¿Entonces con quien si quieres? — 
—Con Kibum— cuando pude notarlo, el nombre ya se había escapado de mi boca, no sabía por qué, solo paso. 
—¿Quién es Kibum? — 
—¿Me creerías si te digo que no sé? — 
—Solo si me das una buena razón para invitar a una tina de hidromasaje a alguien que no conoces— 
—Bueno, simplemente he estado con problemas para sacarme ese nombre de la cabeza, supongo que lo escuche en algún lugar, pero todavía no logro recordar dónde, aunque parezca extraño eso es todo— 
—¿Hablas en serio?, es extraño, es un nombre ¿coreano? — 
—Si, pero no conozco a nadie con ese nombre— 
—¿Tus padres no tienen algún amigo con ese nombre? — 
—Seguramente es eso— no quería ponerle demasiada importancia a eso, suficiente tenía con tener sueños húmedos con el tal Kibum —deberíamos irnos ya— 
—Esta bien— me miraba raro, creo que mi amigo sabe que algo no anda bien del todo —siempre te pones raro para las fechas navideñas, pero este año estas exagerando— 
—Es cierto. ¿qué fecha estamos? — nunca me ha gustado la navidad, me pone algo melancólico. 
—Hoy es diez de diciembre— inmediatamente mi mano viajó a mi pecho, por alguna extraña razón empezó a doler. 
—Quiero irme a mi casa ya— salí de la tina de hidromasaje, solo quería largarme de ese lugar, necesitaba mi cuarto, mi cama, mi música. 
—Tranquilo ya vamos— 

Salimos del lugar, cuando íbamos en el auto el sueño se empezó a apoderar de mí. 

—¿Te molesta si duermo? — 
—Para nada, descansa, has dicho que no lo has hecho bien en los últimos días, aprovecha, cuando lleguemos te despierto— 
—Esta bien gracias— 

Me acomode en el sillón y me quede viendo por la ventana, el paisaje era hermoso, me perdí en el. 

—¿Quién eres?— 

Volteé de inmediato, ¿por qué Admes me pregunta eso?, demonios, ¿dónde se metió Admes? 

—Admes— lo llame, ¿Cómo rayos me deja solo? 
—¿Te…llamas Admes? — 
—¿Qué? No— todo esta tan oscuro, ¿qué pasa?,  un momento, yo iba en el carro con Admes —¿Kibum? ¿eres Kibum?— 
—En realidad, no sé quien soy ¿esto…es un sueño? — 
—¿Un sueño?— eso era lo más lógico, supongo —creo que si— 
—Entonces ¿Quién eres?— 
—Jonghyun, Kim Jonghyun y tú eres Kibum— ¿por qué no me responde?, responde por favor, joder, responde —Kibum…. Kibum…. KIBUM— 

Pegue un brinco al sentir las manos de Admes, sarandeandome de un lado a otro. 

—¿Qué te pasa? — le grite. 
—Eso te lo pregunto yo a ti, te quedaste dormido y empezase a gritar como un loco, KIBUM, KIBUM, KIBUM— el tono de su voz trataba de imitar el mío. 
—Kibum, es cierto, ¿dónde esta? — 
—En tu cabeza, porque aquí no, solo fue un sueño, Kibum no esta aquí — 

Era estúpido,  era lo más estúpido del mundo, pero la frase, “Kibum no está aquí”, me puso mal, de nuevo ese dolor en mi pecho y miles de dudas asaltando mi cabeza. Si Kibum no esta aquí ¿a quién le dije mi nombre?.