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Curando Un Corazon por Jessie Inuzuka

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Rápidamente se había corrido la voz de lo que Naruto abría echo la noche anterior. Era bien conocido que el rubio podría llegar a ser un gran medico. 

 

Naruto regresaba a eso de la media mañana al hospital. Había ido a su departamento que no estaba lejos de ahí a bañarse, desayunar y dormir un poco. Pero solo un poco pues debía regresar a sus actividades. Las cuales por insistencia del rubio podían llegar a ser mas de la cuenta o lo necesario.

 

-Mira nada mas. El niño milagro.- Gaara ingreso al elevador que tomaba Naruto justo antes de que este se cerrara. 

-¿De que hablas?-

-Todo mundo esta hablando de de ti. Incluso ya quieren despedir a Tsunade para ponerte en su lugar.-

-No seria una mala idea.-

-Tan modesto como siempre.- Tomo las caderas del rubio. -Que te parece si te invito a comer.- 

-Lo lamento no tengo tiempo. Tengo clínica.- el elevador se ebrio y el rubio salio corriendo. Dejando a Gaara. 

 

-¿Cuantas consultas para hoy?- 

-Solo 10.- Le pasaron los expedientes. 

-Pan comido. Espero, por favor  que no sean casos patéticos.-

 

El rubio consulta pacientes a la velocidad que mas podía. Un par de preguntas y palabras clave y daba su diagnostico. No era el mas amable a la hora de interrogar a los pacientes. Pero si, el mas efectivo. Normalmente no volvía a ver a la misma persona por la misma causa dos veces. 

 

-¿Donde te duele?- Pronunció al escuchar la puerta del consultorio abrirse. Y dado que no se molesto en despegar la vista del expediente no supo quien ingresaba. 

 

-Toda la cabeza.- La rubia golpeo cabeza del menor. 

 

-¿Por que me pegas abuela?- Se sobaba la cabeza. 

-Por jugar a ser cirujano.- 

-No tenia opción. Dile a tu personal que estén listos en el momento para el que se necesitan.- se escudo rápidamente. 

-¿Te das cuenta?. Pudiste haberlo matado.-

-Lo importante es que lo sabe ¿No?-

-No se trata solo de eso.- 

-¿Tu también?. De acuerdo me rindo dejare que el próximo quede en la banqueta.- 

 

Tsunde hizo una pausa y se recargo en lo primero que encontró. 

 

-Buen trabajo.- Extendió un pulgar.

-Gracias, ¿supongo?.-

-El chico casi se encuentra bien gracias a ti.- 

-¿Casi?- 

-Tuvimos que ponerlo en coma inducido.- 

-Ya veo.- 

-Te asigno ese caso clínico a ti.- 

-Pero, pero. Yo solo atiendo casos de clínica general.- 

-Podrás con el.- 

-Esos significa que ¿Seré su niñera?.- No quería estar todo el día al pendiente de un paciente en particular. 

-Serás su medico.- La rubia se retiro. 

 

-Espera no.- Salió corriendo detrás de la rubia. -Yo no soy medico de cabecera, o internista.- 

-Solo es un paciente Naruto.- 

-Pero me quitara mucho tiempo y me impedirá hacer correctamente mis actividades.- 

 

-Escucha Naruto.-  La rubia se detuvo. -No tenemos la mas mínima idea de quien sea el, o quien es su familia. Literalmente esta solo en este hospital.- 

 

Aquello llamo la atención del menor. ¿Porque ese chico estaría solo?, ¿tendría familia?. Aun así ese no era su problema, su trabajo era ser un brillante medico, no un niñero de todos los pacientes que llegaran a este hospital. Así que paso saliva y dijo lo que pensaba.

 

-Eso es triste, pero aun así yo no.  Esa no es mi responsabilidad abuela, y lo sabes.-  

-Mas que tu trabajo como medico. Es tu oportunidad de tener una verdadera  interacción con tus pacientes.- 

 

-Pero.- 

-La academia no lo es todo, Naruto. Ser medico no es solamente consultar o ser brillante es un trabajo de humanidad.- 

 

Escuchaba las palabras de aquella mujer, que visiblemente se miraba tenia mas experiencia que el en el campo de la medicina. Prácticamente estaba obligado a escucharla. 

 

-A segurate, que el muchacho sane y vaya a casa.- 

La mayor se fu sin darle la oportunidad al rubio menor de reparar. Dejando aun pensativo rubio, que dejaba un lado los expedientes del día. 

 

Le resuelto mas difícil de lo que pienso dar con la habitación del chico en cuestión. Pues mas aya de un reporte que no llego a primera hora en su escritorio, no tenia la mas mínima idea de quien era ese tipo. 

 

-Moreno, con marcas faciales en la mejillas, musculoso.- Se estremece al decirle aquello a una enfermera. 

-¿Habla del chico sexy de la habitación 35?.- Le respondió la enfermera. 

-No lo se, ¿Supongo?.-  Suspiro. -¿Chico sexy?.- Se rasco la nuca. 

-Si, todo el departamento de enfermería, lo ha visitado toda la mañana. Personalmente me ofrecí a cambiar sus vendajes.- La chica se ruborizo. 

-Excelente un chico popular.- Naruto se cruzo de brazos.  -Dígame por que si todo el departamento de enfermería esta tan atento de el . ¿Por que diablos tengo que cuidarlo yo?.- Se irrito, no supo que lo irrito, pero estaba irritado. 

 

La enfermera hizo una pausa. Como si regresara de un viaje del mundo e la fantasía y llegara a la realidad. 

 

-El, el.- Tartamudeaba. -El esta muriendo.- 

-¿Muriendo?.- 

El rubio sabia que era complicado. Peor quizo no comprendo en el instante de la cirugía, lo delicado que es una intervención de ese tipo. Pocos viven para contar el impacto de dos balas en el corazón. 

 

-Usted realizo la cirugía, usted le salvo a vida, ebria saberlo.- 

-Claro.- Arrebato el expediente de las manos de la enfermera y con su vista perdida comenzó a tomar camino a terapia intensiva. 

 

 

Trataba de mantenerse tranquilo, peor no podía evitar incrementar el paso de sus limpios e impecables zapatos blancos. Ajusto su bata y su corbata. Salir del elevador y busco en el pasillo la habitación. 

 

-No sabemos ni siquiera cual es su nombre.-  Observo el expediente y noto la ausencia del encabezado con el nombre del paciente. 

 

Llego hasta la puerta, no acostumbraba tocar la puerta, pues esta bien sabido que el debía estar en el lugar que debía. Por lo tanto no necesita anunciarse.

 

Miro la pequeña habitación. Lo  primero que noto fue la enorme cantidad de aparatos que rodeaban la cama del paciente. Todo listo para ser utilizado. Una enfermera ajustaba algunos tubos. 

-Sakura, ¿Como esta el paciente?.- Miro de reojo el frágil cuerpo del adolescente inerte en aquella camilla de hospital. 

 


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